Ante el fatídico desastre del incendio masivo de la Catedral de Notre-Dame, de París, desde la Casa Troncal de los Doce Linajes queremos manifestar nuestra profunda tristeza por la destrucción de una construcción que es parte de la identidad espiritual, cultural e histórica de los Europeos, siendo reconocida como Patrimonio de la Humanidad.
Resulta sorprendente saber que en el siglo XIX fue objeto de una gran intervención en la cual se le colocó la conocida aguja que ayer, 15 de abril de 2019, se derrumbó a causa del gran incendio.