Por D. José Antonio Dávila y García-Miranda.
SEGUNDA PARTE.
Concluyo mi trabajo para el curso y avanzo la idea de la Hermandad.
Era evidente que esta Comunidad precisaba de un organismo en el que participasen no solo los Párrocos y capellanes, sino especialmente también seglares mozárabes, feligreses de una y otra Parroquia, interesados en la conservación de la Comunidad, de su liturgia y de sus tradiciones. Pero esto solo podía hacerse a través de una Cofradía o Hermandad de mozárabes, erigida canónicamente, cuya Junta directiva o Cabildo, asumiese esas funciones y la representación, a lo menos moral, de toda la Comunidad Mozárabe toledana.
Cruz. (Imagen incluida por blog Doce Linajes). |
Ante la conformidad de ambos párrocos y las enormes facilidades que me dieron, continué adelante, pues me es difícil ser eficaz si cada idea o proyecto mío hay que consultarlo en una junta, normalmente con más de un escéptico. Y así fue frecuente mi correspondencia, conversaciones telefónicas y entrevistas con los párrocos. Finalmente terminé y presenté en 15 de junio de 1965, mi trabajo para el citado Curso, titulado LA COMUNIDAD MOZÁRABE TOLEDANA Y SU JURISDICCIÓN ECLESIÁSTICA, que a pesar de sus faltas y graves omisiones, me fue calificado con Sobresaliente. Años después y por la buena amistad de Mario Arellano García, ya incorporado desde mayo de 1971 a este quehacer y a la Hermandad restaurada, -donde desde entonces volcó y hasta ahora, su entusiasmo, su gran valía y extraordinaria capacidad, amén de su no siempre fácil carácter-, se publicó ese trabajo en Junio de 1973, en PROVINCIA, Revista de la Diputación Provincial, número 82, año XVIII, que hay que leer con el condicionamiento de tener presente que el trabajo publicado entones, se había escrito ocho año antes de su publicación. Cuando a mediados de 1965 le envié una copia de esta Tesina, a Don Balbino, en 31 de agosto me escribió: » Veo que está Ud. mucho mas informado que nosotros: plantea Ud. problemas que ni siquiera sospechábamos».
Miniatura. (Imagen incluida en el artículo por blog Doce Linajes). |
Entre tanto había madurado el proyecto de la Cofradía, idea que fue bien vista en el Arzobispado, por lo que en 25 de julio envié a ambos Párrocos Un plan a seguir para la Constitución de la Hermandad o Cofradía de Caballeros Mozárabes de Toledo, una especie de Hoja de Ruta, que se dice ahora, de seis puntos, que se iniciaba con la propuesta de que por ambos párrocos se creara una comisión preparatoria con feligreses de ambas parroquias, de los mas caracterizados y que de entre ellos designasen los Párrocos un Cabildo y una Junta Directiva del Brazo de Damas, provisionales, mediante Carta Nombramiento. Y concluía dicho plan, en su Punto Sexto, con la propuesta de que el primer acto público de la Hermandad, después de ser constituida canónicamente, fuese visitar al Sr. Cardenal Arzobispo, para darle las gracias y significarle la adhesión de los mozárabes toledanos a su persona y a S.S. el Papa.
Inicialmente se pensó en la advocación de Nª Sª del Ave María, que se veneraba en la Iglesia de la Trinidad, entonces sede de la Parroquia Mozárabe de San Marcos, pero al no proceder de una antigua Parroquia Mozárabe, Don Balbino, con gran acierto, -uno de los muchos que tuvo a lo largo de todo este proceso-, propuso, como acabó haciéndose, que se reestableciera la antigua Cofradía-Esclavitud de Nª Srª de la Esperanza, de la antigua Parroquia mozárabe de San Lucas, entonces filial de la de Santas Justa y Rufina, de gran tradición en Toledo y con muy antiguos cultos sabatinos y que gozaba por acuerdo municipal de 1867, de la protección del Consistorio, acuerdo renovado cien años después, a petición del Cabildo de la Hermandad ya reestablecida y por iniciativa del benemérito mozárabe, Don Francisco de Sales Córdoba y Sánchez-Bretaño, q,e,p,d, .
