Plaza Mayor n° 6, Soria, España

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Fallecimiento del Excmo. Sr. Don José Antonio Martínez de Villarreal, Conde de Villarreal, Presidente de la Real Asociación de Hidalgos de España (2006-2014).

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Habiendo tenido conocimiento la Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria, del fallecimiento del Excmo. Sr. Don José Antonio Martínez de Villarreal, Conde de Villarreal, Presidente de la Real Asociación de Hidalgos de Españanos sumamos desde este Blog a las condolencias a su familia y a la propia Real Asociación, por tan triste pérdida. 

Dios lo acoja en su seno.

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Requiem pace aeternam dona ei Domine.
Et lux perpetua luceat ei
Requiescat  in pace.

 Para enviar condolencias:

secretaria@hidalgosdeespana.es

Por |2020-11-13T03:38:46+01:00lunes, septiembre 19, 2016|

José Cornide. Coruñés ilustrado. Geógrafo, naturalista y humanista; por D. José M. Huidobro

Artículo de fecha 05-08-2016 de D. José Manuel Huidobro 

Caballero de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén, Miembro de la Real Asociación de Hidalgos de España. Máster en Derecho Nobiliario, Heráldica y Genealogía (UNED). Autor de 57 libros y más de 1.000 artículos.

 José Cornide. Coruñés ilustrado. Geógrafo, naturalista y humanista

 Fue uno de los más conocidos miembros de la Ilustración en Galicia. Intervino en la vida pública y, prácticamente, en todas las empresas culturales y de fomento que se llevaron a cabo en la segunda mitad del s. XVIII en Galicia. A lo largo de su vida realizó completos estudios sobre la historia, la geografía y la economía.

Estudió Humanidades en la Universidad de Santiago de Compostela. Fue regidor de la ciudad de A Coruña, fundador de la Sociedad Económica de Santiago y de la Academia de Agricultura del Reino de Galicia y primer secretario perpetuo de la Real Academia de la Historia (1802-1803).

José Andrés Cornide de Folgueira y Saavedra, señor de Cebreiro, de Madiz y de Saa, nació en A Coruña, el 25 de abril de 1734 y falleció en Madrid, en febrero de 1803). Era hijo de don Diego Antonio Cornide Saavedra y Gayoso y de doña Francisca Bernarda Jerónima Bermúdez de Santiso. Casó, en primeras nupcias con María del Socorro de Lago y Quintela, natural de Santiago, y en segundas, con María Antonia de España y Giraldez, de la que tendría una hija, Josefa Hermitas Cornide.

Retrato de José Corninde (Grabado Cuevas)

Retrato de José Corninde (Grabado Cuevas)

De origen hidalgo, viene al mundo en la casa solariega de la calle de las Damas, frente a la colegiata de Santa María del Campo. Posteriormente esta casona se derriba y en el solar se edifica el palacio actual, bajo la directriz del ingeniero militar Francisco Llobet, entre 1750-1760, conocido como Casa Cornide.

 Casa palacio de Cornide

Casa palacio de Cornide

Los Cornide provienen de una familia hidalga rural de la Terra Cha lucense. Su nombre deriva de la voz «cornabude»: fresno silvestre. Poco a poco, la familia fue incorporando una serie de linajes. En el último tercio del siglo XVII, el capitán Manuel Antonio Cornide Saavedra y Gayoso se trasladó con su familia a La Coruña. Su heredero fue Diego Antonio Cornide Saavedra, padre de José Cornide, que reunió en su persona la Casa de Bendiá y los señoríos de Maariz, Saa, Amoeiro y Cebreiro.

Escudo de armas en la fachada del IJCEC

Escudo de armas en la fachada del IJCEC

Cornide hace sus primeros estudios en La Coruña, pero no tiene continuidad académica. Su formación es autodidacta, dedicándose al estudio de diversas materias, como humanidades, geografía y cartografía, llegando a ser nombrado Académico Honorario de la Real Academia de la Historia. Luego se dedica a realizar diferentes estudios de sociología, economía y ciencias naturales, lo que le lleva a configurar diversos trabajos e informes sobre los mares y costas de Galicia, así como de sus ríos, puertos y producción pesquera.

