Plaza Mayor n° 6, Soria, España

Archivos mensuales: abril 2011

19 04, 2011

ARCHIVO HISTÓRICO DIOCESANO DE OSMA-SORIA.

Por |2020-11-13T03:48:17+01:00martes, abril 19, 2011|

Por su indudable interés y constituir una fuente primaria de nuestras investigaciones genealógicas que acreditan nuestras raíces sorianas, presentamos hoy el Archivo Diocesano de Osma-Soria, cuyos datos hemos tomado de la Web del Obispado(http://www.osma-soria.org/) , excelentemente presentada por el joven y dinámico Padre Rubén Tejedor Montón, responsable de la misma.
El Archivo Histórico Diocesano de Osma- Soria (AHDOS) se encuentra situado en el Palacio Episcopal de El Burgo de Osma, sede del Obispado. Se trata de un edificio noble de planta cuadrangular, de mampostería, en el que destaca su portada tardo gótica con un arco doble de herradura. Actualmente es la residencia del Obispo y sede de algunas oficinas administrativas del Obispado de Osma-Soria.
 HISTORIA DEL ARCHIVO HISTÓRICO DIOCESANO DE OSMA-SORIA.
 El Archivo Diocesano, conocido también con los nombres de Archivo de la Dignidad Episcopal o del Obispo, estuvo situado en la catedral durante la Edad Media y gran parte de la Moderna, compartiendo estantería y estancias con el Archivo del Cabildo, aunque con la debida separación de los respectivos fondos documentales. La custodia y ordenación de ambos Archivos estuvo encomendada por oficio al canónigo tesorero, primero, y al archivero de la catedral, después. En esta primera etapa no existía el título de archivero diocesano.
El Concilio Provincial de Toledo de 1565-1566 estableció que los obispos tuvieran archivo propio en lugar conveniente y seguro fuera del ámbito catedralicio, enumerando detalladamente las diversas clases de documentación que debían ser objeto de guarda y custodia, así como la obligación de elaborar un inventario del mismo. En el concilio toledano nacieron los Archivos Diocesanos como entidad diferenciada e independiente de los Archivos Capitulares. Este decreto conciliar involucraba directamente a la diócesis de Osma por su pertenencia a la provincia eclesiástica metropolitana de Toledo desde antes del año 597 hasta el concordato entre la Santa Sede y el gobierno de Isabel II en 1852. Uno de los padres conciliares fue el obispo de Osma, Honorato Juan (1564-1566), en cuyo pontificado y de acuerdo con el cabildo se ordenó el Archivo de la catedral, confeccionándose un inventario del mismo. A su regreso del Concilio de Toledo el Obispo Honorato Juan intentó crear el Archivo Diocesano de Osma, pero su muerte en 1566 y la polémica suscitada por los cabildos hicieron inviable el decreto conciliar. Los fondos documentales de la diócesis siguieron depositándose en la catedral, aunque de manera incompleta y discontinua los fondos emanados de la audiencia episcopal fueron depositados en una estantería del palacio episcopal. No obstante, cierta documentación importante fue a parar al Archivo de la Catedral, como, por ejemplo, el Proceso de Beatificación del Obispo Juan de Palafox y Mendoza.
Recientemente, con motivo del acuerdo tomado en la XVIII Asamblea Plenaria del Episcopado Español en 2-7 de junio de 1973, se procedió al traslado y centralización de los fondos documentales de parroquias con antigüedad de cien años al Archivo Diocesano. Esta documentación ha dado origen a la Sección Parroquias, la más voluminosa (600 metros lineales aproximadamente) de todas las que componen el actual Archivo Diocesano de Osma-Soria. Los archivos parroquiales centralizados hasta la fecha suman en torno a 470, con un volumen aproximado de 12.000 unidades archivísticas, compuesto de libros manuscritos encuadernados en pergamino en diferente estado de conservación y diversa documentación. Las fechas extremas comprenden desde 1350 hasta 1976.
Archivo Histórico de Osma-Soria. Fondos Documentales.
FONDOS.
El Archivo Histórico Diocesano de Osma – Soria (AHDOS), con alrededor de mil metros lineales de documentación, es la constatación de la memoria documental de la vida diocesana y parroquial a lo largo de los siglos.
Fundamentalmente el AHDOS se articula en dos bloques de fondos: los fondos diocesanos y los fondos de las parroquias de la Diócesis que se han reunido en el Archivo Diocesano.
Esta doble realidad diocesana y parroquial constituye al AHDOS en un centro privilegiado para la organización, descripción, conservación y difusión del tesoro documental de la Diócesis de Osma – Soria.
Fondos diocesanos.
En estos fondos se conservan fundamentalmente la documentación generada por los sucesivos Obispos de Osma – Soria  y por la Curia Diocesana en el gobierno ordinario de la Diócesis, que se articula en torno a tres ejes principales: el pastoral, el judicial y el administrativo. En estos fondos se conservan la documentación diocesana desde la primera mitad del siglo XVI.
Junto a esta documentación encontramos también la generada por las diferentes instituciones eclesiásticas diocesanas, institutos seculares, asociaciones y movimientos, cofradías, fundaciones, etc.
Fondos parroquiales.
Los fondos parroquiales están integrados por los archivos históricos de las parroquias del Obispado de Osma – Soria. La concentración de los fondos parroquiales se realizó entre 1974 – 1976, conservándose en las respectivas parroquias los libros y documentación de los últimos 100 años. Se trabaja para hacer un calendario de transferencias periódicas de documentación histórica de las distintas parroquias al AHDOS. En la actualidad los fondos parroquiales están compuestos por fondos de aproximadamente 470 parroquias.
Por diferentes motivos y circunstancias no todas las parroquias transfirieron la documentación al AHDOS. Especial mención merecen las parroquias de la ciudad de Soria, ya que estas se encuentran a la espera de ser concentrados los fondos de cada una de ellas en un archivo histórico en Soria, por el momento cada parroquia custodia y conserva su fondo parroquial.
Los fondos parroquiales NO CONSERVADOS EN EL AHDOS, y por tanto custodiados en las respectivas parroquias, son:
ÁGREDA, ALDEHUELA DE ÁGREDA, ALDEHUELA DEL RINCÓN, AÑAVIEJA, BERATÓN, BERLANGA DE DUERO, BOÑICES, CAMPARAÑÓN, CASTILRUIZ, CIGUDOSA, CUEVA DE ÁGREDA, DÉVANOS, ESPEJO DE TERA, ESTEPA DE TERA, FUENSAUCO, FUENTES DE ÁGREDA, FUENTESTRÚN, LUBIA, MATALEBRERAS, MEDINACELI, MONTENEGRO DE ÁGREDA, MURO DE ÁGREDA, NAVALCABALLO, ÓLVEGA, ONTALVILLA DE VALCORBA, RÁBANOS (LOS), RASA (LA), REBOLLAR, RIOTUERTO, ROLLAMIENTA, SAN FELICES, SORIA (PARROQUIAS DE LA CIUDAD), TERA, TRÉBAGO, VALDELAGUA DEL CERRO, VALDESPINA, VAVERDE DE ÁGREDA, VILLABUENA, VILLAR DEL CAMPO, VOZMEDIANO, YUBA.
Fondos del Archívo Histórico de Osma-Soria.
DIRECCIÓN DEL ARCHIVO.
Archivo Histórico Diocesano de Osma-Soria (AHDOS)
C/ Mayor, 52
42300 EL BURGO DE OSMA (SORIA)
Teléfono: 975340319
Correo electrónico: archivodiocesano@osma-soria.org
El acceso al AHDOS es GRATUITO. Para acceder a la consulta de los fondos archivísticos del AHDOS se aconseja solicitar CITA PREVIA a través del correo electrónico archivodiocesano@osma-soria.org Se debe presentar el DNI.
El horario de apertura es el siguiente: Los jueves y viernes de 9,00 a 14,00 horas. Los segundos sábados de cada mes de 9,00 a 13,30 horas. No abrirá los días festivos. Cualquier cambio en los horarios se hará público a través de la página Web del AHDOS.
18 04, 2011

PROTOCOLO: TRATAMIENTOS Y HERÁLDICA EN EL CEREMONIAL ECLESIÁSTICO.

