Plaza Mayor n° 6, Soria, España

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21 10, 2011

DECLARACION DE QUITO.

Por |2020-11-13T03:47:33+01:00viernes, octubre 21, 2011|

Como ya anunciamos en este blog, y nuestros lectores conocen, durante los  días 19 al 24 del pasado mes de septiembre de 2011,  se celebró en Quito (Ecuador) la XVII Reunión Americana de Genealogía, VII Congreso Iberoamericano de las Ciencias Genealógica y Heráldica, bajo los auspicios de la Sociedad Amigos de la Genealogía de Ecuador, dirigido por la Dra Marcia Stacey Chiriboga de Valdivieso.
En dicho encuentro se acordó que la Declaración de Córdoba aprobada en la IV Asamblea de Genealogistas Argentinos en el año 2008, con las modificaciones propuestas por don Miguel Quintero y las referidas a la Heráldica, redactadas por don Jaime de Salazar y doña Esther Rodríguez de Soaje Pinto, fuesen distribuidas entre todas las asociaciones participantes.
Este Blog, considerando la alta calidad científica de dicho documento, ha considerado oportuno publicarlo íntegramente para conocimiento general de todos nuestros lectores.
DECLARACIÓN DE QUITO.
PRIMERA: Las fuentes consultadas en la realización de todo estudio genealógico deben ser sometidas a un severo juicio crítico, que permita corroborar la autenticidad de lo que en ellas se afirma. Esto es particularmente importante en el caso de las fuentes bibliográficas, debiendo evitarse la repetición de errores. En caso de contradicción entre dos fuentes, se debe, en principio, otorgar primacía a la documental sobre la bibliográfica. Idéntico criterio debe aplicarse a las nuevas fuentes informáticas.
SEGUNDA: Las conclusiones extraídas mediante la aplicación del método deductivo deben fundarse en presunciones graves, precisas y concordantes, y ser explicitadas como tales, citándose los elementos de juicio en que se basan. Las hipótesis de trabajo no deben ser expuestas como conclusiones, sino presentadas en tal carácter al juicio del lector, mediante la mención de los elementos que suscitaron su formulación.
TERCERA: Todo trabajo genealógico, sean cuales fueren sus características y el método expositivo adoptado, debe ser armónico, comprensible y de fácil lectura, evitándose las expresiones ampulosas que afecten su sobriedad. En el caso específico de los estudios de linajes deben extremarse los recaudos precitados, facilitando al lector la ubicación de las distintas generaciones, mediante una correcta enumeración correlativa, división en capítulos, uso de mayúsculas u otros procedimientos destinados a preservar su claridad y uniformidad. Con idéntico propósito, se recomienda evitar las biografías extensas, a excepción de aquellos trabajos que combinen Genealogía e Historia. La utilización de abreviaturas debe reservarse a aquellos trabajos que por su extensión y modalidad lo hagan aconsejable. En caso de utilizarse abreviaturas, se recomienda aclarar su significado al comienzo o a la finalización del trabajo. Se pone énfasis en la conveniencia de incorporar índices onomásticos, sobre todo en caso de trabajos extensos.
CUARTA: Las circunstancias de tiempo, lugar y entorno socio-cultural, deben constituir elementos integrantes de los estudios genealógicos, toda vez que permiten ubicar a cada individuo o familia dentro del medio en que se desenvolvió.
QUINTA: El tratamiento de don y doña debe reservarse estrictamente a quienes lo utilizaron en sus firmas o lo recibieron por parte de sus contemporáneos. Esta norma es esencial tratándose de personas que vivieron hasta el siglo XVIII, y su inobservancia –tanto al atribuírselo a quien no lo tuvo, como al omitírselo a quien lo recibió- constituye un error histórico y genealógico. Cuando un individuo aparezca en distintos documentos con tratamiento de don o doña, y sin él, se recomienda consignarlo expresamente.
SEXTA: El invento y tergiversación de datos resultan inadmisibles en un trabajo genealógico. El ocultamiento y la omisión deben asimismo ser evitados, correspondiendo consignarse toda la información obtenida sobre el tema que se trate, utilizando un lenguaje claro, sin incurrir en eufemismos que favorezcan interpretaciones equívocas. Los ditirambos, el exceso de calificativos y las frases apologéticas no guardan armonía con la sobriedad que debe caracterizar a toda obra del género.
SEPTIMA: La mención detallada de las fuentes en donde fueron obtenidos los datos que se consignan es una condición imprescindible en todo trabajo genealógico, debiéndose además, en el caso de las documentales, citarse la signatura completa y el Archivo donde se custodia el documento.
OCTAVA: Se recomienda evitar las alusiones a linajes diferentes al tratado, que llevan el mismo apellido y que puedan confundir al lector. Cuando se trate de formulaciones de hipótesis sobre presuntas vinculaciones entre ambos deberá dejarse debidamente aclarado su carácter conjetural.
NOVENA: Cuando en un trabajo genealógico se hagan referencias a los emblemas heráldicos de una determinada familia, el autor se limitará a expresar si dicho linaje hizo uso de tal escudo de armas y se abstendrá de hacer referencia a los utilizados por otras familias del mismo apellido, pero sin parentesco comprobado con la familia tratada.
DECIMA: La descripción de las armas deberá justificarse señalando sus pruebas documentales: labras en las fachadas de las casas, reposteros, sellos, ejecutorias, certificaciones de armas, etc. y acompañadas de un análisis crítico de las mismas, haciendo constar la procedencia del testimonio. Las certificaciones de los Reyes de Armas sólo nos dan fe de que una persona utiliza unas determinadas armas, pero nunca de las razones de ello o de sus antecedentes históricos, que hay que examinar siempre con prevención.
DECIMO PRIMERA: Se debe observar la estricta aplicación de la terminología heráldica, en cuanto a particiones, metales y colores, en la descripción de cualquier emblema de carácter familiar o institucional, ya sea civil, militar o eclesiástico.
DECIMO SEGUNDA: Se han de evitar las explicaciones esotéricas o cabalísticas, así como las atribuidas a orígenes mitológicos o bíblicos, que no tienen ninguna base científica. Igualmente al posible simbolismo atribuido a colores y figuras, que suele ser casi siempre inventado muy a posteriori y, por tanto, sin ninguna base científica.
DECIMO TERCERA: Se recomienda la participación de heraldistas, así como de las instituciones que los agrupan, en todo proceso de creación de nuevos emblemas heráldicos.
DECIMO CUARTA: Se invita a las instituciones a dar a conocer estas normas en sus respectivas publicaciones.
20 10, 2011

CONSIDERACIONES SOBRE LA LEGITIMIDAD DE LA RELIGIÓN Y MILICIA DE LÁZARO RESUCITADO.

