Plaza Mayor n° 6, Soria, España

Archivos mensuales: junio 2014

10 06, 2014

CLAUSURA DEL CURSO 2013-2014 DE LA ACADEMIA ANDALUZA DE LA HISTORIA.

Por |2020-11-13T03:44:14+01:00martes, junio 10, 2014|


A las 12.30 horas del sábado 21 de junio de 2014, presidida por el Excmo. Sr. Vice Presidente de la Junta de Andalucía, D. Diego Valderas Rosa,  en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Cádiz, la Academia Andaluza de la Historia celebrará la Clausura del Curso 2013-2014.
Invitación al acto.
Durante el acto, la Catedrática de Historia Moderna, Iltma. Profª. Drª. Doña María José de la Pascua Sánchez,  pronunciará la lección magistral titulada “Del amor en la Historia”, que le servirá como discurso de ingreso para ser recibida como Numeraria de esta Academia, contestándole el también Catedrático, en este caso de Historia Contemporánea, y Académico Numerario, Iltmo. Prof. Dr. Don Alberto Ramos Santana.

A la finalización se servirá un almuerzo para los asistentes que lo deseen. 

Los Actos contarán con la presencia de los   Excmos. Srs. Rector Magnífico de la Universidad de Cádiz, D. Eduardo González Mazo, y Presidente de la Academia Andaluza de la Historia, D. Fernando de Artacho Pérez-Blázquez.
9 06, 2014

LAS ARMAS DE LOS MIRANDA.

Por |2020-11-13T03:44:14+01:00lunes, junio 9, 2014|

POR D. MANUEL LUIS RUÍZ DE BUCESTA Y ÁLVAREZ.

Parte del trabajo que, bajo el título ARMAS Y GENEALOGÍA DE LOS FERNÁNDEZ DE MIRANDA, fue publicado en el Boletín de la Academia Asturiana de Heráldica y Genealogía.

Cuentan las viejas leyendas que el primero de los de esta familia de Miranda que se recuerda fue un caballero de las tierras de este nombre en Asturias (1) y que, en cierta ocasión, cinco doncellas que eran trasladadas para hacer frente al tributo del traidor Mauregato, le pidieron ayuda y aquel, resuelto, cansado de ese pago injusto que se hacía, se abalanzó sobre aquellos que las custodiaban y a golpe de espada las liberó. Señalan también que el mismo Miranda pasó después a la Corte para trasladar este inconveniente a su Rey don Ramiro I de Asturias, quien tras escuchar sus quejas ordenó de inmediato un avance sobre las tierras de la media luna.
Llegados a las cercanías de Clavijo, acompañado de este Miranda, de los Ponces y otros muchos Caballeros de justa gloria, agruparon sus huestes con otros Caballeros del lugar, fuertes Señores que vivían en la rudeza de aquel angosto territorio y en sus abruptas montañas, aquellos quienes seguían al General Sancho Fernández, más adelante llamado el de Tejada, y muchos más, que sufriendo los ataques de una terna más fuerte y mejor armada, lograron vencer a los moros con la ayuda de nuestro Apóstol Santiago.
Los Miranda en Pravia.
Este momento mágico en que se lidera la segunda gran batalla de España, tras la primera reconquista en Covadonga que fue al frente de su antecesor en la corona el Rey  don Pelayo, hizo merecer a muchos de estos hombres, grandes glorias y privilegios. 
Los Miranda en Escoredo.
Dejando a un lado la historia tocante al citado Sancho de Tejada queremos detenernos un instante en estos Mirandas, una familia que por los siglos se extendió por España y por el mundo, llevando a cada nuevo lugar la imagen y representación de aquella lid.
Los Miranda en Los Cabos.

