El Doctor Don Alfonso de Ceballos-Escalera Gila, Vizconde de Ayala, es condecorado con la medalla de la Cooperación Internacional.
NUESTRAS FELICITACIONES QUERIDO ALFONSO DE CEBALLOS ESCALERA- Y GILA (Vizconde de Ayala).
NUESTRAS FELICITACIONES QUERIDO ALFONSO DE CEBALLOS ESCALERA- Y GILA (Vizconde de Ayala).
El Blog de la Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria, se suma a felicitar a todos sus lectores por «EL DÍA DE LA HERÁLDICA».
Este redactor, no ha visto una mejor manera de hacerlo que la realizada por nuestro Heraldo y Caballero de la Casa Troncal D. Fernando Martínez Larrañaga, en su propio blog http://heraldistas.blogspot.com.es/y que por la espectacularidad de las imágenes, reproducimos a continuación.
¡¡¡Con tu permiso amigo Fernando!!!
http://heraldistas.blogspot.com.es/
viernes, 10 de junio de 2016
Artículo de fecha 05-04-2016 de D. José Manuel Huidobro
Caballero de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén, Miembro de la Real Asociación de Hidalgos de España. Máster en Derecho Nobiliario, Heráldica y Genealogía (UNED). Autor de 55 libros y más de 700 artículos.
Santo Domingo de Guzmán. Fundador de la orden de los Dominicos (Predicadores)
Fundador de los Dominicos (Orden de Predicadores). Contemporáneo de San Francisco de Asís y maestro de Santo Tomás de Aquino. Se le atribuye haber recibido de la Virgen el Santo Rosario, aunque parece ser que su práctica era anterior.
Domingo nació en Caleruega (Burgos), en 1170, perteneciente por entonces a la diócesis de Osma, en el seno de una familia noble (hidalga), profundamente creyente y muy encumbrada. Sus padres, don Félix Núñez de Guzmán y doña Juana de Aza (declarada beata), parientes de reyes castellanos y de León, Aragón, Navarra y Portugal. Sobrino nieto, por línea materna, de los condes-don Pedro y don Rodrigo González de Lara. Su abuelo era don Ruy Núñez de Guzmán, señor de la Villa de Guzmán, en la provincia de Burgos. Tuvo dos hermanos, Antonio y Manés.
De los siete a los catorce años, bajo la preceptoría de su tío el Arcipreste don Gonzalo de Aza, recibió esmerada formación moral y cultural. En este tiempo, transcurrido en su mayor parte en Gumiel de Izán (Burgos), despertó su vocación hacia el estado eclesiástico. De los catorce a los veintiocho, vivió en Palencia: seis cursos estudiando Artes (Humanidades superiores y Filosofía); cuatro, Teología; y otros cuatro como profesor del Estudio General de Palencia. Fue nombrado subprior del capítulo de los canónigos regulares de Osma (Soria).
En 1205, por encargo del Rey Alfonso VIII de Castilla, acompaña al Obispo de Osma, Diego de Acebes, como embajador extraordinario para concertar en la corte danesa las bodas del príncipe Fernando con una princesa danesa que, aunque acordada, finalmente no se realizó. Con este motivo, tuvo que hacer nuevos viajes, siempre acompañando al obispo Diego a Dinamarca y a Roma, decidiéndose durante ellos su destino y clarificándose definitivamente su ya antigua vocación misionera.
En sus idas y venidas a través de Francia, conoció los estragos que en las almas producía la herejía albigense. De acuerdo con el Papa Inocencio III, en 1206, al terminar las embajadas, se estableció en el Langüedoc (sur de Francia), como predicador de la verdad entre los cátaros. Ese mismo año funda el monasterio para conversas albigenses de Prouille (cerca de Franjeaux, Francia), a las que puso bajo la regla agustiniana. Tas el asesinato de su legado Pedro de Castelnau en 1208, el papa organizó una cruzada contra los albigenses (1209-1213); Domingo de Guzmán se negó a participar en ella e insistió en la predicación como único medio para erradicar la herejía.
En 1215, y con la participación de Foulques, obispo de Toulouse, organizó un grupo con varios compañeros con el propósito de formar una congregación que se dedicase a la predicación y a la enseñanza. Así, tras rechazar varios obispados (Conserans, Béziers y Comminges, para los que había sido elegido canónicamente), en 1215, después de fundar una casa en Toulouse que había sido cedida por Pedro de Seila, marchó a Roma durante la celebración del III Concilio de Letrán para obtener del papa Honorio III la confirmación de su fundación. Además de ésta, que le fue otorgada en diciembre de 1216, Domingo consiguió para la congregación el título de “predicadores” en enero del año siguiente. Una vez instruidos los dieciséis integrantes de la orden, en agosto de 1218 los distribuyó entre las ciudades de París, Madrid, Bolonia y Roma con el fin de que continuasen la obra,
Domingo, mientras tanto, se dedicó a la organización de la congregación, que celebró su primer capítulo general en 1220 en Bolonia (Italia), y en el transcurso del cual le otorgó un estatuto original de pobreza mendicante basado en la legislación de la Orden de Grandmont. Al año siguiente, motivado por el crecimiento de la congregación, convocó el segundo capítulo general de la orden, durante el cual la dividió en ocho provincias y organizó una campaña de predicación en Lombardía (Italia). Falleció en Bolonia el día 6 de agosto del año 1221, de regreso de un viaje a Venecia; sus restos yacen en una capilla de la iglesia del convento dominico de Bolonia. Fue canonizado por Gregorio IX por medio de la bula Fons sapientae el 3 de julio de 1234. Su fiesta se celebra el 8 de agosto.
La leyenda narra que el surgimiento del Santo Rosario se debió a que María se lo entregó, en 1221, a Santo Domingo de Guzmán.
En el año 1214 Santo Domingo, el fundador de la Orden de los Predicadores (o Dominicos), estaba angustiado porque estaba fracasando en su intento de convertir a los herejes cátaros albigenses. Santo Domingo se lo atribuyó a la profundidad y gravedad de la pecaminosidad de los herejes y al mal ejemplo de los católicos.
