Diego de Almagro. Descubridor y explorador de Chile; por J. Manuel Huidobro
Artículo de fecha 13-11-2015 de D. José Manuel Huidobro
Caballero de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén, Miembro de la Real Asociación de Hidalgos de España. Máster en Derecho Nobiliario, Heráldica y Genealogía (UNED). Autor de 55 libros y más de 700 artículos.
Diego de Almagro. Descubridor y explorador de Chile
Participó en la empresa de Conquista de Panamá y de Perú, junto con Pizarro. Desde este último territorio emprendió en 1535 la exploración de Chile.
Tras enfrentarse en la primera guerra civil de Perú, con los partidarios de Francisco Pizarro, por la ciudad de Cuzco, fue capturado y ajusticiado.
Diego de Almagro, nació, posiblemente, en Almagro (Ciudad Real) en 1475, y falleció ajusticiado en Cuzco, actual Perú, en 1538. Los orígenes de Diego de Almagro son inciertos. Parece que fue hijo ilegítimo de Juan de Montenegro, Copero de Rodrigo Girón, Maestre de la Orden de Calatrava, y Elvira Gutiérréz, vecina de la villa de Almagro, pero no llegó a casarse con ella a causa de la exigua dote de la novia, razón por la que adoptó el nombre de su ciudad natal como apellido. Su padre no le reconoció hasta que cumplió los cinco años, y fue criado por una criada de su madre, Sancha López del Peral, en Bolaños o en Aldea del Rey, poblaciones cercanas a Almagro y, a la muerte de su padre quedó al cuidado de su tío materno, Hernán Gutiérrez, de cuya casa huyó a la edad de 15 años.
De su infancia poco se sabe. Se cree que nació en Almagro en 1475, pues fue bautizado allí en 1479, y se supone que, por ser hijo ilegítimo, tomó por apellido el nombre de la mencionada villa. No recibió educación, por lo que era analfabeto. Hay algunos autores que afirman que fue soldado hasta 1514, en que se embarcó hacia las Indias en la escuadra de Pedro Arias Dávila (el gobernador de Darién, también llamada Costa Firme o Castilla del Oro, hoy Panamá), huyendo por haber dado muerte a un hombre, en donde conoce al conquistador Francisco Pizarro, con el que se asocia en 1524, y junto al clérigo Hernando de Luque, para explorar y conquistar los territorios del sureste de Sudamérica, en la costa del Pacífico. Las dos primeras expediciones realizadas entre los años 1524-1525 y 1526-1528, revelaron las riquezas del Imperio inca en las tierras recién descubiertas.
En 1529 volvió Pizarro a España y firmó las “Capitulaciones de Toledo” con el emperador Carlos V, el 26 de junio de 1529, logrando que se le nombrase Capitán General de Nueva Castilla (Perú), mientras que a Almagro sólo se le otorgó la gobernación de la fortaleza que debía elevarse en Tumbez, el título de hidalgo (con tratamiento de «don» y uso de escudo de armas), con un salario de 5.000 maravedíes al año y con una ayuda de gastos de 200.000 maravedíes de las rentas de la ciudad de Tumbes, sueldo demasiado inferior al otorgado a Pizarro, por lo que se creó una cierta enemistad entre ambos, aunque siguieron asociados.
En 1530, junto a Pizarro, se dirigió a Perú y conquistaron, de manera sorprendente, el Imperio Inca. Tras repartirse el tesoro de Atahualpa y ejecutarlo, partieron hacia Cuzco; después de ocupar la ciudad en 1533, marchó a tomar posesión del litoral peruano y funda la ciudad de Trujillo, frente a las aspiraciones del conquistador Pedro de Alvarado.
Como recompensa, en 1534, el emperador Carlos V le dió la gobernación de Nueva Toledo, al sur de Perú (el actual Chile). En 1935, habiendosele nombrado Adelantado de los territorios situados al sur del imperio Inca, y el título de Adelantado en las tierras más allá del lago Titicaca (200 leguas en dirección norte-sur), organizó una expedición -integrada por alrededor de 500 españoles, 100 esclavos negros y 1.500 indígenas- con la que se internó en Chile, llegando a mediados de 1536 hasta el valle de Aconcagua, en tanto que su segundo, Juan de Saavedra, tomaba posesión de Bolivia. En el valle del río Copiapó, Almagro tomó posesión de Chile en nombre de Carlos V. Esta expedición fue hecha a instancias de Pizarro, haciéndole creer que hallaría inmensas riquezas, pero la lucha fue larga y dura, sufriendo muchas penalidades en el camino, y el botín escaso. Dieciocho meses duró la expedición de Almagro en Chile, dejando abierta la ruta para que años después otro noble español, Pedro de Valdivia, prosiguiera con la conquista.