Tirso de Avilés, en su magnífica obra “Antigüedades y cosas memorables del Principado de Asturias” nos da cuenta de una cuestión más de estos de la familia de Miranda y también la razón de las sierpes que llevan por bordura en su escudo, pues según se dice:
… uno de este linaje alcanzó a ver una doncella encantada, en demasía hermosa, y en ciertos días del año se tornaba sierpe, en la cual huvo un hijo y una hija, y al cabo de algún tiempo supo él como se tornaba sierpe, y aguardola y ella por entender que él la havia visto en aquella figura, tomó los hijos debajo de los brazos y fuyó y pasando un río acaeció que se le cayó la hija, la qual casó con aquel…
Los Miranda en Calahorra ( La Rioja).
Pero nuestro genial Tirso de Avilés también nos traslada otras dos posibilidades legendarias con las que se pretendía justificar la presencia de las serpientes, y repite de nuevo que otros dicen:
… que las sierpes se pintan porque en Soto de los Ynfantes estaba una sierpe mui fiera que mataba a todos quantos por allí pasaban y un tal Miranda la mató y la puso por orla del escudo de dichas doncellas…
En cualquiera de los casos vemos que el fin y término del animal es en todos los casos la muerte, un hecho que además de fantástico y épico nos llama a creer que ese reptil, imagen indudable del mal, sucumbió ante la hombría y el arrojo de un caballero, motivo por el que vuelve a protagonizarse otro acto valeroso, uno más que da una vuelta atrás al retornar su presencia sobre tierras riojanas y concretamente a la misma batalla de Clavijo que apunta como origen del escudo de las cinco veneras que son sujetadas por el mismo número de doncellas en el campo colorado del escudo, y así nos lo revela:
…también quieren decir que lo de la sierpe fue que en la dicha batalla de Clavijo los moros por sus encantamientos hizieron unas sierpes mui fieras, que peleasen con los christianos y este de Miranda mató una de ellas…
Esta cita viene a reconocer el pensamiento de la época en el que los encantamientos, las brujerías y hechicerías eran signo y representación del maligno, cuando más, si le sumamos la presencia de la serpiente que es la figura común que describe al demonio, a maligno que quien lo destruya será enaltecido y objeto de halagos. 
También nos encontramos con otras menciones sobre un posible origen imaginario de los de este linaje. En novelas como la “Historia fabulosa del distinguido Caballero Don Pelayo Infanzón de la Vega, Quixote de la Cantabria (2) ”, leemos a un autor que nos relata sobre la marcha de un paseo público que celebraban dos personajes de la obra, Don Gregorio y Don Pelayo, y que en el acto de una pregunta interrogó el primero a Don Pelayo sobre el concepto que tenían los Caballeros Montañeses de la Casa de Miranda, en suma, la suya propia, a lo cual respondió para que no ignore por más tiempo las excelencias de su casa y que no tuviese que preguntar a otro:
… la muy ilustre Casa de Miranda cuenta ya de antigüedad cerca de mil años a lo menos, a causa de que tuvo principio en uno de los ocho en que Mauregato y su sucesor inmediato Don Bermudo pagaron el infame feudo de cien doncellas al Rey Moro, cuyo convenio vergonzoso refieren más de dos historias…
Vemos que vuelve sobre el mismo origen de leyenda, tocando el famosísimo tributo de las cien doncellas y por ende, sobre las grandes hazañas contra los moros, porque añade:
… En uno, pues, de estos tristes años, que salían de las montañas los Moros llenos de alegría porque se llevaban joyas tan preciosas, al pasar por una aldea de las muchas que son cuna de Caballeros más que nobles salieron al tropel de la vanguardia y retaguardia Agarena unos cinco hermanos –y puntualiza- (mejor diría cinco Hércules, o cinco Aníbales), cuyos corazones valerosos se llenaron de enojo en un instante mismo, y enfurecidos porque les llevaban la mejor hacienda que producía aquel terreno, echaron mano cada uno de ellos a un bárgano o estaca, que con resolución gallarda arrancaron de un seto…
Es notorio que ese acto de arrojo al defender a sus mejores haciendas sólo con unos palos, enfrentándose con cualquier medio a un ejército temido sobre el que se creía -en aquel tiempo- que era difícil de vencer, era una acción más fuerte y valerosa. El ímpetu del Caballero que hace frente a un escuadrón de agarenos es lo que origina aquel título de la Ilustre Casa de Miranda. Esta recreación de defensa con un bárgano o estaca nos llama al recuerdo sobre el origen también legendario de Valdeosera y Tejada, donde Sancho Fernández, llamado el de Texada, también arrancaba en plena batalla –de Clavijo- una rama, en esta ocasión a un roble –que no tejo- para continuar la lid. La fiereza de estos cinco hermanos que nos relata en la novela fue tanta que se entraron como rabiosos lobos entre el esquadrón de las doncellas desgraciadas, matando y destrozando quantos Moros intentaban hacerles resistencia, de tal forma que tras grande acción eligieron cinco muy hermosas paisanas suyas con las cuales contrajeron matrimonio. Después de esto es cuando las gentes, que dice de buen entendimiento, llamaron a esta hazaña acción Miranda. Será entonces cuando los hermanos dividan la hacienda -que era libre- en partes iguales, siendo sus sucesores los que lograron casarse con ricas mayorazgas; de estos es de donde se dice que provienen muchas casas de Miranda, bien acaudaladas, pero también apunta acerca de las que no gozaron de tal fortuna, diciendo que pueden consolarse con saber que su primer origen fue igualmente honroso. A todo ello responde Don Gregorio, del linaje de los Mirandas que era, de la siguiente manera:
…se infiere sin remedio que los Mirandas traemos nuestro antiguo y esclarecido origen de la Montaña, y somos Montañeses muy legítimos. Entendiendo por Montaña todas las Asturias, sin duda alguna que son Montañeses los Mirandas,…, y esta es la gloria mayor que a favor suyo pueden tener los Mirandas todos,…,. Siempre estuve entendido de que los Mirandas descendíamos de Asturias…
Tomado el conjunto de piezas que forman el escudo vemos el reflejo de lo que nos dice este  personaje que escribió las hazañas de algunos linajes asturianos en cuanto a la descripción de las armas del linaje que tratamos, que son en campo de gules, cinco doncellas, que sujetan bajo su pecho una venera cada una, de oro, así también añade, bordura general con dos sierpes de sinople que entrecruzan cabeza y cola.
La representación y significado de las armas es más sencilla si cabe que la de las sierpes, porque su origen es, en realidad, su esencia: el gules representando la sangre del campo de batalla, el arrojo del Caballero que luchaba inquebrantable por liberar al cristiano del horror que trajo el traidor; las cinco doncellas que vienen a representar aquellas que liberó cuando estaban cautivas y las veneras, que son el signo e imagen del nuevo patrón de España, Santiago, el mismo que se apareció en sueños a Ramiro I de Asturias, montado en un caballo blanco. 
Armas de los Miranda en Mondoñedo.

En ese sentido y llamando la atención sobre las armas de los Mirandas, hemos podido comprobar que los de este linaje generalmente usan de las mismas, no obstante lo anterior al cambiar de lugar es natural observar alguna variación, aunque de natural tendremos las cinco doncellas. En Asturias lo común es su disposición en sotuer, con las veneras bajo su pecho; en Navarra las hemos encontrado también en sotuer, si bien las veneras, en número de cuatro se colocan 1.2.1, intercaladas con las doncellas. En La Rioja, las hemos visto situadas en dos palos, substituyendo las veneras por un hábito y escondiendo bajo él sus manos. Pero sin duda, la diferencia más común con el primero -y posiblemente el originario- es la bordura de sierpes. Al trasladarnos a Calahorra (La Rioja) donde se ubica una nobilísima familia de Mirandas y cuya figura más destacada fue el Excmo. y Rvdmo Sr. D. Gaspar de Miranda y Argaiz, nos encontramos con que las serpientes han sido substituidas por unas cadenas, también dispuestas en bordura, aunque suponemos que en este caso quizás se haga representando algún acto heroico vinculado a la cercana Navarra. En cambio, en la ciudad de Soria, centro de la Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria, hayamos un pequeño escudo de armas de los Mirandas que carece de toda presencia de borduras. Su imagen como el resto que venimos diciendo tiene las referidas cinco doncellas. Otros escudos de similar factura se encuentran en Cantabria, Lugo, León y un largo etcétera, en donde se ve el mismo número de damas dispuestas en el interior de alguno de los campos del escudo y que nos da clara noticia de esta familia. Una presencia de variación de las sierpes la encontramos en Sevilla, en la Casa de los Miranda, que es una vivienda de típico corte palaciano andaluz. Nos ofrece esa un escudo de armas de los de este apellido cuya alteración con la que reconocemos en Asturias es que han substituido las sierpes por dos grifos, animales míticos muy comunes del uso de los bestiarios, pero anotaremos que aún llama más la atención que esos animales presentan las cabezas entrecruzadas al igual que en las tierras de Pelayo.
Escudo de los Miranda en el Palacio de esta familia en Sevilla.
Otro ejemplo lo encontramos en el Palacio de los Cárdenas, en Andujar, un bello edificio de principios del siglo XVII, en cuyo interior contemplamos varios escudos correspondientes a don Manuel Francisco Cárdenas y Palomino y a su esposa doña María Francisca Eugenia Miranda-Gamboa, Condes de la Quintería, título adquirido por cesión del padre de ella don Eugenio José de Miranda y Gamboa, y que le había sido concedido por el Rey D. Felipe V. Junto a las armas que campean en la vivienda vemos un lema que dice: “Estas armas y blasón sierpe verde y doncellas con cinco veneras bellas”. 
Los Miranda de Pino de Pénagos

