Plaza Mayor n° 6, Soria, España

Archivos mensuales: mayo 2015

23 05, 2015

La HNME propone realizar un homenaje nacional a SSMM los Reyes eméritos

Por |2020-11-13T03:42:40+01:00sábado, mayo 23, 2015|

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   De igual forma: 

   EL PRESIDENTE NACIONAL DE LA HNME FELICITA OFICIALMENTE A LOS REYES POR SU XI ANIVERSARIO MATRIMONIAL

  El presidente Nacional de la Hermandad Nacional Monárquica de España (HNME), D. Francisco Rodríguez Aguado, ha felicitado oficialmente en nombre de todos los que forman la nómina de la HNME a los Monarcas españoles con motivo de su XI Aniversario matrimonial.

   En su felicitación el Presidente Nacional de los Monárquicos Españoles, recuerda que la sucesión monárquica está garantizada con la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía y hace voto para que el cielo siga bendiciendo a la Familia Real Española.

   En otro momento de su escrito, D. Francisco Rodríguez Aguado manifiesta la adhesión de la Hermandad Nacional Monárquica de España a la Corona y a sus Reyes.

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22 05, 2015

Maestranza de Caballería de San Fernando. Nuevas Damas y Caballeros

Por |2020-11-13T03:42:40+01:00viernes, mayo 22, 2015|

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La Maestranza de Caballería de San Fernando celebrará el próximo 28 de mayo la XVIª reunión Capitular anual, con la investidura y juramento de nuevas Damas y Caballeros.

El evento tendrá lugar en la Santa Iglesia Parroquial de San José, c/ Alcalá, 41 de Madrid, a las 12:30, celebrándose una Santa Misa y solemne funeral por el alma, eterno descanso y memoria de los Caballeros Laureados, Miembros de las Unidades Laureadas de las Fuerzas Armadas pertenecientes a la heróica Real y Militar Orden de San Fernando, así como por las Damas y Caballeros fallecidos.

David Huidobro, Caballero Maestrante en 2014

David Huidobro, Caballero Maestrante en 2014

A continuación y sobre las 14:00 horas tendrá lugar la ceremonia de entrega de distinciones y la copa-bufet

La  Real y Militar Orden de San Fernando fue creada por la Junta Suprema Central en plena guerra de la Independencia el 31 de agosto de 1811. Posteriormente, el nuevo rey Fernando VII  refrendó el Decreto el 28 de noviembre de 1814. La Maestranza de Caballería de San Fernando, fue fundada el 24 de abril de 1999 en la Sala de Laureados de la Real y Militar Orden de San Fernando del Museo del Ejército, con el fin de agrupar a los descendientes de los caballeros de dicha orden

Emblema de la Maestranza de San Fernando, dibujado por D. Manuel Pardo de Vera

Emblema de la Maestranza de San Fernando, dibujado por D. Manuel Pardo de Vera

Noticia tomada del blog de nuestro amigo y colaborador habitual D. J.M. Huidobro, HIDALGOS EN LAHISTORIA, que recomendamos seguir a nuestros lectores.

http://hidalgosenlahistoria.blogspot.com.es/

 

22 05, 2015

LA ESTIRPE DEL APELLIDO MADERO (noble de Covaleda -Soria-)

Por |2020-11-13T03:42:40+01:00viernes, mayo 22, 2015|

 Artículo publicado en el Blog «Historia de Covaleda» (Soria), que dirige mi buen amigo D. Andrés Cámara Poza.

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En el umbral de la casa de la calle del palacio actualmente propiedad de un Sr. Zúñiga Taboada de apellido, se encuentra actualmente intacto el escudo de la familia, tal como lo muestra una foto tomada en el año 2006.Es de hacer notar que el escudo tiene del lado izq. El escudo de la familia de Bernabé, y del derecho el de la familia Madero, escudos que se encuentran en el certificado original del Rey de armas que se muestra mas arriba.

 

REVISTA DEL INSTITUTO ARGENTINO DE CIENCIAS GENEALÓGICAS

Nº 23

Buenos Aires – 1989

LA ESTIRPE DEL APELLIDO MADERO

Los Bernabé y Madero en el Plata

por ISIDORO J. Ruiz MORENO

En el año 1959, cuando contaba quince de edad, Fernando M. Madero redactó una esquemática crónica sobre la historia de su familia. Esta temprana conciencia de la importancia de su apellido, derivó con el tiempo en su preocupación por perfeccionar el conocimiento de sus antepasados, acompañándolo desde entonces: a lo largo de casi tres décadas se dedicó a investigar en archivos públicos y en obtener datos de particulares, abarcando un vasto campo, como que lo hizo —además de nuestro país— en España, Bolivia, Uruguay, Méjico y Colombia. Empeñosamente mantuvo Madero su tarea a través de muchos corresponsales para completar la averiguación que había efectuado personalmente. De esta manera, con constancia y escrupulosidad, fue enriqueciendo la información original en su afán de saber hasta la medida de lo posible todo detalle concerniente a su estirpe y entronques. Infinidad de referencias, contenidas en varias y abultadas carpetas, fueron el fruto de este trabajo paciente e incesante.

Pero por fin, Madero consideró que era suficiente lo hallado. Pensaba componer un libro completo sobre el itinerario genealógico-geográfico de los Bernabé y Madero, que entre otros importantes personajes dieron un Vicepresidente a la Argentina y un Presidente a Méjico, describiendo los diferentes parajes en donde se establecieron. En nota colocada al redactar en 1986 uno de sus eruditos estudios, Fernando asentó: “De los Madero nos ocupamos detenidamente en un trabajo que, Dios mediante, verá la luz el año próximo”. Estimaba que algún informe nuevo no modificaría sustancialmente lo que había recopilado, y se dispuso a dar forma a la multitud de referencias recogidas.

Su brusca desaparición impidió que concretara este tan anhelado deseo, pues falleció el 4 de marzo de 1987.

