Plaza Mayor n° 6, Soria, España

Archivos mensuales: julio 2015

16 07, 2015

El blog DOCE LINAJES DE SORIA supera los cuatro millones de visitas. Simplemente GRACIAS a todos nuestros lectores y colaboradores

Por |2020-11-13T03:42:12+01:00jueves, julio 16, 2015|

Doce-Linajes

   Como administrador del mismo, comunico con gran satisfacción que hemos superado con creces a fecha de hoy  los CUATRO MILLONES DE VISITAS en el blog de La Casa Troncal de los Caballeros y Damas Hijosdalgos de Los Doce Linajes de Soria

   Concretamente estamos en estas cifras en nuestro contador de visitas del blog a las 09:10 horas del día 16 de julio de 2015

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Es decir: CUATRO MILLONES DOS MIL CUATROCIENTAS VEINTINUEVE VISITAS

Rueda de los Doce Linajes de Soria

Rueda de los Doce Linajes de Soria

GRACIAS A TODOS NUESTROS COLABORADORES, LECTORES Y AMIGOS

Muchas gracias 12 linajes

 

Tarjeta Manel

15 07, 2015

SORIA: LA CIUDAD DEL ALTO DUERO – LEYENDAS Y TRADICIONES DE SU PROVINCIA – 1926 – GERVASIO MANRIQUE

Por |2020-11-13T03:42:12+01:00miércoles, julio 15, 2015|

 Artículo publicado en el Blog «Historia de Covaleda» (Soria), que dirige mi buen amigo D. Andrés Cámara Poza.

Publicado el 14 julio, 2015

   Soria, ciudad frontera hacia Aragón y Navarra, a 1010 metros sobre el nivel del mar, puede ser una espléndida estación veraniega cuando mejoren sus comunicaciones.

   Al Sur de la provincia hay fértiles vegas donde se cultivan cereales y remolacha en abundancia. Al Norte, en las estribaciones de sus sierras, se crían ganados de carne sabrosa y finísima.

   Los pinares de Covaleda, Duruelo y los Murieles y el pinar grande de Soria, son de una gran riqueza.

(…)

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Del Valle hasta el Urbión

La excursión por el «valle» es para las gentes de Soria, una fiesta del alma. El valle de Valdeavellano de Tera, el «valle», como se dice entre los sorianos, es el más dulce rincón de la provincia, al Norte de la capital.

Todos cuantos sepan en Soria mirar con amor a su tierra, habrán realizado una excursión al valle, en verano, para gozar de sus motivos encantadores.

El valle de Valdeavellano de Tera, no dista más de quince kilómetros de la capital, pasando por Numancia, hacia Tera, hermosa aldea, antesala del paraíso numantino.

Antes de llegar a la villa de Almarza, parte hacia la izquierda de la carretera de Logroño, otra carreterita estrecha, como si fuera de juguete, que hace la ronda del valle hacia el Urbión

En el ángulo que forman ambas carreteras, a la derecha del camino, tierras de páramo alto y frío, quedan los restos de la ciudad romana, llamada Térebris, de la que partía una calzada hacia Numancia.

Al paso del río Tera, que algunos señalan como el río de los arévacos, por tener de afluente el Arévalo, se encuentra un pueblo pintoresco, entre el camino, el puente y el río, rodeado de bellas arboledas, jugosos prados y fresco ambiente. Es la aldea de Tera acogedora, sonriente y atractiva, con el nido de la cigüeña sobre la esbelta torre de la iglesia, augurio venturoso para los viajeros, las calles limpias y bien trazadas y sus casas cuidadas con esmero por manos de mujer.

En este pueblo de gesto cariñoso, tiene su casa señorial el marquesado del Vadillo, Una casa solariega bien entonada, con hermoso patio almenado y un carácter sobrio de ambiente castellano. Esta casa-alquería conserva todavía sus dependencias complementarias del esquileo y los lavaderos de lanas, de aquellas cincuenta y ocho mil cabezas de ganado lanar, que en otros tiempos, formaban el rebaño del señorío.

El palacio tiene en sus alrededores una hermosa huerta y un parque frondoso, con bonitos paseos en las márgenes del río.

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Sigue la carretera por Rebollar y Rollamienta, pequeñas aldeas de vecinos amables y casas humildes, algunas con tejados pintorescos, de lanchas de piedra.

Antes de llegar a Rollamienta, el viajero debe hacer un alto en el camino, para contemplar la vista del valle.

A manera de circo romano, como si fuera un teatro de bosque, se aparece al espectador el valle de Valdeavellano. Sus balconcillos y miradores son las aldeas con sus casitas blancas que se van dibujando alrededor de su contorno.

Su paisaje, es un paisaje simple y juguetón, el paisaje de frescos prados, robledos y retamas. Es un paisaje «au bon marché» que deslumbra y encanta. Todo es transparente en el valle, en su aire limpio, sin polvo, menos las intenciones de sus habitantes siempre desconocidas.

Para las gentes de los campos de Soria, que es fruta en agraz, cansados de mirar en torno a la gravedad de sus sierras, el valle, se nos figura, como una fiesta amena, que hace olvidar las tristezas del alma.

Algo superior a sus encantos plásticos tiene para el autor de estas páginas el valle de las Escuelas. Es el espíritu de los pueblos superior al paisaje.

Las aldeas del valle han sabido armonizar el temple de Castilla con ideales de cultura.

El alma de Castilla en consonancia con su campiña austera, tiene en sus tuétanos mismos, en lo hondo de su corazón, la paz del sosiego y de la armonía de los siglos, que es preciso romper en bien de una superación.

En la soledad de Castilla y la fineza de su sentir, hay que inyectar ideales de progreso que cambien su estructura. Hace falta en Castilla, exaltar su espíritu hondo y comprensivo, hacia un nuevo amanecer. Castilla está enferma de castellanía.

Y, he ahí, a esa media docena de aldeas ¿el valle, con palacios escuelas, con niños cuidados con esmero, con construcciones que en nada deben envidiar a la ciudad.

Al visitar en Suiza, el valle de Dobressón del cantón de Neuchátel, no pude menos de recordar; igual que estas aldeas son las de Valdeavellano de Tera. El mejor local es la Escuela, corre el agua cristalina por las calles, ramales de carreteras, unen a unos pueblos con otros y en sus prados pastan parejas de vacas, para explotar la exquisita manteca y la leche fina de la sierra.

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Faltan en los alrededores del valle de Valdeavellano, las fábricas de relojes y los toboganes para ascender a las montañas; pero sus habitantes tienen por cima de la materialidad de las cosas, su espíritu aventurero de valores imponderables, superior a las razas del Norte.

Hay que mirar al valle de Valdevellano, desde el alto miradero de Villar del Ala, del pueblo, sin ningún analfabeto, sentados sobre un balcón de la casa de don Práxedes Zancada, desde cuyo sitial, aparecen las barranqueras de Palancares y Arazana, pobladas de robledos y encinas, hasta las cumbres cubiertas de sábanas de nieve.

En los fondos de los vallejos pastan las piaras de ganado y el río Razón, el de la piedra del Cárabo, con la huella del caballo de Santiago, corre persuasivo, como río ejemplar, hasta agotar sus aguas en regadíos.