Por |2020-11-13T03:47:33+01:00jueves, octubre 20, 2011|

POR EL DR. D. JOSÉ MARÍA DE MONTELLS Y GALÁN, HERALDO MAYOR DE ESTA CASA TRONCAL.
Artículo originalmente publicado en el núm.25 de «Atavis et Armis».
Armas del Dr. De Montells. Heraldo Mayor de esta Casa Troncal.
CON CIERTA FRECUENCIA SE DICE, BIEN ES CIERTO QUE EN DETERMINADOS Y MINORITARIOS CÍRCULOS, QUE LA ORDEN DE SAN LÁZARO CARECE DE LA LEGITIMIDAD NECESARIA PARA CONSIDERARSE VERDADERA ORDEN DE CABALLERÍA, YA QUE QUEDÓ EXTINGUIDA EN 1831 COMO UNA CONSECUENCIA MÁS DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA.
Para aquellos que sostienen esta teoría, seguidores del conocido autor legitimista francés barón Hervé Pinoteau, la Orden no habría tenido continuidad histórica, siendo espuria la constituida en 1910 (a efectos legales) en Francia, obviando con singular contumacia los ingresos entre 1841 y 1910 (1), la protección ejercida desde 1841 por los Patriarcas Católico-Melquitas de Jerusalén y la elección en 1931 como Gran Maestre de un Príncipe de la Sangre de Francia, el Duque de Sevilla, con la anuencia de quien luego sería Jefe de toda la Casa Capeta, don Alfonso XIII(2).
LA ORDEN, INSTITUIDA EN LA PRIMERA CRUZADA, POR LOS CABALLEROS DE OTRAS ORDENES MILITARES QUE HABÍAN CONTRAÍDO LA LEPRA, FUE ESTABLECIDA EN EL ANTIQUÍSIMO HOSPITAL DE SAN LÁZARO ATENDIDO POR MONJES ARMENIOS Y SITUADO EXTRAMUROS DE JERUSALÉN, PARA DEFENDER LA FE Y PROTEGER A LOS PEREGRINOS, LOS POBRES Y LOS LEPROSOS, GOZANDO DESDE LOS PRIMEROS TIEMPOS DE LA PROTECCIÓN Y SIMPATÍA DE LOS REYES DE JERUSALÉN Y DE FRANCIA, ENTRE LOS QUE SE DEBE CONTAR MUY ESPECIALMENTE AL BIENAVENTURADO SAN LUIS.
San Luis con la Corona de Espinas de Nuestro Señor
Un Maestre lazarista, Ramón de Flory escoltó en 1259, la Corona de Espinas de Nuestro Señor desde Tierra Santa hasta Francia por encargo del propio San Luis (Luis IX de Francia).
El Hospital creado por monjes y caballeros, independientemente de todo poder temporal y espiritual, devino en orden militar por la fuerza de las circunstancias, adquiriendo un heroico protagonismo en la defensa de Acre y religiosa, merced a la Bula de 15 de Febrero de 1113, dirigida a Gerardo, Fundador y Gobernador del Hospital de Jerusalén y sus legítimos sucesores y otras posteriores, muy especialmente la Constitución Cum a nobis otorgada por Alejandro IV el 11 de Abril de 1254, quien le da tal carácter y le cambia la regla de San Basilio, que hasta entonces seguía, por la regla de San Agustín.
CONVIENE SABER QUE YA EN 1154, EL REY LUIS VII DE FRANCIA, COMO MUESTRA DE ESTA PREDILECCIÓN DE LOS REYES GALOS POR LA ORDEN, LE CEDIÓ EL CASTILLO DE BOIGNY, CERCA DE ORLEANS, COMO FEUDO PERPETUO, CON EL DERECHO A QUE SU PRECEPTOR IMPARTIESE JUSTICIA. TRAS LA PÉRDIDA DEFINITIVA DE TIERRA SANTA EN 1291, LA ORDEN DE SAN LÁZARO DE JERUSALÉN ESTABLECIÓ SU SEDE MAGISTRAL EN BOIGNY, DONDE PERMANECIÓ HASTA LA CONFISCACIÓN POR LA REVOLUCIÓN, 500 AÑOS DESPUÉS, SIENDO RECUPERADA FELIZMENTE EN NUESTROS DÍAS COMO ENCOMIENDA.
Por la Bula Pro Comissa, de 1572, el Papa unió los prioratos italianos del Hospital lazarista a la Orden de San Mauricio bajo el Gran Maestrazgo perpetuo de los duques de Saboya, con la excepción expresa de «los hombres y las posesiones de la Orden de San Lázaro de Jerusalén en el reino y los dominios de nuestro hijo muy amado en Cristo, el rey Felipe de España», incluyendo, claro está, el Priorato de Capua, que se había negado a integrarse en la nueva orden saboyana (3).
En consonancia con esta negativa del priorato capuano, la Orden se reunió en un Capítulo General en Boigny en 1578, manifestando su repulsa por la elección pontificia como Gran Maestre del de Saboya (ya que dicho nombramiento constituía un privilegio exclusivo de los caballeros reunidos en asamblea) y por la fusión con la Orden de San Mauricio, ordenada por la Bula papal.
ASÍ, PUEDE DECIRSE QUE LA ORDEN, A FINALESDEL SIGLO XVI SE ENCONTRABA FORMADA PORDOS RAMAS INDEPENDIENTES ENTRE SÍ: LA DEBOIGNY, BAJO LA PROTECCIÓN DE LA CORONA DEFRANCIA Y EL GRAN PRIORATO DE CAPUA, BAJOLA PROTECCIÓN DE LA CORONA DE ESPAÑA Y UNATERCERA, LA ORDEN DE SAN MAURICIO Y SANLÁZARO QUE DESDE AQUELLA CONSTITUYE UNAORDEN DINÁSTICA DE LA CASA REAL ITALIANA Y QUE NADA TIENE QUE VER CON LA DE SAN LÁ-ZARO, SALVO EL ORIGEN COMUN.
Después de múltiples circunstancias y muy distintos avatares históricos que confirman la independencia de la orden, amenazada otra vez de extinción por la intención papal de unirla a la de San Juan, dicha de Malta, esta tradicional vinculación a Francia quedó sellada en 1604 por la erección por Enrique IV de la Orden de Nuestra Señora del El Príncipe Luis de Francia, duque de Berry, más tarde rey de Francia y de Navarra, con el nombre de Luis XVI, Gran Maestre desde 1757 hasta 1773. El Príncipe Luis Estanislao Javier, conde de Provenza, más tarde rey de Francia, con el nombre de Luis XVIII, Gran Maestre desde 1773 hasta 1814.En 1814, Luis XVIII renunció al título de Gran Maestre, tomando para sí el de Protector.
Carlos X, último Protector de la Orden
EN EL PERÍODO DE SU EXILIO, HABÍA NOMBRADO UN NÚMERO IMPORTANTE DE CABALLEROS ORTODOXOS RUSOS, POR AGRADECER AL ZAR SU HOSPITALIDAD Y HABÍA ASEGURADO, CON LA CREACIÓN DE UNA NUEVA ENCOMIENDA HEREDITARIA EN SUECIA, LA DE ASKEBY KLOSTER, EL MANTENIMIENTO DE ESA PECULIAR INSTITUCIÓN QUE PRESERVABA A LA ORDEN DE LA EXTINCIÓN, YA Que EN CASO DE DISPERSIÓN O DISOLUCIÓN DEL HOSPITAL, CUALQUIER COMENDADOR HEREDITARIO TIENE EL DERECHO Y LA OBLIGACIÓN JURÍDICA DE SALVAGUARDAR LA MILICIA DE LOS POBRES LEPROSOS, PARA SIEMPRE JAMÁS, ESTO ES A PERPETUIDAD, TAL COMO SE ESPECIFICA EN LAS CARTAS DE CREACIÓN DE LAS ANTIGUAS ENCOMIENDAS, SUPRIMIDAS POR LUIS XIV (CONTRAVINIENDO LAS CONSTITUCIONES) Y RESTABLECIDAS POR LUIS XVIII, EN SU EXILIO DE MITTAU(4).
Monte Carmelo que fue creada para preservar en sus estados, la supervivencia de la de San Lázaro, con la que fue reunida, de tal manera que la nueva Orden se denominó Orden de Nuestra Señora de Monte Carmelo y de San Lázaro de Jerusalén, con un único Gran Maestre, que ya lo era de San Lázaro, Philibert de Nerestang.
Una añagaza del rey bearnés que aseguró la vida de la Milicia lazarista, desde ese instante muy supeditada a los reyes de Francia que pasaron a ser sus Protectores. quede claro que para la Santa Sede y la Curia Romana era tan sólo la Orden de Nuestra Señora de Monte Carmelo, ya que el Hospital de San Lázaro había quedado unido al de San Juan, por lo que la Orden se secularizó a la sombra de la Corona francesa. Así, varios miembros de la Casa de Borbón fueron Grandes Maestres de la Religión:
– El Príncipe Luis de Orleans, duque de Chartres, Primer Príncipe de la Sangre, fue Gran Maestre de 1720 a 1752.
– El Príncipe Luis de Francia, duque de Berry, más tarde rey de Francia y de Navarra, con el nombre de Luis XVI, Gran Maestre desde 1757 hasta 1773.
– El Príncipe Luis Estanislao Javier, conde de Provenza, más tarde rey de Francia, con el nombre de Luis XVIII, Gran Maestre desde 1773 hasta 1814.
En 1814, Luis XVIII renunció al título de Gran Maestre, tomando para sí el de Protector.
De 1814 a 1824, con el Rey volcado en los asuntos del gobierno de Francia, la administración pasó a un Consejo de Oficiales, que deseaba organizar un Capítulo General para nombrar un nuevo Gran Maestre en la persona del Príncipe Luis Antonio, duque de Angulema, retomando así el derecho inalienable de los caballeros lazaristas a dotarse de su propia autoridad, sin intervención regia. Al advenimiento de Carlos X, los lazaristas mantuvieron en vano la esperanza de revitalizar el Hospital y la Milicia del Resucitado, muy mermado en el número de sus miembros, ya que se habían producido escasos ingresos (5).

    El cardenal Sivio Oddi, Protector Espiritual de la Orden de 1991 a 1996.

En 1830, una nueva Revolución destronó al Rey legítimo y entronizó al usurpador duque de Orleans como Luis Felipe I, rey de los franceses, quien, burgués y asustadizo, dejó la Legión de Honor como única orden nacional, aboliendo todas las órdenes nobiliarias en 1831, fecha ésta en la que los autores contrarios a la supervivencia de la Orden señalan como la de su pretendida extinción.
CURIOSO RESULTA QUE AHORA UN DESCENDIENTE DIRECTO DE LUIS FELIPE, EL ACTUAL CONDE DE PARÍS, ABANDERE UNA RAMA FICTICIA DE LA ORDEN, OTORGÁNDOLE SU PROTECCIÓN REGiA6. LO CIERTO ES QUE SU SOBRINO, EL PRÍNCIPE CARLOS FELIPE DE ORLÉANS, VERDADERO DUQUE DE CADAVAL POR MATRIMONIO, FUE PROCLAMADO GRAN MAESTRE DE UNA SEDICENTE ORDEN DE SAN LÁZARO POR UN PEQUEÑO GRUPÚSCULO DE EXPULSADOS (POR EL DUQUE DE BRISSAC) DE LA ANTIGUA OBEDIENCIA FRANCESA, TRAS LA VOTACIÓN DEL AÑO 2004 EN TORONTO, QUE SE SALDÓ CON 542 VOTOS A FAVOR DEL DUQUE DE SEVILLA Y SÓLO 47 FAVORABLES AL PRÍNCIPE DE ORLEANS Y GRACIAS A LA CUAL, SE HIZO EFECTIVA LA REUNIFICACIÓN DEL HOSPITAL, ACEPTADA Y ASUMIDA POR LAS DOS ANTIGUAS OBEDIENCIAS.
La transparencia de la elección fue garantizada por la firma Deloitte & Touche, que actuó de cualificada observadora. En una declaración de enero de 2005, SAR doña Enmanuela de Dampierre, duquesa viuda de Anjou y de Segovia, abuela paterna de SAR don Luis de Borbón, actual Jefe de la Casa Real y único pretendiente legítimo al trono de Francia, sin duda, para oponerse al grupo sedicioso del Príncipe Carlos Felipe de Orleans, manifestó que la orden no podría existir en la actualidad, por la voluntad del propio Rey, exponiendo la conocida teoría de Pinoteau que sostiene que el Hospital se habría extinguido por empeño regio, al paralizar los nuevos ingresos.

