Plaza Mayor n° 6, Soria, España

Archivos diarios: 25 julio, 2016

25 07, 2016

25 de Julio. Festividad de Santiago apóstol. Patrón de la Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria y de todas las Españas

Por |2020-11-13T03:39:16+01:00lunes, julio 25, 2016|

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Transcribimos lo siguiente:

  «Santiago fue el patrón de los Doce Linajes de Soria, por ser el patrón castellano de la caballería. En el día de Santiago de quatro en quatro años cada tres linages, según la alternativa que tienen, nombran un Caballero de Ayuntamiento, y uno que llaman Alcalde de Santiago: de forma que cada año hay doce Diputados de arneses, doce Contadores de niños, y doce Montaneros Reales, tres Caballeros de Ayuntamiento y tres Alcaldes de Santiago. Estos tres caballeros nombraban luego a tres guardas de Valonsadero.»

   Según cuenta Miguel Martel, en la ciudad en este día se corrían tres toros, «cada uno de los Alcaldes ha de dar el suyo a costa del bastecedor de las carnecerías de la ciudad.»

   Desde 1534 los Linajes asistían también a una ceremonia litúrgica que les ofrecía el Convento de San Agustín en su iglesia de Nuestra Señora de Gracia. Esta tradición que desapareció en el siglo XVII fue recuperada a principios del XVIII y tras ser trasladada a la Colegiata de San Pedro, desapareció en el siglo XIX con la disolución de la institución.

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   Queremos dedicar por tanto esta entrada de hoy, 25 de julio, día de Santiago, a recordar algunos extremos sobre nuestro Santo Patrón y de las Españas.

  Día de precepto para los Católicos , que estamos seguro que serán del interés y gusto de todos nuestros lectores y amigos.

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   Tras estas trazas de guerrero se esconde Santiago el Mayor, hijo de Zebedeo y Salomé y hermano de Juan, el apóstol amado del Señor. Jesucristo llamó a ambos hermanos los «Boanerges» -los Hijos del Trueno-, por el celo que mostraron por la honra del Señor cuando pidieron que cayera fuego del cielo, sobre una aldea que había impedido el paso a Jesús y a sus acompañantes.

   La tradición lo sitúa en Hispania en misión de apostolado. A las orillas del Ebro, en Cesaraugusta -Zaragoza-, se le apareció la Virgen María ( aún en vida) y le previno de los peligros que sobre él se cernían, Aún así Santiago siguió predicando hasta que decidió regresar a Jerusalén, donde fue martirizado. Según la venerable leyenda su cadáver fue trasladado por sus discípulos y depositado en Compostela donde todavía se le venera.

   La tradición se remonta al reinado de Ramiro I, que sucedió en el trono de Asturias y León a su tío Alfonso el Casto. Al fallecer su tío, los moros reclamaron el tributo de las cien doncellas (cincuenta hidalgas y cincuenta plebeyas) que tenían impuesto a los cristianos. Ramiro I se negó, teniendo que trasladar sus huestes hasta Clavijo, con el fin de contener cualquier movimiento del enemigo.

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   En vísperas de la batalla , según la tradición, se le aparece en sueños el Apóstol Santiago, comunicándole que Nuestro Señor le había designado como Patrón de la Cristiandad, animando a Ramiro al combate y pidiéndole que en le invoque.

   Los cristianos arremeten al grito de “¡Dios ayuda a Santiago!”. Las huestes musulmanas son vencidas y como acción de gracias Ramiro I promueve la fundación de una Orden de Caballeros que aún lleva el nombre del santo.

   En la batalla de Hacinas entre el Conde Fernán González y el caudillo Almanzor, aparece otra vez Santiago, que le dice al conde de Castilla: «¡Ferrando de Castiella, hoy te crece gran bando!». Arremete el ejército del Conde, venciendo la batalla al grito de ¡Santiago y cierra! , grito de guerra que se traduce como ¡Por Santiago y a la carga! Y que desde ese momento será el grito que toda la cristiandad de al entrar en batalla.

   Ostiano, un peregrino heleno que había culminado su peregrinación a Santiago, escuchó de unos caminantes comentar esta particular faceta del Apóstol, cosa que le pareció contra natura, y desde ese momento predicó : «¡Amigos, no lo llaméis caballero sino pescador!». Por la noche, según cuenta la tradición, se le apareció en sueños el mismo Santiago espoleando un caballo y vistiendo ropas radiantes, mientras levantaba unas llaves le dijo a Ostiano «no dudes de mi caballería, que has de saber que soy caballero de mi Señor Jesucristo, ayudador de los cristianos contra los moros, y te digo más: con estas llaves que tengo en la mano, mañana domingo a hora de tercia, abriré las puertas de Coímbra y se la daré al Rey Don Fernando». Dicho ésto, Santiago espoleo el caballo y desapareció. Ostiano informó inmediatamente a las autoridades eclesiásticas. En la hora de tercia los musulmanes que defendían Coímbra sucumbían después de un prolongado asedio.