Así que se fue solo al bosque y lloró y oró continuamente por tres días para aplacar la ira del Dios Todopoderoso. Azotó su cuerpo y torturó su carne. Por el ayuno, el dolor y el agotamiento, él pasó a un estado de coma. En esa circunstancia Domingo experimentó una aparición de María Santísima, mientras estaba en estado de coma, que unió a Santo Domingo con el Rosario.
Si bien es cierto que Santo Domingo fue el hombre de su época que más contribuyó a la formación y difusión del Rosario –movido por una gracia singular-, esta oración no fue una fórmula precisa y fija que la Virgen le entregara al santo, sino que sufrió cambios con el paso de los siglos. El Rosario, en su forma medieval, era más flexible que en la actual.
Publicado en el blog «Hidalgos en la Historia» cuyo blogmaster es D. J. Manuel Huidobro
Dibujo de Escudo de Armas de nuestro querido D. Rafael Portell Pasamonte.
Autor del mismo el magnífico artista D. Carlos Navarro.
Recomendamos visitar la página web de su autor D. Carlos Navarro.
Nos informa nuestro querido amigo y colaborador de este Blog de la Casa Troncal D. Juan de la Torre y Merino de Tejada (Señor de Tejada), de la publicación en el día de hoy 8 de Junio de 2016 en el Boletín Oficial de la Rioja de la «Declaración como bien de Interés Cultural de carácter inmaterial «El patrimonio cultural del Solar de Tejada, en Laguna de Cameros (La Rioja)».
Es para este Blog de los Doce Linajes de Soria una gran satisfacción el poder publicar EL CONTENIDO INTEGRO de tal declaración del Boletín Oficial de la Rioja.
Máxime lo anterior, cuando comprobamos que en la publicación oficial y más concretamente en el apartado «2.4.- Bibliografía», una de las referencias utilizadas es una publicación en nuestro Blog, que a continuación indicamos:
– Castro y García de Tejada, A. de, «El señorío del Solar de Tejada. Nuevos descubrimientos documentales para alumbrar su historia», en www.docelinajes.org/2014/09/el-senorio-del-solar-de-tejada/
Por otro lado, referenciar que el ESCUDO DEL SOLAR DE TEJADA que aparece publicado en el B.O.R., y del cual se acompaña la «descripción oficial» es autoría de nuestro estimado amigo D. Juan de la Torre y Merino de Tejada.
Así pues, sin más preámbulos, reproducimos el CONTENIDO INTEGRO a continuación de la publicación en el B.O.R.
Nuestras más sinceras felicitaciones a los Señores Diviseros del Solar de Tejada.
Último boletín
Núm. 66
BOLETIN OFICIAL DE LA RIOJA
Miércoles 8 de junio de 2016
CONSEJERÍA DE DESARROLLO ECONÓMICO E INNOVACIÓN
III.1658
Decreto 26/2016, de 3 de junio, por el que se declara Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial «El patrimonio cultural del Solar de Tejada, en Laguna de Cameros (La Rioja)»
El artículo 149.1.28ª de la Constitución Española, atribuye al Estado la competencia exclusiva en materia de defensa del patrimonio cultural, histórico y monumental español contra la expoliación y exportación, añadiendo su apartado 2 que, sin perjuicio de las competencias que puedan asumir las Comunidades Autónomas, el Estado considerará el servicio a la cultura como un deber y atribución esencial.
Por su parte, el artículo 8. Uno 26ª del Estatuto de Autonomía de La Rioja, atribuye a la Comunidad Autónoma la competencia exclusiva en materia de patrimonio artístico, arqueológico, histórico, cultural, monumental, arquitectónico y científico de interés para La Rioja.
Al margen del marco de distribución competencial establecido en el bloque de constitucionalidad sobre la materia, el artículo 46 de la Constitución dispone que los poderes públicos garantizarán la conservación y promoverán el enriquecimiento del patrimonio histórico, cultural y artístico de los pueblos de España y de los bienes que lo integran.
En desarrollo de los preceptos constitucionales citados, la Ley 16/1985, de 25 de junio, vino a definir el Patrimonio Histórico Español, a identificar los bienes que lo integran y a establecer las distintas categorías de protección, resultando de singular trascendencia la establecida para el conjunto de los Bienes de Interés Cultural como merecedores de una protección más intensa y palmaria. Tal declaración, como la propia Ley señalaba, quedaba sometida al procedimiento regulado en su artículo 9.2.
No obstante, la Sentencia del Tribunal Constitucional 17/1991, de 31 de enero, interpretó que la competencia para declarar qué bienes habrían de integrar la citada categoría, lo era ejecutiva y correspondía a las Comunidades Autónomas, salvo en los supuestos que ella misma excepcionaba.
En base a esta doctrina legal y al título habilitante establecido en el ya citado artículo 8 Uno. 26ª del Estatuto de Autonomía de La Rioja, la Ley 7/2004, de 18 de octubre, de Patrimonio Cultural, Histórico y Artístico de La Rioja, reguló en sus artículos 13 y 14 el procedimiento para la declaración de los Bienes de Interés Cultural.
De acuerdo con la definición adoptada en 2003, en la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, se entiende por patrimonio cultural inmaterial ‘los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas- junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes- que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural’. Este patrimonio cultural inmaterial, que se transmite de generación en generación es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo así a promover el respeto a la diversidad cultural y la creatividad humana.
Definido así el marco legal, es preciso señalar que el Solar de Tejada es una realidad cultural del Reino de España cuyo comienzo fue establecido en 844 por don Ramiro I, Rey de Asturias y de León, como un nombramiento a favor de don Sancho Fernández de Tejada, constituyendo uno de los últimos vestigios aún activos de los señoríos castellanos de behetría de linaje o divisa, el único que permanece desde el siglo IX.