En 1992, Su Santidad Juan Pablo II recibio en audiencia a la Orden de San Lázaro.

A pesar del respeto que merece su opinión que entendemos dictada por los intereses dinásticos de su nieto, no podemos estar de acuerdo con lo expresado por dicha señora, ya que tanto Luis XVIII, como Carlos X, sancionaron las nuevas admisiones tramitadas por el Consejo de Oficiales que gobernó la Orden en tiempos difíciles, sin olvidar la antiquísima tradición por la cual un caballero puede crear, a su vez, otro caballero, por necesidad perentoria o en ausencia de la autoridad suprema del Hospital.
Volviendo al reinado de Luis Felipe, la Religión de la cruz verde, como no podía ser de otra manera, se alineó en el bando de la Monarquía legítima, y en 1832, un viejo caballero lazarista, Kersaibech, levantó armas por el conde de Chambord, (Enrique V, para los fieles monárquicos y Gran Maestre de iure de nuestra Orden) secundando los planes de la duquesa de Berry, nuera del rey legítimo.
Sin embargo y, pese a esta muestra de fidelidad del lazarismo, ni Carlos X ni su sucesor, el conde de Chambord, mostraron interés alguno por la Religión de la Cruz Verde. Es importante añadir que el intento de golpe de Kersabiech, motivó una cierta actividad clandestina del lazarismo legitimista, y posteriormente, el traslado de los archivos de la Orden a Palestina, tras la asunción de la Protección Espiritual por los Patriarcas Melquitas en 1841 (7).
El castillo de Boigny
Replegada sobre sí misma, la orden se resignó entonces a volver a constituirse independiente del poder real, como en sus orígenes, ya que todo pacto con la Monarquía de Luis Felipe hubiera sido una traición flagrante a su gloriosa Historia. Tal hecho fue comprendido por el conde de Chambord y sus sucesores (los Borbones de España) pretendientes legítimos al trono francés, que siguieron nombrándose Grandes Maestres de las Ordenes del Santo Espíritu, San Luis o San Miguel, pero no reivindicaron jamás el Maestrazgo de San Lázaro, al ser ésta una Orden cuya legitimidad no pertenecía al Patrimonio Ecuestre de los Reyes de Francia, sino a sus propios caballeros, dado el carácter capitular que tuvo desde su fundación. Ocioso sería recorrer la nómina de caballeros ingresados durante el siglo XIX, pese a los nombres de toda solvencia moral y nobiliaria, que la integran8. Los historiadores adversos argumentan que ésta no se puede verificar, ya que los archivos en poder de la Iglesia Melquita se perdieron, como consecuencia de la I Guerra Mundial. Tampoco se ha podido verificar lo contrario, pero el hecho es que resulta más convincente para algunos especialistas (9) la supuesta falsía de nuestra supervivencia, ya que es doctrina comúnmente aceptada por todos, que la ilegitimidad de una Orden de Caballería reside en su falta de continuidad constatable, aunque tal ausencia de continuidad no ha sido obstáculo para restaurar otras instituciones, sin que nadie se llevase las manos a la cabeza.
Es chocante que la continuidad histórica de la orden no fuese puesta en duda por la Comisión internacional para el Estudio de las Ordenes de Caballería, al menos, en su registro internacional de Ordenes de Caballería, ediciones de 1964 y 1970, donde la Orden de San Lázaro aparece como una Orden semi-independiente, en el mismo apartado donde se recogen las órdenes militares españolas o las de Malta (de origen y obediencia protestante) desapareciendo en la edición de 2001 y posteriores.
El presidente actual de dicha Comisión, mi amigo Pier Felice degli Uberti (al que no tengo por adversario radical del Hospital de los pobres leprosos) ha justificado este cambio de opinión respecto de la Orden, en su pretendida extinción de 1831, y en su situación respecto de la Iglesia Católica, alabando, eso sí, nuestra actividad benéfica y hospitalaria, por lo que podría ser incluida en un apartado de instituciones de inspiración caballeresca negando de hecho su verdadera condición. Es un claro ejemplo de corrección política, porque la Comisión no se cuestiona otras órdenes cuyo status histórico, jurídico y legal es muy semejante al de la Milicia lazarista. Las distintas varas de medir que se utilizan en ocasiones como ésta, asustan a cualquier observador desapasionado.
LA COMISIÓN, SEGÚN SU PRESIDENTE, HA SEGUIDO LAS INDICACIONES DE UN CONOCIDO PERIÓDICO, ÓRGANO OFICIOSO, QUE NO OFICIAL DEL VATICANO, PERO PARECE NO HABER VALORADO LAS OPINIONES FAVORABLES AL HOSPITAL LAZARISTA DE UNO DE LOS MAYORES EXPERTOS MUNDIALES EN LAS ORDENES CATÓLICAS DE CABALLERÍA, PETER BANDER VAN DUREN10 NI TAMPOCO, LAS MUY RAZONABLES Y PONDERADAS DEL ACREDITADO TRATADISTA, EL ACADÉMICO ESPAÑOL, ALFONSO CEBALLOS-ESCALERA Y GILA, VIZCONDE DE AYALA Y MARQUÉS DE FLORESTA(11), NI SIQUIERA LAS DEL ERUDITO Y ESTUDIOSO DE LAS INSTITUCIONES NOBILIARIAS, EL DIPLOMÁTICO Y JURISTA FRANCISCO MANUEL DE LAS HERAS BORRERO,12 IMPRESCINDIBLES A LA HORA DE CONOCER CABALMENTE LAS CORPORACIONES CABALLERESCAS.
También la institución que lidera el Sr. Uberti ha despreciado, a mi juicio, el reconocimiento oficial de la Orden, en España (1940 y 1980), y los decretos de 1940, declarándola de utilidad pública y de 1946, por el que se le asignaban tareas específicas de combate a la lepra y otras enfermedades contagiosas y, los reconocimientos otorgados en otros muchos países, como Bolivia, Cuba, Brasil, Haití, Republica Dominicana, Perú, Honduras, Guatemala, Nueva Zelanda, Croacia, Sudáfrica y Hungría, por citar algunos y ni siquiera ha apreciado el interés del Santo Padre, el Beato Juan Pablo II en reconocer el trabajo humanitario de la Orden en Polonia, recibiendo en audiencia privada a representantes muy cualificados del Hospital de San Lázaro, presididos por el Patriarca Máximos V, en el año 1992, con todo lo que ello conlleva, dado que el Vaticano no reconoce otras caballerías que la Orden del Santo Sepulcro y la Soberana de Malta. Por no hablar de los prelados y jerarquías de la Iglesia española que han ingresado en la orden, como el que fue Protector Espiritual del Gran Priorato de España, el cardenal Primado y Arzobispo de Toledo, don Marcelo González Martín (1918- 2004). Tampoco ha evaluado la condición de Observador Permanente en las naciones unidas ni de Organismo internacional con Fines Humanitarios conferido por la UE (entonces Comunidad Económica Europea) en 1982, que posee la Orden.

D. Pier Felice degli Uberti, D. Manuel Fuertes de Gilbert y Rojo, el duque de Sevilla y el marqués de Casa Real, en el Colegio Heráldico (Madrid,2001)

