Plaza Mayor n° 6, Soria, España

Archivos mensuales: julio 2017

30 07, 2017

ARMAS DE ALEJANDRO DE FARNESIO DUQUE DE PARMA

Por |2020-11-13T03:36:44+01:00domingo, julio 30, 2017|

ARMAS DE ALEJANDRO DE FARNESIO DUQUE DE PARMA

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Anónimo. Fecha: datado entre 1555 y 1592.

Alejandro Farnesio, el invicto «Rayo de la Guerra» de los Tercios Españoles

El sobrino de Felipe II consiguió recuperar para la causa española los apoyos de los nobles católicos en la interminable guerra que desangró a la Monarquía hispánica en Flandes. Su mayor victoria, el sitio de Amberes, ha pasado a la historia como un prodigio de la ingeniería militar

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Retrato de Alejandro Farnesio por Otto van Veen

 de su amigo Don Juan de Austria y la capacidad diplomática de Luis de Requesens, Alejandro Farnesio congregaba todos los ingredientes necesarios para alcanzar la victoria española en los Países Bajos, donde varias provincias permanecían en rebelión contra su soberano, el Rey Felipe II, desde hacia una década. Solo la interferencia del Monarca, siempre involucrado en una infinidad de frentes, evitó que Farnesio pusiera punto final a una guerra que terminó desangrando al Imperio español. No en vano, además de un héroe de los Tercios Españoles, el hispano-italiano es considerado hoy como uno de los padres políticos de la nación belga.

Aunque fue tratado siempre como un pariente del Rey Felipe II, la sangre de Alejandro Farnesio no era excesivamente azul. Hijo de Octavio Farnesio, nieto del Papa Pablo III –que evidentemente había sido fruto de una relación prohibida–, y de Margarita de Austria, hija bastarda de Carlos I de España, Alejandro pasó su adolescencia en Madrid bajo invitación de su tío materno Felipe II. Tras estudiar en Alcalá de Henares junto al infante Don Carlos  –luego llamado «el Príncipe Maldito»– y de Don Juan de Austria, sus vínculos con la Corona hispánica quedaron fuertemente arraigados. Don Juan y su sobrino, de su misma edad, aprendieron el manejo de las armas juntos combatiendo entre sí a menudo. Los cronistas destacan del hermanastro del Rey su extraordinaria elegancia y agilidad de movimientos en el combate. Alejandro, por su parte, disfrutaba asombrando a los presentes al combatir siempre semidesnudo, sin ningún tipo de protección. Su actuación como comandante –salvo cuando convenía ser templado– también se caracterizó por una exposición temeraria al combate físico en muchas ocasiones.

De Lepanto a la Guerra de Flandes

Las obligaciones con el ducado de su padre, Duque de Parma, le alejaron de la esfera hispánica hasta 1571. Cuando su tío y gran amigo Don Juan de Austria fue puesto a la cabeza de la Santa Liga que pretendía hacer frente a la flota otomana en el Mediterráneo, el sobrino acudió a su lado. Se conocen pocos detalles del ejercicio de Alejandro Farnesio en Lepanto, pero consta que acompañó a Juan de Austria en la galera «La Real». Probablemente, como bisoño en el combate y dadas las circunstancias de la lucha entre galeras, la integridad de Farnesio debió quedar expuesta repetidas veces, el propio Don Juan de Austria estuvo cerca de ser herido y por pocos metros no cruzó acero con el comandante turco. La experiencia del hispano-italiano debió ser similar puesto que las galeras dejaban escaso espacio para guarnecerse de las flechas turcas.

Otra vez alejado momentáneamente de los intereses hispánicos, Alejandro Farnesio fue reclamado por Don Juan de Austria, junto a los Tercios Españoles, para acudir a Flandes en 1578. El héroe de Lepanto, que había tratado de alcanzar una solución por la vía pacífica, acabó pidiendo, hastiado de las falsas promesas rebeldes, el regreso de los tercios. En el primer encuentro, la batalla de Gembloux, 17.000 soldados del bando hispano se impusieron a 25.000 rebeldes. Después de que un capitán español se excediera en sus órdenes y avanzara en exceso, auspiciando que los rebeldes los flanquearan, Farnesio, al frente de la caballería, se encargó de alejar las dudas: «Id a Juan de Austria y decidle que Alejandro, acordándose del antiguo romano, se arroja en un hoyo para sacar de él, con el favor de Dios y con la fortuna de la casa de Austria, una cierta y grande victoria hoy», afirmó Farnesio antes de iniciar la carga que terminó decidiendo el combate. La victoria fue de entidad, con 34 banderas capturadas y 10.000 bajas rebeldes.

