Fuente: http://www.elmundo.es/loc/casa-real/2017/10/07/59d7c81ae5fdea221d8b4680.HTML
Los nobles se rebelan contra el conde de Godó
Varios aristócratas han iniciado una reclamación para que la Diputación de la Grandeza solicite la expulsión de Javier Godó de este selecto ‘club’.
La aristocracia catalana nunca podrá ser independiente
CONSUELO FONT
7 oct. 2017 03:15
La nobleza española, secularmente muy poco proclive a mojarse en causas políticas, ha decidido movilizarse tras el desafío del referéndum independentista y la amenaza de que se declare una república en Cataluña. Esta semana, gran número de aristócratas recibían una comunicación donde se requería su apoyo para que, por medio de la Diputación de la Grandeza, el órgano que representa a todos los títulos del Reino, se solicite al Rey que desposea a Javier Godó (75), presidente del grupo Godó y editor del diario La Vanguardia, del título de conde de Godó así como de la grandeza de España, «por traición a España y notoria villanía», según se afirma textualmente en el mensaje. En el escrito se aporta el teléfono y la pagina web de la Diputación para que emitan voto los que quieran sumarse a esta iniciativa, que concluye con una curiosa advertencia, muy en la línea con el formalismo de este estamento. «Se ruega que cualquier comunicación se haga con la mayor educación y cortesía».
Una ofensiva que convierte al noble catalán en cabeza de turco de la indignación de la mayoría del colectivo nobiliario por los acontecimientos que se están viviendo en Cataluña y ante la que la Diputación no ha querido pronunciarse frente a la llamada de este suplemento. Tampoco el conde ha respondido a las preguntas de este medio.
A la Infanta Cristina sí, pero Godó, no
Según afirma a LOC un marqués que prefiere no desvelar su identidad, «la campaña la están llevando a cabo un grupo de aristócratas, entre ellos varios condes y algún que otro duque, hartos de compartir estatus nobiliario con un personaje que ha promovido sin sonrojo el desafío independentista de Puigdemont. En realidad, la espita ha sido un artículo del escritor Alfonso Ussía, hijo del conde de los Gaitanes, quien solicitaba recientemente al Rey que le revocara el título por no comportarse con la lealtad y dignidad que su condición exige. Consideran, además, que «si Don Felipe despojó a su hermana, la Infanta Cristina, del ducado de Palma por los problemas de Urdangarin, mucho más punible ha sido la traición a la Corona de Godó».
Por el momento, los miembros del consejo de la grandeza, que preside Alfonso Martínez de Irujo, duque de Híjar, y en el que se sientan el duque de Fernández Miranda y el de Medina Sidonia, o los marqueses de Oreja y Salvatierra, entre otros aristócratas, no se han pronunciado. Tal y como explica a este suplemento la fuente citada. «Muchos de ellos están al corriente, pero aún no han dicho esta boca es mía. Imagino que si el número de peticiones llega a ser muy considerable, tendrán que debatirlo, por ejemplo, en alguna de las reuniones de trabajo que tiene la diputación para tratar expedientes de sucesión y, en caso de salir adelante, se trasladaría formalmente al Monarca».
El condado de Godó fue concedido en 1916 por el Rey Alfonso XIII a Ramón Godó Lallana, hijo del creador del diario La Vanguardia, que era un empresario y político que militaba en el Partido Liberal de Sagasta y llegó a ser diputado por el distrito de Igualada. Pese a sus problemas de salud, ya que era cojo, bastante sordo y tuerto, tenía una gran inteligencia y mucho talento para las finanzas, además de que había demostrado gran lealtad en todo momento a la Corona. Fidelidad que trasmitió a su nieto, Javier Godó Muntañola, el actual conde, presidente del potente grupo catalán de comunicación Godó y editor de La Vanguardia quien, desde el inicio de la Transición dio su apoyo a la monarquía del Rey Juan Carlos, posicionándose del lado de la democracia y las libertades. Incluso llegó a tener una relación muy estrecha con Don Juan Carlos, que solía pernoctar en su casa de La Bonanova durante sus estancias privadas en Barcelona. Lo que propició que, como muestra de su real aprecio, en el año 2008 le concediera la Grandeza de España, una de las máximas dignidades nobiliarias que el empresario de comunicación sumó a su título de III Conde de Godó. Don Juan Carlos le equiparaba así a otras personalidades catalanas como el ex presidente de la Generalitat Josep Taradellas, el editor José Manuel Lara, el pintor Salvador Dalí o Juan Antonio Samaranch, artífice de los Juegos Olímpicos de Barcelona, que también habían recibido un título del Monarca.