La anécdota en sí no tiene gran importancia, dado que la Comisión es una entidad meramente privada, sin reconocimiento oficial alguno y formada por conocidos técnicos en el estudio y conocimiento de la Caballería y algunos pseudo-especialistas, que dejan mucho que desear. Baste mencionar que los representantes españoles son don Manuel Fuertes Rojo, ahora más que discutido barón de Gavín y, don Fernando García-Mercadal, que si bien se ha mostrado siempre como partidario de la extinción histórica, es un reputado experto en Derecho Premial y un auténtico caballero.
Cabe señalar aquí que una entidad análoga a la Comisión, una entidad privada, sin respaldo oficial, la Academia de Genealogía, Nobleza y Armas Alfonso XIII, ha incluido al Hospital como orden genuina, en su Elenco de Ordenes de Caballería (2005), en su registro de Ordenes de Caballería en el reino de España (2006) y en su Catálogo de Ordenes Extranjeras en España (2007). Obras todas ellas auspiciadas por un Comité de Honor integrado por significativas figuras de la Iglesia y de la Nobleza y un Comité Científico, presidido por el duque de Santoña y compuesto de renombrados especialistas internacionales.
Un hecho totalmente verificable es que desde 1930 hasta nuestros días, los ingresos de grandes figuras de la Iglesia, de la Milicia, de la Nobleza o de la Cultura, se han sucedido incesantemente, pese a la propaganda en contra de la Orden que no ha cesado en ningún momento, desde que el marqués de Villarreal de Álava iniciase el fuego dialéctico desde las páginas de Hidalguía (13). Grandes personalidades, de las que es lícito pensar que en modo alguno se hubieran integrado en una institución quimérica o dudosa. No voy a referirme (por ser ajena a la temática de este artículo) a la labor caritativa y asistencial de San Lázaro que, por cierto, es extraordinaria para una institución privada que no goza de ayudas ni de subvenciones de ningún tipo. Para mí tengo que la legitimidad de la Orden Militar y Hospitalaria de San Lázaro se sustenta en tres pilares fundamentales:
Uno, la institución de las encomiendas hereditarias que garantiza su continuidad histórica en todo tiempo y lugar, bajo cualquier circunstancia, sin ninguna otra excepción. Dos, la Protección espiritual ejercida por los Patriarcas Católico Melquitas, desde 1841 hasta nuestros días (salvo el período en que fue asumida por el Cardenal Silvio Oddi, legado Pontificio para la Basílica Patriarcal de asís, 1990-1996) de la que resulta una vinculación religiosa del Hospital de la Cruz Verde con la Santa Sede, mal que les pese a algunos.
Y tres, la íntima relación con la Casa de Borbón, expresada en la anuencia de Alfonso XIII (más tarde, Alphonse I de Francia) a que un miembro de su familia, el duque de Sevilla, jefe de la segunda rama de los Borbones de España y dinasta en Francia, aceptase el Gran Maestrazgo de la orden. en el caso de que el Príncipe Luis Alfonso de Borbón reinase en nuestro país vecino como Luis XX, el actual duque de Sevilla sería el Primer Príncipe de la Sangre de Francia, esto es el duque de Orléans. esta rama de los Borbón Sevilla ha ejercido la Suprema Magistratura (pese al carácter capitular de la orden) ininterrumpidamente desde 1935 hasta nuestros días (con el breve interregno del duque de nemours, 1967 – 1970).
Se me antoja que la vieja cantinela sobre la continuidad histórica de la orden, es tan solo una excusa. Si mañana se encontrasen los archivos de la Orden, se inventarían otra cosa.
Estos eruditos de cartón piedra son muy suyos. La mera existencia de una caballería militar y religiosa de carácter ecuménico, unida y fuerte, dispuesta a ejercer la caridad por amor a Dios, que lucha, día a día, por hacer efectiva la Unión de las Iglesias en Cristo y que denuncia desde la Fe, la Esperanza y la Caridad, los excesos de la sociedad de nuestros días, pone en peligro el entramado nobiliarista de unos pocos, detentadores de un poder que nadie les ha otorgado y perjudica gravemente algunas biografías consagrasen el abuso de la difamación y la calumnia.
Si a esto le añadimos, el coro de ignorantes que les apoya, tendremos una visión muy aproximada de la perseverancia en el error que evidencian algunos de los que se tienen por eruditos en estas materias, en verdad, meros aficionados sin coherencia ni criterio propio.
Nihil novum sub sole!!
(1). La lista conocida hasta ahora, va desde 1836 a hasta 1929 y está publicada en mi libro Historia apasionada de la religión de San Lázaro.
(2). Stephen Friar, en new Diccionary of Heraldry, pag.298; Rodríguez de Maribona, en Actas del i Congreso de Estudios Históricos,
pags. 96 a 108, entre otros muchos. También en mi artículo Alfonso XIII y el Hospital de la Cruz Verde, en Atavis et Armis, nº 21
(3). El hecho histórico por sí solo, rebate la tesis antilazarista expuesta en un periódico madrileño por el despistado académico matritense Amadeo Rey-Cabieses (Ver Atavis et Armis, nº 23) 2 9 El cardenal Sivio Oddi, Protector Espiritual de la Orden de 1991 a 1996
(4). Esta institución es olímpicamente ignorada por casi todos los historiadores adversos o discutida con desacostumbrada
destemplanza por el ya citado Hervé, barón Pinoteau. Un acabado perfil del personaje está referido, con todo lujo de detalles, en el artículo Andanza y Contradicción del Ilustre y prestigioso barón Pinoteau, de la autoría de Aldo della quaglia, en Atavis et Armis, nº 17.
(5). Lo que se interpreta torticeramente, a mi juicio, como una decisión regia de dejarla extinguirse por consunción.
(6). Tal protección solo puede ser otorgada, de acuerdo con la tradición, por el legítimo Jefe de la Casa Real de Francia, el Príncipe Luis de Borbón y Martínez-Bordiú, Duque de Anjou. La sedicente orden lazarista que encabezó el falso Duque de Anjou y ahora lidera el conde Dobrzenicz, ha encontrado en algunos autores españoles, inusitado eco. Inexplicablemente, a menos que se escriba de oídas.
(7). Ver mi artículo La Protección Espiritual de los Patriarcas Católico-Melquitas de Antioquía y Jerusalén: Datos para una argumentación, en Atavis et Armis, nº 24.
(8). La tesis de la continuidad de la orden durante el período en cuestión, ha sido magníficamente defendida por Francis Elphinstone en su artículo La orden de San Lázaro y la sangre de Luis XIV publicado inicialmente en la revista The Armorial, en lengua inglesa. Hay una traducción al portugués del embajador Silva Preto, de Enero de 1973, publicada en el Boletín de la Delegación de la Orden de San Lázaro en Portugal. Recomiendo su atenta lectura.
(9). Así, por ejemplo Guy Stair Sainty, André Damien o el propio Pinoteau.
(10). En su libro, Orders of Knighthood and Merit: the Pontifical, religious and Secularised Catholic-founded Orders and their relationship to the Apostolic See, pag. 509 (Gerards Cross: Colin Smythe, 1995) Hay una traducción al español del artículo consagrado a la orden, en Cuadernos de Ayala, nº 18
(11). Ver Cuadernos de Ayala, nº 18 y 19.
(12). Ver su obra Apuntes sobre instituciones nobiliarias en España. Madrid. Prensa y Ediciones Iberoamericanas, 1994.
(13). En los números 1 y 3 de esta revista, de 1953.
(14). El actual Gran Maestre, don Carlos Gereda de Borbón, marqués de Almazán, pertenece a la Casa de los Borbón-Sevilla, sub-rama de los Borbón-Santa Elena. Ver su genealogía en El Ducado de Santa Elena por Rafael Portell Pasamonte, publicado en Atavis et Armis nº 16.
19 10, 2011

NOTICIAS DE LA CASA TRONCAL: NUEVOS INGRESOS.

