Por Francisco M. de las Heras y Borrero, Doctor en Derecho y Correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación.
 
TERCERA PARTE Y FINAL.

El Clan Real – Las Tumbas Reales –  Instituciones del Reino de Buganda – Análisis Constitucional.
El Clan Real.
En la cultura de Buganda, cuando un niño nace, varón o hembra, pertenece al clan de su padre. Buganda tiene un sistema patriarcal, contrariamente a otros reinos tradicionales africanos, como los reinos de Ghana, cuya sucesión es matrilineal, siendo el heredero el hijo primogénito de la hermana mayor del Rey y no el propio hijo de éste.
No obstante, Buganda presenta una importante peculiaridad: los hijos de los reyes, príncipes y princesas, pertenecen al clan de sus madres. Este ingenioso sistema ayuda a prevenir conflictos entre clanes, ya que cualquier clan puede enorgullecerse de tener a un rey entre sus miembros. Esto hace posible que un rey pueda pertenecer a cualquiera de los 52 clanes del reino, reforzándose así la monarquía.
Símbolo del Clan de lady Sarah Nansikombi, madre del Príncipe Rirchard, heredero del trono.
 Cuando un príncipe llega a rey, todos los miembros de su clan, o sea del clan de su madre, se convierten en sus más fervorosos y orgullosos partidarios. Esto, por su parte, abre las esperanzas de otros clanes que en su día, a su vez, uno de sus miembros puede llegar a convertirse en rey.
Aunque los hijos del Rey pertenecen al clan de la madre, los varones son llamados príncipes y las hembras  princesas. No obstante, a todos estos príncipes y princesas de diferentes clanes se les adjudica un clan común, llamado el “Clan de los Príncipes y Princesas”(Clan Real). El Rey nombra un presidente que se renueva cada cierto número de años. De esta forma, los príncipes y princesas quedan bajo el control del Rey que, en última instancia, controla el clan.
Las Tumbas Reales.
Los Reyes de Buganda son enterrados con toda solemnidad en santuarios dedicados a tales efectos. El más famoso de todos ellos es el denominado Kasubi Tombs, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. 
La entrada oficial  de este palacio, que primeramente fue residencia real, se construyó en 1882 y era la puerta por la que entraban y salían los miembros de la familia real y sus invitados. El jefe de la guardia real del palacio era llamado “Mulamba”, cargo que aún hoy en día continúa siendo hereditario en el clan Butico. El asistente del palacio es llamado Nisigo, función que todavía se hereda en el interior del clan Mbogo.
Entrada a Kasubi Tombs.
Allí, en Kasubi Tombs, se encuentran enterrados los cuatro últimos monarcas de Buganda: Muteesa , Mwanga II, Daudi Chwa I y Muteesa II.
Muteesa I (1835 – 1884), hijo de Suuna II, estableció su palacio en Kasubi en 1882. Había dejado ordenado que a su fallecimiento su cuerpo fuera enterrado entero en su propio palacio, en Kasubi, sin que sus mandíbulas fuesen separadas de su cuerpo. De esta forma, haciéndose enterrar entero en el palacio donde vivió, puso fin a dos antiguas tradiciones, ya que los Kabakas eran enterrados, hasta entonces, en lugares distintos a donde habitaron y con las mandíbulas extraídas.
Mwanga II (1867 – 1903), sucedió a su padre Muteesa y falleció durante su exilio en las Islas Seychelles. Sus despojos fueron traídos a Buganda y enterrados en Kasubi en 1910. Con ello, se ponía, también, fin a otra vieja tradición: la de enterrar a cada Kabaka en un lugar distinto. Desde entonces, Kasubi se convirtió en la necrópolis de los Kabakas de Buganda.
Daudi Chwa II (1896 – 1939)  sucedió a su padre Mwanga II en 1897 a la edad de un año, gobernando a través de regentes (uno católico y dos protestantes)  hasta su mayoría de edad, declarada a los 18 años. A su muerte, también, fue enterrado en Kasubi, reforzándose de esta forma el valor ritual de este sitio.
