El Capellán Mayor de Honor de esta Casa Troncal D. Gerardo Melgar, destinado como Obispo a Ciudad Real
D. Gerardo Melgar deja la Diócesis de Osma-Soria, siendo nombrado próximamente nuevo obispo de Ciudad Real
La toma de posesión tendrá lugar el próximo 21 de mayo en la catedral
El prelado de Osma-Soria confirma nombramiento hecho por el Papa Francisco. Accede a una sede episcopal que cuenta con 600.000 personas y confiesa “sentimientos encontrados” ante el nuevo destino pastoral que se le encomienda a partir de ahora.
Para la Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria, supone una sensible pérdida ya que D. Gerardo Melgar además de ser el Reverendisimo e Ilmo. Obispo de Osma-Soria, ostenta la distinción de Capellán Mayor de Honor de esta Casa Troncal, además de tener como distinción especial las «Llaves de Plata» de la Casa Troncal
“Un obispo debe de estar al servicio de la Iglesia en todo momento”. Con estas palabras, Gerardo Melgar, que hasta este mismo viernes ha ejercido como cabeza de la Iglesia en Osma-Soria, ha abierto la rueda informativa en la que comunicaba su partida a la diócesis de Ciudad Real, toda vez que el Papa Francisco I rubricaba oficialmente esta designación. Se sentará en la aquella sede episcopal el próximo 21 de mayo.
D. Gerardo Melgar en varias instantáneas con miembros de la Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria.
La Santa Sede ha hecho público este viernes que el papa Francisco ha nombrado al actual obispo de Osma-Soria, Gerardo Melgar Viciosa, obispo de la Diócesis de Ciudad Real, tras aceptar la renuncia al gobierno pastoral de esta diócesis presentada por monseñor Antonio Ángel Algora, que continuará gobernando la Diócesis en calidad de administrador apostólico, hasta la toma de posesión de su sucesor, que se producirá el 21 de mayo.
Según ha comunicado la Nunciatura Apostólica a la Conferencia Episcopal Española en nota de prensa, el anuncio se ha producido a las 12.00 horas de este viernes. Algora ha renunciado conforme al canon 401, párrafo 1, del Código de Derecho Canónico, que ruega que al obispo que haya cumplido 75 años que presente su renuncia.
Melgar Viciosa, obispo de Osma-Soria desde 2008, nació en Cervatos de la Cueza (Palencia) el 24 de septiembre de 1948. Realizó su formación humanística, filosófica y teológica en los seminarios menor y mayor de Palencia. Obtuvo la Licenciatura en Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma (1974-1976). Recibió la ordenación sacerdotal el 20 de junio de 1973 en Palencia, sede en la que desarrolló su ministerio sacerdotal. Comenzó sus tareas pastorales como cura ecónomo de Polentinos, Vañes, San Felices, Celada y Herreruela y coadjutor de la parroquia San Lázaro de Palencia. En el seminario menor de Palencia fue formador (1977-1982) y rector (1982-1987).
Desempeñó también otros cargos pastorales como vicario parroquial, vicario episcopal de pastoral, párroco, confesor ordinario del seminario menor y delegado diocesano de pastoral familiar. En agosto de 2005 fue nombrado vicario general de la diócesis de Palencia. Desde el 21 de enero al 10 de septiembre de 2006 fue su administrador apostólico. El 1 de mayo de 2008 se hacía público su nombramiento como obispo de Osma-Soria. Recibió la ordenación el 6 de julio del mismo año.
En la CEE es miembro de la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida, dentro de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar, desde el año 2008.