En 1763 es nombrado por el rey Carlos III regidor bienal de La Coruña y durante el desempeño de su función se le designa capitán de las Milicias Urbanas de la ciudad, formadas para la defensa con motivo de la guerra contra Portugal. También desempeña el cargo de tesorero de los fondos dedicados a alimentos de los pobres y mendigos en el Hospital Provincial. Será uno de los fundadores de la Real Academia de Agricultura, en la que desempeña el cargo de secretario perpetuo. En 1766 es nombrado regidor perpetuo de Santiago, diputado de la Junta del Reino en 1769, primer vocal en 1782 de la Junta Nacional de Caminos con sede en La Coruña y finalmente diputado de las Juntas en 1787. Su intensa actividad pública no se circunscribe solo a Galicia, sus relaciones se dilatan a las Vascongadas, siendo en 1777 socio numerario de la Sociedad Vascongada de los Amigos del País. A raíz de esta experiencia en 1784 promueve la Sociedad Económica de Amigos del país de Santiago y poco después, la de Lugo.

Su labor de investigación le lleva a redactar un polémico informe sobre de la pesca de sardina en Galicia en 1774 y la situación económica suscitada entre los traficantes catalanes y los pescadores gallegos de sardina, siendo aquellos los mayores exportadores de salazón en estas costas con destino a Cataluña. Este informe será el punto de partida de la creación del Montepío de la Pesca. También piensa en la instalación de un Real Consulado de Mar en la Coruña, el cual verá la luz en 1785. La biblioteca de esta entidad se convierte en 1806 en la primera biblioteca pública de La Coruña.

En 1789 Cornide se traslada a Madrid y en 1792 es designado académico de número de la Real Academia de Historia y poco tiempo después revisor general. Forma parte de la comisión que se traslada a Portugal, para hacer una copia del “Códice de las Siete Partidas” de Alfonso X el Sabio existente en la Biblioteca Nacional de Lisboa. Con los datos y noticias que recogió de su estancia en la capital lusa preparó una descripción del “Estado de Portugal en el año 1800” que se publicaría varios años después de su fallecimiento. A su regreso a la capital de España en 1802 la Real Academia de la Historia le elige secretario perpetuo, aunque poco tiempo permaneció en el cargo al fallecer a causa de una pulmonía, el 22 de febrero de 1803, en la Casa de la Panadería de l a Plaza Mayor de Madrird, sede de la RAH..

Entre las obras publicadas de Cornide se hayan cartas de su permanencia en Lisboa, 1799-1800, publicadas en el boletín de la Facultad de Filosofía y Letras en 1947; “Las Casitérides o Islas del Estaño, restituidas a los mares de Galicia”, disertación crítica publicada en la Imprenta de Benito Caro, de Madrid en 1790; “Descripción de la Costa de Galicia”; “Ensayo de una descripción física de España”; “Ensayo de una historia de los peces y otras producciones marinas de la costa de Galicia; “Ensayo sobre el origen, progresos y estado de la Historia Natural”; “Estado de Portugal en el año 1800”, editado en tres volúmenes; “Investigación sobre la fundación y fábrica de la Torre de Hércules”; “Mapa de la Antigua Galicia”; “Mapas de los Obispados de Orense y Mondoñedo en la España Sagrada del Padre Flórez”; “Memoria sobre el descubrimiento de una mina de carbón piedra en Puentes de García Rodríguez”; “Memoria sobre la pesca de la sardina en las costas de Galicia” y “Poesías de Cornide en gallego”.

Pese al importante número de sus obras editadas, la mayoría de sus trabajos son todavía inéditos. Baste decir que el Instituto José Cornide de Estudios Coruñeses, se encuentra en la cuarta planta del antiguo edificio de Hacienda en la calle de Durán Loriga, para todo aquel que desee conocer más sobre las obras de este gran personaje coruñés.

También elaboró gran cantidad de mapas, entre los que destacan los de la diócesis de Orense y de la de Mondoñedo. Realizó numerosas crónicas de viajes, como Viaje desde Coruña a la Corte, además de cultivar la literatura, tanto en castellano como en gallego, lengua en la que escribió notables poemas.

