UNA INVESTIDURA EJEMPLAR.

Por |2020-11-13T03:44:18+01:00domingo, mayo 18, 2014|

POR EL DR. JOSÉ MARÍA DE MONTELLS Y GALÁN.

No pude asistir a la investidura de la Hermandad de Caballeros Defensores del ‘Lignum Crucis’ y el Camino de Santiago, del Monasterio de Santo Toribio de Liébana. Ese día, el 10 de mayo, recibía la primera comunión mi nieto mayor, Gonzalo  Manuel de Villena y Montells y estuve naturalmente, en la gozosa ocasión. Recé por él para que el Señor le otorgue durante toda su vida, la fe, la esperanza y la caridad, las señales que nos caracterizan como católicos.
Gonzalo Manuel de Villena y Montells con sus abuelos.
No se me olvidó, sin embargo, mi compromiso con la dicha Hermandad y estuve informado al minuto. No sé si cantaría el cuco, cuando los neófitos esperaban para ingresar en la corporación, seguramente sí. Pienso que Santo Toribio les regalaría un día adecuado a la grata circunstancia.
Así que lo que sé a ciencia cierta es que la Hermandad se reunió en solemne capítulo, nombrando al consejero de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Cantabria, Miguel Ángel Serna, y al presidente editor de El Diario Montañés, Mariano Linares, nuevos Caballeros de la Cofradía en el transcurso de un acto celebrado en el monasterio lebaniego y en el que, además, recibieron idéntica distinción otras quince personas. Me consta que fue una investidura ejemplar, por el recogimiento religioso y la emoción caballeresca de todos los presentes.
Investidura de D. Fernando Alcázar de Velasco.
Todos ellos, los 17 neófitos, fueron protagonistas de una ceremonia que empezó a las siete en punto de la tarde, cuando, acompañados por el portaestandarte y el portaespadas de la corporación, los caballeros de escolta, los miembros del consejo y el Hermano Mayor de la Hermandad, mi querido y admirado amigo don José María de Mazarrasa y de la Torre. Los postulantes entraron desde la sacristía al interior de la capilla del ‘Lignum Crucis’, donde el prior del monasterio, Juan Manuel Núñez, procedió a oficiar una ceremonia religiosa.
Luego de un juramento colectivo, los nuevos caballeros y damas participaron en el acto de investidura, para lo cual, cada postulante –al que acompañó su padrino o madrina– se acercó al altar arrodillándose en un reclinatorio para ser nombrado solemnemente caballero o dama de la Hermandad de Santo Toribio de Liébana, recibiendo la medalla y colocándose la capa distintiva.
Panorámica de la Investidura.
Los nuevos integrantes de la Hermandad son: don Miguel Ángel Serna, don Mariano Linares, don Fernando Alcázar de Velasco, don Javier Cabrero, don Antonio Cuesta, don Aurelio Feliu, don Óscar Gómez, don Juan Madrazo, don Manuel López-Dóriga, don Carlos Paniagua, don Emilio del Valle, don Santiago Zerolo. Como Damas, doña Concepción González, doña Carmen Girón y doña Teresa Sáenz. Como Cadetes ingresaron Fernando Alvear y Clara Osma (Cadetes).
Concluida la ceremonia de investidura, don Miguel Ángel Serna manifestó su agradecimiento a la Corporación por el nombramiento, que, dijo, «lleva implícito un compromiso de colaboración» por parte de la Consejería, que quiere «promover de forma muy significativa el Año Jubilar Lebaniego». Serna recordó que «la Hermandad tiene por objetivo el Año Jubilar Lebaniego» pero insistió en que en Cantabria «vamos a poner nuestra atención en todo aquello que tenga que ver con Santo Toribio de Liébana».
Foto de Familia.
Por su parte, el señor Linares afirmó que, como lebaniego, «es un honor recibir esta distinción de Caballero del Lignum Crucis, nuestro símbolo, y como cofrade que soy de la Cofradía de la Santísima Cruz, me siento orgulloso porque este monasterio de Santo Toribio significa mucho para mí y para toda mi familia». Téngase en cuenta que se aproxima el Año Jubilar y que la Hermandad desea protagonizar una vez más tan importantísimo evento para su vida espiritual.