Señorío del Solar de Tejada
El Señorío del Solar de Tejada es un título nobiliario del Reino de España concedido en 844 por don Ramiro I, Rey de Asturias y de León, a favor de don Sancho Fernández de Texada, Señor de la Casa Cadina, Maestre de Campo y General en la mítica batalla de Clavijo (Cameros-La Rioja), constituyendo uno de los últimos vestigios aún activos de los señoríos castellanos de Behetría de linaje o divisa, el único que permanece desde el siglo IX, y teniendo la consideración de señorío territorial, divisa y condominio solariego.
La Batalla de Clavijo
La batalla de Clavijo es un enfrentamiento que se consideró durante mucho tiempo una de las más célebres batallas de la Reconquista, dirigida por el rey Ramiro I de Asturias contra los musulmanes. Se habría producido en el denominado Campo de la Matanza, en las cercanías de Clavijo, La Rioja (España), fechada el 23 de mayo del año 844.
Sus características míticas (la intervención milagrosa del apóstol Santiago), su condición de justificación del Voto de Santiago, la han hecho ser considerada una batalla legendaria, cuya inclusión en las crónicas se debería al arzobispo Rodrigo Jiménez de Rada. La batalla es celebrada como un elemento de conformación de la historia nacional española.
Las fuentes asturleonesas cuentan que Ordoño I, el hijo de Ramiro I, cercó la ciudad de Albelda y estableció su base en el Monte Laturce, es decir, el mismo lugar donde la leyenda sitúa la batalla de Clavijo.
Armas de la Batalla de Clavijo, propiedad particular del calahorrano Emilio Palacios. Estas puntas de flecha, hierro de lanza y espuela con ganchos y hebillas fueron encontrados en el campo de «La Matanza».
Los hallazgos arqueológicos no dejan lugar a dudas: en Albelda se combatió, y mucho. También es la referencia histórica que Enrique IV y posteriormente el resto de monarcas han empleado para la creación y confirmación de privilegios al Antiguo e Ilustre Solar de Tejada, único señorío que se ha mantenido desde entonces hasta la actualidad.
Representación de la Batalla de Clavijo, 23 de mayo de 844, que aparece en el libro de don José Luis Sampedro y Escolar «EL LINAJE DE TEJADA, UN SEÑORÍO SUPERVIVIENTE EN EL SIGLO XXI». Junto al señor Santiago, Patrón de las Españas, se encuentran don Ramiro I ( rey de Asturias y de León), don Luis de Osorio (su Alférez Mayor y antecesor de los marqueses de Astorga) y don Sancho Fernández de Tejada (en recuadro).
El Rey Ramiro I en una ilustración del «Libro de los Retratos de los Reyes de España», que se conserva en el Museo del Prado.
La batalla tendría su origen en la negativa de Ramiro I de Asturias a seguir pagando tributos a los emires árabes, con especial incidencia en el tributo de las cien Doncellas.
Por ello las tropas cristianas, capitaneadas por Ramiro I, irían en busca de los musulmanes, con Abderramán II al mando, pero al llegar a Nájera y Albelda se verían rodeados por un numeroso ejército árabe formado por tropas de la península y por levas provenientes de la zona que correspondería actualmente con Marruecos, teniendo los cristianos que refugiarse en el castillo de Clavijo en Monte Laturce.
Las crónicas cuentan que Ramiro I tuvo un sueño en el que aparecía el Apóstol Santiago, asegurando su presencia en la batalla, seguida de la victoria.
De acuerdo con aquella leyenda, al día siguiente los ejércitos de Ramiro I, animados por la presencia del Apóstol montado en un corcel blanco, vencieron a sus oponentes.
Voto de Santiago
El día 25 de mayo en la ciudad de Calahorra el rey habría dictado el voto de Santiago, comprometiendo a todos los cristianos de la Península a peregrinar a Santiago de Compostela portando ofrendas como agradecimiento al Apóstol por su intervención e imponiendo un impuesto obligatorio a la Iglesia.
No obstante, al igual que el mito, la supuesta donación de Ramiro a la Iglesía tampoco es auténtica, siendo instituida realmente en el siglo XII.
Con este suceso, el apóstol se convirtió en símbolo del combate contra el islam, siendo reconocido desde entonces como Santiago Matamoros.
El catedrático de Historia Medieval de la UNED en Madrid, José Luis Martín Rodríguez, al referirse a «La Leyenda del Matamoros», señala que «… aunque Santiago no peleara a favor de los cristianos hasta época tardía, el hecho de que se sitúe su intervención en la batalla de Clavijo tiene, sin duda, alguna explicación: en Albelda, lugar muy próximo a Clavijo, combatieron Ordoño I de Asturias y Musa ibn Musa, caudillo de los musulmanes del Ebro, en el año 859. El lugar, era un punto estratégico que dominaba la vía de comunicación entre las actuales Soria y Logroño y que, cruzando el Ebro, llegaba hasta Pamplona. Tal vez, por su interés estratégico, aluden a la batalla con detalle las crónicas escritas poco después en la corte de Alfonso III, hijo de Ordoño, y el relato pudo llamar la atención de quienes -en la primera mitad del siglo XII- precisaban una batalla lo suficientemente importante y antigua para justificar los votos que los fieles pagarían en adelante al Apóstol Santiago».