De Valdeavellano de Tera, el pueblo de lujosos chalets y habitantes corteses, la población que todavía conserva privilegios de reyes, por su importancia ganadera de otros tiempos, parte una carretera hasta Sotillo del Rincón. Este camino es un bello paseo con sus hileras de árboles que forman armoniosa perspectiva, su puente internacional llamado el Bidasoa en la linde de ambos términos, de donde parten la distancia en los atardeceres, los veraneantes.

Hacia la sierra Cebollera está Molinos, una aldea con buena fábrica de paños y un palacio-escuela. La sierra de Carcaña sirve de natural barrera en el Sur. A espaldas de esta sierra, se encuentra la «Cueva del Moro» de la que se refiere una leyenda.

Entre los habitantes de la región, se cuenta, que hay un tesoro escondido en la cueva, Y no son, a pocos, a quienes ha excitado la ambición. El tesoro lo figuran como un juego de bolos de oro macizo. Y, en más de una ocasión, excavaron días enteros, aspirantes a ricos, en busca de esta joya codiciada.

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Desde Sotillo del Rincón, donde se conserva la tradición de los danzantes, aldea con tres barrios que son Las Casillas, Sotillo y la Lobera, este pueblo con un olmo milenario venerado por las gentes, bajo cuyas ramas celebraban sus juntas en la antigüedad, puede seguir el viajero hacia El Royo, pequeña gran ciudad con su arrabal de Derroñadas, uno de los pueblos más urbanizados de la provincia, residencia veraniega de ricos americanos.

El camino de Sotillo por El Royo y la Muerda a Vinuesa, es camino feliz.

Se llega a Vinuesa por el rumbo de El Royo, entre las sierras de Urbión y Vallílengua.

La villa se levanta sobre una loma, en un valle hermoso. En su vega se juntan el Duero y Revinuesa. Vinuesa, la antigua Visontíun, contemporánea de Numancia, de la que partía un camino hacia Uxania, es inolvidable para el viajero. La capital de pinares es una villa llena de hidalguía y dignidad. Tiene sus calles limpias con profusas fuentes. Sus casas señoriales que conservan escudos y tradiciones. Los ondulados aleros de los tejados, los balconcillos de madera de viejas construcciones, los bellos artesonados de algunas casas, y, luego, sus amplios zaguanes y sus cocinas espaciosas de redondas chimeneas.

Al pisar las viejas piedras de las calles de la villa, se deja uno sugestionar por los hechizos del pasado.

La vista más bella de los alrededores de Vinuesa, se debe admirar en el valle alargado que se forma desde Santa Inés hasta el pueblo. Corre por medio el Revinuesa atajado, de tanto en tanto, por presas de piedra para pescar las truchas. A los lados, se extienden las laderas tupidas de pinos albares.

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La subida hasta Santa Inés, por Quintanar, caserío de pobrísimo aspecto, presenta cuadros originales de superior belleza, Vinuesa tiene hoy una población de 900 habitantes. Su vida es próspera y rica. Hay que ver a sus bellas muchachas, adornadas con el típico traje de piñorras, en la fiesta que llaman de la pinochada.

Hay también en la villa modernos chaléts, construidos por ricos americanos que hicieron su fortuna, a fuerza de trabajo, allende los mares.

Toda la tierra de Soria da un gran contingente de emigración a las Américas y es mayor el número de emigrantes en la región de los pinares. Los hombres del alto Duero, no se resignan al agrio semblante de su tierra y vuelan como el río que ven nacer, en altas cumbres, hacia otras regiones de España, o a las Indias, que ofrecen promesas halagadoras. De Vinuesa a Molinos y Salduero sigue la carretera al Duero niño, aguas arriba. Hay dos kilómetros de camino entre el Robledo y Vallilengua, que es uno de los más bellos parajes de pinares.

Molinos de Duero es un pueblo de robusto carácter serrano, también con casas señoriales de antiguos ganaderos de la Mesta.

Salduero es una villa sonriente y acogedora con aires de ciudad, Y hay que vivir unos días en Salduero para comprender sus íntimos encantos, sus espléndidos paisajes, las risas del Duero que baña sus alrededores y la majestad de sus pinos.

En los días de estío, cuando todo está agostado y sediento, corre el agua de fuentes cristalinas y reverdecen las praderas.

Desde el «Postal de la Losa» se divisan las cumbres de las sierras de pinares y el panorama más hermoso que pueden contemplar los ojos.

Y no hay sólo paisaje en el ambiente de Pinares, como ocurre en otras regiones de España. El paisaje de pinares es todo espíritu contemplativo y superioridad.

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Bellas son las risas del Duero rumoroso, entre sus sierras rústicas y pasarelas, agradable el trato de urbanidad de este pueblo infantil; pero están por cima de estos encantos, las bellezas de sus mujeres, de las más hermosas de la provincia y las finas bondades de sus habitantes.

Hay que hacer la excursión de Salduero a Covaleda y de Covaleda a las lagunas del Urbión, para sentir la emoción agreste de la selva, la belleza salvaje.

Va la carretera Duero arriba entre túneles de pinos, y a cada paso, en cada vuelta del camino, hay un nuevo peligro de caer al abismo. Al pasar la curva de la muerte el viajero descreído se pone a bien con Dios.

A la Umbría, se contempla la selva virgen, donde se organizan las monterías para cazar venados y jabalíes.

Al llegar a Covaleda, se ensancha el horizonte y el pueblo aparece emplazado en un alto redondo. Hay que mirar a Covaleda desde las faldas de San Cristóbal, para admirar su bella población con calles alineadas y casas recién construidas de piedra y ladrillo. Un doloroso siniestro destruyó aquellas casas increíbles, oscuras como el fondo del pinar y sobre sus cenizas, “se ha levantado un pueblo con todas las sabidurías de estos tiempos. ¿Por qué no quemar todos esos pueblos tristes, única manera de dulcificar el rigor de la vida, con pueblos alegres y sonrientes?

Se cuenta de los habitantes de Covaleda, que deben su origen a una colonia bretona, mas es lo cierto, que su carácter no discrepa de otros pueblos de la serranía. Entre los habitantes de pinares, comarca original, perfectamente definida, se encuentra una raza arquetipo de temple indomable. Lo más característico de esta raza, es su ibera supervivencia. Son montañeses íntegros que avanzan por las sendas saltando como pelotas de goma. Son tipos enjutos y alargados, magnos y fluidos, de ojos castaños y cabellos poblados. Tienen barba cerrada como antiguos celtíberos de rostro agraciado.

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No es difícil desde Covaleda, visitar los picos del Urbión, que son los palacios del viento, la nieve y las tormentas. El viaje a las lagunas sombrías, cubiertas casi siempre por torvas nubes, se puede hacer desde Covaleda por un camino de herradura, que se pierde, a cada paso, en la agreste montaña.

El ánimo se sobrecoge al contemplar los monstruos de la selva, que son aquellos árboles corpulentos arrancados por las tormentas, y, que ya secos, aparecen como dragones y animales inverosímiles, sobre las laderas.

Hay también árboles petrificados, a modo de momias, por la acción del tiempo; formidables torrenteras, rincones de vegetación desconocida, y por todas partes, corre el agua fresca y cristalina, que humaniza aquel paisaje deshumanizado.

Cuatro son las lagunas que brotan de la sierra. Hay una al Noroeste que se llama del pico, la que lame el peñón gigantesco, en el término de la Viniegra.

En la parte meridional de la montaña, se descubre el nacimiento del Duero, que brota de una lanzada dada en el costado del Urbión.

