Por el Dr. Francisco M. de las Heras y Borrero, Presidente de la Diputación de esta Casa Troncal.
El reciente nombramiento ante la Santa Sede de un nuevo representante diplomático del Reino de España en la persona de la Embajadora María Jesús Figa López-Palop, primera mujer que asume este cargo en representación de nuestro país, nos da la oportunidad de retomar los temas de protocolo y exponer hoy, para conocimiento general de nuestros lectores y amigos, esta solemne, vistosa y elegante ceremonia en que consiste la presentación de cartas credenciales ante Su Santidad el Papa, todo un ejemplo del ceremonial pontificio.
Históricamente, la presentación de cartas credenciales de los Embajadores al Santo Padre fue siempre una ceremonia revestida de un minucioso protocolo. A fin de adecuarla a los tiempos y exigencias actuales, la ceremonia de presentación de credenciales, que rige en la actualidad, fue adaptada por Su Santidad Pablo VI mediante el Motu Proprio Sollicitudo omnium ecclesiarum.
Pero antes de adentrarnos en su descripción, nos gustaría resaltar un par de curiosidades. La primera consiste en que los Embajadores acreditados ante Su Santidad no pueden ser los mismos que están acreditados ante el Gobierno italiano, de forma que queden claramente diferenciados los dos Cuerpos Diplomáticos: el italiano y el Vaticano. No reviste ninguna dificultad nombrar ante el Santo Padre a un Embajador acreditado en Francia, Suiza o en otro tercer país, pero no se puede, en cambio, nombrar al que está acreditado en Roma ante el Quirinal. Sí puede, también, y de hecho sucede con frecuencia, acumularse la titularidad de las embajadas ante el Vaticano y ante la Soberana Orden de Malta e, incluso, ante la FAO, que tiene su sede en Roma, como es la práctica de la Unión Europea.
Guardia Suiza.
La segunda curiosidad reside en que el Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede es el único que vive fuera del territorio donde ejerce sus funciones, dada la notoria inexistencia de espacio en la Ciudad del Vaticano para establecer allí residencias y cancillerías.
A continuación, vamos a describir la secuencia de la ceremonia.
1.Llegada del Embajador a Roma.
A la llegada del nuevo Embajador a Roma, en la estación o el aeropuerto, según sea el medio de transporte utilizado, es recibido por el Prefecto de la Casa Pontificia, que tiene rango de Ministro Consejero o por su segundo.
Una vez fijada de mutuo acuerdo la fecha de la primera visita al Sustituto de la Secretaría de Estado, el nuevo Embajador es presentado al mismo, siempre acompañado por el Prefecto de la Casa Pontificia, procediéndose a la entrega de las copias de estilo.
Por Nota Diplomática se le confirmará la fecha programada para la audiencia pontificia y la hora en que el coche del Vaticano pasará a recogerlo.

La Excma. Sr. Embajadora de España ante la Santa Sede, Dña. María Jesús Figa López-Palop
2. Partida del Embajador al Vaticano.
A la hora prevista, se presentan en la residencia del Embajador dos Gentilhombres de Su Santidad, distinguidas personalidades o miembros de la nobleza romana que prestan, como se ha venido haciendo desde hace siglos, su asistencia al ceremonial de la Santa Sede. Los Gentilhombres, vestidos de frac y condecoraciones, se distinguen por el uso de una cadena de oro con las insignias pontificias. Los Gentilhombres están acompañados por un Addetto di Anticamera, miembro del Protocolo de la Santa Sede, vestido de frac y condecoraciones, que se distingue por una cadena de plata, con las insignias pontificias.
El Embajador, su cónyuge, y los funcionarios diplomáticos son invitados a subir a los vehículos enviados por el protocolo vaticano. Abre la comitiva un coche de seguridad, seguido de un segundo vehículo, que llevará dos banderines, uno del Vaticano y otro, en la parte derecha, del país acreditado, donde irá el Jefe de Misión acompañado por un Gentilhombre. En un tercer vehículo, irá el cónyuge, a quien acompaña otro Gentilhombre y, en el cuarto, los demás funcionarios. Cerrará el cortejo un coche de respeto, vacio por si fuera necesario en caso de accidente. Los conductores visten uniforme gris y gorra. La comitiva es escoltada por motoristas de la policía italiana, que se detienen en el límite con el Estado de la Ciudad del Vaticano, y son reemplazados por un vehículo de la Gendarmería vaticana.