Por |2020-11-13T03:48:17+01:00lunes, abril 18, 2011|

Por el Dr. Francisco M. de las Heras y Borrero, Presidente de la Diputación de Linajes de esta Casa Troncal
En numerosas ocasiones hemos observado, incluso en personas formadas en la materia, cierta confusión en el uso de los tratamientos a las diferentes dignidades eclesiásticas, así como en los usos heráldicos de los mismos.
A este respecto, recuerdo una anécdota, no exenta de cierta gracia, muy ilustrativa sobre este tema. Se celebraba la Fiesta Nacional de un país centroamericano en Santo Domingo, República Dominicana, cuando el Embajador que ofrecía la recepción al cuerpo diplomático, autoridades y representantes de las altas esferas del país, al inicio de sus palabras, y con tono solemne, clavando la mirada en el Nuncio, le saluda: «Santidad…» El Nuncio, diplomático avezado y simpático, quitando importancia al desliz, me susurra al oído: «Francisco Manuel, el Embajador acaba de dar un golpe de estado eclesiástico, y a mí me ha situado a la cabeza…»
Con la intención de ayudar a nuestros lectores y amigos para que no les pase como al Embajador centroamericano, vamos a presentar hoy un sucinto resumen sobre los tratamientos debidos a estas dignidades, completándolo un poco con los usos heráldicos eclesiásticos que a cada uno le corresponde.
El Papa: Es la cabeza de la Iglesia Católica Apostólica Romana y Jefe del Estado de la Ciudad del Vaticano. Es el Obispo de Roma, y entre sus títulos se cuenta el de Sumo Pontífice y el de Vicario de Cristo.
Tratamiento: Su Santidad, Santo Padre.
Las armas del Pontífice son las propias de su linaje, o las adoptadas por él, surmontadas de los símbolos que representan su dignidad: Tiara y Llaves. La primera surmontando propiamente el escudo y las segundas, colocadas en aspa en la parte del jefe o surmontando al escudo.
Las llaves son una de oro y la otra de plata enlazadas por un cordón de gules.
Patriarcas: En la Iglesia Católica y en la Maronita, los Obispos de mayor rango protocolario se denominan Patriarcas. Este título es muy usado en la Iglesia Ortodoxa.
Tratamiento: Su Beatitud, Beatísimo Padre.
Tanto los Patriarcas como los Primados timbran sus armas con un Capelo verde, del cual penden dos cordones de lo mismo, con quince borlas a cada lado. A sus armas pueden acolar en palo, una cruz de doble traviesa.
Cardenales: el Cardenal posee el más alto rango eclesiástico, designado por el Papa para formar parte del Colegio Cardenalicio. La principal misión del Colegio de Cardenales es elegir al Sumo Pontífice en caso de fallecimiento o renuncia.
Tratamiento: Eminencia Reverendísima, Eminentísimo y Reverendísimo Dr.
Timbran su escudo con un Capelo rojo del cual penden dos cordones de lo mismo, con quince borlas ( 1,2,3,4 y 5) a cada lado. Los Cardenales que son Patriarcas, Arzobispos y Obispos pueden poner acolada, en palo, la cruz correspondiente a su grado.
Arzobispos: El Arzobispo es un miembro del orden episcopal, que goza de un estatus superior al de los obispos. En general, están al frente de una diócesis particularmente importante, ya sea por su tamaño, su relevancia histórica o por ambas, llamada Archidiócesis.
Tratamiento: Excelentísimo y Reverendísimo Señor Arzobispo.
Timbran sus armas con Capelo verde, del cual penden dos cordones de lo mismo, con diez borlas ( 1,2,3 y 4) a cada lado, pueden acolar en palo la cruz doble.
En las Diócesis y Archidiócesis que tienen unidos algún título nobiliario pueden timbrar sus armas con las dignidades temporales que les correspondan. Lo pueden hacer, si lo desean, poniendo en cruz el báculo y la espada ( representando ésta última su dignidad temporal).
Nuncios: El Nuncio Apostólico es el representante diplomático de la Santa Sede con rango de embajador. En los países de tradición católica el Nuncio tiene precedencia protocolar sobre el resto de los embajadores en su condición de Decano del Cuerpo Diplomático. Todos los Nuncios son Arzobispos.
Tratamiento: Excelentísimo y Reverendísimo Señor Nuncio. Su Excelencia.
Su heráldica es la que le corresponde a su dignidad eclesiástica.
Obispos: El Obispo es un presbítero que recibe la consagración episcopal. Los Obispos son los sucesores directos de los Apóstoles. Cada obispo tiene a su cargo el gobierno de una iglesia local.
Tratamiento: Ilustrísimo y Reverendísimo Señor Obispo, Monseñor.
Timbran sus armas con un Capelo verde del que penden dos cordones con seis borlas ( 1,2 y 3) a cada lado. Colocan en palo y acolan una cruz simple. Pueden usar también Mitra y Báculo.
Abades Prelados y Mitrados y Abades con Jurisdicción: El Abad Mitrado es el superior de ciertas órdenes que tiene rango episcopal.
Tratamiento: Ilustrísimo y Reverendísimo Señor Abad, Monseñor.
Heráldicamente, los Abades con Jurisdicción y los Prelados Nullius, con relación a la jurisdicción de su responsabilidad son idénticos a los Obispos y en cuanto a las Ordenes Sagradas son Sacerdotes. Respecto a estos Prelados semi-Obispos no existen disposiciones que regulen sus timbres, pero casi todos los estudiosos acuerdan que deben timbrar sus escudos con Capelo verde, del que penden dos cordones, de lo mismos, con seis borlas (1, 2 y 3) a cada lado, Mitra siniestrada y Báculo con velo, en palo, acolado al escudo.
Canónigos: El Canónigo es el eclesiástico provisto de una canonjía. Forma parte del cabildo catedralicio o del cabildo de una colegiata o iglesia de rango superior.
Tratamiento: Señoría, Muy Ilustre Señor.
Timbran sus armas con un Capelo negro con dos cordones, de lo mismo, con tres borlas cada uno (1 y 2) a cada lado, salvo que tenga privilegio su Capítulo, como Pronotarios Apostólicos Superiores, timbrándose entonces sus armas con las que les correspondan. Algunos Capítulos tienen el privilegio de Mitra y otros privilegios nobiliarios, pudiendo poner su dignidad temporal junto con el Capelo.
Párrocos: El Párroco tiene bajo su responsabilidad la cura pastoral de la comunidad que le está encomendada bajo la autoridad del Obispo de la Diócesis.
Tratamiento: Reverencia, Reverendo Señor.
Sacerdotes del Clero Diocesano: El Sacerdote es una persona de vida consagrada dedicada al cuidado de las almas que tiene encomendadas, bajo la superior autoridad del Obispo como Ordinario del lugar, que la suele delegar en un Párroco.
Tratamiento: Señor Presbítero.
Los Parrocos y Sacerdotes de Clero, como Sacerdotes que son, timbran sus armas con Capelo negro con dos cordones, de lo mismo, que terminan en una borla, si fuesen Vicarios, del Capelo negro penderían sendos cordones de lo mismo con dos borlas a cada lado , pudiendo colocarlas una al lado de la otra o superpuestas.
17 04, 2011

LA ORDEN DE GREY TOWN: UNA INTERPRETACIÓN HISTÓRICA.