 Gran Palacio de Kasubi Tombs.
 Muteesa II (1924 – 1969), hijo de Cwa II, falleció en Londres, Inglaterra, en 1969. Sus restos mortales fueron traídos a Kampala en 1971, bajo el gobierno de Idi Amin, con toda clase de honores oficiales y en medio de un gran fervor popular, siendo enterrados, igualmente, en Kasubi.
Las ceremonias funerarias de los Kabakas eran muy complejas y seguían un ritual muy preciso, a veces, con detalles muy curiosos como la obligación por parte del nuevo Rey de abstenerse de tener sexo por nueve días desde su proclamación. 
También se encuentra en este lugar el Palacio de los Tambores. Estos instrumentos tenían una gran importancia para comunicarse con la población, emitiendo un sonido diferente según fuese el evento anunciado.
Rodeando el Palacio de las Tumbas Reales, podemos apreciar una serie de pequeñas casas, que sirven de residencias a las descendientes de las viudas de los últimos reyes y de las hermanas de  estas, que tomaban a su cargo los hijos que sus hermanas fallecidas habían tenido con el Kabaka.

El Príncipe George Mulondo delante del Palacio del Palacio Tambor.

 En mi primera visita a Kasubi Tombs me llamó sobremanera la atención cierto movimiento de personas que con toda naturalidad circulaban libremente por el recinto. El propio Kabaka, de forma automática, autoriza que generación tras generación puedan vivir en este lugar las causahabientes, y sus descendientes femeninos, de los últimos Reyes de Buganda.
Junto al Palacio de las Tumbas Reales está situado, también, un cementerio exclusivo para el enterramiento de los otros miembros, príncipes y princesas, de la Familia Real. Como característica principal destacaremos que este recinto sagrado no se corresponde con ninguna religión en particular, recibiendo allí sepultura tanto los creyentes católicos como los anglicanos o musulmanes, religiones  de las que hay creyentes en la Familia Real de Buganda.
El 16 de marzo del 2010 un voraz incendio fortuito se declaró en el palacio principal de Kasubi, el Palacio de las Tumbas Reales, que quedó completamente destruido por el fuego. Pronto se inició la reconstrucción del lugar que concluirá, aproximadamente, en el año 2014.
Durante nuestras reiteradas visitas al real sitio de Kasubi, en las que siempre estuvimos acompañados por el joven Príncipe Joseph (George) Mulondo, descendiente directo del Rey Chwa II y uno de los miembros más activos de la Familia Real, tuvimos especial interés en encontrar las condecoraciones otorgadas a dicho Rey por diferentes estados europeos en el transcurso de un viaje oficial que allá por los años treinta del pasado siglo XX realizara el referido monarca Chwa II al viejo continente. Estas condecoraciones se encontraban, antes del pavoroso fuego, vistosamente presentadas en un cuadro en el interior del Palacio de las Tumbas Reales en un lugar próximo a donde estaban depositados los despojos de los Kabakas. 
Única condecoración de Chwua II que escapó a la acción devoradora de las llamas.
 Finalmente, sólo pudimos encontrar, en un estado casi irreconocible, una sola condecoración, la cual había logrado escapar a su completa destrucción por las llamas. Creemos que se trata de una recompensa del entonces Reino de Italia y que a título de curiosidad presentamos a la observación de nuestros lectores.
Instituciones del Reino de Buganda.
El Reino tiene sus propias instituciones para la resolución de los asuntos que le incumben. El Rey nombra su propio gobierno, al frente del cual se encuentra el tradicional e influyente Katikkiro, o Primer Ministro, el más importante cargo del reino después del Kabaka, seguido, a continuación, del conjunto de ministros nombrados para las diferentes áreas de la actividad gubernamental. Ronald Mutebi, como todos los reyes africanos, se ve rodeado de un estricto protocolo que imperiosamente debe cumplirse.