El 21 de mayo de 1534, Carlos V emitió una capitulación que dividía el sur del continente en varias gobernaciones. El problema de esta división fue que tanto Pizarro como Almagro se adjudicaban el Cuzco, la ciudad más rica del imperio. Finalmente, acordaron que mientras el rey resolvía el conflicto, Almagro partiría a la conquista de los territorios ubicados más al sur, que según los relatos eran más ricos que los incaicos.
Así pues, cuando Almagro salió hacia Chile, el 3 de julio de 1535, quedaba pendiente en el Perú la disputa con Pizarro por la ciudad del Cuzco, que ambos creían entraba en su gobernación.
La expresión «costar un ojo de la cara» se debe a que perdió un ojo durante la conquista de la fortaleza de un cacique inca. Se lo recordó varias veces a Carlos V, diciéndole textualmente: “este negocio me ha costado un ojo de la cara”
Mientras tanto, el comportamiento de los hermanos Pizarro había provocado la insurrección de los indígenas, que los tenían cercados en Cuzco, y Almagro acudió en 1537 en su socorro, logrando la victoria; pero Hernando Pizarro se negó a entregarle el mando de la ciudad, ya que Almagro consideraba que pertenecía a su gobernación, por lo que mandó que le encerrasen en un calabozo junto a su hermano Alonso, pero ambos lograron salir de donde se les mantenía prisioneros.
Desde aquel momento quedó declarada la guerra entre él y los Pizarro, guerra que terminó con el encuentro que ambos caudillos, con sus tropas respectivas, tuvieron en Salinas, el 6 de Abril de 1538, y del que salió vencido Almagro. Este se refugió en Cuzco, pero fue hecho prisionero por los hermanos Pizarro, y Hernando decretó su sentencia de muerte. El 8 de julio del mismo año Almagro fue muerto en la prisión, y su cadáver llevado a la plaza de Cuzco para que el verdugo le decapitase.
Antes de morir, Almagro (“el Viejo”) legó en su testamento, a su hijo Diego de Almagro, llamado «el Mozo» (nacido en Panamá en 1520, fuera de matrimonio, con la india panameña Ana Martínez), para distinguirle de su padre, el título de Adelantado que Carlos V le autorizó para que transmitiera a sus sucesores. Consta en su testamento que tuvo también una hija, Isabel de Almagro, con la misma india.
Diego Almagro “el Mozo”, fue jefe del partido almagrista y como Francisco Pizarro odiaba al hijo tanto como al padre y a los que aún eran fieles a su memoria, éstos tramaron una conspiración para asesinarle, y el 26 de julio de 1541, diecinueve oficiales de Almagro, acaudillados por el hidalgo navarro Juan de Rada, penetraron en el palacio de Pizarro y le dieron muerte.
Algunos historiadores opinan que Almagro «el Mozo» no tomó parte en el complot, por más que fue proclamado Capitán General del Perú. Pero como los habitantes de Lima no miraban con buenos ojos a los llegados de Chile (sinónimo de miseria y pobreza), como llamaban a los partidarios de Almagro, éste se trasladó a Cuzco. La llegada de Cristóbal Vaca de Castro, nombrado Gobernador por Carlos V, puso término al Gobierno de Almagro, quien se preparó para la guerra contra aquél, siendo vencido el 16 de setiembre de 1542 en la batalla de Chupas, y aunque huyó a Cuzco, sus propios soldados le hicieron prisionero y fue decapitado como su padre, Después de eso, fue creado el Virreinato del Perú.
Publicado en el blog «Hidalgos en la Historia» cuyo blogmaster es D. J. Manuel Huidobro
«Quinas e Linhagens – algumas reflexões sobre as primitivas armas do Rei de Portugal» – 18 de Dezembro – 17h30
O Presidente da Sociedade de Geografia de Lisboa tem a honra de convidar V. Exa. e Exma. Família a assistir à Conferência promovida pela Secção de Genealogia, Heráldica e Falerística, que terá lugar no dia 18 de Dezembro de 2015, pelas 17.30 horas, no Auditório Adriano Moreira, sobre o tema:
“Quinas e Linhagens – algumas reflexões sobre as primitivas armas do Rei de Portugal”,
Será orador o Sr.Dr. David Fernandes Silva.
—
Sociedade de Geografia de Lisboa
Rua das Portas de Santo Antão, 100
1150-269 Lisboa – Portugal
213425401 – 213464552
Presentación en Madrid del Armorial de la Orden del Águila de Georgia
Presentación en Madrid del Armorial de la Orden del Águila de Georgia
El pasado 26 de Noviembre de 2015, tuvo lugar la presentación del Armorial de la Orden del Águila de Georgia y la Túnica Inconsútil de Nuestro Señor Jesucristo en la ciudad de Madrid, en la sede de la Orden de San Lázaro de Jerusalén, en el Convento de las MM Dominicas de la calle Claudio Coello de Madrid .
El Armorial es obra de sus autores: El prestigioso heraldista D. Fernando Martínez Larrañaga, D. José María de Montells y Galán y D. Alfredo Escudero y Díaz-Madroñero.