Por |2020-11-13T03:48:18+01:00domingo, abril 17, 2011|

Por el Dr.D.José María de Montells y Galán, Heraldo Mayor de esta Casa Troncal.
Como casi todas las mañanas, abro en mi ordenador, el interesante blog Salón del Trono de un entrañable amigo, y me encuentro con la grata sorpresa que nos ha preparado Daniel García Riol, su Alma Mater. Y es que mi fraterno Don Daniel García Riol es un tipo estupendo que desborda bonhomía por los cuatro costados y procura regalarnos su sabiduría con la discreción de un santo, sin que se note demasiado.
Es una entrada dedicada al misterioso reino de la Mosquitia, en el territorio de la Costa de los Mosquitos entre Nicaragua y Honduras. Nada más cercano a mis gustos. Si a esto le añadimos noticias sobre la Orden de Grey Town, cuya elaborada insignia tuve yo en mis manos en la visita a un anticuario de París, hace ya miles de años, cualquiera puede figurarse la alegría que sentí. Casi, casi era un reencuentro.
La cierto es que el reino de los indios miskitos fue un protectorado británico en el corazón de la América Central, que los hijos de la pérfida Albión mantuvieron a lo largo de un buen puñado de siglos por asentarse en territorios de la Corona española, saciando así su voracidad por nuestras posesiones de ultramar.
Escudo de Armas de los Monarcas de la Mosquitia
Los españoles le echaron valor y coraje, tuvieron que hacer frente a los indios, a los piratas, a los ingleses, a los mosquitos y al calor y pese a todo ello, fundaron la ciudad de San Juan del Norte en 1538 y llevaron la fe y el idioma a las selvas más inhóspitas. No es poca cosa, aunque lo hayamos olvidado.
Sin embargo, los ingleses se atrajeron a los indios con cuatro chucherías y mucho ringorrango de falsos rendibúes y pleitesías creyendo que la madera de la región le sería negocio provechoso y no solo eso, que los muy ladinos aspiraban a llevarse buena parte del intercambio comercial en la región. Asentaron como colonos, gente de mal vivir (por seguir su costumbre) y se dispusieron a amargar la vida de los Capitanes Generales de Guatemala, primero y los Virreyes de Nueva Granada, después. No es cosa que me invente yo, en 1680, un tal Paterson, sin pudor alguno, propugnaba asegurar para Gran Bretaña las llaves del universo, para llegar a ser árbitros del comercio mundial. Los ingleses, siempre tan filántropos y desinteresados, querían lograr a través de Nicaragua y el río San Juan, un canal fluvial que facilitase la comunicación transoceánica.
Engatusar a los jefes miskitos, asimilándoles aparentemente a su realeza, no se me antoja difícil. Es lo que hicieron, antes de declarar formalmente el protectorado. A costa de España, naturalmente. No es de extrañar, todavía siguen en Gibraltar y lo que te rondaré, morena. Desde aquella, no me importa que se sepa que no les tengo simpatía.
William Walker.
Para los ingleses la alianza con los indios fue muy beneficiosa. Durante la guerra de Independencia de los EEUU contra la Corona británica, las tropas españolas estacionadas en Centro América que hubieran podido auxiliar a Gálvez y los norteamericanos, fueron hostigadas por los miskitos, logrando dilatar la ayuda de nuestros soldados, empantanados en la selva.
Así que en 1847, el Rey miskito George Augustus Frederic II (nada menos) a instancias del inglés depredador, cambió su bello nombre castellano de San Juan del Norte por el de Greytown, en homenaje al entonces gobernador británico de Jamaica, Sir Charles Grey.
Y diez años más tarde, los corsarios del Imperio de Albión fundaron, de la mano del títere coronado miskito, la Orden de Greytown, por conmemorar la defensa de la ciudad frente al bombardeo de que fue objeto por parte de una escuadra filibustera que actuaba bajo las órdenes de William Walker, el norteamericano que se hizo reconocer Presidente de Nicaragua en 1856, mediante un golpe de estado. Walker había declarado la esclavitud en el territorio nicaragüense con el objetivo de incorporar Centroamérica a los Estados Confederados del Sur. Un estratega, vamos.
En teoría recompensaba los méritos de los súbditos del rey George Augustus Frederic II, pero en la practica se concedió mucho más a los ingleses.
Placa de la Orden de Grey Town.
 Se trata de una bella placa de ocho brazos de esmalte blanco, sobre una corona de roble de esmalte verde, que encierra un centro azul cargado de un trofeo de plata, con un borde formado por una corona de laurel verde. Coronado todo de una corona cívica mural con la leyenda azul que dice Grey Town. Todo puesto sobre un rafagado apiñonado de rayos de plata. La cinta era azul marino, con una franja central azul celeste. A primera vista, factura y diseño londinense. Ahora, debe ser condecoración rara, una joyita par los coleccionistas. A mí, me pidieron un riñón por el ejemplar que ví en París y no estaba mi bolsillo para jolgorios.
Hay que decir que en cuanto los miskitos no les fueron rentables, los ingleses desposeyeron de la teórica corona a su rey y le nombraron simplemente jefe. Roma no paga traidores.
16 04, 2011

ST. LUCIA : Protocolo de Naciones Soberanas.

Por |2014-07-27T19:36:07+01:00sábado, abril 16, 2011|

Por D.Víctor A. García Guardia.

Campo de azur cuartelado por ramas de bambú. En el primer y cuarto cuartel una Rosa Tudor en su color (alude al Reino Unido). En el segundo y tercer cuarteles, de oro, la Flor de Lis (Francia Borbónica). Sobre el escudo un yelmo de plata ligeramente virado a la diestra, rodeado de lambrequines de oro y azur, y sobre el yelmo un burelete de oro y azur. Como cimera lleva un brazo naciente de hombre de color, sosteniendo una antorcha (simboliza el ansia de libertad del pueblo) flanqueada por ramas de palma. El conjunto soportado por Amazonas versicolor (el ave nacional y endémica de la nación). Bajo el conjunto, una banda flotante que en letras de sable reza: “THE LAND THE PEOPLE THE LIGHT” (“LA TIERRA LA GENTE LA LUZ”).
Escudo oficialmente adoptado el 8 de enero de 1979.
Himno oficialmente adoptado el 22 de febrero de 1979.
Proporción de la bandera: 1/2.
Campo de azur ceruleano (representa la fidelidad, el cielo tropical predominante y sus aguas esmeraldas). Al centro se superponen tres triángulos de oro (el sol caribeño y la prosperidad), sable (la población predominante) y plata (los ancestros europeos). La combinación de triángulos también alude a los Twin Pitons del volcán La Soufriere.
Bandera oficialmente adoptada el 22 de febrero de 1979.
ORDEN DEL HEROE NACIONAL.
Se concede a: Ciudadanos o extranjeros, por servicios extraordinarios a St. Lucia o a la comunidad internacional.
Condecoración: Sol de cincuenta y siete (57) rayos de diferentes tamaños. Al centro,una circunferencia de azur que en letras de oro reza “SAINT LUCIA GRAND CROSS”. Dentro de la circunferencia, en bajo relieve de Oro, se reproduce el escudo de armas de la nación.
Grados: Gran Cruz y Cruz de Santa Lucía.
Condecoración oficialmente adoptada el 13 de diciembre de 1986.
Nombre: Elizabeth Alexandra Mary Windsor.
Protocolar: SU MAJESTAD ELIZABETH II.
Fecha de Nacimiento: 21 de abril de 1926.
Lugar de Nacimiento: Londres, Inglaterra.
Coronada el día 2 de junio de 1952.
Título(s): Reina (Reino Unido de la Gran Bretaña), Jefe de la Mancomunidad de Naciones y de la Iglesia de Inglaterra.
Nombre: Stephenson Toby King.
Protocolar: The Hon. Stephenson King, PM, MP.
Fecha de Nacimiento: 13 de noviembre de 1958.
Lugar de Nacimiento: Castries.
Juramentado el día 1° de mayo de 2007 .
Título(s): Primer Ministro y Miembro del Parlamento.
15 04, 2011

RECOMENDAMOS: Web de la Real Hermandad de Caballeros de San Fernando.

Por |2020-11-13T03:48:18+01:00viernes, abril 15, 2011|

Queremos dedicar la entrada de hoy, a recomendar a todos nuestros lectores la visita a la página web que la Real Hermandad de Caballeros de San Fernando, mantiene en Internet en la siguiente dirección: http://realhermandadsanfernando.com/ .Hermandad a la que ya dedicamos una entrada en nuestro blog el miércoles 7 de julio de 2010.
El ideario de la misma y los principios que la fundamentan, están perfectamente definidos en unas palabras que su fundador, el Coronel D. Fernando Puell y Sancho, pronunció en su primera reunión, allá por marzo de de 1942.
“El español ha sido, es y será siempre el caballero cristiano que en sus maneras, su nobleza, hidalguía, conducta ejemplar y generosidad en todos sus actos, causaron la admiración del mundo. Por este motivo yo he denominado así a los que han de formar esta Hermandad, para volver con ello a continuar una tradición española y poder servir de ejemplo a fin de encontrar, nuevamente, el principio de revalorizar todo lo católico y español.”
14 04, 2011

CEREMONIA DE PRESENTACIÓN DE CARTAS CREDENCIALES EN EL VATICANO.

Por |2020-11-13T03:48:18+01:00jueves, abril 14, 2011|

Por el Dr. Francisco M. de las Heras y Borrero, Presidente de la Diputación de esta Casa Troncal.
El reciente nombramiento ante la Santa Sede de un nuevo representante diplomático del Reino de España en la persona de la Embajadora María Jesús Figa López-Palop, primera mujer que asume este cargo en representación de nuestro país, nos da la oportunidad de retomar los temas de protocolo y exponer hoy, para conocimiento general de nuestros lectores y amigos, esta solemne, vistosa y elegante ceremonia en que consiste la presentación de cartas credenciales ante Su Santidad el Papa, todo un ejemplo del ceremonial pontificio.
Históricamente, la presentación de cartas credenciales de los Embajadores al Santo Padre fue siempre una ceremonia revestida de un minucioso protocolo. A fin de adecuarla a los tiempos y exigencias actuales, la ceremonia de presentación de credenciales, que rige en la actualidad, fue adaptada por Su Santidad Pablo VI mediante el Motu Proprio Sollicitudo omnium ecclesiarum.
Pero antes de adentrarnos en su descripción, nos gustaría resaltar un par de curiosidades. La primera consiste en que los Embajadores acreditados ante Su Santidad no pueden ser los mismos que están acreditados ante el Gobierno italiano, de forma que queden claramente diferenciados los dos Cuerpos Diplomáticos: el italiano y el Vaticano. No reviste ninguna dificultad nombrar ante el Santo Padre a un Embajador acreditado en Francia, Suiza o en otro tercer país, pero no se puede, en cambio, nombrar al que está acreditado en Roma ante el Quirinal. Sí puede, también, y de hecho sucede con frecuencia, acumularse la titularidad de las embajadas ante el Vaticano y ante la Soberana Orden de Malta e, incluso, ante la FAO, que tiene su sede en Roma, como es la práctica de la Unión Europea.
Guardia Suiza.
La segunda curiosidad reside en que el Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede es el único que vive fuera del territorio donde ejerce sus funciones, dada la notoria inexistencia de espacio en la Ciudad del Vaticano para establecer allí residencias y cancillerías.
A continuación, vamos a describir la secuencia de la ceremonia.
1.Llegada del Embajador a Roma.
A la llegada del nuevo Embajador a Roma, en la estación o el aeropuerto, según sea el medio de transporte utilizado, es recibido por el Prefecto de la Casa Pontificia, que tiene rango de Ministro Consejero o por su segundo.
Una vez fijada de mutuo acuerdo la fecha de la primera visita al Sustituto de la Secretaría de Estado, el nuevo Embajador es presentado al mismo, siempre acompañado por el Prefecto de la Casa Pontificia, procediéndose a la entrega de las copias de estilo.
Por Nota Diplomática se le confirmará la fecha programada para la audiencia pontificia y la hora en que el coche del Vaticano pasará a recogerlo.