Atendiendo al valor cultural del mismo, mediante Resolución del Director General de Cultura de 15 de diciembre de 2014 se incoó el procedimiento de declaración, quedando acreditado en el expediente que en la sustanciación del mismo se han respetado los trámites legalmente exigidos, con especial atención a las prescripciones relativas a las notificaciones y periodos de audiencia, al objeto de respetar los derechos de los afectados y concitar una participación colectiva.
En su virtud, a propuesta de la Consejera de Desarrollo Económico e Innovación y previa deliberación del Consejo de Gobierno, en su reunión del día 3 de junio de 2016, acuerda aprobar el siguiente,
DECRETO
Artículo 1. Objeto.
Es objeto del presente Decreto declarar Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial El Patrimonio Cultural del Solar de Tejada en Laguna de Cameros (La Rioja) con la descripción del bien de protección reflejada en el Anexo de esta disposición, así como establecer el régimen de protección del mismo.
Artículo 2. Medidas de protección.
Como corresponde a un bien cultural de carácter inmaterial, la protección del Patrimonio Cultural del Solar de Tejada se concreta, principalmente, en la realización de las labores de investigación, descripción, y divulgación de todo tipo, dirigidas siempre a la conservación documental y a la transmisión intergeneracional, tanto en lo relativo a la difusión público de los valores anteriormente expuestos como en el fomento del aprecio de los mismos.
En este sentido, las administraciones públicas velarán por el fomento y la proyección de este patrimonio cultural. La mayor difusión y el mejor conocimiento del mismo entre las generaciones presentes y futuras, de manera que los atributos que lo definen garanticen su pervivencia y su papel activo en la sociedad y sigan siendo referente cultural de tan larga tradición.
Disposición adicional. Inscripción en el Registro General de Bienes de Interés Cultural.
La presente declaración se notificará al Registro General de Bienes de Interés Cultural dependiente de la Administración del Estado a los efectos de su inscripción.
Disposición final única. Entrada en vigor.
El presente Decreto se publicará en el Boletín Oficial del Estado y entrará en vigor el mismo día de su publicación en el Boletín Oficial de La Rioja.
Logroño a 3 de junio de 2016.- El Presidente, José Ignacio Ceniceros González.- La Consejera de Desarrollo Económico e Innovación, Leonor González Menorca.
ANEXO: DESCRIPCIÓN DEL BIEN
1.- Introducción, Exposición de Motivos.
El Solar de Tejada constituye en la actualidad una institución de origen inmemorial de continuada trayectoria histórica y plenamente imbricada en la España moderna, de cuya doctrina constitucional dimana la plena igualdad entre los sexos. Representa, además, un resto arcaico del feudalismo colectivo castellano. Una singularidad cultural ubicada en la actual comunidad autónoma de La Rioja y compartida con un nutrido número de personas: los señores de la Ilustre Villa Antigua Casa y Solar de Tejada que, a pesar de la diáspora geográfica por la que se encuentran repartidos tantos siglos después, siguen encontrando en el sentimiento de propiedad del mencionado solar, como en pertenecer a un linaje conocido, una seña de identidad común, rica en historia y tradiciones cuya génesis se encuentra en el corazón del Camero viejo.
Antonio de Castro y García de Tejada en su artículo «El señorío de la Villa de Tejada (a la luz del derecho nobiliario vigente)», señala lo siguiente: «El señorío de la Ilustre Villa Antigua Casa y Solar de Tejada es una institución que reúne una serie de características excepcionales en el orden histórico, jurídico y nobiliario que merecen un estudio pormenorizado. El señorío de Tejada, por su antigüedad, evolucionó con el paso de las generaciones pero siempre desarrollando su esencia en la órbita de la propiedad, la jurisdicción y la hidalguía. Lo realmente interesante y digno de toda consideración en el señorío de Tejada es su peculiar evolución y, sobre todo, que haya llegado hasta nuestros días con la misma estructura que lo caracterizó hace -al menos- seis siglos».
Este autor opina que en el patrimonio cultural que significa el Solar de Tejada se encuentra «mucho más que un interesante privilegio heráldico, pues también subsisten el único reconocimiento de hidalguía colectiva y de transmisión por generación natural (varón y mujer), que ha llegado a nuestros días con la vigencia que le otorga la voluntad regia y el refrendo de los poderes públicos. Además, es el único Título de señor colectivo que pervive en la actualidad.»
Por su parte, Alberto Martínez Rubio, en su artículo «El Solar de Tejada: auténtica denominación ‘Cameros Rioja’» indica que «uno de los más significativos valores de esta institución es intangible, algo absolutamente inmaterial y de un marcado carácter antropológico, porque nos habla de una cultura ancestral que nos ayuda a entender lo que somos hoy en día. Tiene su labor como referencia, como vestigio de una forma de vivir y de enfrentarse al entorno, como una recuerdo de quiénes fuimos, una constatación de una denominación de origen, de una familia común.»
Aparte de esta base ontológica, el solar también es un escudo y un archivo genealógico con más de seis siglos de documentación histórica y familiar. Dicha concesión tiene su origen legendario en el Rey Don Ramiro I de Asturias en el año 844 y posteriormente confirmado por el Rey Enrique IV en el año 1460 así como por los Reyes Católicos el César Carlos y también revalidada su existencia por Fernando VI, Carlos III, Carlos IV, Fernando VII, Isabel II, el Gobierno Provisional de 1868, Alfonso XII, Alfonso XIII, Francisco Franco como Jefe del Estado y, últimamente, por Real Carta de Confirmación de Don Juan Carlos I, de 4 de marzo de 1981, expedida por Orden del Ministerio de Justicia de 18 de febrero de 1981 (publicada por el BOE de 8 de octubre siguiente). En la ‘Guía Oficial de Grandezas y Títulos del Reino’ que publica el Ministerio de Justicia en el apartado ‘Señores y otras dignidades’ se indica que el Solar de Tejada ostenta el ‘Privilegio de uso del escudo de armas a favor de los Caballeros Diviseros Hijosdalgo del Ilustre Solar de Tejada’.
