RECOMENDACIÓN: ORDINES.
El día 2 de octubre del actual 2014, de la mano de D. Manuel Ángel Álvarez de Ron Sela, nace el blog Ordines. Publicación que gira en torno al mundo de las Ordenes de Caballería, Corporaciones Nobiliarias y Asociaciones Caballerescas, como así de los ideales y valores que en las mismas se profesan y reverencian.
Como no podía ser de otra manera, y a modo de recomendación, aconsejamos a nuestros lectores y amigos la lectura de los artículos y posts que en la misma se publican.
http://ordines.blogspot.com.es/
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CORREOS CONMEMORA EL II CENTENARIO DE LA ORDEN DE SAN HERMENEGILDO.
En el Salón de Honor del Cuartel General del Aire, en Madrid, ha tenido lugar el solemne acto de presentación del sello, editado por la Sociedad Anónima Estatal Correos y Telégrafos, conmemorando el II Centenario de la fundación de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo por el Fernando VII en 1814. Intervino en primer lugar el Jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, Excmo. Sr. General D. Francisco Javier García Arnaiz, quien como anfitrión, dio la bienvenida a los asistentes, haciendo uso de la palabra. A continuación, el Gran Canciller de la Orden de San Hermenegildo, Excmo. Sr. Almirante General D. Manuel Rebollo García, subrayó los valores que premia esta distinción militar, muy particularmente el de la Fidelidad.
Posteriormente, el Subsecretario del Ministerio de Fomento, D. Mario Garcés Sanagustín y el Presidente de Correos D. Javier Cuesta Nuin, repasaron varios ejemplos recientes de cómo la Comisión Filatélica del Estado prestaba singular atención a las conmemoraciones castrenses, difundiéndolas mundialmente a través de los sellos de Correos y de todo el mundo investigador y cultural filatélico.
Entre los numerosos asistentes cabe citar a D. Jaime Sánchez Revenga, Presidente Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, D. José Ángel Partearroyo Martín, en representación de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), D. Jesús Sitjà Prats, Presidente Real Academia Filatelia, D. Alfonso Zuleta de Reales, por la Orden Militar de Santiago, el General D. Juan García Martínez, Duque de San Pedro de Galatino, representando a la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén y D. José Luis Sampedro Escolar, por el Señorío Divisero de Tejada.
El acto finalizó con el tradicional brindis por S.M. el Rey.
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CLAUSURA DEL CURSO 2013-2014 DE LA ESCUELA MARQUÉS DE AVILÉS.
La Escuela Marqués de Avilés clausuró el Curso de Genealogía, Heráldica y Nobiliaria 2013-14 con un acto celebrado en la sede madrileña del Centro Riojano, bajo la presidencia de Doña Elena Fernández del Cerro, quien saludó a los numerosos asistentes y presentó al Vicepresidente, D. José Luis Sampedro Escolar, quien disertó acerca de La Iconografía de San Hermenegildo, con lo que la entidad organizadora se sumó a las celebraciones del II Centenario de la Real y Militar Orden bajo la advocación de este Príncipe. Ilustre corporación militar que estuvo representada en la sesión por el Coronel de Artillería Ilmº. Sr. D. Eduardo García-Menacho y Osset, en quien había delegado expresamente el Gran Canciller de la Orden.
Finalizada la conferencia, se repartieron los diplomas correspondientes a los alumnos que habían culminado el Curso.
La edición 2014-15 del Curso de Genealogía, Heráldica y Nobiliaria comenzará el lunes 13 de octubre en la mencionada sede del Centro Riojano de Madrid.
El martes 28 de octubre, a las siete de la tarde, tendrá lugar la conferencia de apertura oficial del mismo, la cual será impartida por el Ilmº. Sr. D. José Saavedra y Ligne, IV Marqués de Villalobar, quien recordará la figura de su abuelo, el Excmº. Sr.Don Rodrigo de Saavedra y Vinent, II Marqués de Villalobar y egregio Embajador de España en Bruselas durante toda la I Guerra Mundial, de cuyo comienzo se conmemora este año el centenario y en la que este personaje jugó un excepcional papel mitigando los desastres que el conflictó comportó para la población belga.