Para cumplir con él, para que al menos no se perdiera una labor valiosa sostenida con legítimo cariño y orgullo, he redactado la presente síntesis —en estilo propio— sobre la base de los datos dejados por mi querido amigo.

En realidad, Fernando Madero no había llegado a dar solución orgánica al conjunto de informaciones que poseía. El vasto material quedaba disperso y confundido en distintas carpetas, careciendo de integración. No obstante, de vez en cuando, alguna breve indicación daba forma parcial al pensamiento que volcaría Fernando en ese estudio que tanto ambicionaba escribir, impulso esperanzado de muchos años. Sin mayor mérito, pues, cumplo yo ahora con su deseo. Sirva de manera póstuma para testimoniar una vez más el profundo aprecio que sentía por él, tan vivo como el dolor causado por la pérdida de su valiosa comunidad de pensamientos y afanes,

J. R. M.

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I . – LA CELEBRIDAD DEL APELLIDO

En el remoto 1363 un episodio resonante causó vasta impresión en el Reino de Aragón. En este año el Rey de Castilla don Pedro el Cruel lo invadió al frente de poderoso ejército, haciendo la guerra en la comarca de Daroca, enseñoreada por un castillo elevado en Baguena. Era alcaide del mismo Miguel de Bernabé —tercero de su nombre—, quien rechazó el primer asalto pese a la inferioridad numérica. Refiere el eximio cronista Zurita en sus Anales de la Corona de Aragón (1562): “Entonces cercó el Rey don Pedro el castillo de Baguena, aldea de Daroca, y con singular esfuerzo de un vecino de aquel lugar que se decía Miguel de Bernabé, se defendió el castillo en el combate que se le dio por todo el Ejército; y aunque se le hicieron grandes promesas por el Rey de Castilla nunca se quiso rendir, y fue quemado dentro en el mismo castillo; y por aquella hazaña mereció que se concediese hidalguía a sus descendientes por líneas de varón y mujer”.

Otro escritor de los tiempos pasados, Gonzalo de Céspedes, en su Historia apologética de los sucesos; del Reino de Aragón, redondea el heroico suceso: “Resistió el Bernabé a sus recios combates y amenazas y a sus grandes promesas, y aún al deseo y temor de sus propios soldados y compañeros; y finalmente, faltándole su ayuda y el favor de la tierra, constante persistió único y solo. Y no queriendo rendirse ni entregar las llaves del castillo de su Rey, le pusieron fuego y acabó consumido; mas no el claro nombre de su fidelidad, pues en memoria de ella permitió el Cielo que entre las ruinas de aquella fuerza, al querer levantarla, se hallase con las llaves, mano y brazo conservado e incorruptible”. De los subterráneos se extrajeron con vida los tres hijos menores del alcaide, un varón y dos mujeres, apodados desde entonces los liberados

[1]. La hazaña fue difundida por el anónimo autor de un nobiliario versificado, con el seudónimo de Gratia Dei:

En esta entrada se vido

la gran fe de Bernabé;

que bien que fue combatido

mas nunca escuyto partido

fasta que cremado fue,

y ni aún por esas rendido:

ca en sus manos abrasadas

las claves fueron trobadas

del castillo que tenía;

por que fue su Hombradía

más que las más estimada,

y hoy lo es su fidalguía.

El escudo de armas del apellido recuerda la famosa acción y es usado por las distintas familias que provienen de Bernabé[2].

El documento de mayor antigüedad que registra, en la que trato, a su ancestro más remoto en ascendencia directa, es del año 1547 y corresponde a la villa de Regumiel, pequeña localidad fronteriza entre las Provincias de Soria y de Burgos, en Castilla la Vieja. Se llamaba don Benito de Bernabé, padre de un hijo denominado Juan.

Cuando en 1762 su tataranieto don Juan de Bernabé y Madero obtuvo la certificación de nobleza y escudo expedida por el Cronista y Rey de Armas don Francisco Zazo y Rosillo, en la misma se indicó que aquel Miguel de Bernabé de la valerosa gesta relatada “tuvo repartidas sus ramas por todos estos Reinos de España, (e) hizo asiento una de ellas en la villa de Quintanar de la Sierra, de la cual procedió legítimamente don Juan de Bernabé, el que en dicha villa de Quintanar de la Sierra fue reputado por descendiente de esta familia de Bernabé”.

Dos siglos después, a su turno, don Fernando M. Madero se interesó por establecer fehacientemente tal ligamen, escribiendo en febrero de 1984 al señor Cuéllar, historiador de la familia. Al mes siguiente éste le señaló que si bien “la emigración a Soria desde Aragón se ha dado” en la estirpe de Bernabé, como “lo prueban las armas comunes a este linaje que campean en el ábside de la iglesia de Santo Domingo de Soria capital”, no podía demostrar el entronque porque el hijo varón de Miguel de Bernabé no había dejado posteridad masculina, y por tanto el apellido se perdió por línea agnaticia. Subsistió en cambio incorporado a otros nombres, en segundo término. Pero no debe descartarse que en aquellos tiempos era corriente elegir el apellido preferido entre los ascendientes; y bien pudo optarse por el de Bernabé en vez del que correspondía por padre, simplificándolo al estilo español antiguo. Del mismo modo que luego —durante el siglo pasado— fue abandonado el Bernabé original para restar sólo Madero, pese a haber estado enlazados a lo largo de tres generaciones.

De cualquier modo que sea, comenzaremos con la genealogía según los documentos indubitables que fueron hallados. Cabe advertir que los datos provienen de compulsas efectuadas en los registros originales durante el año 1761 y siguientes para servir a las ejecutorias de hidalguía que solicitaron don José de Bernabé y Madero, dos hijos y un nieto, y que se conservan desde entonces en los archivos españoles, como se dará cuenta en cada caso. Ellos corrigen —debe decirse— los errores en que incurrieron Carlos Calvo, Miguel A. Martínez Gálvez y otros autores argentinos que los siguieron, en cuanto al origen (que sitúan en Alicante, Valencia, confundiéndolos con los Bernabeu) y

diversas informaciones que suministran, sin remontarse más allá del matrimonio entre Juan de Bernabé y “”María del Carmen” Madero, ni ofrecer fechas.