También en la cercana Cantabria, concretamente en el barrio de Pino en Pénagos, vemos otra muestra de las armas de Miranda, en este caso compaginadas con las de Agüero. Se trata de una casa palaciega conocida como de Miranda y de la que sabemos que en la primera mitad del siglo XVII ya la habitaba Pedro de Hernando Miranda. Del edificio diremos que destaca la presencia de la torre que es de sillería, y que eleva tres plantas culminando con cubierta a cuatro aguas. 
Como contraposición a esta similitud que venimos tratando tenemos el ejemplo de la Casa Miranda en Burgos, un edificio señorial que es una de las joyas arquitectónicas españolas del siglo XVI. Mandada construir por el burgalés don Francisco de Miranda y Salón, quien había pasado una gran parte de su vida en Roma. Esta magnífica construcción, de la cual se cree que fue su artífice Juan de Vallejo, agrupa una gran variedad de estilos. Se empleó en su construcción piedra en la planta baja y ladrillo en las superiores, sin faltar –por supuesto- en el conjunto general, las armas de su titular, las cuales pese a llevar el apellido Miranda, no presenta a las citadas doncellas.
Pero es en el Principado de Asturias donde se aglutina el mayor conjunto heráldico de los de este apellido y aunque repartidas por todo el territorio es en la zona centro donde podemos mayor número encontramos. También hemos podido corroborar que frente a los modelos observamos en los diferentes lugares de España, será en Asturias donde añadirán otro elemento más al escudo, en este caso hablamos del león. Este animal se dispone y sitúa en el escudo, acolado, de manera que lo que vemos sobresalir es su cabeza coronada, como también las garras de sus cuatro patas. Sobre esta pieza nos aclaran su presencia cuando dicen:
… El león colorado se pinta porque un Lope González de Miranda, que llamaron el bueno, fue casado con Dª Leonor Ponce de León, hija o descendiente de un rey de León, que por ser hombre valeroso y noble se la dieron por mujer…
En consecuencia con lo antedicho vemos que los Mirandas han venido usando las mismas armas e incluso han transmitido a través de los siglos su imagen sin apenas variación. En la vieja Asturias conocemos de la mano de Miguel de Salazar sobre la presencia de un Pedro de Miranda, fundador que fue del monasterio de Belmonte de Miranda, un tal Pedro de Ávalos Miranda quien dicen que era Conde de Tineo; años mas tarde surge la conocida casa de Miranda en tierras de Valdecarzana cuya titularidad correspondía a Álvaro Díaz de Miranda, posteriormente le sucede Sancho de Miranda, caballero a la sazón de la Orden de Santiago y Señor, a su vez, de la Torre de Villanueva de Grado. 
Armas de los Fernández de Miranda en la villa de Grado.
En Grado destacaron sobremanera los Mirandas, dueños que fueron del Coto de Valdecarzana y marqueses de ese nombre, los mismos que relacionaron y vincularon con las familias de mayor y más esclarecida nobleza en el Principado de Asturias. Allí, en Grado, en el centro de la localidad podemos contemplar actualmente la casa palacio de Miranda-Valdecarzana, en cuyo frontis de la entrada de acceso campean las armas plenas con la bordura de sierpes. 
En esta misma localidad también es donde nos aparecen varias familias afines a estos y que añadieron o utilizaron el mismo de Miranda. Aquí vemos a los Fernández de Miranda, los Díaz-Miranda y los propios Miranda. Aunque casi podríamos asegurar que todos ellos pertenecieron o tuvieron un nexo común,  lo que sí es notorio es que se relacionaron en torno a los antiguos gremios y linajes de Grado, que era un estamento que exigía entre las normas para su acceso, el ser descendiente y dependiente del linaje y gremio de dentro de esta villa de Grado, y que los que allí accedieran debían gozar al menos
… de los oficios y libertades que gozan los que son descendientes y caso lo fuera para goçar habían de vivir y ser vecino de esta villa…
Casa-Palacio de los Fernández de Miranda en Grado.

