SE DESARROLLARON CON BRILLANTEZ LOS ACTOS EN GANDÍA, PROMOVIDOS POR EL REAL GREMIO DE HALCONEROS Y EL AYUNTAMIENTO DE LA CIUDAD.

Por |2020-11-13T03:47:26+01:00domingo, noviembre 6, 2011|

Ni la gota fría que sufrió Gandía pudo con los halconeros que celebraron una de las ceremonias más completas de su historia reciente. La concurrencia no desmereció la ocasión, y la corporación municipal en pleno, así como otras autoridades provinciales acudieron al ayuntamiento para recibir a los distinguidos componentes del Real Gremio de Halconeros, presididos por su halconero mayor, Excmo. Sr. D. Antonio de Castro García de Tejada. Tras unas palabras de agradecimiento por parte de D. Arturo Torró, Alcalde de Gandía y un intercambio de regalos, la comitiva, en formación, abandonó el Ayuntamiento para dirigirse a la Colegiata Insigne de Gandía donde les esperaba el Rvdmo. e Ilmo. Sr. Abad Mitrado. Tras los protocolarios saludos en el pórtico de la Colegiata la comitiva, acompañada por los acordes del órgano, que interpretaba en ese momento una pieza del maestro del renacimiento español Tomás Luis de Victoria, hizo su entrada encaminándose, cruzando la vía sacra, hasta sus respectivos asientos.
D.Antonio de Castro y García de Tejada, Halconero Mayor, en un momento de la ceremonia, acompañado de otros Halconeros.
Tras la celebración de la Santa Misa concelebrada por cinco señores sacerdotes, el Halconero Mayor realizó la ofrenda al santo duque de Gandía:
«Santo Francisco de Borja, Patrón, Luz y Guía de Gandía y de la Nobleza Española. Tú que ocupando por tu sangre y por tus muchas cualidades los más altos cargos que a un mortal le pueden ser concedidos. Tú que gozando de la confianza de tus señores en la tierra alcanzaste poder y riqueza. Tú que tras abandonar la vida del mundo con sus vanidades decidió dedicarse sólo a Dios en la Compañía de Jesús ; guíanos ahora y condúcenos por la senda de la tolerancia y la solidaridad, que son los cimientos del amor fraterno.
Santo duque de Gandía intercede ante el Todopoderoso para que no olvide a sus hijos y nos ayude a caminar por la vida con alegría, con esperanza y con humildad. Ayúdanos a entender el mensaje que Cristo nos dejó con su sacrificio. Limpia nuestros corazones y nuestra mente para que podamos apreciar con claridad el amor que Dios profesa a sus hijos.
Reunidos con la comunidad de fieles, venimos los halconeros del rey para, en nombre de todos los halconeros de España cantar y ensalzar -con el vuelo de nuestros halcones-, la santidad de tu nombre.
Como depositarios del ejercicio de una actividad ancestral, que tú practicaste y de la cual fuiste maestro y defensor como forma de acercarse a Dios, apreciando la belleza de la Creación, venimos a ti para dar testimonio de fe. Porque el que ama lo creado, ha de amar, sabiéndolo o no, al Creador.
Considera, por último, que el vuelo y cuidado de nuestras aves de presa, es nuestra ofrenda… y que cada vez que atónitos ante la belleza de un halcón, picando, cortando con destreza precisa el cielo azul de las tierras de España; alabamos al Señor nuestro Dios, por habernos permitido pasar por esta vida terrenal… como Halconeros.
Santo duque Francisco de Gandía, patrón de la ciudad y de la Nobleza española, acógenos bajo tu manto protector e ilumina a S.S. el Papa Benedicto para que conceda a los halconeros españoles tu santo patronato.
Para mayor gloria de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo; Santo Francisco de Borja, recibe hoy nuestra oración y ofrécela de tu mano al que todo lo puede para que siempre proteja el vuelo de nuestros halcones.»
“ Domine Iesu Christe, filius Deus,
creator omnium, visibilium et invisibilium.
Protege, quaeso, meum falconem
ab ungulis feris aquila et
a globo plumbeo vecordis scloppetarii.
Amen”.
Texto y oración del Halconero Mayor del Reino, Antonio de Castro García de Tejada.
Traducción al latín realizada por el Rvdo. Padre don Tirso Alesanco Reinares, desde el Monasterio de San Millán de la Cogolla (La Rioja).
El Halconero Mayor junto a varios invitados a los actos.
 