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 Algunas de sus obras

  • Memoria sobre la pesca de la sardina en las costas de Galicia (1774).
  • Historia natural de los peces y otras especies marinas de Galicia (1788).
  • Las Casitérides, o Islas del Estaño, restituidas a los mares de Galicia. Disertación crítica en que se prueba que no son las Sorlingas, como pretende en su Britania Guillermo Cambden, y sí las de la costa occidental del reino de Galicia.
  • Investigaciones sobre la fundación y fábrica de la llamada Torre de Hércules situada a la entrada del puerto de A Coruña.
  • Estado de Portugal en el año 1800.

Genealogía: http://www.xenealoxiasdoortegal.net/ortegal/cornide.htm

CARTOGRAFÍA HISTÓRICA DE JOSÉ CORNIDE EN LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA:

EL MAPA GENERAL DEL REINO DE GALICIA Y LOS DE SUS DIÓCESIS (1760-1772)

Para saber más http://hum90.cdf.udc.es/ahdi/downloads/cornide.pdf

 

 Publicado en el blog «Hidalgos en la Historia» cuyo blogmaster es D. J. Manuel Huidobro

 http://hidalgosenlahistoria.blogspot.com.es/

Por |2020-11-13T03:38:47+01:00domingo, septiembre 18, 2016|

Ponencia de D. Luís Alberto Valero Aranda, en el X Seminario Ibérico de Heráldica y Ciencias de la Historia, en Lisboa

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D. Luís Alberto Valero Aranda, presentará en este X Seminario Ibérico de Heráldica y Ciencias de la Historia, en Lisboa, una Comunicación que ha titulado «HOSPITALARIOS DE SAN JUAN EN ESPAÑA: DE MALTA A CÁDIZ«.

Desde esta redacción del Blog de la Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria, le deseamos el  mayor de los éxitos.

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Por |2020-11-13T03:38:47+01:00sábado, septiembre 17, 2016|

Escudo de armas del Dr. Vítor Manuel Escudero de Campos; , por MATHIEU CHAINE.

Queremos dedicar esta entrada de hoy a mostrar a todos nuestros lectores y amigos, las armas que el heraldista francés Mathieu Chaine hadiseñado para el Dr. D. Vitor Manuel Escudero de Campos. 

Coat of arms of Dr. Vítor Manuel Escudero de Campos, Knight Grand Cross Jure Sanguinis of the Sacred Military Constantinian Order of Saint George (Hispano-Napolitan branch). All right reserved.

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Escudo de armas del Dr. Vítor Manuel Escudero de Campos, Caballero Gran Cruz Jure Sanguinis de la Sagrada Orden Militar Constantiniana de San Jorge (Hispano-Napolitano Rama). Todos los derechos reservados.

 

Por |2020-11-13T03:38:47+01:00sábado, septiembre 17, 2016|

LA CIMERA SOBRE EL YELMO; por D. José María Montells y Galán, Vizconde de Portadiei

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LA CIMERA SOBRE EL YELMO

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Dicen que siempre se regresa al escenario donde se fue feliz. Resulta que uno en su juventud fue admirador de Hércules Poirot, el detective que imaginó Agatha Christie y ahora, al cabo de los tiempos, me lo devuelve la televisión en forma de una admirable serie de videos protagonizada por David Suchet, un actor británico formidable, al que le había visto de secundario en alguna película de postín y que ensombrece las interpretaciones en la gran pantalla de Peter Ustinov, dando vida al mismo personaje Ya se sabe que Poirot es un tipo peripuesto, algo regordete, atildado y con cabeza de huevo. Una serie muy bien interpretada, extraordinariamente ambientada, agradable de ver, entretenida e interesante. Comparo con las series españolas con las que nos martirizan cotidianamente y la cosa no tiene color. Bien que lo siento.

He de añadir a todo este preámbulo que, por algún tiempo, imaginé una novela que tenía como personaje principal a Aquiles Poirot, el hermano del investigador belga. Le figuré heraldista al servicio del Rey de los belgas. Otro emperifollado petimetre como el personaje de Christie, que debe rehacer las armerías de los integrantes de una cofradía de ballesteros de Gante, en la restauración de la Iglesia del Salvador de aquella ciudad tan española, que fue cuna de Nuestro Señor el Rey don Carlos I.

En la ficción, cuando se topa con el escudo del Marqués de la Laguna de Antelo, descubre que la cimera del español, presenta algunas incógnitas, ya que la genuina está oculta bajo un penacho de plumas que alguien pintó encima. Así que decide viajar a Madrid y entrevistarse con el titular del marquesado por indagar todo sobre las armerías, pero al llegar, el Marqués es asesinado y Aquiles se ve obligado a llamar a su hermano para que le ayude.

