LA BANDERA DE ANDAMÁN.
PARA FELICIANO RIESTRA.
POR EL DR. JOSÉ MARÍA DE MONTELLS Y GALÁN.
Leo en los periódicos que el avión de las Aerolíneas Malasias que ha desaparecido y andan buscando, ha sido visto en algunos radares cerca del mar de Andamán, donde las dos grandes islas. Recuerdo que tengo leído, no sé ahora dónde, que Marco Polo el viajero, dijo que tanto Andamán como Nicobar «No tienen rey ni señor de ninguna clase y son como bestias salvajes… Tanto los hombres como las mujeres van completamente desnudos… no tienen casas… ni ley ni orden… son gente muy cruel y se comen con gusto crudos a los hombres, a todos los que pueden coger, con tal que no sean de su tribu». Y no contento con esta terrible descripción, añadió que los habitantes de estas islas eran cinocéfalos, esto es, hombres con cabeza de perro. Cinocéfalos fueron los mantenientes que le puse yo a las armas de un griego que quiso presumir de original.
San Cristóbal cinocéfalo. |
Como soy coleccionista de seres quiméricos o mitológicos a nadie extrañará que algo sepa de estos híbridos de lebrel y doncella o viceversa. Se tiene muy olvidado en la Cristiandad toda que San Cristóbal fue de esta nación, un gigante cinocéfalo de la tierra de los cananeos (los «canes» de Canaá en el Nuevo Testamento), devoradores de carne humana y que ladraban. Algunos autores afirman que Cristóbal conoció al Niño Jesús, renegó de sus oscuros dioses y sus prácticas canibalescas, se arrepintió de su anterior comportamiento y aceptó el bautismo. Fue recompensado por Nuestro Señor con un aspecto completamente humano, tras lo cual dedicó su vida al servicio religioso y se convirtió en uno de los Campeones de Cristo.
El geógrafo Megástenes dijo de ellos que comerciaban con el ámbar y la púrpura, comían carne humana y tenían larga y peluda cola. Me pega a mí que el mito provenga del antiguo Egipto, donde el dios Upuaut, el que abre el camino de los muertos, tenía la cabeza de un perro negro. También Anubis, el dios con cabeza de chacal, el protector de las tumbas de los faraones, puede ser considerado un cinocéfalo y a mayor abundamiento, nuestro Manuel Blanco Romasanta, el Sacamantecas, el hombre lobo gallego, del que se cuenta que una vez apresado y sentenciado por sus crímenes, se fugó de la cárcel de Allariz, adoptando la forma de un lobo y huyendo a los bosques de San Mamed, donde todavía hoy, en las noches de luna llena, acecha a las doncellas, por saciar su inagotable apetito.
Pues bien, no parece que los actuales habitantes de Andamán sean cinocéfalos, aunque mucho me pese. La circunstancia hubiese ayudado en sus pesquisas a los que buscan el avión malayo. Más sabiendo que son caníbales. Lo que hay que tener en cuenta es que durante el siglo XVII fueron piratas, capitaneados por Kanhoji Angri, un corsario temido en toda la Costa Malabar por sus ataques rápidos y contundentes, principalmente contra buques mercantes británicos de la Compañía de las Indias Orientales. Una flota de veintes naves británicas intentó detenerlo, pero venció Kanhoji. En 1712, capturó el barco del gobernador británico de Bombay y pidió un alto rescate por él y su tripulación que los ingleses pagaron religiosamente.
Bandera Pirata. |
No creo que los actuales andamaneses anden en el corsario aeronáutico, así que pienso que esta posibilidad hay que descartarla. Los rastreadores del avión tendrán que escudriñar en otros mares y aquí no vale culpar al triángulo de las Bermudas, que sería lo suyo. Habrá, de todos modos, que estar atentos. Una aclaración asombrosa no debería rechazarse. Tengo por seguro que hay cosas que no se pueden explicar, sin recurrir al prodigio.
Empuñadura de un sable malayo de abordaje. |
En nuestros días, las islas forman parte de la India. No tienen bandera propia. Sin embargo, una negra con el cinocéfalo blanco a modo de calavera no les iría mal, supongo yo. Recogería en un símbolo la tradición corsaria y su historia más antigua, de cuando los hombres con cabeza de perro enseñoreaban la región. Me parece a mí que la vexilología, o sea la ciencia que estudia las banderas, los vexilla, que dijo el latino, también puede ser poética.