Al final de esta sesión se ofrecerá una copa de vino de Rioja.
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ESTUDIO DE LINAJES: UNA APORTACIÓN A LA HISTORIOGRAFÍA.
POR D.MIGUEL ÁNGEL HERMIDA JIMÉNEZ, CABALLERO DE LINAJE CHANCILLERES. LICENCIADO EN GEOGRAFÍA E HISTORIA. MASTER EN ARCHIVÍSTICA.
“Liña de parentesco es ayuntamiento ordenado de personas que se tienen unas a otras como cadenas descendiendo de una rayz, et fazen entre si grados departidos” (1).
Que un concepto como el de linaje fuera incluido en las leyes de Castilla nos indica la importancia que para la sociedad del siglo XIII tenía esta realidad social la cual, y sin duda alguna, excede del concepto de familia y se presenta como un elemento del que se derivan derechos y obligaciones. Una realidad jurídica cuyo desarrollo llegará hasta bien entrado el siglo XIX.
Aspecto tan importante para la sociedad medieval y del Antiguo Régimen no puede quedar limitado al estudio genealógico, muy al contrario, es necesario que el linaje sea analizado en su contexto como realidad social que puede ayudarnos a estudiar y comprender el pasado.
Con el linaje como protagonista del análisis histórico y con perspectivas variadas respecto al ámbito de investigación, contamos con un buen número de trabajos encuadrados en la Historia social y económica, aspectos que los historiadores han analizado con gran dedicación en los últimos tiempos. Son multitud los estudios referentes a familias vinculadas a actividades comerciales en localidades de tradición mercantil como Burgos, en la que encontramos infinidad de linajes de comerciantes como los Astudillo, Bernuy o los Castro entre otros(2) ; también en Sevilla, con familias vinculadas a los negocios como los Mañara o los Neve(3); en Medina del Campo destacaría especialmente, en este ámbito mercantil, la actividad ejercida por Simón Ruiz (4) y su familia.
Otras investigaciones han enfocado el análisis desde la perspectiva nobiliaria, encontrando buen número de estudios en nuestra historiografía. En la Edad Media, Vasco de Aponte en su Relación de algunas casas y linajes del reino de Galicia o Lope García de Salazar con su historia de linajes vascos y su enfrentamiento en las guerras de bandos en Genealogías de las familias ilustres de Vizcaya, montañas de Burgos y Asturias o en Bienandanzas e Fortunas. En el siglo XVI Gonzalo Argote de Molina escribe su obra Nobleza de Andalucía y en el siglo XVII sobresalen las figuras de Diego Ortiz de Zúñiga con su Discurso genealógico de los Ortizes de Sevilla y Alonso López de Haro que nos dejó escritos como Nobiliario genealógico de los reyes y títulos de España. Entre los siglos XVII y XVIII destaca la labor del genealogista Luis de Salazar y Castro, autor de los más importantes estudios sobre linajes nobles españoles como la Historia genealógica de la Casa de Lara o Historia genealógica de la Casa de Silva, por mencionar algunos de su magna obra. En el siglo XIX y principios del XX, es destacable el trabajo realizado por Francisco Fernández de Bethencourt en la Historia genealógica y heráldica de la monarquía española. Casa Real y grandes de España. Entre los autores contemporáneos contamos con estudios genealógicos, nobiliarios y heráldicos como los realizados por los hermanos García Carraffa y su Diccionario heráldico y genealógico de apellidos españoles y americanos o por Endika de Mogrobejo con Diccionario hispanoamericano de Heráldica, Onomástica y Genealogía. Es preciso mencionar los magistrales trabajos sobre nobiliaria y heráldica de Faustino Menéndez Pidal, así como los de Jaime de Salazar y Acha como el dedicado al linajes de los Vela o el Estudio histórico sobre una familia extremeña: los Sánchez Arjona. El trabajo de García de Cortázar en colaboración con otros investigadores, que nos ofrece una completa visión de los linajes de Vizcaya en la obra Vizcaya en la Edad Media o el de Arsenio Dacosta Los linajes de Bizkaia en la Baja Edad Media: poder, parentesco y conflicto en el que se abordan numerosos aspectos también de linajes vizcaínos. Ana Belén Sánchez Prieto en La Casa de Mendoza hasta el tercer Duque del Infantado (1350-1531): el ejercicio y alcance del poder señorial en la Castilla bajomedieval analiza este importantísimo linaje a través de diferentes perspectivas, desde los clásicos estudios genealógicos hasta los aspectos económicos que determinan la posición preeminente de los Mendoza, pasando por el estudio de los diferentes señoríos, la plasmación en mapas de los mismos o las relaciones internas de poder. El panorama historiográfico español respecto al estudio de familias nobles, sus enlaces genealógicos y la dimensión sociopolítica del linaje, es centro de interés de las más variadas fórmulas de interpretación del pasado.