Escribí tres o cuatro capítulos, pero los personajes se me alborotaron de tal manera, me dominaban tanto, que dejé el proyecto para mejor ocasión. La novela es género en el que uno debe amarrar todos los cabos y cuando no subyugas a los figurantes todo se desbarata.

Sirva todo de esto de introducción para una defensa de la cimera como ornamento heráldico de primer orden. No soy de los que creen que se usa poco en nuestro país, pero que es propia de las heralderías foráneas y aquí tiene poca querencia es coletilla que repiten los tratadistas, elevando el aserto a lugar común.

Llevo treinta y tantos años registrando en mi Archivo Armero, nuevos escudos de armas y debo decir en honor a la verdad que un promedio bastante alto lleva sobre el yelmo, una cimera quimérica o de otra índole. Ya se sabe que cimera viene de quimera.

En el batiburrillo de la batalla medieval, se usaba para identificarse cada cual, con el objetivo de que las mesnadas siguiesen a su señor sin temor a equivocarse.

En los torneos, también se utilizaba como seña distintiva, adoptando las figuras principales de las armas de su poseedor, aunque no faltaron las fabulosas para infundir temor al enemigo.

En España, aparecen en el reino de Aragón, así en los sellos de Pedro IV El Ceremonioso, el yelmo se remata por un dragón alado rampante (drac-pennat), que desde entonces hasta Fernando II, sirvió de divisa a los reyes aragoneses, alternando con el grifo, que fue también insignia de la orden de la Jarra o del Grifo, de la que algo tengo escrito fundada por Fernando el de Antequera.

En Valencia y Mallorca, Jaime I toma como señal propia, el murciélago, que llega hasta nuestros días. Luego, su utilización se propaga por todos los reinos de España. Y es el propio Rey quien toma de la heráldica castellana, su cimera característica: El castillo con el león de sus armerías.

Y con épocas más o menos propicias, alcanza hasta hoy mismo. Como es ornamento libérrimo puede distinguir unas generaciones de otras e incluso las armerías de los hermanos entre sí, actuando de auténtica brisura sin serlo.

En mi casa hay dos: la calcatriz y la lis de plata, sostenida por dos brazos vestidos de azur. Ya tengo escrito en otra parte que hablo mucho con el gallo dragonado de mi escudo. Es quimera razonable cuando uno se dirige a ella con respeto, aunque pierde los nervios si se le insulta. Padece repenterres de ira y en ese caso, mejor poner pies en polvorosa y desaparecer en un decir amén. Vamos, que tiene mal carácter.

La lista de cimeras netamente españolas que pudiera añadir a este desahogo es interminable. Desde el ángel ajedrezado de la Casa de Alba hasta el ave fénix de la Casa de Sesa, pasando por un sin número de casas menores. Termino en estos días de releer un libro dedicado a las armerías de los caballeros lazaristas de hoy y hay cimeras para todos los gustos.

Dos o tres destacan por una gran belleza que en parte se deben al mágico pincel de Carlos Navarro Gazapo, hoy por hoy el mejor artista heráldico europeo. A mí, una de las que me parece más atractiva, es la cimera de mi entrañable amigo Guillermo Torres-Muñoz y Osácar, o sea un Rey de Navarra. Es original y misteriosa.

Los hermanos Poirot no sabrían contestarme a qué obedece.

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Por |2020-11-13T03:38:47+01:00sábado, septiembre 17, 2016|

CELEBRACIÓN DE LA PATRONA DEL REGIMIENTO ASTURIAS

Cuerpo de la Nobleza del Principado de Asturias

Cuerpo de la Nobleza del Principado de Asturias

CELEBRACIÓN DE LA PATRONA DEL REGIMIENTO ASTURIAS

El pasado día 8 de SEPTIEMBRE tuvo lugar en la Base Militar de «El Goloso» la tradicional celebración por la Patrona del Regimiento de Infantería Mecanizada Asturias Nº 31, la Santísima Virgen de Covadonga, en una solemne ceremonia celebrada en el Patio de Armas de la Base Militar.

