Plaza Mayor n° 6, Soria, España

Archivos mensuales: mayo 2013

11 05, 2013

LA TABERNA DEL CIELO.

Por |2020-11-13T03:45:27+01:00sábado, mayo 11, 2013|

POR D. ANTONIO VILLEGAS GONZÁLEZ.

En una esquinita del cielo, algo oculta y escondida,  hay una taberna. Es  lugar algo oscuro…iluminado tan solo por velas de sebo , candelabros de hierro  y por las llamas rojas y amarillentas  de la chimenea sobre la que siempre se están asando cochinillos, perdices , conejos o algún puchero bien colmado de garbanzos y  tocino. ¡¡Que no se diga que en la Taberna del Cielo la clientela pasa hambre!! Ya bastante pasaron los pobres allí abajo.
En la taberna se reúnen cada anochecer… pues en el cielo hay amaneceres , atardeceres y  anocheceres ,  todos  más bellos y espectaculares que el anterior, que para algo aquello es el cielo y solamente las cosas más hermosas puede contener. 

Aunque la taberna desentona un poco, la verdad, por eso está en aquella esquinita, casi frontera con el Purgatorio ( con el que se dice está comunicada por un portillo secreto), muy poca gente conoce de su existencia, pues es requisito indispensable para acceder a ella que el candidato reúna dos condiciones: La primera que sea español, considerándose tales a todos los que bajo sus banderas  sirvieron, sea ésta la que fuese.  La segunda, haber demostrado valor, honradez y nobleza.
Algunas veces, el Señor ha estado a punto de clausurar la taberna y mandar hacer un convento de Capuchinos para encerrar  en él a todos aquellos locos que más de una noche han alborotado la paz y el sosiego de todos los demás residentes con sus voces, sus palabras malsonantes, sus bravuconadas y sus intentos de asalto ( borrachos como cubas) al vecino cielo protestante o a la zona reservada a los baños de las damas. Pero luego, claro, se plantan de rodillas  clavando sus espadas ante ellos y rezan con tanta devoción que el Señor no puede más que echarles un rapapolvo mientras intenta ocultar una sonrisa:
-Te tienen tomada la medida esos golfos, Jesús ( le dice su madre).
-Lo sé Madre, pero es que me caen simpatiquísimos…
Sobre una de las mesas de madera maciza tres hombres juegan a  cartas, sobre los respaldos de las sillas de enea cada cual ha colgado su cinto de cuero del que penden sus armas, espada toledana y daga vizcaína.
-¡Envido!
-¡Pardiez!
-¡Voto a Tal!
-¡Ni lo nombres, que aparece…!
-¡JAJAJJAAAAAAAAAAJAJJAJAJAJAAAJJA!
Y las risas atruenan sobre las vigas del techo y los hombres al unísono agarran sus vasos de barro y los entrechocan para luego llevárselos a los labios y beberse el contenido ( un vino tinto fuerte y buenísimo de Toro) de un trago. Luego los tres casi al unísono también se limpian la boca con la manga del jubón y tras mirarse como críos irrumpen en nuevas carcajadas. 

Entonces entra en ése momento un cuarto sujeto. Distinguido y educado da las buenas noches al entrar en correctísimo castellano.
Los  hombres se han levantado nada más verle entrar, con su brazo izquierdo estropeado , su perilla bien arreglada y su cara que evoca rasgos de buena gente. Como los otros, también porta espada y daga.
-¡Maestro!- dice uno de los hombres- Siéntese vuestra merced con nosotros, si nos hace el honor.
– Será un placer Contreras, será un placer…
Se sirve vino al recién llegado que tras despojarse de las armas se ha sentado masajeándose el brazo dolorido:
-¡Malditos turcos!- dice- casi me acaban…
-Luchó vuestra merced como un jabato Don Miguel.
-Todos lo hicimos aquel día.
-Y los que vinieron después…
-¡Pardiez!
-¿Qué noticias trae de ahí abajo, Maestro?
-¿De España?
-Sí…- los tres hombres han abierto mucho los ojos y las orejas, expectantes, ansiosos, deseando recibir las noticias como un hijo espera las de una madre.
-No quieran saber vuestras mercedes…- el rostro del hombre se ensombrece y su frente se arruga, luego se bebe de un trago lo que le queda de vino:
-Gracias capitán Cortés…
-De nada Maestro, ¿tan mal está la cosa?
-Mal no, peor… Allí abajo ya apenas nos recuerda nadie. Las cosas han cambiado mucho y pese a que es vida nueva llena de prodigios y beneficios para todos, nuestros compatriotas están hundidos y humillados.
-¡Mecagüen…! ¿Y nuestra memoria, nuestras hazañas, nuestros desvelos?
-Perdidos en el olvido… Nadie recuerda lo grandes que fuimos, lo que el mundo temblaba delante de nuestras picas. Nadie recuerda que nuestro idioma era el más hablado y respetado, que todos copiaban nuestras obras y nuestras costumbres, nadie recuerda que bajo toda aquella miseria fuimos capaces de levantar el mayor imperio conocido, nadie nos hace homenajes ni nadie nos ovaciona. Y no se lo van a creer vuestras mercedes, pero hasta de sus calles quitan nuestros nombres.
Se vacían los vasos de nuevo… se vacían y se rellenan…. y se vuelven a vaciar. Los cuatro hombres permanecen en silencio, cada cual sumido en sus propios pensamientos y cavilaciones.
El hombre de los ojos claros que había estado callado y escuchando con respeto lo que el otro contaba, se pasa dos dedos por el mostacho y dice:
-¿A vuestra merced también Maestro?
-¿El qué Don Diego?
– ¿Le han olvidado…?
-A mí y a Lope y a tu amigo Quevedo y a Garcilaso y a todos los demás… Hasta al pobre Velázquez lo visitan más herejes que españoles. Y a Goya, pero que el sordo no se entere, ya sabe vuestra merced cómo se las gasta el jodío maño.
-Entonces están perdidos Don Miguel…
-Lo sé amigo, lo sé…
Desde la calle llegan entonces unos gritos alegres, voces recitando a pleno pulmón:
-“Vi los muros de la patria mía…”
Entonces los dos hombres se miran y sonríen:
-No se le ocurra decirle nada vuestra merced a ése loco de Quevedo
-No se preocupe Maestro
-Se tornaría insoportable si se entera de que hace cinco siglos ya llevaba razón…
Se abre la puerta de la taberna y aparecen las figuras de Quevedo y Garcilaso de la Vega:
-¡Qué alegría verle Maestro!, Dígale vuestra merced al señor de Quevedo que en España las cosas están bien, ¡No imagina la tardecita que me ha dado!, ¡Vaya perrera ha cogido el hombre!, ¿Pues no dice que ha soñado que allí abajo ya nadie nos recuerda?, ¡Hágame el favor Maestro y le dice que está errado!
Miguel de Cervantes agarra su vaso de barro y se lo bebe de un trago. Diego Alatriste, el capitán Contreras y el conquistador de Méjico le imitan sin decir palabra.
Una noche más en la Taberna del Cielo,  en la esquina escondida, donde solamente se exige para entrar, ser español , ser valiente, honrado y noble.
A veces me pregunto si alguno podremos entrar en ella cuando nos llegue la hora.
Y pardiez… prefiero no contestarme.
https://www.facebook.com/ant.villegas.glez

Durante siglos los españoles hemos derramado nuestra sangre defendiendo a la bandera. Casi siempre, los que lo hicieron, recibieron a cambio oprobio y olvido.Bajo monarcas inútiles, validos ambiciosos, sacerdotes fanáticos, gobiernos en quiebra y repúblicas débiles y cainítas, los anónimos soldados españoles voluntarios o de levas forzosas salvaron nuestra honra y nuestro honor.
Sin importar la ideología ni el color de su pensamiento, cuando el enemigo llegaba bajo las murallas nunca faltaban espadas. Y nuestros enemigos, vencidos o victoriosos, pocas veces nos vieron la suela del zapato. Para cualquier enemigo el grito viejo y terrible de Cierra España siempre fue presagio de combate duro y sin tregua.
© A. Villegas Glez.
10 05, 2013

HIERRO Y PLOMO. CUENTOS DE LOS TERCIOS VIEJOS.

Por |2020-11-13T03:45:28+01:00viernes, mayo 10, 2013|

Militar profesional durante más de una década, D. Antonio  Villegas González, al más puro estilo del escritor-soldado del siglo de oro, nos traslada a la época más significativa para las armas y los ejércitos de España.
Portada: Alférez de los Tercios Españoles, 1640. Augusto Ferrer-Dalmau.
Los Cuentos de los Tercios Viejos, prologados por el Excmo. Tte. General Jefe del MADOC del Ejército de Tierra D.Francisco Puentes Zamora, llevarán al lector a defender la colina Albuch de Nordlingen, a formar parte de una encamisada nocturna o a convertirse en arcabucero del último cuadro español en Rocroi. Un apasionante compendio con el que viajaremos a ese tiempo irrepetible, en el que los valientes soldados de España atendían a pica y a espada, cualquier afrenta, en el lugar donde se les enviase.
Disponible en formato ePub ( Electronic Publication).
Para más información: 
9 05, 2013

CELEBRACIÓN DEL CAPÍTULO DEL REAL ESTAMENTO MILITAR DEL PRINCIPADO DE GERONA, COFRADÍA DE SAN JORGE.

Por |2020-11-13T03:45:28+01:00jueves, mayo 9, 2013|

El pasado sábado 27 de abril, con motivo de la reciente celebración de la festividad de su Santo Patrón, San Jorge, se celebró en la Catedral de Gerona el Capitulo General del Real Estamento Militar del Principado de Gerona y Cofradía de San Jorge, cuyo Presidente es el marqués de Dou, que ostentaba la representación de S.M. El Rey.
Los actos consistieron en la celebración del Capítulo General anual, al que asistieron los miembros de dicha Corporación. Este año el Real Estamento Militar del Principado de Gerona ha establecido unos vínculos de confraternización con el Cuerpo de la Nobleza del Principado de Asturias y, como consecuencia de ellos, durante el Capítulo General fue entregado a una delegación del Consejo de éste un diploma acreditativo de los diversos actos que durante el último año se han efectuado entre las dos corporaciones.
D.José María del Pozo y Fina, D. Manuel Ruíz de Bucesta y Álvarez, D. Santiago de Llobet y Masach, D. Manuel Rodríguez de Maribóna y Dávila, D. Arturo Llerandi y Morán, D. Carlos Franco y Suanzes y D.Javier Llerrardi.
 A continuación el Obispo de la Diócesis, don Francesc Pardo y Artigas, celebró la Santa Misa con la asistencia de representaciones de las principales autoridades militares y civiles de Cataluña, un Senador del Reino, la S.O.M. de Malta, la O.E. del Santo Sepulcro de Jerusalén, las Reales Maestranzas de Caballería de Valencia y de Zaragoza, el Real Cuerpo de la Nobleza de Cataluña, el Cuerpo de la Nobleza de Valencia, el Cuerpo de la Nobleza de Asturias, las Reales Hermandades de Ntra. Sra. del Portillo de Zaragoza y de Infanzones de Illescas, el Solar de Tejada, la Maestranza de Caballería de Castilla y otras muchas personalidades.
D. Manuel Rodríguez de Maribona, D. Santiago Llobet y el Veguer de la Corporación.
Seguidamente tuvo lugar la ceremonia de ingreso de las Damas y Caballeros Neófitos: doña Mireia de Pol y Cruz, doña María de Gaminde y de Muller. condesa de Samitier y baronesa de Hervés, doña Blanca de Gaminde y de Muller, doña Pilar Montesino-Espartero y Ripol, don Augusto Pi-Gibert y del Pozo, don Jorge Sardá y Gascón, don Arthur de Ferrán y Monturet, don Jérôme de Ferrán y Monturet, don Manuel Luis Ruiz de Bucesta y Álvarez, don Manuel Rodríguez de Maribona y Dávila, don Diego de Gaminde y Montesino-Espartero, don Arturo Llerandi y Morán y don Javier Llerandi y de Inchaurza. Uno a uno fueron acercándose al Presbiterio, acompañados de sus respectivos padrinos, donde les fueron impuestos los atributos por la Presidenta del Brazo de Damas la Baronesa de Vallvert, y el Veguer-Presidente, el marqués de Dou. Concluida la ceremonia se trasladó toda la comitiva a la Capilla de San Jorge, situada en el ábside de la catedral, a rezar las preces correspondientes a su Santo Patrón.
En un momento de los actos.
El Real Estamento Militar del Principado de Gerona tiene por costumbre celebrar la recepción que sigue a su Capítulo General anual y actos religiosos en una casa solariega de la provincia,  y este año los asistentes disfrutaron de una agradable velada de confraternización en una «casa pairal» perteneciente a una antigua familia gerundense cercana a la villa de Besalú.»
8 05, 2013

LA CELEBRACION DEL 58 ANIVERSARIO DE MUTEBI II, REY DE BUGANDA.

