Zenón de Somodevilla y Bengoechea. El Marqués de la Ensenada (Catastro); por J.M. Huidobro
Artículo de fecha 11-12-2015 de D. José Manuel Huidobro
Caballero de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén, Miembro de la Real Asociación de Hidalgos de España. Máster en Derecho Nobiliario, Heráldica y Genealogía (UNED). Autor de 55 libros y más de 700 artículos.
Zenón de Somodevilla y Bengoechea. El Marqués de la Ensenada (Catastro)
Junto con José Patiño es el estadista español más importante del siglo XVIII. Fue precursor de las reformas que luego fueron realizadas durante el reinado de Carlos III. Su labor se extendió especialmente en el campo de la economía y obras públicas. Igualmente reorganizó el Ejército y la Marina. Caballero de la Orden de Calatrava.
Zenón (de San Juan) de Somodevilla nació en Hervías (La Rioja), aunque también Alesanco se disputa su natalidad, en abril de 1702 y falleció en Medina del Campo (Valladolid), en diciembre de 1781. Procedente de una familia de hidalgos, fue incorporado al servicio de la Monarquía por Patiño, quien le reclutó como oficial del Ministerio de Marina durante la preparación de una expedición a Ceuta (1720).
Sus bisabuelos figuran como hidalgos en la villa de Alesanco, y también aparecen disfrutando del cargo de Alcaldes, por lo que es comprensible la facilidad que tuvo el marqués de Ensenada, cuando era pretendiente al hábito de Calatrava, para acreditar la nobleza de sangre de sus antepasados.
Sus padres fueron Francisco Somodevilla y Francisca Bengoechea Martínez, que se habían casado en 1688, él con 23 años y ella con 18. El nació en la localidad de Alesanco y ella en la de Azofra (ambas en La Rioja). Su padre, debido al lugar donde nació, tenía privilegio de hidalguía.
Zenán nació en Hervías (La Rioja) el 20 de abril de 1702, festividad de San Zenón y muerto en Medina del Campo (Valladolid), el 2 de diciembre de 1781. Permaneció soltero durante toda su vida. Fue bautizado en un primer momento, por causa de necesidad, en la localidad de Hervías el 25 de abril, localidad donde residía su familia cuando él nació, pero existe otra partida de bautismo, de fecha 2 de junio, en Alesanco, que se hizo por mantener los derechos de hidalguía inherentes a los bautizados en Alesanco, ya que la familia paterna tenía su origen en esta localidad. El origen último del linaje Somodevilla parece ser que estaba en el valle de Ezcaray, en La Rioja, mientras que el materno, Bengoechea, se situaba en Zorrain, Vizcaya.
Su padre murió en febrero de 1711 en Santo Domingo de la Calzada cuando él tenía ocho años y era el varón primogénito. En 1720, cuando ya tenía dieciocho años, estaba trabajando en Cádiz como escribiente de una compañía de fletamientos de barcos, aunque no se sabe cuando llegó allí. Ese mismo año José Patiño fue a Cádiz y visitó el arsenal de La Carraca. Allí conoció a Zenón Somodevilla y se lo llevó de regreso a Madrid, donde le introdujo como funcionario en la Armada el 1 de octubre de 1720.
Ascendió progresivamente en la carrera burocrática hasta el puesto de comisario de Marina en El Ferrol (1730). Pero lo que le encumbró políticamente fue su eficaz labor como organizador de la escuadra española destinada a reconquistar Nápoles para el príncipe Carlos (el futuro Carlos III) durante la Guerra de Sucesión de Polonia (1733);sus servicios fueron premiados con el título de marqués de la Ensenada en 1736.
Desde entonces ocupó los más altos cargos de la Monarquía: secretario del Consejo del Almirantazgo (1737), intendente de Ejército y Marina de la expedición a Italia durante la Guerra de Sucesión de Austria (1741). A la muerte de del ministro Campillo, en 1743, Felipe V le nombró para el desempeño de las secretarías de Marina, Hacienda, Guerra e Indias (Su poder se completó con cargos como los de notario de los reinos de España, lugarteniente general del Almirantazgo, superintendente de las Rentas de Millones y de Tabacos, miembro del Consejo de Estado. La muerte de Felipe V en 1746 mejoró aún más su situación, pues el nuevo monarca, Fernando VI le confirmó en todos sus cargos y le nombró además secretario de la reina (1747). Así, durante el reinado de Fernando VI, caracterizado por la neutralidad exterior y la recuperación interior, compartió con José de Carvajal y Lancaster la dirección política del país y, como buen secretario de Guerra que fue, se mostró decidido partidario del “equilibrio armado” frente al “equilibrio astuto” preconizado por Carvajal desde su puesto de secretario de Estado. El instrumento para alcanzar sus fines sería la marina; una marina potente y modernizada, enlazando de esta manera con los proyectos de Patiño aunque en circunstancias mucho más favorables.
Convertido prácticamente en ministro universal, Ensenada encaminó su política hacia el fortalecimiento del Ejército y la Marina en previsión del inevitable conflicto que, a la larga, tendría que sostener España con Inglaterra por sus intereses coloniales enfrentados, conflicto en el que desconfiaba de poder contar con la ayuda de Francia. Para ello se esforzó por impulsar la economía productiva de la Península y el comercio con América, mejorar el rendimiento del sistema fiscal, fortalecer el control de la metrópoli sobre las Indias y reconstruir la flota.
Desde 1749 y hasta 1759 se realizó, en los 15 000 lugares con que contaba la Corona de Castilla (entre los que no se cuentan los de las provincias vascas, por estar exentas de impuestos), una minuciosa averiguación a gran escala de sus habitantes, propiedades territoriales, edificios, ganados, oficios, rentas, incluyendo los censos; incluso de las características geográficas de cada población. Con casi 80.000 volúmenres, fue ordenada por el rey Fernando VI a propuesta de su ministro el Marqués de la Ensenada, como paso previo a una reforma fiscal.
El 21 de julio de 1754 se mandó, de forma imprevista, detener al marqués de la Ensenada. Se le destituía de sus cargos y se le ordenaba el destierro a Granada. Tal acción obedeció a la intriga dirigida por Ricardo Wall, de origen irlandés pero que nació en Francia. Cuando murió el 8 de abril de 1754 el secretario José de Carvajal, colaborador habitual del marqués de la Ensenada, Wall fue nombrado su sucesor.
Así, entre julio de 1754 y 1757 permanecerá desterrado en Granada, en donde se dedicó a dedicó a diversas. Entre noviembre de 1757 y 1760 continuó su destierro en el Puerto de Santa María, en Cádiz, debido a problemas de salud. En agosto de 1759 murió el reyFernando VI y llegó Carlos III quien se hizo cargo de la monarquía. Pareció que se lavaba su figura pero el nuevo rey no le dio nunca cargos de tan alta responsabilidad como los que había tenido. De hecho, tras el Motín de Esquilache, el 24 de marzo de 1766, lunes Santo, el rey mandó el 18 de abril su destierro. El marqués de la Ensenada se dirigió a Medina del Campo, donde falleció a la edad de 81 años.
Publicado en el blog «Hidalgos en la Historia» cuyo blogmaster es D. J. Manuel Huidobro