Nos hemos propuesto en este estudio trazar una breve síntesis del itinerario histórico-geográfico por los reinos de España del apellido Vera de Estepa desde su primera cuna aragonesa, y probar que la castellana Soria debió ser puerta obligada para su esparcimiento posterior por Extremadura y Andalucía.
Este recorrido permaneció fuertemente enmarcado por los avatares de la reconquista contra el Infiel hasta que consumada esta gesta, y coexistente con el descubrimiento de América, el espíritu de epopeya de los de este apellido, se perpetuó durante la conquista y colonización del nuevo Continente. Allí partió una de sus ramas inventando otra historia de este linaje, que bien conocida, quedó en las crónicas de indias como una de las ilustres progenies que nutrió su primitivo tronco y persistió en innumerables familias argentino-chileno-paraguayas.
De los primeros tiempos del apellido Vera, así como de algunos otros, se puede escribir más sobre su historia que de su genealogía dada la imposibilidad de establecer sus filiaciones documentadas bajomedievales desde el siglo XII hasta las postrimerías del XIV. A pesar de las carencias documentales algunos indicios indican que ciertas familias fueron muy prematuras en su organización familiar noble.
Recién durante los albores del siglo XV, la documentación que se ha conservado, comienza a revelarnos la genealogía del cuarto y último Adelantado del Río de la Plata, Lic. Juan de Torres de Vera y Aragón, del que se puede hacer el seguimiento de algunas de sus ramas hasta nuestros días.
La época en que la historia dejó testimonio del primer hombre identificado con el apellido Vera, se remonta a mediados del Siglo XII en coexistencia, precisamente, con los primeros tiempos de la aparición de los apellidos como forma de individualización de las personas y de sus familias.
De Templarios Aragoneses.
El lugar geográfico en que se originó el apellido Vera se situó en la villa de Vera de Moncayo dentro de la jurisdicción de Tarazona, en Zaragoza, Reyno de Aragón. Allí, en sus términos, a escasos mil metros, se encuentra enclavado el Real Monasterio de Santa María de Veruela, abadía cistirciense del siglo XII. Veruela estaba directamente vinculada con los Templarios y es conocido que su mismo fundador, fuera Caballero del Temple, quien fue Don Pedro de Atarés o Petrus Taresa. Así es que junto al Temple, con su gran orden protectora el Cister, surge Veruela en 1146; es decir: el Monasterio de Veruela, la villa de Vera y sus términos junto al castillo de Vera eran dominios de los Caballeros Templarios aragoneses. Justamente es la época en que vemos aparecer en esa villa y su Abadía al primer Vera, que fue Fortún Sanz de Vera, ya portando este apellido como patronímico, haciendo alusión a su solar en la villa de Vera. Este primer personaje ocupó su sede noble junto a otros caballeros principales de Aragón todos pertenecientes a la Cofradía de los Caballeros del Temple Aragonés, quienes participaron activamente en la lucha reconquistadora contra el árabe como otra Cruzada más. Entre otros, un documento custodiado en el Archivo General de la Corona de Aragón hace cita de este personaje participando en el pleito del señorío de Borja entre los Caballeros Templarios y Hospitalarios y doña Teresa de Borja, junto a don Ramón Bereguer IV, Conde de Barcelona y Príncipe de Aragón, Alamán de Luna y otros Seniors.
Luego de la figura de Fortún Sanz de Vera, los próximos de este apellido que aparecen citados en documentos, son Pedro de Vera y su hijo Fray García de Vera, caballero Templario-monje Bernardo del monasterio Cistirciense “Santa María la Real de Huerta” en Soria, cuya construcción comenzó en 1173 y donde fue enterrado, ese último, junto a su mujer en 1265. Al mismo tiempo y ocupando igual espacio generacional que García de Vera, aparecen citados en una lista de Oficiales de los Caballeros Templarios, siendo que fueron Superiores de Conventos: Pedro Martínez de Vera, en Boquiñeni, Zaragoza, entre noviembre de 1238 y junio de 1242 y acompañando a este en el listado, R. de Vera entre junio y octubre de 1245. También en Zaragoza se lee el nombre de otro templario, Martín de Vera, seguramente el mismo que fuera justicia de Calatayud: Martín de Vera Romeu (ver: Zurita). Sabemos también que en Soria en 1339, aparece un García Álvarez de Vera, caballero de los Doce Linajes de Soria, y Procurador del Cortes, como se dirá más abajo.
