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RECORDATORIO:

Capítulo general de la MAESTRANZA DE CABALLERÍA DE CASTILLA para el próximo  27 de abril de 2018

maestranzacaballeriadecastilla@gmail.com

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LA MAESTRANZA DE CABALLERÍA DE CASTILLA

          Las Reales Maestranzas de Caballería son sociedades ecuestres fundadas por caballeros particulares en el último tercio del siglo XVII, y transformadas durante el siglo XVIII, bajo la protección de la Corona, en instituciones públicas dedicadas a la formación hípica de los cuadros de oficiales de Caballería y al fomento de la cría caballar. A partir del advenimiento del sistema constitucional, en 1842, las cinco Reales Maestranzas supervivientes -otras diez se malograron- se transformaron en entidades ecuestres cortesanas, oficialmente reconocidas.3

            Con el fin de preservar esa tradición ecuestre española, y de dotar a los territorios septentrionales de la Península Ibérica -los antiguos reinos de Castilla y León- de una institución propia, la Maestranza de Caballería de Castilla se fundó en la ciudad de Segovia el 6 de enero de 1992, con el nombre original de Maestranza de Caballería de Segovia, bajo los auspicios y el amparo del Augusto Señor Conde de Barcelona (q.S.G.h.), el más egregio de los segovianos del siglo XX -quien Se dignó aceptar el nombramiento de Primer Maestrante-, y por iniciativa de los Marqueses del Arco y de La Floresta -este, cronista de armas de Castilla y León-, a la que enseguida se unieron numerosos caballeros de la Junta de Nobles Linajes de Segovia (fundada en 1304). Fue debidamente autorizada e inscrita por el Gobierno Civil de Segovia con fecha del 5 de marzo de 1992.

            La Maestranza de Caballería de Castilla ha querido, desde sus mismos orígenes, reunir tanto a los miembros de la más acrisolada Nobleza histórica española y de la Nobleza histórica europea, como también a cuantos forman parte de la moderna aristocracia del mérito y del servicio al bien común y a la res publica, que así gozan de la Nobleza personal.

           El 19 de junio de 2016, S.M. el Rey Don Felipe VI, a propuesta de la Junta de Castilla y León y con el informe favorable del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación; efectuó un reconocimiento oficial a la Maestranza de Caballería de Castilla concediéndole la Corbata de Honor de la Real Orden de Isabel la Católica. 

          Esta es la más alta distinción pública que puede otorgarse a una corporación, institución o colectividad en el Reino de España. Se trata, pues, de un altísimo honor, por demás insólito -pues ciertamente, hasta ahora, no lo había alcanzado ni una sola de las demás Órdenes y Corporaciones y nobiliarias y caballerescas españolas-.

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           Con esta merced regia y con el reconocimiento oficial inherente a ella, la Maestranza de Castilla ha pasado a ser una de las pocas Corporaciones nobiliarias que en España gozan del reconocimiento oficial por parte del Estado.

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            Consecuentemente, la Maestranza procedió a modificar sus insignias corporativas, a las que se ha añadido la cruz de la Real Orden de Isabel la Católica y la Corona Real.

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            También se adoptó un nuevo Estandarte, que, a más de su escudo de armas corporativo, incorpora los símbolos y colores de la Artillería española, cuya cuna se encuentra también en la ciudad de Segovia. Esta nueva enseña, de gran riqueza y belleza, fue ofrecida a la Corporación por el caballero maestrante Dr. Luca Rovati.

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     No nos cabe duda alguna de que esta insólita concesión premial viene a señalar el buen hacer del Diputado Decano, Dr. Vizconde de Ayala, y de su Junta de Gobierno, en los ámbitos cultural, deportivo y caballeresco. Pero en adelante obliga aún más a todos los caballeros y damas maestrantes a seguir trabajando por los altos valores de la civilización occidental, y a hacer bueno el bello lema de la Real Orden: A la Lealtad acrisolada.