Don Juan de Austria, sin embargo, no estaba nada contento con la actuación de Alejandro Farnesio que había arriesgado su vida en las repetidas cargas «como si fuera un soldado y no un general». «El Rayo de la Guerra» replicó a su tío que «él había pensado que no podía llenar el cargo de capitán quien valerosamente no hubiera hecho primero el oficio de soldado». Así lo hizo en posteriores intervenciones, siempre a la vanguardia del ejército, acompañado de la infantería de elite: los soldados castellanos. No en vano, la amistad de Farnesio y Juan de Austria se interrumpió dramáticamente con la inesperada muerte del segundo en Namur. El héroe de Lepanto dejaba tras de sí una carrera militar en ciernes y un rompecabezas en forma de país. Felipe II confirmó a Alejandro Farnesio como gobernador de Flandes, el cual acertaría en las dosis correctas de mano dura y diplomacia. La solución definitiva nunca pareció más cerca que bajo su gobierno.

Dar la vuelta a una situación crítica

Al inicio de su gobierno en Flandes, el panorama era todavía crítico. Solo tres, y parte de una cuarta, de las diecisiete provincias eran leales a la Corona de España y los rebeldes contaban con el apoyo de varias potencias extranjeras, que, como Inglaterra, veían en el conflicto una manera de debilitar al imperio del sur. Lo primero que estimó Farnesio fue continuar con la campaña militar sobre la provincia de Brabante y sus alrededores. Durante el largo sitio a la ciudad de Maastricht al frente de 15.000 infantes y 4.000 caballos, Farnesio –suponiendo poca resistencia– lanzó a la infantería española cuando no habían hecho más que comenzar las obras de asedio contra las fuerzas sitiadas, que rechazaron a los asaltantes con un alto coste en vidas. Entre las bajas se encontraba un pariente de Alejandro Farnesio, Fabio, lo cual provocó la ira del joven general: «Yo voy allá. Yo mudare como general la fortuna del asalto, mudando el orden de asaltar; o como soldado más con mi sangre que con el mando».

Aunque sus oficiales próximos consiguieron que desistiera de sus intenciones –Felipe II le reprendería por su actuación colérica–, no consiguieron apaciguar su determinación e intensifico el asedio. Tras un nuevo asalto, esta vez exitoso, el general Farnesio cayó enfermo de lo que todos suponían la peste, pero se recuperó milagrosamente para nunca olvidar una importante lección de la guerra: las obras de ingeniería pueden reducir al mínimo los riesgos de un asalto. En Amberes, donde volvería a exponer su persona, pondría especial énfasis en este aspecto.

Pero antes de alcanzar Amberes, las prioridades militares tuvieron que retroceder ante las necesidades políticas. Alejandro Farnesio había logrado aunar a las provincias católicas en una misma empresa, la Unión de Arras, cuyo primer punto exigía, de nuevo, la retirada de los Tercios Españoles. Por tanto, el «Rayo de la Guerra» tuvo que conformarse con reanudar las acciones militares –la principal en el asedio de la ciudad de Tournay– al frente de un bisoño ejército formado por tropas locales. Los soldados valones –los católicos– se comportaron con disciplina durante las obras de asedio, pero titubearon a la hora del asalto. Cuando una compañía valona de 50 soldados alcanzó el primer baluarte defensivo, en vez de atrincherarse, los soldados se quedaron festejando la acción y fueron masacrados por los holandeses. Mientras Alejandro Farnesio instaba a los artilleros a a asistir a los asaltantes, una ráfaga de artillería enemiga bombardeo su posición. El «Rayo de la Guerra» apareció debajo de tres cadáveres bañado en sangre, herido en la cabeza y el hombro. Salió vivo por muy poco. Los asaltos posteriores. a su vez, se saldaron con idéntica suerte hasta que la ciudad se rindió más por cansancio que por miedo.

Alcanzado este punto, fueron los propios nobles valones quienes pidieron el regreso de los tercios. Alejandro Farnesio eligió una presa de gran calado para su siguiente movimiento ya con las tropas de élite castellanas a su disposición: Amberes. Una ciudad que a principios de siglo XVI fue la principal urbe de Europa, pero a finales de siglo, tras ser asolada en el famoso saqueo de 1576, había quedado en un segundo plano a nivel económico. No en vano, su otrora esplendor quedaba patente en su sistema de fortificaciones, que no conocía parangón en todo el continente, y tenía por objeto proteger a una población de 100.000 personas. Una presa a la medida de un cazador temerario. Así, 10.000 soldados acometieron una monumental serie de obras orquestados por el general y sus ingenieros. Construyeron un canal de 22,5 kilómetros de longitud para drenar parte de las aguas que rodeaban la ciudad; y levantaron un puente compuesto de 32 barcos unidos entre sí para poder entrar en la muralla principal de Amberes.