En un documento (3)fechado en 1597, que obra en el Archivo Histórico Municipal de Grado, nos encontramos con la peculiaridad de que para acceder a los citados Gremios además debía de acreditarse previamente el pertenecer a uno de los diez linajes. La relación casi completa nos la da Don Álvaro Fernández de Miranda en su obra “Grado y su Concejo” (4), que además nos dice que las familias agraciadas venían en costumbre de elegir Oficios de justicia; su elección se formalizaba con cinco de la villa y otras tantas del Concejo, añadía que de seis de ellas descienden más o menos directamente las de Valdés, Arias, Flórez (de Santianes), Prado (de Sama) y Fernández de Grado (después Fernández de Miranda), y continúa, y otra de igual apellido que representa hoy el Conde de Revillagigedo. 
Del mencionado documento obtenemos diversa información y de uno de sus interrogatorios vemos que se procedía de la misma manera que en las justificaciones de hidalguía, iniciándolo uno de los citados Gremios -el que hacía la función de Fiscal- y tras ello se personaban diversas personas en calidad de testigos. En este caso el peticionario requería formar parte de uno de ellos, así dice:
… mandaba dar traslado a Luis Fernández de Grado como a uno de los dos linajes …
Para este el solicitante era Gonzalo García de Santo Dolfo, el mismo que presentó como testigos a Luis Fernández, Juan López, Martín Fernández de Grado Trasquilón, Pedro de Qualla de Santo Dolfo, Pedro de Valdés, Gómez González, Fr. Santo Pelayo y a Martín Fernández de Prado. El primero en llamar fue el citado Martín Fernández de Grado Trasquilón, escribano y vecino de la villa de Grado, testigo de aproximadamente ochenta años y que declaraba que ese Gonzalo era descendiente y depende del linaje y gremio de dentro de esta villa de Grado; continuaba más adelante atestiguando que ese era a su vez padre de Alonso Fernández quien ya gozaba de las libertades de los gremios. La respuesta final fue dada por Luis Fernández de Grado, como personero e procurador general de esta villa e concejo, que cerró el  interrogatorio negando su acceso como descendiente de los Ilustres Gremios y Linajes de Grado al peticionario diciendo:
…cerca del pedimento que ante vuestra merced hizo Gonzalo García de Santodolfo disciendo ser descendiente de los gremios y linajes de esta villa e como tal debe de gozar de los oficios, libertades e franquezas que gozan los descendientes del dho gremio según él mas
[…] se relata en el dho pedimento a que me refiero. Digo al dho Gonzalo García ser de los del dho gremio, ni el y sus descendientes,…, [no haber] gozado de los oficios y libertades que gozan los que son descendientes y caso lo fuera para gozar habían de vivir y ser vecino de ésta villa como lo son los que gozan de los dhos oficios y libertades y ansi no se le debe de conceder a que goce de las dhas libertades y oficios y se debe de dar por ninguno su pedimento que pido en justicia para ello,…,.
Dña.María del Carmen Miranda de Grado y Valdés.
Estos Fernández de Grado que nos encontramos como miembros efectivos de los Ilustres Gremios y Linajes de Grado, son los mismos que más adelante modificaron el apellido, pasando a conocerse como Fernández de Miranda o Fernández-Miranda, cambio que se produjo por la unión o vínculo matrimonial con uno de aquel apellido y que conocemos dentro del primer matrimonio de la genealogía de estos. Se trataría por supuesto de una modificación que generalmente tiene su objeto y razón de ser en la continuidad de un apellido que se consideraba de mayor o mejor abolengo, aunque también y en realidad no debemos de olvidar que en muchas ocasiones ese uso es por causa de obligaciones contraídas en los acuerdos matrimoniales y mediante los cuales convenían de alguna obligación para mantener o disponer de una dote.
Los Fernández de Miranda -antes Fernández de Grado- gozaban de privilegio en la antigua iglesia, que era románica del segundo periodo, y cuya fundación se remontaba al último cuarto siglo XII. Tenían en su interior sepultura, de la que sabemos por el citado Álvaro Fernández de Miranda que lucía una inscripción latina. Permanecieron en el citado lugar de Grado y siguieron pintando por armas las cinco doncellas. 
——————-
(1) En algunas ocasiones hemos leído que fue un tal Alvar Fernández de Miranda.
(2)Ribero y Larrea, Alonso Bernardo. Historia fabulosa del distinguido Caballero Don Pelayo Infanzón de la Vega, Quixote de Cantabria. Tomo II. Imprenta de la Viuda de Ibarra. Madrid MDCCLXXXXIII. Este Alonso Bernardo, autor de la obra fue Cura de Ontalvilla y despoblado Ontariego en el Obispado de Segovia.
(3)Caja 1 – Legajos – Carpeta, s/n.
(4)Fernández de Miranda, Álvaro. Grado y su Concejo. Imprenta provincial. 1982.
8 06, 2014

LOS EMBLEMAS HERÁLDICOS DEL ÚLTIMO EMPERADOR.

Por |2020-11-13T03:44:14+01:00domingo, junio 8, 2014|

POR EL DR. JOSÉ MARÍA DE MONTELLS Y GALÁN.


Hace algún tiempo, cosa de meses, creo, leí en el admirable blog Salón del Trono, que redacta con gran acierto y rigurosidad, mi admirado por tantas cosas Daniel García Riol, una entrada sobre el último emperador de China, Pu Yi y su Orden de los Pilares del Estado, cuando los japoneses le pusieron a la cabeza del Estado títere de Manchukuo, la antigua Manchuria, con el nombre áulico de Kangde. 

Sello con la efigie del Emperador.
Como siempre, García Riol nos regalaba un artículo sobre un aspecto de la falerística muy desconocido en nuestro país. Luego, glosó en otro artículo memorable, la vida de Pu Yi. Mucho se lo agradecí. Tengo antigua inclinación intelectual por el Imperio del Centro y cualquier noticia que recojan los medios o los expertos, es de mi total agrado. García Riol comparte conmigo el gusto por lo exótico, de tal manera que estoy por proponerle que fundemos entre los dos, la Asociación de Amigos de los Imperios Lejanos. Ya veremos.
Según mis noticias, Pu Yi, nostálgico, deseaba utilizar como señal heráldica de la nueva nación, el dragón imperial, pero los japoneses no accedieron a una ilusión tan clara al pasado. El dragón, principalmente los dragones dorados con cinco garras en cada pie, es el símbolo por excelencia del emperador en casi todas las dinastías chinas. El trono imperial era llamado «El Trono del Dragón». Durante el final de la dinastía manchú Qing, el dragón fue adoptado incluso como bandera nacional. 

El Dragón en las Armas Imperiales.