La Excma. Sr. Embajadora de España ante la Santa Sede, Dña. María Jesús Figa López-Palop
2. Partida del Embajador al Vaticano.
A la hora prevista, se presentan en la residencia del Embajador dos Gentilhombres de Su Santidad, distinguidas personalidades o miembros de la nobleza romana que prestan, como se ha venido haciendo desde hace siglos, su asistencia al ceremonial de la Santa Sede. Los Gentilhombres, vestidos de frac y condecoraciones, se distinguen por el uso de una cadena de oro con las insignias pontificias. Los Gentilhombres están acompañados por un Addetto di Anticamera, miembro del Protocolo de la Santa Sede, vestido de frac y condecoraciones, que se distingue por una cadena de plata, con las insignias pontificias.
El Embajador, su cónyuge, y los funcionarios diplomáticos son invitados a subir a los vehículos enviados por el protocolo vaticano. Abre la comitiva un coche de seguridad, seguido de un segundo vehículo, que llevará dos banderines, uno del Vaticano y otro, en la parte derecha, del país acreditado, donde irá el Jefe de Misión acompañado por un Gentilhombre. En un tercer vehículo, irá el cónyuge, a quien acompaña otro Gentilhombre y, en el cuarto, los demás funcionarios. Cerrará el cortejo un coche de respeto, vacio por si fuera necesario en caso de accidente. Los conductores visten uniforme gris y gorra. La comitiva es escoltada por motoristas de la policía italiana, que se detienen en el límite con el Estado de la Ciudad del Vaticano, y son reemplazados por un vehículo de la Gendarmería vaticana.

Presentación de Cartas Credenciales del Anterior Embajador de España ante la Santa Sede , el Excmo. Sr. D. Francisco Vázquez.
3. Recepción del Embajador.
La comitiva ingresa al territorio del Estado de la Ciudad del Vaticano por el Arco delle Campane, a la izquierda del frente de la Basílica de San Pedro, sobre la plaza. Allí, la Guardia Suiza rinde honores. El cortejo se dirige hasta la Piazza Santa Marta y, bordeando la Basílica de San Pedro y los Jardines Vaticanos, se detiene en el Patio de San Dámaso, donde se encuentra la entrada principal al Palacio Apostólico.
En el referido patio, está formado un piquete de la Guardia Suiza, que rinde honores al ilustre visitante. El Embajador, su cónyuge y comitiva son recibidos por otros Gentilhombres de Su Santidad (en total, debe haber tantos Gentilhombres como personas participan en la audiencia).
4. Palacio Apostólico.
Al pié de la escalera de entrada al Palacio Apostólico le esperará el Prefecto de la Casa Pontificia, quien le acompañará hasta la Sala Clementina donde será saludado por el Maestro de Ceremonias. El cortejo atraviesa la Sala Clementina, que constituye la antesala de las habitaciones papales, donde está situado otro piquete de la Guardia Suiza, y se dirigirá al Salón del Trono donde ya se encontrará esperando el Santo Padre.
a)Visita al Santo Padre.
En el momento preciso, se anunciará el Embajador, que pasará al salón, al Santo Padre. El Embajador se arrodillará, si es católico, frente al Sumo Pontífice o, simplemente, se inclinará levemente, si no lo es, haciéndole entrega de las Cartas Credenciales y pronunciando las frases protocolarias usuales. El Santo Padre las tomará y las pasará, acto seguido, al Camarero Secreto que le asiste en la ceremonia. Luego se intercambiarán los discursos, que no son leídos, a diferencia de lo que sucede en ceremonias análogas en otros países. A continuación, el Papa le invitará a pasar a su Biblioteca Privada donde mantendrán una primera conversación. Transcurrido el tiempo previsto, por indicación del Prefecto, los prelados de antecámara hacen pasar al cónyuge del Embajador, e instantes después a los restantes miembros del personal diplomático de la Embajada. Estos son presentados mediante la sola indicación de su rango (por ejemplo, «El Ministro Consejero», «El Primer Secretario», etc.) al Santo Padre por el Jefe de Misión. El Pontífice obsequia un rosario a cada uno de ellos. Finalizadas las presentaciones y, luego de una foto de grupo con el Santo Padre, el Embajador, cónyuge y funcionarios se retiran de la Biblioteca Privada.
b)Visita al Cardenal Secretario de Estado.
Una vez finalizada la audiencia con el Santo Padre, los asistentes se despiden también del Prefecto de la Casa Pontificia, y el cortejo vuelve a formarse en la Sala de los Embajadores y, tras pasar nuevamente por la Sala Clementina, se dirige, por la Escalera Noble, hacia la Secretaría de Estado. El Señor Cardenal Secretario de Estado de Su Santidad esperará en la entrada de sus dependencias. La entrevista entre el Embajador y el Cardenal se desarrolla en la sala de audiencias, mientras que el cónyuge del Embajador y los funcionarios aguardan en un salón contiguo. También será saludado por el Sustituto de la Secretaría de Estado y por el Secretario del Consejo para los Asuntos Exteriores. El Embajador, al final de la entrevista, presentará al Cardenal a su cónyuge y a los funcionarios diplomáticos.

Presentación de Cartas Credenciales del  Embajador de Costa Rica  ante la Santa Sede, el Excmo. Sr. D.Fernando F.Sánchez Campos.
5. La Basílica de San Pedro.
Concluida la audiencia con el Señor Cardenal Secretario de Estado, luego de formarse otra vez el cortejo, el Embajador, si es católico, y sus acompañantes, descienden por la Scala Regia, de G. Lorenzo Bernini, hasta la Basílica de San Pedro. En caso contrario, regresará a su residencia.
A la entrada de la Basílica son recibidos por una Comisión del Cabildo compuesta por cuatro canónigos, los cuales le acompañarán a rezar unos minutos ante el Santísimo Sacramento, el altar de la Virgen y la tumba de San Pedro.

 SS.MM. Los Reyes de España, D. Juan Carlos y Doña Sofía, recibidos por S.S. Benedicto XVI.
6. Regreso del Embajador a su residencia.
Finalizada la visita a la Basílica, el Embajador, su cónyuge y miembros de la comitiva saludan a los Reverendos Canónigos y abandonan el templo, saliendo por la Porta Santa Marta a la plaza del mismo nombre, donde lo esperan sus vehículos, a los cuales son acompañados por los Gentilhombres, quienes se despiden. Los dos Gentilhombres y el Addetto di Anticamera que fueron a buscar al Embajador lo acompañan, de nuevo, a su residencia.
Cuando la caravana pasa delante del obelisco central, el Cardenal Secretario de Estado saldrá con su coche hacia la residencia del Embajador para devolverle la visita. El Embajador, por la tarde, suele ofrecer una recepción en la sede de la Embajada en presencia del cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede y de altos dignatarios vaticanos.
13 04, 2011

AMPLIO ESTUDIO EN HONOR A ZELA, EL PATRIOTA DE TACNA.

Por |2020-11-13T03:48:18+01:00miércoles, abril 13, 2011|

EL BICENTENARIO DEL PRIMER GRITO LIBERTARIO PERUANO (1811-2011).
Por su indudable interés reproducimos el presente trabajo de la autoría de Alexis Arévalo Vergara, Caballero Linaje Don Vela, Canciller del Capítulo de Perú de esta Casa Troncal, recientemente publicado por la Sociedad Amantes del País, de Perú.
Armas de D. Alexis Arévalo Vergara, autor del Estudio.
Este año 2011 se conmemora el “Bicentenario del Primer Grito Libertario Peruano (1811-2011)”.
realizado por el valiente patriota don Francisco Antonio de Zela y Arízaga, en la ciudad de Tacna el 20 de junio de 1811. Aunque la revuelta tacneña fue efímera, si logró causar gran impacto en la sociedad en general; demostrando indudablemente que los peruanos participaron activamente en los procesos independentistas que se gestaron simultáneamente en toda América. En tal sentido, no fueron los insignes San Martín y Bolívar quienes despertaron en el Perú el espíritu de libertad; sino más bien se gestó desde hacía una década. Es por este motivo que escribo este artículo en honor a uno de los más grandes hombres que ha visto nacer esta patria.
Antecedentes.
El imperio español que otrora había sido el más poderoso de la faz de la tierra ya para finales del siglo XVIII y principios del XIX se debilitaba minuto a minuto. La estocada final llegó cuando el debilitado gobierno de S.M. El Rey Carlos IV de España permitió el ingreso del ejército napoleónico a la península ibérica. Los franceses habían solicitado el ingreso para combatir a los rebeldes portugueses quienes se negaban a cumplir con el bloqueo comercial a Inglaterra. Sea cierto o no que los franceses ingresaron a la península ibérica para castigar a la Casa Real de Braganza o para de hecho, como ocurrió, invadir España; es indudable que el pretexto portugués permitió a los franceses quedarse como amos y señores de toda la península ibérica.