Por |2020-11-13T03:45:28+01:00miércoles, mayo 8, 2013|

POR D. FRANCISCO MANUEL DE LAS HERAS Y BORRERO, DOCTOR EN DERECHO Y CORRESPONDIENTE DE LA ACADEMIA DE JURISPRUDENCIA Y LEGISLACIÓN.

El pasado mes de abril ha tenido lugar dos importantes acontecimientos festivos en la Casa Real de Buganda. Uno fue el 13 de dicho mes, fecha de nacimiento del Kabaka Mutebi II, que cumplía su 58 aniversario. El otro lo constituyó la celebración del matrimonio del Príncipe David Kintu Wassaja, hermano del Rey, con Muzaana Marion Nankya.
En dos diferentes entradas procederemos a presentar para nuestros lectores y amigos ambos eventos.
Como hemos informado en otras ocasiones, el Reino de Buganda es, junto a Toro, Bunyoro y Busoga, uno de los cuatro reinos reconocidos por la  Constitución de Uganda de 1995 (el Reino de Ankole no ha obtenido hasta ahora su reconocimiento constitucional). Estos reinos ofrecen  un emblemático ejemplo de la gran capacidad de adaptación de la institución monárquica que, en cohabitación con el sistema republicano, continúa  siendo extraordinariamente útil a su pueblo.

Invitación cursada a D. Francisco Manuel de las Heras, actualmente destinado en Uganda, para asistir a los actos del cumpleaños del Rey.
Este mismo reconocimiento constitucional puede apreciarse en los Reinos Tradicionales de la República de Ghana,  la República de África del Sur, y la Realeza Afroboliviana por parte del Estado Plurinacional de Bolivia.
Como cada año,  el 13 de abril, cumpleaños del Rey, constituye un gran acontecimiento festivo para todos los habitantes de Buganda, que expresan de forma exultante y alegre su adhesión a la institución monárquica, encarnada por Kabaka Mutebi.
Los Reyes escuchando atentamente el himno del Reino al inicio de los actos.
Ronald Mutebi, a la edad de cuatro años, comenzó a frecuentar la escuela primaria en Bugangaizi County, familiarizándose en un área rural con el estilo de vida de sus futuros súbditos. Mas tarde, regresó al Palacio Mengo donde continuó su instrucción impartida por  el británico Mark Amory. En 1969 fue admitido en el Bradfield School, Reino Unido, formando parte de los equipos de cricket, futbol, atletismo y squash. En 1974 ingresó en la Universidad de Cambridge estudiando Leyes y Periodismo.
Después del fallecimiento de su padre Mutessa II,  el 21 de noviembre de 1969, en su exilio londinense, donde se encontraba tras el golpe de estado llevado a cabo el 24 de mayo de 1966 por su Primer Ministro Milton Obote, el Príncipe Ronald Mutebi subió al trono a la edad de 15 años, constituyéndose en el legítimo heredero de una Dinastía de 700 años de antigüedad. 
Kabaka Buganda con su heredero el Príncipe Richard.
Con la llegada al poder del actual Presidente Museveni, Ronald Mutebi regresó del exilio no como Rey de Buganda, sino como Jefe Tradicional de los 52 Clanes. Tras la promulgación de la “Traditional Rulers Assets and Properties Act of 1993”, fue oficialmente coronado Rey  en una gran ceremonia celebrada en Naggalabi en presencia del propio Presidente de la República.  Dos años después, la Constitución de la República de 1995, en su Capítulo XVI, elevaría al máximo rango legal el reconocimiento de los reinos tradicionales.
Aunque en una ocasión anterior hemos comentado ciertos aspectos legislativos de la existencia constitucional de las monarquías  tradicionales de Uganda con el goce de los derechos y obligaciones que ello acarrea, en una próxima ocasión dedicaremos un artículo específico a esta interesante materia para historiadores y  juristas, analizando las normas de desarrollo de la Constitución, algunas de ellas promulgadas recientemente (2011), normas que, estoy convencido, no dejará de sorprender a algunos amigos que niegan la legitimidad del fons honorum de estos reyes.
Aún manteniéndose dentro del marco de las competencias constitucionales, el Parlamento del Reino y el Gobierno de Buganda llevan a cabo una intensa campaña política a favor de lograr un estado federal para Uganda, del que el Reino de Buganda formaría parte, lográndose así un mayor autogobierno y soberanía.
Mutebi II contrajo matrimonio el 27 de agosto de 1999 con Lady Sylvia Nagginda en la Catedral Anglicana de Namirembe, constituyendo el más memorable casamiento de la historia de Buganda.
Boda de Mutebi II.
Al momento de contraer matrimonio, Kabaka Mutebi, como hemos escrito en otra ocasión, era padre de tres hijos, habidos de diferentes uniones no matrimoniales: el Príncipe Jjunju Hiweewa Suuna, la Princesa Joan Nassolo y la Princesa Victoria Nkinzi. Con la Reina Sylvia tuvo a la Princesa Katrina Ssangalyambogo. Hace dos años trajo al mundo al Príncipe Richard, igualmente habido de una unión no matrimonial,  siendo el heredero del Trono. El Príncipe Jjunju, como primer hijo, no puede ser el heredero pues tiene como responsabilidad liderar la Familia Real, pero además al no ser su madre bugandesa (es natural de Ruanda), tampoco podría heredar el trono.
La celebración del 58 Aniversario de Kabaka Mutebi, para cuyos actos se cursaron las protocolarias invitaciones por parte del Katikkiro, In. J.B. Walusimbi, tuvo lugar en Lubiri y Mengo en presencia del Vicepresidente de la República y Cuerpo Diplomático acreditado en Kampala.
Mutebi II y su esposa la Reina Silvia.
El pueblo de Buganda, en los días previos, participó activamente en la preparación de los actos, adornando las calles, promoviendo campañas televisivas en honor del Rey y promoviendo adhesiones a través de las redes sociales.
El día 13, cumpleaños del Rey, estuvo marcado por un desbordante entusiasmo del pueblo durante toda la jornada, poniendo de manifiesto su inquebrantable adhesión a la institución monárquica.
7 05, 2013

ALGUNAS PRECISIONES AL ARTÍCULO DE LUIS PINILLOS SOBRE EL ORATORIO DE LA SANTA CUEVA DE CÁDIZ.

Por |2020-11-13T03:45:28+01:00martes, mayo 7, 2013|

POR D.JOSÉ LUIS SAMPEDRO ESCOLAR.

El artículo objeto de estas precisiones, publicado en el blog Doce Linajes de Soria el 4 de mayo de 2013, se publica firmado por Luis Pinillos Lafuente, autor que una vez más nos sorprende con sus ocurrencias.
La primera parte está compuesta del resumen de una recolección de párrafos del libro Carta edificante o relación sumaria de la vida del exemplar sacerdote… Josef Saenz de Santa María (anónimo de 1807), muy conocido de quienes hemos investigado acerca del II marqués de Valdeíñigo, y también copia literalmente de varias páginas de internet que estudian la Santa Cueva de Cádiz, objeto del mecenazgo del personaje supuestamente estudiado después. Algunas se citan en la bibliografía, otras, se omiten.
En suma, el texto expone diferentes aspectos referentes a D. José Sáenz de Santa María, personaje suficientemente estudiado por diferentes obras conocidas, citadas algunas en la bibliografía del trabajo en cuestión, pero que no aportan nada inédito, salvo para su propio autor porque (como él mismo cita en la bibliografía) en 2008 Pinillos autoeditó su libro Valdeosera, el Solar de las trece divisas; en la pág. LI de la Segunda Parte de esa obra, Pinillos publica una primera versión de la biografía del Padre Saenz de Santa María que, pese a su brevedad, está plagada de errores, corregidos en este nuevo texto que cinco años después nos presenta. Me remito, sobre este libro de Pinillos de 2008, a lo ya dije en ese blog de Doce Linajes el lunes 21 de marzo de 2011, particularmente al párrafo que en 2011 decía: Los descubrimientos inéditos de D. Luis Pinillos (DLP) nos dejan perplejos… ¿Y las fuentes de la novedosa genealogía que nos ofrece DLP de los marqueses de Valdeíñigo? Porque DLP altera completamente la hasta ahora tenida por verdadera en cuanto a la identidad del I marqués, al que convierte, sin saberlo, en hermano de su padre. Por lo menos, desde 2011 a la fecha, DLP ha trabajado algo en esta familia.
Lo hasta aquí dicho es anecdótico hasta para el autor, cuya finalidad manifiesta es la de dar una vez más rienda suelta a sus ataques al Solar de Tejada y a la documentación que éste conserva, donde se recoge la versión de la cancillería de Enrique IV respecto a los legendarios orígenes del linaje de Tejada. Pinillos califica de versión torticera y apócrifa, esta historia,  y afirma que se encuentra en un documento cuya autenticidad está puesta en tela de juicio por no pocos eruditos (le agradeceríamos citase por su nombre a estos eruditos). Se refiere Pinillos a la  “Real Carta de los Reyes Católicos, de fecha 1491”,  de la que dice textualmente: la cual pese a su regia apariencia, es opinión generalizada de que se trata de un palimpsesto, en base -entre otros considerandos que incluyen la lógica y el sentido común-, a hechos constatables.
Sin embargo, Pinillos acepta como dogma de fe un documento de 1589, la autodenominada Relación verdadera de la antigüedad e fundación de la Villa y Solar de Valdeosera…”de la que acepta a pies juntillas todo, desde la existencia de Sancho de Tejada hasta la batalla de Clavijo en su versión más mítica. Lea, por favor, de Pedro Luis Beltrán Onofre, canciller del Solar de Valdeosera, el libro Devisas y Deviseros del Solar y Villa de Valdeosera. Ediciones Hidalguía, 2012. Léalo y haga un esfuerzo por entenderlo sin prejuicios.
Asombra la capacidad de pontificar en materias que le son ignotas a Luis Pinillos, pues nada menos que se permite contradecir la opinión de D. Juan Carlos Galende Díaz y D. José María de Francisco Olmos quienes, bajo el título “Carta de privilegio y confirmación de los Reyes Católicos al linaje de Tejada (1491). Aspectos diplomáticos”, publican, en el número 356 de la revista Hidalguía un ilustrativo artículo respecto al documento que tan despectivamente trata L. Pinillos.
Juan Carlos Galende Díaz es Doctor en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Profesor Titular del Departamento de Ciencias y Técnicas Historiográficas y de Arqueología de la Facultad de Geografía e Historia. Integrante de diferentes proyectos de investigación nacionales e internacionales (“Catálogo concordado de los repertorios bibliográficos de Hernando Colón”, “Dictionnaire Historique de l’Anthroponymie Romane”, “Documentación epigráfica y paleográfica de interés científico-cultural e histórico-social para la Comunidad de Madrid”, “El proceso de señorialización en el territorio de la actual comunidad de Madrid”, “La organización del espacio en la Corona de Castilla (1212-1369)”, “Estudio integral del Códice Durán conservado en la Biblioteca Nacional de Madrid”, “Onomástica y deonomástica”…). Es también Director de la Revista “Documenta & Instrumenta”, editada por el citado Departamento universitario. Asimismo es autor de diversas monografías, como por ejemplo: “EPISTOLARIO DE LA EMPERATRIZ MARÍA DE AUSTRIA”, “CRIPTOGRAFÍA. HISTORIA DE LA ESCRITURA CIFRADA”, “DICCIONARIO GENERAL DE ABREVIATURAS ESPAÑOLAS”, “LA CRISIS DEL SIGLO XVIII Y LA INQUISICIÓN ESPAÑOLA”, “FUENTES DOCUMENTALES PARA LA HISTORIA DE LAS ISLAS BALEARES (1775-1834)”, y “ANTROPONIMIA MADRILEÑA DEL SIGLO XVII. HISTORIA Y DOCUMENTACIÓN”, y de numerosos artículos de carácter paleográfico-diplomático, entre los que destacan los temas braquigráficos, criptográficos, codicológicos, cronológicos, archivísticos o bibliotecarios.
En el campo de la investigación histórica predominan los estudios sobre cuestiones inquisitoriales, militares y docentes, que han sido publicados en las revistas españolas más prestigiosas. Por último, además de dirigir varias tesis doctorales y trabajos de investigación universitarios, se puede destacar su participación en mesas redondas, jornadas científicas de conferencias, congresos, cursos y coloquios, de los que ha sido, en ocasiones su director o su secretario científico.
Por su parte, Don José M. de Francisco Olmos es Licenciado en Geografía e Historia, especialidad Historia medieval (UCM) (1991), Doctor en Historia Medieval (1995), Tesis: «El Príncipe Heredero en las Coronas de Castilla y Aragón durante la Baja Edad Media», Premio Extraordinario de Doctorado; Profesor Titular de Ciencias y Técnicas Historiográficas (de Escuela Universitaria desde 1998 y de Universidad desde 2007); Académico de número de la Real Academia Matritense de Genealogía y Heráldica; Académico correspondiente de la Real Academia de la Historia; Secretario Académico de la Facultad de Ciencias de la Documentación (UCM), etc., etc.,etc.
Ya me he cansado de escribir y tengo cosas más importantes a las que dedicar mi tiempo que a desmentir los infundios de Luis Pinilos. Lea el artículo de Galende y De Francisco; a lo mejor, dentro de otros cinco años, nos sorprende opinando que la Carta de 1491 de los Reyes católicos no es falsa. Por cierto, señor Pinillos ¿es falsa también la de Carlos V de 1527? 
Muy agradecido.
José Luis Sampedro Escolar
Numerario de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía
.
6 05, 2013