El sitio de Amberes, una gesta memorable

Cerca de finalizar las obras del puente, los holandeses lanzaron tres barcos-mina hacia la obra de ingeniería española. Aunque solo uno alcanzó a encallarse contra el puente, la explosión causó la muerte de 800 soldados católicos y la onda expansiva envió a Alejandro Farnesio varios metros despedido. Con todo, las heridas no revistieron gravedad y el ataque no tuvo consecuencias. Nada comparado con el enésimo y último contraataque rebelde que arrojó con furia sus mejores tropas y 160 barcos para evitar la pérdida de la ciudad. El ataque estuvo cerca de alcanzar su objetivo pero de nuevo la infantería castellana, secundada por la italiana, neutralizó la ofensiva. El propio Alejandro Farnesio, con espada y broquel, se unió a la primera línea de combate entonando: «No cuida de su honor ni estima la causa del Rey el que no me sigue» La jornada terminó con los holandeses huyendo en desbandada, muchos barcos encallados a causa de la marea baja, que permitió la captura de 28 navíos enemigos.

Finalmente, en agosto de 1585, las tropas españolas entraron en Amberes. Los gobernadores habían decidido aceptar las generosas condiciones que el general Farnesio planteó, lo cual evitó un nuevo saqueo de la ciudad. La noticia corrió por Europa. «Nuestra es Amberes», anunció un emocionado Felipe II a su hija Isabel Clara Eugenia a altas horas de la noche. Jamás se vio al Monarca tan exultante. «El Rayo de la Guerra», que fue premiado con el Toisón de Oro por Felipe II , continúo con éxito las hostilidades en Flandes los siguientes 7 años, donde su mayor avance fue de carácter político. Para muchos historiadores, lo que hoy conocemos como Bélgica tiene su origen en este periodo, gracias a las maniobras políticas de Farnesio, que bien puede considerarse el padre de la patria belga.

A pesar del esfuerzo, Alejandro se quedó a las puertas de la victoria completa. La impidió Felipe II, siempre empeñado en encontrar empresas mesiánicas  donde arrojar los recursos que tanto se requerían en Flandes. La conquista de Portugal de 1580 obligó a desviar tropas y fondos, la Armada Invencible forzó al ejército de Flandes a abandonar numerosas guarniciones, y, en 1593, la Guerra Civil de Francia se llevó la vida de Alejandro Farnesio que había acudido en contra de su voluntad, mientras sus enemigos aprovecharon para recuperar ciudades en Flandes. El 3 de diciembre de 1593, el general hispano-italiano falleció por hidropesía, tras verse afectada su salud por la herida mal curada de un disparo de arcabuz recibido mientras supervisaba un asedio en la ciudad francesa de Caudebech.

La muerte de Farnesio le ahorró la humillación que Felipe II planeaba contra él. Cansado de las idas y venidas de Flandes a Francia, el sobrino del Rey empleó parte de los fondos reales enviados para la campaña francesa en la de Flandes, donde prácticamente solo las provincias de Holanda y Zelanda permanecían en manos rebeldes. Conmocionado ante tal desafío, el Rey nombró a un sucesor que falleció en el viaje –luego remplazado por el Conde de Fuentes– el 31 de diciembre de 1591 para deponer (y si era necesario arrestar) a su sobrino como gobernador de Flandes. Irónicamente, Farnesio murió antes de enterarse de la cruel decisión del Rey.

30 07, 2017

Cuadernos AYALA: “STATO PONTIFICIO E CLASSE DIRIGENTE NEL CAPOLUOGO DI CAMPAGNA E MARITTIMA», del padre Fabrizio Turriziani-Colonna

Por |2020-11-13T03:36:45+01:00domingo, julio 30, 2017|

   Artículo que reproducimos de la prestigiosa revista «CUADERNOS DE AYALA», en esta ocasión:  “STATO PONTIFICIO E CLASSE DIRIGENTE NEL CAPOLUOGO DI CAMPAGNA E MARITTIMA», del padre Fabrizio Turriziani-Colonna recensión realizada por D. Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila; Marqués de la Floresta y Vizconde de Ayala.

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27 07, 2017

Miguel Pardo Bazán. Militar y político. El condado pontificio de Pardo Bazán; por D. José M. Huidobro

Por |2020-11-13T03:36:45+01:00jueves, julio 27, 2017|

Artículo de fecha 26-03-2017 de D. José Manuel Huidobro 

Caballero de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén, Miembro de la Real Asociación de Hidalgos de España. Máster en Derecho Nobiliario, Heráldica y Genealogía (UNED). Autor de 57 libros y más de 1.000 artículos.

 

Miguel Pardo Bazán. Militar y político. El condado pontificio de Pardo Bazán

 Miguel Pardo Bazán de Mendoza y Castro, abuelo paterno de Doña Emilia Pardo Bazán, nació en Cambados (Pontevedra) el 5 de julio de 1784. Procedía de dos familias hidalgas: la de los Pardo, que tenían su casa principal en Meirás (Sada, A Coruña) y la de los Bazán, de Cambados.