La familia estaba radicada en el siglo XVI en una región de serranas boscosas, y como los miembros de ella se dedicaban a tareas rurales, pasaron de uno a otro de los pueblos vecinos en busca de mejores tierras: Regumiel, Duruelo, Covaleda, Quintanar de la Sierra. Salvo en el primero de éstos, por otra parte, surge de aquellas indagaciones que en tales lugares no se establecía la distinción de “estados”; es decir, no se empadronaba a los vecinos conforme a su calidad de hidalgos o plebeyos —indispensable la primera para no pagar impuestos o pechos—, pues dichos pueblos de la zona norteña eran de behetría: elegían sus propias autoridades entre todos sus moradores por igual[3]. De aquí el interés de don José de Bernabé y Madero por acreditar su condición al radicarse en Andalucía, donde debía hacerla valer como forastero que era, al ignorarse su estado social.

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II.- LOS ANTEPASADOS CASTELLANOS

I . – Don JUAN DE BERNABÉ, vecino de Regumiel. figura en 1547 en el Libro en que se asientan los hidalgos que hay y fueron habiendo de esta Villa: “Empadronóse don Juan de Bernabé, hijo de don Benito de Bernabé”. Fue Alcalde de la Santa Hermandad en 1572, “oficio que entonces era de los hidalgos solamente”, se dijo en la información de 1761. Según testimonios “se había pasado a vivir a Duruelo por conservar sus ganados, que eran muchos”, “por la conveniencia de pastos”. El escudo que en 1762 certificó el Rey de Armas don Francisco Zazo y Rosillo al apellido de varonía de su biznieto don José de Bernabé y Madero se describe: “Su campo azul, con el castillo de plata orpasado de sable (que es negro), y por debajo llamas de fuego que lo están quemando, y por la torre de homenaje sale un brazo armado de oro, que tiene en la mano derecha una espada desnuda, la punta arriba, la guarnición de oro, y dos llaves también de oro que las tiene con la misma espada”. Falleció aquí el 23 de septiembre 1598. Casó con María N. y fueron padres de:

II.-Don JUAN DE BERNABÉ, bautizado en Duruelo el 5 julio 1573. En 1592 pasó a Regumiel para anotar su calidad, que consta en el citado Libro en que se asientan los hidalgos: “Empadronóse don Juan de Bernabé, vecino de Duruelo, hijo de don Juan de Bernabé, vecino que fue de esta villa”. Se registra su nombre también en el Cuaderno de elecciones de Regumiel: Alcalde de Hermandad, que llama dicho asiento “oficio de hijodalgo”, en el año 1596. Otra constancia de 1592 indica sus actividades en Duruelo: “Juan de Bernabé llevó dos fanegas (de granos) de su padre Juan de Bernabé”, Casó aquí el 5 marzo 1591 con Juana Lázaro, nacida en la misma el 4 marzo 1559 (hija de Pedro Lázaro y de su mujer Catalina N.), de quienes fue hijo:

III. – Don FRANCISCO DE BERNABÉ, bautizado en Duruelo el 17 marzo 1609. Se trasladó a Covaleda, villa con importante fuero por pertenecer a la Real Cabaña de Carreteros y célebre por los vehículos que allí se fabricaban de los cercanos y extensos pinares. Había casado en Duruelo el 8 de octubre 1634 con María de Lucas, siendo padres de:

IV. – Don JUAN DE BERNABÉ, bautizado en Covaleda el 8 noviembre 1639. En esta localidad contrajo matrimonio el 4 febrero 1663 con una niña que uniría su apellido al suyo propio hasta desplazarlo con el tiempo: doña Ángela Madero, a quien el Cronista y Rey de Armas Zazo Rosillo entronca con la familia de su nombre oriunda de Portugal, describiendo su blasón: “Un escudo rojo, con media luna de plata, puntas arriba, y debajo (puestas en triángulo mayor) tres estrellas de oro”, que nada tiene que ver con el brazo armado de un garrote que el Nobiliario de Calvo le adjudica (tomo II, pág. 105, ed. 1936). Para Fernando M. Madero la raíz es local: “Todo indica fue el apellido se origina en los bosques y consiguiente industria maderera que desde tiempo inmemorial existía en aquellos lugares”. Se trasladaron por su parte a Quintanar de la Sierra, donde nació:

V.- Don JOSÉ DE BERNABÉ Y MADERO, primero en usar el nombre compuesto, como se mantuvo durante casi siglo y medio. Fue bautizado en Quintanar el 6 agosto 1687, y fue quien abandonando el cambio de poblados cercanos mudóse a Andalucía, radicándose en el Puerto de Santa María frente a Cádiz. Aquí se casó en la iglesia mayor el 29 octubre 1719 con doña Margarita Rosa Ricard, natural de Marsella denominada (“Ricardo” en la partida), quien diría en su testamento que no llevaron como dote “más que la ropa de nuestro respectivo uso y algunos muebles y menajes de corta consideración” (ella era hija de Rafael “Ricardo” y de Clara “Martela”, que obviamente es Martel[4] ). Fallecería doña Margarita Ricard en el Puerto de Santa María y fue enterrada el 20 julio 1771.

La región gaditana atraía por entonces a diversas nacionalidades —franceses e italianos, irlandeses y flamencos— merced al intenso comercio con las Indias impulsado por el Rey Carlos III. Don José de Bernabé y Madero emprendió actividades mercantiles, dedicándose al tráfico ultramarino con buena fortuna.