CICLO DE CONFERENCIAS SOBRE LA ORDEN DE MALTA EN ESPAÑA.

Por |2020-11-13T03:45:29+01:00lunes, mayo 6, 2013|

El día 9 de mayo de 2013, en la sede de la Embajada de España ante la Soberana Orden de Malta, a las 18 horas tendrá lugar la conferencia “ La Soberana Orden de Malta en España, arraigo de un carisma en personas y territorios”.
La misma se pronunciará  abriendo el  ciclo de conferencias, que bajo el título de “España y la Orden de Malta: nueve siglos de amistad y cooperación”, organiza  la mencionada legación diplomática.
Destacar que la conferencia inaugural será pronunciada por  D. Alfonso de Ceballos- Escalera y Gila, Vizconde de Ayala y Marqués de la Floresta.

El ciclo tiene previsto completarse con las siguientes conferencias:
28 de mayo de 2013: «España en la Orden de Malta: Un Compromiso de Servicio Histórico», que será pronunciada por D.Gonzalo Anes y Álvarez de Castrillón, Marqués de Castrillón.
5 de junio de 2013: «La Asamblea Española, el Subpriorato de San Jorge y las Comendadoras Sanjuanistas. Pasado, Presente y Futuro», que será pronunciada por D. Gonzalo Crespi de Valldaura y Bosh-Labrús, Conde de Orgaz.
17 de junio de 2013: «El Compromiso Social de la Orden de Malta en España y en el Mundo», que será pronunciada por D.Fabio Cassani-Pironti y Pironti di Campagna.


Como ya hemos comentado, todas las conferencias tendrán lugar en la sede de la Embajada de España ante la Soberana Orden de Malta.
Evento patrocinado por la Obra Pía de Establecimientos Españoles en Italia, en Colaboración con el Instituto Cervantes.
5 05, 2013

EL DOS DE MAYO EN EL CEMENTERIO DE LA FLORIDA, EN MADRID.

Por |2020-11-13T03:45:29+01:00domingo, mayo 5, 2013|

El presidente del ejecutivo de la Comunidad de Madrid, don Ignacio González, presidió el primer acto del Día de la Comunidad de Madrid de 2013, el DOS DE MAYO, en el Cementerio de la Florida, rindiendo homenaje a los 43 héroes asesinados en sus inmediaciones por orden de Murat, en la madrugada del 3 de mayo de 1808.
Este homenaje, convocado por la Sociedad Filantrópica de Milicianos Nacionales Veteranos, entidad que custodia el mencionado cementerio desde 1917, y cuyo Presidente, José Luis Sampedro Escolar,  actúa de anfitrión , comienza con el acto de encender la llama votiva ante la reproducción del famoso lienzo de Goya que inmortaliza el fusilamiento de los patriotas, reproducción en cerámica de José Manuel Sánchez Ríos, antiguo Director de la escuela de Cerámica, aledaña al cementerio, que fue un gran protector de este recinto.
Posteriormente se rindió homenaje a las víctimas de la represión napoleónica en la cripta donde sus restos se encuentran sepultados, ante la lápida en la que se mencionan los nombres de los 29 héroes identificados tras arduas investigaciones y se recuerda a los catorce anónimos que con ellos reposan.
A continuación, los señores González y Sampedro colocaron una corona de laurel en el lugar donde se enterraron primeramente los restos de los homenajeados, antes de su traslado en 1960 a la actual cripta donde yacen, y, seguidamente, el Presidente de la Sociedad Filantrópica de Milicianos Nacionales veteranos pronunció las siguientes palabras:
Un año más este cementerio de la Florida sirve de marco al homenaje a los héroes que pagaron con su vida el gesto patriótico de defender a la patria contra el invasor. Este sagrado recinto alberga los restos mortales de 43 de aquellos hombres en los que quedan representados los miles de españoles que se sacrificaron para que España no perdiese su soberanía, expresión suprema de la libertad, tan absolutamente necesaria para que pueda manifestarse el ejercicio de la democracia.
Este homenaje, tan justo, cuenta desde hace años con la presencia destacada de la más alta autoridad autonómica y este año, Señor Presidente, os recibimos por primera vez en esa digna condición, aunque no sea la primera vez que asistís a este acto. Como a vuestros antecesores en el cargo –y queremos tener un especial recuerdo para Dª. Esperanza Aguirre, que siempre nos brindó su ayuda- os agradecemos sinceramente este honor que nos dispensáis, valorando el esfuerzo que supone desplazarse a este punto a hora temprana para continuar después con un apretado programa cargado de solemnidad. Pero, valorándolo explícitamente como lo hacemos, creemos que es un esfuerzo justificado con creces por el mérito que homenajeamos en esos 29 patriotas cuyos nombres rescata del olvido la lápida de la cripta y los catorce héroes anónimos que les acompañan en ese nicho. El honor que nos dispensáis acudiendo a este acto organizado por la Sociedad Filantrópica de Milicianos Nacionales Veteranos está, pues, justificado al recordar esa actitud, ejemplo para todos, de quienes no se sometieron a la ilegítima agresión contra bienes sagrados.
Desde hace ya dos siglos la nave de la patria navega por aguas una veces turbulentas, otras amainadas. Desde hace algo más de un cuarto de siglo España había logrado un encauzamiento razonable de las legítimas discrepancias en lo que atañe a la cosa pública, lo que se  tradujo en bienestar político-social y económico. Las de los últimos años no son las mejores, pero, tengamos perspectiva histórica, el pueblo de Madrid, y el de España toda, han pasado por momentos mucho peores, no sólo en lo económico y social, sino en lo político e ideológico, hasta romperse nuestra convivencia en sangrientas luchas cainitas que algunos parecen añorar. Unos, por desconocimiento de las tragedias sin cuento que se desatan cuando se siembran locamente vientos ingobernables una vez desatados; otros, más culpables, sembrando engaños y mentiras en los jóvenes y en los indocumentados para conseguir miserables fines a los que se sirven del separatismo y el terrorismo para el medro personal y el enriquecimiento depredador.
Este acto que hoy nos reúne sirve para reflexionar sobre estas situaciones y actitudes.
La Sociedad Filantrópica de Milicianos Nacionales Veteranos custodia desde 1917, hace cerca de un siglo, este cementerio y pese a dramáticos avatares no ha desmayado en mantener bien alta la bandera de la dignidad nacional. Insisto en que hace casi un siglo que vela por la memoria de estos patriotas a los que hoy homenajeamos, pero desde mucho antes, desde 1839, defendemos, con mayor o menor acierto, unos principios de convivencia basados en el ordenado juego que garantiza una Constitución que legitime a las mayorías y garantice el respeto a las minorías pero, también, que defienda a las mayorías del atropello de los que, sin el necesario apoyo popular, tratan de imponer sus quimeras sin más legitimación que el error, la mentira, la amenaza, la extorsión, el insulto, la calumnia y la violencia.
Por ello, cada año, el Siete de Julio celebramos un acto de Afirmación Constitucional, conmemorando esa fecha, el 7 de julio de 1822, en que Madrid se conmocionó con un intento de derogación del ordenamiento constitucional, esforzándonos en que ese acto no constituya un recuerdo de enfrentamientos entre españoles sino un compromiso de apoyo a las soluciones ordenadas y legítimas que una Constitución sana significa.
A la vista de la gravedad de la crisis que sacude nuestro modelo de convivencia, no sólo en España sino en todo nuestro entorno, y pese al mensaje optimista que nos permitimos recordando los difíciles periodos que hemos vivido en los siglos XIX y XX, se impone el estudio de los problemas presentes, sin miedo a los cambios que se revelen como útiles y justificados, pero sin admitir como dogma la necesidad del cambio por el cambio y sin fijar previamente la meta a la que deseemos arribar, única manera sensata de fijar la ruta que debamos seguir para alcanzarla.
No son únicamente los políticos los llamados a opinar y gestionar las propuestas de cambios sin duda necesarios; impliquémonos todos los sectores ciudadanos en  nuestros respectivos ámbitos de actuación, estudiando las situaciones, apoyando o rechazando propuestas alternativas de fórmulas y soluciones.
Mientras acometemos estos procesos de estudio procurando el mayor acierto en los cambios que se adopten, aceptad, señor Presidente, el nombramiento como miembro de Honor de nuestra Sociedad Filantrópica, en la que militaron personajes tan ilustres como el general Palafox, Evaristo San Miguel, Isaac Peral, Amós Salvador y Rodrigáñez, o Fernando Primo de Rivera, y cuyo fin social no es más que defender la dignidad de este recinto histórico  y la promoción de la convivencia pacífica y ordenada en el respeto a las opciones políticas legítimas, amparadas por la Constitución.
Con nuestro agradecimiento a todos por su presencia, invito a decir sin complejos, como dijeron los patriotas españoles entre 1808 y 1814

¡VIVA EL REY! ¡VIVA ESPAÑA!

