Queremos dedicar la entrada de hoy, a publicar un interesante artíulo de la autoría de D. Miguel Angel Hermida Jiménez, Caballero de esta Casa Troncal, titulado «Los Obispos Condes de Noreña(I)».
Blasón de D. Miguel Ángel  Hermida Jiménez, Caballero de esta Casa Troncal y autor de este artículo.
(Escudo tomado del Armorial de esta Casa Troncal)
Asturias, cuna de la Reconquista y solar de buena parte de las casas hidalgas nacidas con la expansión cristiana hacia territorios del sur. En esta tierra se dio una de las particularidades nobiliarias más destacadas de los reinos y señoríos peninsulares: el condado episcopal de Noreña. No se trata, solamente, de un señorío eclesiástico de los muchos que hubo en España durante la Edad Media y Moderna. Es un señorío sí, pero al que iba unido un título condal del que era titular, desde 1383, el obispo de Oviedo. Sin duda, una particularidad nobiliaria destacable.
Iguales o al menos parecidos son, entre otros, los principados eclesiásticos de Maguncia, Tréveris y Colonia, príncipes electorales del Imperio; los príncipes arzobispos de Salzburgo o el coopríncipe de Andorra, obispo de Seo de Urgel, por poner algunos ejemplos.
Príncipes electores imperiales.
Príncipe Arzobispo de Salzburgo.
Se desconoce el momento en que quedó vinculada la jurisdicción de Noreña a la familia Álvarez de las Asturias, pero si se puede afirmar que en el siglo XIII el señorío pertenecía a Rodrigo Álvarez de las Asturias, si bien, parece que su padre, Pedro Álvarez de las Asturias ya fue señor de estas tierras. Al morir Rodrigo sin sucesión en 1335, el señorío pasó al infante don Enrique, hijo bastardo de Alfonso XI y Leonor de Guzmán. La guerra entre los dos hermanos, el rey Pedro y el infante Enrique, tuvo a Asturias como escenario bélico en muchas ocasiones. En 1369 el señorío fue cedido por el ya rey de Castilla Enrique II a su hijo bastardo Alfonso Enríquez. Al subir al trono Juan I en 1379 comienza el enfrentamiento entre el rey de Castilla y el conde de Noreña, aliado del rey de Portugal. De nuevo dos hermanos se enfrentaban y Asturias volvía a ser centro de contiendas bélicas.
Estatua orante de Pedro I.
Enrique II.
Alfonso Enríquez quedó desposeído de todos los señoríos de Asturias y entre ellos el condado de Noreña en 1382 y al año siguiente, en las Cortes de Segovia, Juan I donó el condado de Noreña al obispo de Oviedo quedando unidos desde ese momento el título condal y episcopal.
El traslado de la corte a Oviedo en el año 812 supuso el nacimiento de la diócesis ovetense cuyo primer titular fue Adulfo. La sede obtuvo en el año 1105 el privilegio de exención, dado por el papa Pascual II, lo que perduraría hasta mediados del siglo XIX tras la firma del concordato de 1851 con el Estado español.
Don Gutierre de Toledo fue el obispo que obtuvo de Juan II de Castilla la jurisdicción y título de conde de Noreña en 1383, la cual fue conservada por los obispos de Oviedo hasta 1951, sucediéndose un total de 66 obispos condes.
Catedral de Oviedo.