Carlos IV, Rey de España.

El otrora reino de las Españas, había sido anexado al flamante imperio napoleónico. Es más Napoleón I tuvo la osadía de detener a los miembros de la realeza española y retenerlos en Bayona, Francia. La Casa Real de los Borbón había caído en desgracia. Ahora España tendría un nuevo monarca José I Bonaparte, hermano de Napoleón.

Este asunto causó gran revuelo y malestar dentro de la sociedad española y americana; de inmediato desconocieron al advenedizo rey que se hacía llamar José I de España. Los españoles y americanos solo reconocieron como su legítimo señor al hijo del destronado Carlos IV, don Fernando, Príncipe de Asturias que a pesar de sufrir una ignominiosa prisión en Francia, sería proclamado por todos sus fieles como el verdadero y legítimo monarca con el nombre de Fernando VII de España y de las Indias. Tanto los españoles como los americanos devotos al tradicionalismo monárquico de la casa de los Borbón iniciaron conversaciones logrando el común acuerdo de instaurar Juntas Gubernativas que protegieran los derechos dinásticos de Fernando VII, en desmedro del usurpador José I Bonaparte.
Así tenemos que el 25 de setiembre de 1808 en el sur de España se forma una Junta Central, que sería cabeza de las demás Juntas de Gobierno que se fueron formando en el resto del imperio. Asimismo se convocó a las Cortes de Cádiz el 22 de mayo de 1809 en donde diputados españoles y americanos buscarían redactar una Constitución que rigiera con igualdad a todos los súbditos y territorios del imeprio. Resulta interesante señalar que entre los peruanos enviados a las Cortes hubo uno de procedencia claramente indígena, me refiero al noble cuzqueño don Dionisio Túpac Yupanqui, distinguido diputado de las Cortes de Cádiz y descendiente directo de los Incas.
Es así como se gesta la conformación de las Juntas Gubernativas que cronológicamente se empezarían a crear a partir de 1809 en ciudades como Chuquisaca, La Paz y Quito; y en 1810 en las ciudades de Caracas, Buenos Aires, Santa Fe de Bogotá y Santiago de Chile. Estas Juntas de Gobierno tenían la intención de gobernar en nombre del rey; sin embargo, el Virrey del Perú don José Fernando de Abascal y Sousa desconfió desde un principio de esta forma de Gobierno. El vaticinio de Abascal se materializó cuando tiempo después las Juntas se tornaron liberales y con atisbos claramente libertarios. Fue así como Abascal decidió combatirlas, logrando recuperar las provincias de Córdoba, Potosí, La Paz, Charcas, Quito y Santiago de Chile.

Fernando VII, Rey de España.
La población peruana enterada de los sucesos en España vio que la otrora poderosa monarquía se derrumbaba poco a poco. Los fieles súbditos esperaban que la fidelidad y el consenso pudieran conservar al imperio intacto. Sin embargo, las Juntas Gubernativas, que se habían creado para tal efecto, degeneraron en una suerte de reunión de criollos con tendencias claramente liberales e independentistas. Por lo que no hay que sorprendernos de la actitud de Abascal. En el Perú, los criollos esperaban lograr en Lima algo similar, cosa que no puso suceder debido al omnipresente y poderoso Virrey Abascal. Es por este motivo que la figura de don Francisco Antonio de Zela es tan relevante para nuestro país, pues fue éste, quien sin temor alguno, se enfrentó denodadamente al poderoso gobierno del Virrey del Perú, en el aún temprano año de 1811.

Alto Relieve Conmemorativo a Zela.
La genealogía del patriota.
Para entender con más detalle la rebelión tacneña de 1811, debemos conocer también la genealogía del precursor, pues solo así descubriremos lo bien relacionado que estaba. Y quizás, es más que seguro, que fue gracias a estas relaciones que salvó de la pena capital; castigo propio a todos los que osaran levantarse en armas contra la corona española. Esta genealogía inicia en sus padres:
I.Don Alberto de Zela y Neyra, español nacido ca. 1737 en la ciudad de Lugo, Reino de Galicia y fallecido en Tacna el 21 de setiembre de 1792. Había venido al Perú en busca de mayores oportunidades. En Lima conoció a don Diego Ruiz de la Vega, que había sido nombrado Administrador General del Correo de Lima. Al parecer sería gracias a éste que don Alberto de Zela consiguió trabajar en la dependencia del Correo Terrestre, en donde logró una alta graduación. Tanto Ruiz de la Vega como Zela habían conseguido estos flamantes empleos gracias a la creación de la Administración de Correos producto de la cesión que hizo al Gobierno de S.M. el último Correo Mayor de las Indias don Fermín de Carvajal y Vargas, Conde del Castillejo y del Puerto.
Don Alberto de Zela quiso un mejor porvenir para su familia por lo que se decidió a adquirir el empleo de Ensayador; al parecer primero en Caylloma, Arequipa y finalmente en Arica, donde quedó como Ensayador y Balanzario de las Cajas Reales de dicha ciudad. Con el paso de los años consiguió una buena posición económica y social lo que le valió forjarse alianzas y amistades convenientes, que finalmente fueron utilizadas por el precursor en los momentos más oscuros de su encierro.
Don Alberto de Zela había casado en la ciudad de Lima con doña María Mercedes de Arízaga y Hurtado de Mendoza, natural del Callao; fueron padres de:
1.Doña María Tadea de Zela y Arízaga, nacida en Lima el 28 de octubre de 1763, y bautizada el 6 de abril de 1766 en la parroquia de San Sebastián de Lima. Casó en Lima en 1792 con el rico comerciante don Vicente de Urrutia, secretario del Virrey; con sucesión. Es muy posible que este lograra, gracias a su fortuna y conexiones, que se evitará la ejecución de su cuñado el precursor don Francisco Antonio de Zela.
2.Don Bartolomé José de Zela y Arízaga, nacido en Lima el 24 de agosto de 1765, y bautizado el 7 de abril de 1766 en la parroquia de San Sebastián de Lima.
3.Don Feliciano Antonio de Zela y Arízaga (n. 1767).
4.Don Francisco (Solano) Antonio de Zela y Arízaga (n. 1768), Precursor de la Independencia, que sigue en el punto II.
5.Juan Miguel de Zela y Arízaga (n. 1770).
6.Domingo Antonio de Zela y Arízaga (n. 1773).
D.Francisco Antonio de Zela y Arízaga.
II. Don Francisco (Solano) Antonio de Zela y Arízaga había nacido en Lima el 24 de julio de 1768 y fue bautizado en la parroquia de Santa Ana, Lima el 12 de diciembre de 1768; fue su padrino de bautizo el rico comerciante limeño don Diego Ruiz de la Vega (amigo de su padre, que había sido Administrador General del Correo de Lima) y testigos D. Lucas Arévalo y D. Manuel Recalde. Sirvió al igual que su padre en las Cajas Reales de Arica, con el simple empleo de aprendiz. Aprendió rápidamente el oficio; y a la muerte de su padre, el Excmo. Sr. Frey D. Francisco Gil de Taboada y Lemos, Bailío Caballero Gran Cruz de la Orden de Malta y Virrey del Perú (1790-1796) le otorgó el empleo de Ensayador y Balanzario de la Real Caja de Arica, resulta interesante leer el despacho confirmatorio en la que se indica que el joven Zela tenía gran “habilidad, constante aplicación y amor al manejo del noble arte de ensayar plata y oro y beneficio de toda especie de mineral y metales, de cuya aptitud ha dado pruebas suficientes en el examen de laboratorio químico metalúrgico”. Existe en el Archivo General de Indias, Audiencia de Lima, una Carta N° 44 del Virrey Francisco Gil de Taboada y Lemos a Diego Gardoquí, Secretario de Estado de Hacienda, fechada en Lima el 20 de noviembre de 1792; en ella se “comunica con testimonio el nombramiento interino de Ensayador y Fundidor de las Cajas Reales de Arica a favor de D. Francisco Antonio de Zela y Arriaga (sic), por fallecimiento de su padre, y pide confirmación”.
Casó en la villa de San Pedro de Tacna el 6 de junio de 1796 con la dama tacneña doña María Natividad de Siles y Antequera. Fueron padrinos del matrimonio el hijodalgo D. Francisco Navarro y la Helguera, Coronel del Regimiento de Milicias Provinciales de Dragones de Arica, natural de Ontón, Vizcaya, y su esposa doña María Alberta de Soto y Hurtado. Uno de sus tantas amistades que le valdrían para salvar la vida en los álgidos momentos de su encierro en la Cárcel de Lima.
Doña María Natividad de Siles y Antequera, había nacido en Tacna y bautizada en esa misma ciudad el 16 de abril de 1779. Fue hija legítima de don Pedro de Siles y Brusel y de doña María Antonia de Antequera y Laso de la Vega; que también habían sido padres de doña María Flora Siles y Antequera que casó con don Domingo del Valle y Mier, Comandante de las Milicias de la guarnición de Arica. Asimismo fue su hermano don José Alberto de Siles y Antequera que participó activamente en el levantamiento tacneño de 1811 y posteriormente en la insurrección de los hermanos Paillardelle de 1813. Como vemos la cercanía de los Zela con las autoridades militares realistas era más que evidente.
Don Francisco Antonio de Zela y doña María Natividad de Siles fueron padres de nueve hijos legítimos de los que al parecer hay sucesión hasta nuestros días. Estos fueron:
1.Doña María Flora Dolores de Zela y Siles (n. Tacna, 1797).
2.Doña María Manuela de Zela y Siles (n. Tacna, 1799).
3.Don José Santiago de Zela y Siles (n. Tacna, 1800).
4.Doña Emerenciana de Zela y Siles (n. Tacna, 1802).
5.Don José Santos de Zela y Siles (n. Tacna, 1803).
6.Don José Manuel de Zela y Siles (n. Tacna, 1805), que de diez años acompañó a su padre a la prisión de Chagres en Panamá. No soportó los rigores de la cárcel y murió al poco tiempo, para tristeza de su afligido padre.
7.Don José Buenaventura de Zela y Siles (n. Tacna, 1806).
8.Doña María del Rosario de Zela y Siles (n. Tacna, 1807).
9.Don Lucas Miguel de Zela y Siles (n. Tacna, 1810).
Preludio al levantamiento de Tacna del 20 de junio de 1811.
El Perú de aquellos años estaba dividido en Intendencias, una de ellas fue la Intendencia de Arequipa que se encontraba dividida en Partidos. Uno de estos partidos, era el de Arica, que tuvo por capital al puerto de San Marcos de Arica, de los principales del Virreinato del Perú. El puerto tenía gran ventaja geoestratégica al ubicarse en el sur peruano y poseer buenos caminos que conectaban de forma rápida con el Alto Perú (hoy Bolivia), por lo que el partido gozaba de cierta opulencia y de un ilustre vecindario. No por gusto se decía que “lo mejor del mundo se llevaba a España y lo mejor de España se llevaba a Potosí”, pero yo agregaría que tales lujos europeos llegaban a la andina Potosí; sí y solo sí, pasaban por el puerto de San Marcos de Arica. Claro es bien sabido que cuando menguó la riqueza de Potosí también declinó en parte la brillantez de la sociedad ariqueña.

