Plaza Mayor n° 6, Soria, España

Archivos diarios: 9 abril, 2016

9 04, 2016

El Capellán Mayor de Honor de esta Casa Troncal D. Gerardo Melgar, destinado como Obispo a Ciudad Real

Por |2020-11-13T03:39:50+01:00sábado, abril 9, 2016|

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D. Gerardo Melgar deja la Diócesis de Osma-Soria, siendo nombrado próximamente nuevo obispo de Ciudad Real

La toma de posesión tendrá lugar el próximo 21 de mayo en la catedral

El prelado de Osma-Soria confirma nombramiento hecho por el Papa Francisco. Accede a una sede episcopal que cuenta con 600.000 personas y confiesa “sentimientos encontrados” ante el nuevo destino pastoral que se le encomienda a partir de ahora.

Para la Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria, supone una sensible pérdida ya que D. Gerardo Melgar además de ser  el  Reverendisimo e Ilmo. Obispo de Osma-Soria, ostenta la distinción de Capellán Mayor de Honor de esta Casa Troncal, además de tener  como distinción especial las «Llaves de Plata» de la Casa Troncal

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Aceptación de D. Gerardo como Capellán Mayor de la Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria

Aceptación de D. Gerardo como Capellán Mayor de la Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria

“Un obispo debe de estar al servicio de la Iglesia en todo momento”. Con estas palabras, Gerardo Melgar, que hasta este mismo viernes ha ejercido como cabeza de la Iglesia en Osma-Soria, ha abierto la rueda informativa en la que comunicaba su partida a la diócesis de Ciudad Real, toda vez que el Papa Francisco I rubricaba oficialmente esta designación. Se sentará en la aquella sede episcopal el próximo 21 de mayo.

D. Gerardo Melgar en varias instantáneas con miembros de la Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria.

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La Santa Sede ha hecho público este viernes que el papa Francisco ha nombrado al actual obispo de Osma-Soria, Gerardo Melgar Viciosa, obispo de la Diócesis de Ciudad Real, tras aceptar la renuncia al gobierno pastoral de esta diócesis presentada por monseñor Antonio Ángel Algora, que continuará gobernando la Diócesis en calidad de administrador apostólico, hasta la toma de posesión de su sucesor, que se producirá el 21 de mayo.

Según ha comunicado la Nunciatura Apostólica a la Conferencia Episcopal Española en nota de prensa, el anuncio se ha producido a las 12.00 horas de este viernes. Algora ha renunciado conforme al canon 401, párrafo 1, del Código de Derecho Canónico, que ruega que al obispo que haya cumplido 75 años que presente su renuncia.

Melgar Viciosa, obispo de Osma-Soria desde 2008, nació en Cervatos de la Cueza (Palencia) el 24 de septiembre de 1948. Realizó su formación humanística, filosófica y teológica en los seminarios menor y mayor de Palencia. Obtuvo la Licenciatura en Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma (1974-1976). Recibió la ordenación sacerdotal el 20 de junio de 1973 en Palencia, sede en la que desarrolló su ministerio sacerdotal. Comenzó sus tareas pastorales como cura ecónomo de Polentinos, Vañes, San Felices, Celada y Herreruela y coadjutor de la parroquia San Lázaro de Palencia. En el seminario menor de Palencia fue formador (1977-1982) y rector (1982-1987).

Desempeñó también otros cargos pastorales como vicario parroquial, vicario episcopal de pastoral, párroco, confesor ordinario del seminario menor y delegado diocesano de pastoral familiar. En agosto de 2005 fue nombrado vicario general de la diócesis de Palencia. Desde el 21 de enero al 10 de septiembre de 2006 fue su administrador apostólico. El 1 de mayo de 2008 se hacía público su nombramiento como obispo de Osma-Soria. Recibió la ordenación el 6 de julio del mismo año.

En la CEE es miembro de la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida, dentro de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar, desde el año 2008.

Escudo de Armas de D. Gerardo Melgar, con la Venera de los Doce Linajes de Soria.

Escudo de Armas de D. Gerardo Melgar, con la Venera de los Doce Linajes de Soria.

Carta de D. Gerardo a los diocesanos de Osma-Soria con motivo de su traslado a la Sede de Ciudad Real

Queridos hermanos de Osma-Soria a los que durante ocho años os he presidido en la fe y en el amor:

Os comunico que el Santo Padre me ha nombrado Obispo de la Diócesis de Ciudad Real. El Sr. Nuncio de Su Santidad en España, Mons. Renzo Fratini, me llamó el martes día 22 de marzo para comunicármelo y fijar la fecha de publicación del nombramiento, que sería hoy a las 12 de la mañana, y de la toma posesión de la nueva Diócesis que será, D. m., el día 21 de mayo.