Aquellos paisajes, deshumanizados para quien por primera vez los visita, están matizados de fiereza y turbulencia, a sus 2.300 metros de altura.

Tres son las fuentes regulares del Duero y la principal laguna aparece bajo un túnel de nieve.

Sobre la sierra, están las lagunas Larga y la Helada, y bajo el pico de Zorraquin, se encuentra la laguna negra, de la que ha inventado la fantasía leyendas imaginarias. Se dice, de esta laguna, que se comunica con el mar y que se fraguan sobre ella tormentas terroríficas, que dañan el campo y los ganados.

A la izquierda del pico de Zorraquín que parece un volcán apuntado, hay una mágica cascada que se forma de las aguas de la laguna Helada, para dar nacimiento al río Revinuesa.

Y es necesario pasar unos días en la sierra del Urbión, en pleno mes de agosto, durmiendo en la cueva que hay junto a la laguna Negra, bajo el temor de ser acometidos por insectos y reptiles, para sentir enteramente la vida libre de la Naturaleza, que encierra tantos misterios sugeridores.

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14 07, 2015

Acto de Afirmación Constitucional de la Sociedad Filantrópica de Milicianos Nacionales Veteranos

Por |2020-11-13T03:42:12+01:00martes, julio 14, 2015|

 Artículo que nos remite Don José Luís Sampedro Escolar; Presidente de la Sociedad Filantrópica de Milicianos Nacionales Veteranos

Composición alegórica empleada en los membretes de la S.F.M.N.V.

Composición alegórica empleada en los membretes de la S.F.M.N.V.

 Todos los años, el día 7 de Julio, La Sociedad Filantrópica de Milicianos Nacionales Veteranos celebra un homenaje a quienes, en  tal fecha del año 1822, lucharon para mantener la Constitución frente a quienes pretendían abolirla. El triunfo que alcanzaron en aquella jornada se frustró poco después en 1823, pero su actitud de defensa del orden constitucional y de los valores que lo informan, merecen que se les recuerde como ejemplo cívico de convivencia ordenada,  de acuerdo a unos principios de respeto mutuo.

Para comprender el significado de la sencilla ceremonia que anualmente se desarrolla en la madrileña calle del siete de Julio, junto a la Plaza Mayor (en aquellas fechas llamada Plaza de la Constitución) es forzoso recordar algo de Historia.

Acto de Afirmación Constitucional en Madrid

   La Sociedad Filantrópica de Milicianos Nacionales Veteranos, en colaboración con la Junta Municipal del Distrito de Centro, ha celebrado su tradicional Acto de Afirmación Constitucional que tiene lugar en la madrileña calle Siete de Julio, junto a la Plaza Mayor, conmemorando que en esa fecha de 1822 la Milicia Nacional de Madrid frustró el intento de derogar la Constitución vigente por la fuerza de las armas, consiguiendo que los cuatro batallones sublevados entregaran las armas en la Casa de la Panadería,materializando así la sumisión de los rebeldes  al Concejo Municipal, fiel a la legalidad, tras la victoria obtenida por quien fuera IV Presidente de la Sociedad convocante, el general, Evaristo San Miguel, a quien recordó en su alocución José Luis Sampedro Escolar, actual Presidente de la SFMNV, que dijo lo siguiente:

PALABRAS PRONUNCIADAS POR DON JOSÉ LUIS SAMPEDRO ESCOLAR, PRESIDENTE DE LA S. F. M. N. V. EN EL ACTO DE AFIRMACIÓN CONSTITUCIONAL DEL 7 DE JULIO DE 2015

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    Compañeros miembros de la Sociedad Filantrópica de Milicianos Nacionales Veteranos, amigos todos: esta Sociedad Filantrópica nació en 1839 para ayudar a los excombatientes partidarios del sistema constitucional durante la I Guerra Carlista. Hoy, sin superviventes de aquellas tristes guerras fratricidas a los que amparar, la misión de la Sociedad Filantrópica ha de centrarse en mantener vivos los valores que defendieron aquellos combatientes: una convivencia social ordenada políticamente bajo principios de respeto a los oponentes ideológicos que posibiliten el ejercicio de las libertades cívicas  en paz, con miras a la consecución del bien común, la justicia y el bienestar social.

   Celebramos un año más el tradicional homenaje a los defensores de los principios constitucionales que, en este mismo lugar, el 7 de Julio de 1822 –hace ya 193 años- impidieron lograr su objetivo a quienes pretendían derogar la Constitución (aunque, forzoso es recordarlo, poco respetada por sus más radicales defensores) y restaurar el sistema absolutista. La Sociedad Filantrópica de Milicianos Nacionales puede recordar con orgullo la jornada del 7 de Julio de 1822 por su contribución a la defensa de los principios constitucionales con actos eficaces, no con palabras huecas. Los cuatro batallones sublevados contra la Constitución entregaron las armas en la Casa de la Panadería, en esta Plaza Mayor, materializando así la sumisión de los rebeldes  al Concejo Municipal fiel a la Constitución, tras la victoria obtenida por quien fuera nuestro IV Presidente, Evaristo San Miguel, el cual, durante los meses siguientes ejerció la Presidencia del Consejo pero que se vio finalmente desbordado por la intervención de las fuerzas militares extranjeras de Los Cien Mil Hijos de San Luis.

Versión del escudo antiguo de Madrid, que incorporaba la corona cívica otorgada por las Cortes del Reino, mediante Decreto de 27 de diciembre de 1822, a raíz de los sucesos del Siete de Julio conmemorados con este acto

Versión del escudo antiguo de Madrid, que incorporaba la corona cívica otorgada por las Cortes del Reino, mediante Decreto de 27 de diciembre de 1822, a raíz de los sucesos del Siete de Julio conmemorados con este acto

   No pretendemos excitar viejas querellas ideológicas cristalizadas en crueles guerras civiles sino revitalizar el espíritu de concordia y colaboración ante los grandes retos que continuamente plantean a la convivencia las dificultades, imprevistas muchas veces, que surgen en el devenir continuo de la Historia. Repito, no queremos reabrir viejas heridas, y por ello es necesario exigir a los investidos de autoridad que respeten los principios superiores en que se basa la legalidad que legitima su poder, convirtiéndolo en autoridad.

   Al contrario que en 1822, tenemos a la cabeza del Estado un Rey que se ha identificado plenamente con los principios constitucionales y así deberían actuar el resto de las instituciones políticas, sean nacionales, regionales, municipales o institucionales. Los responsables de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, de las administraciones públicas, de la milicia y las fuerzas de orden público, los sindicatos, las confesiones religiosas, la cultura y los medios de comunicación, la economía, la banca, el deporte y todas las facetas de la vida social están obligados, como toda la ciudadanía, a respetar las leyes, sin que ello suponga renunciar a la modificación del ordenamiento en lo que resultare útil y necesario usando los cauces previstos para ello y no por el mero desacato.

   Pérez Galdós recuerda en sus Episodios Nacionales que el Siete de Julio de 1822 las gentes gritaban en las calles ¡Viva la Milicia Nacional!; en nuestros días, en 2015, cuando de la Milicia Nacional no queda más que el recuerdo que a esta Sociedad Filantrópica de Milicanos Nacionales Veteranos corresponde mantener vivo, os invito a repetir un año más

¡VIVA LA CONSTITUCIÓN! ¡VIVA EL REY! ¡VIVA ESPAÑA!