Igualmente está relacionada con el Solar la existencia de una finca en la citada localidad riojana de Laguna de Cameros, en la que se halla una casa solariega, en la que está presente el escudo en piedra del linaje. Esta finca corresponde por igual a todos los miembros diviseros, siendo común e indivisible entre todos los integrantes presentes y futuros de este grupo humano.
Estos últimos elementos -archivo, finca, casa solariega, escudo en piedra-, si bien ayudan a completar el panorama descriptivo de todo lo referido al Solar de Tejada, no son objeto en sí mismos de la presente declaración, en la medida en que ya disfrutan de protección específica (el escudo), o presentan otro tipo de valores, como el documental (el archivo), o simplemente sólo adquieren una mayor significación (la finca y la casa) no por sus valores patrimoniales materiales, que no recibirán en esta declaración mayor tratamiento, por no presentar nada destacable sino por su relación con los valores intangibles que supone el Solar de Tejada que aquí se pretenden declarar.
Por todo lo expuesto, y según lo contenido en la siguiente descripción, el «Patrimonio Cultural del Solar de Tejada » merece ser considerado como Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial a efectos de preservación, distinción y difusión a las generaciones futuras.
2.- Datos sobre el bien objeto de declaración.
2.1.- Denominación.
‘El patrimonio cultural del Solar de Tejada’.
2.2.- Localidad.
Laguna de Cameros, La Rioja, España.
2.3.- Descripción del bien.
Los orígenes del Solar, en la medida que se sitúan cronológicamente en un periodo fundacional de los reinos cristianos de la península, vienen acompañados de una mínima épica propia ligada a la figura legendaria de don Sancho de Tejada, que vivió a mediados del siglo IX, cuyo apellido hace derivar de un episodio bélico que la leyenda hace ocurrir durante la batalla de Clavijo. Recogemos a continuación una versión del romance recogida de una informante natural de Valdeosera:
Luchando Sancho Fernández
en los montes de Clavijo
se ha quedado sin su lanza,
se la quitó el enemigo.
Agarró don Sancho un tejo
que se encontró en el camino
y lo blandió con tal tino
que el campo lleno quedó
de todos sus enemigos.
Al verle el rey tan valiente
y suyo el triunfo, allí dijo:
-Las tejadas que da Sancho
las reparte con tal tino
que están haciendo prodigios.
Y, de tejo, Tejada vino.
Sancho de Tejada estaba acompañado por sus trece hijos y doce «caballeros galicanos». Dicha presentación numérica no hace sino reforzar el carácter simbólico de ese momento legendario.
Dejando de lado la leyenda, en lo referente a los orígenes históricos, el ya mencionado Antonio de Castro apunta que «el señorío de Tejada se constituyó influido por las formas arcaicas de los señoríos de behetría particularizada en un linaje, que pronto evolucionó hacia formas de señorío solariego compartido en los descendientes de aquellos nobles y primitivos señores de ganados medievales, que casi con seguridad consiguieron la enajenación de unos montes, estratégicamente situados entre las principales villas y lugares circunvecinos, para de esa manera poder influir en la política concejil y aprovechar los pastos o arrendarlos para poder aumentar de esa forma su nivel de renta y sobre cuyo término ejercieron el dominio útil y eminente. Cuando creció el número de diviseros y naturales con derechos sobre el señorío y la renta perdió valor, Tejada, evolucionó convirtiéndose, sin perder su carácter señorial, en una casa solar infanzonada. Tras la abolición de los señoríos, la Ilustre Villa, Antigua Casa y Solar de Tejada pudo sobrevivir al decreto de abolición como señorío solariego, sustentado por su carácter dominical y honorífico que ha mantenido hasta nuestros días».
Así las cosas, conviene describir por partes la realidad que constituye el legado cultural de este linaje; en primer lugar su naturaleza jurídica recogiendo de manera literal el trabajo que a tal efecto redactó José Luis Sampedro Escolar con el título de «La Ilustre Casa, Divisa y Solar de Tejada en Laguna de Cameros y su carácter de ‘seña de identidad riojana’» y, en segundo lugar, la vinculación identitaria del solar con el territorio de La Rioja.
‘a) Naturaleza Jurídica del Solar de Tejada.
Según el Diccionario de la Real Academia Española, «solar» es ‘casa, descendencia y linaje noble’, mientras que «casa solar» es ‘la casa más antigua y noble de una familia’. Los tratadistas que han estudiado recientemente el Solar de Tejada coinciden en que esta institución tiene un carácter absolutamente excepcional en nuestros días, pues se trata de un Señorío de Divisa superviviente de entre los que eran normales en la España anterior al siglo XIII, es una reliquia del sistema primitivo español; una propiedad rústica en la que, avanzado el siglo XXI, los bienes raíces y semovientes pertenecen a un grupo familiar, sin que ninguno de sus miembros pueda enajenarlo. Es una divisa en el concepto vigente en el siglo XIII y recogido en Las Partidas de Alfonso X, que las define como «eredad que viene al ome de parte de su padre o de su madre, o de sus abuelos, o de otros de quienes descienden».
Todo linaje se compone de tres elementos:
1) El elemento personal: un conjunto de personas a través de generaciones unidas por parentesco que presentan a un ilustre personaje como ascendiente común.
2) El elemento formal: constituido por las señas de identidad de esas personas: el escudo de armas y el apellido del ascendiente común.
3) El elemento objetivo: la base territorial: el inmueble o inmuebles pertenecientes al mismo.