Allí en el Puerto de Santa María promovió don José el 9 julio 1761 la investigación documental y testimonial para obtener su ejecutoria de nobleza, de la cual se han extraído los datos obrantes hasta entonces. Por apoderado se presentó ante la Chancillería de Valladolid exponiendo que “su padre, abuelo, bisabuelo y demás antepasados han sido y son nobles hijosdalgo, y en esta posesión y representación han estado y estuvieron en todas las ciudades, villas y lugares donde vivieron y moraron, con bienes y hacienda raíz; y siendo esto así, también lo es que con el motivo de que esta villa de Quintanar de la Sierra se gobierna como de behetría, a causa de la ausencia de mi parte sin embargo de tener en ella bienes raíces, justamente se teme que con el transcurso del tiempo se oscurezca la notoria nobleza que le asiste y fama pública; y no siendo justo que a ello se dé lugar”, etc. El expediente concluyó satisfactoriamente el 23 marzo 1762 con el despacho de la Carta y Real Provisión de Estado otorgado en favor de don José por la Chancillería de Valladolid[5].

Aprovechando las informaciones recogidas, Bernabé y Madero solicitó al Cronista y Rey de Armas de la monarquía española, don Francisco Zazo y Rosillo, la certificación del origen, escudos y antigüedad de su familia, lo que este funcionario cumplió relacionando los datos arriba transcriptos, con las usuales ponderaciones a los linajes de los Bernabé y los Madero, el uso de cuyos blasones otorgó a don José y a sus hijos y legítimos descendientes[6].

Falleció con José de Bernabé y Madero en el Puerto de Santa María y fue enterrado el 24 diciembre 1763.

[1] BENITO VICENTE DE CUÉLLAR, El linaje de los Bernabé en el Archivo Histórico de la Real Audiencia de Aragón, en la revista Hidalguía n° 147, Tomo XXVI (Madrid, 1978). Este autor comenta: “Pocas páginas de la Historia dan un ejemplo tan sublime de heroísmo, por lo que el Rey y el Reino también concedieron un privilegio excepcional, aunque uno y otro hayan sido olvidados, cuando gestas menos heroicas se recogen en manuales de enseñanza elemental”. En nota final añade: “Un estudio serio de los Bernabé está todavía por hacer. Otras Casas con menos méritos han sido objeto de exhaustivos trabajos; sin embargo ésta, que presenta además la excepcional singularidad de que todas sus hembras durante 300 años transmitieron su nobleza, ha sido insuficientemente estudiada, posiblemente por las dificultades que se derivan de su expansión y diversificación”.

[2] Enseña el mismo autor en el trabajo mencionado en la nota anterior que las Cortes Generales de Aragón y su Rey Pedro IV otorgaron en 1372 el privilegio extraordinario a los tres hijos de Miguel de Bernabé, de ser considerados  infanzones hermúneos (es decir, con el mismo trato que a los descendientes de la Casa Real de Aragón) y que su nobleza pudiera transmitirse por vía femenina. Por ello su nombre se adoptó como segundo apellido: tal el caso de los Polo de Bernabé, quienes provienen de la hija menor de don Miguel de Bernabé el liberado, casada con don Domingo Polo Plantagenet (descendiente del hijo de Henry II de Inglaterra, Richard Pole long sword, hermano de Godofredo arzobispo de York). E ilustra el señor Cuéllar: “Los descendientes de hembra de la Casa de Bernabé si eran infanzones por línea agnaticia directa, prefirieron no obstante probar su nobleza por línea cognaticia”.

[3] Resulta pertinente transcribir uno de los documentos obrantes en la información iniciada en 1761:

“Yo el Escribano de estas diligencias doy fe y verdad en testimonio, que en este pueblo de Covaleda, ni al presente ni antes de ahora no hay ni ha habido distinción de estados ni padrones de hijosdalgo ni pecheros, aunque se han conocido de los primeros muchas y distinguidas personas, pues siempre se han gobernado como de behetría y han sido iguales en el concepto común; y la causa, según noticias; que vienen de padres a hijos, cuyos vecinos y naturales siempre han sido exentos de pagar servicio real y personal, ha sido el haber sido como es actualmente este pueblo de la Real Cabana de Carreteros, y libres de soldados y milicias; con cuyo motivo, gozando todos de este privilegio, no necesitaban los hijosdalgo distinguirse, y por lo demás jamás hubo padrones de ellos ni de pecheros, ni en el Archivo los hay ni se han hallado. Y para que conste de esta notoria verdad doy el presente, que signo y firmo en Covaleda, y enero 8 de 1767. En testimonio de verdad: Miguel de Bringas”.

[4] En el Armorial de J. B. RIETSTAP figuran sendos escudos de esos dos apellidos de la región de Provence, a la cual pertenece la ciudad de Marseille: Ricard: “Titre de Marquis. D’or, au griffon de gueules; au chef d’azur chargé d’une fleur de lis d’or”. Martel: “D’azur, 3 marteaux d’armes d’argent” (Información suministrada a don Fernando M.  Madero por el señor Hernán Lux Wurm).

[5] Archivo de la Real Chancillería de Valladolid, sección de hijodalgos, leg. 1126, expte. 4. En dicha información aludieron testiguos septuagenarios a la familia de los Monreales vinculándola a la de los Bernabé en la villa de Duruelo, y que “a unos y otros sabe se han comunicado los oficios honoríficos de república como personas distinguidas, que son las de las dos familias, que están entroncadas y unidas la una con la otra por sanguinidad y distinción, y habidas por del estado noble”. Esos “oficios honoríficos de Concejo” fueron los de Alcaldes de Hermandad, “que era el que sólo se daba a los nobles”; y en Covaleda, “Pro Mayordomos de fábrica depositarios del común” (gobernadores de la Real Cabana de Carreteros).

[6] El testimonio original de dicha certificación, expedido en Madrid el 9 octubre 1762, con las correspondientes legalizaciones de época, fue conservado por la familia encuadernado en tafilete encarnado y dorado, en perfecto estado; y hoy lo posee el escribano Alberto Madero. Se transcribe íntegro en el apéndice.

Esta certificación dio motivo a fines del siglo pasado para manifestar el característico espíritu porteño respecto a ínfulas nobiliarias, que merece ser difundido. En 1889 don Juan Nepomuceno Madero, de Buenos Aires, fue requerido por un sobrino que iba a viajar a España para que se la facilitara porque —según le expresaba— podría servirle allá de importante credencial.