Medalla de plata que se confirió por Decreto del 6 de julio de 1871 a la SFMNV como distintivo de sus miembros

Medalla de plata que se confirió por Decreto del 6 de julio de 1871 a la SFMNV como distintivo de sus miembros

    El acto finalizó con la colocación de una corona de laurel, portada por miembros de la Policía Municipal Madrileña en uniforme de gala, siendo de recordar que una corona de laurel se incorporó al escudo de armas de la Villa y Corte de Madrid en diciembre de ese año de 1822 por mandato de las Cortes del Reino para recordar esa gesta de la Milicia Nacional en Defensa de la Constitución.

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Retrato de Evaristo san Miguel, triunfador de la jornada del siete de Julio de 18222 y IV Presidente de la SFMNV.

Retrato de Evaristo San Miguel, triunfador de la jornada del siete de Julio de 18222 y IV Presidente de la SFMNV.

13 07, 2015

Los «hidalgos de bragueta»”; por D. José M. Huidobro

Por |2020-11-13T03:42:12+01:00lunes, julio 13, 2015|

Artículo de fecha 08-07-2015 de D. José Manuel Huidobro 

Caballero de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén, Miembro de la Real Asociación de Hidalgos de España. Máster en Derecho Nobiliario, Heráldica y Genealogía (UNED). Autor de 55 libros y más de 700 artículos.

Los «hidalgos de bragueta»

El nombre resulta al menos curioso, si: “de bragueta” y es que mucho tenía que ver con los hidalgos que la “aflojaban” muy a menudo, …por no ser más explícitos.

La nobleza de sangre nunca estuvo de acuerdo con este tipo de concesión de hidalguía, por esto, a los hidalgos sumamente procreadores les denominaban despectivamente “hidalgos de bragueta”.

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   El término “hidalgo” no es homogéneo y presenta gran diversidad. En teoría, el hidalgo es por definición una persona noble y distinguida, que ocupa la posición más baja entre la nobleza. Al principio, sobre todo en Aragón, aunque algo también en Castilla y León, se les llamaba “infanzones” o “hidalgos infanzones”, un término que luego fue cayendo en desuso.

    Alfonso X El Sabio hace mención de ellos en Las Partidas: es «la nobleza que viene a los hombres por su linaje», sólo pudiéndose transmitir entre varones, por lo que las mujeres quedaban excluidas de tal distinción.

    Algunos llegaron a la categoría de hidalgos gracias a la Reconquista y fueron recompensados con una serie de privilegios, entre ellos el de “no pechar”, es decir el de no pagar impuestos a la Corona. Otras de las prebendas que podían alcanzar era la de no poder ser sometido a tormento, ni encarcelado por deudas, así como evitar ser ahorcados en caso de ser castigados con la pena capital, sustituyendo esa condena típica de gente de baja condición por la de decapitación.

Caballeros durante la Reconquista

Caballeros durante la Reconquista

   Sin embargo, a pesar de la aparente situación de privilegio, se podía ser hidalgo y a su vez pobre o casi pobre, con pocos bienes. No todos nadaban en la abundancia. Mientras algunos vivían de sus tierras y rentas, otros tenían que recurrir a alistarse en el ejército y otros eran “hidalgos de bragueta” que consistía en estar en situación de poder demostrar el haber engendrado siete hijos varones seguidos en legítimo matrimonio (eso dio lugar a sospechas de que algunos ocultaban a sus hijas para reconocer únicamente a sus hijos varones), El papel de la mujer en estos casos era muy instrumentalizado ya que eran sometidas a partos continuos, que dado el nivel  sanitario de la época  acababa costándoles  la vida en muchos casos; por eso existían muchos hombres casados en segundas y terceras nupcias. Esta mentalidad se refleja en  el cruel refrán:

    «además de pasar mala noche,

     parí una hija…..»

    Con ello la Chancillería le extendía el documento de hidalgo, aunque el afortunado que se iba a librar del fisco fuera pobre y totalmente analfabeto. Venía a ser una especie de premio a la natalidad de aquellos tiempos. Y, sobre todo, una manera de disponer de soldados para las continuas batallas que se libraba entonces, lo que explica el elevado número de hidalgos en la España del siglo XVIII (El censo de 1.787 contaba en España con 722.794 hidalgos en una población de 9.307.804, o lo que es lo mismo, un 7,7 % del total).

  Me permito reproducir a continuación el texto publicado en el FB Archivo de la Real Chancillería de Granada, por cuanto complementa muy bien lo expuesto anteriormente.

    Tradicionalmente y desde el punto de vista doméstico, la familia numerosa era garantía de seguridad y bienestar para el clan y el individuo, por la estrecha relación entre familia y economía. Las medidas de fomento a la natalidad comenzaban con la protección al matrimonio: una pragmática de Felipe IV de 1623, «manda guardar al estado del matrimonio los privilegios en ella contenidos» que además se ampliaron con la exención de todas las cargas concejiles, cobranzas, huéspedes, soldados, y otros, durante los cuatro primeros años del matrimonio; «i assimismo a los que tuvieren seis hijos varones vivos, sea libre por toda su vida de dichas cargas, i oficios concejiles, i aunque falte alguno de los hijos se continúe el privilegio».

    Existía un privilegio aún mayor: el de padre de doce hijos, incluyendo varones, mujeres e hijos del primogénito que convivieran con el abuelo. Para ellos se contemplaba la exención adicional del «catastro», un impuesto que gravaba el trabajo personal y la producción agrícola manufacturera.

    El privilegio de padre de seis o doce hijos se solicitaba al Consejo de Castilla, que ordenaba su pase al fiscal, el cual pedía información a la Real Audiencia y Chancillería, para que resolviera favorablemente. Eran por tanto las audiencias las que expedían las provisiones hasta 1727 cuando se encargan a los Intendentes: «sea como fuere o bien se libren los tales despachos a favor de los padres … por la Audiencia, por la Intendencia o por el vuestro Consejo, siempre serán muy útil y conveniente establecer su práctica».

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   Otra modalidad de exención de impuestos en función de la natalidad era la «hidalguía de bragueta» que se conseguía procreando siete hijos varones consecutivos vivos. Su origen está en la necesidad de disponer de soldados para las continuas guerras que mantiene la Corona de España o de librarse de la pesada carga de los tributos, impuestos y pagos. Considerada como hidalguía de privilegio, la gozaba el padre y toda su familia en vida de éste; pero al fallecer el padre parece que debía decaer. Sin embargo, hay sentencias de nobleza basadas en ello y obtenidas por hijos, nietos y otros descendientes directos, quienes de la necesidad nacional hicieron objeto de su ennoblecimiento.

Publicado en el blog «Hidalgos en la Historia» cuyo blogmaster es D. J. Manuel Huidobro

 http://hidalgosenlahistoria.blogspot.com.es/

12 07, 2015

Insignias de La Nobilísima Orden de la Jarretera. «The Most Noble Order of the Garter»

Por |2020-11-13T03:42:12+01:00domingo, julio 12, 2015|

Fotografías de las insignias de la Orden de la Jarretera, cortesía del Excmo. Sr. D. José María de Montells y Galán. Juez de Armas de la Orden Militar de San Lázaro de Jerusalén.