El análisis social realizado por Julio Caro Baroja en Los judíos en la España moderna y contemporánea nos acerca al conocimiento de linajes en la España de la Inquisición y la persecución por motivos religiosos (5) . No faltan los que abordan el tema desde las funciones públicas, profesiones u oficios desempeñados por sus miembros y desde las más variadas perspectivas de análisis enmarcadas en los campos de Historia social y económica. Estos y otros muchos trabajos ponen de manifiesto la importancia que la investigación en el campo de la Historia social ha tenido en nuestra historiografía contemporánea, con enfoques diferentes que van desde los estudios genealógicos y nobiliarios más clásicos hasta tendencias historiográficas inspiradas en la escuela de los Annales y sus continuadores. Se trata, por lo tanto, de un campo de investigación que ha sido prolijamente tratado y que ha contribuido a configurar una forma de abordar el análisis histórico con el linaje, considerado desde perspectivas variadas, como objeto de estudio.
En el presente estudio se aborda un modelo de investigación que parte del análisis de procesos históricos desde la perspectiva del estudio de familias, de linajes y su evolución en el tiempo. La vinculación del linaje con las realidades sociales, económicas, políticas o jurídicas de su entorno y de su época permite una comprensión más completa de los acontecimientos, coyunturas y estructuras históricas y proporciona una visión más cercana y precisa de los aspectos que pretendemos analizar; siendo el individuo, la familia y el linaje los protagonistas de los procesos revisados. La intención es ofrecer un panorama global del linaje desde diferentes enfoques, enmarcándolo en espacios temporales y geográficos, destacando las características que lo definen como linaje noble, estudiando sus correspondientes pruebas de nobleza, la legislación que regula su condición nobiliaria, sus aspectos sociales, los factores ideológicos, todos ellos son elementos que permiten entender la historia familiar en toda su dimensión. Ese panorama global sirve de recurso para abordar realidades históricas que pueden ser entendidas con más nitidez desde la perspectiva más cercana de los individuos que vivieron los acontecimientos y estuvieron inmersos en aquellas estructuras sociales, jurídicas, económicas y políticas.
Para la realización de esta investigación se han seleccionado dos linajes con una procedencia geográfica radicalmente distinta, lo cual permiten comprender situaciones y procesos de los diferentes territorios pertenecientes a la Corona de Castilla y a la Corona de Aragón.
En la primera parte se analiza el linaje Hechavarría-Elguezúa, originario del Señorío de Vizcaya. Estudiado temporalmente desde mediados del siglo XVI, su análisis, desde la perspectiva planteada, nos permite seguir a los miembros de esta familia desde su originario solar en Vizcaya hasta su posterior asentamiento en Castilla, conocer el modelo económico y social vizcaíno, el fundamento jurídico de la nobleza de Vizcaya, las instituciones que regularon y entendieron de asuntos de nobleza. El estudio del Derecho de Indias y de las circunstancias específicas de estas tierras se justifica cuando encontramos el linaje en América a finales del siglo XVII, con su inmersión en la sociedad cubana al igual que muchas familias españolas que se establecieron en aquellas tierras. Es este, la conquista, colonización y población de Indias un aspecto fundamental que caracteriza singularmente la Historia de España lo mismo que el retorno a la Península de muchas de ellas. El Derecho Nobiliario, el ingreso en instituciones nobiliarias como las Órdenes Militares, la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III o las Reales Maestranzas de Caballería, además de los aspectos que determinan la concesión de títulos nobiliarios, son factores que cobran una dimensión especial contemplados desde el estudio de conjunto de este linaje y nos permite entender la evolución de procesos y cambios sociales.