El viejo patriota repitió la respuesta que ya diera en otra ocasión similar: “De nada te servirán”… Le contestó explicando su contenido y justificando su opinión, con atinadas reflexiones: “Son cuatro libros: dos pertenecientes a los antepasados de mamá y dos a los de papá, con certificados de nobles, hijosdalgo, con grandes hechos de valor en las guerras con los moros, etc., etc., que la mayor parte, si no todas, son mentiras e invenciones de los encargados de hacer esas credenciales”. Y luego de aludir a la circunstancia de que el Marquesado de Haro debía recaer en él (véase nota 24), agregaba don Juan N. Madero: “Y como no fui ni soy tan zonzo para gastar tiempo y no pocos pesos para probar ser yo el hijo mayor varón de don Juan de Bernabé y Madero y de doña María del Carmen Viaña, quedan dichos libros sin ser de utilidad alguna; como creo que no lo habrán sido antes éstos ni los semejantes, si los herederos de esa nobleza y títulos no han tenido personalmente merecimientos personales. Hoy, si el noble, conde, marqués, duque, etc., no tienen fortuna metálica, instrucción, honorabilidad en todos sus procederes, ni los miran a la cara, lo mismo en España que en cualquier otro Reino; y a mi juicio hacen bien. Las consideraciones, el respeto y demás distinciones, no deben dispensarse sino a quienes las merezcan por sus buenas o sobresalientes condiciones personales”. E imbuido del criterio republicano imperante en el Río de la Plata, finalmente le aconsejó: “Sigue siendo como eres, instruyéndote lo más posible, tomando por modelo lo más distinguido que encuentres en la buena sociedad, y serás bien recibido en todas las casas que corresponden a esa clase. Nada de vanidad, porque es un mal sentimiento, repulsivo a toda persona de buen sentido y que con frecuencia pone en ridículo al que lo domina”… (HÉCTOR ADOLFO CORDERO, Vida y obra de don Juan Madero, Buenos Aires. 1955).

22 05, 2015

Celebración del Capitulo General 2015 del Real Estamento Militar del Principado de Gerona y Cofradía de San Jorge

Por |2020-11-13T03:42:41+01:00viernes, mayo 22, 2015|

D. José Mª del Pozo y Fina Secretario General del muy Ilustre Real Estamento Militar del Principado de Gerona, nos remite Nota informativa y reportaje fotográfico de la celebración de su Capítulo General Capítulo General 2015.

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NOTA INFORMATIVA RELATIVA A LA CELEBRACIÓN DEL CAPÍTULO GENERAL DEL REAL ESTAMENTO MILITAR DEL PRINCIPADO DE GERONA Y COFRADÍA DE SAN JORGE, CELEBRADO EL DÍA 25 DE ABRIL DE 2015

   El pasado sábado, día 25 de Abril, se ha celebrado en Gerona el Capítulo General del Real Estamento Militar del Principado de Gerona y Cofradía de Jorge.

   El Capítulo General se celebró en la Sala Capitular de la Catedral, y a él asistieron únicamente las Damas y los Caballeros profesos de la Real Corporación. Fue presidido por el Sr. Obispo y por el Veguer-Presidente, Iltmo. Sr. Marqués de Dou, que ostentaba la representación de S.M. El Rey.

 Concluido el Capítulo, todos los presentes se trasladaron al Altar Mayor de la Catedral, donde se celebró la Santa Misa oficiada por el Sr. Obispo de la Diócesis, S. Exlcia. Rvdma. Don Francesc Pardo y Artigas, asistido del Consiliario de la Cofradía de San Jorge Iltmo. y Rvdmo. Sr. Don Joan Baburés y Noguer, y de los Canónigos Don Joan Galtés (de la Real Colegiata del Santo Sepulcro de Calatayud y Vicario General de la Archidiócesis de Barcelona) y Don Pere Bellvert (de la Catedral de Gerona).

    Durante la Santa Misa, que se aplicó en sufragio de los miembros de la Corporación fallecidos durante el último año y de quienes defendieron Gerona durante la Guerra de la Independencia, se procedió a la bendición de las insignias que se iban a imponer a continuación a los Neófitos, tres Damas y cinco Caballeros procedentes de diversos puntos de España.

    A continuación se celebró la ceremonia de ingreso de los citados Neófitos en el mismo Altar Mayor, tras la cual todos los asistentes se dirigieron en procesión a la Capilla de San Jorge, situada en la girola de la Catedral, donde se rezaron las preces correspondientes al Santo Patrón de la Corporación.

   Finalizados los actos en la Catedral de Gerona, la Corporación ofreció un vino español en el Castillo de San Fernando de la población de Figueras.

  Asistieron a estos actos unas doscientas personas, entre Damas, Caballeros, autoridades e invitados, y se contó con la presencia de las siguientes Corporaciones y autoridades:

 – Soberana Orden Militar de Malta: representada por el Iltmo. Sr. Don Emilio Bonet y Donato.

 – Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén (Lugartenencia de España Oriental): representada por el Iltmo. Sr. Don Joaquín Garcés y Padrosa.

 – Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén (Lugartenencia de España Occidental): representada por el Iltmo. Sr. Don Fco. Javier del Arco y Carabias-Méndez.

 – Sacra y Militar Orden Constantiniana de San Jorge: representada por su Delegado en Cataluña Excmo. Sr. Don Francesc Xavier Montesa y Manzano, y los Iltmos. Sres. Don Dativo Salvia y Ocaña, Don Daniel Aznar y Martínez-Albácar y Don Roger Pérez e Iserte.

 – Real Maestranza de Caballería de Zaragoza: representada por el Iltmo. Sr. Barón de Vilagayá.

 – Real Cuerpo de la Nobleza de Madrid: representado por el Iltmo. Sr. Don Bruno González-Barros y Caruncho.

 – Real Cuerpo de la Nobleza de Cataluña: representado por los Iltmos. Sres. Don Juan Carlos de Balle y Comas y Don Miguel de Gomis y de Muller.