Pero el comienzo, a pesar de lo dicho, no fue del todo fácil. Don Jaime Colomina, en carta de 31 de julio de 1965, me escribía sobre el particular; «He hablado con algunos mozárabes del proyecto de una Hermandad y los encuentro escépticos. Y creo que no les falta razón, por lo siguiente: Si se trata únicamente de crear una Hermandad o Cofradía mas para lucir un hábito y hacer una fiesta al año, ellos no están dispuestos. Y piensan que no tendremos eco ninguno en los mozárabes de fuera». «(…)Las cofradías tradicionales se estilan cada vez menos en la Iglesia y no parece oportuno crear una nueva(…)» , añadía Don Jaime, que otra cosa sería, – me dicen y pienso yo también-, si fuera verdaderamente posible demostrar y rehabilitar la mozarabía como un título nobiliario. En tal caso existiría ya un fuerte aliciente para pertenecer a la Asociación de Mozárabes toledanos.
Imagen incluida en el artículo por blog Doce Linajes. |
Oportunamente aclaré las dudas de Don Jaime y remití a ambos Párrocos el proyecto de “Estatutos” para la propuesta de restauración de la Cofradía, recogiendo lo ya hecho como Anteproyecto, que pareció bien a los Párrocos y fue aceptado por la Comisión de Feligreses de una y otra Parroquia que lo habían estudiado, por indicación de sus respectivos Curas-Párrocos, que fue la primera intervención en esto de otras personas de este rito y calidad, ya que hasta ese momento el trabajo se circunscribía a los dos párrocos y a mí, como promotor. Al redactar el Proyecto de Estatutos, en el verano de 1965. les di todo el posible tinte caballeresco tradicional: así, Capítulo, por Junta General; Cabildo, por Junta directiva; Canciller, por Secretario; Capitulares Electos, por aspirantes admitidos y así todo. Concretamente había leído yo un artículo en Hidalguía, sobre la Orden de Caballeros de Montfrague, extinguida hace siglos y que en recuerdo de esa orden, al Cura Párroco de allí, se le denominaba Prior, consecuentemente así se llama el Capellán o Consiliario de nuestra Hermandad. Como en la Procesión del Corpus Christi en Toledo, desfilaban caballeros de diversos Capítulos, con hábitos de diversos colores, se eligió el que no lo llevaba ninguno: azul oscuro, con vivos y cordones amarillos y hasta hice entonces un mal dibujo del proyecto de hábito o manto capitular, sobre un grabado (foto-copiado) de la Iglesia de Santiago del Arrabal, con la leyenda Caballero Mozárabe de Toledo.
Caballero Mozárabe. (Imagen incluida en el artículo por blog Doce Linajes). |
Y ni que decir tiene que dibujé, inspirándome en el relieve de San Pedro de la Nave y en la referida moneda o ponderal monetario mozárabe, la Cruz de Alfonso VI, en cuyo centro campea, dentro de un círculo, el antiguo Blasón de Toledo, Corona Imperial, con forros gules (rojos) sobre fondo azur (azul). Y compuse el Blasón de la Comunidad, campo cortado, 1º y 2º, los escudos de una y otra parroquia y en escusón, las armas de Cisneros, por la Capilla. Acolada la cruz mozárabe y el collar. El águila que le sirve de soporte, es la que aparece en el Libro de los Privilegios de Toledo, que la Archivera Municipal entonces, la inolvidable, gran investigadora y excelente amiga y primera Camarera de Nª Sª de la Esperanza, de San Lucas, Iltma. Srª Doña Esperanza Pedraza Ruiz, (q.e,p,d,), me había dejado foto-copiar. Timbra el escudo, un Capelo arzobispal, con sus flóculos, que fotocopié de una revista vienesa, Adler, del barroco blasón de un Arzobispo austriaco. Así montaba todo, dado lo mal que dibujo, cortando y pegando, lo corregía con pintura blanca y foto-copiaba el resultado y así las veces que hicieran falta, echando en esto el verano de 1965, que pasamos la familia en La Rioja, en la Casa-Palacio de los Salazar de Gurendes, en Casalareina.
