NOTICIAS INESPERADAS.

Por |2020-11-13T03:44:07+01:00viernes, julio 4, 2014|


POR EL DR. JOSÉ MARÍA DE MONTELLS Y GALÁN.

Me escribe mi amigo, el heraldista Mathieu Chaine, preguntándome si don Domingo de Habsburgo-Borbón, fantasioso pretendiente al trono de Navarra y heredero del carlosoctavismo, me ha otorgado el Toisón de Oro, pues es noticia que ha leído en Wikipedia. Lo desmiento rotundamente. No soy caballero del Toisón, ni del legítimo que discierne el Rey ni del sedicente, aunque venga en Wikipedia. Y lo siento de veras. Para los que gustamos de las caballerías, el Toisón es la  primera de las órdenes ecuestres que en el mundo son. Una noticia inesperada, mientras visitaba Cádiz, en unas mini-vacaciones algo pelmas. Lo digo, porque me han llevado de un sitio a otro, en un paquete turístico todo incluido, que me ha hecho sentirme un viajero japonés, con el tiempo justo para hacer una fotografía de recuerdo. Como muestra, adjunto la foto con mis amigos Torres-Muñoz y Tourón. 

En primer término, Guillermo Torres-Muñoz y  atrás, Manuel Tourón y el autor del artículo.

Me dice otro entrañable amigo, mi hermano José María de Mazarrasa, que en las orillas cántabras se ha avistado una sirena. Hay quien sostiene que era una foca despistada. No lo creo. En Santander existe desde antiguo la leyenda de la sirenuca, una sirénida que antes de convertirse en sirena fue humana doncella. Su madre, harta de que la desobedeciera para ir a los acantilados, gritó «Permita Dios que te vuelvas pez», y en un abracadabra quedó pez de cintura para abajo. Así que no creo que fuese foca lo que se ha visto y me quedo con la versión de la sirenuca, que alerta con su canto a los marineros de que se acercan peligrosamente a los acantilados. Es esta una de las pocas sirenas bondadosas de toda la mitología europea. 
Noticia inesperada es también la que me envía por mail, mi admirado José Juan Carrión Rangel, el redactor de Crónicas Heráldicas y el añorado Blog de Heráldica que buen conocedor de mi afición por los seres quiméricos, me regala la vera efigie de un híbrido entre grifo y cacatúa que ha descubierto en Facebook. Me gustaría incorporarlo al blasón de alguien que quisiera componerse nuevas armas. Le pondría por nombre heráldico cacatúa o papagayo grifonado y no faltaría el erudito que me corrigiera. Un grande, hermoso y mitológico papagayo por simbolizar el impulso hacia lo alto, hacia el espíritu. 

La quimérica cacatúa.

En estos días, ha pasado inadvertida otra noticia inesperada que me parece tan sorprendente como las anteriores y quizá más interesante de comentar. Es la que señala que un grupo de ciudadanos puertorriqueños ha puesto en marcha una campaña para reclamar que la isla caribeña rompa los vínculos políticos que mantiene con EEUU y se vuelva a unir a España como la comunidad autónoma número 18. Este grupo pretende además llevar el caso al Tribunal de La Haya y solicitar que se anule el Tratado de París de 1898 por el que España cedió Puerto Rico, Filipinas y Guam a los norteamericanos. 
«Los estadounidenses han tergiversado siempre la historia para que creamos que fue España la que no nos quiso» y cada vez son menos los que saben que hasta la invasión de 1898, los puertorriqueños eran ciudadanos españoles con derecho a voto, explicó el líder de este grupo político, José Nieves Seise, que, como tantas otras personas de la isla, tiene antepasados canarios y catalanes. Ya nadie recuerda que Puerto Rico fue durante más de cuatro siglos una colonia de España y que en 1897 contó con una Carta Autonómica que le daba el carácter y la condición de provincia española de ultramar. 
Resulta curioso que cuando en la España peninsular se recrudecen los separatismos, consecuencia de una educación anti-histórica absurda, vengan desde la otra España, la América hispana, a recordarnos que la unidad es un valor superior que se debe conservar a toda costa y que la Historia no debe olvidarse. En esto, Puerto Rico nos puede dar lecciones. Su lucha por el mantenimiento del idioma español contra el inglés ha sido titánica y ha vencido. Cuando visité la isla, quedé honda y gratamente impresionado por el sentimiento pro-español que pude constatar en sus gentes. No hay nada más que ver su escudo de armas. Hice muy buenos amigos allí. Desde el ya fallecido cardenal Aponte a mi querido Jose Octavio Busto, asturiano de pro y portorriqueño de corazón, un hombre hecho a sí mismo, un empresario que españolea en todo lo que hace. No oculto que la iniciativa me ha emocionado un tanto. Siempre pensé que las independencias sudamericanas fueron alimentadas artificialmente por los intereses británicos y que el desastre del 98, no se debe a las exigencias caribeñas, sino al imperialismo yanqui, tan voraz e insaciable.

Escudo de Armas de Puerto Rico.

Que ahora nuestro rey Felipe, que Dios guarde, recibiese en el seno de la Patria, una nueva comunidad autónoma sería, a mi entender, una inyección de optimismo y confianza en el futuro de una España pujante y fuerte, bajo el manto protector de una monarquía en la que cabemos todos, por decirlo con las propias palabras del Rey.