 – Real Hermandad del Santo Cáliz de Valencia (Cuerpo de la Nobleza Valenciana): representada por la Iltma. Sra. Baronesa de Vallvert.

 – Cuerpo de la Nobleza del Principado de Asturias: representado por el Iltmo. Sr. Don Felipe de Grado y Gascón.

Real Hermandad de Caballeros Nobles de Ntra. Sra. del Portillo de Zaragoza: representada por el Iltmo. Sr. Don Eduardo de Diego y Ferrán.

 – Real Hermandad de Caballeros Cubicularios de San Ildefonso y San Atilano de Zamora: representada por el Iltmo. Sr. Don José Coma-Matute y Casas.

 – Antiguo e Ilustre Solar de Tejada: representado por el Iltmo. Sr. Don José Coma-Matute y Casas.

  – Maestranza de Caballería de Castilla: representada por  el Iltmo. Sr. Don Felipe de Grado y Gascón.

– Respecto a las autoridades militares, asistió el General Jefe de la Tercera Subinspección y Comandante Militar de Barcelona y Tarragona, D. Fernando González Arteaga.

 Fotografías del acto:

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21 05, 2015

S.M. la Reina Isabel II del Reino Unido recibe la Medalla Conmemorativa de la Cruz de Distinción del Ejército de Asturias

Por |2020-11-13T03:42:41+01:00jueves, mayo 21, 2015|

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S.M. la Reina Isabel II del Reino Unido recibe la Medalla Conmemorativa de la Cruz de Distinción del Ejército de Asturias

Su Graciosa Majestad

   S.M. la Reina Isabel II del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte ha recibido la Medalla Conmemorativa de la Cruz de Distinción del Ejército de Asturias, que otorga el Cuerpo de la Nobleza de dicho Principado.

   El pasado 14 de abril el Consejo de Nobles del citado Cuerpo de la Nobleza, a propuesta de los Caballeros D. Alfredo Leonard, y del Vizconde de Ayala, y con la aprobación del Canciller de la Corporación, D. Manuel Ruiz de Bucesta, decidió por unanimidad hacer entrega a S.M. Británica de la Medalla Conmemorativa del Bicentenario de la Cruz de Distinción del Ejército de Asturias, en memoria de aquellos heroicos súbditos británicos que combatieron durante la Guerra de la Independencia, como muestra del agradecimiento y aprecio hacia el Pueblo Británico, y del respeto de todos los Caballeros y Damas del Cuerpo de la Nobleza hacia la Persona de S.M. Británica, en recuerdo de la alianza Anglo-Española durante la Guerra de la Independencia. 

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   La Medalla fue entregada en Buckingham Palace por el Contralmirante Frederick Price MBE, Medalla de Honor de Oro del Cuerpo de la Nobleza del Principado de Asturias.

   Ante tan atento gesto, S.M. Británica hizo llegar, a través de su Secretaría Particular, una carta de agradecimiento al Consejero Magistral del Cuerpo de la Nobleza del Principado de Asturias, el Excmo. Sr. D. Francisco de Borbón, Duque de Sevilla y Grande de España.
Carta Isabel II 2015

   De éste modo, una vez más, el Cuerpo de la Nobleza del Principado de Asturias ha demostrado su capacidad y deseo para seguir tendiendo puentes en las importantes relaciones Hispano-Británicas.

21 05, 2015

CONVITE – SGL – «Os Novos Títulos Algarvios» – AMANHÃ, 21 de Maio – 17h30

Por |2020-11-13T03:42:41+01:00jueves, mayo 21, 2015|

El Honorable Sr.D. Vitor Escudero de Campos, Caballero Honorario y Canciller del Capítulo de La Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria en Portugal, nos remite esta noticia que publicamos.

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O Presidente da Sociedade de Geografia de Lisboa tem a honra de convidar V. Exa. e sua Exa. Família a assistirem à Conferência, promovida pela Secção de Genealogia, Heráldica e Falerística, que se realizará no Auditório Adriano Moreira, no dia 21 de Maio, Quinta-Feira, pelas 17h30 com o seguinte título:

Os Novos Títulos Algarvios

pelos Sócios Dona Madalena Ferreira Jordão e Comendador Ernesto Ferreira Jordão.

 

Sociedade de Geografia de Lisboa

Rua das Portas de Santo Antão, 100

1150-269 Lisboa – Portugal

213425401 – 213464552

www.socgeografialisboa.pt

20 05, 2015

Declaración de guerra al emperador de Francia Napoleón I.

Por |2020-11-13T03:42:41+01:00miércoles, mayo 20, 2015|

   D. Luis Alberto Valero Aranda, nos facilita estos impresionantes documentos de de la Junta Suprema de Gobierno de España e Indias, de Declaración Oficial de Guerra al Emperador de la Francia, Napoleón I, y alianza con Inglaterra; y de exhortación al pueblo de Portugal para el levantamiento y que se sumen a la guerra.

(Es la reimpresión que se efectuó de manera inmediata en 1808 -impresión original en Sevilla el 6 de Junio de 1808- por la Real Imprenta de Niños Expósitos de Buenos Aires).

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20 05, 2015

Los capitanes Luis Daoíz y Pedro Velarde. Héroes del 2 de Mayo por J.M. Huidobro

Por |2020-11-13T03:42:41+01:00miércoles, mayo 20, 2015|

Artículo de fecha 01-05-2015 de D. José Manuel Huidobro 

Caballero de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén, Miembro de la Real Asociación de Hidalgos de España. Máster en Derecho Nobiliario, Heráldica y Genealogía (UNED). Autor de 55 libros y más de 700 artículos.

   Militares, beneméritos de la Patria, héroes del levantamiento del 2 de mayo de 1808 contra la invasión francesa. Si bien algunos mandos militares españoles colaboraron con los franceses, Daoíz y Velarde representaron la esperanza del Pueblo frente a la invasión.