Una vez finalizadas sus palabras, el señor Sampedro entregó al Presidente el diploma acreditativo de su nombramiento como miembro de honor de la Sociedad Filantrópica de Milicianos nacionales Veteranos, tras de lo cual, don Ignacio González tomó la palabra para afirmar que, 200 años después de aquel Dos de Mayo, hay que seguir defendiendo la Nación, Libertad y Soberanía Nacional frente a quienes ponen en cuestión estos valores.
El presidente González recalcó que en aquel momento fue en la Puerta del Sol, actual sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid, donde «surgió un nuevo orgullo de pertenecer a España» y el «impulso del pueblo de constituirse en sujeto de la soberanía nacional».
«Hoy Nación, Libertad y Soberanía Nacional siguen siendo tres conceptos meridianamente claros que debemos defender de quienes los ponen en cuestión, tres conceptos sobre los que se asienta nuestro futuro en común paz y prosperidad», destacó el presidente, quien   en este mismo sentido, indicó que hoy, al igual que ayer, corrían tiempos de «dificultad e incertidumbre» y ha destacado que en aquel momento los madrileños que se levantaron contra las tropas francesas fueron fieles a la «libertad igualdad justicia y la nación» y murieron por «defender su país, libertad costumbres y sus leyes».
En la ofrenda de la corona de laurel a los 43 patriotas fusilados, estuvieron presentes el Presidente de la Cámara legislativa autonómica y otros representantes de la Mesa de la Asamblea de Madrid, consejeros del Gobierno regional, así como el secretario general del Partido Socialista,Tomás Gómez, y el portavoz del Partido Popular en la Asamblea de Madrid, Íñigo Henríquez de Luna, señalándose la ausencia de representantes de Izquierda Unida.
En su intervención, el presidente regional indicó que 205 años después del levantamiento es su obligación reunirse y homenajear a estos héroes, que «convirtieron un Reino de súbditos en una Nación de ciudadanos libres» y que son «ejemplo de honor y lealtad» que debe inspirar a los españoles a lo largo de los tiempos.
El presidente madrileño recordó que en este «acto de rebeldía participaron casi exclusivamente las clases populares», que fueron las primeras en «reaccionar contra la tiranía». La consecuencia fue la Constitución de Cádiz, la primera carta magna liberal de Europa.  Además, destacó que estos patriotas no salieron a la calle por sus privilegios, sino que «pelearon valientemente contra un enemigo mucho más fuerte» y los presentó como ejemplo para los españoles.
Los actos en el cementerio de la Florida continuaron con el homenaje que todos los años celebran allí los miembros de la Asociación ARES de Reservistas Españoles, que este año, tras la ofrenda floral a los caídos, entregaron una bandera de mochila al General don Francisco Ramos Oliver, antiguo Director del Instituto de Historia y Cultura Militar, particularmente por la labor desarrollada al frente de la Dirección de Personal del Ejército de Tierra.
A las doce, el párroco de san Antonio de la Florida ofició el Santo Sacrificio de la Misa, continuando la celebración con una jornada de puertas abiertas que posibilita al público continuar el homenaje a los héroes de 1808.
La Sociedad Filantrópica de Milicianos Nacionales Veteranos organiza visitas guiadas al cementerio (calle de Francisco y Jacinto Alcántara, en el Parque del Oeste) con carácter gratuito, que se pueden realizar los sábados y domingos de 10 a 13:30 durante los meses de mayo y junio
.
4 05, 2013

1521. EL AÑO QUE NACIÓ NUEVA ESPAÑA.

Por |2020-11-13T03:45:29+01:00sábado, mayo 4, 2013|

POR D. ANTONIO VILLEGAS GONZÁLEZ.

Nace un nuevo día, otro más que sumar a la vida, o que restar, por que a mi edad ya los días se restan y no se suman, pues son ya más los que dejo atrás para siempre que los que me quedan por vivir. Aunque la verdad… no puedo quejarme.
 ¡Pardiez!, estoy vivo y con los miembros intactos y vivo en un caserón rodeado por mis hijos y mis nietos. A mi lado está la fiel y hermosa Yupami, o Isabelita como le gusta que la llamen, y el oro no me falta en la bolsa.
De Hernán Cortés podrán decir lo que quieran, pero jamás dirán que no es generoso con sus hombres, al menos con los leales, con los que junto a él, conquistamos el mayor imperio  que hay sobre estas nuevas tierras.
Retrato de Hernan Cortés ( anónimo) óleo del siglo XVI. Col Patronato Hospital de Jesus ( foto de Pedro Cuevas).
Creo que ya les hablé a vuestras mercedes de “La Noche Triste”, que más que triste fue sangrienta, terrible, empapada e inacabable y la posterior batalla en las llanuras de Otumba, dónde no sé cómo logramos vencer a tanto guerrero, a tanta masa humana que se nos echaba encima… Pero lo hicimos.Santiago y el antiguo valor  nos dieron la victoria.
Todo había comenzado en Cuba donde Cortés, cuñadísimo del gobernador Velázquez era alcalde.  Algunas expediciones habían traído noticias sobre fabulosas tierras cuajadas de oro, el Cipango que Colón andaba buscando. Se hablaba de un poderoso y rico reino que se extendía por aquellas tierras ignotas. Así que Velázquez de Cuéllar preparó una expedición y puso al mando a Cortés.
Yo solo soy un simple soldado y mi nombre no pasará a la historia, pero les diré que tras dimes y diretes, envidias y ambiciones, desconfianzas y consejos malintencionados, hasta nuestro capitán llegaron noticias de que iban a quitarle el mando. ¿Creen vuestras mercedes que aquello arredró a Cortés?, pues no, ni mucho menos.Nos ordenó embarcar de  inmediato, izar el velamen y salir del puerto tan campantes, en las mismísimas narices del Gobernador y de la guardia que traía para arrestar a Hernán Cortés. Recuerdo la cara que se le quedó al pobre Velázquez cuando vió los barcos alejarse, rojo de ira, verde de rabia y azul de consternación. Creo que en aquel mismo momento supo que la gloria y la fama ya no serían para él.
Les contaré a vuestras mercedes que en Cuba todo el mundo quería venir con Cortés, pues era hombre que despertaba en los demás el irreprimible deseo de seguirle y participar de su loco sueño, había algo en la mirada del capitán, algo extraño, un brillo convencido de que conseguiría su objetivo o moriría en el intento.
La promesa del oro y la gloria, pues qué quieren que les diga, es demasiado atractiva para dejarla pasar, demasiado atrayente para un hijodalgo segundón, que o te metías a cura o en milicia, y a mí, ¡pardiez!, jamás se me dieron bien los latines.
Arcabucero.

En la expedición viajaban capitanes valientes y decididos, dispuestos a morir por el oro y la gloria, nombres como Alvarado, Ávila, Portocarrero, Ordás, Olid o Sandoval, con los arcabuceros que mandaba éste último estaba encuadrado yo.
Además llevábamos dieciséis buenos caballos, acostumbrados a la guerra y la vorágine, doscientos indígenas de la isla y algunos esclavos negros como el hollín, además de una jauría de mastines que provocaban espanto en los indígenas.
El dieciocho de Febrero de 1519 levamos anclas rumbo a lo desconocido, rumbo a la gloria o a la muerte.
La primera parada fue en la Isla de Cozumel donde se nos unió un cristiano que llevaba entre los mayas, que así se llamaban los indios de aquellas tierras, desde antes de la expedición de Grijalva, un naufrago que había llegado allí de mano de la providencia, Aguilar se llamaba, y se unió de inmediato a la expedición como intérprete.
Tenían que haber visto vuestras mercedes como besaba la Cruz y nos abrazaba a todos, daba lástima verle, vestido de indio y llorando como un niño. ¡Compatriotas!, ¡Cristianos!, ¡Españoles! , decía entre lágrimas emocionado venga besar una crucecita que alguien le había dado.
Tras este afortunado encuentro costeamos la península de Yucatán, hasta que llegamos a la región que los indígenas llamaban Tabasco, allí nos encontramos indios hostiles que nos atacaron con valor, arrojándonos flechas, pedruscos y todo lo que agarraron.
Pero a pesar de su valentía nada pudieron hacer contra los arcabuces, ni contra el buen acero toledano y mucho menos contra los caballos que les provocaban pánico, y de los que huían en desbandada. Por cientos y cientos murieron aquel día de marzo de mil quinientos y diecinueve en el ensangrentado llano de Centla. Por el país se extendió la noticia de que unos dioses invencibles habían llegado y que el mundo se acababa.
Pocos días después de la derrota indígena fundamos la ciudad de Santa María de la Victoria y hasta ella se llegó el cacique indio de la región a rendir pleitesía a Cortés. Como presente traía veinte muchachas, a cual más hermosa… Imaginen las querellas y espadazos que hubo por conseguirlas.
Hernán Cortés se llevó el premio gordo, una india guapísima de cuerpo que quitaba el hipo y encima despierta e inteligente, esclava desde niña y que hablaba los idiomas de las distintas tribus.
Armas de Hernán Cortés.
La llamaron Doña Mariana, pero como se convirtió en amante de Hernán, la llamábamos la Malinche, puesto que así solíamos llamar al capitán, Malinche, que viene a significar Señor, o Jefe, o Capitán… El caso es que Malinalli, este era su nombre indígena, se convirtió en pieza fundamental para nosotros, acompañándonos ya de aquí en adelante durante todas nuestras aventuras.Dicen por ahí, que ella y el capitán, son los padres de una nueva gente, de los que habitarán estas tierras en el futuro. Mexicanos les llaman.
En Abril dejamos una pequeña guarnición en Santa María y seguimos camino hacia San Juan de Ulúa, que había sido fundada por el gran Juan Grijalva, unos pocos años antes. Allí fue donde tuvimos el primer contacto con los aztecas que nos trajeron regalos de parte de su emperador Moctezuma, pero con el mensaje o amenaza de que no nos adentremos más en su territorio. Pero claro, ni caso les hicimos.
Cortés ordenó el avance por la región donde se corría la voz como la pólvora de que el dios Quetzalcóatl se paseaba, revivido, por el imperio, rodeado de bestias infernales junto con los amos del trueno.
Llegamos hasta donde los Totonacas, otra tribu de las muchas que habitaban aquella región inmensa, y allí fundamos, o fundó Cortés, para así poder legalizar su huida de Cuba y su desplante a Velázquez.  Pues es sabido que si se funda una ciudad, automáticamente, el capitán que lo hace se convierte en Adelantado y mientras pague su quinto real, al emperador le da igual que sea uno u otro el que conquiste territorios para la Corona, por eso Hernán Cortés se proclamó capitán general, quien debía rendir  cuentas de allí en adelante tan solo con el Rey.

