El Excmo. Sr. D. Antonio de Castro García de Tejada recibe la Cruz de Carlos III en el Palacio del Senado
En nombre de S.M. el Rey, que se encontraba de visita de estado en el Reino Unido, el vicepresidente primero del Senado Excmo. Sr. D. Pedro Sanz Alonso, impuso la cruz de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III al Excmo. Sr. D. Antonio de Castro García de Tejada. En el despacho del vicepresidente presidido por un retrato del monarca fundador de la orden, se celebró la ceremonia de imposición que resultó sencilla y emotiva, pero con una gran carga institucional para todos los asistentes.
En la ceremonia, el condecorado, se vio acompañado por dos caballeros de la Orden de Carlos III, el caballero comendador, coronel de Caballería D. Ignacio de Inza Muñoz, antiguo Ayudante de Campo de S.M. el Rey Juan Carlos, y el caballero cruz, Vizconde de Ayala.
Armas del Excmo. Sr. D. Antonio de Castro García de Tejada luciendo el manto de la orden de Carlos III
El vicepresidente del Senado dio comienzo a la ceremonia dando la bienvenida a los presentes y solicitando de la senadora Mendiola leyera el decreto de concesión firmado por el Rey y el Presidente del Gobierno. Tras su lectura, el Vicepresidente, hizo una semblanza de don Antonio de Castro resaltando del mismo sus muchos años de dedicación altruista a promover la cultura española realizando labores de índole social, cultural y diplomática, algunas de carácter reservado, que han redundado en beneficio de la Nación.
El Presidente del Gobierno de la Rioja, Excmo. Sr. D. José Ignacio Ceniceros, quien promovió acertadamente el expediente de solicitud, resaltaba en el mismo “si los servicios eminentes y extraordinarios prestados a la Nación hubieran significado un gran esfuerzo para cualquier funcionario de la Administración, más lo ha sido para este ciudadano benemérito que ha implicado su tiempo, conocimientos, relaciones, y recursos privados, para recuperar parte de lo más singular de nuestra Historia y promover relaciones internacionales que han redundado en beneficio de la sociedad española”.
Tras las palabras del Presidente Sanz, el vizconde de Ayala leyó una carta enviada por la Casa Real que remitía, en el día de la imposición, un cálido y afectuoso saludo para el condecorado.
Tras su lectura, D. Antonio de Castro ofreció unas emotivas palabras agradeciendo a todos los implicados en la concesión, su eficaz esfuerzo. También agradeció la compañía de las autoridades presentes, presidente Sanz Alonso, senadora Mendiola, general Menchén, presidente de la Sala Quinta del Tribunal Supremo, el Embajador Cardona, así como al general Molinero, General Intendente de la Armada.
En la ceremonia estuvieron representadas, además de su familia, el Excmo. Sr. D. Francisco del Cueto, especialmente llegado de la ciudad de Méjico, en representación de la orden pontificia de San Gregorio Magno. La Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén, representada por el Ilmo.Sr. D.José Miguel Lópe de Melgar. Por deseo expreso de S.A.R. el duque de Calabria, Gran Maestre de la Orden Constantiniana de San Jorge, asistió el Excmo. Sr. D. Manuel Rodríguez de Maribona, caballero gran cruz de la misma. El Sr. D. Javier Alfonso de Somalo de Tejada y Mendiola, en representación del señorío del Solar de Tejada. El Ilmo. Sr. D. Manel González López en representación de los Doce Linajes de Soria, corporación de origen medieval que rigió la milenaria ciudad castellana agrupando a los hidalgos pertenecientes a la misma. El Ilmo Sr.D. José María Ruiz de Ojeda García-Escudero, conde de Vallfogona, presidente de la Maestranza de Caballería de San Fernando. El Real Gremio de Halconeros estuvo representado por su consejo de gobernadores, Excmo. Sr.D. Antonio Sánchez de León Cotoner, Ilmo. Sr. D. Ricardo Aguirre García de Rozas y el Sr. D. Juan Infante Calafat. El Cuerpo de la Nobleza del Principado de Asturias estuvo representado por los Ilmos. Srs. D. Alfredo de Leonard, D. Carlos Franco y D. Felipe de Grado.
Finalizado el acto se sirvió un vino español, donde se brindó por el rey Felipe con la fórmula acostumbrada por los cazadores del Real Gremio de Halconeros: Aquí y allá: Por España ¡Viva el rey! Posteriormente, los invitados participaron en un almuerzo en honor del nuevo caballero de la Real y Distinguida Orden de Carlos III.
PALABRAS DE AGRADECIMIENTO PRONUNCIADAS EN EL PALACIO DEL SENADO POR EL EXCMO SR. DON ANTONIO DE CASTRO GARCÍA DE TEJADA
Excmo. Sr. Presidente, Vicepresidente Primero del Senado. Excma. Sra. Senadora, Excmos. e Ilmos. señores, autoridades y representantes de las corporaciones y órdenes tradicionales. Amigos, querida familia:
Gracias a todos por distraer vuestras actividades y venir a este espacio único, el Palacio del Senado, antigua Cámara de Próceres para compartir este momento tan importante conmigo.