Armas actuales de la Ciudad de San Pedro de Tacna.
Las familias patricias del partido de Arica residían por costumbre en la villa de San Pedro de Tacna, debido a la belleza del lugar, su clima templado y la cercanía a sus haciendas. Una de estas familias fueron los Zela y Siles. Francisco Antonio de Zela, hombre de buena posición y bien conectado, conocía de las últimas corrientes intelectuales por lo que es muy posible que compartiera y disertara en tertulias secretas (pues hablar de separatismo era traición a la patria) con sus familiares, amigos y vecinos. Poco a poco se fueron convenciendo para libertar a la patria que los había visto nacer. Zela se alegró de los ánimos caldeados del Alto Perú y supo que pronto serían libres. El vaticinio se cumplió cuando el ejército libertario argentino llegó a Charcas. Este ejército estaba comandado por D. Juan José Castelli, miembro de la Junta de Buenos Aires, famoso por su decidida participación en la Revolución de Mayo y haber ordenado la muerte de D. Santiago de Liniers y Bremond, Caballero de la Orden de Montesa y Virrey del Río de la Plata (1807-1809).
Aprovechando la llegada de Castelli al Alto Perú, Zela reúne en secreto a los más connotados vecinos tacneños, quienes partidarios de la independencia, se decidieron a lanzar el primer grito libertario peruano el 20 de junio de 1811. Entre estos patriotas figuraron en orden alfabético: D. Francisco de Paula Alayza y Siles; D. Fulgencio Ara; D. José Manuel Ara; D. José Rosa Ara y Robles; D. Toribio Ara y Cáceres, cacique de Tacna; D. Manuel Argandoña; D. José de Barrios; D. Rafael Gabino de Barrios y Liendo, Capitán de Dragones de Arica; D. Pedro Alejandrino de Barrios y Liendo, Capitán de Dragones de Arica; D. Marcelino Castro; D. Manuel Choque; D. Felipe Gil; D. Julián Gil; D. Pedro José Gil de Herrera y Montes de Oca, Ayudante Mayor de Infantería Española; D. Juan Julio-Rospigliosi; D. Francisco Marín; D. Santiago Pastrana; D. José Alberto Siles y Antequera; D. Manuel Silva; y D. Fulgencio Valdez. Estos fueron los valientes patriotas de Tacna, artífices del levantamiento de 1811.
Los linajes patriotas de los Barrios y los Gil de Tacna.
De los patriotas anteriormente señalados resulta relevante la participación de la noble familia mestiza de los Ara representada por el patriarca D. Toribio Ara y Cáceres, Cacique de Tacna y descendiente directo del Inca Huayna Cápac; su hijo D. José Rosa Ara y Robles; y sus sobrinos D. Fulgencio y D. José Manuel Ara. Estos Ara fueron valientes patriotas que sin cobardía se enfrentaron al poder español con el peligro latente de perder sus bastas posesiones y el cargo cacical, tan influyente y conveniente en esos tiempos. Sobre el linaje de los Ara se ha escrito bastante y de ellos hay importante información genealógica e histórica que creo prudente no repetir. Resulta también relevante la participación de las familias españolas de los Barrios y los Gil de Herrera, de los que he querido indagar para así presentarles este pequeño aporte histórico que espero agrade al distinguido lector. Aunque ha sido dificultoso ubicar a estos personajes en documentos originales, he logrado ubicar luego de una ardua búsqueda a los Barrios y los Gil y otras relevantes informaciones sobre el partido de Arica en los Archivos Generales de Simancas, Indias y en el de Mapas del Reino, que iré desarrollando en breve.
Sobre el linaje de los Barrios, se sabe que fueron una noble familia de procedencia española de la que fue patriarca don Julián de Barrios que había casado con doña Victorina Rejas, de linajuda estirpe. Fue su hijo D. Luis Antonia de Barrios y Rejas (n. Tacna, 22/08/1722) que había casado con doña Dionisia Nieto Meave; siendo padres de:
1.Don Francisco de Barrios y Nieto, Capitán del Regimiento de Milicias de Dragones de Arica y Jefe de la Compañía de Dragones de Ilo, ca. 1800.
2.Don Antonio de Barrios y Nieto, Teniente de la misma y destinado también a Ilo, ca. 1800.
3.Don Pedro de Barrios y Nieto, Alférez de Dragones de Arica, en Ilo, ca. 1800.
Estos Barrios y Nieto estaban estrechamente emparentados con los Barrios y Liendo, al ser estos primos hermanos (nietos de Don Julián) e incluso se conocían bien al haber servido juntos en el Regimiento realista de Dragones de Arica; pues figuran ambas familias en el Escalafón militar de 1794, 1796 y 1800, que he tenido la suerte de revisar. Es muy posible que para el año 1811 hubiera cierta complicidad entre estos primos, digo esto debido a que Zela y los patriotas (Barrios Liendo, Gil, Ara, Siles, etc.) tomaron los cuarteles de Caballería e Infantería de la ciudad con relativa facilidad. Incluso no debemos olvidar que el mismo Jefe Militar realista del Partido de Arica Crnl. D. Francisco Navarro y la Helguera, minimizó los hechos ante Goyeneche buscando dar libertad a los rebeldes, incluidos Zela, quizás por esto salvó de una muerte segura en los primigenios momentos de su captura.
Para entender mejor esta genealogía, empezaré nuevamente con don Julián de Barrios, patriarca del linaje en Tacna que tuvo un hijo natural con doña Francisca Rodríguez de Herrera. Este hijo se llamó don Fernando de Barrios y Rodríguez que a su vez casó con doña María Isabel de Liendo, en la villa de San Pedro de Tacna el 12 de mayo de 1753. Fueron sus hijos los hermanos patriotas:
1.Don Pedro Alejandrino de Barrios y Liendo, de calidad “noble”, había nacido en Tacna ca. 1753. Fue Capitán del Regimiento de Milicias Provinciales de Dragones de Arica desde el 26 de marzo de 1795 por título otorgado por el Excmo. Sr. Virrey Frey D. Francisco Gil de Taboada y Lemos; y confirmado por S.M. El Rey Carlos IV, por Real Despacho N° 620, expedido en San Lorenzo del Escorial, el 15 de diciembre de 1796. Asimismo, en el despacho de nombramiento se indicaba que se encargaría de la novena Compañía de Dragones de Arica. Durante los años de servicio, había sido fiel a la corona, no cobró sueldo alguno para no perjudicar al Real Erario, pues se encontraba este minimizado por la cruenta guerra con Francia. Asimismo dotó con 200 pesos para comprar uniformes para su compañía y colaboró en la construcción de cañones para el Fortín de Arica. Sin embargo, aunque de conducta buena, según sus superiores, no dudó en apoyar a Zela y a su hermano Rafael Gavino en los hechos de 1811 en los que participó activamente y fue de los más osados en la toma del Cuartel realista de la ciudad.
2.Don Rafael Gavino de Barrios y Liendo, nacido en Tacna ca. 1759; sirvió en el Ejército de S.M. en el que llegó a ser Capitán del Regimiento de Milicias Provinciales de Dragones de Arica por título del Virrey fechado el 26 de marzo de 1795 y confirmado por Real Despacho del 15 de diciembre de 1796; además estaba encargado de la octava Compañía de Dragones de Arica. Según sus superiores, Rafael Gavino era de conducta regular, inquieto e incluso revoltoso; esta información figura en su Hoja de Servicios del Reg. de Dragones de Arica del año 1800. En tal sentido no hay que sorprendernos que ya para esa época Rafael Gavino tuviera ideas alejadas del fidelismo a la corona. Tendría que esperar una larga década para que junto con su hermano Pedro Alejandrino, Francisco Antonio de Zela (el líder), y otros patriotas lanzaran el primer grito de libertad un 20 de junio de 1811.
Los Gil de Herrera habían sido una rica familia española asentada desde el siglo XVIII en el partido de Arica, figurando como propietarios de haciendas ca. 1745. Fue patriarca de este linaje el español don Estanislao Gil de Herrera que había casado con doña María Teresa Montes de Oca, siendo el más conspicuo de sus hijos don Pedro José Gil de Herrera y Montes de Oca. Este patriota había nacido en la villa de San Pedro de Tacna en 1759, por lo que era de la misma edad que Rafael Gavino de Barrios y coetáneo de su hermano Pedro Alejandrino. Según el historiador D. Rómulo Cúneo-Vidal, había sido Ayudante Mayor de Infantería Española en 1782. Resulta pues resaltante que durante los hechos del 20 de junio de 1811 contará Zela, además de los Barrios y Liendo, con otro militar realista. Para corroborar ese dato tuve que investigar en fondos bibliográficos y documentales, encontrando finalmente en el Archivo General de Simancas, las Hojas de Servicios de los Oficiales del Regimiento de Milicias de Dragones de Arica de 1794, 1796 y 1800, en las que se hace mención al patriota Gil y Montes.
Don Pedro José Gil de Herrera y Montes de Oca o simplemente Gil y Montes había sido incorporado a tal Regimiento por un Real Despacho que databa del 28 de octubre de 1789. Gil figuraba en el escalafón con el rango de Teniente de Dragones. Sus superiores decían de él cuando era joven que era un tanto caviloso y propenso al enredo. Sin embargo cuando empezó a debilitarse la corona producto de la guerra con Francia fue este muy fiel al servicio y al compromiso como súbdito español. Sus superiores indicaban que participó decididamente en la construcción de pedreros, había ayudado a la construcción de los cañones y a la defensa del Puerto de Arica por lo que ya para 1800 su capacidad era alabada y era de buena conducta. Empero, al igual que su amigo el Capitán de Dragones D. Pedro Alejandrino de Barrios, que también gozaba del aprecio de sus superiores, se terminó por pasarse al bando libertario de Zela, para así dar libertar a la patria que lo había visto nacer. Se sentía peruano antes que español. Participó activamente en la reunión que convocó Zela y se dice que fue su brazo derecho y organizador. Por lo que concuerdo con el historiador Cúneo- Vidal, quien dice que Gil y Montes se “jugó su libertad, su grado, su vida y su honra” en los hechos de 1811.