El linaje de Tejada cuenta con los tres elementos referidos. El Señorio del Solar de Tejada es una institución de origen inmemorial ubicada en La Rioja, en el territorio de su propiedad, reconocida por sucesivas Cartas Reales en las que los Reyes o Jefes de Estado han confirmado, a lo largo de los siglos, su permanencia. La existencia de la institución, y de las facultades a ellos otorgadas en su día ha sido confirmada por diversas Cartas Reales: Enrique IV de Castilla, el 10 de septiembre de 1460, otorga una Carta al linaje de Tejada en el que reconoce a sus miembros el señorío colectivo sobre un término, el Solar de Tejada, confirmando una situación previa de dominio sobre ese solar que se pierde en la noche de los tiempos y que, por su mucha antigüedad -cuando menos del siglo IX-, carecía de una base documental que en 1460, época de creciente burocratización, se convierte en imprescindible para las instituciones nobiliarias, como para el resto de la sociedad.
El privilegio legendario de Ramiro I fue confirmado por el rey Enrique IV y, nuevamente, por los Reyes Católicos en 1491 y por Carlos I en 1527. Expresando literalmente: ‘(…) por lo que considerando a mas de vuestro ilustre nacimiento por descender de aquel singular y noble caballero sancho de tejada y sus magníficos hijos, señores de aquel Solar y Casa ya que lo sois y hemos sido informados de mas de vuestra fidelidad y servicios de vuestros mayores…mereciendo el reconocimiento de los Reyes nuestros progenitores …se confirma el escudo de armas que se dio a sancho de tejada para si y todos sus descendientes perpetuamente de su descendencia legitima y transversal de varonía y hembras que fuesen y probasen benir de la Casa y familia de texada (…)’.
En la actualidad cabe definir la casa Solar y Linaje de Tejada como una comunidad de bienes indivisible constituidos en un señorío solariego, no afectado por las leyes desvinculadoras que sólo suprimió los señoríos jurisdiccionales cuyos derechos de propiedad fueron respetados por las mencionadas leyes. Una comunidad reconocida por la sentencia de la Audiencia de Burgos de 24 de septiembre de 1846. Cuyo tenor (confirmando la previa de 13 de noviembre de 1845, del Juzgado de Torrecilla en Cameros), considera al Solar como Señorío territorial, Divisa y Condominio Solariego, no sujeto a las leyes desvinculadoras decimonónicas. Particular que ratificó el Gobierno Civil de Logroño en el Boletín Oficial Provincial de 25 de marzo de 1874, al excluirlo del catálogo de bienes del Estado, y la Audiencia Territorial de Burgos, por sentencia de 13 de abril de 1944.
Los derechos de los señores y diviseros se trasmiten a todos los descendientes del linaje que, tras probar su descendencia de anteriores señores, son inscritos en los Libros de Asientos, adquiriendo desde entonces la condición de «señor y caballero hijodalgo, divisero del Solar de Tejada». Se adquieren así derechos patrimoniales (bajo la fórmula legal de comunidad de bienes y derechos) que no sólo tiene una valoración económica (más bien simbólica) en cuanto al aprovechamiento de la finca base del señorío, sino también civil, como el reconocimiento de la nobleza (la hidalguía o infanzonía) y el reconocimiento del derecho de uso del escudo de armas, una seña de identidad similar al nombre y al apellido, que denota la pertenencia del titular al linaje de Tejada’.
A continuación, recogemos la descripción heráldica de dicho escudo de armas, aportada por el estudioso del Solar, D. Juan de la Torre y Merino de Tejada, también autor del dibujo del blasón que aquí se presenta:
‘Compónese el escudo de cuatro cuarteles, los que divide una cruz de oro, de la forma que lo es la de la Orden de San Juan.
En el primer campo, a la mano derecha, dos castillos en campo de verde de piedra natural que significan los dos fuertes de Viguera y Clavijo, en cada castillo, sobre la torre del homenaje, una bandera de plata con una cruz roja llana en cada bandera.
En el segundo campo, que es el alto a la siniestra, color azul, están dos medias lunas de plata con trece estrellas alrededor de las medias lunas, las que significan el padre y la madre y por las trece estrellas, que todas son de oro, los trece hijos.
En el tercer campo, que es el bajo a la mano derecha, que es de plata, está un león de sangre rampante, del cual solo usaba este General antes de esto progresos, en el que se nota descendencia de la Casa Real de León, la lengua y unas y corona de oro.
En el cuarto campo, que es también plateado, está un árbol que se llama tejo y en él está atado un oso con una cadena a la rama, cortada, que significa la que cortó Sancho de Tejada cuando se le quebró la lanza.
Todo el escudo está cercado con una orla de oro con trece veneras azules sobre la orla, y en cada venera un hábito (cruz) del Señor Santiago.
Alrededor de la orla trece banderas azules y en cada bandera una media luna de plata con las puntas hacia abajo y
Por timbre sobre la celada, que es de oro, un león, rojo, corona, lengua y uñas de oro, de medio cuerpo descubierto. A la mano derecha, sobre la celada y encima de la celada, haciendo medio globo, el curso de la Epístola canónica del mismo Santiago que dice: ‘Ecce beatificamus eos qui sustinuerunt’ (‘Bendecimos a los que resistieron’).’
Dada la amplitud de la diáspora por la que se han diseminado los descendientes del Solar de Tejada, la presencia del mencionado escudo de armas puede ser rastreada en numerosos lugares de la geografía española fuera de los límites de La Rioja: Zafra, Madrid, Orihuela, Córdoba, Talavera de la Reina, Jerez de la Frontera…
El Solar tiene personalidad jurídica independiente, pues es una Comunidad de Bienes y Derechos reconocida por el Catastro, con un NIF, e integrada por aquellos sujetos que aparezcan inscritos, con las formalidades estatutarias, en los Libros de Asientos y Recibimientos. Tal inscripción se realiza por un riguroso procedimiento de admisión, en el que, bajo la supervisión de un asesor jurídico-nobiliario, deben ser presentados ante la Junta de Probanzas documentos válidos y suficientes para acreditar el enlace genealógico con un señor divisero recibido anteriormente.
b) El Solar de Tejada como seña de identidad riojana.