En estos momentos albergo en mi corazón sentimientos encontrados. Por una parte, tengo muy claro que un Obispo debe estar siempre al servicio de la Iglesia y donde la Iglesia lo necesite, y quiero vivirlo así. De ahí que, desde el primer momento, mi razonamiento haya sido éste y así se lo expresé al Sr. Nuncio: yo estoy al servicio de la Iglesia y si la Iglesia me necesita en este momento en Ciudad Real, estoy plenamente disponible para lo que se me pide. Agradezco al Santo Padre la confianza depositada en

mi pobre persona para pastorear la Diócesis de Ciudad Real a la que me envía y le expreso mi más sincera comunión y obediencia a su persona y a sus decisiones.

Por otra parte, en este momento se acumulan en mi cabeza y en mi corazón todos los buenos momentos que he vivido en esta amada Diócesis de Osma-Soria durante los ocho años en que he ejercido el ministerio episcopal entre vosotros. Mi agradecimiento va particularmente hacia las personas con las que he trabajado codo con codo y muy a gusto con ellas; el día a día y los grandes o pequeños proyectos pastorales que hemos ido desarrollando hacen que sienta que algo se desgarra dentro de mi corazón al tener que abandonar esta Diócesis que me ha enseñado a ser Obispo y Pastor.

Os agradezco a todos los oxomenses-sorianos el cariño y la acogida que siempre me habéis dispensado en estos ocho años de servicio episcopal entre vosotros; lo mucho que he aprendido de vosotros y las respuestas tan cercanas, cariñosas y generosas, que he recibido de muchos de vosotros. Especialmente quiero agradecer el trabajo pastoral de los sacerdotes que durante estos años me habéis demostrado de lo que sois capaces.

Muchos de vosotros, muy mayores en edad pero jóvenes de corazón, me habéis dado un ejemplo de entrega y de generosidad atendiendo a las parroquias hasta que no habéis podido más. Gracias por vuestra entrega y que el Señor os lo premie.

Gracias también a los laicos que habéis participado de los planteamientos pastorales de la Diócesis y habéis estado presentes en todo momento en los grandes acontecimientos y celebraciones: los tres años de Misión diocesana, Semanas de la familia, el proyecto “Discípulos-misioneros” y un largo etcétera. Seguid siendo evangelizadores activos y comprometidos en las diversas tareas diocesanas.

Y gracias también a los religiosos y religiosas que desde la oración y la participación activa en la Diócesis habéis estado siempre muy cercanos al Obispo y a los planteamientos provenientes de la Iglesia diocesana.

Os pido perdón si en algunos aspectos no he sabido dar respuesta a lo que esperabais de mí como Pastor y Obispo, y si en alguna actuación mía no he sabido pastorearos como debía.

Por gusto personal seguiría entre vosotros pero no soy Obispo para seguir mi gusto sino para servir a la Iglesia donde me necesite, y ahora el Santo Padre me envía a la Diócesis de Ciudad Real donde seguro que voy a encontrar el apoyo, el cariño, la cercanía y la colaboración que siempre encontré entre vosotros.

Pedid desde ahora por mi nueva Diócesis y seguid pidiendo por mí como su Obispo para que en todo momento sepa dar lo mejor de mí mismo en favor de la evangelización misionera en este nuevo destino. Cuento con vuestra oración y vosotros siempre con la mía, con mi cercanía, mi recuerdo, mi amistad y mi cariño.

Un abrazo para todos y que Dios os bendiga.

… Gerardo Melgar Viciosa

Administrador Apostólico de Osma-Soria

D. Gerardo Melgar, con Su Santidad el papa Francisco

D. Gerardo Melgar, con Su Santidad el papa Francisco

Le echaremos de menos D. Gerardo.

Siempre tendrá en Soria y en la Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria, su propia casa.

Que Dios le bendiga

Muchas gracias 12 linajes

 

9 04, 2016

 Escudo de Armas de la Ciudad de Buenos Aires, fundada por Juan de Garay; por D. José M. Huidobro

Por |2020-11-13T03:39:50+01:00sábado, abril 9, 2016|

Artículo de fecha 01-03-2016 de D. José Manuel Huidobro 

Caballero de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén, Miembro de la Real Asociación de Hidalgos de España. Máster en Derecho Nobiliario, Heráldica y Genealogía (UNED). Autor de 55 libros y más de 700 artículos.