Por |2020-11-13T03:47:33+01:00miércoles, octubre 19, 2011|

La Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria, poco a poco, se va haciendo mayor. A fin de mantener informados a todos los caballeros y damas de los nuevos ingresos que se vayan produciendo, la Diputación de Linajes ha decidido publicar en el Blog las nuevas incorporaciones. De esta forma, creemos se refuerzan los lazos de consanguinidad, espíritu fraterno y amistad que a todos nos anima.
Recientemente, se ha producido el ingreso de la familia chilena compuesta por don Luciano Cruz y Muñoz y su esposa doña Alejandra Morandé y Errazuriz, sus cinco hijos y cinco de sus nietos.
Armas  de la Familia CRUZ MORANDE, originaria del antiguo Reino de Chile, cuya  varonía fue establecida allí en 1750 por  don Juan Antonio  De La Cruz y De la Fuente, proveniente de Galicia, España, vecino fundador de San Rafael de Rozas de Illapel, donde fue empadronado noble los años 1778, 1789 y 1790,  cuyas armas primigenias citadas en Heraldario Español Europeo y Americano, Tomo II, pag.117 y Blasonario de la Consanguinidad Iberica,  1991-1993, pag.79,  fueron acreditadas el año 1979 en expediente 4.357 ante la R. Asociación de Hidalgos de España, las que  se enriquecieron con las concedidas por Real Cédula de S.M. Don Carlos IV, en San Idelfonso el 15. IX. 1797  a Illapel y a sus fundadores.
En tanto que las  armas de Morandé,  establecida en Chile desde el año 1717  por el Capitán de Fragata de la R. A.Francesa, don Juan Francisco Briand Guillaume, Señor dela Morigandais, provienente de Saint Malo, Francia, se acreditaron por su nieto  el  segundo Marqués de Casa Real don José Ignacio García -Huidobro y Morandé, en la Orden de Santiago ( 1778).-
Reproducimos literalmente los correspondientes asentamientos realizados por los Escribanos de Linajes en el Libro I del Linaje Chancilleres:
Asiento N° 31: Caballero Hijodalgo Honorable Señor Don Luciano Francisco Cruz y Muñoz, Infanzón de Illescas, de la Real Asociación de Hidalgos de España, de Nacionalidad Chilena. Justifica Nobleza de Sangre de su primer Apellido Paterno como Cuarto Nieto de Don Francisco de la Cruz y Ossandón (nacido en 1787), Quinto Nieto de Don José Antonio de la Cruz y de la Tournerie (nacido en 1752), y Sexto Nieto de Don Juan Antonio de la Cruz y de la Fuente (nacido en 1725), quienes obtuvieron privilegio de nobleza, concedida de acuerdo con el artículo 2 del título 19 de la ordenanza segunda de las Ordenanzas de Nueva España, dadas por S.M. Don Carlos III, en 1783. Acredita ser descendiente de Don Rodrigo de Vera y Morales (fallecido en 1471), Caballero del Linaje Chancilleres. Fecha de inscripción: 15 de octubre de 2011.
Asiento N° 32: Caballero Hijodalgo Honorable Señor Don José Luciano Cruz y Morandé, de la Real Asociación de Hidalgos de España, de Nacionalidad Chilena. Justifica Nobleza de Sangre de su primer Apellido Paterno como Quinto Nieto de Don Francisco de la Cruz y Ossandón (nacido en 1787), Sexto Nieto de Don José Antonio de la Cruz y de la Tournerie (nacido en 1752), y Séptimo Nieto de Don Juan Antonio de la Cruz y de la Fuente (nacido en 1725), quienes obtuvieron privilegio de nobleza, concedida de acuerdo con el artículo 2 del título 19 de la ordenanza segunda de las Ordenanzas de Nueva España, dadas por S.M. Don Carlos III, en 1783. Acredita ser descendiente de Don Rodrigo de Vera y Morales (fallecido en 1471), Caballero del Linaje Chancilleres. Fecha de inscripción: 15 de octubre de 2011.
NUEVOS INGRESOS: Los Cruz Morande ante la Iglesia de Santo Domingo (Soria).
Asiento N° 33: Caballero Hijodalgo Honorable Señor Don Luciano Cruz y Soza, de la Real Asociación de Hidalgos de España, de Nacionalidad Chilena. Justifica Nobleza de Sangre de su primer Apellido Paterno como Sexto Nieto de Don Francisco de la Cruz y Ossandón (nacido en 1787), Séptimo Nieto de Don José Antonio de la Cruz y de la Tournerie (nacido en 1752), y Octavo Nieto de Don Juan Antonio de la Cruz y de la Fuente (nacido en 1725), quienes obtuvieron privilegio de nobleza, concedida de acuerdo con el artículo 2 del título 19 de la ordenanza segunda de las Ordenanzas de Nueva España, dadas por S.M. Don Carlos III, en 1783. Acredita ser descendiente de Don Rodrigo de Vera y Morales (fallecido en 1471), Caballero del Linaje Chancilleres. Fecha de inscripción: 15 de octubre de 2011.
Asiento N° 34: Caballero Hijodalgo Honorable Señor Don Santiago Cruz y Soza, de la Real Asociación de Hidalgos de España, de Nacionalidad Chilena. Justifica Nobleza de Sangre de su primer Apellido Paterno como Sexto Nieto de Don Francisco de la Cruz y Ossandón (nacido en 1787), Séptimo Nieto de Don José Antonio de la Cruz y de la Tournerie (nacido en 1752), y Octavo Nieto de Don Juan Antonio de la Cruz y de la Fuente (nacido en 1725), quienes obtuvieron privilegio de nobleza, concedida de acuerdo con el artículo 2 del título 19 de la ordenanza segunda de las Ordenanzas de Nueva España, dadas por S.M. Don Carlos III, en 1783, Acredita ser descendiente de Don Rodrigo de Vera y Morales (fallecido en 1471), Caballero del Linaje Chancilleres. Fecha de inscripción: 15 de octubre de 2011.
Asiento N° 35: Caballero Hijodalgo Honorable Señor Don Juan Pablo Cruz y Soza, de Nacionalidad Chilena. Justifica Nobleza de Sangre de su primer Apellido Paterno como Sexto Nieto de Don Francisco de la Cruz y Ossandón (nacido en 1787), Séptimo Nieto de Don José Antonio de la Cruz y de la Tournerie (nacido en 1752), y Octavo Nieto de Don Juan Antonio de la Cruz y de la Fuente (nacido en 1725), quienes obtuvieron privilegio de nobleza, concedida de acuerdo con el artículo 2 del título 19 de la ordenanza segunda de las Ordenanzas de Nueva España, dadas por S.M. Don Carlos III, en 1783. Acredita ser descendiente de Don Rodrigo de Vera y Morales (fallecido en 1471), Caballero del Linaje Chancilleres. Fecha de inscripción: 15 de octubre de 2011.
Asiento N° 36: Caballero Hijodalgo Honorable Señor Don Domingo Cruz y Soza, de Nacionalidad Chilena. Justifica Nobleza de Sangre de su primer Apellido Paterno como Sexto Nieto de Don Francisco de la Cruz y Ossandón (nacido en 1787), Séptimo Nieto de Don José Antonio de la Cruz y de la Tournerie (nacido en 1752), y Octavo Nieto de Don Juan Antonio de la Cruz y de la Fuente (nacido en 1725), quienes obtuvieron privilegio de nobleza, concedida de acuerdo con el artículo 2 del título 19 de la ordenanza segunda de las Ordenanzas de Nueva España, dadas por S.M. Don Carlos III, en 1783, Acredita ser descendiente de Don Rodrigo de Vera y Morales (fallecido en 1471), Caballero del Linaje Chancilleres. Fecha de inscripción: 15 de octubre de 2011.
NUEVOS INGREOS: La Familia Cruz Morande en el Archivo de la Casa, en compañía de nuestro Archivero Mayor D. José Antonio Martín de Marco. Archivero Municipal de Soria.
Asiento N° 37: Caballero Hijodalgo Honorable Señor Don Sebastián Cruz y Morandé, de la Real Asociación de Hidalgos de España, de Nacionalidad Chilena. Justifica Nobleza de Sangre de su primer Apellido Paterno como Quinto Nieto de Don Francisco de la Cruz y Ossandón (nacido en 1787), Sexto Nieto de Don José Antonio de la Cruz y de la Tournerie (nacido en 1752), y Séptimo Nieto de Don Juan Antonio de la Cruz y de la Fuente (nacido en 1725), quienes obtuvieron privilegio de nobleza, concedida de acuerdo con el artículo 2 del título 19 de la ordenanza segunda de las Ordenanzas de Nueva España, dadas por S.M. Don Carlos III, en 1783. Acredita ser descendiente de Don Rodrigo de Vera y Morales (fallecido en 1471), Caballero del Linaje Chancilleres. Fecha de inscripción: 15 de octubre de 2011.
Asiento N° 38: Caballero Hijodalgo Honorable Señor Don Íñigo Cruz y Goñi, Natural de Pamplona. Justifica Nobleza de Sangre de su primer Apellido Paterno como Sexto Nieto de Don Francisco de la Cruz y Ossandón (nacido en 1787), Séptimo Nieto de Don José Antonio de la Cruz y de la Tournerie (nacido en 1752), y Octavo Nieto de Don Juan Antonio de la Cruz y de la Fuente (nacido en 1725), quienes obtuvieron privilegio de nobleza, concedida de acuerdo con el artículo 2 del título 19 de la ordenanza segunda de las Ordenanzas de Nueva España, dadas por S.M. Don Carlos III, en 1783,. Acredita ser descendiente de Don Rodrigo de Vera y Morales (fallecido en 1471), Caballero del Linaje Chancilleres. Fecha de inscripción: 15 de octubre de 2011.
Asiento N° 39: Dama Hijadalgo Honorable Señora Doña Magdalena Cruz y Morandé, de la Real Asociación de Hidalgos de España, de Nacionalidad Chilena. Justifica Nobleza de Sangre de su primer Apellido Paterno como Quinta Nieta de Don Francisco de la Cruz y Ossandón (nacido en 1787), Sexta Nieta de Don José Antonio de la Cruz y de la Tournerie (nacido en 1752), y Séptima Nieta de Don Juan Antonio de la Cruz y de la Fuente (nacido en 1725), quienes obtuvieron privilegio de nobleza, concedida de acuerdo con el artículo 2 del título 19 de la ordenanza segunda de las Ordenanzas de Nueva España, dadas por S.M. Don Carlos III, en 1783. Acredita ser descendiente de Don Rodrigo de Vera y Morales (fallecido en 1471), Caballero del Linaje Chancilleres. Fecha de inscripción: 15 de octubre de 2011.
Asiento N° 40: Caballero Hijodalgo Honorable Señor Don Francisco Javier Cruz y Morandé, de la Real Asociación de Hidalgos de España, de Nacionalidad Chilena. Justifica Nobleza de Sangre de su primer Apellido Paterno como Quinto Nieto de Don Francisco de la Cruz y Ossandón (nacido en 1787), Sexto Nieto de Don José Antonio de la Cruz y de la Tournerie (nacido en 1752), y Séptimo Nieto de Don Juan Antonio de la Cruz y de la Fuente (nacido en 1725), quienes obtuvieron privilegio de nobleza, concedida de acuerdo con el artículo 2 del título 19 de la ordenanza segunda de las Ordenanzas de Nueva España, dadas por S.M. Don Carlos III, en 1783. Acredita ser descendiente de Don Rodrigo de Vera y Morales (fallecido en 1471), Caballero del Linaje Chancilleres. Fecha de inscripción: 15 de octubre de 2011.
Asiento N° 41: Caballero Hijodalgo Honorable Señor Don Pedro Pablo Cruz y Morandé, de la Real Asociación de Hidalgos de España, de Nacionalidad Chilena. Justifica Nobleza de Sangre de su primer Apellido Paterno como Quinto Nieto de Don Francisco de la Cruz y Ossandón (nacido en 1787), Sexto Nieto de Don José Antonio de la Cruz y de la Tournerie (nacido en 1752), y Séptimo Nieto de Don Juan Antonio de la Cruz y de la Fuente (nacido en 1725), quienes obtuvieron privilegio de nobleza, concedida de acuerdo con el artículo 2 del título 19 de la ordenanza segunda de las Ordenanzas de Nueva España, dadas por S.M. Don Carlos III, en 1783. Acredita ser descendiente de Don Rodrigo de Vera y Morales (fallecido en 1471), Caballero del Linaje Chancilleres. Fechas de inscripción: 15 de octubre de 2011.
Asiento N° 42: Honorable Señora Doña Alejandra Morandé y Errazuriz, Dama del Capítulo de la Real Hermandad de Infanzones de Illescas, de Nacionalidad Chilena. Acredita su condición de Esposa Legítima del Caballero del Linaje Chancilleres Don Luciano Cruz y Muñoz, además de la Nobleza de su primer Apellido Paterno en las pruebas presentadas en el Expediente para Ingreso en la Orden de Santiago, año de 1777, de Don José Ignacio Huidobro y Morandé, II Marqués de Casa Real, así como descender de Don Ramiriañez Bravo de Saravia y Sotomayor, nacido en Soria, que llegó a Chile en 1568, Caballero de la Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria en el Linaje Calatañazor. Fecha de inscripción: 15 de octubre de 2011.
Les damos a todos la más calurosa y familiar de las bienvenidas.
18 10, 2011

BLASONARIO Y GARANTÍAS ARMERAS DE LOS MIEMBROS DE ESTA CASA TRONCAL.

