Venidos de todas partes del mundo, medio millar de caballeros y damas lazaristas tomaron pacíficamente Santiago de Compostela los pasados días 21, 22 y 23 de mayo, para dar testimonio de su profundo sentimiento religioso vivido desde un ecumenismo integrador, cuyo mensaje más revelador se hizo patente, en la Misa del Peregrino del día 22, presidida por el Protector Espiritual de la Orden, Su Beatitud el Patriarca de Antioquía, Alejandría, Jerusalén y de todo el Este, Gregorios III Latham, los Archimandritas, Monseñor Ghanoum y el representante de Su Beatitud ante el Vaticano, Monseñor Hadad y por el Obispo Emérito de Sao Tomé y Príncipe, Protector Espiritual del Gran Priorato de Portugal, Su Excelencia Reverendísima don Abilio de Sousa Rodas y donde tomaron asiento preeminente en el Altar Mayor catedralicio, los veinticinco capellanes (católicos, protestantes y ortodoxos) del Hospital y la Milicia de San Lázaro presentes en el sacrificio eucarístico.
La tradicional Ofrenda al Apóstol, una pieza oratoria de gran belleza, plena de sentimiento religioso, fue pronunciada por el Gran Maestre, Marqués de Almazán, cuya presencia se destacó por el oficiante, el canónigo magistral de la Santa Iglesia Catedral, que resaltó en su homilía, el espíritu ecuménico que anima a los lazaristas de todas las confesiones cristianas y subrayó que la visita del Patriarca quedará en los Anales de los Años Santos Compostelanos como homenaje de la Iglesia Oriental al Patrón de España. Esa Eucaristía, realmente emocionante, fue la culminación de una peregrinación iniciada por todos en el Monte de Gozo, como metáfora de las que los caballeros y damas han realizado, tanto a pie, como en distintos medios de locomoción.
Anteriormente, el día 21, habían tenido lugar diversas actividades, entre las que es de señalar las audiencias con las autoridades oficiales en la Xunta de Galicia y en la Alcaldía de Santiago, del Gran Maestre, acompañado por el Gran Prior de España y a la reunión de Jefes de Jurisdicción en el Hostal de los Reyes Católicos, muy importante para el futuro de la Orden. La nómina de las jurisdicciones representadas en Santiago es ingente:
Alemania, Austria, Australia, Eslovaquia, Nueva Zelanda, Portugal, Francia, Finlandia, Inglaterra y Gales, Malta, Grecia, Chequia, Suecia, Thailandia e Indochina, Países Bajos, Canadá, Rumanía, Hungría, Estados Unidos, Irlanda, el Gran Priorato Humanitario Europeo, más las Encomiendas de San Wilfrido, el Acebuchar, San Benedicto, el Castillo, Wallendof y el castillo de Sighartstein, sin olvidar la histórica del Gran Bailiaje de Boigny.
La presencia de grandes personalidades de la Orden como la Duquesa de Brissac, Gran Prioresa de Francia, Roman Bour, Bailío de Boigny, el Mayor Silva Duarte, Gran Prior de Portugal, Geoffrey Fosberry, de la Encomienda del castillo de Lanzun en Malta, Ronald Hendrix y tantos otros, vino a realzar las diversas celebraciones compostelanas.
La tradicional Ofrenda al Apóstol, una pieza oratoria de gran belleza, plena de sentimiento religioso, fue pronunciada por el Gran Maestre, Marqués de Almazán, cuya presencia se destacó por el oficiante, el canónigo magistral de la Santa Iglesia Catedral, que resaltó en su homilía, el espíritu ecuménico que anima a los lazaristas de todas las confesiones cristianas y subrayó que la visita del Patriarca quedará en los Anales de los Años Santos Compostelanos como homenaje de la Iglesia Oriental al Patrón de España. Esa Eucaristía, realmente emocionante, fue la culminación de una peregrinación iniciada por todos en el Monte de Gozo, como metáfora de las que los caballeros y damas han realizado, tanto a pie, como en distintos medios de locomoción.