La segunda parte está dedicada al estudio del linaje Fabra. Se trata de una familia de burgueses honrados que estuvo asentada en la Alta Cerdaña, concretamente de la villa de Llivia, al menos desde el siglo XVII. Se analiza la circunstancia nobiliaria y aspectos jurídicos de la condición de burgueses honrados del principado de Cataluña y condados de Rosellón y Cerdaña. Miembros de este linaje pasarán desde Cerdaña a Barcelona a finales del siglo XVIII, promoviendo con sus actividades el tradicional desarrollo mercantil catalán, así como el primer desarrollo industrial de España desde Cataluña, con sedes comerciales en Madrid, a través de una de las ramas familiares. Actividades políticas, comerciales, periodísticas fueron desempeñadas con gran éxito por miembros de esta familia y su ascenso social culminó con la concesión de un título nobiliario.
El análisis de los mecanismos de promoción social de estos dos linajes desde el siglo XVI y XVII al XIX es, si cabe, el elemento más destacable de este estudio. El paso del Antiguo Régimen al liberalismo es un aspecto fundamental que debe ser adecuadamente considerado pues el consiguiente cambio del modelo económico, social y político va a poder observarse de forma nítida en la transformación de los linajes y su acomodo a la nueva realidad, logrando, en ambos casos, perpetuar su condición noble en el nuevo marco que deriva del proceso de formación de la España liberal y constitucional.
(1)Las Siete Partidas, Partida IV, Título VI, Ley II.
(2)Los estudios realizados por Manuel Basas Fernández sobre el comercio burgalés en el siglo XVI nos ofrecen un panorama completo sobre la actividad económica desarrollada en Burgos, los linajes de comerciantes y su actividad con otras plazas comerciales. BASAS FERNÁNDEZ, M. “Mercaderes burgaleses en el siglo XVI” en Boletín de la Institución Fernán González, 1954, número 126, pp. 55-67 y 156-169.
(3)VILA VILAR, E. “Los mercaderes sevillanos y el destino de la plata de Indias” en Boletín de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras, 2001, Vol 29, pp. 85-101.
(4)Una de las más importantes figuras del comercio castellano en el siglo XVI, Simón Ruiz, es tratado por Basas Fernández desde su actividad comercial y también a través de su realidad social y familiar. BASAS FERNÁNDEZ, M. “Testamento y mayorazgos del mercader Simón Ruiz Embito” en Boletín de la Institución Fernán González, 1962, número 159, pp. 299-319.
(5) El estudio que realiza Julio Caro Baroja de la realidad social española desde el siglo XV hasta el siglo XIX, visto desde la perspectiva de las persecuciones por motivos religiosos e ideológicos en España, es un buen ejemplo del estudio de linajes en función de esa circunstancia. A través de diferentes familias analiza la problemática de los judeoconversos en España en la Edad Moderna y Contemporánea. Un estudio de linajes en el que nobles, mercaderes, médicos, banqueros o familias en las que muchos de sus miembros fueron religiosos son analizados con rigor en el contexto de una sociedad intransigente con los que quisieron acceder a cargos vedados para los descendientes de judíos.
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PATRIA Y CABALLERÍA.
POR EL DR. JOSÉ MARÍA DE MONTELLS Y GALÁN.
Ante la gravísima ofensiva de un separatismo voraz e insaciable, rescato un texto mío de 2006, que sirvió de introducción al libro Registro de ordenes de Caballería del Reino de España que escribimos junto a mi dilecto Alfredo Escudero. No he cambiado ni una coma, lamentablemente los últimos acontecimientos lo han puesto de actualidad.