Blasón de la Comunidad. (Imagen incluida en el artículo por blog Doce Linajes). |
Los escudos de las dos Parroquias tuve que dibujarlos yo y se nota. A cambio la Cruz Mozárabe me fue más fácil, ya que por ser de líneas rectas pude dibujarla con regla y cartabón, y el círculo central, con compás. Me inspiré en una cruz procesional visigótica, que ahora no recuerdo, para las líneas horizontales, que escalonan la Cruz y en una miniatura de Alfonso X , para la corona imperial.Y así fui perfilando detalles y seguí recopilando materiales para la obra que preparaba, de mayor calado, aunque tuve poco éxito en mis peticiones. Escribí, incluso y también sin éxito, al Secretario de la Sagrada Congregación de ritos, al Vaticano. Así mismo escribí, no recuerdo por sugerencia de quién, a Julio Porres Martín-Cleto, uno de los mayores eruditos de Toledo, no hace mucho fallecido, que me contestó muy amablemente e iniciamos una correspondencia y fructífera amistad de muchos años. También conté mas tarde con la colaboración del sacerdote y gran historiador toledano Don José Carlos Gómez Menor. De toda esta correspondencia, la transcrita y otras muchas cartas originales y copias de las mías en papel cebolla, que entonces se usaba, están en la parte del Archivo de la Hermandad, que hace años envié a Toledo, aunque hice foto-copia de lo que me pareció mas importante, fotocopias que conservo frente a extravíos, pérdidas u olvidos.
Renace la Hermandad.
Previamente, en 15 de Enero de 1966, los dos Párrocos Mozárabes y la referida Comisión, suscribimos un escrito dirigido al Emmº y Rvdsmº Sr. Csrdenal-Arzobispo, Dr. Don Enrique Plá y Deniel, exponiéndole que habiéndose extinguido prácticamente la Ilustre y Antiquísima Esclavitud de Nª Sª de la Esperanza que se veneraba en el antiguo templo Parroquial mozárabe de San Lucas, terminábamos, después de algunas otras consideraciones, suplicándole su reestablecimiento, erigiéndola ex novo canónicamente como ILUSTRE Y ANTIQUÍSIMA HERMANDAD DE CABALLEROS MOZÁRABESS DE Nª Sª DE LA ESPERANZA y aprobando para su régimen y gobierno, las adjuntas Constituciones. Con los Párrocos firmamos diez mozárabes, encabezados por Don Julio Pascual Martín. Ambos Párrocos de mutuo acuerdo, designaron los miembros del Cabildo y de la Junta de Gobierno del Brazo de Damas, limitándome yo a sugerir nombramientos para algunos de mis familiares de Toledo. Ante el no excesivo entusiasmo de muchos mozárabes toledanos y la falta de recursos, siendo grandes los gastos que se preveían, se incluyó en los Estatutos, la calidad de Hermanos Honorarios, para aquellos que sin ser mozárabes de linaje lo deseasen y que acreditaran cristiandad y legitimidad hasta los bisabuelos inclusive y que además tuvieran especiales méritos y podían o no acreditar Nobleza, pasando entonces, si lo hacían, a ser considerados: Hermanos Honorarios Nobles, con especial cuota de ingreso gracias a las cuales pudimos ir cubriendo gastos. Y para los Capellanes Mozárabes y las autoridades toledanas, Alcalde, Concejales y miembros de la Diputación, se creó la condición de Hermanos Natos, sin cuota de ingreso, todo lo cual vincularía con la Hermandad a notables personalidades, de Toledo y de otros lugares de España y de fuera de nuestro país, de la nobleza y del mérito.
Cruz de la Hermandad. (Imagen incluida en el artículo por Blog Doce Linajes). |
Entretanto, rehabilité mi calidad y parroquialidad mozárabe, acreditando desde el 18 de marzo de 1966, documentalmente, lo que entonces se exigía y pasé a ser, desde entonces, feligrés por derecho familiar o de linaje, de la Mozárabe de San Marcos, luego de Santa Eulalia y San Marcos, a la que sigo perteneciendo, de modo cumulativo con la parroquia latina de mi domicilio, la madrileña de San Juan de Rivera, Santo Arzobispo valenciano.