 Escudo de Armas de la Ciudad de Buenos Aires, fundada por Juan de Garay

 En los autos fechados el 20 de Octubre de 1580, proveídos por el hidalgo vizcaino Juan de Garay, fundador de la Ciudad de la Santísima Trinidad* (actual Buenos Aires), se hace referencia al orden que había que guardar en el repartimiento de tierras y estancias, la elección del patrono y las armas de la ciudad

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En estos autos, Juan de Garay, a las órdenes del adelantado del Rio de la Plata, Juan Torres de Vera y Aragón, señaló como armas de la ciudad un águila negra pintada al natural, con su corona en la cabeza, cuatro hijos debajo, demostrando que los cría. Una cruz colorada sangrienta saliendo de su mano derecha y subiendo más alta que la Corona, semejante a la Cruz de Calatrava, todo ello en campo blanco.

Primer escudo de Buenos Aires, elegido por Juan de Garay para representar a la  ciudad. El águila negra reproduce a las que aparecen en los escudos nobiliarios de los adelantados Ortiz de Zárate y Torres de Vera. Los aguiluchos son la representación gráfica de las cuatro ciudades que debía fundar Ortíz de Zárate. La cruz y la corona simbolizan el propósito de ensalzar la fe católica y servir a la corona de Castilla y León respectivamente.

Las razones alegadas por el mismo Garay sobre el significado de estos atributos son las siguientes: «haber venido a este puerto con el fin y propósito firme de ensalzar la fe católica y servir a la corona real de Castilla y León, dar ser y aumentar los pueblos de esta generación que a cuarenta años que está poblados y cerrados e iban en gran disminución…».

El sábado 11 de Junio de 1580, Juan de Garay fundó la Ciudad de la Santísima Trinidad, a la que denominó así por haber llegado el 29 de mayo, fecha coincidente con esa festividad religiosa. El puerto conservó el nombre de Santa María de Buenos Aires, que Don Pedro de Mendoza le dio en 1536, por un voto que había hecho a la Virgen del Buen Aire, venerada en Cágliari (Cerdeña), lugar en que había intervenido en campañas militares. También se relaciona la elección de la virgen, con dos mercedarios entre los miembros de la expedición de Garay.

Imagen de la Fundación de Buenos Aires (por José María Carbonero, 1910)

Imagen de la Fundación de Buenos Aires (por José María Carbonero, 1910)

Meses después, el 17 de octubre, Garay repartió los solares y chacras, y el 20 de ese mes reunió al Cabildo para elegir el Patrono de la Ciudad y determinar el escudo de Armas que debía tener. Los cabildantes expresaron en esa oportunidad a Garay la necesidad de que éste señalase las armas a la ciudad para que este crease su blasón (escudo) y el acta capitular de dicha sesión describe al águila con los aguiluchos, sosteniendo la cruz de Calatrava en su pata derecha, sobre un fondo blanco.

Como se ha comentado, las razones que alegó Garay para las figuras del escudo eran las siguientes:»… haber venido a este puerto con el fin y propósito firme de ensalzar la Santa Fe Católica (reflejado en la Cruz de Calatrava) y servir a la corona real de Castilla y León (la corona que sostiene el águila en su cabeza) y aumentar los pueblos de esta gobernación que a cuarenta años de estar poblados y cerrados, iban en gran disminución…». Según el historiador Enrique Peña, estos pueblos serían representados por los cuatro aguiluchos, y que aluden a las cuatro ciudades que debía fundar el tercer adelantado del Rio de la Plata Juan Ortiz de Zárate por los términos de la capitulación del 10 de julio de 1569 con Felipe II: Santa Fe (1573), Buenos Aires (1580) y, fundadas después de la muerte de Garay sucedida en 1583, Concepción de Nuestra Señora, en el río Bermejo (1585) y Vera ó San Juan de Vera de las Siete Corrientes (1587), por su sucesor Torres de Vera.

Así, en 1591, el Real Consejo de Indias, aceptó como armas las que dio Garay, permitiendo a la ciudad utilizarlas, pero hasta 1615 no vuelven a ser mencionadas en las actas capitulares, y ese año se describe un escudo con un pelícano y cinco hijos, ignorándose la razón del cambio del animal representado.

