Por el interés que este magnífico artículo, de D. Daniel García Riol, publicado originalmente en el núm.25 de la revista “Atavis et Armis”, órgano de difusión del Gran Priorato de España de la Orden Militar y Hospitalaria de San Lázaro de Jerusalén, pudiera suscitar entre nuestros lectores, lo queremos reproducir en su integridad como entrada de nuestro blog del día 14 actuales.
D. Daniel García Riol, además de ser erudito y maestro en estas ciencias, artes y tradiciones, mantiene en internet el magnífico blog “Salón del Trono” ( http://salondeltrono.blogspot.com/ ).
Armas de D. Daniel García Riol, autor de este artículo.
A la búsqueda de unos documentos de la familia Borbón Parma, que se custodian en el Archivo Histórico Nacional de Madrid, me encontré casualmente con una curiosa carta que S.A.R. Irakly Bagrationi había enviado a Don Javier de Borbón Parma.
El que esto escribe, lazarista pero también miembro de la Orden del Águila de Georgia, no ha podido pasar por alto tan feliz hallazgo que ahora se convierte en el presente artículo.
De los lectores de “Atavis” es conocida la peripecia vital de los miembros de la Casa Real de Georgia tras la anexión de su patria por los bolcheviques rusos. Y de cómo, gracias a la ayuda del célebre escritor M. Gorki, S.A.R. el Príncipe Giorgi Bagrationi y su familia pudieron partir al exilio en 1930, salvándose así de la siempre cruel amenaza del régimen estalinista.
Armerias de SAR Irakli Bagration Moukhrani
Y, FINALMENTE, TRAS UN PARÉNTESIS ITALIANO, DE SU LLEGADA A ESPAÑA, DONDE EL GENERALÍSIMO FRANCO Y SU GOBIERNO LOS ACOGIERON CON VERDADERO AFECTO. S.A.R. EL PRÍNCIPE IRAKLY HABÍA CONTRAÍDO MATRIMONIO EN ROMA EL 29 DE JUNIO DE 1940 CON DOÑA MARÍA ANTONIETTA PASQUINI, HIJA DE LOS CONDES DE COSTAFIORITA, Y CON QUIEN TUVO SÓLO UN HIJO, S.A.R. EL PRÍNCIPE GIORGI, PUESTO QUE DOÑA MARÍA ANTONIETTA FALLECERÍA EL 22 DE FEBRERO DE 1944 EN LA CIUDAD ETERNA AL DAR A LUZ A ESE SU PRIMOGÉNITO.
El Príncipe Irakly contrajo nuevas nupcias el 29 de agosto de 1946 en el Castillo de Ayete (San Sebastián) con S.A.R. Doña María de las Mercedes Paz de Baviera y Borbón, Infanta de España, con descendencia en los príncipes María de la Paz y Bagrat.
A partir de 1947 la Familia Real georgiana en el exilio se asienta definitivamente en España, donde gozó siempre de una gran popularidad, sobre todo gracias a los éxitos deportivos del príncipe Giorgi Bagrationi en el automovilismo internacional.
S.A.R. EL PRÍNCIPE GIORGI BAGRATIONI HABÍA NACIDO EN ROMA DURANTE EL EXILIO DE LA FAMILIA REAL Y FUE AMPLIAMENTE CONOCIDO EN ESPAÑA COMO JORGE DE BAGRATION. SUS TRIUNFOS EN EL MUNDO DEL DEPORTE DE LAS CUATRO RUEDAS INCLUYERON TRECE CAMPEONATOS DE ESPAÑA Y VARIOS SUBCAMPEONATOS EN DIFERENTES CATEGORÍAS.
Retrato oficial del Príncipe Irakli y D. Javier de Borbón Parma, con uniforme de General Carlista.
Tras el fallecimiento de su padre en 1957, el Príncipe Irakly asumió la jefatura de la Casa Real de Georgia. Habiendo enviudado nuevamente en 1953, volvió a contraer matrimonio, esta vez con Doña María del Pilar Pascual y Roig, Marquesa de Carsani, en 1961.
La España de la segunda mitad de los años sesenta se hallaba a la expectativa en cuanto a la inminente decisión que el Caudillo debía tomar para elegir a su sucesor a título de Rey. La Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado de 26 de julio de 1947 marcaba claramente cuáles eran las características que debía reunir en su persona el candidato:
Artículo 9.- Para ejercer la Jefatura del Estado como rey o regente se requerirá ser varón y español, haber cumplido la edad de treinta años, profesar la religión católica, poseer las cualidades necesarias para el desempeño de su alta misión y jurar las Leyes fundamentales, así como lealtad a los Principios que informan el Movimiento nacional.(1)
Pero desde entonces ya habían pasado muchos años y los pretendientes eran varios. Por un lado S.A.R. Don Juan de Borbón y Battemberg, quien desde Estoril ejercía su papel de Jefe de la Casa Real de España como sucesor de S.M. el Rey Don Alfonso XIII. Su hijo, Don Juan Carlos de Borbón y Borbón, educado en tierras españolas tras los acuerdos entre Franco y Don Juan, y firme candidato a la sucesión.
También Don Javier de Borbón Parma, pretendiente del Carlismo, tras haber puesto fin a la Regencia instituida por el último soberano carlista Don Alfonso Carlos I.