Por |2020-11-13T03:47:34+01:00martes, octubre 18, 2011|

Como todos nuestros lectores y amigos recordarán, el pasado 25 de abril se procedió a la firma de un Convenio de Cooperación entre la Casa Troncal y el Excmo. Ayuntamiento de Soria, mediante el que, entre otros interesantes puntos, se acuerda que el Archivo Municipal de Soria, sito en la Plaza Mayor, y que contiene la mayor y más completa recopilación documental sobre Los Linajes, se constituya en la Sede Oficial de la Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria.
De igual modo se decidió, que en dicho Archivo quedarán depositadas las Resoluciones de Ingreso de los Caballeros y Damas de la Casa, Registro de Blasones de los Caballeros y Damas, documentación atinente a la Diputación de Honor, y cuantos otros documentos revistan un particular interés a juicio de la Diputación de la Casa Troncal o del Excmo. Ayuntamiento.
En base a tal convenio, en breve se tiene previsto depositar en dicho Archivo, además de la documentación referida a los expedientes de ingreso, un completo Blasonario de todos los miembros de esta corporación.
El mismo se compondrá de una copia de las Garantías Armeras que nuestro Heraldo Mayor, el Dr. D. José María de Montells y Galán está expidiendo para cada uno de nuestros miembros, convenientemente minutadas y encarpetadas.
El original de dicho documento será remitido al Caballero o Dama que lo solicite, junto con el libro que en breve editará la Diputación de Linajes, en el que se recoge los usos y documentos armeros de los Caballeros y Damas de esta Casa Troncal en la actualidad. Volumen en el  que figurarán descritos  y laminados, a todo color, los más de 90 blasones en uso , así como las  Garantías y Certificaciones expedidas a nuestros miembros.
El diseño de los documentos corre a cargo del artista heráldico D. Fernando Martínez Larrañaga, autor del prestigioso blog «HERALDISTAS» (http://heraldistas.blogspot.com/).
Boceto: Portada del Documento.
Boceto: Folio 1

Boceto:Folio 2

Boceto: Contraportada.
Recomendamos a todos los miembros de esta Asociación de Hijosdalgos, que visiten el Blasonario subido a nuestra web oficial (http://www.docelinajes.org/) , al objeto de confirmar los datos  que sobre este tema en ella obran, ya que  aunque las diferentes Garantías Armeras irán expedidas a nombre del titular del blasón, en ellas irán señalados los nombres de las distintas personas de ese mismo linaje que también las usan.
17 10, 2011

ACTOS PATROCINADOS POR EL EXCMO. AYUNTAMIENTO DE GANDÍA Y EL GREMIO DE HALCONEROS DEL REINO DE ESPAÑA.

Por |2014-07-27T19:11:21+01:00lunes, octubre 17, 2011|

El sábado 29 de octubre actual, en la Santa Iglesia Colegial Insigne de Gandía, los Excmos Señores D. Arturo Torró y Chisvert, Alcalde de Gandía, y D. Antonio de Castro y García de Tejada, Halconero Mayor del Reino y del Subpriorato Español de la Orden de Malta, presentarán oficialmente la solicitud dirigida a Su Santidad el Papa Benedicto XVI, para que se digne declarar a San Francisco de Borja, patrono de la ciudad de Gandía y de la Nobleza de España, como Protector de este Real Gremio y de la Cetrería en España.
Posteriormente serán recibidos, en la Sala de Coronas del Palacio de los Duques de Gandía, los nuevos Halconeros en solemne ceremonia. Como colofón será servido un vino español en el Patio de Armas del palacio.
Queremos agradecer la invitación recibida, al Halconero Mayor del Reino, el Excmo.Sr.D. Antonio de Castro y García de Tejada, augurando la máxima brillantez en los actos y la total consecución de lo que solicitan.
16 10, 2011

ORIGEN HISTÓRICO DEL APELLIDO EN ESPAÑA.

Por |2020-11-13T03:47:34+01:00domingo, octubre 16, 2011|

POR JAIME DE SALAZAR Y ACHA.

