Plaza Mayor n° 6, Soria, España

Archivos mensuales: noviembre 2018

6 11, 2018

Escudos heráldicos de la provincia de Soria

Por |2020-11-13T03:33:18+01:00martes, noviembre 6, 2018|

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Santiago Caballero Rejas ha recorrido la provincia de Soria y ha fotografiado cerca de tres mil escudos heráldicos de «todo tipo en la escala nobiliaria: desde escudos de duques hasta hidalgos», ha explicado Caballero Rejas.

En el libro se recogen casi mil escudos que no siempre ha sido fácil investigar e identificar. En algunos casos, el autor no encontró en los archivos los documentos necesarios. «En un pueblecito de la provincia escondieron los archivos durante la guerra civil y al terminar, el secretario del Ayuntamiento decidió quemarlos», ha apuntado el autor como ejemplo.

Santiago Caballero también ha explicado que muchos escudos se han perdido, incluso algunos han sido vendidos. También reconoce que otros «han venido de fuera», como se ha podido demostrar en el caso de dos blasones hallados en Gómara.

En este volumen también se deja constancia de aquellas esculturas labradas recientemente que carecen de valor histórico o heráldico «para que el paso del tiempo no pueda inducir a error». El autor recuerda que los escudos heráldicos están protegidos y no pueden cambiarse de sitio sin la autorización de la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural.

Estos actos excepcionales y meritorios a favor de la Ciudad y Provincia de Soria hacen que en la asamblea de este año en Madrid se votara por unanimidad a favor de la concesión de las llaves de bronce a don Santiago Caballero Rejas.

Reciba, con este motivo, nuestra mas sincera enhorabuena en la confianza de que continuará, como hasta ahora, observando en su conducta y comportamientos los valores que inspiran a la Casa Troncal de los Doce lInajes de Soria y que esta última viene a reconocer y a premiar.

5 11, 2018

El hidalgo en el teatro español. El caballero de Olmedo, de Lope de Vega

Por |2020-11-13T03:33:18+01:00lunes, noviembre 5, 2018|

 

El hidalgo en el teatro español. El caballero de Olmedo, de Lope de Vega

Por Miguel Ángel Hermida y Jiménez

Caballero del Linaje Chancilleres de la Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria. Miembro del Instituto Internacional de Genealogía y Heráldica. Licenciado en Historia. Archivero y documentalista del Centro de Documentación Teatral, INAEM, Ministerio de Cultura y Deporte.

“Que de noche le mataron,

al Caballero,

la gala de Medina,

la flor de Olmedo”

Esta coplilla que se popularizó durante los siglos XVI y XVII en Castilla, la cual era recitada en calles y plazas en recuerdo de unos sucesos acaecidos al iniciarse la decimosexta centuria, resume el argumento de la genial tragicomedia escrita por Félix Lope de Vega y Carpio, que recogió lo que esta copla recuerda, una historia sobre cierto caballero asesinado en las proximidades de Olmedo. El caballero de Olmedo fue escrita por Lope en 1620 y es, sin duda, una de las obras cumbre del teatro español, además de ser una de las obras más representativas y representadas de su autor. Una historia de hidalgos, de amor, celos, honor y crimen, la cual se desarrolla en Castilla, entre las villas de Medina del Campo y Olmedo, siendo su espacio temporal el reinado de Juan II. 

Lope de Vega nos presenta la tragedia protagonizada por el galán don Alonso Manrique, un joven hidalgo, un caballero de Olmedo, que conoce en la villa de Medina a la joven doña Inés, la hija mayor del hidalgo don Pedro. Un amor que el joven galán pretende avivar con la ayuda de su criado Tello y por medio de las malas artes ofrecidas por Fabia, una alcahueta de Medina que realiza “trabajos” para conseguir acercar a los amantes. Don Rodrigo, pretendiente de doña Inés y personaje antagonista de don Alonso, es derrotado por este en duelo y lances taurinos. Además de ser humillado, don Rodrigo es también rechazado por la joven Inés.

La venganza cobarde de don Rodrigo tiene lugar durante la noche, en una noche del mes de mayo, en las cercanías de Olmedo. Amparados por la oscuridad y aprovechando la soledad del camino, don Fernando, compañero y amigo de don Rodrigo mata de un disparo a don Alonso. Como castigo a su delito los asesinos serán condenados por el propio rey a morir decapitados.