Quiero agradecer muy especialmente a todos los que tan amablemente han promovido la concesión de esta distinguida condecoración, la más antigua y preeminente entre las órdenes de mérito nacionales.
Al actual presidente de la Comunidad de la Rioja, don José Ignacio Ceniceros, quien substanció el expediente y solicitó al presidente del gobierno de España, que propusiera a S.M. el Rey la concesión de la cruz.
Al propio presidente del Gobierno, Sr. Rajoy, quien me honró aceptando la solicitud, proponiendo a S.M. la concesión.
A la senadora Mendiola, quien con habilidad y eficacia se movió en el complejo y hermético mundo de la Cancillería de la orden, para realizar un seguimiento acertado del expediente.
Al vicepresidente primero del Senado, Excmo. Sr. D. Pedro Sanz Alonso, anterior Presidente de la Comunidad de la Rioja, con quien todos los riojanos de mi generación dimos el salto al futuro y con quien la Rioja alcanzó las más altas cotas de prosperidad y desarrollo, quien tan amablemente propuso, al conocer la concesión, este importantísimo espacio institucional para la ceremonia de imposición que añade -si cabe- mayor dignidad a la misma.
Quiero agradecer también la presencia en este acto de dos distinguidos caballeros de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III que hacen hoy de padrinos: el coronel Inza, tan antigua y estrechamente vinculado a S.M. el Rey Juan Carlos, y al vizconde de Ayala, prócer con quien me une una cálida y estrecha amistad de más de treinta años.
Al Excmo. Sr. General D. Francisco Menchén Herreros, Presidente de la Sala 5ª de lo Militar del Tribunal Supremo.
Al Excmo. Sr. General D. Carlos Molinero Gamio, General Intendente de la Armada, representante de la Armada, con la que tantas ilusiones y proyectos hemos compartido y con la que tan estrechamente estoy unido, tanto en el orden familiar, como profesional.
Al Excmo. Sr. D. Melitón Cardona Torres, antiguo Embajador de España en Dinamarca, que con el mismo afecto y eficacia me promovió, hace ya años, para concesión de la Gran Cruz del Mérito Civil.
Agradezco también, de corazón, al Excmo. Sr. Lugarteniente la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén que haya enviado en su representación al Ilmo.Sr. D.José Miguel López y de Melgar
A S.A.R don Pedro de Borbón, duque de Calabria, Gran Maestre de la Orden Constantiniana de San Jorge que ha enviado en representación de la misma al decano de mis amigos, cuarenta años de fructífera amistad, el Excmo. Sr. D. Manuel Rodríguez de Maribona. Al Ilmo.Sr. D. Javier Alfonso de Somalo de Tejada y Mendiola, en representación del Señorío del Solar de Tejada. Al Ilmo. Sr. Manel González López, que representa a los Doce Linajes de Soria. Al Ilmo Sr.D. José María Ruiz de Ojeda García-Escudero, conde de Vallfogona, Presidente de la Maestranza de Caballería de San Fernando.
A todos los halconeros Gobernadores que con su generosidad y patrocinio me ayudaron hace ya más de quince años a recuperar el histórico gremio de halconeros de la Real caza de Volatería, joya olvidada de la Corona de España. Volviendo la vista a tras cuantos acontecimientos históricos hemos recuperado, cuántas actividades hemos realizado y qué bonitas y distinguidas todas, y con España, siempre presente en nuestros propósitos, siempre presentes en nuestro afán.
Al Cuerpo de la Nobleza de Asturias representado hoy por tan distinguidos caballeros Ilmos. Sres. Don Alfredo Leonard, don Carlos Franco, y don Felipe de Grado.
Mencionadas las últimas, pero las primeras en mi corazón quiero agradecer a mi prima Carmen, que siempre está a mi lado en todos mis proyectos e inquietudes y a su hija, mi sobrina Cristina, su presencia aquí en el Senado, en representación de mi familia que tengo en julio prófuga del calor repartida por Europa… Gracias por estar aquí.
Termino con un aspecto singular, y una sencilla reflexión:
A decir de los conocedores de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III, en l actualidad sólo hay dos caballeros de la Orden que no son altos funcionarios del Estado. Uno es el vizconde de Ayala y el otro yo. ¡Qué casualidad! o no, que los dos descendamos del histórico señorío del Solar de Tejada. Único señorío colectivo de origen medieval que ha sobrevivido hasta nuestros días con la legitimidad que le da la historia y el reconocimiento de la Corona y los Poderes Públicos. Declarado recientemente por el Gobierno de La Rioja como Bien de Interés Cultural y publicado como tal en el índice que el Ministerio de Cultura publica al efecto.
Acabo con la reflexión: hace mucho tiempo escuché a mi padre afirmar que patriota no era quien creía que su país era el mejor, sino el que se esforzaba y trabajaba para mejorarlo. Y en eso -estoy seguro- nos empeñamos todos los que hoy estamos aquí.
Muchas gracias