 Sus padres, don Juan José Pardo de Lama y doña Luisa Bazán Ojea de Mendoza, habían tenido problemas para contraer matrimonio. El padre de don Juan José, don Pedro Pardo de Lama, una vez que la pareja había celebrado los esponsales, se opuso al casamiento por entender que los Bazán eran de inferior extracción social (había ciertos rumores acerca de su ascendencia judía), pero un Real Auto de 1787 reconoció que los Bazán eran “ilustres, nobles, y dignos”, obligando a don Pedro a que consintiera el matrimonio e imponiéndole una multa de 2.000 escudos. Esto es lo que explica que don Miguel Pardo Bazán naciera en el pazo de Santa Maríña Dozo (en Cambados) el 5 de agosto de 1784 y que el matrimonio de sus padres no se celebrase hasta el 11 de enero de 1788.

Escudo de la condesa de Pardo Bazán (por CAR)

Escudo de la condesa de Pardo Bazán (por CAR)

Don Miguel estudió Leyes y Cánones en la Universidad de Santiago y en el año 1806, acreditada su limpieza de sangre y su origen hidalgo, ingresó en el selecto Colegio de Fonseca de Santiago.

 La Guerra de Independencia interrumpió sus estudios y le animó a enrolarse en el Batallón de Literarios de Santiago, iniciando una carrera militar de corto recorrido: en 1809, era teniente; en 1817 capitán y el 14 de febrero de 1818 se retiró del ejército con el grado de teniente coronel y el derecho al uso del uniforme, gozando por ello del fuero militar.

 Dedicado a la administración de sus bienes, en el Trienio Constitucional (1820-1823) se puso de manifiesto su compromiso con el liberalismo, en la línea de su suegro don Gonzalo Mosquera. Por ello formó parte de la Sociedad Patriótica de A Coruña, la primera constituida en España en 1820. Fue miembro destacado de la Diputación de Galicia (cuando había una Diputación única para todo el territorio gallego) y al dividirse esta en cuatro provincias, fue nombrado jefe político o gobernador de la provincia de Lugo, cargo que ostentó entre el 11 de septiembre de 1822 y el 13 de abril de 1823.

 A pesar de su activismo político, siempre a favor del liberalismo, no consta que hubiera tenido que exiliarse a partir de la restauración del absolutismo, sino que se mantuvo en un discreto segundo plano, dedicándose de nuevo a la administración de sus bienes.

 Caído el absolutismo y recuperadas las elecciones, don Miguel fue elegido Procurador en Cortes o diputado en las elecciones de 1834, por la provincia de Pontevedra. El pazo de Miraflores y las extensas propiedades que la familia tenía en esta provincia explican que se hubiera presentado por Pontevedra y no por A Coruña, ciudad en la que había excesiva oferta de candidatos para conseguir ser diputado. O don Miguel estaba realmente enfermo, lo que le impedía estar en las Cortes, o demostró una grave irresponsabilidad al dejar a la provincia sin su representación: en la legislatura de 1834 ni juró ni tomó posesión de su acta. Volvió a ser elegido en las elecciones de 1836 y en esta ocasión sí tomo posesión. Sin embargo, a los veinte días ya había obtenido licencia para retornar a Galicia. Es decir, fue un diputado virtual que no formó parte de ninguna comisión, ni habló una sola vez en las Cortes.

 De hecho, el periódico de Madrid, El mensajero de las Cortes (1-IX-1834) denunció la ausencia de don Miguel en las Cortes por enfermedad, resaltando, sin embargo, que en A Coruña aparecía “en público a todas horas del día, sin que se note en su robustez y en su muy buena salud, la más mínima alteración”. Debía estar, de todos modos, realmente enfermo, porque falleció el 7 de enero de 1839, dejando una viuda de 34 años y un hijo de 12, don José Pardo Bazán

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Miguel, a la edad de treinta y siete años, había contraído matrimonio con Doña Joaquina Mosquera y Ribera en la parroquia de Santiago (A Coruña) el 13 de diciembre de 1821. A su muerte, doña Joaquina permaneció en A Coruña, residiendo en la casa de la calle Tabernas en la que habitaba su madre, viuda también. Don Miguel, en su testamento, la nombró curadora y tutora de su hijo menor y desde entonces fue ella la encargada de administrar los bienes y rentas dejados por su marido.

Emilia Pardo Bazán (Condesa de Pardo Bazán)

Emilia Pardo Bazán (Condesa de Pardo Bazán)

De los cinco hijos que tuvo el matrimonio, solo uno sobreviviría a su padre, José Mª (Silverio) Pardo Bazán y Mosquera, nacido en A Coruña el 20 de junio de 1827 y fallecido en la misma en marzo de 1890. Recayó, pues, sobre él, el derecho a heredar todos los vínculos y mayorazgos que habían disfrutado sus padres. José Mª caso con Amalía de la Rúa-Figueroa y Mendoza y fueron padres de Emilia Pardo Bazán, famosa novelita, poeta, periodista, dramaturga y ensayista española. 