El diez de junio se fundó formalmente la Villa Rica de la Vera Cruz y se firma un pacto de alianza con la tribu de los Totonacas, que odian a los aztecas y nos cuentan que la región entera está dispuesta a luchar contra los mexicas, por estar hartos de su crueldad y  arrogancia para con los otros pueblos, a los que usan como ganado para  sacrificios.
Así conocimos a los Txacaltecas, los más poderosos y fieros de entre los enemigos de los aztecas y que a la postre serían nuestros principales aliados.
Bueno, ya conocen lo que vino después, las carreras por las pasarelas, la lucha, las carnicerías sin cuento, la huída desesperada, la llegada de Narváez, la batalla de Otumba. Y aquí estábamos ahora, de nuevo frente a Tenochtitlán dispuestos a hacernos con la ciudad y con el imperio.
Fue a primeros de mil quinientos veintiuno cuando el plan de Cortés se puso en marcha. Con los restos de nuestras naves barrenadas se habían construido trece bergantines artillados y llevados hasta el lago, contábamos con  más caballos y más arcabuces. Yo adquirí uno nuevecito con el sello del fabricante vascongado más famoso, de buena madera de cerezo y con una boca de fuego que daba pavor contemplar.
Lo primero que hicimos fue cortar el abastecimiento de agua a la ciudad , cerramos todas las pasarelas de acceso, nos hicimos con el control de los pueblos de los alrededores y del lago.
Empezaba el asedio de Tenochtitlán.
No fue sencillo, ni fácil.
Los aztecas atacaban con sus canoas, atacaban desde las pasarelas, atacaban desde todas partes.
Pese a la recia carnicería que les hacíamos se defendían como leones.
Pero poco a poco, avanzando a sangre y fuego nos íbamos acercando al templo, centro de la defensa,  donde llevaban a los prisioneros capturados para ser de inmediato sacrificados.
Les juro a vuestras mercedes que lo que más miedo daba era que te agarrasen, que te cogiesen cien brazos y te pusiesen sobre la piedra enrojecida y resbaladiza de sangre del altar mayor, para allí arrancarte el corazón todavía latiente y cortarte la cabeza luego para adornar las perchas.
Y luego dicen los infieles, y los herejes, que la Religión Verdadera es cruel y sanguinaria, pardiez, los dioses aztecas jamás se sacian de sangre.
Los días pasaban y la gente en la ciudad  moría de hambre y de sed . Morían a cientos por la peste que se había extendido por toda la región, matando indígenas a millares, tanto aliados como enemigos, sin distinción, hasta algún cristiano se llevó la terrible enfermedad.
Sin embargo los aztecas seguían resistiendo, desde las pasarelas, desde el lago, desde las terrazas de las casas, desde todas partes aparecían y nos atacaban, defendían su hogar con valor. 
Son admirables estos indígenas, como lo son también nuestros aliados que combaten ardorosos para quitarse el yugo azteca, y lo hacen de forma crudelísima, aunque, pardiez, ya me explicarán vuestras mercedes cómo se conquista una ciudad que está en pie de guerra si no es a sangre y fuego.
La fortuna me mantuvo sano y entero, ella y la Santa Virgen María, pues más de una vez estuve a pique de ser capturado y llevado en volandas hasta el sumo sacerdote.
Yo tuve suerte, otros no tanta, y fue una de estas capturas de compatriotas la que nos dio el último empujón y el último impulso para vencer.
Era julio creo, las fechas se confunden en mi mente anciana y los aztecas controlaban solamente ya una parte de la ciudad, el resto había ardido hasta los cimientos y las calles ennegrecidas olían a muerte cuajadas de cadáveres y de moribundos, el lago Texcoco, donde se asentaba la ciudad estaba lleno de muertos flotando hinchados como globos y los lamentos de las mujeres y los niños llenaban los silencios del combate y te ponían los pelos de punta.
Como hijodalgo y español no me gustaba aquello, pero no sé si les he contado que los aliados, sobretodo los txacaltecas, odiaban a muerte a los mexicas y una vez dentro de la ciudad no dejaron títere con cabeza y la matanza fue espantosa.
Así de cruel es la guerra y la costumbre de los seres humanos de matarnos unos a otros, costumbre esta que seguirá igual por todos los siglos.
Aquella mañana Cortés se vió envuelto en una refriega, rodeado de enemigos que lo arrojan del caballo y lo capturan, el chillerío de los aztecas enardecidos por haber capturado al comandante  fue lo que nos alertó, vimos como se llevaban al capitán y a algunos otros camaradas, rodeados por mil brazos pasarela adelante y directos al templo.
Cristóbal de Guzmán fue el que atacó él sólo espoleando su caballo y los demás fuimos  detrás, disparando y tajando como descosidos , destrozando enemigos a pares con las picas, llamando al santo Apóstol a cada paso y a cada espadazo.  Cortés zafándose de sus captores peleaba y se debatía, pero lo cierto es que se salvó porque Guzmán le cedió su caballo sacrificándose él mismo. Y es de justicia recordarlo.
Fue una locura, un caos de brazos, espadas, dagas, mazas y arcabuzazos, de gritos de terror de los camaradas que eran conducidos, pasito sí, pasito no, hasta el templo y su tétrica piedra.
Hernán Cortés y Montezuma II.
No sé como pude escapar, tajé y tajé con la espada tras haber destrozado el mocho del arcabuz usándolo como maza, así ensangrentado y sin aliento conseguí zafarme de las manos que me empujaban y que me conducían como a cordero al matadero.
Luego contemplamos horrorizados lo que con nuestros compañeros hacían y hasta con los caballos que se llevaron también, ¡pobres camaradas, pobres bestias!.
Desde la distancia , pues solamente una pasarela nos separaba de las escalinatas del templo, vimos como rodaban los cuerpos decapitados y con el corazón arrancado de cuajo de nuestros amigos, el último fue el del pobre y valiente Cristóbal de Guzmán.
Pero el horror no había terminado, en poco rato y a la vista de todo el mundo, colocaron una de aquellas perchas donde los mexicas ensartaban las cabezas cercenadas de sus enemigos.
Aquella percha, llena de cabezas de españoles y de los caballos capturados nos removió las entrañas.
Sobretodo a Alvarado, que al ver los restos de su amigo, ensartados cual pincho moruno, agarro su acero y gritando como un endemoniado se lanzó hacia la pasarela y la escalinata.
Avanzamos entonces como una ola de picas y de espadas, una ola que gritaba ¡Santiago!, una ola que gritaba ¡España!, primero sobre la pasarela donde tan sólo se salvó el indio que se arrojó al agua, y luego subimos las escaleras empinadas y rojas de sangre fresca española empapando los escalones de piedra y subíamos matando todo los que se nos ponía por delante.
Ni los aguerridos guardias del templo ni  los sacerdotes pudieron hacer nada puesto que los masacramos a todos con rabia y furia española, desatada cuando vimos que a algunos de los nuestros les habían arrancado la piel del rostro, y solo se les distinguían las barbas sanguinolentas,  las  cuales usaban a modo de máscaras. Un horror que les hicimos pagar bien caro.
No quedó nadie vivo allí arriba, desde donde se contemplaba el dantesco espectáculo  de la ciudad arrasada y ardiendo, el lago con nuestros bergantines artillados destrozando las barcas atestadas de indios y las pasarelas llenas donde aún combatían los valerosos guerreros aztecas.
Sandoval que empuñaba el Pendón del león y el castillo fue el primero en llegar arriba, empapado en sangre y sudor, y se puso a ondear el Guión, despertando un grito de júbilo, alegría y victoria  entre los que estaban abajo. La batalla por Tenochtitlán había terminado y aunque los aztecas pelearon más tiempo,  su resistencia estaba quebrada.
Habían luchado como jabatos, pero nosotros  lo habíamos hecho como leones. Impasibles y duros como el pedernal, ocho siglos de guerra contra moros nos habían hecho invencibles y  en Las Indias estaban empezando a aprenderlo.
Después de aquello unas nuevas tierras se abrían a nuestros pies, ganadas con la sangre y el esfuerzo de muchos buenos camaradas muertos, unas tierras que se conocerían pronto como la Nueva España… Y pardiez, visto el valor y la determinación de nuestros contrarios, el nombre le iba que ni al pelo.
Pero todo esto es ya otra historia y yo  un simple arcabucero que ya está viejo y cansado. Les recomiendo leer la relación que mi buen amigo Bernal Díaz del Castillo escribió de la campaña. Su pluma, mucho mejor que la mía, les trasladará a aquellos días de sangre y de gloria en los que un puñado de españoles conquistamos un imperio a costa de  esfuerzo y sacrificio, a costa de mucha sangre que ya se quedará para siempre aquí.
Así nació la Nueva España y así se lo contó a vuestras mercedes este humilde soldado que un día, hace ya muchos años, salió de la Andalucía para embarcarse en la más maravillosa y peligrosa aventura que vieron los siglos.
Que Dios les acompañe y les proteja y que a esta tierra maravillosa, donde nacieron mis hijos, le traiga paz y prosperidad y que nunca olviden que en su sangre nueva y mezclada reside el espíritu del Cid y el de Quetzacoalt.
¡¡Pardiez!! no es mala mezcla.
 
Alonso de Ronda, arcabucero, hijodalgo y cristiano viejo, en la Villa de Veracruz en el año del Señor de mil quinientos y ochenta.
 
https://www.facebook.com/ant.villegas.glez
Durante siglos los españoles hemos derramado nuestra sangre defendiendo a la bandera. Casi siempre, los que lo hicieron, recibieron a cambio oprobio y olvido.Bajo monarcas inútiles, validos ambiciosos, sacerdotes fanáticos, gobiernos en quiebra y repúblicas débiles y cainítas, los anónimos soldados españoles voluntarios o de levas forzosas salvaron nuestra honra y nuestro honor.
Sin importar la ideología ni el color de su pensamiento, cuando el enemigo llegaba bajo las murallas nunca faltaban espadas. Y nuestros enemigos, vencidos o victoriosos, pocas veces nos vieron la suela del zapato. Para cualquier enemigo el grito viejo y terrible de Cierra España siempre fue presagio de combate duro y sin tregua.
© A. Villegas Glez.
3 05, 2013

EL ORATORIO DE LA SANTA CUEVA DE CÁDIZ, EL MARQUESADO DE “VALDE-ÍÑIGO” Y EL SOLAR DE VALDEOSERA.

Por |2020-11-13T03:45:30+01:00viernes, mayo 3, 2013|

POR D. LUIS PINILLOS Y LAFUENTE.

1. EL ORATORIO DE LA SANTA CUEVA DE CÁDIZ.
Corría por la ciudad de Cádiz, hacia los años 30 del siglo XVIII, la historia de cierta hermandad compuesta por un grupo de hombres que se reunían todos los jueves al anochecer, en un edificio situado tras el Arco de Garaycoechea para rezar y hablar de temas religiosos, entre otras cosas.
Debido a la mala fama de la calle donde estaba, un día se presentó el Obispo de Cádiz, de incógnito, para ver qué estaba pasando, sorprendiéndose al ver el culto y la oración que dichos varones ofrecían para el perdón de los pecados y les exhortó a que continuasen con tan loable acción, con la condición de que fuese en alguna Iglesia; pero de ningún modo que se juntasen en casa particular.

