Que la heráldica es un sistema codificado de símbolos, nadie lo niega. Constituye un lenguaje privativo que utiliza signos pictográficos para identificar personas y linajes, cuyo nacimiento, tal como lo conocemos hoy, podría situarse en la Edad Media, y que fue progresivamente incorporado a la sociedad estamental europea, siendo adoptado posteriormente por gremios, ciudades, villas y territorios.
Así, heraldería sería la voz castellana más antigua para nombrar a la ciencia del blasón, es decir a la ciencia que estudia los escudos de armas, la ciencia propia de los heraldos. La heráldica es amén de una ciencia, un arte. Un arte que se reinventa a sí mismo según las épocas y las modas. La heráldica, por decirlo de otro modo, sería la expresión plástica más depurada de la policromía medieval. Responde a la necesidad de que los jinetes, fuesen debidamente identificados en las justas caballerescas y en las batallas.
Así surge una nueva disciplina, regida por rigurosas reglas que harán del blasón, a través de la impresión visual, una alegoría de las cualidades o las desdichas humanas, transmisible de padres a hijos e identificadora de los linajes. Los reyes de armas o heraldos, en su función de árbitros del honor militar, irán poco a poco proporcionando contenido a la Ciencia Heroica que conforma, junto a los tratados de nobiliaria, la teoría de la Caballería.
Lo que se niega hoy es la vitalidad de la heráldica. Con inusitada frecuencia se dice que ha muerto, que vacía de su utilidad primigenia, ha dejado paso a otras formas de tipificación gráfica. Es para decirlo brevemente, el triunfo del logotipo.
Sin embargo, no estamos en absoluto de acuerdo con esta opinión tan extendida y buena prueba de ello es que hemos tomado la iniciativa de ir elaborando un Armorial de los caballeros y damas de esta Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria. Contamos para ello con la inestimable colaboración del Heraldo Mayor, D José María de Montells y Galán, caballero honorario y verdadera autoridad en la Ciencia Heroica, que reúne en su persona otros cargos heráldicos significativos. A él está reservada la tarea de cooperar en la elección de un escudo de armas a aquel que no lo posea por linaje o por abandono y/o quiera confeccionar armas nuevas. Como del mismo modo a auxiliar en las labores de identificación de un blasón, si al Caballero le correspondiese por linaje y/o por uso notorio de algunos de sus ancestros.
No faltan quienes creen que hacerse unas armas de nuevo cuño, es incurrir en algo poco ortodoxo. Nada más lejos de la realidad, es más decente y honrado crearse un nuevo escudo que apropiarse de otro, por coincidir el apellido. Eso, una apropiación indebida, es lo que ofrecen las casas comerciales al uso. No nos cansaremos de decir que el escudo identifica linajes, no apellidos. Según nuestras costumbres heráldicas, el blasón está al alcance de cualquiera que adopte uno de nuevo cuño. En el mundo moderno, la heráldica no tiene utilidad práctica alguna, no demuestra origen noble ni sirve para nada concreto que no sea identificarnos con un signo gráfico.
Si decidimos adoptar nuevas armas depende de nuestra voluntad, aunque dicho signo debe ser adoptado conforme a las reglas que rigen la heraldería, porque de lo contrario caemos en la posibilidad de identificar nuestro linaje con un adefesio. De ahí, la utilidad de un Heraldo que puede aconsejarnos con conocimientos y gusto estético. Naturalmente, el objetivo de crear un Armorial para los integrantes de la Casa Troncal restaurada no es ocioso ni banal, se trataría de seguir una tradición secular que tiene su origen en la rueda heráldica que nos sirve de emblema.
El inestimable trabajo de D. Manuel Pardo de Vera y Díaz , Canciller del Capítulo que esta Casa tiene en el Antiguo Reino de Galicia y actual presidente del Tribunal de Arbitraje de esta Casa Troncal está siendo determinante para la consecución del armorial.
Es por lo que invitamos a todos los miembros de esta Casa Troncal, que no incluyeron sus usos armeros en sus expedientes, nos remitan sus armas al objeto de que por las Autoridades mencionadas sean homogeneizadas e incluidas en el proyecto.
En definitiva, para una mayor transparencia y constancia en nuestros registros, la Casa Troncal va a abrir un Armorial para que las Armas de sus miembros, Caballeros y Damas, queden registradas, siendo así reconocidas por esta Casa, que expedirá los oportunos documentos armeros, a instancia de los interesados sobre el depósito de las mismas.
Para todo tipo de consultas pueden usar el mail oficial de esta Casa Troncal anotado en su web oficial.