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El argumento de la obra de Lope de Vega tiene su referencia histórica en los sucesos acaecidos el dos de noviembre de 1521 en las cercanías de Olmedo y de los que la coplilla popular se hacía eco: el asesinato de don Juan Vivero, caballero de Santiago, por orden del también hidalgo don Miguel Ruiz a manos de uno de sus esclavos, un tal Pedro “El Negro”, no se sabe si por un asunto de unos galgos, por temas amorosos o por rivalidades y venganzas políticas entre partidarios del emperador Carlos y comuneros. Este acontecimiento fue recogido por Alonso López de Haro en el Nobiliario genealógico de los reyes y títulos de España, Libro IX, capítulo VII. Un linaje, el de los Vivero, originario de Santa Marta de Ortigueira, en el Reino de Galicia, señores de Castronuevo y Alcaraz. La genealogía de este linaje se conserva en el expediente de Juan Vivero, caballero de Santiago y nieto del también caballero de Santiago y del mismo nombre asesinado en Olmedo. Además de los datos aportados por los testigos en el expediente de la Orden de Santiago, una completísima genealogía de este noble linaje fue recogida por López de Haro en su obra:

Juan de Vivero casó con María de Soto y tuvieron por descendencia a Alonso Pérez de Vivero quien casó con Inés de Guzmán, los cuales tuvieron descendencia. Hijo de este matrimonio fue Gil Vivero y Dávila que casó con la portuguesa María Coutiño de cuyo matrimonio nació Rodrigo de Vivero que casó con María de Silva y Dávila, padres que fueron de Juan de Vivero y Silva, caballero de Santiago, el histórico caballero de Olmedo. 

 

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La descripción de las armas del linaje Vivero es como sigue:

“En campo de oro tres matas de ortigas de su color, en cada una siete hojas sobre unas rocas de mar de su color sobre ondas azules y blancas”

Pero volvamos a la obra de Lope y la descripción que en ella hace de la sociedad estamental, descripción que ofrece al espectador una visión personal y estereotipada, e incluso idealizada, de los grupos sociales castellanos de su época. Así, el estamento nobiliario aparece representado por hidalgos que aman, dirimen sus diferencias y las resuelven unas veces haciendo gala de nobleza y honor, otras veces alejándose de su condición por medio de la venganza cobarde. El pueblo llano es descrito por Lope a través del personaje de Tello, criado de don Alonso, el gracioso de las comedias barrocas, amigo y compañero de su amo; y por el personaje de Fabia la alcahueta, personaje servil, interesada e ignorante. Respecto al estamento eclesiástico es citado en numerosas ocasiones durante la obra si bien ningún personaje del clero aparece en la misma. Por encima de todos, el rey, señor de todos sus vasallos, que administra justicia, premia a los buenos y castiga a los malos. Sin duda, una visión acorde con la ideología del momento. 

Los hidalgos que presenta Lope en El caballero de Olmedo encarnan los diferentes valores y virtudes del hidalgo, conforme con su calidad, o la ausencia de estos, lo que les acerca a comportamientos y valores más propios de villanos. Don Pedro representa los principios del hidalgo, de un hombre maduro y de un padre preocupado por proteger la honra de sus hijas, de casarlas bien, conforme a su condición de nobles y a su situación económica acomodada. El personaje de don Fernando es un personaje secundario, un joven hidalgo que pretende a la hija menor de don Pedro, siendo correspondido en su amor. Acompaña a don Rodrigo en sus andanzas y participa en el crimen cobarde, el asesinato de don Alonso Manrique.  Los otros dos hidalgos que protagonizan esta tragedia castellana son personajes característicos de la dramaturgia barroca: el galán representado por don Alonso Manrique, joven hidalgo castellano, caballero de una de las órdenes militares, culto bachiller, diligente gestor de los intereses de su linaje al encargarse de las gestiones de tratos de la cuadra de su padre en la feria de Medina; encarna los valores más elevados y nobles: la valentía, el honor, la gallardía, la piedad. Frente a este paradigma de la honra Lope presenta a su antagonista, don Rodrigo; también hidalgo pero que pese a intentar elevarse hacia la virtud termina fracasando en todas sus empresas, ya sea la consecución del amor de doña Inés, la victoria en combate singular; en duelo contra su rival don Alonso, también en la demostración de habilidad como jinete frente a los toros que lancea junto a su rival el cual, si no era suficiente, salvará la vida a don Rodrigo. Este, finalmente, resolverá su rivalidad demostrando su odio y cobardía al asesinar de forma vil a su oponente. 

¿Son los personajes antagonistas de la obra de Lope dos visiones del hidalgo en el siglo XVII? ¿Dos situaciones que nos muestran lo mejor y lo peor del hombre intemporal? ¿Se trata en realidad de idealizaciones y estereotipos, de simples figuras literarias?  Lope puso su visión sobre estas cuestiones en boca de don Alonso y, por medio de unos bellísimos versos, el gran dramaturgo expresa el anhelo del más elevado sentimiento de un hidalgo del siglo XVII ante el destino incierto, un anhelo de victoria del honor frente a la infamia y la cobardía.