Fg.01 José Sáenz de Santa María.
Tras peregrinar por varias capillas e Iglesias, terminaron en la Auxiliar del Rosario (un modesto oratorio del siglo XVI, que se convirtió en parroquia el año 1787), y la hermandad tomó el nombre de: Cofradía de la Madre Antigua. En 1756, emprendieron obras de reparación y cuando salían las bestias cargadas por el pasillo que comunicaba a la calle de San Francisco, una de ellas se hundió con el terreno que ocupaba dejando al descubierto un sótano de regulares dimensiones, de cuya existencia nadie sabía dar noticia. Tal vez jugara algún papel, en este descubrimiento, el terremoto acaecido en Lisboa el día de Todos los Santos del año anterior (1755), que llegó hasta Cádiz convertido en maremoto, con olas que alcanzaron los 30 metros de altura. Lo cierto fue que los hermanos solicitaron el lugar para sus ejercicios, en la certeza de que a Dios le cumplía y así lo manifestaba. En Diario de Cádiz, el año 2004, la arqueóloga Inmaculada Pérez apunta la hipótesis de que bien pudiera ser esta cueva subterránea sacralizada, el lugar donde se ubicara el templo fenicio de la diosa Astarté.
Fg.02 Oratorio de la Santa  Cueva.
En 1771, la dirección espiritual de esta hermandad es encomendada a D. José (Marcos Ignacio) Sáenz de Santa María y Sáenz-Rico (Fg.01), sacerdote ordenado el 29 de marzo de 1761, que fue nacido en la Ciudad de Nueva Vera Cruz (Veracruz-México) el 25 de abril de 1738; siendo el cuarto hijo de un matrimonio radicado en Nueva España, formado por el acaudalado comerciante Pedro Sáenz de Santa María y Sáenz de Almarza, (hijodalgo notorio, de la más antigua y calificada nobleza de la Rioja) nacido en Viguera (La Rioja), el cual trasladó el negocio a la Corte y terminó volviendo a Cádiz en 1766.
Fg.03. Nuestra Sra. del Refugio de Pecadores.
En 1785, el padre de José Sáenz murió y poco después también falleció su hermano mayor, Ignacio José, padre de Manuel Joaquín Sáenz de Santa María y Arizcún, I Marqués de Valde-Íñigo, por lo que a la muerte, sin sucesión, de éste sobrino suyo, don José pasó a ser II Marqués de Valde-Íñigo, heredando, junto con el título, una cuantiosa fortuna familiar. A su muerte sin sucesión, el título pasó a su sobrino Manuel María Gil y Sáenz de Santa María, primogénito de su hermana María Francisca Javiera y de su esposo Francisco Gil López.
En 1781 D. José decidió ampliar la cueva y remodelar la antigua iglesia del Rosario. Adquiriendo los terrenos con donativos particulares y con su propia y espléndida aportación personal, fundó el original y artístico Oratorio de la Santa Cueva (Fg.02), hoy conocida como la Capilla de la Pasión. El conjunto está integrado en una manzana de viviendas, formado por dos pequeños recintos superpuestos, de planta elíptica, resultando de gran belleza; una iglesia superior y una capilla subterránea, partiendo de un sótano anexo a la iglesia del Rosario.
En la planta inferior de su fachada exterior, existen tres huecos adornados con frontones triangulares a los lados y con frontón curvo en el centro; este último sirve de camarín a Nuestra Señora del Refugio de Pecadores (Fg.03). Una pintura al óleo encargada por el padre Sáenz de Santa María en 1796, al pintor alemán, afincado en Cádiz, Franz Xavier Riedmayer.
Fg.04.Retrato del Marqués de Valdeíñigo.
En el Oratorio alto podemos contemplar el retrato del venerable padre Santamaría (Fg.04), como el pueblo de Cádiz ha llamado a su benefactor. Óleo sobre lienzo; de estilo neoclásico realizado por Riedmayer. Bajo el lienzo aparece una cartela con el Blasón del Solar de Valdeosera (Fg.05), y una inscripción que dice: VERDADERO RETRATO DEL Sr. D. JOSEF SÁENZ DE STª. MARÍA. MARQUÉS DE VALDE YÑIGO, SACERDOTE MUI EJEMPLAR DE ESTA DIÓCESIS FUNDADOR DE ESTOS PIADOSOS Y SUNTUOSOS EDIFICIOS = MURIÓ Á LOS 66 AÑOS DE EDAD EL DÍA 26 DE SETBRE. DE 1804.
Don José, una vez acabada la obra civil, entró en el deseo de los adornos, aportando para ello (órgano, altares, cajonerías, etc…), más de 150.000 reales de vellón.
Tuvo D. José, una estrecha amistad con el beato Diego de Cádiz. D. Francisco Fernández del Castillo, párroco de la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, que escribió: Fue muy rara su devoción con la Santísima Señora nuestra Titular, no solo haciendo componer su hermosa efigie, sino también enriqueciéndola con un copioso número de vestidos muchos de ellos muy ricos; pues solo uno de estos le costó 3.000 pesos, no bajando el número de todos de 19 con las suntuosas alhajas de oro, perlas, brillantes y otras piedras preciosas, rosarios, encaxes, &c. todo con inmensos costos. 
Fg.05 Blasón del Solar de Valdeosera.
Al parecer, este legado (conocido como el tesoro del Marqués) está depositado, actualmente, en una caja de seguridad de un banco y sujeto por cláusulas testamentarias a permanecer unido, ya que en el momento en que por parte de la parroquia se vendiese o enajenase algo del legado, los herederos podrían reclamar la totalidad. La imagen debió procesionar por primera y única vez, luciendo parte del legado, en los años veinte del pasado siglo, y fue solicitada la custodia de la misma por la Guardia de Asalto.
También ocurre que nuestro sacerdote mantenía buenas relaciones con D. Sebastián Martínez Pérez, natural de Treguajantes -La Rioja- (1747-1800) y residente en la calle de don Carlos (hoy Sacramento) de Cádiz. Éste riojano -coleccionista de arte, con una importante biblioteca y una colección de más de trescientos cuadros, con obras de Tiziano, Guido Reni, Zurbarán, Murillo y Alonso Cano, entre otros, así como un importante número de estampas y grabados-, era amigo personal de Goya, además de principal artífice de la curación del artista debido a los cuidados que le dispensó mientras estuvo enfermo y alojado en su casa.
Fg.06 Retrato de Sebastián Martínez y Pérez.
Goya había acudido a Cádiz para ser atendido en el, recientemente creado, primer Colegio de Medicina y Cirugía de España. Testimonio de ésta amistad es el retrato que le hizo el pintor en 1792 (Fg.06); un óleo sobre lienzo de 93 x 68 cm., actualmente en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York. En la hoja que sostiene el retratado Martínez se puede leer: D. Sebastián Martínez. Por su amigo Goya. 1792.
Así que D. José contactó con Goya gracias a la intervención de Martínez y le encargó, para la capilla, tres obras:  “El convite nupcial” (Fg.07), “La multiplicación de los panes y los peces” (Fg.08) y “La última cena” (Fg.09), que Goya realizó en 1795 y estaban ya colocadas el 31 de marzo de 1796 cuando, con la asistencia del pintor aragonés, fue bendecida la capilla y se inauguró el oratorio, culminándose la obra del conjunto que se mantiene desde entonces sin modificaciones. Las obras en realidad fueron pintadas en Madrid pero, actualmente, son las únicas de este genial pintor que se conservan en Cádiz.
Fg.07. El Convite Nupcial.
El Oratorio de la Santa Cueva es, dentro de los monumentos arquitectónicos de tipo religioso, uno de los de mayor valor de toda Andalucía. En el año 1981, el Ministerio de Cultura declara, a todo el conjunto, monumento histórico-artístico de carácter nacional; los tres óleos de Goya son restaurados en los sótanos del Museo del Prado en Madrid y la Santa Cueva es remodelada y abierta al público en general -incluyendo las mujeres- con entrada por la calle Rosario.
Fg.08.La Multiplicación de los Panes y los Peces.
Además, D. José Sáenz de Santa María quiso enriquecer el templo y a su comunidad con una pieza musical que acompañara, en la mañana de Viernes Santo, la procesión de las siete últimas palabras de Cristo, para ser interpretada en los intermedios que se producen durante las tres horas que duraban las consideraciones sobre las siete últimas palabras, y para honrar un grupo escultórico que data de 1783, obra del granadino González y el genovés Vaccaro.
Por conducto de los marqueses de Méritos y de Ureña, que eran músicos, el padre José encargó en 1785 a Franz Joseph Haydn, maestro de moda entre los aristócratas de la época, la obra que recibió el título de ”Las siete últimas palabras de nuestro salvador en la cruz”.
Fg.09. La Santa Cena.
Este oratorio del sermón de las siete palabras encargado por Sáenz de Santa María, fue terminado en el invierno de 1786; se estrenó en Viena el 26-03-1787 y en Cádiz se interpretó en la mañana del Viernes Santo de aquel mismo año, con un violonchelo stradivarius construido en 1720. Dicen que la obra era escuchada todas las semanas santas por Manuel de Falla en su niñez y que ello fue parte del origen de su afición a la música. Dicho stradivarius sobrevive hasta hoy en manos de un instrumentista mexicano, llamado Carlos Prieto. La obra se convirtió desde entonces, en uno de los monumentos cumbres de la Semana Santa Gaditana, por su belleza y expresividad.
Se conoce como Las Siete Palabras, a las siete frases que Jesús pronunció antes de morir, recogidas por los evangelistas: 1ª. Palabra: Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen (Lucas 23, 34). 2ª. Palabra: En verdad te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso (Lucas 23, 43). 3ª. Palabra: Mujer, ahí tienes a tu hijo, y al discípulo Juan: Ahí tienes a tu madre (Juan 19, 26-27). 4ª. Palabra: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? (Mateo 27, 46). 5ª. Palabra: Tengo sed (Juan 19, 28). 6ª. Palabra: Todo está cumplido (Juan 19, 30). 7ª. Palabra: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu (Lucas 23, 46).
Fg. 10. Placa.
Falleció D. José Sáenz de Santa María, con fama de santidad en Cádiz, el 26 de septiembre de 1804. En esta ciudad tiene una calle dedicada a su memoria (Fg.10), denominada con su título marquesal.

A    PX    O
MEMORIAE. AC. CINERIBUS BENERABILIS.
SACERDOTIS. MARCHIONIS. DE. VALDEIÑIGO
JOSEPHI. SAENZ. DE. SANCTA. MARIA
VERACRUCENSIS
HISCE. PROPRIO. AERE. SACRIS. AEDIBUS. EXTRUCTIS
AD. PROCURANDAM. IN. EIS. DEI. GLORIAM
ET. ANIMARUM. SALUTEM
TOTUM. SE. DEDIT.
PIUS. LIBERALIS. COPIOSUM. PATRIMONIUM
IN. TEMPLI. NITORE. ALIISQUE JUVANDIS
LARGISSIME. EPPUDIT.
OBIIT. DIE. XXVI. SEPTEMBRIS. ANNI. MDCCCIV
AETATIS. LXVI.
E. COEMETERIO. PUBLICO. EJUS. HEIC. OSSA
DISCIPULI. AMANTISSIMI
PROPII. FERVORIS. EXCITAMENTUM
P. P.
DIE. VI MARTII. ANNI. MDCCCXI. VI. DEFUNCTUS
ADHUC LOQUITUR. EPIST. AD. HEBR. II. 4.


Los restos de D. José Sáenz de Santa María se encuentran actualmente en el vestíbulo de entrada de la capilla del Santísimo Sacramento desde que se trasladaron allí en 1846. En el sepulcro se puso el siguiente epitafio:

+
GLORIOSUM SEPULCRUM
VEN. SACERD. IMMORT. GIGNI. PERILLUST. MARCHIONIS.
DE VALDE-ÍÑIGO
JOSEPHI. MARCI. SAENZ. DE. SANCTA. MARIA.
Preclarus. Dei. Operarius. In. Qua. Sumptifecerat.
SANCTA. SPECU.
Quotidie. Noctibus. Per Solidos. X. Mens. Dies. Multoties.
D. IGNATIL. DE LOYOLA. EXERCITIA. ANN. XXXV.
Uberrimis. Laetissimis. Que. Animarum. Fructibus. Explanavit.
Plurimas. Divitias Opes. Que. Quibus. Affluebat. In. Dei. Amore.
S.S. Cordis. Jesu. Matris. Virginis. In. Ornamentis. In. Templis.
In. Compitis. Pictis. Imaginibus. Promovendo. Diffunditavit.
Non. Paucis. Sacerdotium. Coenobia. Virginum. Choros. Anhelibus.
Et. Omnibis. Religiosi. Conventus. Alumnis. Per. Ann. Plures.
Necesarios. Suppenditavit. Proventus.
Cujusvis. Sexus. Conditionis. Que. Miserant. Fortunam.
Quandoque. Sexaginta. Aureorum. Millium. Largitate.
Portentum.! Sublebavit.
Innumera. A. Deo. Accepta. Impedit. Largus.