Conde pontificio de Pardo Bazán

Las ideas de José Mª y su obra llamaron la atención de conocidos peritos e ilustres personalidades españolas por sus frecuentes intervenciones parlamentarias muy notorias, amén de una personalidad muy sobria y desinteresada, por cuanto, «ajeno a toda ambición, y contento con su fortuna, rehusaba la admisión de cargos retribuidos». Estas y otras facetas, entre las que fundamentalmente destaca la defensa hecha en las Cortes, en relación con ciertas pretensiones de la Iglesia, debieron ser muy valoradas para que en un Breve de Su Santidad el Papa Pío IX, le otorgara, el 13 de junio de 1871, la condición de «conde pontificio de Pardo Bazán».

 A los pocos meses, el nuevo conde pontificio de Pardo Bazán, solicitó autorización para usar en España dicho título, prerrogativa que le sería concedida y firmada por Don Amadeo I de Saboya, en Real Despacho de 3 de febrero de 1872, reconociéndosele oficialmente a don José Pardo-Bazán y Mosquera, el condado de su primer apellido que ostentaría hasta su fallecimiento, dieciocho años más tarde. Su única heredera, la escritora Emilia, Antonia, Socorro, Josefa, Amalia, Vicenta y Eufemia Pardo Bazán de la Rúa-Figueroa, según aparece en la partida bautismal del Archivo Parroquial de San Nicolás, en La Coruña, contaba veintiún años de edad, pero no hizo uso de ese derecho -pedir la continuidad del título pontificio a la Santa Sede-, hasta muchos años más tarde.

 Por otra parte, los méritos de doña Emilia y los apoyos recibidos de muchos sectores de la intelectualidad y, muy probablemente, la reconocida familiaridad que le unía con los monarcas -en alguna ocasión, SS. MM. incluso, habían visitado a la condesa pontificia viuda de Pardo Bazán, en las Torres de Meirás-, pudieron ser causas referentes para que el Rey Alfonso XIII, años más tarde, en 1908, y recompensando su considerada valía, le concediese el título del Reino con la denominación de su apellido, es decir, condesa de Pardo Bazán, en Real Decreto firmado el 16 de mayo. El Real Decreto de 1º de mayo de 1916 autoriza el cambio del referido Título de Conde de Pardo Bazán por el de la «Torre de Cela».

 

Para saber más: Doña Emilia Pardo-Bazán y su efímero título nobiliario

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 Publicado en el blog «Hidalgos en la Historia» cuyo blogmaster es D. J. Manuel Huidobro

 http://hidalgosenlahistoria.blogspot.com.es/

27 07, 2017

El presidente de la Hermandad Nacional Monárquica de España, recibe invitación del Cónsul de Marruecos

Por |2020-11-13T03:36:45+01:00jueves, julio 27, 2017|

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El presidente de la Hermandad Nacional Monárquica de España D. Francisco Rodríguez Aguado, recibe invitación del Cónsul de Marruecos en las Islas Baleares,  a los actos programados con motivo del  XVIII Aniversario de la Entronación de Su Majestad el Rey de Marruecos Mohamed VI 

La recepción se celebrará Dios mediante el próximo domingo 30 de Julio a las 23;00 h. en la residencia del Cónsul

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26 07, 2017

Libro recomendado: «La Orden del Águila de Georgia y la Túnica de Nuestro Señor sin costuras. Un estudio de los orígenes medievales»

Por |2020-11-13T03:36:45+01:00miércoles, julio 26, 2017|

Placa de Gran Cruz y Gran Collar de la Orden del Águila de Georgia

Placa de Gran Cruz y Gran Collar de la Orden del Águila de Georgia

La Orden del Águila de Georgia y la Túnica de Nuestro Señor costuras. Un estudio de los orígenes medievales

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Diseño de la portada de Mathieu Chaine

 

En la Orden del Águila de Georgia y la Túnica Inconsútil de Nuestro Señor historia, orígenes, la tradición y la leyenda parecen entrelazadas como en algunas otras órdenes de caballería. Con este estudio, los autores intentan explorar el verdadero origen de la Orden, o supuesto de la Túnica en los tiempos de la reina Tamara de Georgia.

La Orden del Águila de Georgia y la Túnica Inconsútil de Nuestro Señor Jesucristo, más conocida por su nombre abreviado Orden del Águila de Georgia es la máxima condecoración concedida por la Casa de Bagration, cuyo Jefe y Gran Maestre es el Príncipe Davit de Bagration-Mukharaneli.

