LA ACADEMIA DE GENEALOGÍA, NOBLEZA Y ARMAS ALFONSO XIII
Por José María de Montells y Galán
En 2013 fui elegido director de la Academia Alfonso XIII en sustitución del duque de Santoña que ejerció el cargo desde la fundación de la institución en 1993.
Fue don Juan Manuel Mitjans y Domecq, duque de Santoña como director, impulsor de cuantas iniciativas científicas se planteaban en el seno de la Academia y un firme defensor de la importancia de la heráldica como ciencia auxiliar de la historia. El período en el que rigió los destinos corporativos puede definirse una brillante época de implantación y consolidación.
Desde los primeros tiempos figuraban como numerarios destacadas personalidades procedentes del mundo científico de la historia, la heráldica, la genealogía, la faleristíca y otras ciencias afines, entre los que destacaban don Juan Van Halen, don Manuel Rodríguez de Maribona, los fallecidos y muy recordados don Roberto Soravilla y don Conrado García de la Pedrosa, don Rafael Salanova o don Guillermo Torres-Muñoz, por poner unos pocos ejemplos, siendo su primer Secretario General, el profesor don José Manuel González Torga, que fue sucedido en 1998, por mí mismo.
En todos estos años, la Academia Alfonso XIII ha desarrollado una labor editorial de primer orden, siendo dicha entidad académica, la responsable de la edición de El Registro de Ordenes de Caballería en el Reino de España, obra dirigida por los académicos don José María de Montells y don Alfredo Escudero y patrocinada por el Cardenal Aponte, SAR don Jorge Bagration de Moukhrani, SAIR el archiduque don Andrés Salvador de Austria-Toscana y SAR don Sixto Enrique de Borbón, que constituyó la primera aproximación científica al mundo de las entidades caballerescas, en nuestra Patria y es hoy, todavía, un libro de referencia obligada. Al que siguieron los tratados sobre los temas de las ordenes de caballería como el Tesoro Ecuestre, el Repertorio de Instituciones caballerescas en el Reino de España o el Catálogo de Ordenes Extranjeras en España.
La Academia también publicó la segunda edición de mi Historia apasionada de la Religión de San Lázaro. Las ediciones académicas se caracterizan por su belleza formal y su cuidada estampación. En 2010 la Academia publicó las obras Libro de Horas de la Orden de San Lázaro y en colaboración con el Cabildo de San Jorge y Santiago Apóstol y la Fundación Lusíada, La Casa Real de Ruanda.
Durante el año 2011 se firmaron varios convenios de mutua colaboración y correspondencia con instituciones extranjeras del mismo tipo. La Academia, sola o en colaboración con el Colegio Heráldico de España y de las Indias, la Sociedad Heráldica Española o la Federación Española de Genealogía, Heráldica y Ciencias Históricas, propició ciclos de conferencias, seminarios internacionales y encuentros científicos en el Aula Marqués de Ciadoncha, ya desaparecida, en la sede que compartió con el Colegio Heráldico de la calle Serrano 112, en Madrid.
Como es sabido, la actividad académica se ha centrado en estos últimos veinte años, sobre todo, en la publicación de trabajos heráldicos y nobiliarios de gran calado, y en el patrocinio de ciclos de conferencias y cursos monográficos sobre la Ciencia Heroyca.
Es de destacar que la crisis económica también se cebó en las actividades académicas, aminorando el ritmo de sus ediciones. En la actual Mesa Directiva que me honro en presidir, me acompañan don Rafael Portell Pasamonte como Vicedirector, don Alfredo Escudero y Díaz-Madroñero como Secretario General, don Alfonso Ceballos-Escalera y Gila, Vizconde de Ayala y Marqués de la Floresta como Bibliotecario, don Juan Van Halen y Acedo como Censor, don Guillermo Torres-Muñoz y Osácar como Tesorero, y como Vocales, los señores don José Luis Abad y Ruiz, don Daniel García Riol, don José Antonio Cadahía Casla, don Enrique de Borbón y García-Lóbez y don Juan de Ranea y García.
En la actualidad, tratamos de incorporar a la Academia, nuevas generaciones de estudiosos que puedan hacerse cargo de las tareas corporativas, sin merma de su calidad científica en un futuro próximo. Así, recientemente han ingresado como académicos don Francisco Armijo y don Jacinto Mercado, ambos del Ateneo de Ilugo, entidad que promueve un importante Congreso de Genealogía, Heráldica y Nobiliaria en Jaén, de gran repercusión en toda España. A esta política de incorporación de nuevos académicos, se une el propósito de publicar nuevas monografías, algunas en preparación.
En resumen, la Academia Alfonso XIII, sin grandes recursos y ninguna ayuda estatal, ha recorrido un largo camino de rigor y seriedad que se propone continuar y complementar con nuevas iniciativas y actividades.