Presentación de Cartas Credenciales del Anterior Embajador de España ante la Santa Sede , el Excmo. Sr. D. Francisco Vázquez.
3. Recepción del Embajador.
La comitiva ingresa al territorio del Estado de la Ciudad del Vaticano por el Arco delle Campane, a la izquierda del frente de la Basílica de San Pedro, sobre la plaza. Allí, la Guardia Suiza rinde honores. El cortejo se dirige hasta la Piazza Santa Marta y, bordeando la Basílica de San Pedro y los Jardines Vaticanos, se detiene en el Patio de San Dámaso, donde se encuentra la entrada principal al Palacio Apostólico.
En el referido patio, está formado un piquete de la Guardia Suiza, que rinde honores al ilustre visitante. El Embajador, su cónyuge y comitiva son recibidos por otros Gentilhombres de Su Santidad (en total, debe haber tantos Gentilhombres como personas participan en la audiencia).
4. Palacio Apostólico.
Al pié de la escalera de entrada al Palacio Apostólico le esperará el Prefecto de la Casa Pontificia, quien le acompañará hasta la Sala Clementina donde será saludado por el Maestro de Ceremonias. El cortejo atraviesa la Sala Clementina, que constituye la antesala de las habitaciones papales, donde está situado otro piquete de la Guardia Suiza, y se dirigirá al Salón del Trono donde ya se encontrará esperando el Santo Padre.
a)Visita al Santo Padre.
En el momento preciso, se anunciará el Embajador, que pasará al salón, al Santo Padre. El Embajador se arrodillará, si es católico, frente al Sumo Pontífice o, simplemente, se inclinará levemente, si no lo es, haciéndole entrega de las Cartas Credenciales y pronunciando las frases protocolarias usuales. El Santo Padre las tomará y las pasará, acto seguido, al Camarero Secreto que le asiste en la ceremonia. Luego se intercambiarán los discursos, que no son leídos, a diferencia de lo que sucede en ceremonias análogas en otros países. A continuación, el Papa le invitará a pasar a su Biblioteca Privada donde mantendrán una primera conversación. Transcurrido el tiempo previsto, por indicación del Prefecto, los prelados de antecámara hacen pasar al cónyuge del Embajador, e instantes después a los restantes miembros del personal diplomático de la Embajada. Estos son presentados mediante la sola indicación de su rango (por ejemplo, «El Ministro Consejero», «El Primer Secretario», etc.) al Santo Padre por el Jefe de Misión. El Pontífice obsequia un rosario a cada uno de ellos. Finalizadas las presentaciones y, luego de una foto de grupo con el Santo Padre, el Embajador, cónyuge y funcionarios se retiran de la Biblioteca Privada.
b)Visita al Cardenal Secretario de Estado.
Una vez finalizada la audiencia con el Santo Padre, los asistentes se despiden también del Prefecto de la Casa Pontificia, y el cortejo vuelve a formarse en la Sala de los Embajadores y, tras pasar nuevamente por la Sala Clementina, se dirige, por la Escalera Noble, hacia la Secretaría de Estado. El Señor Cardenal Secretario de Estado de Su Santidad esperará en la entrada de sus dependencias. La entrevista entre el Embajador y el Cardenal se desarrolla en la sala de audiencias, mientras que el cónyuge del Embajador y los funcionarios aguardan en un salón contiguo. También será saludado por el Sustituto de la Secretaría de Estado y por el Secretario del Consejo para los Asuntos Exteriores. El Embajador, al final de la entrevista, presentará al Cardenal a su cónyuge y a los funcionarios diplomáticos.

Presentación de Cartas Credenciales del  Embajador de Costa Rica  ante la Santa Sede, el Excmo. Sr. D.Fernando F.Sánchez Campos.
5. La Basílica de San Pedro.
Concluida la audiencia con el Señor Cardenal Secretario de Estado, luego de formarse otra vez el cortejo, el Embajador, si es católico, y sus acompañantes, descienden por la Scala Regia, de G. Lorenzo Bernini, hasta la Basílica de San Pedro. En caso contrario, regresará a su residencia.
A la entrada de la Basílica son recibidos por una Comisión del Cabildo compuesta por cuatro canónigos, los cuales le acompañarán a rezar unos minutos ante el Santísimo Sacramento, el altar de la Virgen y la tumba de San Pedro.

 SS.MM. Los Reyes de España, D. Juan Carlos y Doña Sofía, recibidos por S.S. Benedicto XVI.
6. Regreso del Embajador a su residencia.
Finalizada la visita a la Basílica, el Embajador, su cónyuge y miembros de la comitiva saludan a los Reverendos Canónigos y abandonan el templo, saliendo por la Porta Santa Marta a la plaza del mismo nombre, donde lo esperan sus vehículos, a los cuales son acompañados por los Gentilhombres, quienes se despiden. Los dos Gentilhombres y el Addetto di Anticamera que fueron a buscar al Embajador lo acompañan, de nuevo, a su residencia.
Cuando la caravana pasa delante del obelisco central, el Cardenal Secretario de Estado saldrá con su coche hacia la residencia del Embajador para devolverle la visita. El Embajador, por la tarde, suele ofrecer una recepción en la sede de la Embajada en presencia del cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede y de altos dignatarios vaticanos.