   Luis Daoíz y Pedro Velarde, oficiales de artillería del cuartel de Monteleón que se sumaron al levantamiento del 2 de mayo de 1808 contra las tropas francesas, fueron de los pocos mandos militares que supieron dar respuesta a las ansias de lucha e independencia del pueblo de Madrid ante la invasión Napoleónica. 

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   Luis (Gonzaga María del Rosario Escolástico Manuel Joseph Joaquín Ana-Juan de la Soledad) Daoíz de Torres, de Miravel y Ponce de León nació en Sevilla, el 10 de febrero de 1767.

El capitán Luis Daoíz

El capitán Luis Daoíz

   Su padre, Martín Vicente Daoíz de Miravel Quesada Iriarte, pertenecía a una antigua familia hidalga de Navarra (de la villa de Aoiz) muy vinculada a la milicia desde tiempos de la Reconquista. A dicho linaje pertenecieron caballeros como Berenguer D’Aoiz, que se estableció en Navarra, y García Garcés D’Aoiz, que intervino en la batalla de Las Navas de Tolosa. A mediados del siglo XVII el abuelo de Martin Daoiz, Joaquín D’Aoiz, natural de Pamplona, se trasladó junto a su familia a Gibraltar para desempeñar el cargo de alguacil mayor y regidor perpetuo, y el apellido de sus sucesores pasa a ser Daoíz. Después de la caída en poder de los ingleses la familia se vio obligada a trasladarse a El Puerto de Santa María. La madre de Luis Daoiz fue doña Francisca de Torres y Ponce de León Briones y Escovedo, hija de los condes de Miraflores de los Ángeles, una rama secundaria de la casa de Arcos

Linaje Daoíz (Escudo cuartelado en cruz)

Linaje Daoíz (Escudo cuartelado en cruz)

   Tras aportar las pruebas de nobleza que eran necesarias para su ingreso en el Cuerpo de Artillería, fue admitido con la 18 promoción como cadete desde el 13 de febrero de 1782 hasta cinco años más tarde, en que obtiene el grado de subteniente, pasando a combatir en el norte de África (Ceuta, 1790; Orán, 1791) y en la guerra contra la Convención (Rosellón, 1793-94). Estuvo prisionero en Francia en 1794-96 y se le liberó tras la paz de Basilea; posteriormente sirvió como artillero de la Armada, participando en la defensa de Cádiz y en dos viajes a América, obteniendo el grado de capitán el 4 de marzo de 1800. Hablaba cinco idiomas y tenía unos conocimientos de matemáticas que le habían permitido publicar un tratado sobre artillería naval. 

   Destinado desde comienzos de 1808 en el Parque de Artillería de Madrid, al producirse la invasión francesa de la Península y saberse que Napoleón se había llevado a la familia real a Bayona, fue uno de los militares que salieron a las calles de Madrid para encabezar la insurrección popular contra las tropas francesas en el levantamiento del 2 de mayo de 1808, con el que dio comienzo la Guerra de la Independencia. 

    El general Murat, que se encontraba irritado por la hostilidad manifiesta con que había sido recibido en Madrid, ordenó disparar contra el pueblo. La represión produjo efecto contrario al esperado y poco después se repitieron los enfrentamientos en los barrios de Madrid. A la población civil, se unieron algunos soldados españoles de infantería y artillería; la milicia española, siguiendo órdenes del capitán general Francisco Javier Negrete, permaneció en general acuartelada y pasiva. Sólo los artilleros del parque de Artillería sito en el Palacio de Monteleón desobedecieron las órdenes y se unieron a la insurrección popular.

   Junto con Pedro Velarde (el otro protagonista de la «confabulación de los artilleros»), representa un dúo mítico en la memoria histórica española, como encarnación del espíritu de independencia nacional, dignidad y valor patriótico que se atribuye a aquel movimiento. Murió de las heridas recibidas en aquella jornada luchando contra un general francés en la Calle Ancha de San Bernardo. 

Alcázar de Segovia, sede del Real Colegio de Artillería

Alcázar de Segovia, sede del Real Colegio de Artillería

    Pedro Velarde y Santillán (o Santillán) nació en Murieras (Cantabria) el 25 de  octubre de 1779 en la casona-palacio de los Velarde. Su padre: José Antonio Velarde y Herrera, titulado Marqués de Villapuente, que nació en Boo de Piélagos hacia 1760 y fue señor de las casas y patronatos de su padre, casó en la casa-torre de Puente Arce con Luisa de Santiyán y Sáinz, natural de Puente Arce. Tras la resistencia de su hijo a los invasores franceses, éstos arrasaron sistemáticamente todas sus propiedades y las de su familia inmediata y lo arruinaron. Pidió a las Cortes una pensión por los quebrantos causados a su hacienda, pero sólo le concedieron una condecoración.

El capitán Pedro Velarde por Eugenio Oliva, Museo del Ejército (Madrid)

El capitán Pedro Velarde por Eugenio Oliva, Museo del Ejército (Madrid)

   Pedro, tras aportar las pruebas de nobleza, como hidalgo que era,  en 1793 ingresó como cadete en el Real Colegio de Artillería de Segovia con la 30 promoción, del que salió en 1799 con el grado de subteniente por sus brillantes resultados y en 1801 tomó parte en la campaña contra Portugal. En 1802 alcanzó el grado de teniente. 
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   En el Museo Etnográfico de Cantabria se encuentra la colección perteneciente al capitán Pedro Velarde ,que se expone en uno de los espacios, con piezas singulares como “La probanza de Hidalguía sellada en Flandes en 1652 (mostrada a la izquierda), y el sillón frailero blasonado con los escudos de armas de los Velarde y Ceballos del S. XVII.

   En 1804 era ya un capitán del arma de Artillería destinado en el Estado Mayor de Madrid y experto en materias técnicas, de las que sería profesor y experto en proyectiles en el Colegio de Segovia (1804-06). Posteriormente, pasó a formar parte de la Junta Superior Económica del Arma de Artillería. Había sido un admirador de la obra de Napoleón Bonaparte; pero cuando éste intentó ocupar España aprovechando las disensiones internas de la familia real (1808), Velarde empezó a conspirar para frustrar sus intenciones. Murat intentó conseguir su colaboración ofreciéndole pasarse al ejército francés, pero fracasó en su intento. Por encargo de Godoy, Velarde abía tratado, en varias ocasiones, con el general Murat quien, conocedor de la admiración del joven por Napoleón, le había ofrecido pasar al servicio de Francia, pero Velarde dijo que no aceptaría hasta que la oferta fuera aprobada por sus superiores.