Los dragones aparecían esculpidos en las escalinatas de los palacios y en las tumbas imperiales, como en la misma Ciudad Prohibida en Pekín, donde todavía pueden verse. En algunas antiguas leyendas, el emperador mostraba una marca de nacimiento con la forma del fabuloso  lagarto. No parece que Pu Yi naciese con el dicho marchamo, esas cosas se saben. Tengo escrito que el dragón en la cultura china, es un animal benéfico que evolucionó pronto hasta convertirse en su animal mítico. Para la dinastía Han, los dragones se describían como unos seres híbridos con el cuerpo de una serpiente, las escamas de una carpa, la cola de una ballena, los cuernos de un  ciervo, la testa de un camello, las garras de un águila, las orejas de un toro, los pies de un tigre y los ojos de una langosta, además de tener una perla llameante bajo la barbilla. En ocasiones también se representan con alas de murciélago. El dragón con alas o sin alas adquirió entonces una gama casi ilimitada de poderes sobrenaturales. Puede volar entre las nubes o esconderse en el agua. Puede formar nubes a su antojo, transformarse en agua o fuego, volverse invisible o brillar en la oscuridad.  
El día de la coronación de Pu Yi como emperador de Manchukuo, tan bien escenificada en la película de Bertolucci, los japoneses querían imponer que llevase el uniforme de gala del nuevo ejército, pero lució una dalmática con el dragón dorado con la excusa de su adhesión al Templo del Cielo. 
Emblema del Emperador Kangde.
Al igual que el crisantemo en Japón, el emperador Kangde eligió la orquídea en un diseño geométrico muy característico, como su señal heráldica propia, para alejar el simbolismo del dragón, tan poco grato a los ojos de los del Sol Naciente. Para muchos eruditos, la orquídea es símbolo del amor, la elegancia y el poder. En Occidente, es alegoría de la pasión, por sus características afrodisíacas y también de la prosperidad. Por un eunuco del servicio, conocemos que Pu Yi  gustaba pasear por los caminos de eglantinas cercanos a su palacio. Las saludaba descubriéndose y despreciaba la orquídea. Era la rebeldía de un hombre tímido, temeroso de los guerreros de Hiro Hito. Por si fuera poco, instituyó en 1934, la Orden Suprema de la Flor de la Orquídea, a imitación de la Orden nipona del Crisantemo. También la Orquídea sustituyó al Dragón en la bandera imperial. Cuando aconteció la derrota japonesa, comenzó el calvario de Pu Yi, pero eso es otra historia.

Insignias de la Orden de la Flor de la Orquidea.
Quizá no se sepa que en Manchukuo, se utilizó como emblema nacional, la estrella de cinco puntas, siguiendo el modelo japonés, dividida en los cinco colores de la bandera, amarillo, negro, blanco, azul y rojo, por las cinco razas del Imperio, el amarillo para representar a la población manchú, el negro a los coreanos, el blanco al pueblo mongol, el azul a los chinos han y el rojo, al pueblo nipón. 

Emblema de la Armada Imperial.
A todo esto, me consta que España reconoció la independencia de Manchuria, pero no he conseguido saber si hubo intercambio de embajadores. A ver si algún lector se anima y nos lo cuenta.
6 06, 2014

NÚMERO 537 DE LA REVISTA HIDALGOS.

Por |2014-07-27T19:09:41+01:00viernes, junio 6, 2014|

Hemos recibido el número 537 de la revista «Hidalgos», publicación de la Real Asociación de Hidalgos de España. 


Este número viene cargado de artículos y noticias que pueden ser de interés para todos los que gustamos de estas disciplinas. El mismo, se puede descargar en formato PDF en la web que la Real Asociación de Hidalgos de España mantiene en internet.
5 06, 2014

CONFERENCIA EN EL CENTRO ASTURIANO DE MADRID EN TORNO AL SOLAR DEL PÁRAMO Y LA FOCELLA.

Por |2020-11-13T03:44:14+01:00jueves, junio 5, 2014|

A las 20.00 horas del próximo 12 de junio, en el Salón Príncipe de Asturias del Centro Asturiano de Madrid ( c/ Farmacia 2 pl. 4ª Madrid), el Sr. D. Manuel Rodríguez de Maribona y Dávila, Director de la Academia Asturiana de Heráldica y Genealogía , pronunciará la conferencia «El Solar del Páramo y la Focella. Restauración de una Institución familiar y nobiliaria asturiana».

Invitación al acto.
Presentará el acto D. Luis Valero de Bernabé y Martín de Eugenio, Marqués de Casa Real, Director del Colegio Heráldico de España y de las Indias, lo presidirán el Sr. D. Ángel Lagar Patallo, Presidente del Páramo y el Sr. D. Manuel Alonso Martínez, Presidente de la Focella. 
Organiza la Unión de la Nobleza del Solar del Páramo y de la Focella y el Cuerpo de la Nobleza del Principado de Asturias.
4 06, 2014

CELEBRACIÓN DEL CAPÍTULO DE LA REAL Y MILITAR ORDEN DE SAN HERMENEGILDO, CON MOTIVO DEL BICENTENARIO DE LA CREACIÓN DE LA MISMA.

Por |2020-11-13T03:44:15+01:00miércoles, junio 4, 2014|


Presidido por S.M. el Rey D. Juan Carlos, el pasado día 3 se celebró en el incomparable marco del Real Monasterio de El Escorial (Madrid) el Capítulo de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, llamado en esta ocasión con el motivo de conmemorar el bicentenario de la creación  de esta Orden.
San Hermenegildo, instituida en 1814  por Fernando VII a propuesta del Consejo de Guerra y Marina, eligió como lugar de reunión el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial por su vinculación con el  Patrón de la Orden ( ya que guarda la principal reliquia del Santo) y por ser Panteón Real de todos los Reyes y Soberanos de la Orden.
S.M. el Rey y  S.A.R. el Príncipe de Asturias saludando a las Autoridades Civiles y Militares asistentes al acto.
A su llegada a la Lonja Principal del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, S.M. el Rey y S.A.R. el Príncipe de Asturias fueron recibidos por el Gran Canciller de la Orden, General del Aire D. Francisco José García de la Vega; el Censor , General de Brigada del Cuerpo de la Guardia Civil D. José Pantojo Romero y por el Coronel Jefe de la Guardia Real, D.Ramón Álvarez de Toledo y Álvarez de Builla.
Posteriormente, S.M. el Rey y S.A.R. el Príncipe de Asturias recibieron el saludo del resto de autoridades civiles y militares presentes en los actos, entre los que podemos destacar al Presidente de la Comunidad de Madrid, D. Ignacio González ; el Presidente de la Asamblea de Madrid, D. José Ignacio Echeverría; el Alcalde de San Lorenzo de El Escorial, D.José Luis Fernández-Quejo y el Presidente de Patrimonio Nacional, D. José Rodríguez-Spiteri; la Subsecretaria de Defensa, Dña. Irene Domínguez-Alcahud; el Jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, General de Ejército D. Jaime Domínguez Buj; el  Jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire, General del Aire D. Francisco Javier García Arnáiz y el Director General de la Guardia Civil, D. Arsenio Fernández de Mesa. Por último recibieron el saludo del Caballero Medalla Militar D. Tomás Monzón Albert, Brigada del Arma de Artillería.
S.M y S.A.R. en la Tribuna Real.
Tras los correspondientes honores D. Juan Carlos y D. Felipe se trasladaron a la Tribuna Real desde donde presidieron el acto de homenaje a los caídos , que incluyó el desplazamiento del Estandarte de la Orden de San Hermenegildo junto al  de los Alumnos de las Academias Militares. Además el acto incluyó un toque de oración, una salva de fusilería, una pasada de la Patrulla Águila y un desfile ante la tribuna de la Guardia Real. 
El cortejo procesionando hacia la Basílica.
A la finalización se procesionó a través del Patio de Reyes y todo el cortejo se dirigió a la Basílica, donde el Arzobispo Castrense de España celebró una Santa Misa, previa a la celebración del Capítulo y la imposición de condecoraciones a ascensos y nuevos ingresos en la Orden.
S.M. El Rey y S.A.R. D. Felipe durante el acto religioso.
3 06, 2014

