Hernán Pérez del Pulgar. Llamado el de las Hazañas; por D. José M. Huidobro
Artículo de fecha 19-02-2016 de D. José Manuel Huidobro
Caballero de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén, Miembro de la Real Asociación de Hidalgos de España. Máster en Derecho Nobiliario, Heráldica y Genealogía (UNED). Autor de 55 libros y más de 700 artículos.
Hernán Pérez del Pulgar. Llamado el de las Hazañas
Los hombres de Carlos V hallaron a Hernán Pérez del Pulgar, viejo hidalgo que dejó su cortijo para acudir a la corte en Granada. Allí redactaría, para el emperador, “Breve parte de las hazañas del excelente nombrado Gran Capitán”. Debido al título de su obra más destacada, es conocido como «el de las hazañas».
Hernán (o Hernando) Pérez del Pulgar y García Osorio fue un hidalgo y militar al servicio de los Reyes Católicos, además de historiador y escritor, nacido, casi con toda probabilidad, en Ciudad Real el 27de julio de 1451 y fallecido el 11 de agosto de 1531 en Granada. Casó tres veces (con Doña Francisca Monte de Isla, con Doña Elvira de Sandoval y con lvira Pérez del Arca) y de sus matrimonios tuvo varios hijos, varones y hembras, siendo en su hijo Hernando, tras la muerte temprana de su hermano Rodrigo, en quién recayó los sendos mayorazgos fundados por su padre, tras refundirlos en uno.
Hernán Pérez del Pulgar
Por parte paterna (su padre fue Rodrigo Pérez del Pulgar), descendía de un antiguo solar de Asturias, en el lugar de Cortina, Concejo de Lena, donde era tenido su linaje por uno de los buenos entre los mejores; y, por el costado materno, de la esclarecida estirpe de los Osorio, pues no menos que su propia madre, Doña Constanza García y Osorio, era hija del comendador de Socabos y nieta del Marqués de Astorga.
Dedicado desde muy joven a la carrera de las armas (en su juventud, en 1475, junto a su padre, destacó por defender Ciudad Real cuando la invasión del Maestre de Calatrava), combatió contra las fuerzas portuguesas de Alfonso V durante la guerra de Sucesión de Castilla (1474-1479). En 1481 fue nombrado gentilhombre por los Reyes Católicos, tras lo cual se trasladó a Andalucía para luchar contra los nazaríes granadinos. Destacó en las campañas de Granada(1481-1492), logrando importantes éxitos militares en Alhama, el castillo de Salar, el sitio de Baza y Salobreña.
Su primera gran hazaña tuvo lugar en 1486, durante el cerco de Loja (Granada), cuando conquistó el castillo del Salar con sólo ochenta hombres. En recompensa, los reyes lo nombraron alcalde de la fortaleza y, más tarde, a sus herederos, se les nombré marqueses del Salar. En 1487 participó en el asedio de Vélez-Málaga, y dos años después en el sitio de Baza (Granada), durante el cual dio muerte a Ibn Za’id, caudillo del ejército musulmán.
En 1490, durante el asedio de Salobreña por parte de Boabdil el Chico, último emir nazarí, Hernán Pérez del Pulgar precipitó el ataque de los musulmanes (que esperaban que la ciudad se rindiese por falta de agua y alimento) arrojando un cántaro de agua por la muralla como muestra del abastecimiento de la plaza. Sin embargo, su acción más recordada fue la entrada en Granada en diciembre de 1490 junto a quince caballeros: logró llegar a la mezquita mayor y clavó en su puerta un cartel donde se leía “Ave María”.
Curiosamente, tras haber contribuido tanto a la victoria final, no formó parte de las tropas que tomaron definitivamente la ciudad de Granada en 1492. En 1494 ayudó a sofocar la sublevación de los moriscos en Las Alpujarras.
Más tarde en Italia junto con Gonzalo Fernández de Córdoba, “el Gran Capitán”, y siendo su lugarteniente reformaron las tácticas de la infantería española en Ceriñola, las cuales darían lugar a los celebres Tercios Españoles invictos, gracias a sus enseñanzas, durante más de 150 años.
En sus últimos años, cuando contaba 74, recibió el encargo, por parte del emperador Carlos I, de poner por escrito los principales episodios bélicos protagonizados por Gonzalo Fernández de Córdoba («El Gran Capitán»), tanto en la Guerra de Granada como en el transcurso de sus célebres campañas en Nápoles. Fruto de este encargo fue la magnífica crónica de Pérez del Pulgar titulada Breve parte de las hazañas del excelente nombrado Gran Capitán, (publicado en 1527 por un editor alemán, Jacobo Cromberg, que vivía en Sevilla) obra que recoge no sólo los méritos militares del protagonista, sino también la relación de sus títulos y privilegios. La redacción de esta obra por parte de Pérez del Pulgar ha dado lugar a que se le confunda con el cronista de los Reyes Católicos, Hernando del Pulgar.
Por sus hazañas y en especial por la de Granada, los Reyes Católicos le concedieron el privilegio de estar enterrado junto a ellos en la Capilla Real de la Catedral de Granada, privilegio muy de destacar, pues no se ha repetido en la Historia de España y no era un miembro de la Casa Real.
En la Guerra de Granada sería la hazaña del Ave María la que le daría inmortalidad; partiendo de Alhama, en un asalto nocturno a Granada acompañado de otros 15 caballeros, y guiado por un moro renegado, llegó hasta la puerta de la Mezquita Mayor y clavó con su daga la oración del Ave María en la misma puerta de la mezquita.
Para perpetuar la memoria de aquellos hidalgos, mandaron los Reyes Católicos extender una real cédula en que se les menciona uno por uno, prometiéndoles grandes mercedes para cuando se tomase Granada. El documento está firmado a «treinta días del mes de diciembre de mil e quatrocientos e noventa años», y se dirige a Pulgar, y a sus quince compañeros, cuyos nombres son: Gerónymo de Aguilera, Francisco de Bedmar, Diego de Jaén, Álvaro de Peñalver, Diego Ximénez, Pedro de Pulgar, Montesino de Ávila, Ramiro de Guzmán, Cristóbal de Castro, Tristán de Montemayor, Diego de Baena, Alfonso de Almería, Luis de Quero, Rodrigo de Velázquez, y Torre.
Publicado en el blog «Hidalgos en la Historia» cuyo blogmaster es D. J. Manuel Huidobro