Tras la ceremonia religiosa que se vió realzada en su solemnidad por el acompañamiento del órgano y de la Coral de Gandía, los Halconores se desplazaron junto con la corporación y los invitados al palacio ducal donde se desarrolló la ceremonia civil de recibimiento de nuevos halconeros.

Hermosas imágenes durante el acto religioso.

En esta ocasión el acto se vió realzado con el acompañamiento de la banda municipal de música de Gandía quienes interpretaron la Marcha Real en el momento en que hizo su entrada la enseña nacional en la sala de coronas donde esperaban todos los asistentes. Tras una sencilla ceremonia en la que los nuevos halconeros, entre ellos el alcalde de la ciudad, juraron fidelidad al rey y a España el halconero Mayor ofreció a los asistentes el siguiente discurso:

» Excmas e Ilmas. señoras, señores y autoridades, queridos halconeros, queridos amigos:
A un año vista de celebrar el décimo aniversario de la recuperación por parte de S.M. el Rey del antiguo Gremio de Halconeros de la Real Caza de Volatería nos reunimos en la ciudad de Gandía en capítulo especial para, no sólo recibir nuevos halconeros sino para presentar solemnemente con la ciudad como testigo y además, como madrina de excepción, la solicitud al Santo Padre para que designe a San Francisco de Borja como patrón y protector del Real Gremio de Halconeros y de la cetrería española.
Siempre me gusta recordar que este Gremio, como heredero del antiguo gremio de halconeros de la Real Caza de Volatería , de origen inmemorial, representa en la actualidad la más antigua agrupación de cazadores, que goza de la protección y patronazgo de un Jefe de Estado.
Doy la bienvenida, en nombre del Real Gremio, a todos los nuevos halconeros, especialmente al Excmo. Sr. alcalde de Gandía, que tan generosamente se ha portado con el Gremio. Para mi será un honor informar a S.M. el rey, nuestro patrono Mayor perpetuo de las atenciones que esta ciudad ha tenido con nosotros. También a nuestro amigo Ramón, reconocido cetrero valenciano que tanta ilusión y empeño puso en no sólo formar parte del Gremio sino también en que su ingreso se hiciera efectivo en su ciudad, la cuna de un santo universal, como lo es San Francisco de Borja quien como todos los que conocen su biografía saben, fue un magnífico cetrero y aún más un distinguido defensor de los altos valores espirituales que adornaban y adornan a la cetrería.
No puedo olvidar al Excmo. Sr. D. Antonio Sánchez de León, presidente del consejo de gobernadores, valenciano de pro quien, con su espíritu emprendedor ha resultado imprescindible para el éxito de estas celebraciones. A nuestro maestro de ceremonias, don Emilio Mora, a nuestro grupo de honores, a los halconeros gobernadores que nos han acompañado. A la orden de caballería del Santo Sepulcro, al Ilustre Solar de Tejada, al Cuerpo de la Nobleza de Valencia, al de Asturias, a todas las autoridades, al pueblo de Gandía, a todos los que han participado y hecho posibles esta ceremonia…, muchas gracias.
Relata Fray Diego de Niseno, en su Vida de San Francisco de Borja, como el duque habiendo profesado ya en religión sólo dos entretenimientos se permitía como alivio de sus muchas responsabilidades: la música sacra de canto de órgano, de la que fue verdadero maestro y la cetrería. Cuando cortesano acompañó infinidad de veces a su primo el emperador Carlos, que también fue un grandísimo aficionado a la caza con halcones. Y disfrutó de la cetrería como actividad cinegética y sano esparcimiento, tenido en la época como preparación para la guerra, por lo sutil de las estrategias que se debían desarrollar para culminar con éxito el lance y, al tiempo, por la formación del carácter de los jóvenes cetreros, pues esta actividad los hacía sanos y esforzados, alejándolos de la vida licenciosa de la corte. La cetrería fue y es, una actividad para hombres curtidos en el esfuerzo y al tiempo en la medida. Dice un aforismo popular cetrero que: en cetrería y amores por un placer mil dolores. Y añado yo, que la cetrería es un arte en el que triunfa en todo una virtud: la medida, que sólo es desdeñada por la pasión desmedida con la que los halconeros nos desvivimos en practicarla.