Posteriormente, la tensión nacionalista en Cataluña comenzó a exacerbarse y en 2012, ante la tibieza mostrada por el diario de Godó en el pistoletazo de salida de Artur Mashacia la república catalana, la relación se enfrió. Hasta el punto de que aseguran que Don Juan Carlos llegó a comentar en privado que se arrepentía de haberle otorgado la grandeza. Pese a ello, su relación con Don Felipe fue correcta al principio de su reinado, cuando aún parecía posible el diálogo. Incluso en 2016 el Rey acudió a Barcelona para entregarle la medalla a la trayectoria empresarial, acto que tuvo lugar en presencia del president Puigdemont. Sin embargo, el posicionamiento posterior de su periódico en la deriva separatista iniciada por la Generalitat rompió estos los frágiles lazos.
Pese a lo enconado de la situación, esta ofensiva iniciada en el estamento nobiliario contra el conde de Godó no deja de ser una excepción, sobre todo entre los nobles de Cataluña, que viven en su mayor parte atrincherados en un silencio totalmente pasivo. Aunque no hay estadísticas oficiales, se calcula que los títulos catalanes están hoy en poder de unas 300 familias, lo que supone cerca de un 10% de los títulos que existen en toda España. Entre ellos encontramos apellidos tan ilustres como Güell, Girona, Fontcuberta, Sentmenat o Quadras y algunos son muy importantes, como el ducado de Sant Angelo, concedido en 1497 por los Reyes Católicos al Gran Capitán. La nobleza catalana, aunque no se ha librado de la guerra de bandos abierta por el nacionalismo, es en su mayoría bastante conservadora y contraria al independentismo, pese a sus reticencias a manifestarlo públicamente. Sólo de tapadillo aluden al espinoso tema en sus exclusivos centros de reunión como el Club de Polo, el Círculo Ecuestre o el Club de Tenis de Barcelona. Según asegura uno de estos personajes.»Estamos muy asustados porque la situación que se está viviendo en Cataluña es terrible, si pudiéramos venderlo todo y marcharnos, la mayoría lo haríamos. Entre otras cosas porque tampoco sabemos qué va a pasar con nuestros títulos ni nuestro patrimonio histórico, que tanto nos ha costado mantener si la Generalitat declarase la república catalana. Con un socio tan radical como la CUP, probablemente serían papel mojado o quedarían suprimidos».
No todos los nobles catalanes, sin embargo, han optado por el silencio, algunos llevan tiempo posicionándose sin pelos en la lengua, como Jorge de Camps y Galobart, barón de Algerri y marqués de Camps, además de impulsor del Cuerpo de la Nobleza de Cataluña, que aglutina a gran número de títulos de esa comunidad. Hace ya tiempo que manifiesta que la mayoría de la nobleza catalana estará siempre del lado de España y del Rey Felipe, así como también se muestra convencido de que si se independizaran, los catalanes vivirían mucho peor.
Otra aristócrata beligerante ha sido la diseñadora Ágatha Ruiz de la Prada, que pasó gran parte de su infancia y juventud en Barcelona y ostenta títulos catalanes tan significativos como marquesa de Casteldorríus, y baronesa de Santa Pau con grandeza de España. Estos días ha llegado incluso a envolver los maniquís de su tienda en la Milla de Oro madrileña con la bandera de España.
A ellos se han ido sumando recientemente un goteo, que se ha manifestado públicamente en contra del referéndum. Entre ellos están, según se ha publicado, el conde de Montseny, hermano de la periodista Mercedes Milá, el conde de Egara, el barón de Quadras, el conde de Saint Llorent del Munt o el marqués de Vilanova y la Geltrú.
En el bando contrario, se ubica al conde de Godó a quien el estamento nobiliario acusa de haber favorecido en los últimos tiempos las posiciones radicales de Artur Mas y Puigdemont.