El acto estuvo presidido por el General Jefe de la Brigada Acorazada Guadarrama XII, Excmo. Sr. D. José Conde de Arjona, y por el Coronel Jefe del Regimiento el Ilmo. Sr. D. Luis Martín-Rabadán.

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En un brillante discurso el Coronel Martín-Rabadán destacó las actividades y Misiones realizadas por el Regimiento, así como a la lectura de las efemérides del Regimiento.

Posteriormente en el mismo acto, el Cuerpo de la Nobleza del Principado de Asturias hizo entrega de la Medalla Conmemorativa del 350 Aniversario del Regimiento a varios antiguos mandos del mismo, al Excmo. Sr. General de Ejército D. Fulgencio Coll y Bucher, antiguo Jefe del Estado Mayor del Ejército, que fuera Coronel Jefe del Regimiento entre los años 1998 y 2000, al Excmo. Sr. General de Brigada D. Luis Calero y Torrens, antiguo Jefe de la Brigada Acorazada y que fuera Coronel Jefe del Regimiento entre los años 1992 y 1994, al Ilmo. Sr. Coronel D. José María González y Casado, que fuera Coronel Jefe del Regimiento entre los años 2013 y 2015, y al Ilmo. Sr. Coronel D. Luis Martín-Rabadán y Muro, actual Coronel Jefe del Regimiento de Infantería Mecanizada Asturias Nº 31.

Del mismo modo se hizo entrega de la medalla al Ilmo. Sr. Joaquín Ignacio Mencos y Doussinague, Marqués de la Real Defensa.

Para finalizar se hizo entrega, al Coronel Jefe D. Luis Martín-Rabadán y Muro, de un ejemplar Medalla Conmemorativa del 350 Aniversario de la Fundación del Regimiento de Infantería Asturias n.º 31, que se entregó colectivamente al personal que compone el Regimiento, y que fue depositada en su Museo.

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Las Medallas fueron entregadas, en nombre del Consejero Magistral del Cuerpo de la Nobleza del Principado de Asturias, el Excmo. Sr. D. Francisco de Borbón, Duque de Sevilla, por el Excmo. Sr. Contralmirante D. Federico Price y Gay-Truyols MBE, y por el Ilmo. Sr. D. Arturo Llerandi y Morán.

Tras la entrega de las Medallas, el Consejero de Relaciones Institucionales del Cuerpo, Ilmo. Sr. D. Alfredo Leonard y Lamuño de Cuetos, leyó unas palabras en las que destacaba el carácter de vocación y servicio a España del Regimiento Asturias a lo largo de su historia.

Para cerrar tan relevante acto tuvo lugar una solemne ceremonia en recuerdos de los soldados caídos por España en todos los tiempos, seguido de una Parada Militar del Regimiento.

Al acto asistió la Plana Mayor del Regimiento, así como una Delegación del Cuerpo de la Nobleza del Principado de Asturias, formada por varios Caballeros de la Corporación como D. Manuel Rodríguez de Maribona, Vicecanciller del Cuerpo, D. Alfredo Leonard, Consejero de Relaciones Institucionales, el Conde de Carrión de Calatrava, D. Arturo Llerandi, D. Óscar Gómez de Linares, D. Claudio Chaqués, y el Contralmirante D. Federico Price MBE.

Acudió también una representación del Centro Asturiano de Madrid, de la Asociación Retógenes, y de la Asociación Blas de Lezo, demostrando los fuertes lazos que unen a la sociedad española, sobre todo la asturiana, con el Regimiento que lleva su nombre.

Para finalizar tan emotivo acto se sirvió un excelente almuerzo de hermandad en el Comedor de Honor de la Base Militar de “El Goloso” donde se brindó por S.M. el Rey y por España.

Por |2020-11-13T03:38:48+01:00jueves, septiembre 15, 2016|

REUNIÓN ENTRE SU ALTEZA REAL EL PRINCIPE LEKA II DE ALBANIA Y EL CANCILLER DE LA REAL SOCIEDAD DE ARMIGEROS DE ESPAÑA.

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Real Sociedad de Armígeros de España

REUNIÓN ENTRE SU ALTEZA REAL EL PRINCIPE LEKA II DE ALBANIA Y EL CANCILLER DE LA REAL SOCIEDAD DE ARMIGEROS DE ESPAÑA.