Yo continué investigando sobre esta Comunidad, foto-copiando documentos y recogiendo información, con lo cual y gran parte de lo preparado para mi referida Tesina, redacté un nuevo trabajo: LA NOBLEZA E HIDALGUÍA DE LAS FAMILIAS MOZÁRABES DE TOLEDO, que se publicó en el nº 75, de marzo a abril de 1966, de HIDALGUIA, Revista de Genealogía Nobleza y Armas (pags. 257 y sig.), y que como era de justicia dediqué a mi tía Esperanza, memoria viva y archivo de las tradiciones familiares. La revista imprimó además, una edición de separatas de dicho trabajo, que se distribuyeron entre organismos culturales, entidades nobiliarias y familias mozárabes. Días después se hizo eco de esta publicación el diario ABC, de Madrid, del 26 de mayo de 1966, con una crítica muy favorable, firmada por J.G.M. que motivó que me escribieran diversas personas interesadas en esta tradición. También, partiendo de la referida Nota del ABC, publicó un reportaje en LA VANGUARDIA, Barcelona, el 27 de septiembre de 1955, sobre este tema, el gran periodista toledano Luis Moreno Nieto, desde entones gran amigo de nuestra Comunidad y personal de quien esto escribe.
Pocesionando. (Imagen incluida en el artículo por blog Doce Linajes). |
Finalmente por Decreto del Obispo Auxiliar y Vicario Diocesano, Don Anastasio Granados, se aprobó en 15 de junio de 1966, la constitución de la Hermandad y los Estatutos presentados, publicándolo en el BOLETÍN ECLESIASTICO DEL ARZOBISPADO DE TOLEDO, de 30 de agosto de 1966, Año CCXXII, nº 8, tomando posesión ese mismo día el Cabildo de la restaurada Hermandad, con Don Julio Pascual Martín, de Decano-Hermano Mayor y el que suscribe, de Canciller, de hecho fac totum, a través de mi despacho profesional en Madrid y del personal que entonces tenía. Cargo y tarea en la que me mantuve hasta enero de 1980, aunque después continué muchos años como Vocal del Cabildo y con mucha menos dedicación. El primer acto significativo de la renacida Hermandad, fue la audiencia que a petición del Cabildo para agradecerle la restauración de la Hermandad y hacerle entrega de un ejemplar de los Estatutos aprobados, nos concedió el Sr. Cardenal Arzobispo Primado, en el salón del Trono del Palacio Arzobispal, el día 21 de diciembre de ese año, publicando el ABC el 28 del mismo mes y año, la crónica del acto, con una destacada fotografía. También había merecido un amplío reportaje de la TVE, en la mañana del 23 de diciembre. En ese acto se ostentó por vez primera nuestro distintivo propio, la Cruz de Alfonso VI, en metal dorado, esmaltada en blanco, pendiendo del Escudo de Toledo, acuñada por CASA NAVAS, de Madrid, la que también preparó los collares del arzobispo, del Hermano Mayor y del Alcalde, que le correspondía en representación del Ayuntamiento, por haberse incluido a este en los Estatutos, como Hermano Mayor Honorario de la Hermandad, en memoria de la protección que dispensaba el Consistorio a la antigua Cofradía-Esclavitud.
Cruz pendiendo del águila. (Imagen incluida en el artículo por blog Doce Linajes). |
También se encargó a CASA NAVAS la confección del banderín o estandarte de la mozarabía, según la forma de los antiguos guiones medievales, llevando en un lado el escudo de la Comunidad, sobre fondo carmesí y en el otro la Cruz Mozárabes y el nombre de la Hermandad, con los antiguos emblemas de la original Cofradía-Esclavitud mariana, sobre paño azul. Para todo esto nos otorgó ese establecimiento de efectos militares un generoso crédito, que fue satisfecho hasta el último céntimo, aunque seguimos debiéndoles agradecimiento por lo que nos ayudaron. Y en uno y en otro caso, los encargos se llevaron a efecto según enteros y completos diseños de quien esto escribe. En los Estatutos, que fue lo primero que se imprimió ya en 21 de noviembre de 1966, precedía una breve introducción mía explicativa, reproduciendo también las inspiradas estrofas dedicados a esa advocación de la Virgen Santísima, que se conservaban en San Lucas, sobre azulejos del ceramista Pedraza, que se dañaron y no sé si se han repuesto debidamente, como sería de justicia.