El levantamiento de Tacna del 20 de junio de 1811 y el Primer Grito Libertario Peruano.
El 20 de junio de 1811 en la ciudad de Tacna el patriota don Francisco Antonio de Zela y Arízaga dirigió grupos armados de españoles, mestizos e indios partidarios de la libertad, quienes ocuparon los cuarteles de milicias de infantería y caballería de la ciudad. Al tener éxito en su cometido, Zela da el primer grito libertario de nuestra patria, asumiendo la dirección y proclamándose “Comandante de las fuerzas unidas de América”. Es por este motivo lo resaltante de Zela, su acto heroico nos demuestra no solo su valentía y arrojo sino que fue el primero que estuvo dispuesto a ofrendar su vida si hubiera sido necesario.
General D. José Manuel de Goyeneche y Barreda, conde de Guaqui.
Zela esperaba, que enterados de los hechos de Tacna, otros puntos de la Intendencia de Arequipa se levantaran en armas. Los rebeldes estaban confiados de que Juan José Castelli y el ejército libertario argentino terminarían por acabar al ejército realista del General D. José Manuel de Goyeneche y Barreda (1776-1846), Caballero de la Orden de Santiago y arequipeño de nacimiento. Sin embargo, no estuvo en los planes de Zela, el revés de los hechos que se fueron sucediendo. Goyeneche, hábil militar, terminó por vencer a las tropas libertarias de Castelli en la afamada batalla de Guaqui, también conocida como la de Desaguadero. Fue por esta crucial victoria que el Rey le concedió a Goyeneche el título de Castilla de Conde de Guaqui y Grande de España de Primera Clase, título nobiliario que aún perdura hasta nuestros días en uno de sus más conspicuos descendientes.
La batalla de Guaqui había ocurrido el mismo día del levantamiento de Zela, por lo que al vencer los realistas en Guaqui el 20 de junio de 1811, el levantamiento tacneño no tardaría en caer. Sobre los Goyeneche, debo señalar que fueron una noble familia peruana de origen navarro que se había asentando tan solo una generación atrás en Arequipa. Si bien los Goyeneche y Barreda, de padre español y madre peruana, habían sido realistas acérrimos y habían defendido a la corona en todo momento; al acabar el proceso independentista e instaurarse la República fueron sin lugar a dudas amantes de su tierra. A tal punto que no dudaron en dar cuantiosas donaciones a los ma´s necesitados, obras pías diversas e incluso un famoso Hospital que lleva el nombre de Goyeneche, totalmente costeado por ellos y regalado a la ciudad de Arequipa; ciudad que los había visto nacer. Fue hermano del Conde de Guaqui, don José Sebastián de Goyeneche y Barreda, Arzobispo de Lima durante la República; muy querido por la sociedad peruana del siglo XIX.
Regresando a los heroicos hechos, materia de este artículo, el valiente Zela no dudo en esperar al enemigo, pues creía vendría el remanente de las tropas vencidas de Goyeneche. Se cuenta que el 24 de junio de ese mismo año el ejército de Zela se movilizó a la llamada Pampa de la Disciplina (hoy Caramolle), allí esperaron al enemigo. Los Ara que habían estado encargados de capturar el cuartel de Caballería de la ciudad ahora se perfilaban como los líderes natos de la masa indígena. Zela nombró al hijo del Cacique, D. José Rosa Ara y Robles como Coronel del Batallón de Naturales que apertrechados esperaban a Goyeneche y a su ejército. Al otro extremo estaban los vecinos notables como los Barrios, los Gil, Alayza, etc. Que a codo a codo esperaban vencer a los realistas. Los ánimos eran tales que se creía que el Perú lograría ese año su libertad.
Sin embargo, don Francisco Antonio de Zela y Arízaga que sufría una grave enfermedad cayó de su caballo mientras pasaba revista. Al poco tiempo llegaron noticias del Alto Perú, no de Castelli sino de Goyeneche. Se informaba de las victorias realistas, del final del ejército de Castelli y de la venida de Goyeneche a Tacna. La desmoralización cundió entre los revolucionarios, ya no se enfrentaban ante los remanentes sino a todo el ejército realista. Finalmente, llegó el ejército de Goyeneche, no hubo batalla alguna. Goyeneche rodeó la casa de Zela, y este prefirió aceptar su detención buscando que con su castigo no se vieran afectados los tacneños que lo habían secundado.
Fue enviado a la Cárcel Pública de Tacna; y de inmediato Goyeneche comenzó a hacer averiguaciones para encontrar y descubrir a los culpables e instigadores respecto a los graves hechos ocurridos. Empero no encontró la colaboración de los jefes militares realistas que habían sufrido la pérdida de los cuarteles durante los hechos del 20 de junio. Fue tal el asunto que el mismo Jefe Militar del Partido de Arica el anciano Coronel de Dragones el hijodalgo D. Francisco Navarro y la Helguera, español, natural de Vizcaya, por poco no defendió abiertamente a Zela. Recordemos que Navarro había sido padrino en el matrimonio de Zela y seguro tenía gran amistad con él. En tal sentido, al ser interrogado por Goyeneche, Navarro minimizó los hechos buscando atenuar lo ocurrido. Esto no debe haber gustado a Goyeneche, por lo que remitió al reo a Lima.
Zela al llegar a Lima esperaba lo peor. El proceso judicial inició y la sentencia debía ser la muerte. Sin embargo, la Sala del Crimen de la Real Audiencia de Lima dictaminó en sentencia del 4 de marzo de 1812, un perdón general para todos los implicados. Cúneo-Vidal indica que hubo tres excepciones: la de Zela condenado a muerte; la de Pedro José Gil y Montes (el brazo derecho de Zela) condenado a degradación en el fuero militar y condenado también a muerte; y finalmente el cuñado de Zela, José Siles y Antequera, condenado a destierro perpetuo. Sobre Gil, Siles y otros patriotas, no se sabe cómo, pero lograron escapar, viajando al Alto Perú y luego al Río de la Plata donde solicitaron asilo a Belgrano, general libertario argentino que los acogió de buen grado.
Entonces quedaba Zela, o la muerte o la prisión perpetua. Según el historiador Alberto Tauro del Pino fue su defensor el Dr. D. José Gerónimo de Vivar, Catedrático de Derecho de la Universidad de San Marcos. No se sabe con qué artilugio se logró que la condena capital lograra ser cambiada a la de prisión de Chagres en Panamá; se dice que algo tuvo que ver la rica familia Urrutia de la que estaba estrechamente emparentado así como amistades convenientes en Lima y Tacna. La sentencia fue dictada el 18 de octubre de 1814; y el 28 de marzo de 1815 partió del puerto del Callao al presidio del cual nunca más saldría. Solicitó ser acompañado por uno de sus hijos, el niño José Manuel; para así darle un poco de consuelo a su padre en los tristes días venideros del agrio encierro. El niño no resistió las penurias y rigores de la cárcel y falleció para desgracia de su padre. Zela, el patriota, moriría en prisión cuatro años más tarde un 18 de julio de 1819. Aunque nunca falta un romántico que cita como fecha de muerte el 28 de julio de 1821; en clara alusión a la proclamación de la independencia peruana. Lo que sí es seguro es que aunque no vio consumada su obra que era la de dar libertar a su amada patria, si logró calar en el pensamiento popular peruano; por lo que será siempre recordado como uno de los más grandes hombres que ha visto nacer nuestro querido Perú.
Fuentes bibliográficas:
Archivo General de Indias. Audiencia de Lima. “Carta N° 44 del Virrey Francisco Gil de Taboada y Lemos a Diego Gardoquí, Secretario de Estado de Hacienda”. Lima, 703, N° 142.
Archivo General de Simancas. Secretaría del Despacho de Guerra. Milicias de Arica. Empleos. SGU, LEG, 7123, 4. Año 1796. Despachos del Regimiento de Milicias Provinciales de Dragones de Arica. Fol. 26-62.
Archivo General de Simancas. Secretaría del Despacho de Guerra. Milicias de Dragones de Arica, Perú. SGU, LEG, 7286, 2. Año 1796. Hojas de Servicios del Regimiento de Milicias de Dragones de Arica (Perú). C-2; Fol. 1-71.
Archivo General de Simancas. Secretaría del Despacho de Guerra. Milicias de Dragones de Arica, Perú. SGU, LEG, 7285, 11. Año 1794. Hojas de Servicios del Regimiento de Milicias Provinciales de Dragones de Arica. C-11; Fol. 1-72.
Archivo General de Simancas. Secretaría del Despacho de Guerra. Milicias de Dragones de Arica, Perú. SGU, LEG, 7288, 2. Año 1800. Hojas de Servicios del Regimiento de Dragones de Milicias de Arica (Perú). C-2; Fol. 1-70.
Busto Duthurburu, José Antonio del. Historia Cronológica del Perú. Lima: Ediciones Copé, 2006, p. 335.
Chambers, Sarah. C. De súbditos a ciudadanos: honor, género y política en Arequipa, 1780-1854. Lima: Instituto de Estudios Peruanos, p. 30.
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Gamarra y Hernández, Enrique. Nobiliario de las ciudades del Perú. Lima: Empresa Gráfica T. Sheuch S.A., 1938, p. 127.
Tauro del Pino, Alberto. Enciclopedia Ilustrada del Perú. Vol. 17. Lima: Empresa Editora El Comercio S.A., 2001, págs. 2831-2832.
12 04, 2011