En una búsqueda que abarca casi mil años y que combina elementos de las antiguas crónicas medievales, de estilo georgiano, bizantino y cruzado, evidencia visual de textos históricos y académicos de los últimos doscientos años y las tradiciones de la Iglesia y de la dinastía real de Georgia, los dos autores armaron un cuadro de Georgia y el Oriente Medio medieval para ver si hay huellas o elementos históricos de fundación medieval tradicional de la Orden.

Autores:

Martino Castellani (Roma, 1967) si è laureato in Scienze Politiche con specializzazione in Relazioni Internazionali alla LUISS di Roma. Lavora come un funzionario pubblico, attività nella quale ha ulteriormente ampliato la propria esperienza internazionale. È inoltre cultore della materia in Relazioni Istituzionali all’Università di Roma La Sapienza e studioso, con esperienza pluridecennale, di Storia e Ordini cavallereschi.

Alessio Cassinelli Lavezzo (Lavagna, 1965), dirigente d’Azienda, è laureato in Scienze Politiche e Master of Business Administration presso l’Università Bocconi di Milano. Rotariano e Consigliere di Assolombarda, è membro dell’Accademia degli Incolti e della Società Economica di Chiavari. Appassionato di storia, demografia e statistica, è autore di diverse pubblicazioni.

Prezzo: 15,00

ISBN: 978-88-6358-375-5

PAGINE: 114

Anno pubblicazione: 2017

Scarica l’anteprima del libro in formato PDF

Genere: Storia

26 07, 2017

Ceremonia de ingreso de nuevos académicos de la Academia de Artes e Letras de Portugal, presidida por S.A.R. el infante Don Miguel de Braganza, duque de Viseu.

Por |2020-11-13T03:36:45+01:00miércoles, julio 26, 2017|

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Ceremonia de ingreso de nuevos académicos de la Academia de Artes e Letras de Portugal, en su sede de Monte Estoril, presidida por S.A.R. el infante Don Miguel de Braganza, duque de Viseu.

Don Miguel de Braganza Duque de Viseu Infante de Portugal

Don Miguel de Braganza Duque de Viseu Infante de Portugal

   Tal  y como informábamos en el Blog de la Casa Troncal, el pasado día de 21 de Julio y en la magnífica sede de la Academia de Letras e Artes de Portugal, recibiendo la insignia académica, tomaron posesión los nuevos  Académicos.

  Presidió los actos Su Alteza Real el Infante de Portugal Dom Miguel de Braganza, Duque de Viseu, acompañado de S.E. Dom Antonio de Sousa Lara, Conde de Guedes, Presidente de la Academia y el Excmo. Sr. Don Vitor Escudero, Canciller de la Academia

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Origem: Wikipédia, a enciclopédia livre.

Academia de Letras e Artes é uma Associação cultural sem fins lucrativos, denominada: ALA ACADEMIA DE LETRAS E ARTES.

Foi constituída em 18 de Julho de 1988 no 2º.Cartório Notarial de Cascais Livro 70-L a Fls. 90 Vº.

A ALA fixou a sua sede em Cascais e iniciou, desde logo, uma actividade que abrangeu vários sectores culturais, com a participação pessoal do grupo de fundadores, quer promovendo ou participando de exposições, edição de várias obras, doação de diversos monumentos de figuras históricas, concursos, jogos florais, intercâmbios e acordos protocolares com instituições congéneres, nacionais e estrangeiras, assim como com entidades oficiais, em especial a Câmara Municipal de Cascais.

A ALA é atualmente presidida pelo Dr. António da Costa Albuquerque de Sousa Lara, professor catedrático e presidente do Conselho Científico do Instituto Superior de Ciências Sociais e Políticas, membro do Senado da Universidade Técnica de Lisboa e ex-subsecretário de Estado da Cultura no Governo Cavaco Silva. A filosofia da Entidade pode ser sintetizada na resposta dada pelo Dr. Sousa Lara a uma pergunta acerca da relevância da entronização de novos Académicos, durante uma entrevista a um periódico: «Nós somos cerca de 100 pessoas à escala nacional e mais umas 50 à escala internacional, portanto, não é uma academia muito grande. Já tem 23 anos, é uma elite pequena, que só escolhe as pessoas pela obra que fizeram na vida, não por elas serem formadas ou deixar de serem formadas, e por isso é que vamos à procura, na classe de Letras, de poetas, escritores, publicistas e, na classe de Artes, de pintores, escultores, não porque sejam médicos ou outra coisa qualquer, isso não nos interessa. Por exemplo, há muitos pintores que ou são médicos ou são advogados, mas não vêm para aqui por isso, é apenas na qualidade dessa especialidade artística que nós os elegemos.»

A Instituição cultural ALA tem por objecto precípuo o estudo e desenvolvimento das letras e artes, em especial as que se relacionem directamente com a cultura portuguesa.