Anteriormente, el día 21, habían tenido lugar diversas actividades, entre las que es de señalar las audiencias con las autoridades oficiales en la Xunta de Galicia y en la Alcaldía de Santiago, del Gran Maestre, acompañado por el Gran Prior de España y a la reunión de Jefes de Jurisdicción en el Hostal de los Reyes Católicos, muy importante para el futuro de la Orden. La nómina de las jurisdicciones representadas en Santiago es ingente:
Alemania, Austria, Australia, Eslovaquia, Nueva Zelanda, Portugal, Francia, Finlandia, Inglaterra y Gales, Malta, Grecia, Chequia, Suecia, Thailandia e Indochina, Países Bajos, Canadá, Rumanía, Hungría, Estados Unidos, Irlanda, el Gran Priorato Humanitario Europeo, más las Encomiendas de San Wilfrido, el Acebuchar, San Benedicto, el Castillo, Wallendof y el castillo de Sighartstein, sin olvidar la histórica del Gran Bailiaje de Boigny.
La presencia de grandes personalidades de la Orden como la Duquesa de Brissac, Gran Prioresa de Francia, Roman Bour, Bailío de Boigny, el Mayor Silva Duarte, Gran Prior de Portugal, Geoffrey Fosberry, de la Encomienda del castillo de Lanzun en Malta, Ronald Hendrix y tantos otros, vino a realzar las diversas celebraciones compostelanas.
Por la tarde del día 22, én el Monasterio de Martin Pinario, tuvo lugar la solemne investidura de damas y caballeros que resultó brillantísima, ingresando en la Orden, entre las damas, la Ilma. Sra. doña María Luisa de Porres Guardiola, Condesa de San Mateo de Valparaíso; la Ilma. Sra. doña Anja Piontek, la Ilma. Sra, doña María de las Nieves Schmaeing; la Ilma. Sra. María de la Paz González de Aguilar y Alonso Urquijo y la Ilma. Sra. doña Herma Wijers. Entre los caballeros, en la clase eclesiástica, el Capellán Arcipreste Mitrado y Protopresbítero, Reverendo Peter Miln. En la clase de Justicia, los condes de San Mateo de Valparaíso, de Robledo de Cardeña y de Villanueva de Cárdenas; los señores de García de Lera y Gramunt Muñoz. Y en la clase de Gracia, los señores de Felani, Blanch, Calle, de Apéllaniz, Deroy, Pal, Echevarría, Guijarro, Berbegal, Herrero, Lahora, Artley, Molina, Pérez Castaño, Piquer, Ranea y Rodríguez Palma.
Seguidamente, en el refectorio del mismo Monasterio se sirvió una cena, durante la cual, se otorgaron diversos ascensos, entre los que figuran, los de la Marquesa de Eslava y la Marquesa de la Lapilla a Damas Grandes Cruces de Justicia y la concesión de la Medalla de la Lealtad al Gran Prior de Portugal, el Excmo. Sr. don José Augusto da Silva Duarte.
Al día siguiente, domingo 23, se cerraron los actos de la Peregrinación con una Misa de rito melquita (uno de los más antiguos de la Cristiandad), oficiada por Su Beatitud el Patriarca Gregorios III Latham en la Iglesia de San Fructuoso de la capital compostelana.
Seguidamente, en el refectorio del mismo Monasterio se sirvió una cena, durante la cual, se otorgaron diversos ascensos, entre los que figuran, los de la Marquesa de Eslava y la Marquesa de la Lapilla a Damas Grandes Cruces de Justicia y la concesión de la Medalla de la Lealtad al Gran Prior de Portugal, el Excmo. Sr. don José Augusto da Silva Duarte.
Al día siguiente, domingo 23, se cerraron los actos de la Peregrinación con una Misa de rito melquita (uno de los más antiguos de la Cristiandad), oficiada por Su Beatitud el Patriarca Gregorios III Latham en la Iglesia de San Fructuoso de la capital compostelana.