LA NATURALEZA «SUI GENERIS» DE LA ORDEN DE MALTA.

Por |2020-11-13T03:48:19+01:00martes, abril 12, 2011|

Tal como dijimos en nuestra anterior entrega, rechazada de forma terminante la asimilación de la Orden a alguno de los sujetos conocidos del Derecho Internacional, nos queda por considerar que ésta pudiera ser un sujeto internacional, pero de características peculiares que la conviertan en persona jurídica «sui generis».

La Orden de Malta goza de un status internacional, ejercita el derecho de legación activa y pasiva, contrae compromisos internacionales mediante la conclusión de tratados y convenciones, tiene un ordenamiento jurídico propio y autónomo, y ejercita soberanamente, sin dependencia ni sujeción a ningún otro ente, los actos propios y necesarios para la consecución de sus fines institucionales.
Armas del  actual Gran Maestre Frey Matthew Festing
Entendemos, y queremos dejarlo expresado desde ahora, que pese a su imposible asimilación a alguna de las categorías conocidas de sujetos de Derecho Internacional no nos es posible rechazar, por ese motivo, la naturaleza jurídica de la Orden como sujeto de tal condición, si bien habremos de convenir que nos encontramos ante un sujeto atípico y «sui generis».
Ya en un Dictamen Consultivo de 11 de Abril de 1949 del Tribunal Internacional de Justicia, emitido con motivo de la reparación de daños sufridos al servicio de las Naciones Unidas, se declara:
«Los sujetos de derecho, en un sistema jurídico, no son necesariamente idénticos en cuanto a su naturaleza o la extensión de sus derechos; y su naturaleza depende de las necesidades de la comunidad. El desarrollo del derecho internacional, en el transcurso de la historia, ha sido influenciado por las exigencias de la vida internacional, y el crecimiento progresivo de las actividades colectivas de los Estados ha hecho surgir ejemplos de acción ejercida sobre el plano internacional por ciertas entidades que no son Estados. Este desarrollo concluye, en Junio de 1945, con la creación de una organización internacional, de la cual los fines y principios son enunciados en la Carta de las Naciones Unidas. Para alcanzar estos fines, es indispensable que la Organización tenga personalidad internacional».
«En consecuencia, el Tribunal llega a la conclusión que la Organización es una persona internacional. Esto no quiere decir que la Organización sea un Estado, lo que ciertamente no es…».
«Mientras que un Estado posee, en su totalidad, los derechos y deberes internacionales reconocidos por el derecho internacional, los derechos y deberes de una entidad como la Organización deben depender de los fines y funciones de ésta, enunciados o aplicados por su acto constitutivo y desarrollados en la práctica» (1).
Coincidimos plenamente con Fischer cuando afirma que entre las entidades que podríamos incluir en el texto citado, que ejercen una acción sobre el plano internacional sin ser Estados (pero cuyos fines y funciones responden a una necesidad de la comunidad internacional que no pueden cumplir si no poseen la personalidad internacional), es preciso considerar a la Orden Soberana de Malta (2).
Verhoeven, en línea con el dictamen del Tribunal Internacional de Justicia, sostiene que no existe ninguna dificultad de orden lógico u estructural en admitir la existencia en el orden jurídico internacional de sujetos de Derecho distintos de los Estados, «revestidos de derechos y obligaciones específicos adecuados a las necesidades de la sociedad internacional a las cuales esperan dar satisfacción» (3).
Para nosotros, la Orden de Malta es un sujeto de Derecho Internacional (distinto de los Estados, de las organizaciones internacionales y de los gobiernos en exilio), revestido de determinados derechos y obligaciones a fin de dar satisfacción a necesidades específicas y concretas de la sociedad internacional. Es consecuentemente, un sujeto atípico y «sui generis» del Derecho Internacional.
Podemos concluir con Mónaco, afirmando que la Orden goza de una soberanía funcional, dotada de los poderes necesarios para la consecución de sus objetivos (4).
Dr. Francisco M. de las Heras y Borrero, Presidente de la Diputación de esta Casa Troncal.
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(1) Vid. Recueil des Arrêts de la Cour Internationale de Justice, 1949, pág. 178-180.
(2) Vid. Fischer, Béat de. «L’Ordre Souverain de Malte». Recueil de Cours de l’Académie de Droit International de La Haye, 1979, pág. 29. Op. cit.
(3) Verhoeven, Joe. «La Reconnaissance Internationale dans la Pratique Contemporaine». Editions A. Pedone. París, 1975. Pág. 170. Op. cit.
(4) Monaco, Riccardo. «Osservazioni sulla Condizione Giuridica Internazionale dell’Ordine di Malta». Rivista di Diritto Internazionale. Volume LXIV. Roma, 1981. Fasc. I. Pág. 24. Op. cit.
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