Carta de D. Gerardo a los diocesanos de Osma-Soria con motivo de su traslado a la Sede de Ciudad Real
Queridos hermanos de Osma-Soria a los que durante ocho años os he presidido en la fe y en el amor:
Os comunico que el Santo Padre me ha nombrado Obispo de la Diócesis de Ciudad Real. El Sr. Nuncio de Su Santidad en España, Mons. Renzo Fratini, me llamó el martes día 22 de marzo para comunicármelo y fijar la fecha de publicación del nombramiento, que sería hoy a las 12 de la mañana, y de la toma posesión de la nueva Diócesis que será, D. m., el día 21 de mayo.
En estos momentos albergo en mi corazón sentimientos encontrados. Por una parte, tengo muy claro que un Obispo debe estar siempre al servicio de la Iglesia y donde la Iglesia lo necesite, y quiero vivirlo así. De ahí que, desde el primer momento, mi razonamiento haya sido éste y así se lo expresé al Sr. Nuncio: yo estoy al servicio de la Iglesia y si la Iglesia me necesita en este momento en Ciudad Real, estoy plenamente disponible para lo que se me pide. Agradezco al Santo Padre la confianza depositada en
mi pobre persona para pastorear la Diócesis de Ciudad Real a la que me envía y le expreso mi más sincera comunión y obediencia a su persona y a sus decisiones.
Por otra parte, en este momento se acumulan en mi cabeza y en mi corazón todos los buenos momentos que he vivido en esta amada Diócesis de Osma-Soria durante los ocho años en que he ejercido el ministerio episcopal entre vosotros. Mi agradecimiento va particularmente hacia las personas con las que he trabajado codo con codo y muy a gusto con ellas; el día a día y los grandes o pequeños proyectos pastorales que hemos ido desarrollando hacen que sienta que algo se desgarra dentro de mi corazón al tener que abandonar esta Diócesis que me ha enseñado a ser Obispo y Pastor.
Os agradezco a todos los oxomenses-sorianos el cariño y la acogida que siempre me habéis dispensado en estos ocho años de servicio episcopal entre vosotros; lo mucho que he aprendido de vosotros y las respuestas tan cercanas, cariñosas y generosas, que he recibido de muchos de vosotros. Especialmente quiero agradecer el trabajo pastoral de los sacerdotes que durante estos años me habéis demostrado de lo que sois capaces.
Muchos de vosotros, muy mayores en edad pero jóvenes de corazón, me habéis dado un ejemplo de entrega y de generosidad atendiendo a las parroquias hasta que no habéis podido más. Gracias por vuestra entrega y que el Señor os lo premie.
Gracias también a los laicos que habéis participado de los planteamientos pastorales de la Diócesis y habéis estado presentes en todo momento en los grandes acontecimientos y celebraciones: los tres años de Misión diocesana, Semanas de la familia, el proyecto “Discípulos-misioneros” y un largo etcétera. Seguid siendo evangelizadores activos y comprometidos en las diversas tareas diocesanas.
Y gracias también a los religiosos y religiosas que desde la oración y la participación activa en la Diócesis habéis estado siempre muy cercanos al Obispo y a los planteamientos provenientes de la Iglesia diocesana.
Os pido perdón si en algunos aspectos no he sabido dar respuesta a lo que esperabais de mí como Pastor y Obispo, y si en alguna actuación mía no he sabido pastorearos como debía.
Por gusto personal seguiría entre vosotros pero no soy Obispo para seguir mi gusto sino para servir a la Iglesia donde me necesite, y ahora el Santo Padre me envía a la Diócesis de Ciudad Real donde seguro que voy a encontrar el apoyo, el cariño, la cercanía y la colaboración que siempre encontré entre vosotros.
Pedid desde ahora por mi nueva Diócesis y seguid pidiendo por mí como su Obispo para que en todo momento sepa dar lo mejor de mí mismo en favor de la evangelización misionera en este nuevo destino. Cuento con vuestra oración y vosotros siempre con la mía, con mi cercanía, mi recuerdo, mi amistad y mi cariño.
Un abrazo para todos y que Dios os bendiga.
Gerardo Melgar Viciosa
Administrador Apostólico de Osma-Soria