De todos es sabido, aunque sea silenciado en nuestro tiempo, que el triunfo de la Revolución Francesa trajo aparejado, entre otros males, la negación absoluta del espíritu estamental, al propugnar, como paradigmática, la superioridad del principio político del individualismo sobre el corporativismo. Como desastrosa consecuencia, el hombre moderno quedó aislado frente a los poderosos, mientras se encendía la llama romántica de los nacionalismos y se cortaban los vínculos con el mundo aristocrático y cristiano. Sin Dios ni tradición, una nueva era de barbarie y fanatismo se adueñó de Europa. Así, la antigua caballería apareció ante los ojos de todos como una cáscara vacía e inútil. Sin embargo, precisamente la grosera y aplastante victoria de conceptos tan abstractos e indefinidos como el de libertad e igualdad, propició una vuelta a las antiguas tradiciones medievales y renacentistas. El hombre nuevo, creado por la diosa Razón buscó, como lo hicieran antes sus predecesores, su integración en corporaciones que mantenían casi clandestinamente el culto a un pasado más glorioso y más humano. Las órdenes de caballería se constituyen entonces en el medio más apropiado para que la persona realice en su proporción, determinados valores absolutos.
El siglo XX asiste también a una formidable lucha de la Tradición contra la Revolución triunfante. Y si bien hay un combate denodado por el restablecimiento del orden natural de las cosas y por la defensa de la Fe, el ateísmo materialista impone finalmente su visión nihilista de la Historia. La resistencia popular a estos desmanes (con ejemplos heroicos en nuestra Patria) se ve ahora ensombrecida por la tergiversación interesada de la verdad que nos presenta el inmediato pasado como una época terrible y oscura, sin que nadie, salvo honrosas excepciones, denuncie los excesos revolucionarios particularmente crueles en nuestro suelo y la grave responsabilidad por lo acontecido después, de una mezquina e innoble clase política subyugada por los totalitarismos europeos de una u otra condición.
La posguerra trajo consigo, tras el atroz paréntesis de terror y persecución religiosa de la guerra misma, un legítimo interés por aquellas instituciones que aseguraban la devoción por la fe, la patria, la dama ideal y la familia. Durante estos breves períodos de reencuentro con los orígenes, apenas una luz entre las mendaces sombras, las ordenes de caballería hallaron su acomodo en la realización de metas caritativas y hospitalarias que estaban en sus objetivos religiosos y asistenciales desde los primeros tiempos. También se propició, una vuelta a arquetipos humanos como el españolísimo Don Quijote que, maltrecho y combatido, no ceja en su idealismo y pureza caballeresca. Me malicio que Cervantes quiso ridiculizar en él, un mundo aristocrático que ya había entrado en crisis y a pesar de todo, el de la Triste Figura, logró salir airoso de la prueba y triunfar plenamente sobre la burla, con su generoso desvarío. Una locura contagiosa que hace a los hombres mejores. Hasta Sancho, se impregnó de ese espíritu de servicio a los desvalidos que animaba el exaltado corazón del hidalgo. Lo que se pretendió sátira, quedó en apología.
Hoy, como ayer, se cuestiona igualmente la vigencia de las órdenes de caballería, en una sociedad enferma que no comprende ni su significado ni se interesa por su historia, desprovista como está, de asideros religiosos donde acogerse y entregada a la vulgar admiración del triunfo fácil en lo económico y en lo social. Los espesos modelos televisivos han impuesto una visión superficial, simplista y zafia de todo lo que nos rodea. Los jóvenes carecen de cualquier referencia ética o moral. Se procura borrar de las mentes cualquier noción de amor por el prójimo, de renuncia o sacrificio. Hay una negación filosófica del Mal, que es ya el Mal mismo. Una suerte de inversión de los valores y de las costumbres invita a los individuos a toda clase de barbaridades y dislates, con la cómplice aquiescencia de los poderes públicos, en aras de una pureza democrática mal entendida y peor interpretada. Asistimos atónitos al intento de reinventar España desde ideologías contrarias a su mera existencia, creadoras de una historia legendaria e inexistente de confrontación y sometimiento, mientras se trata de adormecer el cuerpo sano de las Españas que se mantiene vivo pese a todo, frente a esa vaga definición tan repetida ahora de que España constituye una nación de naciones, un estado plurinacional.