El Dr. Otto F. Von Feigenblatt, Conde de Kobriny y Barón de Feigenblatt-Miller, Canciller de la Real Sociedad de Armigeros de España se reunió con su alteza real el príncipe Leka II de Albania para debatir las posibles vías de colaboración entre la Real sociedad y la Casa Real de Albania (Tirana (Albania).

 La reunión también incluyó unas posibles propuestas sobre el desarrollo socio-económico de los Balcanes.

Dr. Otto F. von Feigenblatt, Count of Kobryn and Baron of Feigenblatt-Miller, Chancellor of the Royal Society of Armigers of Spain met with His Royal Highness Prince Leka II of Albania to discuss possible avenues of cooperation between the Royal Society and the Royal House of Albania (Tirana, Albania).

The meeting also included a discussion about the socio-economic development of the Balkans.

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Por |2020-11-13T03:38:48+01:00jueves, septiembre 15, 2016|

La Nobleza Colegiada hoy en día en España; por el Dr. D. Luís Valero de Bernabé y Martín de Eugenio. Marqués de Casa Real.

Artículo para su publicación en el Blog de la Casa Troncal, remitido por el Dr. D. Luís Valero de Bernabé y Martín de Eugenio. Marqués de Casa Real y Honorable Caballero de la Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria.

Escudo de armas del Marqués de Casa Real, con la Venera de la Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria.

Escudo de armas del Marqués de Casa Real, con la Venera de la Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria.

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Por |2020-11-13T03:38:48+01:00jueves, septiembre 15, 2016|

EL COLEGIO HERÁLDICO DE ESPAÑA Y DE LAS INDIAS.

Fuente: http://chei.es/colegio.html

EL COLEGIO HERÁLDICO DE ESPAÑA Y DE LAS INDIAS.

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El Colegio Heráldico de España, fue fundado en 1990, como asociación cultural sin ánimo de lucro, por un grupo de buenos amigos, entusiastas investigadores de la “Ciencia Heroica”, y de todas sus afines.

Uno de sus motivos de ser fundamentales ha sido el aglutinar a todas aquellas corporaciones, tanto españolas como extranjeras, que se dedicasen al estudio serio y riguroso de la Heráldica, la Genealogía, y de todas las ciencias relacionadas.

Después de comenzar nuestra andadura en una pequeña sede, en 1992 nos trasladamos a Gran Vía, a un espléndido piso que Bernardo Ungría, nuestro entonces Presidente, había elegido y alquilado como nueva sede social. Fueron tiempos inolvidables. En aquellos años desarrollamos una frenética actividad, y comenzamos a publicar la Revista Iberoamericana de Heráldica (que alcanzó hasta los veinte números), así como también una importante colección de libros, al tiempo que nos sumergimos en una vorágine de cursos y conferencias que pusieron al Colegio Heráldico en un puesto preeminente entre las más importantes instituciones de nuestro entorno.
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El Colegio Heráldico de España y de las Indias es obligada referencia para muchas academias hispanoamericanas y europeas. Desde luego, no faltaron escollos ni tampoco artillería enemiga batiéndonos con fuego cruzado o directo, que la Junta de Gobierno siempre procuró sortear con habilidad y su buen hacer. En 1995 Bernardo Ungría renunció como Presidente, por motivos personales. En estos tres años, en los que culminó su mandato, la institución se convirtió en lo que es ahora. Se retiró de la primera línea, pero en agradecimiento a su labor se le nombraría Presidente de Honor, por lo que siguió prestando su apoyo a las iniciativas corporativas.

Aquellos años de consolidación fueron muy provechosos, sobre todo por el entusiasmo de José María Montells, José Luis Abad, Guillermo Torres-Muñoz y muy singularmente Manuel Rodríguez de Maribona, nuestro Secretario General Perpetuo. Luego, poco tiempo después, se incorporaron Luis Valero de Bernabé, que es nuestro actual Director, Fernando del Arco, el ya fallecido coronel Serrador o Ernesto Fernández-Xesta que contribuyeron y mucho, a los objetivos científicos de la corporación.