Estandarte de la Mozarabía. (Imagen incluida en el artículo por blog Doce Linajes). |
Seguidamente lo más urgente era reincorporar a su Parroquia de origen a mozárabes desvinculados de ella, lo que ya habían iniciado años atrás y con gran entusiasmo uno y otro Párroco. Para esto era preciso llevar adelante detallados estudios genealógicos, y en mi caso, por tal motivo, me puse en comunicación con un pariente lejano, El Excmº Sr. Don Antonio García y Rodríguez-Acosta, Fiscal del Tribunal Supremo y entonces subsecretario de Información y Turismo, descendiente de antepasados mozárabes, comunes, de Mocejón. Rehabilitó su calidad y parroquialidad mozárabe y gracias a él se nos otorgó en abril de 1967, una subvención de 80.000 pts. (de las de entonces), con la que se encargó y pagó el mobiliario para la Sala de Juntas y oficina, en los bajos de la Casa Parroquial de San Marcos, en Callejón de Menores 12, que puso a nuestra disposición desinteresadamente su párroco, Don Jaime Colomina. En señal de agradecimiento se le otorgó a ese ilustre mozárabe, el título de Hermano Mayor Honorario de la Hermandad. También convenía recopilar documentación y confeccionar un PADRÓN, a lo que me puse, para lo cual pasé dos veranos, 1968 y 1969 veraneando en Toledo, gracias a la hospitalidad de mi tía Fernanda y de la encantadora y cristiana paciencia de mi mujer, allí con los cuatro niños pasando un calor de espanto, algo tolerable gracias a la pequeña Piscina que tenía el Cigarral. Remití numerosas Notas de prensa divulgando la confección del Padrón Mozárabe, y fotocopié matrículas, pleitos, memorias, todo lo que pude, gracias a la carta blanca, de los Párrocos y del inolvidable Don Ignacio, Archivero del Arzobispado. Para el Padrón, fiché a todos los que se suponía mozárabes bautizados en una y otra Parroquia desde el año 1900 y casados en las mismas desde 1930, así como a todos los que aparecían en las Matrículas Parroquiales de los últimos años. En esta tarea tuve la ayuda inestimable no solo de los Párrocos, sino también de algunos mozárabes, destacando el ya citado Don Francisco de Sales Córdoba y Sánchez-Bretaño, representante de una de las mas antiguas y destacadas familias de feligreses de la Mozárabe de Santa Eulalia y San Marcos, desgraciadamente ya fallecido. El resultado, años después, como PADRÓN PROVISIONAL, lo pasé a Clichés de Ciclostyl, mecanografiados personalmente por mí, editando de ese modo en 1971, unos 200 ejemplares.
Fueron haciéndose eco de este resurgimiento diversos medios de comunicación, destacando los artículos aparecidos en el Boletín del Instituto Internacional de Genealogía y Heráldica, nº 244, año XII. de noviembre-diciembre de 1966, así como en la revista de turismo, ORO VERDE, con texto en español y en ingles, de diciembre de 1966, Año VI, nº 46. Y ya en 1967, en el diario ABC de 7 de enero; en El Alcazar, de 25 de Enero; en Canarias Gráfica, de Febrero; en La Gacetilla del Estado de Hidalgos, de marzo; en Mundo Hispánico, nº 231, de junio; y muchos mas a lo largo de este y siguientes años, de modo que la existencia de esta Comunidad, desconocida fuera de Toledo y no incluida ni considerada hasta entonces en trabajos y estudios genealógicos-Nobiliarios, pasó a ser perfectamente conocida y estudiada en estos ambientes y especialistas en Nobiliaria, generalizándose su dictado tradicional de Ilustre Comunidad Mozárabe de Toledo. Además, por su origen, siempre se destacaron sus valores de tolerancia y ecumenismo, redactando el que esto escribe la ORACIÓN ECUMÉNICA de esta Ilustre Comunidad, una especie de mosaico de textos bíblicos, que mereció el Imprimatur en 1973, del Cardenal Arzobispo Primado, Don Marcelo Gonzáles Martín, oración que suele recitarse en actos inter-confesionales y ecuménicos. Es de desatacar que además de sus otros importantes valores, éste de la tolerancia y del ecumenismo, es el más significativo para las instituciones eclesiásticas y culturales, así como para el público en general.
S.A.R. el Conde de Barcelona. (Imagen incluida en el artículo por blog Doce Linajes). |
Dada la tradición de nuestra Comunidad y los privilegios regios otorgados en el pasado, pareció que antes de seguir adelante, deberíamos presentar nuestros respectos e informarles de la tarea emprendida, remitiendo al efecto los correspondientes Oficios, al augusto Señor Conde de Barcelona, a su hijo S.A.R. Don Juan Carlos de Borbón, -hoy Don Juan Carlos I, Rey de España, felizmente reinante, que Dios guarde-, así como a su primo S.A.R.Don Alfonso de Borbón Dampierre.