España, creo yo, es más que eso, mucho más que una nación de naciones, es una Patria. Una Patria es un sistema de complicidades históricas y de certezas íntimas, un conjunto de secretos conocidos colectivamente, una tupida red de emociones vividas en común. España posee unos rasgos propios, únicos, insustituibles que conforman su singularidad en la historia y en el mundo. España no es solamente el territorio donde hemos nacido. España es también una religión, una cultura, un idioma y una historia propias. España es una forma de ser cristiano, de ser católico, de ser religioso. No hay otra igual. Hay también una forma propia de expresar las ideas, de comunicar los sentimientos, de describir los hechos.
Hay asimismo una manera de ser histórica, permanente, casi, casi inmutable. Según nuestra recta doctrina tradicional, nuestra Patria es un conjunto de pueblos, de dentro y de más allá de la Península Ibérica, que rezan a un mismo Dios, hablan un mismo idioma y acatan a un mismo Rey.
La defensa de la Patria está en los orígenes de todas las ordenes e instituciones caballerescas españolas como uno de sus primeros y más trascendentes ideales. Un pudor incomprensible, que solo puede atribuirse al alejamiento prudente y paulatino de todas las corporaciones del espacio de lo político, ha relegado este principio a su mero y genérico enunciado. Confiados en un futuro prometedor, integrados en una Europa aún por rescribir, nadie podía pensar que a comienzos del siglo XXI, la Patria (la misma del siglo XIII) estuviera en peligro.
No es hora de defender a la Patria con las armas en la mano, como antaño, pero conviene ir recuperando para las instituciones de la caballería el discurso de lo patriótico. En esto también, el Papa Juan Pablo II nos ha señalado el camino. Su amor a la historia de nuestra Patria, su defensa del papel histórico de España en el mundo, ha sido tan evidente que constituye toda una lección para los españoles olvidadizos de nuestro tiempo. La beatificación de los mártires de la Guerra Civil, perseguidos por el marxismo, es una contribución de primera magnitud para restablecer la Verdad de nuestro acontecer reciente.
Fracasada la creación artificial del hombre nuevo, sin raíces y sin compromisos con el pasado, debemos insistir en que somos parte de una herencia a defender y transmitir intacta a las generaciones que nos sucederán. Las Patrias desaparecen. En la crónica de la humanidad, grandes patrias han sucumbido a la destrucción de su destino. España, como un todo, más que un recuerdo, es una meta, un destino, en palabras de Julián Marías.
Las instituciones caballerescas, que han encontrado, en el ejercicio de la caridad, en la atención al desvalido y al enfermo, una razón de ser en el mundo de hoy, no deben olvidar tampoco que sus raíces primigenias están en la defensa de la Patria y que su contribución debe hacerse hoy con las ideas, ya que con ideas (viciadas, inventadas, falaces) se la ataca. Estamos ante una crisis sin precedentes, piénsese que se discuten todos los conceptos, los principios, los valores y las normas por las que nos hemos regido. Por ello, se hace necesario que las instituciones sociales (todas y las corporaciones caballerescas, con más razón) retomen los sueños, las esperanzas y los milagros que hicieron a España. Esa vibración del alma colectiva que hace a los pueblos grandes. Esa mística que no se ve de la que está hecha nuestra propia identidad como españoles.
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ACTES DEL CENTENAR DE LA PLOMA PER AL DÍA 8 D’OCTUBRE.
Celebració del DCCLXXVI de la Conquista de Valéncia por Jaume I i la creació del Regne de Valéncia Cristià.
– Orde dels actes per al dia 8 d’Octubre-
Assistirem a la Santa Missa a les 20:00 en la Capella del Sant Càliç i posteriorment colocarem una corona de llorer en la Capelleta de Sant Jordi en la plaça de l’Almoina i en acabant oferirem una corona de llorer davant l’estàtua del Ballester del Centenar de la Ploma en el Palau de la Generalitat.