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Por nuestra Cátedra Marqués de Ciadoncha, ya en nuestra nueva sede de Serrano 114, desfilaron los más conspicuos expertos de nuestro país e Iberoamérica. Catedráticos, Académicos, Generales, Almirantes y estudiosos en general, una larga lista de la que se da buena cuenta en la Memoria de Actividades. La incorporación en la Presidencia del Colegio, de una figura como la del Archiduque don Andrés Salvador para sustituir a Bernardo Ungría, trajo aparejada la llegada de significativas personalidades del mundo académico y caballeresco, así el Duque de Sevilla, el Duque de Santoña, el Infante don Miguel de Portugal o el poeta Luis Alberto de Cuenca, engrosaron las filas colegiadas en número creciente. Basta con leer nuestro flamante Elenco.

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Pero si todo esto es importante, no lo es menos, nuestra decidida apuesta por la edición de libros y revistas, los ciclos superiores, solos o en colaboración con otras instituciones, de cursos monográficos y conferencias sobre temas singulares como el de la caballería y las ordenes ecuestres y también por una intensa actividad social (las famosas cenas del Colegio, en el 37 de la Reina). Todo, hay que decirlo, sin apenas subvenciones oficiales ni ayudas de ningún tipo. Habría que añadir que algún grano de arena pusimos en el fallido intento de pacificar voluntades, navegando casi siempre, entre ennegrecidos nubarrones y en ocasiones, atroces y ominosos huracanes bien provistos de estruendosos relámpagos que han enrarecido el horizonte académico, hasta extremos difícilmente imaginables.

REVISTA IBEROAMERICANA DE HERALDICA del Colegio Heráldico de España y de las Indias

REVISTA IBEROAMERICANA DE HERALDICA del Colegio Heráldico de España y de las Indias

Lamentablemente las guerras entre corporaciones todavía siguen haciendo sangre en ejecutorias científicas que merecerían más respeto y educación de unos y otros. Nuestro secreto ha sido haber permanecido unidos en medio de tanta turbulencia. En todos estos años hemos dejado meridianamente claros nuestros objetivos: Divulgar la Ciencia Heroica desde el rigor y la seriedad, sin exclusiones ni sectarismo. Con el ánimo de integrar a todos, en la tarea común de conseguir el tratamiento universitario que merecen nuestras ciencias. Que conste que hemos predicado con el ejemplo: resistiendo incomprensiones e injustificados ataques sin pestañear, oponiendo tan solo nuestro trabajo. Por todo ello, creo que el futuro es muy prometedor. Milagrosamente, la maledicencia no ha podido con nosotros y así, la aventura emprendida por unos pocos, capitaneados por nuestro primer Presidente, y ahora por nuestro actual, el Archiduque Andrés Salvador de Habsburgo-Lorena, ha dado sus frutos.

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Una nueva generación se va incorporando poco a poco a las labores colegiadas, y con ello nuestra intención es que lo logrado, no sea ni sombra de lo que vamos a conseguir.

Fotografía dedicada de S.M. el Rey D. Juan Carlos I al C.H.E.I.

Fotografía dedicada de S.M. el Rey D. Juan Carlos I al C.H.E.I.

JUNTA DE GOBIERNO DEL COLEGIO HERÁLDICO DE ESPAÑA Y DE LAS INDIAS

 PRESIDENTE S.A.I. y R. Don Andrés Salvador Habsburgo-Lorena Salm y Salm

VICEPRESIDENTE-DIRECTOR Excmo. Sr. D. Luis Valero de Bernabé y Martín de Eugenio Marqués de Casa Real

SECRETARIO GENERAL PERPETUO Excmo. Sr. D. Manuel Mª Rodríguez de Maribona y Dávila Conde de Alba

VICESECRETARIO GENERAL Ilmo. Srs. D. Alfredo Leonard y Lamuño de Cuetos

TESORERO Ilmo. Sr. D. Rafael Portell y Pasamonte FISCAL Ilmo. Sr. D Guillermo Torres-Muñoz y Osácar

VOCAL- DIRECTOR DE PUBLICACIONES Ilmo. Sr. D. José Mª de Montells y Galán

VOCAL-DIRECTOR DE MEDIOS DIGITALES Ilmo. Sr. D. Fernando Martínez y Larrañaga

VOCAL REPRESENTANTE I Ilmo. Sr. D. Florentino Antón Reglero

VOCAL REPRESENTANTE II Ilmo. Sra. Sra. Dª Margarita Zabala

Menéndez VOCAL REPRESENTANTE III Ilma Sra. Dª Ana Belén

Sánchez Prieto VOCAL REPRESENTANTE IV Ilmo. Sr. D. Pedro Fernández de Córdoba y Cascales Marqués de Torre Alta