El Solar de Tejada ocupó una extensión de casi 900 hectáreas divididas en siete divisas de las cuales, por complejas cuestiones feudales, fueron particularizadas cuatro que constituyeron el posteriormente nominado señorío de Belandia que fue, hasta el bien entrado el siglo XIX, como se conoció a esta parte del Solar de Tejada propiedad hoy de la comunidad autónoma de la Rioja.
El término «Tejada» es, a la vez, topónimo y patronímico, pues así se llama el lugar, que aún se identifica con tal nombre en el Catastro Regional de la Propiedad Rústica, y así se llama la familia a cuyo favor se fundó la Casa-solar, por lo que constituye costumbre secular frecuente el agregar el topónimo riojano «de Tejada» al apellido del divisero recibido en el mismo. Por tal motivo existen las familias Matute de Tejada, Castillo de Tejada, Codés de Tejada, Crespo de Tejada, Díez de Tejada, Domínguez de Tejada, Elías de Tejada, Fernández de Tejada, Fraile de Tejada, García de Tejada, Gil de Tejada, Giménez de Tejada, Gómez de Tejada, González de Tejada, Hernández de Tejada, Herreros de Tejada, Jiménez de Tejada, Martínez de Tejada, Merino de Tejada, López de Tejada, Romero de Tejada, Rubio de Tejada, Sáenz de Tejada, Torres de Tejada y un largo etcétera. Tal costumbre significaba, además de una forma de mantener presentes los lazos con La Rioja, la «patria chica» del linaje, servía, en la Corte, en Extremadura, en Andalucía y en América, como magnífica presentación y garantía de seriedad ante los comerciantes y funcionarios de origen coterráneo allí asentados previamente y ante toda la sociedad con la que se iba a tener tratos mercantiles, jurídicos, administrativos o, fácilmente, matrimoniales.
La descendencia de Tejada y la inscripción en las cofradías de Nuestra Señora de Valvanera (muchas veces coincidente) daban coherencia a colonias de riojanos en el resto de España, incluso en Ultramar, y son el origen de grupos de interés y de presión que desempeñaban en el siglo XVIII funciones similares en Sevilla o Buenos Aires a los posteriores partidos políticos.
El análisis sistemático de estas familias aportará interesantes datos al conocimiento de las elites ganaderas de la Mesta, de los comerciantes y fabricantes de paños en Andalucía, y de los integrantes del Arte de la seda en numerosos lugares de España. Más allá de nuestras actuales fronteras, no se puede escribir la Historia de México sin mencionar a varios Lerdo de Tejada.
La historiografía moderna realiza un notable esfuerzo de reinterpretación de las tradiciones legendarias que han informado y deformado tantas crónicas hasta hacer irreconocibles muchos pasajes de la Historia, y su investigación quizá nos remontara hasta el conocimiento de las oligarquías prerromanas existentes en la zona de los Cameros y, con toda seguridad, nos ayudará a conocer mejor la Edad Media riojana y española. Para todo ello es imprescindible estudiar el archivo del Solar de Tejada, un tesoro documental cuyo amplio contenido ha de sistematizarse con las nuevas técnicas e instrumentos informáticos. De su resultado se pueden derivar incalculables consecuencias no sólo para el mejor conocimiento de la Historia sino para otras materias, como la sociología o la genealogía. El estudio bajo nuevas ópticas investigadoras de antiguas tradiciones y bellas leyendas como la batalla de Clavijo o la existencia de Sancho de Tejada, no debe tomarse como ataque iconoclasta a la esencia del privilegio concedido por Enrique IV al linaje de Tejada; simplemente se trata de conocer en sus términos verídicos un fenómeno histórico, jurídico, económico, sociológico y heráldico, de notable singularidad, y cuya pervivencia es una de tantas riquezas que atesora La Rioja. Desentrañar su significado es un reto para historiadores y sociólogos.
Todos los años, el primer domingo de octubre, Laguna de Cameros es punto de reunión para más de un centenar de personas, muchos son vecinos de municipios aledaños; otros viajan expresamente desde Iberoamérica, y hasta de Rusia y Australia. Llegan puntualmente a La Rioja para que su Junta de Gobierno rinda las cuentas anuales propias de un condominio, y para autorizar, en su caso, las propuestas de administración de la casa y del término. Así como los expedientes de ingreso de nuevos señores diviseros, descendientes de los previamente recibidos (más de un centenar en 2010 y más de dos en 2011). En los últimos años cabe reseñar que junto a ellos se han asentado ilustres personajes de la milicia y la diplomacia.
La milagrosa pervivencia de los solares riojanos pese a los movimientos desamortizadores, las guerras civiles, la revolución industrial, la integración europea y otras sacudidas históricas los hace merecedores de un estudio riguroso, científico y profundo y de una reflexión respetuosa sobre su significado y representación, y también obliga moralmente a los miembros del linaje de Tejada, que, repartidos por los hemisferios, se reconocen por el término Tejada y por el escudo de armas que los identifica desde hace ya, al menos, seiscientos años.
2.4.- Bibliografía.
– Castro y García de Tejada, A. de, «El señorío de la Villa de Tejada a la luz del derecho nobiliario vigente» Boletín de la ARGH (Asociación Riojana de Genealogía y Heráldica) nº 5 (2013), pp.33-48.
– Castro y García de Tejada, A. de, «El señorío del Solar de Tejada. Nuevos descubrimientos documentales para alumbrar su historia», en www.docelinajes.org/2014/09/el-senorio-del-solar-de-tejada/
– Concepción Reinares, M. de la, «Algunos poemas y narraciones populares de Valdeosera», Belezos nº 8 (2008), pp. 84-85.
– Dávila, J. A., ‘El Antiguo e Ilustre Solar de Tejada’, Madrid, 1995.
– Granado Hijelmo, I., ‘Las instituciones nobiliarias riojanas: un capítulo de la historia institucional de La Rioja y el derecho nobiliario español’, Madrid, 1955.