La Nobilísima Orden de la Jarretera
The Most Noble Order of the Garter

La Nobilísima Orden de la Jarretera The Most Noble Order of the Garter

La Nobilísima Orden de la Jarretera
The Most Noble Order of the Garter

   La Nobilísima Orden de la Jarretera o La Nobilísima Orden de Garter (The Most Noble Order of the Garter) es la orden de caballería más importante y antigua del Reino Unido, fundada en 1348 por el rey Eduardo III. Es considerada el pináculo en el sistema de honores de Gran Bretaña.

   La admisión a la orden es muy limitada. El monarca y el Príncipe de Gales son siempre miembros junto con 24 varones o mujeres. Los miembros masculinos son conocidos como los Compañeros Caballeros, y los miembros femeninos son conocidos como las Señoras Compañeras (no «Damas», como en la mayoría de las otras órdenes de código de caballería británicas).

   La orden también incluye miembros supernumerarios o extras, llamados Caballeros y Damas Reales (miembros de la Familia Real Británica) y Caballeros y Damas Extranjeros (monarcas de Estados extranjeros).

El emblema de la Orden en el castillo de Windsor

El emblema de la Orden en el castillo de Windsor

   El anuncio de nuevos miembros se realiza siempre el 23 de abril, el día de San Jorge, siendo éste el santo patrono de la Orden y de Inglaterra. El príncipe Guillermo de Cambridge fue la última persona en convertirse en Caballero de la Orden, cuando la reina Isabel II lo nombró su miembro número 1.000 en 2008.

   A diferencia de la mayoría de las órdenes, la Orden de la Liga no está ligada al aviso de citas del Primer Ministro; el Soberano sólo concede admisiones. Las incorporaciones a la Orden son un regalo personal del Soberano. Excepto las concesiones de admisión supernumerarias, las concesiones son hechas sólo a aquellas personas que han ejecutado hechos excepcionales de servicio al Reino Unido.

Tipo: Orden de caballería

Lema: HONI SOIT QUI MAL Y PENSE
(Vergüenza de aquél que de esto piense mal)

Gran Maestre: Isabel II del Reino Unido

Canciller: Lord Carrington

Más información en https://es.wikipedia.org/wiki/Orden_de_la_Jarretera

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12 07, 2015

LEYENDAS ¿Quién pintó la cruz de Santiago a Velázquez en Las Meninas?

Por |2020-11-13T03:42:13+01:00domingo, julio 12, 2015|

D. Alfredo López Ares, colaborador habitual de este blog de la Casa Troncal de Los Doce Linajes, nos remite este interesante artículo para su publicación.

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LEYENDAS ¿Quién pintó la cruz de Santiago a Velázquez en Las Meninas?

MÓNICA ARRIZABALAGA ARRIZABALAGA11 / MADRID

Día 03/07/2015 – 09.06h

   El genio sevillano ingresó en la Orden tres años después de pintar el cuadro y apenas vivió 9 meses más. ¿Tuvo oportunidad de añadir la distinción por la que tanto luchó? Una leyenda apunta a otra mano, la del mismo Rey

ABC Diego de Velázquez, en un detalle de Las Meninas

ABC
Diego de Velázquez, en un detalle de Las Meninas

  El cuadro de «Las Meninas» que pintó Diego Rodríguez de Silva y Velázquez en 1656 no era exactamente igual a la obra maestra que hoy atrae las miradas en el Museo del Prado. Un detalle no fue incluido por el artista cuando retrató a la familia de Felipe IV en el Cuarto del Príncipe del Alcázar de Madrid. No se sabe cuándo se añadieron esas pinceladas, aunque por fuerza se incorporaron al menos tres años después.

   Velázquez no lucía en su pechera la cruz de Santiago cuando se retrató a sí mismo trabajando ante un gran lienzo junto la infanta Margarita, las meninas María Agustina Sarmiento e Isabel de Velasco y los enanos Mari Bárbola y Nicolasito Pertusato, entre otros personajes de la escena. Por aquellas fechas ni siquiera se habían dado los primeros pasos para que ingresara en la prestigiosa orden y no se le hubiera ocurrido semejante atrevimiento.

   Fue en 1658 cuando Felipe IV premió a Velázquez con el hábito de la Orden de Santiago. Para ser caballero de esta orden militar no bastaba, sin embargo, con la voluntad real. El Consejo de Órdenes debía comprobar en un largo proceso si el candidato reunía los requisitos exigidos: cristiandad, legitimidad y nobleza de sangre de sus cuatro abuelos, así como no haber ejercido ningún oficio de los considerados viles en su época, como el de pintor por oficio. Más de cien testigos, entre ellos Zurbarán, Alonso Cano o Juan Carreño de Miranda, aseguraron que Velázquez nunca había pintado por dinero, sino para el gusto del Rey.

   Nacido en una familia modesta de origen portugués, el artista tenía que probar además la espinosa cuestión de la pureza de sangre de sus padres y abuelos. «Velázquez no tenía «limpieza de sangre»: eradescendiente de conversos», según Jonathan Brown.

   Tras ocho meses de investigación, en febrero de 1659 el Consejo de Órdenes emitió un dictamen en el que aceptaba las pruebas de cristiandad y legitimidad de Velázquez, pero no la nobleza de su abuela paterna y de sus abuelos maternos. Hizo falta que, a petición de Felipe IV, el Papa Alejandro VII dispensara a Velázquez de su no probada nobleza para que el 28 de noviembre de 1659 el Rey otorgara la cédula por la que hacía «hidalgo al dicho Diego de Silva» y éste fuera armado caballero de Santiago en el convento de Corpus Christi de Madrid.

   «En todo este largo proceso no quedaba la menor duda del favor regio explícitamente manifestado en la celeridad con la que se sortearon los últimos escollos o en la respuesta que dio el propio Monarca, cuando se puso en duda la calidad del pretendiente por parte del Consejo de Órdenes. Se dijo entonces que había dicho el Rey: «poned que a mí sí me consta de su calidad«», señaló Jaime Salazar y Acha en el capítulo «Velázquez, Caballero de Santiago» del libro «Velázquez, en la Corte de Felipe IV» (Centro de Estudios Constitucionales. Madrid 2004).

Felipe IV «sabía pintar»

   Ese favor regio dio pie a la leyenda de que fue el propio Felipe IV quién pintó la cruz de Santiago sobre el traje del pintor de Las Meninas, para que pasara a la posteridad con la distinción que tanto le había costado conseguir. Velázquez era su artista predilecto y, según John J. Elliot, «parece que se desarrolló entre ambos hombres un vínculo personal, que reflejaba no sólo la intimidad que puede llegara a haber entre un artista y su modelo, sino también gustos y simpatías compartidos» a lo largo de 37 años de trato directo. Se dice que al enterarse del fallecimiento del pintor, Felipe IV afirmó: «Yo perdí en él un buen amigo porque correspondía a mi voluntad».

ABC Mariana de Austria y Felipe IV

ABC
Mariana de Austria y Felipe IV

   El monarca, además, «supo y ejerció el arte de la pintura en sus tiernos años», según Lope de Vega. «No se conservan cuadros suyos, pero sí noticias de que sabía pintar y hay referencias a un cuadro en el que aparecía pintando», explica Javier Portús, jefe de conservación de Pintura Española (hasta 1700) del Museo del Prado.

   No existe «ningún dato concluyente» que indique si la cruz de Santiago fue pintada antes o después del fallecimiento del artista el 6 de agosto de 1660, según Portús. Ningún aspecto en los trazos lleva a pensar que esta cruz roja con forma de espada, con sus dos brazos y la empuñadura rematados con una flor de lis, fuera realizada por otra persona, «pero tampoco se puede asegurar, a través de la pincelada, que la pintara Velázquez», continúa el experto del Prado.