   Desde entonces se venera al Apóstol y su figura ha sido acogida a lo largo de toda nuestra historia de reconquista y conquista, en todo el mundo. Peregrinos de todos los continentes pueblan los senderos con un único fin, darle el abrazo al Santo, a Santiago Patrón de España.

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25 07, 2016

La HNME presente en el DCCCIV aniversario de la Batalla de las Navas de Tolosa

Por |2020-11-13T03:39:16+01:00lunes, julio 25, 2016|

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La HNME presente en el DCCCIV aniversario de la Batalla de las Navas de Tolosa

Editorial | domingo, 24 de julio de 2016

El pasado 16 de Julio, festividad de Nuestra Señora del Carmen y 804 aniversario de la Batalla de las Navas de Tolosa, la Hermandad Nacional Monárquica de España estuvo presente y participó en el descubrimiento de una placa en homenaje al Emperador Carlos V, por el Alcalde-Presidente de la corporación municipal, D. Juan Caminero. Dicha placa se descubrió en la Casa de las Órdenes de dicha localidad, con motivo de la estancia en ese lugar en el año 1526 del Emperador, en su visita al Panteón de los Héroes de las Navas. 

Al acto, que contó con una gran presencia de público, asistieron diversas autoridades civiles y militares.

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En el acto, el Presidente Regional de la HNME en Madrid, D. Pedro-José Bartolomé y Fuentes, en representación del Presidente Nacional D. Francisco Rodríguez Aguado, pronunció el siguiente discurso: 

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Ilustrísimas autoridades civiles y militares, señoras y señores:

Tal día como el de hoy, hace ya más de ocho siglos, nuestra historia escribía una de sus páginas más cruciales. El devenir de lo que hoy somos y de nuestra identidad se forjó en aquella agitada y dura época. Todos sabemos cómo se iban ganando las plazas, la sangre y las vidas que cada palmo conquistado reclamaba como precio de su victoria. No es necesario recordarles, pues todos ustedes, me consta, son profundos conocedores de aquellas batallas, así como de la que hoy nos reúne para conmemorar su gloria.

Aquel memorable hito histórico escogió esta tierra para que las generaciones posteriores no olvidasen que aquí, ocurrieron dos hechos, el primero, el impulso para que tras la batalla de las Navas de Tolosa la Reconquista, iniciada siglos antes, fuese ya una realidad; el segundo, la culminación de algo imprescindible entonces, hoy y siempre: el trabajo en común, la unión de las fuerzas y la cooperación en pos de un objetivo superior que alcanzar, innumerables veces, lo que en principio puede parecer imposible de lograr. Así fue en aquella época tras la alianza en la que Alfonso VIII de Castilla, Pedro II de Aragón y Sancho VII de Navarra unieron sus huestes; a ellos se sumaron las principales Órdenes Militares, constituyendo una poderosa fuerza capaz de conseguir el hecho que aquí nos reúne.

Tras estos ochocientos años el mundo ha cambiado y nuestros valores también. Hoy el diálogo, la palabra, la concordia son las armas que más victorias consiguen, independientemente que atravesemos tiempos convulsos y a pesar de la dolorosa actualidad que últimamente golpea a la humanidad nos llegue a conmocionar y a desalentar, como los acontecimientos más duros se han encargado de mostrarnos tan recientemente. Sin embargo, los seres humanos afortunadamente hemos evolucionado en estos ocho siglos y hoy más que nunca somos conscientes de la necesidad de trabajar de nuevo, de cooperar como antaño, pero esta vez, en aras de la paz, no exenta de dolor pero si repleta de mucha calma y esperanza.

En nombre de Don Francisco Rodríguez Aguado, presidente de la HNME a quien hoy represento, y como Presidente-Delegado Regional de la HNME en Madrid, en el acto solemne del descubrimiento de esta Placa en homenaje al Emperador Carlos V, con motivo de su estancia en este lugar en el año 1526, traigo ante ustedes las palabras que nuestro Monarca pronunció en el discurso de entrega de los premios Princesa de Asturias: «La Humanidad vive enfrentada a graves desafíos para los que no es fácil encontrar soluciones. Y, sin embargo, los seres humanos seguimos teniendo esperanza en el futuro. Intentamos avanzar día a día en el camino de la cooperación y del diálogo porque creemos que la concordia, la justicia y la Paz pueden —y deben— triunfar».

Gracias

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