
Grabado del libro «Historia General de las Indias» (1554) «Almagro en el Cuzco».
La primera parte de la obra trata del descubrimiento y conquista del Nuevo Mundo, excepto de México, hasta 1552. La segunda parte está dedicada a México y está escrita con un estilo sencillo. Frente a Las Casas, que continuaba empeñado en que América formaba parte de las Indias orientales, Gómara contrapone el Nuevo Mundo al viejo, formado por Europa, África y Asia. En la línea abierta por Cristóbal Colón, tiene una actitud admirativa ante su naturaleza y se esfuerza por subrayar las diferencias de un mundo que «también se puede llamar nuevo por ser todas sus cosas diferentísimas de las del nuestro«. Afirma, sin embargo, su unicidad básica, tanto en el aspecto físico -«los elementos (son) una misma cosa allá y acá«- como en el antropológico, ya que los indios «de otra manera, bestias y monstruos serían, y no vendrían, como vienen, de Adán«.
Sobre la base, casi siempre, de noticias procedentes de Fernández de Oviedo o Pedro Mártir de Anglería, describe animales, vegetales y minerales. Al ocuparse de La Española, dedica un capítulo a dos insectos -el cocuyó (Pyrophorus noctilucus) y la nigua (Tunga penetrans)- y otro al manatí.
Expone las demás tierras descubiertas de norte a sur, comenzando por el Labrador, donde «dicen que hay grifos y que los osos, con muchos otros animales y aves, son blancos«. Muchas veces se limita a ilusiones de este tipo. Otras, en cambio, ofrece una descripción con cierto detalle e incluso una figura, como las que dedica al «guayabo» y a la «vaca corcovada». El guayabo (Psidium guayaba) «es árbol pequeño, de buena sobra y madera; envejecer presto. Tiene la hoja laurel, pero más gorda y ancha. La flor parece algo de naranjo, y huele mejor que la de jazmín. Hay muchas diferencias de guayabos y, por consiguiente, de la fruta, que es como camuesa. Una son redondas, otras largas, mas todas verdes por fuera, con unas coronillas como níspolas. Dentro son blancas o rosadas y de cuatro cuartos, como nuez, con muchos granillos en cada uno. Sazonadas son buenas, aunque agrillas; verdes restriñen como servas; maduras pierden color y sabor y crían muchos gusanos«. Las «vacas corcovadas» o bisontes «tienen una gran jiba sobre la cruz y más pelo de medio adelante que de medio atrás, y es lana. Tienen como crines sobre el espinazo y mucho pelo y muy largo de las rodillas abajo. Cuélgales por la frente grandes guedejas, y parece que tienen barbas, según los muchos pelos del garguero y varillas. Tienen la cola muy larga los machos y con un fleco grande al cabo; así que algo tienen de león y algo de camello. Finalmente, es animal feo y fiero de rostro y cuerpo; huyen dellos los caballos por su mala catadura o por nunca los haber visto«.
La obra se reimprimió en 1553 en Medina del Campo y en 1554 en Zaragoza y Amberes. Fue prohibida porque contenía críticas hacia algunas decisiones de Carlos V, y esto hizo que cayera en olvido hasta 1717, año en que fue impresa de nuevo en una edición de Andrés González Barcia. Hubo después otras ediciones posteriores y fue traducida al italiano (1560), al inglés (1578) y al francés (1606). López de Gómara escribió también unos Anales de Carlos V, obra inédita hasta 1912, y De los hechos de los Barbarrojas, sobre la conquista española de Argel.
Obras
Aunque tampoco viajó al Nuevo Mundo, escribió muchas obras que se refieren a su conquista:
- Historia general de las Indias
- Historia de la conquista de México
- Crónica de los Barbarrojas
- Anales de Carlos V
- Vida de Hernán Cortés