2. EL MARQUESADO DE “VALDE-ÍÑIGO”.
1. Mateo Sáenz de Santa María.- Vecino de Viguera. Casado con Catalina Pascual. Padres de: Mateo (11) que sigue, Juan, Francisco, y Catalina.
11. Mateo Sáenz de Santa María y Pascual.– Vecino de Viguera. Casado con Isabel Carasa Ruiz, hija de Miguel Carasa e Isabel Ruiz. Padres de: María, Mateo, María, Catalina, Juan (115) que sigue, y Pedro.
115. Juan Sáenz de Santa María y Carasa.– Viguera (*21-02-1628). Tomó posesión de la Divisa “Íñigo Martínez de Arriba”, del Solar de Valdeosera, el 01-05-1651, Serie 5, Tomo 2, Folio 84

[Aparecen, asentados indistintamente -por error- en la Divisa “Íñigo Martínez de Arriba” e “Íñigo Martínez de Abajo”].
Casado en Viguera el 26-01-1648, con Isabel de Ortega y de Cabezón, hija de Juan de Ortega y Catalina de Cabezón Ramírez, los tres vecinos de Viguera. Padres de: Mateo, Juan, Marcos (1153) que sigue, Lucas, y Blas.
1153. Marcos Sáenz de Santa María y Ortega. Viguera (B: 18-10-1653). Tomó posesión de la Divisa “Íñigo Martínez de Arriba”, del Solar de Valdeosera, el 01-05-1683, Serie 5, Tomo 2, Folio 200.
Casado en Viguera el 03-08-1676, con Ana de Almarza Sáenz de Cabezón, hija de Diego de Almarza y María Sáenz de Cabezón (también aparece como María Sáenz de Tejada), vecinos de Viguera. Padres de: Juan Antonio, Juan, Ana, Manuela, y Pedro (11535) que sigue.
11535. Pedro Sáenz de Santa María y Almarza.- Natural de Viguera, donde fue bautizado el 04 de junio de 1693. Vecino de Cádiz y Madrid. Tomó posesión de la Divisa “Íñigo Martínez de Abajo”, del Solar de Valdeosera, el 01-05-1776, Serie 5, Tomo 4, Folio 211. Fue Regidor de Veracruz y su Alcalde Ordinario los años 1731 y 1736. En 1741 siguió pleito contra Juan Antonio de Tesaín, depositario y regidor de Veracruz sobre los bienes y caudal del mariscal de campo Antonio Figueroa. Pasó a residir a Cádiz, en donde murió de avanzada edad entre 1781 y 1788.
Casado, en la iglesia de La Asunción de Veracruz (México), el 04-08-1726,  con Ignacia Sáenz Rico y Monterde y Antillón, natural de Veracruz (México), hija de Gaspar Sáenz Rico, poderoso hacendado y comerciante, regidor de Veracruz (1726) y su alcalde ordinario en 1712 y 1735, además, fue uno de los fundadores de la Cofradía de Hermanos Lacayos y Esclavos Españoles del Santísimo Sacramento, fundada en Veracruz el 1 de enero de 1738 y designado su protector; también fue fundador de la obra pía de Belén, con tres haciendas de su propiedad: Jocula, Novillero y Paso del Toro, cuya administración dejó al Ayuntamiento de Veracruz, para con sus productos sostener una escuela y una casa de convalecientes. Fueron padres de: María Francisca Javiera (115351) que sigue, Ignacio José (115352) que sigue, Pedro José Ignacio Ramón (115353) que sigue, y José Marcos Ignacio (115354) que sigue.
115351. María Francisca Javiera Sáenz de Santa María y Sáenz-Rico.- Natural de Veracruz (México), bautizada en la iglesia de La Asunción el 07-12-1728, apadrinada por el coronel Pedro Ruanova. Falleció en 1766. Casada, en la iglesia de La Asunción el 17-06-1748, con: Antonio Simón Francisco Gil y López, natural de Ainzón (Zaragoza), bautizado el 28-10-1707 (hijo de Jerónimo Gil y de Isabel López). Padres de:
A) Manuel María Gil y Sáenz de Santa María, primogénito nacido en 1758, III Marqués de Valde-Íñigo título que heredó de su tío, José Marcos Ignacio Sáenz de Santa María y Sáenz.
B) María Francisca Gil y Sáenz de Santa María, nacida en Veracruz hacia 1760 y avecindada desde pequeña en Jalapa, donde falleció el 27-01-1823. Casada el 16-04-1774 en Veracruz (Asunción) -precedida dispensa de tercero con cuarto grado concedida en febrero de ese año-, con Miguel Ignacio de Miranda Arraido, nacido en Veracruz en 1744.
C) María Ignacia Gil y Sáenz de Santa María, casada con Gaspar de Morales de los Ríos y Pineda, natural de Córdoba (Andalucía).
D) Francisco Javier Gil y Sáenz de Santa María, nacido en Veracruz el año 1762. Sirvió a Su Majestad de aventurero en la Real Armada.
E) Juan Evangelista José Marcos Gil y Sáenz de Santa María, nacido en Veracruz (Méjico) el 05-05-1764. Alférez de Reales Guardias de Infantería Española. En las probanzas para la Orden Militar de Alcántara (Caballeros de Alcántara. Expediente 599. Año 1798), mencionó ser sobrino del obispo de Segovia don José Antonio Sáenz de Santa María.
[NOTA: Tal vez lo fuera por el apellido paterno, Gil, pero no por el de su madre, Sáenz de Santa María, ya que, examinados todos los libros de Bautizados, Casados y Finados de Muro de Cameros (de donde era natural dicho obispo *13-01-1726), y los de Viguera…; no se ha encontrado relación alguna de parentesco entre los Sáenz de Santa María, inscritos en una y otra villa,
Según Wikipedia, la enciclopedia libre, éste obispo de Segovia cuyo nombre completo era José Antonio Zoilo Sáenz de Santa María y Martínez de Tejada: “…perteneció a las casas de Tejada y de Valdeosera,” y, también, que pasó “…a Cádiz, donde se refugió en el Oratorio de la Santa Cueva, edificado a expensas de su sobrino (?) José Sáenz de Santa María, Marqués de Valdeíñigo”.
A este respecto; examinando los libros del Solar de Valdeosera, se puede comprobar que dicho Obispo de Segovia no aparece inscrito en ellos y nunca perteneció al mismo. Además, está el precedente de unos Sáenz de Santa María Payueta, originarios de Muro de Cameros, donde figuraban como pertenecientes al Estado General, cuando a mediados del siglo XVII, argumentaron corresponderles estar encuadrados en el Estado Noble, por hallarse inscritos en el Solar de Valdeosera. Al parecer, su alegación de estar emparentados con la familia de apellido homónimo (Sáenz de Santa María), originaria de Viguera y de la Divisa “Íñigo Martínez”, no pudieron probarla documentalmente y la pretensión fue desestimada por el Solar. Apelaron ante el Alcalde Mayor del Adelantamiento de Burgos pero, sin poder aportar pruebas fehacientes, no prosperó su plan de pretender hidalguía por Solar Conocido].
F) Juan Evangelista Ignacio Gil y Sáenz de Santa María.
G) María Javiera Gil y Sáenz de Santa María. Falleció párvula.
H) María Josefa Gil y Sáenz de Santa María (Veracruz 1749), la cual casó con su pariente Antonio Sáenz de Santa María y Prudencio.
I) Ignacio Gil y Sáenz de Santa María, que falleció párvulo.
115352. Ignacio José Sáenz de Santa María y Sáenz-Rico.- Nacido en Veracruz (México), en 1731. Vecino de Madrid. Caballero de la Orden Militar de Santiago (real cédula del 27-08-1748) [AHN. Ordenes Militares, Santiago, expediente 7373. Guillermo Lohmann Villena, Los Americanos en las Ordenes Militares, Madrid, CSIC, 1993, t. I. p. 375].
Casó en Madrid el 24-01-1751 con Ana Joaquina Arizcún Irigoyen nacida en la hacienda de San Diego del Pinar en Nueva España. San Pablo Tultepec, jurisdicción de Tepeaca (hija de Francisco Javier de Arizcún y Mendinueta, natural de Elizondo, II Marqués de Iturbieta (de la potente familia originaria del Valle del Baztán), y de María Josefa de Irigoyen y de la Fuente, nacida en Puebla de los Ángeles y casados en la catedral de Puebla el 11-10-1722 (Viuda profesó en Madrid, en el convento de Corpus Christi de religiosas recoletas). Padres de: Manuel Joaquín (1153521) que sigue.
115353. Pedro José Ignacio Ramón Sáenz de Santa María y Sáenz-Rico.- Nació en Veracruz (México) en 1732. Vecino de Cádiz. Tomó posesión de la Divisa “Íñigo Martínez de Abajo”, del Solar de Valdeosera, el 01-05-1775, Serie 5, Tomo 4, Folio 207vº. El expediente, del folio 197 al 208, contiene partidas sacramentales e informaciones en Viguera y Valdeosera. Los Diviseros del Solar de Valdeosera, reunidos en Junta el once de junio de 1776, acuerdan: otorgar un Poder a Don Pedro Joseph Sáenz de Santa María, residente en Madrid, Cavallero de el Orden de Santiago, Mayordomo de Semana de S. M. y Alcalde Mayor del Solar, para defender los intereses del mismo, ante la situación creada por los colonos de la villa de Valdeosera. Situación acabada en pleito, que transcurrió entre 1776 y 1782, con sentencia favorable a los Diviseros. Se cruzó Caballero de la Orden Militar de Santiago en 1748 [AHN. Ordenes Militares, Santiago, expediente 7374. Guillermo Lohmann Villena, Los Americanos en las Ordenes Militares, Madrid, CSIC, 1993, t. I. p. 375]. Fue Mayordomo de semana de Su Majestad Carlos III. Falleció antes de 1798.
Casó con María Andrea Moreno de Daoiz, avecindada en Madrid en la calle de Santa Isabel número uno, casa en cuya fachada había mandado esculpir los escudos de Sáenz de Santa María y Sáenz Rico.
115354. José Marcos Ignacio Sáenz de Santa María y Sáenz-Rico. (Tema de éste trabajo). Nacido en Veracruz el 25-04-1738. Promotor del Oratorio de la Santa Cueva de Cádiz. II Marqués de Valde-Íñigo.
1153521. Manuel Joaquín Sáenz de Santa María y Arizcún. Nacido en Madrid (B.: Santa Cruz en 1756). Residió en Guadalajara. Fallecido en 1780. Tomó posesión de la Divisa “Íñigo Martínez de Abajo”, del Solar de Valdeosera, el 28-09-1777, Serie 5, Tomo 4, Folio 256 vº. Contaba 19 años cuando pidió licencia del rey Carlos III para visitar diversas Cortes europeas, con el fin de instruirse en diversas ciencias y artes para emplearlas algún día en el destino que el Monarca estimase más conveniente. Visitó París, Londres, La Haya, parte del Flandes francés, Austria y Alemania. Al constatar el atraso que padecía el aislado mundo español, compró una gran porción de libros, de los más escogidos, aquellos que consideraba hacernos falta: de agricultura, política, artes y oficios. Su padre hacía años que había fallecido, por lo que fue educado por sus dos abuelos, Pedro Sáenz de Santa María y Francisco de Arizcún, Marqués de Iturbieta. Ambos gozaban de una espléndida posición social y de cuantiosos bienes.
Fue I Marqués de Valde-Íñigo, título nobiliario español creado por el rey Carlos III: …a consulta de él mi Consejo de la Cámara, de fecha 9 de Mayo de 1778, y: …para más honrar, y sublimar vuestra Casa, y que de ella quede perpetua memoria, le concede la merced de: …TÍTULO DE CASTILLA, para vos, y vuestros Succesores, POR TANTO, Y POR QUE habéis elegido la Denominación de MARQUÉS DE VALDE-ÍÑIGO mi voluntad es, que vuestros Succesores, cada uno en su tiempo perpetuamente, para siempre jamás, os podáis llamar e intitular, llaméis, e intituléis, llamen e intitulen, y os hago, e intitulo MARQUÉS DE VALDE-ÍÑIGO… Aranjuez, a once de Junio de mil setecientos setenta y ocho. Este nombre compuesto, es una clara referencia a su origen del Solar de Valdeosera (VALDE), y su pertenencia a la Divisa “Íñigo Martínez de Abajo” (ÍÑIGO).
Al efecto de ser nombrado marqués, recibió el vizcondado previo de Ana Vélez, pues Felipe IV había establecido que para ser nombrado marqués o conde, primero había que ser vizconde. Caballero de la Real Maestranza de Valencia. Vecino de Madrid en 1778, año en el que sustentó Pleito con la Real Chancillería de Valladolid, obteniendo Real Provisión el 29-11-1778 [ARCHV. Legajo 987. Número 22. Expediente 17.983. Localizarlo por el apellido (incorrecto) Sáinz de Santa María y con la grafía, igualmente incorrecta, marqués de Valdeíñigo].
Casó en Madrid el 13-02-1775 con Coletta de Muro y Salazar (hija de Pedro Salvador de Muro Alonso nacido en Arnedo (La Rioja) el 16-11-1701, caballero de Calatrava, auditor general de la Armada. I Marqués de Someruelos; y de Teresa Josefa de Salazar y Morales), hermana de Salvador José de Muro y Salazar, gobernador de Cuba y II Marqués de Someruelos. Padres de: tres hijas que murieron párvulas. Falleció, probablemente, en Madrid el 21-01-1780. A su muerte sin sucesión, su viuda casada en segundas nupcias con Juan Nepomuceno Rosales y Gutiérrez, el 13-05-1781, inició un pleito para la consecución del marquesado. Sin embargo en 1791 el Consejo de Carlos IV emitió sentencia a favor de José Marcos Ignacio Sáenz de Santa María -tío de este I Marqués y promotor del Oratorio de la Santa Cueva de Cádiz-. La carta de sucesión no se emitió hasta 1793.
3. EL SOLAR DE VALDEOSERA.
Los del apellido paterno Sáenz de Santa María, procedentes de Viguera (Fg.11), pertenecen al denominado Solar de Valdeosera. En su Archivo (Fg.12) se guardan preciados documentos que, desde el siglo XV, relatan la historia inmemorial del mismo. Uno en concreto, fechado el año de 1589, y titulado: “Relación verdadera de la antigüedad e fundación de la Villa y Solar de Valdosera que es de la diócesis de Calahorra y La Calçada y de los Señores Diviseros della”, menciona al General don Sancho -cabeza de éste linaje-, que militó a las órdenes del rey don Ramiro I y batalló en Clavijo, por el año 844, dice a la letra:
“En la dicha montaña de Baldosera hiço este Señor  treçe casas para bivienda de los dichos treçe hijos suios, para que allí biviesen y biviesen en servicio de su Rey, defendiendo la tierra de henemigos e como cavalleros valerosos defendiesen e conservasen los xristianos; e mandó que estas treçe casas estuviesen e quedasen para cada un hixo la suya e sus descendientes en memoria de echos tan ynsignes e memorables cosas como havían echo y ansí por que las dichas treçe casas se devidieron entre los dichos treçe hijos e tomaron el nombre de las dichas treçe divisas que oy día se guardan…”
Fig.11. Labra del Blasón del Solar de Valdeosera (Viguera).
 Hay una versión torticera, apócrifa, de esta historia, que se encuentra en un documento cuya autenticidad está puesta en tela de juicio por no pocos eruditos. Su nombre: “Real Carta de los Reyes Católicos, de fecha 1491”, la cual pese a su regia apariencia, es opinión generalizada de que se trata de un palimpsesto, en base -entre otros considerandos que incluyen la lógica y el sentido común-, a hechos constatables, como son:
Que dicho documento tan sólo existe en un archivo privado -y no es precisamente el del Solar de Valdeosera, aunque en su interior se le mencione en primer lugar-. Que no consta en el Registro General del sello, conservado en el Archivo General de Simancas a partir de 1454; todos sus asientos han sido publicados y no hay ni rastro de esos supuestos “privilegio” y “confirmación”. Que tampoco hay constancia de haber sido presentado ante el Rey Felipe V cuando, al llegar al poder, expidió un Decreto de que todas las villas y lugares pasasen a confirmación sus Ordenanzas y Privilegios (El Solar de Valdeosera presentó sus Ordenanzas Viejas de 1579, obteniendo Real Provisión de Confirmación, el 22 de septiembre de 1716).
Que no figure acompañando pleito alguno, litigado con anterioridad al siglo XVIII. Y que sea a partir de 1749 cuando se sabe de tal documento, por una Cédula presentada al Rey Fernando VI. Que sea a partir de esta fecha cuando ciertos pretendientes lo incorporen en sus pleitos y que, casualmente, el 7 de octubre de 1773, una Real Provisión del Rey Carlos III -a petición del fiscal de lo civil en la Chancillería-, mandaba rever las hidalguías concedidas desde el año 1703 (70 años totales). Una medida concreta y limitada, “en razón de que en las villas y lugares de que se compone la tierra de Cameros, había diferentes personas intrusas al estado noble”. Al parecer se vieron obligados a justificar 334 hidalgos de 24 pueblos de los dos Cameros exclusivamente y, por supuesto, no justifican mujeres. Algunos, quizás fueran hidalgos de tiempo inmemorial. Otros puede que tuvieran medios suficientes para cambiar de estado (buena sangre es el dinero) pero, en cualquier caso, no les fue otorgada por pertenecer a Solar Conocido, ni por línea cognaticia, en base a mencionada Carta.
Fg.12. Archivo del Solar de Valdeosera.
Además, ningún autor anterior a 1749, que haya tratado este tema, hace mención a tal documento. Ni tampoco al que aparece en su interior, que dice ser una transcripción de otro dado por el Rey Enrique IV en 1460, de más dudosa credibilidad. Ilocalizable. Su “aparición” y “desaparición” -acaecidas a mediados del pasado siglo XX-, tan sólo se mencionan en círculos particularmente interesados.
Por otro lado, las prerrogativas les: “…deben ser guardadas como a nobles hijosdalgos de sangre de Solares conocidos devengar quinientos sueldos de los dichos Reinos y Señoríos, y así según derecho común y leyes de nuestros Reinos lo disponen…” y es de sobra sabido que según dichos derechos y leyes, la hidalguía se transmitía por línea de varón. No cabe pensar que fuera voluntad de Enrique IV cambiar este derecho pero, aunque lo fuera, habría que contar con que: “PUEDE EL REY FACER CABALLERO, MAS NON FIDALGO” (Mosén Diego de Valera, historiador español, 1412 – 1483). Y sólo los descendientes del Solar de Valdeosera son hijosdalgos de sangre de Solar Conocido, y siguen asentándose en él por línea agnaticia, según el derecho común y leyes del Reino. Como se demuestra por el siguiente documento oficial:
“Práctica y Formulario de la Chancillería de Valladolid, año 1667”. En sus páginas, al mencionar la “casa y solar”  de procedencia del litigante, dice “…y alguna parte de la Rioja donde ay las casas de la Picina y de ValdeOsera”. Además, de cumplir con las condiciones de: “No haber sido partida ó enagenada, y pasada en agena familia” “Y sobre todo, si los dueños, y señores della, han tenido ellos y sus descendientes, por línea de varón, la opinión y reputación de hijosdalgo”.
Y, para zanjar esta cuestión, ahí está la Sentencia pronunciada, mandada y firmada por el Sr. D. Prudencio Joaquín de Coca, Juez de Primera Instancia en Torrecilla de Cameros, el 13-11-1845, seguida de otra Real Sentencia dada y publicada por los Señores Presidente y Magistrados de la Sala Segunda, que fue autorizada y legalizada por D. Mariano Blanco Recio, escribano de Cámara de S. M., en la Audiencia Territorial de Burgos, el 24-09-1846, y posterior Real Auto, dado en Burgos el 03-11-1846, que la declaraba por consentida y pasada en autoridad de Cosa Juzgada.
En esta Real Sentencia se reconoce, y queda como “Cosa Juzgada”, la pertenencia de “las dos montañas, de Valdeosera y los Cardines” a estos Señores Diviseros, moradores de la Villa de Valdeosera, y herederos de la Casa o Linaje de Tejada.
En base a esta Sentencia, el Solar de Valdeosera obtuvo, el 17 de marzo de 1847, una Real Carta Ejecutoria de la Reina Doña Isabel II.
Estos son asertos, y demuestran que es el Solar de Valdeosera la verdadera “fuente manantía”, pues están basados en documentos oficiales y en Sentencias firmes de un Tribunal (que deben ser acatadas en todo Estado de Derecho), no en opiniones ligadas a personales acomodos, o conjeturas sacadas de confirmaciones, reales o imaginarias, pues, en cualquiera de los dos supuestos, como dijo el Fiscal de la Sala de Hijosdalgo en 1782: “Las Confirmaciones no dan ni quitan fuerza a lo que se confirma, sólo sirven de preservar la eficacia de la cosa confirmada sin perjuicio de la verdad porque los Soberanos expiden sus Confirmaciones bajo la buena fee de ser cierto el Pribilegio y como su Soberana intención es no dar más derecho al impetrante que el que tenga por el Privilegio ni derogar el derecho de terceros no se examina ni disputa en este acto si es cierto o no el Privilegio ni se cita para su confirmación a los interesados quienes si hacen ver que la Confirmación se obtuvo con engaño de nada sirve.
Cabe decir, que también el Solar de Valdeosera solicitó, y obtuvo, alguna confirmación. Llevando de ventaja -por coherencia-, no haberlo hecho ante el Gobierno de la República ni durante el Régimen de Franco.