“Pero ya no puede ser 

que don Rodrigo me envidie, 

pues hoy la vida me debe; 

que esta deuda no permite 

que un caballero tan noble 

en ningún tiempo la olvide”

 

4 11, 2018

Trabajo de don Juan Fernández Molina

Por |2020-11-13T03:33:18+01:00domingo, noviembre 4, 2018|

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Los Doce Linajes conceden a instituciones y personalidades relevantes, una distinción denominada “Llaves de la Casa Troncal”, que se establece para premiar y reconocer actos excepcionales y meritorios a favor de la Casa Troncal.

Las Llaves son joyas trabajadas en plata, labradas por la prestigiosa casa de joyeros madrileños “Condecoralia”. La cédula acreditativa de su concesión está trabajada sobre el diseño, realizado a mano, por el artista heráldico D. Juan Fernández Molina, a nuestra opinión una obra de arte llena de buen gusto y originalidad.

Estos actos excepcionales y meritorios a favor de la Casa Troncal hacen que en la asamblea de este año en Madrid se votara por unanimidad a favor de la concesión de las llaves de bronce a don Juan Fernández Molina.

Reciba, con este motivo, nuestra mas sincera enhorabuena en la confianza de que continuará, como hasta ahora, observando en su conducta y comportamientos los valores que inspiran a la Casa Troncal de los Doce lInajes de Soria y que esta última viene a reconocer y a premiar.

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Mostramos a continuación algunos trabajos de don Juan Fernández Molina.

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2 11, 2018

DON PEDRO GARCIA DE MONTOYA OBISPO DE OSMA

Por |2020-11-13T03:33:18+01:00viernes, noviembre 2, 2018|

 

DON PEDRO GARCIA DE MONTOYA

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Huete (Cuenca) s. xv – Aranda de Duero (Burgos), 27.XII.1474. 

Pedro García de Huete, Petrus de Opta o Pedro de Huete, Pedro de Montoya o Pedro García de Montoya, que de estas maneras se le cita, es la misma persona cuyo linaje, Montoya era originario de la villa de Berantevilla en Álava.

Profesor en Artes y bachiller en Sagrada Escritura, fue canónigo, arcediano y 7º Obispo electo de Sigüenza, de donde pasó a deán de Toledo. 

Juan II le hizo su capellán mayor, su oidor y del Real Consejo y Nicolás V le nombró obispo de Osma y fue consagrado por D. Alonso Carrillo; Arzobispo de Toledo el 22 de junio de 1454.

Su primer hecho de armas fue recuperar la ciudad de Osma de manos de Juan de Luna, de la que su padre Álvaro de Luna se había apoderado en sede vacante.El obispo sin esperar a resolver su pretensión por cauces legales, tomó posesión en u nombre Ruy Gonzalez de Izana; alcaide del castillo de Osma.

En ese mismo año de 1454 llama el rey Juan II al obispo Montoya para asistir a su Consejo, y aprovechando su ausencia comienza la familia de los Luna a levantar una casa fuerte en una colina de Osma, para someter a los vecinos de la ciudad y al alcaide.Enterado el obispo expone el caso al rey, que ordena parar la construcción quedando asi hasta nuestros días.

En 1458 rodeó la villa de El Burgo con murallas y cubos para su protección y también hizo una contramuralla en Osma, colocando el escudo de sus armas. En 1463 hizo alianza con el arzobispo de Toledo y algunos nobles para negociar la boda del infante Fernando de Aragón con Isabel de Castilla, si bien, más tarde, se alió con el bando portugués para oponerse al proyectado matrimonio.

Promulgó unos estatutos de la catedral, en 1461, que significaron el punto de partida de la reforma espiritual del Cabildo, también costeó diferentes capillas y dependencias de la Catedral, a la que embelleció espléndidamente. 

Poseyó una magnífica colección de códices e incunables, miniados en parte por García de San Esteban de Gormaz. Fundó en Burgo de Osma el primer hospital de San Agustín (1468), arca de misericordia, cinco capellanías con sus rentas y dotó dos plazas de infantes de coro

En 1470 el obispo Montoya firma en unión del rey Enrique IV un privilegio a D. Gonzalo de León,como Guarda Mayor de su Consejo.

El dia de Pascua de Resurreción del mismo año de 1470, después de celebrar la Misa Pontifical, regaló a la Catedral todos los ornamentos que había utilizado, como mitra, casulla, capa, cruz y pectoral de oro.