Ojeando números antiguos de «La Gacetilla de Hidalgos de España», hoy he dado con un interesante artículo de D. Jaime Salazar y Acha, que esta Real Asociación publicaba en su número 518. Es un artículo muy didáctico extraído de un estudio muchísimo más completo, de este magnífico autor, titulado “Manual de Genealogía Española” (Ediciones Hidalguía-Madrid 2006-).
Por pensar que pudiera ser del interés de nuestros lectores y amigos, incluímos dicho artículo como entrada de hoy de nuestro blog.
Portada «Manual de Genealogía Española».
Sabemos que, en su origen, el apellido familiar aparece con la finalidad de distinguir a unas personas de otras cuando llevan el mismo nombre de pila. En principio, en casi todas las culturas, se adoptó para esta finalidad identificadora un criterio patronímico, consistente en utilizar el nombre del padre junto a la palabra hijo. Los griegos usaron por tanto el sufijo -ides; en el mundo anglosajón y escandinavo el sufijo -son (-sen, en danés), y así podemos ver, en este sentido, los Johnson, británicos, los Johanson, noruegos y suecos o los Jensen daneses. Los eslavos utilizan para ello el sufijo -vich o -ick, y los árabes la palabra ibn, seguida por el nombre del padre.
Pero, ajustándonos a nuestra cultura española el origen del apellido sólo se remonta al último tercio del siglo IX. En este tiempo empiezan ya los nobles a firmar con su nombre de pila, seguido del nombre de su padre en genitivo latino y de la palabra filius. Comenzamos por tanto a leer en los pergaminos: Vermudus Ordonnii filius; Ranimirus Ferdinandi filius, etc. Esta fórmula durará sin embargo poco tiempo, ya que un siglo después se procederá a la supresión de la palabra filius, adoptando la terminación del nombre paterno en -z- que será la prototípica del apellido patronímico español.
Durante el siguiente siglo X, esta costumbre patronímica que empieza por la alta nobleza, se va generalizando a todas las clases sociales.
Cuando nos adentramos en el siglo XI todas las personas citadas en los documentos aparecen con su nombre seguido del patronímico y quiero subrayar aquí que el sentido de este último es, sin la más mínima excepción, el que su propio nombre indica, es decir que al contrario de lo que ocurrirá más tarde, siempre el apellido patronímico, en estas épocas, corresponde al nombre del padre del así apellidado. En la España altomedieval esta implantación del patronímico fue general, desde el Atlántico a los Pirineos, es decir Portugal, Galicia, León, Castilla, Aragón, País Vasco y Navarra, inclusive en zonas del sur de Francia como el primitivo ducado de Gascuña.
Esta terminación en -ez- no tendrá sin embargo, ninguna implantación en los primitivos condados catalanes, donde el patronímico se mantendrá en genitivo en los documentos latinos y sin variar su forma, con respecto al nombre de pila, en el lenguaje romance: Arnau, Dalmau, Pons, Guillén, Berenguer, etc.
Figura 1.
En el Reino de Valencia la variedad lingüística formará a su vez los patronímicos con su forma característica: Pérez será Peris; Sánchez, Sanchis; Fernández, Ferrandis, etc., e igualmente en Portugal adoptarán las formas que hoy conocemos, Pires, Sanches, Soares, sin que por ello, tanto en un caso como en el otro, dejen de tener el mismo sentido patronímico.
En resumen, la abundancia de formas que adoptan los patronímicos es de tal amplitud que es conveniente que incluyamos una lista de las más importantes, para que podamos comprender su enorme variedad:
ALFONSO: Alonso, Affonso.
ÁLVARO: Álvarez, Álvar.
DOMINGO: Domínguez, Mingo, Mínguez, Míguez, Miez.
ENRIQUE: Enríquez, Henríquez.
FERNANDO: Fernández, Fernán, Hernández, Hernán, Hernando, Ferrán, Ferrando, Ferraz, Ferris, Herrán, Herráiz, Arranz, Arnáez, Arnáiz.
GARCÍA: García, Garcés, Garci.
GONZALO: González, Gonzalvo, Gonzálvez, Goçalvez, Gálvez.
GUTIERRE: Gutier, Gutiérrez, Gualterio.
HERMENEGILDO: Hermenegíldez, Menéndez, Menendo, Méndez, Mendes, Mendo, Armengol, Amengual.
ÍÑIGO: Íñiguez, Íñigo, Eneco.
JIMENO: Jiménez, Jimeno, Ximénez, Ximén.
JUAN: Juan, Joan, Juanes, Yoanes, Ibáñez, Anes.
LOPE: López, Lóbez, Lúpiz, Lope.
MUÑÓ: Muñoz, Muñiz, Muniz, Moñiz.
NUÑO: Núñez, Núniz, Nunes.
PEDRO: Pérez, Pere, Peris, Pires.
RODRIGO: Rodríguez, Rodrigo, Ruiz, Roiz, Ruy.
SANCHO: Sánchez, Sancho, Sanchiz, Sanchis, Sanz, Sáez, Sáenz, Sáinz, Sáiz.
SUERO: Suárez, Xuárez, Soares, Osorio, Osórez, Ozores.
RAMIRO: Ramírez, Remírez, Remir.
VELA: Vélez, Velis.
VELASCO: Velázquez, Vázquez, Báez
Pero este tipo de apellido patronímico, que venimos tratando hasta aquí, por su propia sistemática, cambiaba en cada generación y, en consecuencia, no servía para denominar familias sino únicamente individuos. Se hacía, por tanto, necesario crear un término para englobar a toda la familia y no solamente a una de sus generaciones.
Por ello, en la segunda mitad del siglo XII vemos ya claramente cómo se empiezan a utilizar términos para designar linajes concretos utilizando para ello su lugar de origen o de señorío. Pero no se trata en principio de un apellido, pues rara vez los miembros de cada linaje firman o se autodenominan con tal término distintivo. Se trata de una clave utilizada por la sociedad para poder distinguir entre sí a los que ya actúan como linajes: los de Lara, los de Castro, los de Guzmán, los de Traba, etc.
Este nombre de linaje que surge en estos tiempos, de fuera adentro se va implantando en la alta sociedad medieval y podemos decir que está perfectamente establecido, con la aquiescencia de todos, en la segunda mitad del siglo XIII.
Figura 2.
Pero nos conviene observar con detenimiento estos nombres de linaje porque veremos que su adopción no responde siempre a las mismas causas. Así, si observamos las grandes familias de ricos hombres del Reino de Castilla en los siglos XIII y XIV podemos distinguir tres grupos:
El primero, que abarca a un total de dieciocho familias, sigue la fórmula más usual, que consiste en que los linajes adoptan como distintivo el nombre de su lugar de origen o de señorío. Así: Lara, Haro, Guzmán, Castro, Villamayor, Traba, Limia, Cameros, Villalobos, Aza, Manzanedo, Asturias, Castañeda, Sandoval, Guevara, Rojas, Mendoza y Marañón.
Estos nombres se acabarán usando como apellidos tras el patronímico correspondiente y la preposición de; ejemplos: Núñez de Lara, Rodríguez de Guzmán, Fernández de Castro, Álvarez de las Asturias, etc.
Vemos también un segundo grupo de cinco familias en el que la fórmula usada para bautizar al linaje es algo distinta y consiste en que, cuando un nombre de pila, convertido en patronímico, es característico de una familia y poco común en el país, por ser de origen extranjero o ya arcaico, puede pasar de patronímico a ser nombre de linaje. Este es el caso de los Manuel, los Osorio, los Ponce, los Froilaz o los Manrique. Se utilizarán, por supuesto, con su correspondiente patronímico, pero sin la preposición de, al contrario que en el grupo anterior, es decir Sánchez Manuel, Álvarez Osorio, Fernández Manrique, etc.
Y, por último, existe un pequeño grupo de dos, Girón y La Cerda, que corresponde a los nombres de linaje basados en apodos o, como se decía entonces, en alcunas. El uso de un apodo es poco frecuente entre la alta nobleza de Castilla y León, pero en Navarra y Aragón era, sin embargo, frecuente, de tal modo que muchas veces es casi imposible conocer su auténtico nombre. Apuntemos, por ejemplo, entre ellos a Buen Padre, Ladrón, Barbatuerta, Barbaza, Peregrín, Portolés, Tizón, Almoravit, Maza, etc. Este tipo de apellido, basado en un apodo, es mucho más frecuente en Portugal, recordemos familias clásicas como Pacheco o Pimentel, e inexistente, en cambio, entre la nobleza de Cataluña, donde, por la vigencia plena del régimen feudal, las familias se apellidan casi en exclusiva por los nombres de sus feudos.
Todo lo que venimos diciendo para la alta nobleza se va haciendo extensivo poco después al pueblo llano, pero, debido a un cierto empobrecimiento onomástico, ya que, al abandonar el pueblo los primitivos nombres hispano-romanos y adoptar los más eufónicos, para la época, nombres de la nobleza, todo el mundo se llamaba más o menos igual.
Había que buscar otro sistema de diferenciación y éste se produce sobre todo a través de la alcuña, formada ésta —en la gran mayoría de los casos— por el oficio ejercido por el cabeza de familia, por alguna característica física descollante o por el lugar de residencia o de origen familiar.
Figura 3.
Pero esta adopción casi general de la alcuña o sobrenombre, ya sea consistente en un apodo o en un topónimo, va dando lugar durante la segunda mitad del siglo XIII, y definitivamente en el siglo XIV, a una auténtica revolución, que consistirá en la pérdida del sentido originario del patronímico, el cual quedará ya sin sentido en el siglo XV. Curiosamente, esta supresión es muy desigual en las distintas regiones y destaquemos, por ejemplo, que es excepción en algunos lugares de La Mancha, y especialmente en la provincia de Toledo, donde se mantienen numerosos apellidos compuestos. En el País Vasco, en cambio, excepción hecha de Álava, se suprimirá totalmente el patronímico en la primera mitad del siglo XVI, lo que hace hoy en día a algunos indocumentados tener por maketos los apellidos patronímicos.
Al mismo tiempo, entre los siglos XIV y XVI, se va a producir otra práctica curiosa que consiste en utilizar el patronímico como una prolongación del nombre de pila, independientemente de cuál sea el nombre del padre, y se basa en imponer a cada niño al nacer el patronímico de la persona en cuyo honor se le ha impuesto el nombre. Veremos así, especialmente en las familias de la nobleza, a los hijos de un mismo matrimonio ostentar distinto patronímico.
A partir del siglo XVIII, el apellido en España quedará consolidado, abandonando estas prácticas descritas, salvo cuando, por obligaciones de un mayorazgo, se adoptaba el apellido de su fundador. También en esta época, con la finalidad de distinguirse unas personas de otras, comienza la práctica de utilizar un segundo apellido, que a veces —no siempre— puede ser el de la madre.
Esta costumbre quedará consagrada en la segunda mitad del siglo XIX tras la promulgación de la ley de Registro Civil. Vemos, por tanto, que es una práctica relativamente reciente.
Nota: Portada del libro y Figura 1 extraidas del artículo original. Figuras 2 y 3 aportadas por el patrocinio del blog.
15 10, 2011

3º SEMINÁRIO HISTÓRIA DO PATRIMÓNIO E DA CIÊNCIA.

Por |2020-11-13T03:47:34+01:00sábado, octubre 15, 2011|

Bajo los auspicios de la Universidade Lúsófona de Lisboa, el día 20 del presente octubre, se celebrará el 3er. Seminario de Historia del Patrimonio y de la Ciencia, cuyo tema central en esta edición versará sobre los «Archivos para la Historia».
Las ponencias comenzarán a las 18.00 horas, finalizando a las 20.50 h con un pequeño debate sobre los ruegos y preguntas que se formulen.
14 10, 2011

«MONARQUÍA EUROPEA»

Por |2014-07-27T19:11:21+01:00viernes, octubre 14, 2011|

Blog patrocinado por La Asociación Monárquica Europea. Asociación sin ánimo de lucro fundada en Barcelona el día 22 de noviembre de 1985, cuyos fines son el apoyo y promoción de la monarquía, la difusión de sus valores, contribuyendo a la restauración de las monarquías abolidas.
Para poder visitarlo:  http://www.monarquiaeuropea.org/
13 10, 2011

S.A.R. EL PRÍNCIPE IRAKLY BAGRATIONI, MEDIADOR EN LA CUESTIÓN SUCESORIA ESPAÑOLA DE LOS AÑOS SESENTA.