Bibliografía:
– Carta edificante o relación sumaria de la vida del exemplar sacerdote y obrero apostólico infatigable Sr. D. Josef Sáenz de Sta. María, Marqués de Valde-Íñigo y fundador en Cádiz de la actual Santa Cueva, a la que trasladó la congregación del Retiro Espiritual. Escrita por otro sacerdote hijo suyo de espíritu, y dada á luz pública por la misma congregación. Impresa en la Casa de Misericordia de dicha Ciudad, año de 1807. (IER R-18415).
– “Valdeosera, El Solar de las Trece Divisas”. Luis Pinillos y Lafuente. Logroño, 2008.
– Hidalguías Riojanas, El Solar de Valdeosera, de Ramón José Maldonado y Cocat. Edición facsímil, Logroño 2001, y Actas de asientos posteriores.
– Pleitos de Hidalguía, Siglo XVIII. Vicente de Cadenas y Vicent. Madrid, Hidalguía 1981.
– Archivo Histórico Diocesano de La Rioja (AHDLR).
– Internet: Wikipedia enciclopedia libre. La Familia Monterde y Antillón en Nueva España, reconstrucción genealógica, segunda parte. Javier Sanchiz y José Ignacio Conde Díaz de Rubín.
– Internet: El mundo del libro en el Cádiz de la Ilustración. Manuel Ravina Martín (Archivo Histórico Provincial de Cádiz). (Los datos sobre este primer marqués de valdeíñigo proceden de la necrológica que firmada por Manuel García de Tejada apareció en las -memorias de la sociedad económica de amigos del país, Madrid. imprenta de Antonio de Sancha, tomo IV, 1787, pp. 340-342)
– Internet: lahornacina.com/artículoscadiz19.htm.
– “La colección artística de Don Sebastián Martínez, el amigo de Goya en Cádiz”. Pemán Medina, María. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Diego Velázquez. Madrid, 1979.
– “Goya en la Santa Cueva de Cádiz”. Torralba Soriano, Federico. Banco Zaragozano, 1983.
– “Monumentos restaurados, La Santa Cueva de Cádiz”. Varios autores. Fundación Caja Madrid, 2001.
– “Guía artística de Cádiz y su Provincia [1]. Cádiz y Jerez”. Varios autores. Fundación José Manuel Lara y Diputación de Cádiz, 2005.
– Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico. Consejería de Cultura. Junta de Andalucía. www.iaph.es.
– lineaserpentinata.blogspot.com Goya en Cádiz 2010. Fot. de Web Gallery of Art+
2 05, 2013

XI CICLO DE FORTIFICACIÓN Y POLIORCÉTICA.

Por |2020-11-13T03:45:30+01:00jueves, mayo 2, 2013|

Del 6 al 29 del presente mes de mayo, el Instituto de Historia y Cultura Militar (dependiente del Ministerio de Defensa de España) impartirá  el XI Ciclo Formativo sobre Fortificación y Poliorcética. 
Cartel anunciador del Ciclo.
 Como complemento a las diversas conferencias, que se ha previsto sean  impartidas por especialistas en la materia, se realizaran varias visitas culturales, destacando la dedicada al Museo de Máquinas de Asedio en Buítrago de Lozoya de la mano de D. Rubén Saéz Abad, Director de Trebuchet Park.
http://www.ejercito.mde.es/unidades/Madrid/ihycm/index.html
Ir a Arriba