¡laus Deo!. El Real Cuerpo de la Nobleza de Madrid celebró la fiesta de san Ildefonso
El Real Cuerpo de la Nobleza de Madrid celebró la fiesta de san Ildefonso
El pasado 23 de Enero, fue la festividad de San Idelfonso , arzobispo de Toledo, patrono del Real Cuerpo de la Nobleza de Madrid. La Casa Troncal de Los Doce Linajes de Soria felicita a tal corporación nobiliaria
¡laus Deo!
El pasado sábado 23 de enero, el Real Cuerpo de la Nobleza de Madrid honró a su patrono en la fiesta litúrgica de san Ildefonso, en la iglesia del Real Monasterio de la Encarnación de Monjas Agustinas Recoletas (Plaza de la Encarnación, 1), sede de este cuerpo desde 1958. Los actos dieron comienzo con el ingreso de nuevos caballeros y damas, para continuar con la celebración de la Eucaristía en honor a san Ildefonso quién, junto con Santa María la Real de la Almudena, son los patronos del cuerpo.
Además de la felicitación extensiva a todos los miembros de la Real Corporación, tenemos el honor de individualizar la felicitación a nuestro querido Dr. D. Alfonso de Ceballos Escalera y Gila, Marqués de la Floresta y Vizconde de Ayala; ya que en los actos se formalizó solemnemente el ingresó de su hijo don Antonio, el cual juró fidelidad al Rey y a España; siendo ya tres de sus hijos los que pertenecen a tan distinguida institución.
A continuación, damos cuenta de los nuevos Caballeros y Damas que fueron recibidos en el Real Cuerpo de la Nobleza de Madrid (por el mismo orden de la jura):
Ilmos. Señores D. Antonio de Ceballos-Escalera y Moyano; D. Alberto de Satrústegui y Pérez-Caballero; D. Jorge de Barriobero y de la Peña, Barón de Río Tovía; D. Carlos Méndez de Vigo y Löwenstein-Wertheim-Rosenberg; D. Landolfo Ambrogio Caracciolo di Melissano y d’Aquino di Caramanico, Príncipe de Scanno y de Melissano, Duque de Barrea, Patricio de Nápoles; D. Manuel Gullón de Oñate, Conde de Tepa, gentilhombre de Su Santidad; D. Fernando Coello de Portugal y Mola; D. José Francisco y D. Alfonso Fanjul y Gómez-Mena.
Damas, Ilmas. Sras. Dª María Dolores de la Campa y Alonso; Dª María Inés Fernández de Luanco y Muñoz; y Dª Fabiola Pinedo de Zúñiga y Noriega.
El Real Cuerpo de la Nobleza de Madrid, fue fundado en 1782, siendo el jefe supremo del Real Cuerpo es S.M. Felipe VI. Es copatrono San Ildefonso y se hace coincidir su festividad, el 23 de enero, con la imposición de manto de los nuevos caballeros, ceremonia que se efectúa todos los años en el Real Monasterio de La Encarnación.
Para ingresar el pretendiente debe de presentar expediente donde pruebe la nobleza de sus dos primeros apellidos, paterno y materno, si bien a quienes ostentan títulos del reino solo se les exige la prueba del primer apellido y los grandes de España ingresan directamente. El Real Cuerpo es una de las corporaciones españolas donde la apreciación de los tres actos positivos de nobleza se realiza con mayor rigor y pulcritud.
Su insignia es una cruz púrpura formada por cuatro puntas de lanza y su venera un escudo cortado con las armas de Castilla y León, timbrado con un yelmo y rodeado de una cinta con el lema Ex virtute nobilitas, de evidentes resonancias ilustradas.
SAN ILDEFONSO
San Ildefonso nació en Toledo en el 607, durante el reinado de Witerico, de estirpe germánica, era miembro de una de las distintas familias regias visigodas. Según una tradición que recoge Nicolás Antonio (Bibliotheca Hispana Vetus, PL 96,11), fue sobrino del obispo de Toledo San Eugenio III, quien comenzó su educación.
Por el estilo de sus escritos y por los juicios emitidos en su De viris illustribus sobre los personajes que menciona, se deduce que recibió una brillante formación literaria. Según su propio testimonio fue ordenado de diácono (ca. 632-633) por Eladio, obispo de Toledo (De vir. ill. 7: PL 96,202). En un pasaje interpolado del Elogium, se dice que siendo aún muy niño, ingresó en el Monasterio de Agali o agaliense, en los arrabales de Toledo, contra la voluntad de sus padres. Más adelanté se afirma que «se deleitaba con la vida de los monjes», frase que debe interpretarse siguiendo a Flórez (V,276) en el sentido de que desde niño se inclinó al estado religioso.
Ildefonso estuvo muy vinculado a este monasterio, como él mismo recuerda al hablar de Eladio, y como se deduce del De vir. ill. con el que pretende exaltar la sede toledana y quizá mostrar el papel privilegiado que correspondía al monasterio Agaliense. Estando ya en el monasterio, funda un convento de religiosas dotándolo con los bienes que hereda, y en fecha desconocida (650?), es elegido abad. Firma entre los abades en los Concilios VIII y IX de Toledo, no encontrándose su firma, en cambio, en el X (656). Muerto el obispo Eugenio III es elegido obispo de Toledo el a. 657, y según el Elogium obligado a ocupar su sede por el rey Rescenvinto.
En la correspondencia mantenida con Quirico, obispo de Barcelona, se lamenta de las dificultades de su época. A ellas atribuye el Elogium que dejase incompletos algunos escritos. Muere el 667, siendo sepultado en la iglesia de Santa Leocadia de Toledo, y posteriormente trasladado a Zamora.