La Santa Missa es celebrarà en memòria d’Antoni Cantos i Camps on els seus fills retornaran el Collar de Cavaller com manen les Ordenances.
http://www.elcentenardelaploma.org
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SAN FRANCISCO DE BORJA PATRONO DE LA CETRERÍA ESPAÑOLA.
POR D. EMILIO MORA DE LORENZO. MAESTRO DE CEREMONIAS DEL REAL GREMIO DE HALCONEROS.
Su Santidad el Papa Francisco se ha dignado declarar a san Francisco de Borja (1510-1572), IV duque de Gandía, Grande de España, Virrey de Cataluña y III General de la Compañía de Jesús, patrono del Real Gremio de Halconeros y de la cetrería española. Don Antonio de Castro García de Tejada, halconero Mayor del Reino y del Subpriorato Español de la Orden de Malta, elevó la solicitud a la Santa Sede tras considerar que una actividad tan antigua como la cetrería carecía de santo patrón. La designación reviste el carácter de histórica por cuanto la mayoría de los santos patrones reconocidos por la iglesia católica han sido impuestos por tradición. Mientras que el patrón de la cetrería ha sido señalado oficialmente por el Vaticano. Don Antonio de Castro eligió a san Francisco de Borja para ser propuesto al Papa en atención de que se conoce por Fray Diego de Niseno, en su Vida de San Francisco de Borja, como el duque de Gandía tras haber abandonado la corte, espiritualmente abatido por la muerte de la emperatriz Isabel, a quien servía como caballerizo mayor y habiendo profesado ya en religión sólo dos entretenimientos se permitía, como alivio de sus muchas responsabilidades: la música sacra de canto de órgano y la cetrería. Cuando cortesano, acompañó infinidad de veces a cazar con halcones a su primo el emperador Carlos I de España y V de Alemania, que también fue un grandísimo aficionado a la cetrería que disfrutaba como actividad cinegética y sano esparcimiento que se tenía en la época como preparación para la guerra, por lo sutil de las estrategias que se debían desarrollar para culminar con éxito el lance y, al tiempo, por la formación del carácter de los jóvenes cetreros, pues esta actividad los hacía sanos y esforzados, alejándolos de la vida licenciosa de la corte.
Este hito histórico vuelve a acreditar la importante labor cultural que viene realizando don Antonio de Castro al frente del Real Gremio de Halconeros, promoviendo los altos valores culturales, sociales y diplomáticos de la cetrería, sin descuidar los aspectos deportivos, pues pertenecen al Real Gremio, los halconeros españoles más distinguidos en la práctica de esta actividad, tanto en los aspectos cinegéticos como de competición. Destacando también en estos aspectos el halconero mayor del reino. Últimamente proclamado Campeón de la Rioja, Andalucía y España de Cetrería (modalidad, altanería en estilo). Así como subcampeón de Castilla La Mancha y Madrid además de subcampeón de España de cetrería (altanería con perro de muestra). La Conferencia Episcopal Española ha aprobado, para incorporala a la liturgia del santo, la oración compuesta por Antonio de Castro que recomienda sea elevada al santo antes de iniciar el lance.
Santo duque de Gandía,
tú, que todo lo abandonaste
para servir al Creador.
Intercede ante quien Todo lo Puede
para que libre a nuestros halcones
de la fiereza de la garra del águila y
del plomo vil del escopetero.
Santo Francisco de Borja
ruega por los halconeros españoles.
Amén.
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CONFERENCIA PATROCINADA POR EL AYUNTAMIENTO DE SEVILLA Y LA ORDEN DE CABALLEROS DE SAN CLEMENTE Y SAN FERNANDO.
El Excmo. Ayuntamiento de Sevilla y la Orden de Caballeros de San Clemente y San Fernando quieren homenajear a Ejército del Aire, en el 75 aniversario de su fundación, con una conferencia que impartirá (D.m.) el Excmo. Señor D. Pablo Gómez Rojo, el 26 de noviembre de 2014, en Salón Almirante del Real Alcázar de Sevilla.
La conferencia girará alrededor del tema «Ejército del Aire: Valores Esenciales en la Formación Militar: Lecciones Aprendidas».
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