S.M. El Rey de España, D. Juan Carlos I. (Imagen incluida en el artículo por blog Doce Linajes). |
Acusaron recibo y agradecieron la consideración los representantes áulicos de Don Juan y de su hijo, pero Don Alfonso contestó personalmente, de su puño y letra, lo que me dio pié para ofrecerle ingresar en la Hermandad como Hermano Honorario Noble y Protector Egregio, que aceptó. Y así cuando en la mañana del día 29 de marzo de 1967 y en el Salón de Concilios, del Palacio Arzobispal, oficiando el Obispo Auxiliar, se celebró el primer Acto Solemne de Juramento e Imposición de Distintivos, juró y recibió nuestros distintivos Don Alfonso, e ingresaron en la Hermandad las primeras autoridades toledanas, juntamente con feligreses mozárabes de uno u otro Brazo (Caballeros y Damas) y destacados miembros de la Nobleza. Pero hasta conocerse la noticia de que acudiría Don Alfonso de Borbón, pasaba el acto sin pena ni gloria. Pero una vez divulgada la noticia, se garantizó el éxito, ya que hasta entonces aún no se sabía quien de estirpe regia, sucedería, a título de Rey, al entonces Jefe del Estado.
S.A.R. El Duque de Cádiz, D.Alfonso de Borbón Dampierre. (Imagen incluida en el artículo por blog Doce Linajes). |
Consecuentemente todas las primeras autoridades aseguraron su asistencia. El Gobernador Civil, Don Enrique Thomas de Carranza, gran amigo de nuestra Hermandad desde entonces, organizó un banquete en el Gobierno Civil en honor de los asistentes al Salón de Concilios y fue el acto Noticia de Prensa. El ritual utilizado fue aportación del gran liturgista y 1º prior de la Hermandad, Párroco de la Mozárabe de Santas Justa y Rufina, M.I. Sr.Don Balbino Gómez-Chacón, actualizando el que se usaba al entregar la Iglesia solemnemente un Lignum Crucis al monarca visigodo, cuando éste partía a una expedición guerrera. La presencia de Don Alfonso, -que nos salvó el referido acto-, y la de las autoridades toledanas y la de notables aristócratas, sirvió de fuerte impulso para ir venciendo la natural modestia y sencillez de muchos mozárabes toledanos, que no acababan de sentirse a gusto en estas solemnidades y ceremonias. Dedicó, como era de esperar, a dicho acto un interesante reportaje, el Boletín de Información Municipal, TOLEDO, de mayo-junio de 1967, resaltando el ingreso del Alcalde de la Ciudad Imperial Don Ángel Vivar Gómez, que siempre nos ayudó y apoyó, siendo el primer Alcalde que posteriormente ostentó el Collar de Hermano Mayor Honorario Mozárabe, que se convertiría, años después, en uno de los distintivos de esta dignidad Municipal, luciéndolo por vez primera, con ocasión de le entrada en Toledo del Arzobispo Don Enrique Vicente y Tarancón, al recibirle en la Puerta de Bisagra. También algún tiempo después de este primer acto, la Hermandad peregrinó a Santiago de Compostela en el primer Año Santo que siguió a su reestablecimiento, llevando de obsequio al Apóstol, una arquita metálica, de damasquino, con la Cruz Mozárabe y una inscripción alusiva, llena de monedas de 100 pts., de plata de las que entonces se acuñaron.
Con el conocido sistema de pegar y cortar e inspirándome en un diploma de la Orden de Carlos III, de mi bisabuelo Antonio María Dávila, preparé el de la Hermandad, utilizando en él la vieja y venerable escritura visigótica, conservada hasta el siglo XV por los mozárabes antiguos para sus manuscritos litúrgicos, si bien la imagen de la Nª Sª de la Esperanza, de San Lucas, que encabeza y corona el Diploma, la dibujó un miembro honorario de la Hermandad, mas tarde ilustre historiador, el toledano Don Fernando González-Doria, que también dibujó la Cruz Mozárabe, dentro del estilo y formato de una miniatura del Codex Vigilano, utilizada como felicitación de Navidad algunos años y portada de folletos divulgativos. Preparé igualmente la carpetilla Instancia-expediente, para poder solicitar el ingreso en la Hermandad y no sé cuantas cosas más.