 

 

Desde este Blog de la Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria, felicitamos efusivamente a la Academia de Letras e  Artes y a los nuevos Académicos.

 

25 07, 2017

25 de Julio. Festividad de Santiago apóstol. Patrón de la Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria y de todas las Españas

Por |2020-11-13T03:36:45+01:00martes, julio 25, 2017|

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Transcribimos lo siguiente:

  «Santiago fue el patrón de los Doce Linajes de Soria, por ser el patrón castellano de la caballería. En el día de Santiago de quatro en quatro años cada tres linages, según la alternativa que tienen, nombran un Caballero de Ayuntamiento, y uno que llaman Alcalde de Santiago: de forma que cada año hay doce Diputados de arneses, doce Contadores de niños, y doce Montaneros Reales, tres Caballeros de Ayuntamiento y tres Alcaldes de Santiago. Estos tres caballeros nombraban luego a tres guardas de Valonsadero.»

   Según cuenta Miguel Martel, en la ciudad en este día se corrían tres toros, «cada uno de los Alcaldes ha de dar el suyo a costa del bastecedor de las carnecerías de la ciudad.»

   Desde 1534 los Linajes asistían también a una ceremonia litúrgica que les ofrecía el Convento de San Agustín en su iglesia de Nuestra Señora de Gracia. Esta tradición que desapareció en el siglo XVII fue recuperada a principios del XVIII y tras ser trasladada a la Colegiata de San Pedro, desapareció en el siglo XIX con la disolución de la institución.

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   Queremos dedicar por tanto esta entrada de hoy, 25 de julio, día de Santiago, a recordar algunos extremos sobre nuestro Santo Patrón y de las Españas.

  Día de precepto para los Católicos , que estamos seguro que serán del interés y gusto de todos nuestros lectores y amigos.

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   Tras estas trazas de guerrero se esconde Santiago el Mayor, hijo de Zebedeo y Salomé y hermano de Juan, el apóstol amado del Señor. Jesucristo llamó a ambos hermanos los «Boanerges» -los Hijos del Trueno-, por el celo que mostraron por la honra del Señor cuando pidieron que cayera fuego del cielo, sobre una aldea que había impedido el paso a Jesús y a sus acompañantes.

   La tradición lo sitúa en Hispania en misión de apostolado. A las orillas del Ebro, en Cesaraugusta -Zaragoza-, se le apareció la Virgen María ( aún en vida) y le previno de los peligros que sobre él se cernían, Aún así Santiago siguió predicando hasta que decidió regresar a Jerusalén, donde fue martirizado. Según la venerable leyenda su cadáver fue trasladado por sus discípulos y depositado en Compostela donde todavía se le venera.

   La tradición se remonta al reinado de Ramiro I, que sucedió en el trono de Asturias y León a su tío Alfonso el Casto. Al fallecer su tío, los moros reclamaron el tributo de las cien doncellas (cincuenta hidalgas y cincuenta plebeyas) que tenían impuesto a los cristianos. Ramiro I se negó, teniendo que trasladar sus huestes hasta Clavijo, con el fin de contener cualquier movimiento del enemigo.

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   En vísperas de la batalla , según la tradición, se le aparece en sueños el Apóstol Santiago, comunicándole que Nuestro Señor le había designado como Patrón de la Cristiandad, animando a Ramiro al combate y pidiéndole que en le invoque.

   Los cristianos arremeten al grito de “¡Dios ayuda a Santiago!”. Las huestes musulmanas son vencidas y como acción de gracias Ramiro I promueve la fundación de una Orden de Caballeros que aún lleva el nombre del santo.

25 07, 2017

Santiago apóstol, patrono de España, por Demetrio Fernández, obispo de Córdoba

Por |2020-11-13T03:36:46+01:00martes, julio 25, 2017|

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Carta del ObispoIglesia en España

Santiago apóstol, patrono de España, por Demetrio Fernández, obispo de Córdoba

CM

Llegados al 25 de julio celebramos la fiesta solemne del apóstol Santiago el Mayor, patrono de España. Hijo de Zebedeo y Salomé, hermano del discípulo amado, el apóstol Juan, murió mártir de Cristo en la primera persecución de Herodes, en los años 40 de nuestra era.

La escena del evangelio de este día es muy expresiva (Mt 20, 20-28). Fue la madre la que se acercó a Jesús, cuando iban camino de Jerusalén, para pedirle que sus dos hijos, Santiago y Juan, los hijos del Zebedeo, tuvieran los primeros puestos en el reino de Jesús que ella se imaginaba. Jesús respondió: “No sabéis lo que pedís”. La ignorancia es muy atrevida, y los intereses egoístas se cuelan hasta en el corazón de las personas buenas. No era malo lo que pedían, pero Jesús les hizo caer en la cuenta de que no sabían los que pedían, puesto que el Reino que Jesús venía a instaurar tiene otros planteamientos. Una vez más aparece la paciencia de Jesús, que aprovechará la ocasión para explicar que el primero en el Reino es el que sirve.

