Aunque las relaciones del Reino de España con las del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte pasan un momento de cierta aspereza, quisiera comentar la siguiente noticia de origen británico, según aparece en el “Nobility Newsletter”, escrita por Artemisia, 31 de mayo del corriente.
Placa de la Orden del Cardo. |
El nieto de S.M. Isabel II del Reino Unido, el Duque de Cambridge, quien es el segundo en la línea de sucesión al trono británico después de su padre, el Príncipe de Gales, ha sido nombrado Caballero de la Muy Antigua y Muy Noble Orden del Cardo (o como se la conoce en inglés, “The Most Ancient and Most Noble Order of Thistle”). No fue inscrito con este título inglés sino con su título escocés de Conde de Strathearn (Earl of Strathearn).
Existe un ligero paralelo entre la Muy Antigua y Muy Noble Orden del Cardo y Nuestra Antigua y Muy Noble Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria y éste es el principal motivo para comentar sobre la noticia del párrafo de más arriba.
Existe un ligero paralelo entre la Muy Antigua y Muy Noble Orden del Cardo y Nuestra Antigua y Muy Noble Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria y éste es el principal motivo para comentar sobre la noticia del párrafo de más arriba.
Príncipe Guillermo, Duque de Cambridge y Conde de Strathearn. (Imagen procedente de Mail on Line). |
La Orden del Cardo es la más antigua de las órdenes nobiliarias del Reino de Escocia y por protocolo es la segunda orden noble del Reino Unido, precedida sólo por la inglesa Orden de la Jarretera (The Most Noble Order of the Garter), fundada en 1348 siendo la más antigua de las corporaciones nobiliarias británicas.
La Orden del Cardo se pierde en la nebulosa de los tiempos en el Reino de Escocia y fue refundada en 1687 por Jacobo VII de Escocia quien fue Jacobo II de Inglaterra e Irlanda; con sus nuevos estatutos y subsiguientes modificaciones la orden elevó su prestigio y está considerada como una de las más honoríficas que se pueden recibir en el Reino Unido.
Cuando el soberano concede una membresía lo hace a título personal sin necesidad de ningún refrendo del gobierno. Es un título que el jefe de la corona otorga a quienes quiere distinguir.
La orden la componen el soberano británico más dieciséis caballeros y damas. En categoría aparte están los miembros de la Casa Real Británica y monarcas extranjeros. Entre los miembros de la Casa Real del Reino Unido, que viven, los únicos miembros son S.A.R. el Duque de Edimburgo (desde 1952), S.A.R. el Duque de Rothesay (desde 1977, éste es el principal título escocés que utiliza el Príncipe de Gales); S.A.R la Princesa Ana Isabel Alicia Luisa, princesa real (desde 2000); y S.A.R. el Conde de Strathearn (Duque de Cambridge en Inglaterra; desde el 28 de mayo, 2012).
La Orden del Cardo se pierde en la nebulosa de los tiempos en el Reino de Escocia y fue refundada en 1687 por Jacobo VII de Escocia quien fue Jacobo II de Inglaterra e Irlanda; con sus nuevos estatutos y subsiguientes modificaciones la orden elevó su prestigio y está considerada como una de las más honoríficas que se pueden recibir en el Reino Unido.
Cuando el soberano concede una membresía lo hace a título personal sin necesidad de ningún refrendo del gobierno. Es un título que el jefe de la corona otorga a quienes quiere distinguir.
La orden la componen el soberano británico más dieciséis caballeros y damas. En categoría aparte están los miembros de la Casa Real Británica y monarcas extranjeros. Entre los miembros de la Casa Real del Reino Unido, que viven, los únicos miembros son S.A.R. el Duque de Edimburgo (desde 1952), S.A.R. el Duque de Rothesay (desde 1977, éste es el principal título escocés que utiliza el Príncipe de Gales); S.A.R la Princesa Ana Isabel Alicia Luisa, princesa real (desde 2000); y S.A.R. el Conde de Strathearn (Duque de Cambridge en Inglaterra; desde el 28 de mayo, 2012).
Placa y Collar de la Orden del Cardo. |
El soberano está facultado para admitir caballeros extras por estatutos especiales.
El paralelo de la Orden del Cardo con nuestra institución se encuentra en la cifra doce. Antiguamente la orden no admitía sino doce caballeros, como un paralelo entre nuestro redentor Jesucristo y sus doce apóstoles, como los doce caballeros de la tabla redonda. En la vida pública de las instituciones de la cristiandad, especialmente aquéllas de la edad media, el modelo de nuestro redentor y su colegio apostólico fue imitado en toda Europa.
Nuestra noble institución, cuyo emblema es la rueda dividida en doce cuarteles representando los antiguos nobles doce linajes de Soria, forma parte de esta ancestral tradición apostólica. Aunque con el tiempo fueron más de doce, cuando algunas ramas se bifurcaron y multiplicaron, el número quedó perpetuado en el nombre de la corporación.
Volviendo a la Orden del Cardo, fue Jorge IV quien en 1827 rompió el número doce y modificó sus estatutos elevando el número de caballeros a dieciséis.
El paralelo de la Orden del Cardo con nuestra institución se encuentra en la cifra doce. Antiguamente la orden no admitía sino doce caballeros, como un paralelo entre nuestro redentor Jesucristo y sus doce apóstoles, como los doce caballeros de la tabla redonda. En la vida pública de las instituciones de la cristiandad, especialmente aquéllas de la edad media, el modelo de nuestro redentor y su colegio apostólico fue imitado en toda Europa.
Nuestra noble institución, cuyo emblema es la rueda dividida en doce cuarteles representando los antiguos nobles doce linajes de Soria, forma parte de esta ancestral tradición apostólica. Aunque con el tiempo fueron más de doce, cuando algunas ramas se bifurcaron y multiplicaron, el número quedó perpetuado en el nombre de la corporación.
Volviendo a la Orden del Cardo, fue Jorge IV quien en 1827 rompió el número doce y modificó sus estatutos elevando el número de caballeros a dieciséis.
Isabel II y el Duque de Edimburgo con manto y atributos de la Orden del Cardo. (Imagen procedente de Mail on Line). |
Otro paralelo entre la Orden del Cardo y los Doce Linajes de Soria, es la nebulosa histórica que envuelve a ambas instituciones nobiliarias respecto a su origen preciso. La tradición histórica de la orden escocesa es imprecisa sobre qué soberano de Escocia la fundó en el siglo XIV o XV. La nuestra se pierde en la historia de los Reinos de León y Castilla, recibiendo privilegios en el siglo XIII sin saber con precisión como fue originada.
Estos paralelismos o semejanzas de la Orden del Cardo con nuestra institución, y salvando diferencias obvias, me han llevado a escribir esta nota sobre la incorporación del más reciente caballero a la orden escocesa, como lo solemos hacer en nuestro blog con los que se admiten en la nuestra.
Estos paralelismos o semejanzas de la Orden del Cardo con nuestra institución, y salvando diferencias obvias, me han llevado a escribir esta nota sobre la incorporación del más reciente caballero a la orden escocesa, como lo solemos hacer en nuestro blog con los que se admiten en la nuestra.
El Conde de Quinta Alegre.
Nueva York.
Nueva York.