E incluso comenzaba a barajarse, en determinados círculos, la posibilidad de que Don Alfonso de Borbón Dampierre, futuro Duque de Cádiz e hijo del Infante Don Jaime de Borbón, también podía ser un aspirante al trono.
En el verano de 1968 los carlistas tienen puestos sus ojos, no el “Viejo rey Javier”, sino en su hijo Don Carlos Hugo de Borbón Parma, quien gozaba de una creciente popularidad y se mostraba públicamente a los españoles, con su esposa Doña Irene de los Países Bajos, en numerosos viajes por la geografía nacional. Y es en este punto cuando interviene el príncipe Irakly de Bagration Moukhrani.
EN UNA CARTA ESCRITA EN FRANCÉS, FECHADA EN RODA DE BARÁ (TARRAGONA) EL 25 DE JULIO DE 1968, HOY EN DÍA CONSERVADA EN EL ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL DE MADRID, SE DIRIGE A DON JAVIER DE BORBÓN PARMA PIDIÉNDOLE GENEROSIDAD Y ALTURA DE MIRAS PARA POSIBILITAR UN ACUERDO ENTRE LOS DIFERENTES GRUPOSTRADICIONALISTAS (CARLISTAS, JAIMISTAS,CARLOCTAVISTAS).
Original de la carta de D. Irakli a D. Javier de Borbón Parma.
El objetivo no es otro que lograr, de la forma más consensuada posible, la restauración de la monarquía tradicional en España.
Por su interés y valor histórico pasamos a reproducir en estas páginas la traducción al español de la misma:
“Querido Príncipe: Os agradezco mucho vuestra amable carta del pasado 13 de julio y todos hemos sentido mucho la ausencia de vuestro hijo entre nosotros durante el crucero por el Próximo Oriente, confiando en poder verle muy pronto en otra ocasión en España.
Quiero aprovechar esta ocasión para testimoniaros mi simpatía y admiración por vuestros nobles esfuerzos en aras a mantener la tradición en España, puesto que he dejado de ser extranjero en este país desde que el Generalísimo Franco me ofreciera la nacionalidad y la hospitalidad española a raíz de mi matrimonio con la infanta Mercedes. Dejando claro que yo no me creo en condiciones, ni con el derecho de ocuparme de las cuestiones políticas españolas, pero representando también la legitimidad de Georgia, no puedo permanecer indiferente ante la evolución de la causa monárquica en este país, donde esta idea está profundamente asumida. Sin embargo está comenzando a deteriorarse, incluso entre sus más firmes partidarios, y reina una gran confusión sobre la aplicación de la Ley de Sucesión, desde la antigua de los trastámara, la de los Habsburgo, la de los Borbón y finalmente sobre la decretada por el Caudillo y sancionada por un plebiscito que parece haber destinado a España a una “instauración Monárquica”post mortem.
Voy a comenzar a exponer una serie de postulados perfectamente conocidos por Vuestra Alteza Real y de los cuales estará perfectamente puesto al día gracias a su Augusto Hijo Hugo-Carlos. Pero dejando a un lado la candidatura liberal del infante Don Juan, hijo de Alfonso XIII, parece que las instrucciones dadas por Vuestra Alteza real a vuestros partidarios, por Don Jaime, Duque de Segovia y de Borgoña y su hijo, por el Archiduque Francisco José y su hermano Antonio; son todas ellas de pura esencia tradicionalista.
Vuestra Alteza real podría hacer un gran servicio a la causa reuniendo todas esas tendencias y, entrevistándose con sus respectivos jefes, todos ellos personas de altura de miras, en coloquio leal y decisivo, y que debería poder permitir a todas las personas de buena fe, poder sacrificarse por la Causa con más eficacia y reunir todas las fuerzas vivas y leales.
Siendo amigo íntimo de todas esas personalidades antes citadas, me pongo a disposición de Vuestra Alteza por si tenéis a bien emplearme en ese afán.
Por todo ello, presentando mis rendidos respetos a la Princesa Magdalena, os ruego me consideréis, querido Príncipe, siempre vuestro: Irakli de Bragation”.(2)
Armas de la Monarquia Carlista
La designación de Don Juan Carlos de Borbón y Borbón como Príncipe de España y sucesor de Franco a título de Rey en el verano de 1969, hizo añicos las ilusiones sucesorias del carlismo que, de todos modos había sufrido ya el mazazo de la expulsión de España de Don Javier y Don Carlos Hugo en diciembre de 1968.
Se iniciaba entonces el final de un largo periodo de nuestra Historia del que S.A.R. Irakly Bagrationi (Irakly III de Georgia) sería testigo y del que llegaría a conocer el desenlace. Y, paradojas de la vida, el Jefe de la Casa Real de Georgia terminaría falleciendo el mismo año que Don Javier de Borbón Parma, en 1977.
(1) B.O.E de 26 de julio de 1947.
(2) Archivo Histórico Nal. Diverso-Archivo Carlista. Archivo Francisco Javir de Borbón Parma, núm.148 Exp.1 Carta de Irakli de Bragatión a D. Javier de Borbón.
Texto e imágenes «Atavis et Armis» núm.25 y Blog «Salón del Trono».