Y Arribaron a Soria:
El segundo solar de origen de los Vera de Aragón y su posteridad encarnada principalmente en los Vera y Aragón y en los de Mérida, yace en la provincia castellana de Soria:
Para dar fundamento a nuestra aseveración de la antigua vinculación de los Vera de Aragón con la ciudad del Duero, que es lo mismo que decir con sus Doce Linajes, creímos necesario hacer un breve recorrido adentrándonos en la historia primitiva del repoblamiento de Soria y en la casi simultánea aparición del germen de la institución de Caballeros hijosdalgo de los Doce Linajes de Soria. Soria comunicaba a Castilla con Aragón, Navarra y la zona del Levante, siendo para ello necesario atravesar el Duero. Esto resulta fundamental para entender nuestras consideraciones que vinculan a los Vera originarios de Aragón con su necesario paso por Soria hasta llegar a Extremadura y Sevilla (Estepa) enmarcados en un escenario en que la reconquista del mundo Musulmán ocupaba toda la vida de la España heroica. Alfonso I de Aragón, el Batallador en 1119 conquistó Ágreda, villa soriana frontera con Aragón y reconstruyó luego la ciudad abandonada de Soria repoblándola. El itinerario del avance fue asÍ: conquista Zaragoza en el año 1118 y seguidamente Calatayud (1120), Tarazona y Borja (1119), Soria (1119) y otros sitios donde inmediatamente se impuso al caballero Templario aragonés Fortún López de Soria, la tarea de repoblar, repartiendo sus tierras entre los barones, caballeros y mesnaderos que le sirvieron en la campaña. Con el tiempo Soria fue evolucionando hasta contar en su organización de municipios con 35 Colaciones o Parroquias. Un elemento importante que coadyuva con la historiografía de la repoblación de Soria es que la inmensa mayoría de sus primeros pobladores, y que la gobernaron a partir del siglo XII, fueron integradas por guarniciones aragonesas. Soria fue considerada hasta 1126 perteneciente a Aragón, donde muchos de sus habitantes pertenecieron a la Cofradía aragonesa de la Orden de Caballería del Temple. Esto fue así como consecuencia del testamento de Alfonso I el Batallador que legaba sus posesiones a las Órdenes Militares. Los primeros Vera vinculados con Soria:
Ya hemos citado a Pedro de Vera y a su hijo, el monje cistirciese Fray García de Vera del monasterio “Santa María la Real de Huerta” en Soria con actuación a fines del siglo XII hasta mediados del XIII. El gran cronista castellano, Pedro López de Ayala indica que los Vera de los Fayos (Aragón) tenían su casa en Soria (Castilla). Se trataba de Diego García de Vera, Gonzalo de Vera (1280) y su hijo García Matheo de Vera, Señor de Los Fayos (por 1304). Significativamente colindante con Los Fayos de Aragón se halla la villa de Ágreda de Soria, a sólo 30 kilómetros de la villa de Vera del Moncayo, que en 1338 estaba poblada por muchos aragoneses (Rubio Semper). Así mencionaremos a Martín de Vera Romeu, hermano de Pedro de Vera (estos dos junto a García Álvarez de Vera en 1338, ya nombrado por nosotros).
«DE TEMPLARIOS ARAGONESES Y DE CABALLEROS HIJOSDALGO DE LOS DOCE LINAJES… ( I )»
Como avanzábamos en nuestra entrada del día 01 de junio de 2010, hoy subimos a nuestro blog, la primera parte del trabajo genealógico sobre la familia Vera vinculada a los 12 Linajes, titulado:«De Templarios Aragoneses y de Caballeros Hijosdalgo de los Doce Linajes de Soria, al último Adelantado del Río de la Plata y fundador de Corrientes».
En sucesivas entradas iremos completando este interesante estudio de D. Jorge A. Vera-Ortiz, Miembro de número del Instituto Argentíno de Ciéncias Genealógicas.
Primera Parte : «DE TEMPLARIOS ARAGONESES»