Solicitud de Confirmación de los antiguos Privilegios.
Por escrito de 8 de marzo de ese año de 1967, presentado diez días después en el Ministerio de Justicia, se pidió al entonces Jefe del Estado la confirmación de los antiguos y regios Privilegios otorgados a los Mozárabes toledanos, y mas en particular del Nomen Honoris, de CABALLERO ó DAMA MOZÁRABE DE TOLEDO y en consecuencia, de su distintivo, la Cruz Mozárabe ó de Alfonso VI. Se inició la tramitación del correspondiente expediente, recibiéndose informes favorables del Arzobispado y de la Diputación permanente de la Nobleza y Grandeza de España, tal vez gracias a la buena mistad que me unía con su asesor jurídico, Don Eduardo Cobian. Y en este momento me jugó una mala pasada mi maldito afán perfeccionista y totalizante. Me pareció que debía aportarse al Expediente, para completarlo, el PADRÓN MOZÁRABE, que se estaba preparando, sin darme cuenta que iba a ser tarea para muchos años y que todo Padrón no es nunca estático, sino dinámico por su propia naturaleza, en continuo cambio y perfeccionamiento. Y con esta finalidad pedimos la paralización del Expediente y hasta hoy. Se perdió tontamente una ocasión única e irrepetible. En diciembre de 1957 el Jefe del Estado, Don Francisco Franco Bahamonde, había confirmado los Privilegios del Solar de Tejada, que ratificó Don Juan Carlos I, en 1981. Contábamos a nuestro favor, con los buenos oficios del político y entusiasta mozárabe Antonio García y Rodríguez-Acosta, así como con el apoyo de Don Alfonso de Borbón y Dampierre, que algún tiempo después, por su matrimonio, se convertiría en nieto político del Caudillo. Había sido cordial amigo y Jefe de su Casa Civil, un feligrés mozárabe, el Teniente General Don Emilio Esteban-Infantes y Martín, ya fallecido, cuyo hermano, Don Julio, era a la sazón Decano y Hermano Mayor Mozárabe y primer firmante de la petición. No me queda más que manifestar mi profundo arrepentimiento, dado que un reciente Informe del Consejo de Estado, dictamina que el Rey no tiene constitucionalmente facultades en estas materias de la antigua tradición, con la única excepción de la concesión, rehabilitación y sucesión de los tradicionales Títulos de Nobleza, de acuerdo con las Leyes. Volviendo a ese año, de 1967, por vez primera salió una no muy numerosa representación de la Hermandad, revestidos con Manto Capitular, en la Procesión del Corpus Christi, según se nos autorizó por Decreto del Sr. Cardenal, de 24 de mayo de 1967. Esto fue posible gracias al entusiasmo y generosidad de una familia mozárabe, sastres de Toledo, Don Jesús y Don Antonio Moreno Ramos. Que se vieron obligados a adquirir un elevado número de metros de la tela azul de lanilla, elegida, dado que no se les facilitaba menor cantidad, sin saber si iban a poder despacharla íntegramente o no. Afortunadamente los miembros de la Hermandad respondieron positivamente y hubo precisión de mayor pedido, incrementándose cada año el número de miembros de la Hermandad que acuden a la procesión eucarística, adhiriéndose últimamente a la procesión, las Damas, de negro y tocadas de peineta y mantilla.