Francisco M. de las Heras con el Katikkiro (Primer Ministro) del Reino de Buganda, John Baptist Walusimbi.
El Rey preside el Parlamento, compuesto por doscientos miembros, que representan a los diferentes clanes. Tiene su sede en Kampala, en un elegante palacio al que se accede por una amplia avenida. En la misma sede del Parlamento, se encuentran las oficinas gubernamentales. 
Entrada del Parlamento del Reino de Buganda.
 En el otro extremo de la avenida donde se encuentra situado el Parlamento, podemos encontrar el Palacio Oficial del Kabaka, más conocido como el Palacio Mengo, usado sólo para importantes eventos oficiales, ya que el Rey, como hemos dicho, habita en su residencia privada, no lejos de este lugar. El Palacio fue destruido por el bombardeo ordenado por Obote y reconstruido a expensas del gobierno republicano. Dado que el gobierno lo destruyó, el gobierno se consideró obligado a su reconstrucción. Desde la colina en que se encuentra situado el palacio se puede contemplar una de las más hermosas  vistas de Kampala.
A mitad de camino entre el Parlamento y el Palacio Mengo hay una rotonda, la cual se abre expresamente cada vez que el vehículo del Rey tiene que cruzar por ese lugar, permitiendo que continúe en línea recta sin hacer ninguna circunvalación. Privilegio simbólico que el gobierno republicano reconoce al poder real. 
Sesión  extraordinaria del Parlamento del Reino de Buganda.
Similares a este tipo de cortesías oficiales, se nos antoja inimaginables que puedan ser concedidas por los gobiernos europeos a sus casas reales, pese al papel que  históricamente han desempeñado las mismas, y pese a que, paradójicamente, tanto se enorgullece nuestro viejo continente de  su pasado y de sus tradiciones.
El Príncipe Joseph  Mulondo con Francisco M. de las Heras delante del Palacio Mengo.
 Es de significar que, para la divulgación de las actividades oficiales del reino, Kabaka Mutebi dispone de dos estaciones de radio. Estas emiten en frecuencia modulada y la mayor parte de sus programas son difundidos en lengua  luganda, el idioma de los nativos de Buganda.
Análisis constitucional.
Es un caso, verdaderamente, singular el de los reinos tradicionales africanos que, como el caso de Uganda, vienen reconocidos en la propia Constitución, sin por ello menoscabar los derechos fundamentales de los ciudadanos ni la igualdad de todos ante la ley, manteniendo un equilibrio admirable entre, privilegios históricos, derechos y obligaciones.
En 1993, ya el Presidente Museveni había decidido la reinstalación de los reinos mediante una disposición con el adecuado rango legal: Traditional Rulers (Restitutio) Assets and Properties Act.
Dos años después, la Asamblea Constituyente aprueba la vigente Constitución de 22 de septiembre de 1995, en la que se regula en su Capítulo XVI la “Institución de los Líderes Tradicionales o Culturales”, es decir los reinos tradicionales, reforzando al más alto rango jurídico la protección legal de los mismos.
El Capítulo XVI comienza, en su punto 1, declarando que “la institución de líder o dirigente tradicional cultural puede existir en cualquier zona de Uganda de acuerdo con la cultura, las costumbres y las tradiciones y deseos de sus habitantes”. Es decir, las instituciones tradicionales reposan en la historia, su legitimidad viene del pasado, no pudiendo ser creaciones de nuevo cuño.
En el supuesto de que el restablecimiento de una institución tradicional resulte polémica, será el propio Parlamento quien establezca el procedimiento para resolver el conflicto (punto 2).
Kabaka Mutebi II.
 Se otorga personalidad jurídica a la institución del líder tradicional, que debe ser una corporación con sucesión perpetua, con capacidad para demandar y ser demandada y para mantener activos o propiedades en fideicomiso (punto 3). Al amparo de esta disposición el gobierno ha devuelto a los reinos tradicionales muchas de sus antiguas posesiones territoriales.