   El artista sevillano había representado cruces militares en los retratos de personajes con derecho a ostentarlas, como el Conde Duque de Olivares, el oidor del Consejo de Castilla Don Diego del Corral y Arellano o Pedro de Barberana, contador mayor y miembro del Consejo Privado del Rey. Tampoco destaca la que luce Velázquez en Las Meninas por su tamaño. «La cruz de Calatrava que luce por partida Pedro Berberana es mucho más ostentosa», constata Portús.

   A juicio de este experto, «no es imposible» que el retoque fuera obra de su discípulo y yerno, Juan Bautista Martínez del Mazo, aunque el mismo Velázquez contó con nueve meses para pintarla antes de fallecer y tuvo oportunidad de añadir la distinción en el cuadro, que se cree que estaba por aquel entonces en el despacho del Cuarto de Verano del Alcázar (allí es citado por primera vez en 1666).

   ¿Cuál de todas las hipótesis resulta más creíble? «A gusto del consumidor», responde Javier Portús, aunque en su opinión «es muy probable que lo hiciera él mismo».

La ambición cortesana del genio

  «Da la impresión de que para Velázquez, la pertenencia a una orden tan prestigiosa (como la de Santiago) y el ascenso al vértice de la pirámide social de la España de entonces era tan importante como su arte», señalan Rainer y Rose-Marie Hagen en «Los secretos de las obras de arte» (Taschen). Su larga carrera cortesana comenzó en 1627 como ujier de cámara. En Las Meninas él mismo se representa con la indumentaria habitual entre los cortesanos de cierta categoría, con las llaves de aposentador, un cargo con destacada importancia en la Corte que solicitó en 1652, pero que implicaba una enorme cantidad de tareas humildes, como encargarse de las sábanas del rey, de los sacos de paja de los guardias, del abastecimiento de leña y carbón, de controlar al personal de limpieza o sostener la silla del rey durante los ágapes públicos, según señalan Rainer y Rose-Marie Hagen. Los trabajos aún eran más agotadores durante los desplazamientos de la corte. En julio de 1660, a su regreso de la frontera con Francia donde Felipe IV prometió a su hija María Teresa de Austria con Luis XIV, Velázquez escribió: «He regresado a Madrid agotado por el viaje de noche y el trabajo de día». Falleció un mes después. En los últimos años, el artista se vio obligado a reducir su actividad pictórica por sus obligaciones palaciegas.

12 07, 2015

EL PAPA FRANCISCO NOMBRA AL NUEVO PRELADO DE LA SOBERANA ORDEN DE MALTA

Por |2020-11-13T03:42:13+01:00domingo, julio 12, 2015|

124 Malta

EL PAPA FRANCISCO NOMBRA AL NUEVO PRELADO DE LA SOBERANA ORDEN DE MALTA

Mons.-Jean-Laffitte

Mons.-Jean-Laffitte

Roma, 04/07/2015

   El Papa Francisco ha nombrado a monseñor Jean Laffitte nuevo prelado de la Soberana Orden de Malta.

   Nacido en Francia, en Oloron-Sainte-Marie, en 1952, monseñor Laffitte se licenció en Ciencias Políticas en la Universidad de Toulouse en 1973, y después estudió filosofía y teología en la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma, y teología moral en el Instituto Pontificio Giovanni Paolo II, también en Roma. Fue ordenado sacerdote en Autun, en Francia, en 1989.

   Obispo titular de Entrevaux, localidad de Haute Provence, fue secretario del Consejo Pontificio para la Familia a partir de 2009. Monseñor Laffitte sucede a monseñor Angelo Acerbi, nombrado prelado de la Orden de Malta en 2001 por el Papa Juan Pablo II.

   El Gran Maestre de la Soberana Orden de Malta, Frey Matthew Festing, ha querido agradecer su labor a monseñor Acerbi: “Quisiera expresar mi más profundo agradecimiento a monseñor Angelo Acerbi por su dedicación y seriedad durante estos 14 años, y por haber sido una sólida guía espiritual. Doy una calurosa bienvenida a monseñor Jean Laffitte y le deseo un buen desempeño”.

   El prelado es el superior religioso del clero de la Orden en su función sacerdotal, y vela por que la vida religiosa y sacerdotal de los capellanes y su apostolado se desarrolle conforme marca la disciplina y el espíritu de la Orden de Malta. Asiste al Gran Maestre y al Gran Comendador en la gestión de la vida y la observancia religiosa de los miembros de la Orden y en todo lo relativo al carácter espiritual de las obras de la Orden. Es nombrado por el Sumo Pontífice, que lo selecciona de entre tres candidatos propuestos por el Gran Maestre, previa deliberación y votación del Consejo Soberano. El prelado ayuda también al Cardenal Patrono en el desempeño de su oficio en la Orden.

 

11 07, 2015

Marco de Hohenlohe y Medina, duque de Medinaceli (Soria)

Por |2020-11-13T03:42:13+01:00sábado, julio 11, 2015|

D. Alfredo López Ares, colaborador habitual de este blog de la Casa Troncal de Los Doce Linajes, nos remite este interesante artículo para su publicación.

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26/09/2014

Marco de Hohenlohe y Medina,  duque de Medinaceli (Soria)

 El título de duque de Medinaceli, con Grandeza de España, fue heredado por Marco de Hohenlohe y Medina tras el fallecimiento de su abuela, Victoria Eugenia Fernández de Córdoba y Fernández de Henestrosa, lo que supone un cambio de apellido en la casa ducal, pues desde hace más de 300 años ha llevado el mismo apellido, Fernández de Córdoba.

 

Marco Hohenlohe Duque de Medinaceli

Marco Hohenlohe
Duque de Medinaceli (Soria)

   Así lo anunció el 25/09/2014 el Boletín Oficial del Estado: “de conformidad con lo prevenido en el Real Decreto de 27 de mayo de 1912, este Ministerio, en nombre de S.M. el Rey, ha tenido a bien disponer que, previo pago del impuesto correspondiente, se expida, sin perjuicio de tercero de mejor derecho, Real Carta de Sucesión en el título de Duque de Medinaceli, con Grandeza de España, a favor de don Marco de Hohenlohe y Medina, por fallecimiento de su abuela, doña Victoria Eugenia Fernández de Córdoba y Fernández de Henestrosa”.

Duque de Medinaceli

Escudo de armas del Duque de Medinaceli

Escudo de armas del Duque de Medinaceli

   Marco de Hohenlohe es el actual jefe de la casa de Medinaceli, una de las familias aristocráticas más importantes de España. También ostenta el título de príncipe de Hohenlohe.

   Nacido en Madrid en 1962, Marco es hijo del príncipe de Hohenlohe, Maximiliano von Hohenlohe-Langenburg, y de la IX Condesa de Ofalia, Ana Medina y Fernández de Córdoba -hija a su vez de la XVIII Duquesa de Medinaceli, Victoria Eugenia Fernández de Córdoba-.

El heredero del ducado trabaja con la Fundación Medinaceli, que rige el patrimonio económico y cultural de la familia.