– Granado Hijelmo, I., «La Naturaleza Jurídica de los Ilustres Solares Riojanos», Berceo nº 126, Logroño, 1994, pp. 121-138.
– Hernández Lázaro, J. F., ‘Tejada: Solar y linaje’, Logroño, 1976.
– Hernández Lázaro, J. F. ‘Ser de Tejada, Significados del valor actual de la nobleza’, Logroño, 1996.
– Hernández Montalbán, F. J., ‘La abolición de los señoríos en España (1811-1837)’, Madrid, 1999.
– Maldonado y Cocat, R., ‘El solar de Tejada’, Ciudad Real, 1980.
– Rubio de Tejada y Fernández, T., ‘Solar de Tejada. Asientos y elecciones 1569-2008’, Logroño, 2008.
– Rubio Martínez, A., «El Solar de Tejada: auténtica denominación ‘Cameros Rioja’», Belezos 7 (2008), pp. 16-21.
– Sáenz Matienzo, R., ‘Antropología histórica de los Señores de Tejada y Valdeosera (las familias más viejas de Europa)’, Buenos Aires, 2010.
– Sampedro Escolar, J.L., ‘El linaje de Tejada. Un señorío superviviente en el siglo XXI’, Madrid, 2010.
– Torre y Merino de Tejada, J. de la, ‘Reales Cartas de Privilegio y Confirmación de los Señores de la Casa y Solar de Tejada desde Don Enrique IV de Castilla y León, en 1460, hasta S. M. el Rey Don Juan Carlos, en 1981’, Logroño (La Rioja), 2011.
3.- Medidas de protección.
Como bien cultural inmaterial, basado en una estructura social de profunda raigambre y extenso en su desarrollo temporal, en el que se entremezclan leyenda e historia, que nos remonta a hace más de mil años y fuertemente relacionado con las dimensiones identitaria, ritual y simbólica, el Solar de Tejada ha ido generando también muestras de cultura material, como pueden ser las distintas concreciones tangibles de su escudo de armas, la colección documental que supone el archivo del solar o la existencia de un término y una casa solariega situadas en el municipio camerano de Laguna de Cameros. Tal como se ha indicado en el apartado introductorio, todos esos elementos, sin embargo, no forman parte de la presente declaración en la medida en que algunos ya están protegidos por la legislación vigente -como es el caso de los escudos nobiliarios-, otros -como el archivo de Tejada- presentan un valor más bien documental y, por último, otros -como la tierra y la casa solariega- no tienen un valor patrimonial destacado en sí mismos, sino que adquieren su carácter de prestigio exclusivamente por su relación con la realidad inmaterial que representa el Solar de Tejada a lo largo de los siglos.
Por tanto, tal y como corresponde a un bien cultural de carácter inmaterial, la protección del «Patrimonio Cultural del Solar de Tejada» se concreta en su consideración como bien de interés cultural de carácter inmaterial a efectos de su valoración en los proyectos que de ello devengan, así como en la implicación de los poderes públicos en la realización de las labores de investigación, descripción, y divulgación de todo tipo, dirigidas siempre a la conservación documental y a la transmisión intergeneracional de las características propias que definen el solar según lo contenido en este anexo, tanto en lo relativo a la difusión de los valores anteriormente expuestos, como en el fomento del aprecio de los mismos.
En este sentido, las administraciones públicas velarán por el fomento y la proyección de este patrimonio cultural. La mayor difusión y el mejor conocimiento del mismo entre las generaciones presentes y futuras, de manera que los atributos que lo definen garanticen su pervivencia y su papel activo en la sociedad.
El Caballero y Heraldo de la Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria, Don Fernando Martínez Larrañaga, recibió el pasado mes de mayo en Madrid la medalla Conmemorativa del 350 Aniversario de la Fundación del Regimiento de Infantería “Asturias” N.º 31, otorgada por sus méritos y por su servicio al mundo de la Heráldica y Nobiliaria en un acto organizado por el Cuerpo de la Nobleza del Principado de Asturias.
De la creación de la misma ya nos hacíamos eco en este Blog, en la siguiente entrada de hace pocas fechas (insertamos enlace a la misma):
El Cuerpo de la Nobleza del Principado de Asturias haciéndose eco de la importancia y significación que supone celebrar el 350 Aniversario de la Fundación del “Regimiento de Asturias”, y después de escuchar las propuestas de la “Comisión Rectora del 350 aniversario”, deliberó en base al significado histórico de esa Unidad y por su trayectoria profesional, para mejor recuerdo de los hechos memorables acaecidos a lo largo de su profunda y dilatada historia, como también con el deseo de perpetuar su recuerdo, decretó la creación de la Medalla Conmemorativa del 350 Aniversario de la Fundación del Regimiento de Infantería Asturias n.º 31.
Diploma de la Concesión de la Medalla, diseñado por el propio D. Fernando Martínez Larrañaga.
Las personas que deseen recibir esta Medalla, pueden dirigirse al Excmo. Sr. Duque de Sevilla, bien por carta dirigida al Cuerpo de la Nobleza del Principado de Asturias o por mensaje al correo electrónico cuerponobleza@gmail.com
A la instancia de solicitud habrán de unir una relación de sus méritos y servicios.
Desde esta Casa queremos darle la enhorabuena.
Magnífico artículo, cuyo contenido es de rabiosa actualidad, redactado por mi querido amigo de Soria D. José B. Boces Diago titulado «LAS ESPAÑAS» y publicado recientemente en el Diario de Soria.
Al pie de la imagen del artículo y para su mejor lectura, reproducimos el texto en su integridad.
LAS ESPAÑAS
José B. Boces Diago
En un artículo anterior apuntaba que el sentido de lo peculiar y de la diferencia han sido desde siempre uno de los rasgos más característicos de la personalidad de los españoles. Además los nacionalismos excluyentes vasco y catalán justifican su existencia como nación porque dicen, constituyen una entidad natural que por rigurosa ley histórica ha de transformarse necesariamente en una unidad política diferente de la española, y para ello se apoyan en tres principios: la cultura, los derechos históricos y la lengua; hasta hace unos años también incluían, sobre todo los vascos, el de superioridad de la raza pero hoy ya no se atreven a hacerlo, al menos en público.
