POR EL VIZCONDE DE AYALA.

La semana pasada se ha celebrado en Roma una solemnidad de la Orden Teutónica que bien merece un recuerdo.
La víspera, viernes 12 de abril, el Príncipe Rúspoli ofreció una cena en uno de los bellos salones privados del Circolo degli Scacchi -antiguo centro de la Nobiltà nera romana-, en honor de Monseñor el Abad Bruno Platter, Gran Maestre de la Orden Teutónica.

 Asistieron a ella, con hábito talar o cravata nera -smoking y condecoraciones- Su Eminencia el Cardenal Walter Brandmüller (Presidente de la Pontificia Comisión para las Ciencias Históricas), el Príncipe Agostino Borromeo (Gobernador General de la Orden del Santo Sepulcro), el Marqués Profesor Aldo Pezzana de Capranica del Grillo (Gran Canciller de la Orden Constantiniana de San Jorge y antiguo Presidente del Consejo de Estado italiano), el Príncipe Alberto Giovanelli (Presidente de la Unione della Nobiltà d’Italia), el Duque de Precacore, el Barón Nesci di Santa Agata, el Duque de Ostuni, el Profesor Ricci (Superintendente del Archivo de Estado), el escritor y literato Marcello Veneziani, el Almirante Mario Mancini, el Capitán Pierluigi Mauro, el Bailío Stefano Zauli (cabeza de la Bailía Ad Tiberim de la Orden Teutónica), y el Hermano Laurentius, Procurador de la Orden Teutónica ante la Santa Sede.
Cena ofrecida por el Príncipe Rúspoli en el Circolo degli Scacchi -antiguo centro de la Nobiltà nera romana-, en honor de Monseñor el Abad Bruno Platter, Gran Maestre de la Orden Teutónica.
De este grato encuentro ha surgido la idea de celebrar durante el próximo año una ceremonia de la Orden Teutónica en España, donde como es sabido fungió entre los siglos XII y XVI una importante y rica encomienda situada en la villa actualmente llamada Mota del Marqués, con propiedades y rentas en Toledo y en Sevilla.
Encomienda de la Mota del Marqués.
Al dia siguiente, a las seis y media de la tarde, en la iglesia barroca del Santissimo Nome di Maria al Foro Trajano, sede de la Bailía Ad Tiberim, se celebró una gran misa de pontifical, oficiada por el Gran Maestre de la Orden Teutónica, Monseñor Platter, a quien acompañaron en el presbiterio otros monseñores y clérigos, formando en la nave el Capítulo los Familiares de la Orden Teutónica pertenecientes a la Bailía romana, y también el Comendador de Sicilia, Gran Oficial Pino Zingale. 
Iglesia del Santíssimo Nome di María al Foro Trajano, sede de la Bailía ad Tiberim.
 La misa elevó mucho el espíritu de los asistentes, porque fue de una gran belleza, amenizada por una selecta música de órgano y una coral cuya solista destacó mucho al entonar el Ave María de Schubert. 

La homilía de Monseñor Platter, pronunciada en un elegante italiano con acentos germánicos, y centrando los fines de la Orden en la oración y la caridad, pero también en la acción cultural, fue indudablemente magistral. Durante la liturgia tomaron la capa negra, recibiendo además la cruz teutónica y el rosario de los caballeros, hasta catorce novicios.
Una vez finalizada la ceremonia.
Entre los asistentes españoles, vimos allí al Marqués de Villafranca de Ebro, Cónsul General de España en Roma, acompañado de su esposa la Marquesa de Jaureguizar; al Director del Instituto Cervantes en Roma, con su esposa; y a los Condes de Amaya. También saludamos al Revdo. P. John Brillantes, de ilustre familia hispano-filipina; al Comendador Fabio Cassani, Conde de Giraldeli; y al Conde Olivari de la Moneda y esposa.

Concluida la misa, el Gran Maestre Platter, acompañado de las Autoridades eclesiásticas y seglares, y de los caballeros de la Bailía Ad Tiberim y demás invitados, se reunieron en una amena cena de hermandad en un restaurante cercano, dando así por concluidos los actos teutónicos que cada dos años aproximadamente traen hasta Roma el testimonio de una realidad cristiana plena de espiritualidad, a más del recuerdo de una parte no menor de la Civilización occidental
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Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila.
Vizconde de Ayala y Marqués de la Floresta.