“¿Sois capaces de beber el cáliz que yo voy a beber?”, les pregunta Jesús. El cáliz de Jesús se refiere a la pasión, se refiere a la Cruz. Les está preguntando si están dispuestos a pasar el trago de la Cruz, que Jesús va a vivir en Jerusalén. Y si están dispuestos a asumir su propia Cruz, cuando llegue. Ellos responden muy espontáneamente: “Somos capaces”. Tampoco en esta respuesta saben lo que están diciendo. Están disponibles a hacer lo que diga Jesús, que ya es bastante. Pero no alcanzan a comprender lo del “cáliz” que Jesús les ofrece.

“Mi cáliz lo beberéis”, les asegura Jesús. Aquí tenemos una certeza: Jesús está anunciándoles la muerte que un día padecerán por su nombre. Tanto uno como otro serán mártires de Cristo, derramarán su sangre por amor a Cristo, serán capacitados para beber el cáliz de la pasión de Cristo, muy unidos a su Maestro. Y Jesús continúa: “…pero esos primeros puestos que pedís, corresponde a mi Padre concederlo”. En el Reino de Jesús no hay escalafones, ni ascensos, ni trienios. En el Reino de Jesús, lo único que puntúa es dar la propia vida, perderla por él y por los demás.

“El Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar la vida en rescate por la multitud”. La petición interesada de los primeros puestos encuentra esta respuesta preciosa por parte de Jesús, que pone patas arriba toda pretensión de carrerismo en el seguimiento del Señor. Las pretensiones humanas ponen al propio sujeto en el centro. Jesús “descentra” esas pretensiones y sitúa el centro en el servicio, en dar la vida. El discípulo de Jesús es el que le sigue, el que se va pareciendo cada vez más a él, el que hace de su vida un servicio de amor a Dios y a los demás.

La fiesta del apóstol Santiago viene a replantearnos dónde está nuestro centro, dónde están nuestros intereses, si queremos seguir de verdad a Jesús. La vida cristiana consiste en servir al estilo de Cristo, en dar la vida como él, en beber el cáliz que Dios ponga en nuestras manos.

La fiesta de Santiago sea una nueva ocasión para presentar ante el Apóstol patrono de España y amigo del Señor todas las necesidades del momento presente. Pedimos por su intercesión que la fe cristiana se mantenga en España hasta el final de los tiempos, incluso en una situación plural y democrática, como la que vivimos. Pedimos en este momento concreto que sea preservada la unidad de España, la unidad de sus pueblos y regiones como lo ha pedido la Conferencia Episcopal Española en 2006 y en otras varias ocasiones. Pedimos que España sea una nación solidaria y fraterna, capaz de compartir sus logros con quienes no tienen nada en la vida; que el crecimiento económico vaya acompañado por el crecimiento de otros tantos valores que pertenecen a nuestra identidad y a nuestra historia.

Apóstol Santiago, patrono de España, ruega por nosotros.

Recibid mi afecto y mi bendición:

+ Demetrio Fernández, obispo de Córdoba

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24 07, 2017

Hermoso trabajo digital de las Armas de la HERMANDAD DE LA HERMANDAD DE CABALLEROS DEL APÓSTOL SANTIAGO – CHILE., realizado por D. Antonio Salmerón Cabañas

Por |2020-11-13T03:36:46+01:00lunes, julio 24, 2017|

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Interpretación de la mano del artista Heráldico D. Antonio Salmerón Cabañas, de las armas de la HERMANDAD DE CABALLEROS DEL APÓSTOL  SANTIAGO (CHILE)

D. Antonio Salmerón Cabañas

D. Antonio Salmerón Cabañas

Mañana, el 25 de julio, es la festividad de Santiago. Para celebrarlo, la HERMANDAD DE CABALLEROS DEL APÓSTOL SANTIAGO – CHILE (a la que este redactor tiene el honor de pertenecer como Caballero Gran Cruz de Honor) ; encargó a D. Antonio Salmerón Cabañas, reinterpretar y realzar su emblema.

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La cimera está basada en el Santiago Peregrino del Museo de los Caminos del Palacio Episcopal de Astorga. Es una talla flamenca de madera policromada, de principios del siglo XVI, procedente de la Iglesia de Nuestra Señora de la Natividad de Turcia, provincia de León.

El nuevo emblema lleva una corona de caballero por tratarse de la Hermandad de Caballeros del Apóstol Santiago.

Diploma y Gran Cruz del redactor de este blog de la Casa Troncal de la Hermandad de Caballeros del Apóstol Santiago (Chile)

bm

 

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