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El Colegio Heráldico de España y de las Indias, les da su más calurosa bienvenida a su página Web.
http://chei.es/

Por |2020-11-13T03:38:48+01:00miércoles, septiembre 14, 2016|

Los días ‘fantasma’ de Gregorio XIII: del 5 al 15 de octubre de 1582, nada existió

Fuente: http://www.antrophistoria.com/2016/09/los-dias-fantasma-de-gregorio-xiii-del.html#more

Autora: Virginia Mota San Máximo

Los días ‘fantasma’ de Gregorio XIII: del 5 al 15 de octubre de 1582, nada existió

 En octubre de 1582, el mundo que había aceptado el calendario gregoriano se acostó el día 4 y se levantó 10 días después

Imagen del calendario de octubre de 1582.Corridos 15 siglos, el error había crecido como la mala hierba, hasta tener una longitud de 10 días

Imagen del calendario de octubre de 1582.Corridos 15 siglos, el error había crecido como la mala hierba, hasta tener una longitud de 10 días

Al cuatro no le siguió el cinco. En octubre de 1582, las matemáticas perdieron la lógica de las aulas y el mundo que había aceptado el calendario gregoriano se acostó el día 4 y se levantó 10 días después, sin comerlo ni beberlo.

 No se firmaron tratados, nadie sopló velas y ningún barco surcó la mar. El sol no salió y tampoco se puso. Del 5 al 15 de octubre de 1582 no hay más hemeroteca que la fecha; no hay efemérides.

De hecho, Santa Teresa de Jesús murió el 4 de octubre de 1582, pero fue enterrada el día 10 del mismo mes y del mismo año, que era el día siguiente.

 El 5 de octubre de 1582, Gregorio XIII terminaba de un plumazo con el calendario juliano instaurado por Julio César muchos años antes para dejar paso al suyo, al gregoriano. En realidad, la bula por la que el papa hizo público su arranque fue el 24 de febrero del mismo año. Inter Gravissimas, el documento papal, ordenaba «que se eliminen de octubre del año 1582 los diez días que van del tercero después de las nonas —el día cinco— hasta el día previo a los idus —día 14—, ambos incluidos».

Gregorio XIII

Gregorio XIII

De aquellos barros…

 El romano algún error temporal tenía, pero no tan importante para que en la Roma del siglo V a.C. el mundo se echara las manos a la cabeza. Porque aunque parecidos, y aunque el calendario juliano y el gregoriano tengan 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45 segundos, el de Julio César redondeó el año a 365,25 días. Por eso nadie pensó que más valía prevenir y, corridos 15 siglos, el error creció como la mala hierba hasta tener la longitud de 10 días completos. Y de ahí estos lodos.

 Así es que a Gregorio XIII no le quedó otra que hacer caso a sus asesores, Christopher Clavius, Ignazio Danti, Pedro Chacó y Luis Lilio, e intentar subsanar el error desde abajo. Por eso la creación de un nuevo calendario que le diese más importancia al segundero. Por eso, y por la celebración de la Pascua, cuyas galas se habían fijado en el Primer Concilio de Nicea, año 325. El problema era que el resto de fiestas religiosas se determinaban a partir de ella, así que se hacía necesaria la connivencia entre calendarios. Es decir, era necesario que el litúrgico no quedase al aire, y para eso, primero había que arreglar el civil.

 De ese modo, en la Torre de los Vientos del Vaticano, el equipo del papa llegó a la conclusión de que el bisiesto debía ser repetido cada 4 años, menos el último de cada siglo que tuviese un número de centenas distinto a cuatro o a un múltiplo de cuatro. Todo porque la división del año de Lilio hacía que sobrasen 23 horas, 15 minutos y 46 segundos cada cuatro años, y algo había que hacer con los 45 minutos que se le debían.

 Desparecieron. Aquellos diez días del 5 al 15 de octubre de 1582 se los llevó el viento, o la Pascua, o Gregorio XIII. Esos días nunca fueron, ni son, ni serán más que el motivo de su evanescencia.

 Autora: Virginia Mota San Máximo

 

Por |2020-11-13T03:38:49+01:00martes, septiembre 13, 2016|
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