   El 2 de Mayo de 1808, a raíz de la partida de los tres últimos representantes de la Familia Real, el pueblo de Madrid se levanta en armas contra el invasor, dando lugar a luchas en el interior de la ciudad y que culminan con la defensa del Parque de Artillería de Monteleón. Velarde, en colaboración con el capitán Luis Daoíz, elaboró un plan militar de defensa de la villa que presentó al general español Gonzalo O’Farril (a la sazón Ministro de la Guerra), –que posteriormente sería ministro de José Bonaparte y al que acompañaría en su vuelta a Francia–, plan que en lugar de alcanzar los deseos del autor se volvió en contra de los militares españoles puesto que puso en guardia a las fuerzas francesas.

   Velarde entonces solicita del Coronel del Regimiento de Voluntarios del Estado una tropa armada con el pretexto de disolver al pueblo levantisco que estaba agolpado a las puertas del Parque de Artillería de Monteleón exigiendo las armas allí custodiadas. Con una compañía de treinta y tres soldados, convence al capitán Daoiz, cuyas órdenes eran las de impedir cualquier intervención del Ejército en la revuelta, de que éstas ordenes eran contrarias al patriotismo del momento y debía anteponer su deber como patriota al deber militar y consigue por fin que Daoiz ceda y que se abran las puertas al pueblo y se les entreguen las armas a los sublevados.

"Muerte de Daoiz y defensa del Parque de Monteleón” de Manuel Catellano, 1862

«Muerte de Daoiz y defensa del Parque de Monteleón” de Manuel Catellano, 1862

   Los franceses atacaron, la lucha fue tremenda y el comportamiento de los defensores, civiles y militares, heroico hasta el extremo. Durante la defensa del Parque, actuando a las órdenes de Daoíz como su segundo, prodiga sus conocimientos tácticos y actúa con absoluto desprecio de su vida en todos los sangrientos combates. El capitán Pedro Velarde Santillán murió a tiros de un oficial de la Guardia Noble Polaca, mientras que el capitán Luis Daoiz atravesado por las bayonetas francesas falleció esa misma tarde. El teniente Jacinto Ruiz Mendoza, natural de Ceuta, que les acompañaba en la sublevación, resultó también gravemente herido pero logra salvarse; sus restos descansan en el monumento a los Héroes y de la Lealtad, en el Paseo del Prado de Madrid, junto con los de Daoíz y de Velarde.

Lápida conmemorativa a los Héroes del 2 de Mayo

Lápida conmemorativa a los Héroes del 2 de Mayo

   Los hidalgos de la Villa, un grupo minoritario que contaba, según el Censo de Godoy de 1797, con algo menos de 5.000 miembros, jugó un papel relevante en la sublevación, con una participación mayor que la de otros grupos sociales

   Para saber más

    Los dos leones de bronce que adornan la entrada principal del Congreso de los Diputados en Madrid, fundidos en la Real Fábrica de Artillería de Sevilla, reciben los nombres de «Daoíz y Velarde» en honor a ambos militares españoles. Asimismo, cabe destacar, el monumento que en recuerdo de los dos principales baluartes de la resistencia del 2 de mayo se levantó en la plaza de acceso al Alcázar de Segovia.

20 05, 2015

PREMIO FUNDACIÓN CABALLEROS DE YUSTE 2015

Por |2020-11-13T03:42:41+01:00miércoles, mayo 20, 2015|

Logo Yuste

 

    Finalizada la Asamblea General Ordinaria del día 06 de junio de 2015, se procederá al Acto Académico de entrega del Premio de Investigación.

    El Tribunal compuesto por un grupo de expertos de Caballeros y Damas de Yuste, ha calificado el trabajo de los Profesores Briseida Barrantes y Olmedo Beluche por su trabajo: EL REINADO DE CARLOS I, EL PROYECTO DE UN CANAL POR PANAMÁ Y EL INICIO DE LA “HISTORIA UNIVERSAL”.

    Este Premio ha sido financiado con 6.000 euros por la Fundación Caballeros de Yuste, cuyo Presidente hará entrega de la citada cantidad.

 PROTOCOLO  A SEGUIR EN LA ENTREGA DEL PREMIO DE INVESTIGACIÓN

                     Ceremonia de entrada al salón de actos.

1º.- Caballeros, Damas y Jeromines  de la Real Asociación.

2º.- Personalidades de la Columbus University de Panamá.

3º.-  Autores del Tema premiado.

4º.- Autoridades y Junta Directiva.

                     COMIENZA  EL ACTO ACADÉMICO

Presentación del Acto Académico.

Lectura del Acta del Tribunal de Calificación del Tema de Investigación.

Lectura del Currículum de los Profesores Briseida Barrantes y Olmedo Beluche.

   Los autores del trabajo explicarán el itinerario seguido en la investigación del Tema: EL REINADO DE CARLOS I, EL PROYECTO DE UN CANAL POR PANAMÁ Y EL INICIO DE LA “HISTORIA UNIVERSAL”.

 Palabras del Profesor Dr. Joaquín Villar-García (Presidente y Rector de la Columbus University de Panamá).

   Clausura del acto por el Presidente de la Real Asociación y Fundación Caballeros de Yuste.

 Se cantará el himno universitario Gaudeamus Igitus, canto universitario internacional del Siglo XII, hoy se sigue cantando en todas las universidades nacionales y extranjeras.

   Al final del acto se ofrecerá un vino español.

   Para  mayor solemnidad los Caballeros, Damas y Jeromines, deberán llevar la vestimenta adecuada además de la banda, y la venera si la tuviese como signo de la Real Asociación.

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