Igualmente, se proclama que un líder tradicional o cultural gozará de los privilegios y beneficios que puedan serles otorgados por el Gobierno nacional o local (punto 3 c), si bien “ninguna persona podrá ser obligada a pagar lealtad o contribuir al costo del mantenimiento de un líder o dirigente tradicional cultural” (punto 3 d).
Los privilegios concedidos a un líder tradicional o cultural no pueden ser considerados como una práctica discriminatoria prohibida por el artículo 21 de la Constitución, pero estos privilegios en ningún caso podrán suponer una merma de los derechos de cualquier persona garantizados por la Constitución (punto 4).
A fin de preservar el alto valor simbólico y representativo de estas instituciones, se prohíbe que los líderes tradicionales o culturales participen en la política partidista (punto 3 e), y que ejerzan cargos en los poderes ejecutivo, legislativo o administrativo del Gobierno nacional o local (punto 3 f).
Para evitar dudas, la propia norma constitucional reconoce a los líderes tradicionales o culturales existentes inmediatamente antes de su entrada en vigor, entendiéndose que los mismos “existen de acuerdo con las disposiciones de esta Constitución” (punto 5). De esta forma, se encuentra, pues, reconocida la entronización de Mutebi II, realizada dos años antes.
Por último, en el punto 6, se aclara que por  “líder tradicional o líder cultural” debe entenderse “un rey o un líder semejante tradicional o líder cultural cualquiera que sea su denominación, que se deriva de una lealtad de nacimiento o de acuerdo con las costumbres, tradiciones, usos o el consentimiento del pueblo dirigido por el líder tradicional o cultural”.
Acorde  con este reconocimiento constitucional, el gobierno asume el compromiso de dotar a los reyes tradicionales de los medios necesarios para el cumplimiento de sus responsabilidades.
Ronald Mutebi y Sylvia Nagginda, Reyes de Buganda.
 En el caso de Buganda se ha otorgado al Rey cuantiosas tierras, se le cubren los gastos de los viajes oficiales, se le dota al Rey y a la Reina de pasaportes diplomáticos, se le concede al Rey una asignación mensual, no sueldo, para gastos de representación y, finalmente, se provee a su seguridad y a la de la propia Familia Real e invitados. A título de simple anécdota, podemos confirmar esto último ya que, nosotros mismos, estuvimos acompañados por un caporal del ejército nacional durante nuestra visita a las instituciones del reino.
Por su parte, el Rey Mutebi II patrocina diversas fundaciones y agencias que trabajan en beneficio de la población de Buganda. En 1999 creó la Buganda Cultural and Development Fundation, BUCADEF, una Organización No Gubernamental (Nº55914/1 432), sin carácter político, que lleva a cabo programas de desarrollo cultural, económico y social muy apreciados por los habitantes del reino.
De esta manera, el Reino de Buganda, amparado en la tradición, el derecho consuetudinario y la vigente Constitución de Uganda, continúa su larga trayectoria histórica, conservando intacto su Kabaka el mismo fons honorum y legitimidad institucional de que gozaron sus predecesores.
BIBLIOGRAFIA:
Charles Peter Mayiga, “King on the Throne”, Kampala (Uganda), 2009
Benson Okello, “A History of East Africa”, Kampala (Uganda), 2002
Rose Lukalo-Owino. “For the Good of the Kindom”, Nairobi (Kenya), 2010
J.C.Ssekamwa, “The Buganda Kingdom and its Monarchy”, Entebbe (Uganda), 2007
Robert Mugagga, “The Kings of Buganda”, Kampala (Uganda), 2011
Constitution of the Republic of Uganda, 1995.
ILUSTRACIONES
 “Uganda a Picture History”, Kampala (Uganda), 2011
Francisco M. de las Heras y Borrero.
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