Otros títulos

Además, el citado BOE también incluye la sucesión en los siguientes títulos:

— Conde de Monteagudo de Mendoza adjudicado a Pilar-Paloma de Casanova y Barón

— Conde de las Almenas a favor de Amalia Caamaño de Palacio

— Marqués de Busianos adjudicado a Ana María Messía Jiménez

— Marqués de Castell Florite para Juan José Lago-Novás Domingo-Dulce

— Marqués de Miranda de Ebro adjudicado a Rafael Ceballos-Escalera y Fernández

— Marqués de Monesterio que poseerá Juan Pedro de Soto y Martorell.

 

Palacio Ducal de Medinaceli (Soria)

Palacio Ducal de Medinaceli (Soria)

11 07, 2015

Francisco José de Goya y Lucientes. El primer pintor “moderno”; por D. José M. Huidobro

Por |2020-11-13T03:42:13+01:00sábado, julio 11, 2015|

Artículo de fecha 03-07-2015 de D. José Manuel Huidobro 

Caballero de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén, Miembro de la Real Asociación de Hidalgos de España. Máster en Derecho Nobiliario, Heráldica y Genealogía (UNED). Autor de 55 libros y más de 700 artículos.

 

Francisco José de Goya y Lucientes. El primer pintor “moderno”

   Francisco de Goya fue el artista plástico, pintor y grabador, más destacado de finales del siglo XVIII y comienzos del XIX. Si bien inauguró el Romanticismo, también se lo reconoce como un auténtico precursor del Impresionismo, especialmente en sus últimas obras.

Francisco de Goya y Lucientes

Francisco de Goya y Lucientes

   Francisco de Goya y Lucientes nació, el 30 de marzo de 1746, en Fuendetodos, un pequeño pueblo de de Zaragoza. Sus padres formaban parte de la clase media baja de la época: José de Goya, de antepasados vascos (Ceraín/Guipúzcoa), era un modesto dorador de retablos que poseía un taller en propiedad y poco más; de hecho «no hizo testamento porque no tenía de qué» según consta en su óbito parroquial; su abuelo, Pedro, fue notario real. Su madre, Gracia Lucientes pertenecía a una familia de infanzones (hidalgos rurales) venida a menos. La rama de la que descendía Goya procedía de la villa de Uncastillo (Zaragoza), donde ya moraban en la Edad Media. Miguel Lucientes y Navarro, padre de Gracia, madre del pintor, ocupó por un tiempo el cargo de alcalde del lugar y vivió algunos periodos en Zaragoza.

    En la capital aragonesa recibió Goya sus primeras enseñanzas y parece que acudió a la Escuela de dibujo de José Ramírez. Con doce años aparece documentado en el taller de José Luzán, quien le introdujo en el estilo decadente de finales del Barroco. En este taller conoció a los hermanos Bayeu, muy importantes para su carrera profesional. Zaragoza era pequeña y Goya deseaba aprender en la Corte; por lo que, en 1763, se trasladó a Madrid, participando en el concurso de las becas para viajar a Italia que otorgaba la Academia de San Fernando, sin obtener ninguna.

   En 1771 se encuentra en Parma, presentándose a un concurso en el que obtendrá el segundo premio; la estancia italiana va a ser corta pero muy productiva. A mediados de 1771 está trabajando en Zaragoza, donde recibirá sus primeros encargos dentro de una temática religiosa y un estilo totalmente académico.

    El 25 de julio de 1773 Goya contrae matrimonio en Madrid con María Josefa Bayeu, hermana de Francisco y Ramón Bayeu por lo que los lazos se estrechan con su «maestro». Los primeros encargos que recibe en la Corte son gracias a esta relación.

   A finales de 1774 se trasladó a Madrid reclamado para realizar cartones (bocetos que después se transformarán en tapices) para la Real Fábrica de Tapices y, al año siguiente entregaba los primeros con temas de caza. Se trata de un período en el que el artista se muestra plegado al gusto oficial y del que es buena muestra el célebre Cristo (Madrid. Museo del Prado) que presentó, el 5 de mayo de 1780 para su recepción como miembro en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

La cometa

La cometa

   Carlos IV sucede a su padre en diciembre de 1788; la relación entre Goya y el nuevo soberano será muy estrecha, siendo nombrado Pintor de Cámara en abril de 1789. Este nombramiento supone el triunfo del artista y la mayor parte de la Corte madrileña pasa por su estudio para hacerse retratos, que cobra a precios elevados.

   Durante 1792 el pintor cae enfermo y queda sordo para el resto de sus días. Esta dolencia hará mucho más ácido su carácter y su genio se verá reforzado. El estilo suave y adulador dejará paso a una nueva manera de trabajar. Al fallecer su cuñado en 1795 ocupará Goya la vacante de Director de Pintura en la Real Academia de San Fernando, lo que supone un importante reconocimiento. Este mismo año se iniciará la relación con los Duques de Alba, especialmente con Doña Cayetana, cuya belleza y personalidad cautivarán al artista. Cuando ella enviudó, se retiró a Sanlúcar de Barrameda y contó con la compañía de Goya, realizando varios cuadernos de dibujos en los que se ve a la Duquesa en escenas comprometidas. De esta relación surge la hipótesis de que Doña Cayetana fuera la protagonista del cuadro más famoso de Goya: la Maja Desnuda. Pero también intervendrá en la elaboración de los Caprichos, protagonizando algunos de ellos. 

   En estos grabados Goya critica la sociedad de su tiempo de una manera ácida y despiadada, manifestando su ideología ilustrada. En 1798 el artista realiza la llamada Capilla Sixtina de Madrid para emular a la romana de Miguel Ángel: los frescos de San Antonio de la Florida, en los que representa al pueblo madrileño asistiendo a un milagro. Este mismo año firma también el excelente retrato de su amigo Jovellanos. El contacto con los reyes va en aumento hasta llegar a pintar La Familia de Carlos IV, en la que el genio de Goya ha sabido captar a la familia real tal y como era, sin adulaciones ni embellecimientos.

Familia de Carlos IV

Familia de Carlos IV

   Los primeros años del siglo XIX transcurren para Goya de manera tranquila, trabajando en los retratos de las más nobles familias españolas. El estallido de la Guerra de la Independencia en mayo de 1808 supone un grave conflicto interior para el pintor ya que su ideología liberal le acerca a los afrancesados y a José I, mientras que su patriotismo le atrae hacia los que están luchando contra los franceses. Esto se reflejará en su pintura, que se hace más triste, más negra, como muestran El Coloso o la serie de grabados Los Desastres de la Guerra.

Fusilamientos del 3 de mayo de 1908

Fusilamientos del 3 de mayo de 1908

   Al finalizar la contienda pinta sus famosos cuadros sobre el Dos y el Tres de Mayo de 1808. Como Pintor de Cámara que es debe retratar a Fernando VII quien, en último término, evitará que culmine el proceso incoado por la Inquisición contra el pintor por haber firmado láminas y grabados inmorales y por pintar la Maja Desnuda. A pesar de este gesto, la relación entre el monarca y el artista no es muy fluida. La Corte madrileña gusta de retratos detallistas y minuciosos que Goya no proporciona al utilizar una pincelada suelta y empastada. Esto provocará su sustitución como pintor de moda por el valenciano Vicente López. 

La Maja desnuda

La Maja desnuda

Capricho Nº 39 (como su abuelo)

Capricho Nº 39 (como su abuelo)

   Goya inicia un periodo de aislamiento y amargura con sucesivas enfermedades que le obligarán a recluirse en la Quinta del Sordo, finca en las afueras de Madrid en la que realizará su obra suprema: las Pinturas Negras (Caprichos), en las que recoge sus miedos, sus fantasmas, su locura. En la Quinta le acompañaría su ama de llaves, Dª. Leocadia Zorrilla Weis, con quien tendrá una hija, Rosario.