Pero el Santo Duque, andando el tiempo, habiendo dejado ya la vida de la corte, apreció en la cetrería otras virtudes y tomaba la caza para su aprovechamiento espiritual y para gozar más de la soledad y libertad del campo y tener más ocasión de contemplar y conocer al Criador en sus criaturas; y por las cosas visibles subir á las invisibles y eternas; y así decía él: que Dios nuestro Señor le había hecho muchas mercedes y regalos en el campo y dándole maravillosas consideraciones practicando la cetrería. Y decía, a decir de fray Diego, que estando ya en la Compañía de Jesús que: la cosa que más sintió dejar al abandonar la vida de los laicos fue la caza con halcones pues muchos beneficios espirituales le había concedido.
No es por tanto difícil entender la razón por la cual solicitaremos de S.S. el Papa la designación de San Francisco de Gandía como patrono de la cetrería española. Más aún tras la declaración por parte de la UNESCO del arte de cetrería como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, pues inmateriales son muchos de los beneficios que los halconeros encontramos en la práctica de esta actividad, que nos recuerda que el hombre, una vez, vivió integrado en la naturaleza y que esa naturaleza nos la entregó Dios como el bien más preciado, el hogar donde el alma y el cuerpo pueden desarrollarse unidas y vislumbrar, no sin esfuerzo, al Padre, a Aquel del que todo procede. Un bien que el hombre, hasta la fecha, no ha aprendido a preservar. Pues bien triste es que el ser humano, en su camino hacia el progreso y hacia el bienestar no haya podido encontrar el equilibrio entre sus necesidades y la conservación de la tierra, el lugar que el Todopoderoso ofreció al hombre para que, unidos cuerpo y alma, pudiera preparase esta última para conocer y gozar tras el tránsito terrenal de la plenitud y gozo eterno de Su divina esencia.
La cetrería es una actividad que se desarrolló con todo su esplendor en los antiguos reinos de la España medieval. En esa España universal y milenaria, que una vez dominó el mundo y bajo cuyo cielo azul los halcones se hacen altaneros y en un fugaz arabesco se entrelazaron con la santidad de San Francesc de Gandía y los versos del gran Ausias March; renovador de la literatura valenciana y halconero Mayor de Alfonso el Magnánimo, rey de Aragón. Por eso siempre me oiréis repetir que los halconeros estamos más cerca de Dios porque siempre nos encuentras mirando al cielo.
Esa cetrería sutil y magnífica adornada por altos valores culturales, diplomáticos y medioambientales es la que ha sido declarada recientemente Patrimonio Cultural de la Humanidad. El Real Gremio de Halconeros, como singular expresión cetrera, pasa de esta manera a formar parte, por tanto, de ese distinguido Patrimonio Cultural de la Humanidad que los Estados, la Administración y los ciudadanos tienen la obligación de preservar el idealismo, el amor a España, el interés por su historia, sus instituciones, por sus variadas y riquísimas tradiciones, nos empujó a algunos atrabajar con ilusión en la recuperación del Real Gremio de Halconeros, vinculado a la monarquía hispánica desde al menos mil años.
Nuestro esfuerzo, nuestras ilusiones, se han visto al fin recompensadas. Ofrecemos emocionados este logro a S. M. el Rey, nuestro Patrono Mayor, en la seguridad de que sabrá apreciar el compromiso que adquirimos –todos- los que a través de esta vetusta corporación hemos jurado o renovado nuestro juramento de fidelidad a Su augusta Real persona, a la Corona y a España.
Y nuestros esfuerzos y nuestras ilusiones sustentarán, junto con quien nos quiera acompañar, la solicitud al Santo Padre para que la cetrería española disfrute de la protección de aquel santo que todo lo dejó para, buscando y practicando la más rigurosa humildad, servir y agradar a Aquel que nos envió a Su hijo para que, muriendo por nosotros, pudiéramos acercarnos a intuir el camino de la salvación eterna del alma.
Muchas Gracias.»
Nuevos Halconeros.
Tras el discurso del halconero Mayor, intervino el Excmo. Sr. alcalde de Gandía quien de nuevo dió la bienvenida al Real Gremio de Halconeros y valoró muy positivamente la iniciativa de solicitar al Santo Padre la declaración de San Francisco de Borja como patrón de la cetrería. Ofreció para el efecto tanto su apoyo personal como el de la corporación municipal y expresó su admiración ante la importante labor cultural que el Real Gremio de Halconeros ha venido realizando desde su recuperación. Felicitó públicamente y con gran efusividad al halconero Mayor por su incansable labor en la promoción de los valores culturales y diplomáticos de la cetrería, actividad que fue declarada el pasado año Patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Tras la ceremonia, el Real Gremio de Halconeros ofreció a todos los asistentes un vino español que fue amenizado por la banda municipal.
Crónica de Francisco de Borja Salazar Bergaz.