LA CIFRA REAL DE DOÑA SOFÍA.

Por |2020-11-13T03:44:15+01:00martes, junio 3, 2014|

POR EL DR. JOSÉ MARÍA DE MONTELLS Y GALÁN.

Antes de que se haga efectiva la abdicación de don Juan Carlos, quisiera rendir homenaje a la Reina doña Sofía que para mí ha sido una reina impecable y ejemplar. Confieso que he sentido, desde antiguo, cierta curiosidad por averiguar si había algún decreto oficial que certificase la validez gráfica de la cifra o monograma real de SM el Rey Juan Carlos o de su consorte, la Reina. No lo he encontrado. Y me barrunto que no hay un diseño único para este emblema tan representativo del soberano. 
Exlibris de Don Juan Carlos I.
Formado por las iniciales y el numeral que corresponda, el sentido último del monograma es la plena identificación de Su Majestad. Dado que los monarcas a menudo utilizan las armas de su predecesor, el Rey no siempre puede ser identificado solo por sus armas. Las iniciales coronadas se han utilizado principalmente en uniformes, nombramientos oficiales, sellos y ex libris y otros documentos similares. En la España de nuestro tiempo, el monograma de don Juan Carlos se utiliza en los exlibris particulares del monarca y sobre los uniformes de la sección de coraceros del escuadrón de Escolta Real de su Guardia. El dicho uniforme, según la propia Guardia Real, está compuesto por una guerrera de color azul turquí, de una fila de botones en plata con escudo de la Casa, cuello con galón flordelisado en plata, hombreras caponas de color plata con escamas y corona real en su ancho; coraza acerada, la coraza de corbata roja, lleva en su peto un sol rafagado en dorado y sobre él tres flores de lis y la cifra “JCI”, se ciñe por cinturón de cuero blanco de dos tirantes sobre bulón de color dorado de cadeneta. Guantes y manoplas blancas de cuero. Calzón blanco de algodón y bota alta acharolada con guardapolvo. Para tiempo frío, usan capotes de caballería de color blanco, con vuelta y embozo encarnado. Los oficiales y tropa visten idénticos uniformes, diferenciándose tan sólo, aparte de las estrellas de las divisas, en el reborde de las manoplas: rojo para la tropa y de hilo de plata para los oficiales. Se cubren con casco acerado en punta con llorón de plumas blancas de cisne, con carrilleras de escamas doradas, en el frontal en dorado la cifra real (JCI), coronada y sustentada por dos leones.
Monograma real en el embozo y casco del coracero.
Como armamento utilizan una réplica del sable de la Escolta Real de S.M. Alfonso XIII, espada recta con guarnición de acero con 4 gavilanes, en el centro de la empuñadura la cifra Real «JCI» con corona real encima. Sin embargo, no se especifica el diseño de la cifra. Yo conocía el exlibris de don Juan Carlos en los que la cifra coronada abrazaba al numeral, con las iniciales JC dibujadas con la forma de eslabones del Toisón. Sin embargo, esta cifra no concuerda con la que muestran los coraceros, tal como se recogen en las fotografía adjuntas. Una muestra más, a mi entender, de la negligencia nacional y del poco valor que otorgamos a los símbolos. Los símbolos que nos ayudan extraordinariamente a expresar sentimientos.
Sin proponérmelo casi, encuentro la cifra real de Doña Sofía. Quiero dejar  constancia, ahora que hay gente que pretende erigir una República Bolivariana en nuestra Patria, que por la futura Reina Madre siento verdadera veneración y que la considero una gran señora, siempre en su sitio, discreta, culta y  amable, cuya influencia en el seno de nuestra primera familia ha sido invariablemente beneficiosa para España y la Monarquía. 
En el terreno específico de las cifras, colijo que no hay tampoco para la Reina un diseño oficial para su monograma. Reproduzco aquí su inicial coronada tomada de un libro. Se trata de una encuadernación artística del I Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, concedido a Gonzalo Rojas, con la cifra real. Está realizada en piel de cabra azul y decorada con una plancha dorada de estilo clásico. En el centro del plano superior, escudo de España, y en el del posterior, un jarrón. Lomo a la griega con hierros dorados y secos, simulando nervios; en el tejuelo: «Gonzalo Rojas /Cinco visiones». Contratapas en papel con la cifra «S» sobremontada por la corona real pintada a mano, rodeada de rosas y de cuatro rostros dorados. Hojas de guarda y funda en papel pintado a mano formando aguas. Firma «Palomino Olalla» al pie de la contratapa superior.
Exlibris de Doña. Sofía.
Otro ejemplo, es la encuadernación artística con la cifra real, ejecutada por Galván para el libro de Joao Melo Neto, A medida  de la mano, que obtuvo el III Premio de Poesía Iberoamericana. Realizada en piel de cabra marroquín corinto. Decoración original, diseñada y realizada a mano con arquillos dorados y mosaicos, desarrollando una flor de lis. Contratapas en piel de color naranja. En la superior, la cifra «S» surmontada por la corona real. Contraguardas en papel pintado a mano. Cortes dorados «sur temoins». Camisa en media piel y papel moderno, funda en piel de cabra oasis. Firmada «Galván» al pie de la contratapa superior, 22 de diciembre de 1994.
Monograma de la Reina.
Por abundar en estas noticias, tengo yo, producto, sin duda, de mi malsana obsesión por los emblemas, un cenicero de porcelana, con la cifra real entrelazada de don Juan Carlos y doña Sofía. Lo compré hace mil años, en una tienda hoy desaparecida, cuando ellos y yo éramos jóvenes.
2 06, 2014

S.M. EL REY DON JUAN CARLOS ABDICA EN FAVOR DEL PRÍNCIPE DE ASTURIAS.