Ya siguió imparable el crecimiento de la Hermandad y la positiva revitalización de la Comunidad, integrada hoy por cerca de 2.000 familiares, gracias a los estudios realizados, especialmente genealógicos, lo que gradualmente pasó a ser una tarea de todos, especialmente de los miembros del Cabildo y de la Junta de Gobierno del Brazo de Damas. No obstante se ha de resaltar la aparición de un Boletín de Información de la Hermandad, proyectado y diseñado por mí, dedicado a toda la Comunidad, desde el 1º trimestre de 1968, CRÓNICA MOZÁRABE, para cuya publicación se recibió una nueva subvención del Ministerio de Información y Turismo, gracias al cariño que por esta Comunidad tuvo hasta su fallecimiento, el entonces Subsecretario del Ministerio, Don Antonio García y Rodríguez-Acosta, por su linaje Caballero Mozárabe de Toledo, de la Parroquia de su rito de Santa Eulalia y San Marcos, La denominación del Boletín fue lúcida sugerencia de mi buen amigo, miembro honorario de la Hermandad, Don Roberto de Galán y de Bordallo. Bajo mi dirección e impulso, aparecieron los 5 o 6 primeros números, con bastantes textos míos, hasta enero de 1982, poco mas o menos, reanudando su publicación y dirigiéndola finalmente, con gran acierto y notable constancia, el ya citado Iltmº Sr. Don Mario Arellano García. Continuaron diversas publicaciones interesándose por la mozarabía toledana, por lo que en el Suplemento Extraordinario del Corpus Christi, de 1969, del periódico NUEVO DIARIO, apareció un artículo mío, NOTICIA GENEALÓGICA DE UNA FAMILIA MOZÁRABE, de Mocejón. Y en 1975, preparé, con ese fin, un texto divulgativo LOS CABALLEROS MOZÁRABES DE TOLEDO, en castellano, francés, inglés y árabe que se ha repartido profusamente. También se hizo presente nuestra Comunidad en los Congresos Islamo-Cristianos, de Córdoba, a los que acudimos una representación mozárabe.
Imagen incluida en el artículo por blog Doce Linajes. |
Finalmente.
Desde entonces continué trabajando y esforzándome por la mozarabía toledana, etapa que por ser mas conocida, no merece la pena una pormenorizada relación. Me nombró Don Jaime Colomina, su Director, miembro numerario del Instituto de Estudios Visigótico Mozárabes y por supuesto colaboré, en este tiempo, en los Congresos y Simposios internacionales de Estudios Mozárabes, feliz y acertada iniciativa de Mario Arellano García, que garantizaba su éxito con su trabajo, entusiasmo y buen hacer. Como antes he escrito en Enero de 1980 cesé de Canciller en el Cabildo, aunque he estado muchos años de Vocal. En marzo del año 2001, impulsé y colaboré en la conmemoración del IX Centenario de la concesión por Alfonso VI del Fuero de los Mozárabes, o Charta firmitatis. Pero ha disminuido gradualmente mi colaboración, sobre todo desde el fallecimiento de mi mujer en el 2003, y por mi edad, ahora de 85 años, y mis dificultades de desplazamiento, A lo largo de estos años se han sucedido en la Hermandad, cinco excelentes Hermanos Mayores, habiendo tenido el actual, el Iltmº Sr. Don Antonio Muñoz Perea y su Cabildo, la delicadeza de celebrar un homenaje a los promotores iniciales, los Párrocos Mozárabes de entonces, y yo mismo, si bien ya había fallecido Don Balbino. En la actualidad colaboro en lo que se me indica e inaccesible al desaliento, estoy suscrito a una Alerta de Google. Mozárabe, pasando a Toledo la información interesante que recibo. Y después de dejar constancia de mi agradecimiento a todos los que me ayudaron inicialmente y a todos los que han contribuido a esta tarea que en los párrafos precedentes queda reflejada y mas en particular a los integrantes del primer Cabildo, recordando con especial afecto a Gonzalo-Rafael Morante Martín, tantos años tesorero de la Hermandad, no hace mucho fallecido; querría, si Dios me da vida e inteligencia suficiente, terminar mi HISTORIA DE LOS MOZÁRABES DE TOLEDO DESDE EL SIGLO XI AL SIGLO XXI, que inicié hace ya tiempo y de la que tengo hecho el Índice, aun provisional, y terminados varios capítulos. Finalmente, en otro orden de cosas, procuro estar presente, como Delegado de Ecumenismo de la Comunidad, en todos los actos que conozco y nos invitan, inter-confesionales e inter-religiosos y ecuménicos que impulsen la tolerancia, la caridad, la comprensión y la armonía entre todos los creyentes en el mismo y único Dios, el Dios de Abraham, padre común en la fe de judíos, musulmanes y cristianos, y siempre en la esperanza y en la fe en su único Hijo, Nuestro Señor Jesús de Nazaret y Redentor Jesucristo.
Madrid, para Toledo, a 8 de marzo de 2012.
Festividad de San Julián, Arzobispo de Toledo.
José Antonio Dávila García-Miranda, Abogado. Caballero Mozárabe de Toledo,de la Parroquia de su rito de Santa Eulalia y San Marcos.