El 5 de noviembre de 1649 se propone un nuevo modeloEn él, el águila se transformó en una paloma radiante, volando de frente (que simboliza al Espíritu Santo que representa «la Trinidad»), (y se observan más tarde una carabela y un bergantín, que fueron las embarcaciones que trajo Juan de Garay); el ancla parcialmente sumergida, simboliza el carácter del puerto de Buenos Aires.

Escudo aprobado en 1649

Escudo aprobado en 1649

Nuevo escudo de Buenos Aires**

Nuevo escudo de Buenos Aires**

**La incorporación de las naves al escudo de Buenos Aires se realizó por primera vez en las medallas mandadas a acuñar en el Perú con motivo de las fiestas de proclamación del rey Fernando VI, que se realizaron en la ciudad en 1747.

En sucesivas modificaciones del escudo con los barcos navegando en direcciones contrarias a las del emblema adoptado finalmente el 3 de diciembre de 1923, o figurando un mar sin barcos, llegamos a 1852, fecha en la cual, se reorganiza el gobierno Municipal (los cabildos habían sido suprimidos por ley de 1821). En esta oportunidad, se encargó a una comisión de educación el proyecto de un emblema para el municipio, que propuso reutilizar el usado anteriormente, con dos navíos anclados en el mar, una paloma radiante volando en medio y sin ancla, que indicaba puerto. En 1856, según Enrique Peña, se sancionó la ordenanza correspondiente. El ancla fue impuesta por la costumbre y por los antecedentes considerados al sancionar la ordenanza.

La Ordenanza sancionada el 3 de diciembre de 1923, estableció el diseño del escudo de Buenos Aires ajustándose a las siguientes disposiciones:

  • Una elipse de una proporción de 5:6 entre su eje mayor y menor, encerrará los atributos del escudo.
  • En jefe una paloma radiante, vista de frente y con las alas extendidas.
  • En punta una áncora, medio sumergida con la parte de la caña y una uña fuera de la superficie de una marizada, que ocupará el cuartel inferior.
  • Un poco más abajo de la línea que determina el eje menor de la elipse, dos barcos, uno de ellos carabela, y el otro bergantín del siglo XVI, vistos ambos por el costado de babor, de igual o parecido tamaño, colocados en el mismo plano.
  • La carabela tendrá dos castillos, cuatro palos verticales y bauprés. Sobre el castillo de proa, el trinquete con dos vergas; en los tres palos restantes, las antenas correspondientes al aparejo latino.
  • El bergantín, con aparejo redondo o de cruz en el trinquete y latino en mástil de mesana.

En 1910, Peña había propuesto la sanción de una ordenanza que determinara la representación gráfica del escudo de armas de la ciudad, a fin de terminar las diferencias entre distintos escudos que podían advertirse en los documentos que a diario salían de las mismas oficinas municipales. En ese sentido, recomendó que no estando determinada la clase de barcos que figuraban en los escudos empleados, se usaran carabela y un bergantín, que fueron dos tipos de las embarcaciones que trajo Garay cuando vino a fundar la ciudad.

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Por otro lado, Peña acudió a los archivos de España, planos y documentos referidos a la historia edilicia de la ciudad encomendó al pintor D. Miguel Vela especialista en trabajos heráldico: ejecución del dibujo dado por Garay a Buenos Aires, facilitándole copias de actas del Cabildo y resolución del Consejo de Indias. La ilustración, tal como se la reproduce en la Bandera de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, sancionada en 1995, es la reproducción gráfica del escudo que Garay dio al fundar la ciudad en 1580.

Actual escudo de la ciudad de Buenos Aires

Actual escudo de la ciudad de Buenos Aires

En noviembre del 2012, la Legislatura porteña aprobó una ley que modificó yrestituyó el formato anterior del escudo. El nuevo símbolo consiste en una versión depurada del aprobado el 7 de julio de 1856 por el Concejo Municipal de Buenos Aires y que recibió sanción definitiva por Ordenanza del 3 de diciembre de 1923. Se trata de un óvalo con la imagen del Río de la Plata, dos naves que simbolizan las dos fundaciones de la Ciudad, y una paloma blanca, con sus alas abiertas sobre el cielo.

El nombre inicial de la ciudad fundada por Juan de Garay: «Ciudad de La Santísima Trinidad»… y «Puerto de Santa María del Buen Ayre». 

 

 Publicado en el blog «Hidalgos en la Historia» cuyo blogmaster es D. J. Manuel Huidobro

 http://hidalgosenlahistoria.blogspot.com.es/

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