Por |2020-11-13T03:44:15+01:00lunes, junio 2, 2014|

Ayer, día 2 de junio de 2014, el Presidente del Gobierno D. Mariano Rajoy Brey anunció ante los medios de comunicación, que S.M. D. Juan Carlos de Borbón ha decidido abdicar en favor del Príncipe de Asturias.

S.M. el Rey firmando el documento en el que informa al Presidente del Gobierno su abdicación ( imagen Casa Real).
D. Mariano Rajoy recibió, de manos del Rey, un escrito de abdicación durante su reunión en el Palacio de la Zarzuela. Posteriormente se dirigió a todos los españoles para comunicar la noticia, manifestando que en breve se reunirá el Consejo de Ministros  para organizar la ceremonia de proclamación de D. Felipe como Rey de España.

Escrito firmado por S.M. El Rey dirigido al Presidente del Gobierno (imagen Casa Real).
Sobre las 13.00 horas, en un mensaje televisivo dirigido a todos los españoles, S.M. el Rey expresó la razones que le han llevado a tomar tan trascendental decisión, agradeciendo el apoyo que ha tenido de todos los españoles en estos casi 40 años de reinado. Del mismo modo ha quedado patente su decidida apuesta por su hijo D. Felipe, heredero a la Corona, el cual , según las propias palabras del monarca, «encarna la estabilidad, que es seña de identidad de la institución monárquica».
S.M. el Rey haciendo entrega del documento a D. Mariano Rajoy (imagen Casa Real).
Por el interés que suscita el  mensaje, queremos reproducirlo integramente para conocimiento de todos nuestros lectores y amigos.
S.M. el Rey durante el mensaje a los españoles.

Mensaje de Su Majestad el Rey a los españoles.
Palacio de La Zarzuela. Madrid, 02.06.2014.

Me acerco a todos vosotros esta mañana a través de este mensaje para transmitiros, con singular emoción, una importante decisión y las razones que me mueven a tomarla.
En mi proclamación como Rey, hace ya cerca de cuatro décadas, asumí el firme compromiso de servir a los intereses generales de España, con el afán de que llegaran a ser los ciudadanos los protagonistas de su propio destino y nuestra Nación una democracia moderna, plenamente integrada en Europa.
Me propuse encabezar entonces la ilusionante tarea nacional que permitió a los ciudadanos elegir a sus legítimos representantes y llevar a cabo esa gran y positiva transformación de España que tanto necesitábamos. Hoy, cuando vuelvo atrás la mirada, no puedo sino sentir orgullo y gratitud hacia vosotros. Orgullo, por lo mucho y bueno que entre todos hemos conseguido en estos años. Y gratitud, por el apoyo que me habéis dado para hacer de mi reinado, iniciado en plena juventud y en momentos de grandes incertidumbres y dificultades, un largo período de paz, libertad, estabilidad y progreso.
Fiel al anhelo político de mi padre, el Conde de Barcelona, de quien heredé el legado histórico de la monarquía española, he querido ser Rey de todos los españoles. Me he sentido identificado y comprometido con vuestras aspiraciones, he gozado con vuestros éxitos y he sufrido cuando el dolor o la frustración os han embargado. La larga y profunda crisis económica que padecemos ha dejado serias cicatrices en el tejido social pero también nos está señalando un camino de futuro cargado de esperanza.
Estos difíciles años nos han permitido hacer un balance autocrítico de nuestros errores y de nuestras limitaciones como sociedad. Y, como contrapeso, también han reavivado la conciencia orgullosa de lo que hemos sabido y sabemos hacer y de lo que hemos sido y somos: una gran nación. Todo ello ha despertado en nosotros un impulso de renovación, de superación, de corregir errores y abrir camino a un futuro decididamente mejor. En la forja de ese futuro, una nueva generación reclama con justa causa el papel protagonista, el mismo que correspondió en una coyuntura crucial de nuestra historia a la generación a la que yo pertenezco.
Hoy merece pasar a la primera línea una generación más joven, con nuevas energías, decidida a emprender con determinación las transformaciones y reformas que la coyuntura actual está demandando y a afrontar con renovada intensidad y dedicación los desafíos del mañana.
Mi única ambición ha sido y seguirá siendo siempre contribuir a lograr el bienestar y el progreso en libertad de todos los españoles. Quiero lo mejor para España, a la que he dedicado mi vida entera y a cuyo servicio he puesto todas mis capacidades, mi ilusión y mi trabajo.
Mi hijo Felipe, heredero de la Corona, encarna la estabilidad, que es seña de identidad de la institución monárquica.
Cuando el pasado enero cumplí setenta y seis años consideré llegado el momento de preparar en unos meses el relevo para dejar paso a quien se encuentra en inmejorables condiciones de asegurar esa estabilidad. El Príncipe de Asturias tiene la madurez, la preparación y el sentido de la responsabilidad necesarios para asumir con plenas garantías la Jefatura del Estado y abrir una nueva etapa de esperanza en la que se combinen la experiencia adquirida y el impulso de una nueva generación. Contará para ello, estoy seguro, con el apoyo que siempre tendrá de la Princesa Letizia.
Por todo ello, guiado por el convencimiento de prestar el mejor servicio a los españoles y una vez recuperado tanto físicamente como en mi actividad institucional, he decidido poner fin a mi reinado y abdicar la Corona de España, de manera que por el Gobierno y las Cortes Generales se provea a la efectividad de la sucesión conforme a las previsiones constitucionales. Así acabo de comunicárselo oficialmente esta mañana al Presidente del Gobierno.
Deseo expresar mi gratitud al pueblo español, a todas las personas que han encarnado los poderes y las instituciones del Estado durante mi reinado y a cuantos me han ayudado con generosidad y lealtad a cumplir mis funciones.
Y mi gratitud a la Reina, cuya colaboración y generoso apoyo no me han faltado nunca.
Guardo y guardaré siempre a España en lo más hondo de mi corazón.
1 06, 2014

LA DIVISA DEL NUDO GORDIANO.