   Goya está harto del absolutismo que impone Fernando VII en el país, así que en 1824 se traslada a Burdeos (Francia), donde se concentraban todos sus amigos liberales exiliados. Aunque viajó a Madrid en varias ocasiones, sus últimos años los pasó en Burdeos donde realizará su obra final, la Lechera de Burdeos, en la que anticipa el Impresionismo. Allí fallece en la noche del 15 al 16 de abril de 1828.

 

Publicado en el blog «Hidalgos en la Historia» cuyo blogmaster es D. J. Manuel Huidobro

 http://hidalgosenlahistoria.blogspot.com.es/

10 07, 2015

ARMORIAL DE LA ORDEN DEL ÁGUILA DE GEORGIA Y LA TÚNICA INCONSÚTIL DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

Por |2020-11-13T03:42:14+01:00viernes, julio 10, 2015|

ARMORIAL DE LA ORDEN DEL ÁGUILA DE GEORGIA Y LA TÚNICA INCONSÚTIL DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

   Historia de la Casa Real de Georgia con especial atención a la Orden del Águila y la Túnica Inconsútil de Nuestro Señor Jesucristo. Testimonio de Caballeros de la Orden. Obra de los autores Fernando Martínez Larrañaga, Alfredo Escudero y Díaz Madroñero y José María de Montells y Galán.

Portada del Armorial

Portada del Armorial

   Recientemente acaba de publicarse en una edición de lujo, la Historia de la Casa Real de Georgia con especial atención a la Orden del Águila y la Túnica Inconsútil de Nuestro Señor Jesucristo junto a un vistoso Armorial.

   Testimonio de Caballeros de la Orden, con origen en tiempos remotos y derivado de las concesiones realizadas por los antiguos monarcas georgianos o por nuevas concesiones otorgadas por los príncipes Irakli (1957-1977), Jorge (1977-2008) o Davit Bagration-Mukhraneli (2008 a la fecha), en su calidad de Jefes de la Casa Real de Georgia.

Armorial de la Orden del Águila de Georgia y la túnica Inconsúltil de Nuestro Señor Jesucristo.

Armorial de la Orden del Águila de Georgia y la túnica Inconsúltil de Nuestro Señor Jesucristo.

ISBN: V-822-2015.

IDIOMA: CASTELLANO, INGLÉS, GEORGIANO.

DEPÓSITO LEGAL: V-822-2015

PÁGINAS: 325

ENCUADERNACIÓN: TAPA DURA

TAMAÑO: 230X325

PRODUCT ID: 1710

CATEGORÍA: DECOLECCIONISTA.

ETIQUETAS: ROMEDITORS.

   Artículo sobre el Armorial de D. Fernando Martínez Larrañaga, publicado en su magnífico blog «ARMORIAL DE HERALDISTAS»

heraldistas-final

http://heraldistas.blogspot.com.es/2015/07/armorial-de-la-orden-del-aguila-de.html

sábado, 4 de julio de 2015

Armorial de la Orden del Águila de Georgia

Conde de Agila

Conde de Agila

El proyecto del Armorial empezó en el 2012, cuando hablando con el Gran Canciller de la Orden, Don Alfredo Escudero y Díaz-Madroñero, le animé a que realizáramos un libro para la Casa Real de Georgia, un libro que quede en el recuerdo para siempre. Por supuesto que gustó la idea y hablamos después con un maestro en este tema y Heraldo de la Casa Real, Don José María Montells, quien ayudó mucho para ver cómo podíamos realizarlo. En dicho libro aparece la Historia de la Casa Real, la historia de la Orden en cuyo apartado se incluyen las armas de los Caballeros más sobresalientes además de aquellos que quisieron ayudar en este prometedor, ya realizado, proyecto.

Es a finales del 2014 cuando terminamos todos los diseños, traducciones, etc. Se envió todo a la editorial Romeu, para que ellos terminaran de maquetar dicho trabajo.

El pasado 1 de Julio salió el primer volumen, destinado a SAR el Príncipe Davit, el resto lo están recibiendo los que lo han adquirido.

Es una obra imprescindible para todas las Damas y Caballeros de la Orden, sin duda para conocer más acerca de la Casa y la Orden a la que pertenecen. Es también de obligada compra para todas aquellas personas interesadas en la Heráldica, Nobiliaria y en Casas Reales.

El libro tiene una medida de 32,5 cm de alto  x 23 cm de ancho, 3 idiomas, Georgiano, Inglés y español, tapa dura, grabado en oro y papel de la mejor calidad. 516 páginas.

Si alguien está interesado en algún ejemplar puede comprarlo en este enlace

A continuación adjunto algunas imágenes, espero sean de vuestro agrado…

Muestra del contenido interior (1)

Muestra del contenido interior (1)

Muestra del contenido interior (2)

Muestra del contenido interior (2)

Muestra del contenido interior (3)

Muestra del contenido interior (3)

Muestra del contenido interior (4)

Muestra del contenido interior (4)

Muestra del contenido interior (5)

Muestra del contenido interior (5)

Muestra del contenido interior (6)

Muestra del contenido interior (6)

Muestra del contenido interior (7)

Muestra del contenido interior (7)

 

RELACIÓN CON LA CASA TRONCAL DE LOS DOCE LINAJES DE SORIA

   En el precitado Armorial, aparecen varios Caballeros de la casa Troncal de los Doce Linajes de Soria, dada su pertenencia a la Orden del Águila de Georgia y la Túnica Inconsútil de Nuestro Señor Jesucristo, cuyo apartado reproducimos a continuación:

   D. Alfredo Díaz Madroñero, D. José María de Montells y Galán y D. Fernando Martínez Larrañaga, son así mismo (entre otras) Caballeros de la Sacra y Militar Orden Constantiniana de San Jorge, de la Academia Teutónica Enrico VI Hohestaufen y de San Miguel del Ala. D. Alfredo Escudero es Gran Collar de la Orden del Águila de Georgia además de su Gran Canciller, mientras que D. José María, D. Fernando, D. Feliciano, D. Francisco Manuel, D. Pedro José y Dña. Mariloly, ostentan la condición de Gran Cruz.

    Un recuerdo muy emotivo para el también titulado (y tristemente fallecido)  D. Francisco Manuel de las Heras, quién además de Caballero Gran Cruz de la Orden del Águila de Georgia era Caballero del Santo Sepulcro e Infanzones de Illescas.

Título de D. Alfredo Escudero Diaz Madroñero

Título de D. Alfredo Escudero Diaz Madroñero

Título de D. José María Montells Galán

Título de D. José María Montells Galán

Título de D. Fernando Martínez Larrañaga

Título de D. Fernando Martínez Larrañaga

Título de D. Francisco Manuel Heras Borrero

Título de D. Francisco Manuel Heras Borrero

Título de Dña. Mary Loli Ojeda Gómez

Título de Dña. Mary Loli Ojeda Gómez

Título de D. Feliciano Riestra Conjejo

Título de D. Feliciano Riestra Conejo

   La web donde se puede adquirir esta soberbia obra es la siguiente:

http://www.romeditors.com/producto/armorial-de-la-orden-del-aguila-de-georgia-y-la-tunica-inconsutil-de-nuestro-senor-jesucristo/

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