Fue un gran defensor de las Artes, a él se debe la construcción de la Biblioteca de la Catedral,que proveyó de libros y cantorales con sus armas, y costeó las vidrieras de la Capilla Mayor y de la Sacristia del Tesoro; construyendo también la Capilla del Espiritu Santo.

Murió este obispo el dia 27 de Diciembre de 1474 en Aranda de Duero (Burgos), cuando acompañaba a Fernando el Católico a celebrar la concordia de Segovia; y fue enterrado en la Capilla Mayor de la Catedral de Osma, frente al sepulcro de su antecesor el obispo D. Roberto Moya.

Armas:En campo de azur diez panelas de plata, puestas en tres palos de 3, 4 y 3.

 

 

1 11, 2018

LA ORDEN DE MALTA Y EL TRIBUTO DEL HALCÓN

Por |2020-11-13T03:33:18+01:00jueves, noviembre 1, 2018|

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LA ORDEN DE MALTA Y EL TRIBUTO DEL HALCÓN

(Una cuestión de soberanía)

 

Por Don Antonio de Castro García de Tejada

 

Hoy, día de Todos los Santos, resultó el día acordada por el rey Carlos I de España, que como rey de Aragón lo era también de Sicilia, para recibir de la orden de San Juan de Jerusalén, hasta entonces dicha de Rodas, el halcón que representaba el símbolo de vasallaje que los caballeros le debían como señor natural al haberles cedido la isla de Malta y otros enclaves en el Mediterráneo. Un vasallaje distinguido por cuanto el rey Don Carlos reconocía a la orden como soberana en feudo libre. ¿Qué significaba entonces la entrega del halcón como símbolo de vasallaje?¿Eran los caballeros y la orden vasallos del Rey, o no? Entenderemos mejor la sutil realidad, si conocemos la circunstancia de que era costumbre entre los pueblos germánicos, cuando se firmaba un tratado entre iguales, entregarse como presentes para sellar los mismos, halcones, caballos, o armas ricamente ornamentadas. Cuando el rey Carlos, que había sido coronado diez años antes emperador en Bolonia,impuso al final del tratado,firmado en el año 1530 en Castel Franco de Emilia, la entrega de un halcón, estaba reconociendo a la orden como soberana, al tiempo que tributaria, pues propio de iguales era entregar halcones como símbolo de tratados entre soberanos, como entregar tributos como símbolo y reconocimiento de vasallaje. Por tanto, la ya orden de Malta jurídicamente se constituía como estado soberano, y al tiempo vasallo del rey de Aragón, como rey de la Dos Sicilias -aunque el documento se firmó con el sello de la Baja Sicilia- figura que, aunque podían parecer contradictorias no lo era, debido a que ya desde la época Antigua nobles y príncipes soberanos, incluso reyes, se vinculaban vasalláticamente con otros más poderosos.

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Copia del original que se encuentra en el Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores

 

En el año 2005, promovido por el Real Gremio de Halconeros, que contó con el apoyo del Ministerio de Asuntos Exteriores y la Armada,se recuperó testimonialmente junto con las autoridades de la República de Malta, el mencionado histórico tributo, que colocaba a los halcones en el más alto grado del protocolo diplomático. Las autoridades maltesas presididas por el Primer Ministro señor Lawrence Gonzi, nos ofrecieron públicamente en la Valeta el halcón que debíamos entregar a S.M. el rey Juan Carlos, como así se hizo, quedando más tarde el mismo por expreso deseo de S.M. custodiado por los cazadores del Real Gremio de Halconeros. La ceremonia fue muy colorista y folclórica, pero la realidad es que las autoridades de la República ofrecieron a la entonces embajador de España en Malta, Doña Rosa Boceta, sin cuya inestimable ayuda no hubiera sido posible culminar con éxito el proyecto, sendos documentos oficiales que acreditaban su entrega.

 

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Archivo Ministerio de Asuntos exteriores

En reconocimiento a la labor realizada, que no estuvo exenta de todo tipo de dificultades, las más peligrosas e incómodas las de aquellos que pretendieron ocultar o disimular al común de los ciudadanos la importancia -el absoluto protagonismo que tuvo el Reino de España en la historia de la orden de caballeros de San Juan, el entonces Regentedel Subpriorato de San Jorge y Santiago de la Soberana Orden de Malta, Excmo. Sr. Bailío Gran Cruz de Honor y Devoción en Obediencia, D. Fernando Gómez de Olea y de la Peña, me concedió el alto honor de nombrarme halconero Mayor del Subpriorato. Una distinción; un honor singular, que apreciomuy especialmente por la carga histórica y honorífica que supuso su concesión.

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Archivo Real Gremio de Halconeros

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