Por |2020-11-13T03:47:35+01:00jueves, octubre 13, 2011|

Por el interés que este magnífico artículo, de D. Daniel García Riol, publicado originalmente en el núm.25 de la revista “Atavis et Armis”, órgano de difusión del Gran Priorato de España de la Orden Militar y Hospitalaria de San Lázaro de Jerusalén, pudiera suscitar entre nuestros lectores, lo queremos reproducir en su integridad como entrada de nuestro blog del día 14 actuales.
D. Daniel García Riol, además de ser erudito y maestro en estas ciencias, artes y tradiciones, mantiene en internet el magnífico blog “Salón del Trono” ( http://salondeltrono.blogspot.com/ ).
Armas de D. Daniel García Riol, autor de este artículo.
A la búsqueda de unos documentos de la familia Borbón Parma, que se custodian en el Archivo Histórico Nacional de Madrid, me encontré casualmente con una curiosa carta que S.A.R. Irakly Bagrationi había enviado a Don Javier de Borbón Parma.
El que esto escribe, lazarista pero también miembro de la Orden del Águila de Georgia, no ha podido pasar por alto tan feliz hallazgo que ahora se convierte en el presente artículo.
De los lectores de “Atavis” es conocida la peripecia vital de los miembros de la Casa Real de Georgia tras la anexión de su patria por los bolcheviques rusos. Y de cómo, gracias a la ayuda del célebre escritor M. Gorki, S.A.R. el Príncipe Giorgi Bagrationi y su familia pudieron partir al exilio en 1930, salvándose así de la siempre cruel amenaza del régimen estalinista.
Armerias de SAR Irakli Bagration Moukhrani
Y, FINALMENTE, TRAS UN PARÉNTESIS ITALIANO, DE SU LLEGADA A ESPAÑA, DONDE EL GENERALÍSIMO FRANCO Y SU GOBIERNO LOS ACOGIERON CON VERDADERO AFECTO. S.A.R. EL PRÍNCIPE IRAKLY HABÍA CONTRAÍDO MATRIMONIO EN ROMA EL 29 DE JUNIO DE 1940 CON DOÑA MARÍA ANTONIETTA PASQUINI, HIJA DE LOS CONDES DE COSTAFIORITA, Y CON QUIEN TUVO SÓLO UN HIJO, S.A.R. EL PRÍNCIPE GIORGI, PUESTO QUE DOÑA MARÍA ANTONIETTA FALLECERÍA EL 22 DE FEBRERO DE 1944 EN LA CIUDAD ETERNA AL DAR A LUZ A ESE SU PRIMOGÉNITO.
El Príncipe Irakly contrajo nuevas nupcias el 29 de agosto de 1946 en el Castillo de Ayete (San Sebastián) con S.A.R. Doña María de las Mercedes Paz de Baviera y Borbón, Infanta de España, con descendencia en los príncipes María de la Paz y Bagrat.
A partir de 1947 la Familia Real georgiana en el exilio se asienta definitivamente en España, donde gozó siempre de una gran popularidad, sobre todo gracias a los éxitos deportivos del príncipe Giorgi Bagrationi en el automovilismo internacional.
S.A.R. EL PRÍNCIPE GIORGI BAGRATIONI HABÍA NACIDO EN ROMA DURANTE EL EXILIO DE LA FAMILIA REAL Y FUE AMPLIAMENTE CONOCIDO EN ESPAÑA COMO JORGE DE BAGRATION. SUS TRIUNFOS EN EL MUNDO DEL DEPORTE DE LAS CUATRO RUEDAS INCLUYERON TRECE CAMPEONATOS DE ESPAÑA Y VARIOS SUBCAMPEONATOS EN DIFERENTES CATEGORÍAS.
Retrato oficial del Príncipe Irakli y D. Javier de Borbón Parma, con uniforme de General Carlista.
Tras el fallecimiento de su padre en 1957, el Príncipe Irakly asumió la jefatura de la Casa Real de Georgia. Habiendo enviudado nuevamente en 1953, volvió a contraer matrimonio, esta vez con Doña María del Pilar Pascual y Roig, Marquesa de Carsani, en 1961.
La España de la segunda mitad de los años sesenta se hallaba a la expectativa en cuanto a la inminente decisión que el Caudillo debía tomar para elegir a su sucesor a título de Rey. La Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado de 26 de julio de 1947 marcaba claramente cuáles eran las características que debía reunir en su persona el candidato:
Artículo 9.- Para ejercer la Jefatura del Estado como rey o regente se requerirá ser varón y español, haber cumplido la edad de treinta años, profesar la religión católica, poseer las cualidades necesarias para el desempeño de su alta misión y jurar las Leyes fundamentales, así como lealtad a los Principios que informan el Movimiento nacional.(1)
Pero desde entonces ya habían pasado muchos años y los pretendientes eran varios. Por un lado S.A.R. Don Juan de Borbón y Battemberg, quien desde Estoril ejercía su papel de Jefe de la Casa Real de España como sucesor de S.M. el Rey Don Alfonso XIII. Su hijo, Don Juan Carlos de Borbón y Borbón, educado en tierras españolas tras los acuerdos entre Franco y Don Juan, y firme candidato a la sucesión.
También Don Javier de Borbón Parma, pretendiente del Carlismo, tras haber puesto fin a la Regencia instituida por el último soberano carlista Don Alfonso Carlos I.
E incluso comenzaba a barajarse, en determinados círculos, la posibilidad de que Don Alfonso de Borbón Dampierre, futuro Duque de Cádiz e hijo del Infante Don Jaime de Borbón, también podía ser un aspirante al trono.
En el verano de 1968 los carlistas tienen puestos sus ojos, no el “Viejo rey Javier”, sino en su hijo Don Carlos Hugo de Borbón Parma, quien gozaba de una creciente popularidad y se mostraba públicamente a los españoles, con su esposa Doña Irene de los Países Bajos, en numerosos viajes por la geografía nacional. Y es en este punto cuando interviene el príncipe Irakly de Bagration Moukhrani.
EN UNA CARTA ESCRITA EN FRANCÉS, FECHADA EN RODA DE BARÁ (TARRAGONA) EL 25 DE JULIO DE 1968, HOY EN DÍA CONSERVADA EN EL ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL DE MADRID, SE DIRIGE A DON JAVIER DE BORBÓN PARMA PIDIÉNDOLE GENEROSIDAD Y ALTURA DE MIRAS PARA POSIBILITAR UN ACUERDO ENTRE LOS DIFERENTES GRUPOSTRADICIONALISTAS (CARLISTAS, JAIMISTAS,CARLOCTAVISTAS).
Original de la carta de D. Irakli a D. Javier de Borbón Parma.
El objetivo no es otro que lograr, de la forma más consensuada posible, la restauración de la monarquía tradicional en España.
Por su interés y valor histórico pasamos a reproducir en estas páginas la traducción al español de la misma:
“Querido Príncipe: Os agradezco mucho vuestra amable carta del pasado 13 de julio y todos hemos sentido mucho la ausencia de vuestro hijo entre nosotros durante el crucero por el Próximo Oriente, confiando en poder verle muy pronto en otra ocasión en España.
Quiero aprovechar esta ocasión para testimoniaros mi simpatía y admiración por vuestros nobles esfuerzos en aras a mantener la tradición en España, puesto que he dejado de ser extranjero en este país desde que el Generalísimo Franco me ofreciera la nacionalidad y la hospitalidad española a raíz de mi matrimonio con la infanta Mercedes. Dejando claro que yo no me creo en condiciones, ni con el derecho de ocuparme de las cuestiones políticas españolas, pero representando también la legitimidad de Georgia, no puedo permanecer indiferente ante la evolución de la causa monárquica en este país, donde esta idea está profundamente asumida. Sin embargo está comenzando a deteriorarse, incluso entre sus más firmes partidarios, y reina una gran confusión sobre la aplicación de la Ley de Sucesión, desde la antigua de los trastámara, la de los Habsburgo, la de los Borbón y finalmente sobre la decretada por el Caudillo y sancionada por un plebiscito que parece haber destinado a España a una “instauración Monárquica”post mortem.
Voy a comenzar a exponer una serie de postulados perfectamente conocidos por Vuestra Alteza Real y de los cuales estará perfectamente puesto al día gracias a su Augusto Hijo Hugo-Carlos. Pero dejando a un lado la candidatura liberal del infante Don Juan, hijo de Alfonso XIII, parece que las instrucciones dadas por Vuestra Alteza real a vuestros partidarios, por Don Jaime, Duque de Segovia y de Borgoña y su hijo, por el Archiduque Francisco José y su hermano Antonio; son todas ellas de pura esencia tradicionalista.
Vuestra Alteza real podría hacer un gran servicio a la causa reuniendo todas esas tendencias y, entrevistándose con sus respectivos jefes, todos ellos personas de altura de miras, en coloquio leal y decisivo, y que debería poder permitir a todas las personas de buena fe, poder sacrificarse por la Causa con más eficacia y reunir todas las fuerzas vivas y leales.
Siendo amigo íntimo de todas esas personalidades antes citadas, me pongo a disposición de Vuestra Alteza por si tenéis a bien emplearme en ese afán.
Por todo ello, presentando mis rendidos respetos a la Princesa Magdalena, os ruego me consideréis, querido Príncipe, siempre vuestro: Irakli de Bragation”.(2)
Armas de la Monarquia Carlista
La designación de Don Juan Carlos de Borbón y Borbón como Príncipe de España y sucesor de Franco a título de Rey en el verano de 1969, hizo añicos las ilusiones sucesorias del carlismo que, de todos modos había sufrido ya el mazazo de la expulsión de España de Don Javier y Don Carlos Hugo en diciembre de 1968.
Se iniciaba entonces el final de un largo periodo de nuestra Historia del que S.A.R. Irakly Bagrationi (Irakly III de Georgia) sería testigo y del que llegaría a conocer el desenlace. Y, paradojas de la vida, el Jefe de la Casa Real de Georgia terminaría falleciendo el mismo año que Don Javier de Borbón Parma, en 1977.
(1) B.O.E de 26 de julio de 1947.
(2) Archivo Histórico Nal. Diverso-Archivo Carlista. Archivo Francisco Javir de Borbón Parma, núm.148 Exp.1 Carta de Irakli de Bragatión a D. Javier de Borbón.
Texto e imágenes «Atavis et Armis» núm.25 y Blog «Salón del Trono».
12 10, 2011

CRUZAMIENTO E INVESTIDURA DE NUEVOS CABALLEROS Y DAMAS DE SAN LÁZARO EN VALENCIA.

Por |2014-07-27T19:11:21+01:00miércoles, octubre 12, 2011|

Durante los días 21 y 22 de octubre actual, se celebrarán (D.m.) los actos patrocinados por el Gran Priorato de España de la Orden Militar y Hospitalaria de San Lázaro, en Valencia, para el recibimiento de nuevos Caballeros y Damas en la Orden.
Los Actos seguirán el siguiente programa.
Dia 21 de Octubre, viernes.
18:15 horas. Recogida en los hoteles correspondientes de los miembros de la Orden que intervengan en la Vela de Armas. Traslado a la Capilla del Santo Cáliz de la Catedral de Valencia.
19:00 horas. Concentración en la Puerta de Los Hierros. Explicación del Acto a los nuevos Caballeros de la Orden.
19:30 horas. VELA DE ARMAS en la Capilla del Santo Cáliz.
20:30 horas. Recogida de familiares y amigos de los hoteles, así como de los caballeros, para asistir a la cena que se celebrará en medio de la huerta de Valencia, en el Restaurante Alquería del Brosquil.
24:00 horas. Regreso al hotel.
Día 22 de Octubre, sábado.
10:00 horas. Recogida de los Caballeros de la Orden. Traslado a la Iglesia de San Juan de la Cruz. Con posterioridad se recogerá a los familiares y amigos.
10:30 horas. Recepción del Capítulo.
11:15 horas. Recepción del Sr. Arzobispo por la Autoridades de la Orden.
11:30 horas. Solemne ACTO DE CRUZAMIENTO E INVESTIDURA, a continuación EUCARISTIA y ACTO ECUMÉNICO.
13:00 horas. Traslado al Huerto de Santa María para la comida de hermandad.
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