Por lo que respecta a la primera sostienen que ellos son el alma de la recuperación de una cultura ancestral sojuzgada por el decadente estado español; una cultura que estaba dormida esperando una señal nacionalista para renacer pura y limpia de la contaminación española. En realidad lo que han hecho es crear unas formas culturales de nuevo cuño que nada tienen que ver con la que fue y que hacen irreconocible el verdadero ser tradicional de las gentes de estas tierras; una cultura pensada para adoctrinar y narcotizar en los espectáculos de masas, en los medios de comunicación y en las escuelas. De lo que se trata es que, como en la famosa obra de Orwell, todos formen parte de un rebaño que nunca cuestionará las esencias y las órdenes del nacionalismo dirigente.
En cuanto a la historia y por consiguiente los derechos históricos que de ella se derivan, han sido en su mayor parte convenientemente manipulados cuando no directamente inventados; muestra de ello son las páginas web oficiales en las que vemos en unos casos aparecer reinos que nunca han existido o reyes que tampoco lo fueron, y en otros desaparecer hechos, situaciones o personas que formaron parte de su historia pero que ahora no convienen a la doctrina. Donde surge la mayor, más absurda y grave contradicción es en sus planteamientos en torno al “derecho a decidir”. Para los nacionalistas este es un derecho que sólo puede ser ejercitado por las personas que cumplan los requisitos que ellos previamente han establecido. Pero es de sentido común que el “derecho a decidir” para que sea verdaderamente democrático, debe practicarse por todas aquellas personas que están afectadas por la cuestión “a decidir”, y dado que en el caso que nos ocupa lo que se plantea es la independencia de una parte integrada en un todo, que es el estado español, necesariamente habrán de decidir sobre esta cuestión la totalidad de las personas que viven y son parte del estado español, puesto que a todas, antes o después, va a afectar lo que ocurra. Esto que es un principio elemental de democracia y que está basado en algo tan fundamental como es la igualdad de los seres humanos, parece que no encaja con el planteamiento de los nacionalistas vascos y catalanes.
La lengua es el motivo central de la reivindicación nacionalista y sobre ella, como todos sabemos, se han vertido muchos ríos de tinta por lo que tal vez sea mejor dejar el tema para una ocasión que permita un estudio más en detalle. No obstante quiero apuntar aquí unas ideas que creo pueden ser clarificadoras sobre el asunto: si admitiésemos sin más la doctrina de estos nacionalistas cualquier pueblo que tiene lengua propia debe crear su propia nación; así pues si en este planeta tenemos contabilizadas más de 8.000 lenguas diferentes habrían de existir 8.000 naciones, eso siempre que no contabilicemos también los dialectos y variantes locales. Evidentemente la mayoría de los seres humanos son mucho más racionales que estos iluminados, y en la actualidad el número de naciones está en torno a las doscientas y, según los últimos estudios de los científicos de la política la tendencia es a disminuir.
A pesar de lo dicho allí donde surge este tipo de nacionalismo excluyente por desgracia suele imponerse con facilidad sobre el resto de las ideologías, y no precisamente porque sus fundamentos teóricos sean racionalmente los más sólidos, más bien su éxito radica precisamente en lo contrario, en la pobreza ideológica: su argumentario está sustentado en simplismos extraídos de una historia manipulada que, a su vez, ha creado una cultura de nuevo cuño con la lengua como razón de la diferencia, en una sociedad que se adora a sí misma y poco más. Una ideología simple pensada por y para la autocomplacencia, para el elogio de lo suyo frente a lo de fuera; si esto se conjuga con una educación en la que más que el conocimiento interesa el adoctrinamiento homogeneizador, con un sistema político controlado hasta el más mínimo detalle por el poder y con unos medios de comunicación convenientemente “engrasados” desde el régimen (una mentira repetida hasta la saciedad se convierte en una verdad), podremos entender la razón de su éxito. Por eso cuando desde dentro alguien se enfrenta a ellos, cuando a esas ideas simples y ramplonas se oponen argumentos serios y racionales, la respuesta es siempre la misma: la condena, el ostracismo, la expulsión de la tribu, si no algo peor, la coacción, la violencia e incluso el tiro en la nuca -como desgraciadamente hemos tenido que sufrir hasta no hace mucho en España.
E. Gellner escribió que “…una sociedad de tipo moderno no puede tomar cuerpo sin satisfacer en buena medida el imperativo nacionalista…”, y es cierto, pero frente al nacionalismo excluyente e intolerante, el nacionalismo que “no quiere ser español”, el nacionalismo de aldea, el de los míos frente a los otros, está la idea de una España moderna que desde la unidad respeta la pluralidad; una nación española que cree en las personas, en la libertad individual, en la igualdad de todos sin privilegios por razón de lugar de residencia, idioma, raza o religión; un nación española integrada en Europa que mira al futuro con optimismo, dejando atrás los localismos, privilegios y fueros arcaicos de los nacionalistas excluyentes.
“Un alto grado de autonomía territorial debe ir acompañado de un sometimiento absoluto al principio democrático de legalidad”. España necesita un estado fuerte en el que de una vez por todas queden fijadas las competencias de las comunidades autónomas, en igualdad y sin asimetrías; en el que las competencias estatales se ejerzan de manera efectiva y en el que esté garantizado el cumplimiento de la ley en todo el territorio. No hacerlo así puede convertir a España en un estado fallido.
Esto viene a cuento porque días atrás hemos vuelto a oír declaraciones de algunos que consideran que pitar al himno nacional de España es “libertad de expresión”. ¿Dónde está la libertad de expresión de aquellos que por rotular en español tienen que pagar una multa?… Esperemos que el siguiente paso no sea poner una señal en la ropa a todos los que se expresen en español.