En palabras de D. José María Montells, el Armorial: «Es un repertorio de las armas de los caballeros de la orden real georgiana con el que se llena un hueco en la bibliografía sobre la Casa Real de Bagration, pues, no solo se publica la historia de la orden, sino también una historia de esa dinastía tan vinculada a nuestra Patria».
La presentación estuvo a cargo de don Fernando Martínez Larrañaga, autor del libro, del Gran Canciller de la Orden del Águila de Georgia, don Alfredo Escudero, del Rector de la Orden en España, don Claudio Chaqués, del Gran Maestre de la Orden de San Lázaro, don Carlos Gereda de Borbón, Marqués de la Almazán y como colofón tuvo unas palabras nuestro querido amigo don Alfonso Ceballos-Escalera y Gila, Marqués de la Floresta.
Empezó hablando don Fernando Martínez Larrañaga dando la bienvenida y presentando la obra, elaboración, características, etc. Sobre todo agradeció a SAR la posibilidad de poder realizar magna obra para historia de la Casa Real.
Después dio turno a don Alfredo Escudero y Díaz-Madroñero, quien leyó una carta del Príncipe Davit, agradeciendo a los tres autores su trabajo y dedicación.
Siguiente turno fue para don Claudio Chaqués, quien nos habló de la Historia de la Orden y de la Casa Real, alabando el trabajo realizado y el resultado final, que tras mucho esfuerzo y después de dos años resultó un éxito.
Finalmente habló don Alfonso Ceballos-Escalera sobre Heráldica, tema fundamental en el libro, ya que además de la Historia de la Casa y de la Orden, aparecen más de 100 escudos de armas de los principales Caballeros de la Orden.
Estuvieron presentes en el acto don José María de Montells y Galán, coautor del libro, don Rafael Portell, don Luis Valero de Bernabé, Marqués de Casa Real, el extraordinario artista heráldicon don Carlos Navarro Gazapo, don Emilio Mora, don Manuel Bernáldez, don Pedro José Bartolomé , entre muchos más.Un saludo a otros que si bien quisieron asistir, sus obligaciones no se lo permitieron.
Únicamente añadir que la presentación fue todo un éxito.
Si alguien está interesado en el libro puede ponerse en contacto con D. Fernando Martínez Larrañaga o escribir a: jmboluda@juanboluda.com, el precio es de 100 euros, está realizado en tapa dura, papel de muy buena calidad y tiene 516 páginas, escrito en 3 idiomas. Gastos de envío en España, 6 euros.
Nace «El Monárquico», periódico digital de la Hermandad Nacional Monárquica de España
Nace El Monárquico
Editorial | Martes, 24 de noviembre de 2015
Don Francisco Rodríguez Aguado (presidente de la H.N.M.E.: «El Monárquico nace con un claro objetivo, convertirse en un medio de comunicación de referencia en el ámbito de la monarquía»
Estimados lectores:
A la elocuente e inequívoca cabecera de nuestra revista, le acompaña una decidida voluntad de conexión cultural con todos aquellos que se comunican en lengua castellana. El intelecto es plural, no puede ser de otra manera. Cultura o arte, literatura, poesía, filosofía, historia, ciencia…, todo ello desde la pluralidad.
Ahora bien, el compromiso es firme; la Hermandad Nacional Monárquica de España, editora de nuestra revista, pretende acercar a toda la ciudadanía, los valores de la Corona de España, vertebrados en nuestro Rey, Felipe VI. Podría parecer que el Rey está lejos, pero, no, no lo está. El Rey está muy cerca. Y nosotros, desde aquí, con toda nuestra prudente modestia, lo vamos a mostrar.
Al cumplirse poco más de un año de su investidura, Felipe VI se enfrenta a unos tiempos tremendamente conflictivos; si ya su padre, Juan Carlos I, solventó admirablemente los problemas que se le presentaron durante su reinado -incluido el histórico aborto del golpe de Estado del 23F-, lo cual nos ha permitido vivir el periodo de mayor libertad y bienestar de nuestra historia, en estos momentos, en estos delicadísimos tiempos que nos toca vivir, el Rey Felipe VI, Jefe de Estado de España, tendrá todo el respaldo que nosotros, desde esta revista, seamos capaces de facilitarle. Aunque se trata del Monarca más preparado de toda nuestra historia, a nadie le puede extrañar que a Felipe VI, ahora más que nunca, le sea muy gratificante sentir nuestro cariño y nuestra lealtad.
Aclaremos que El Monárquico no es una publicación de debate expresamente político; en lo que respecta a ideologías políticas, solo repudiamos las que se posicionan al margen de la ley, con todas las demás nos mostramos asépticos, entre otras cosas, mas sobre todo, porque el Rey lo es de todos los españoles, no solo de quienes ganan unas elecciones, sino también de aquellos que no las ganan.