Artículo de fecha 08-07-2016 de D. José Manuel Huidobro
Caballero de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén, Miembro de la Real Asociación de Hidalgos de España. Máster en Derecho Nobiliario, Heráldica y Genealogía (UNED). Autor de 55 libros y más de 700 artículos.
Miguel López de Legazpi. Gobernador y capitán general de Filipinas
Conquistador de las islas Filipinas, fundó, entre otras, las ciudades de Cebú y Manila, tomando posesión efectiva del archipiélago filipino para la Corona de Castilla, después de su descubrimiento en el primer viaje alrededor del mundo, realizado por Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano (1519–1522).
La personalidad de Legazpi marcó la conquista de Filipinas, poco sangrienta, pues optó por la vía diplomática. A lo largo de siete años consiguió rendir el archipiélago, convenciendo más que conquistando y sirviéndose de la hostilidad que los filipinos sentían hacia los portugueses, más violentos en sus formas.
Los padres de Miguel López de Legazpi Gurruchategui, nacido en Zumárraga (Guipúzcoa) hacia 1502 (no se conoce la fecha exacta, que pudo ser entre 1500 y 1510), fueron Juan Martínez de Legazpi, que estuvo a las órdenes del Gran Capitán en las guerras de Italia y llegó a ser Señor de la Casa Jauregui Haundia, y Elvira de Gurruchategui. Miguel era el segundo hijo varón, de la familia más importante que había en Zumárraga en la época de su nacimiento.
Su padre también intervino como capitán de tropas guipuzcoanas durante el ataque de las tropas francesas a tierras guipuzcoanas y navarras, para reponer a los monarcas navarros de procedencia francesa que habían sido derrotados por lastropass castellanas al mando del duque de Alba en el año 1512.
Su casa natal aún se conserva en Zumárraga, y su nombre es Jáuregui Haundia, literalmente «Palacio Grande», en lengua vasca, también conocida como Casa Torre Legazpi. El segundo virrey de México (Nueva España), Luis de Velasco, en una de sus cartas al rey, lo señala como «hijodalgo notorio de la casa de Lezcano». En 1527 se hizo cargo de la escribanía de Areria (Guipúzcoa), una de las tres que permanecían en Gipuzkoa en aquella época, junto con las de Sayaz y Aiztondo, vacante por la muerte de su padre, que llegó a tener notable influencia en ella, pues fue nombrado Alcalde Mayor de la misma Alcaldía.
Miguel, al ser el segundón de la familia, no tenía muchas opciones, pues el mayorazgo le correspondía a su hermano mayor Pedro, por lo que pronto decide abandonar la escribanía y pasar a las Indias en busca de fortuna. Desde que pasó a las Indias en 1545 se instaló en México ejerciendo oficios burocráticos. En México fue secretario del cabildo, alcalde ordinario y alto empleado de la Casa de la Moneda de la capital. Desde 1528 a 1564, en 36 años, había amasado una cuantiosa fortuna. Estuvo casado con Isabel Garcés de quien tuvo nueve hijos, cuatro varones y cinco hembras. Su casa era una de las principales de la capital.
Contaba más de sesenta años de edad cuando aceptó el encargo de desplazarse a colonizar las Islas Filipinas, acompañado de Fray Andrés de Urdaneta, quien volvió a Méjico, estableciendo así las coordenadas precisas para realizar el tornaviaje Filipinas –Nueva España a través del océano Pacífico, conocido durante mucho tiempo como el “Mar español”. Así, aunque no era marino, fue puesto al mando de una expedición española a Filipinas, organizada en 1564-65 por la Audiencia de México, a pesar de saber que dicho archipiélago caía en la zona de demarcación reservada a Portugal por el Tratado de Tordesillas (7 de junio de 1494).
Cuando Legazpi partió con su expedición, el 29 de noviembre del puerto de Jalisco, a Filipinas era ya viudo y tenía muchos nietos, llevando consigo a uno de ellos. Felipe de Salcedo, joven que cumpliría importantes cometidos. Debido a la escasez de recursos para la marcha de la expedición, Legazpi aportó todos sus bienes, vendiéndolos, excepto su mansión de la capital azteca. En aquella época de los grandes descubrimientos esto era normal: las jornadas o expediciones eran generalmente negocios bien montados, donde participaban la corona, los particulares, los soldados y la iglesia.
Aquella expedición, cuyo piloto y cosmógrafo era el agustino Andrés de Urdaneta, tío de Legazpi, tenía como objetivos traer especias y rescatar a posibles supervivientes del anterior viaje de Villalobos (1542-44), que era quien había dado a las islas el nombre de Filipinas en honor del rey Felipe II. Legazpi tomó posesión para España de la isla de Guam (en el archipiélago de las Marianas) y algunas de las principales islas de Filipinas: Leyte, Samar, Bohol, Camiguin, Mindanao, Negros y Cebú; en esta última fundó una ciudad que le sirvió de base para la conquista.
Legazpi estableció relaciones amistosas con algunos reyes locales, pero en otros lugares encontró una fuerte resistencia, como reacción de los indígenas contra los abusos sufridos en el pasado a manos de exploradores portugueses. Urdaneta (que regresó a México en 1565 para llevar noticias, descubriendo la ruta de navegación hacia el este por el norte del Pacífico), se opuso siempre a la colonización del territorio, para respetar los derechos de los portugueses; éstos reaccionaron con hostilidad a la intromisión española, enviando contra Legazpi una flota que no consiguió arrebatarle Cebú (1568-69).
En 1569 Felipe II decidió conservar el dominio español sobre el archipiélago, envió refuerzos para hacerlo efectivo y nombró a Legazpi gobernador y capitán general. Éste, que permaneció en Filipinas hasta su muerte, continuó la conquista con la adquisición de nuevas islas: Panay (donde estableció su nueva base), Masbate, Mindoro y, por fin, Luzón. En esta última, la mayor de las Filipinas, hubo de vencer una fuerte resistencia de los indígenas tagalos, tras lo cual construyó allí la capital del archipiélago, Manila (24 de junio de 571).
Completado el control de Luzón –a la que Legazpi llamó Nuevo reino de Castilla–, Legazpi organizó la colonización según el modelo seguido por los españoles en América, a base de conceder encomiendas a los colonizadores; dejó la evangelización en manos de los religiosos agustinos; y estableció relaciones comerciales con el continente asiático a través de la importante colonia de comerciantes chinos establecidos en Luzón desde antes de su llegada. Miguel López de Legazpi, trasladó su residencia a la nueva capital, Manila, donde murió el 20 de agosto de 1572. Filipinas permaneció bajo dominio español hasta 1898.
Para saber más:
El legado hispánico en Filipinas: El regreso de los españoles
LA JUVENTUD DE MIGUEL LÓPEZ DE LEGAZPI
Publicado en el blog «Hidalgos en la Historia» cuyo blogmaster es D. J. Manuel Huidobro