Por |2020-11-13T03:44:15+01:00domingo, junio 1, 2014|

POR EL DR. JOSÉ MARÍA DE MONTELLS Y GALÁN.

Me hubiera gustado que el Príncipe de Asturias hubiese retomado la tradición de elegir una divisa o empresa personal, como hizo su padre, añadiendo a sus armas, el yugo y las flechas de los Reyes Católicos. He leído en la Bitácora Heráldica que redacta don Juan Ranea, que Amaiur ha pedido su supresión de las armas reales alegando que son franquistas. Del enemigo, el consejo. Si los separatistas quieren que desaparezcan las divisas, ración doble. Por si alguien no lo sabe, la divisa era una señal distintiva o un emblema tomado como signo por una persona o familia para ser reconocible, cuando, iniciado el siglo XV, las armerías empezaron a complicarse con sus divisiones y subdivisiones en cuarteles. Las divisas se usaban solas y no solían asociarse al escudo. 
El Nudo cortado entre el yugo y las flechas.
Entre las divisas de nuestros señores reyes, invariablemente me ha interesado mucho la del nudo gordiano del Rey Fernando el Católico, quizá porque aparece asociada a la del yugo y las flechas y se le ha concedido muy poca atención. Algunos eruditos señalan que el Católico eligió el nudo en alusión a la leyenda clásica que narra que un oráculo había avisado a los frigios, enfrentados en una guerra civil, que los dioses querían que nombraran rey al primero que se presentase montado en un carro tirado por bueyes. 
Así fue como el labrador Gordias llegó a ser rey de Frigia, región de Asia Menor, en la actual Turquía. En agradecimiento, fundó la ciudad de Gordion sobre el río Sangario y consagró su carro a Zeus: el yugo y su lanza estaban unidos por un nudo tan especial que no podían verse sus extremos, por lo que existía la leyenda de que quien deshiciese o desatase aquel nudo tenía garantizado el dominio de Asia. Así que cuando el gran Alejandro Magno se dirigía a conquistar el Imperio persa en el año 334 a. de C. pasó por Gordion e intentó desatar el nudo de Gordias, pero le resultó imposible por lo que ni corto ni perezoso sacó su espada y lo cortó diciendo: «Tanto monta cortar como desatar». Zeus sonrió desde los cielos mostrándose en una munífica tormenta de truenos y rayos. Y, en consecuencia, Alejandro derrotó a Darío, conquistando Asia, para formar el imperio más grande conocido hasta entonces. Por aquellas calendas, el rey de Macedonia era un tipo fuerte, de mediana estatura y amaneradas formas, que jamás sonreía.
La bandera de la ciudad de Sevilla con el Nudo.
A lo que parece, Fernando se vio impelido a crear una divisa personal concreta cuando fue invitado a ingresar como caballero del Toisón de Oro (que ya habían ostentado su padre, el rey don Juan II de Aragón y su tío Alfonso V) lo que sucedió en el Capítulo número XII de la orden, que se celebró en Valenciennes, siendo Gran Maestre Carlos I, llamado el Audaz o el Temerario, duque de Borgoña, en 1473, cuando Fernando contaba veintiún primaveras. 
La ceremonia de investidura se celebró en España, un año después, en la iglesia de Santa María de Dueñas, de Palencia, en mayo de 1474. Para ocasión tan alta, era tradición que el caballero poseyera una empresa o divisa que lo representara cumplidamente, y es posible que, impulsado por la necesidad de poder exhibir una conveniente, acudiera don Fernando al humanista Elio Antonio de Nebrija. 
Y es bastante probable que Nebrija eligiera para su señor la empresa del nudo gordiano. Tanto monta, abreviación de tanto monta cortar como desatar, es el lema heráldico que utilizó don Fernando II de Aragón. Su divisa personal consistía en la representación del nudo gordiano atado al yugo, cortado (que remitía a la anécdota de Alejandro  Magno), acompañado del mote o lema «tanto monta», señalando que los medios utilizados para resolver un problema no son importantes frente a la solución de este. Es la empresa personal que recogen los expertos y los retratos grabados del rey, como una aspiración de Fernando de ser otro Alejandro macedonio, capaz de reconquistar Jerusalén, recuperar para Cristo los Santos Lugares, como el más laborioso reto al que un rey cristiano podía enfrentarse. El año 1492, supuso la unidad religiosa de España con la expulsión de los judíos, la conquista de Granada y el sometimiento de los musulmanes, el descubrimiento de América y el glorioso empeño de la evangelización universal. Ningún otro soberano consiguió en su tiempo acercarse más a la meta de conseguir la Monarquía cristiana.
Yugo y Nudo Gordiano cortado, unido a «Tanto Monta», lema de Fernando el Católico.
Sin embargo para Tarsicio de Azcona, uno de nuestro mayores especialistas en la Baja Edad Media, el lema no tiene nada que ver con la reina Isabel como se ha venido sosteniendo en alusión a la compenetración política de los monarcas, es exclusivo del rey Fernando, unido a un «nudo, lazo o maraña» que, siendo difícil de desatar, resulta fácil cortarlo de un tajo, como hizo Alejandro Magno. El sentido del mote significaría entonces que da igual cortar que desatar si se consigue el fin pretendido y considerado desde un punto de vista de la moral y la ética cristiana, es un lema inmoral. Azcona cree que es un anticipo del maquiavélico el fin justifica los medios. A mí no me lo parece. Desatar o cortar, tanto monta, el Nudo Gordiano de los separatismos no sería mala empresa para don Felipe VI, creo yo.
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