Artículo original que nos remite para su publicación en el Blog de la Casa Troncal, de D. Rafael Portell Pasamonte, Vicerrector de la Academia Alfonso XIII.

Armas de D. Rafael Portell, por D. Carlos Navarro

Armas de D. Rafael Portell, por D. Carlos Navarro

GUARDIAS DE CORPS ESPAÑOLAS

Rafael Portell Pasamonte

Mayo 2017

Este cuerpo se formó en España en virtud de un Real decreto firmado por Felipe V el 12 de Junio de 1704. Tenían su origen en Francia en el reinado de Luis XII y su misión era la de prestar servicio exclusivo lo más cerca posible del monarca. El nuevo rey español, al igual que otras instituciones francesas adoptó el modelo dando las ordenes oportunas para su creación.

       “El Rey ha nombrado por Capitanes de sus Guardias   de Corps a los Señores Conde de Aguilar y Duque de Osuna. Y por sus tenientes a los Señores Conde de Pinto y Conde de San Esteban de Gormaz”

                                         Madrid, 8 de Septiembre de 1705 

 

La primera ordenanza por la que se rigió fue de fecha 22 de Febrero de 1706.

Exposición sencilla

 Originariamente estaba compuesta por cuatro compañías a caballo llamadas: Españolas, dos, al mando del conde de Lemos y marques de Aytona, respectivamente., Flamenca, a las órdenes del príncipe de T’Serclaes Tilly y por ultimo la Italiana, que tenía al frente al duque de Populi. Además formaba parte un Regimiento de Infantería Española, teniendo por coronel al conde de Aguilar, Señor de los Cameros.

 Al principio su uniforme constaba de levita, de color azul con vueltas granas; el calzón también era azul; la chupa, grana; se tocaban con sombrero de tres puntas con galones de plata; botas de montar y debajo medias amarillas. Estaban pertrechados con espada, pistola y carabina.

 Todos los hombres que pertenecían a este cuerpo debían de ser nobles y para demostrarlo llevaban una bandolera galoneada de plata, formando cuadros, que dependiendo de la unidad cambiaba el fondo de color: encarnado para la Española; amarillo para la Flamenca y verde para la Italiana.

Portaestandarte Cia. Española

Portaestandarte Cia. Española

 Los Guardias de Corps gozaban de gran cantidad de privilegios, que fueron aumentando con los siguientes soberanos: El Rey era su Coronel. Tenían un fuero propio, un juzgado privativo para ellos, tenían preferencia a los Alabarderos en la custodia de la Augusta persona. Los oficiales y guardias provenían de infantería donde ostentaban empleos superiores; así; un guardia, era un teniente, los cadetes eran capitanes de caballos. Más adelante el Rey les concedió la graduación de Oficiales (Alféreces de Caballería). Todos ellos tenían la consideración de criados de la Real Casa y en los viajes se le alojaba igual que aquellos. En las formaciones precedían a los Carabineros Reales y demás tropas de la Casa Real. Los capitanes, todos ellos Grandes de España, prestaban juramento directamente al Rey en persona.

 El 5 de Febrero de 1716, se firmó un Real decreto reduciendo las cuatro compañías descritas a dos solamente: Una Española y otra Italiana, con su correspondiente plana mayor. Cada compañía quedó reducida a cuatro brigadas a caballo y dos de a pié, con un total de 600 hombres. La compañía flamenca fue restablecida en 1720.

Portaestandarte Cia. Flamenca 1771

Portaestandarte Cia. Flamenca 1771

 En Enero de 1723 se creó el empleo de Alcaide del cuartel de Guardias de Corps y en 1793 aumentó el efectivo con una cuarta compañía, que se llamó Americana, en la cual servían los caballeros americanos. Su vestimenta y dotación era iguales al resto, distinguiéndose por los cuarteles de las bandoleras cuyo coloro era morado.

 Ya en plena Guerra de la Independencia, las Cortes, en 1813, ordenaron que se suprimiera las compañías de Guardia de Corps y que constase solamente constase solamente de dos escuadrones y que en cada uno de ellos hubiese tres brigadas y en cada una de ellas dos Exentos, dos Brigadieres, dos Subrigadieres, ocho cadetes, cuarenta y ocho guardias y un trompeta. Al año siguiente se dispuso el cambio de nombre por el de Guardias de la Persona del Rey.

 En 1816 el cuerpo volvió a adquirir su antiguo nombre, siendo nuevamente reorganizado de la siguiente manera: cuatro escuadrones; cada escuadrón constaría de tres brigadas, siendo una de estas de flanqueadores. La fuerza total era esta vez de 698 hombres de caballería.

 En el año 1821 sucedieron unos hechos que significarían el principio del fin del Cuerpo de Guardias de Corps. A principios del mes de Enero comenzaron a circular por Madrid unos panfletos de carácter netamente absolutista haciendo un llamamiento a las armas con el objeto de devolver la soberanía al rey Fernando VII. El autor de dichos panfletos, se descubrió, que era Matias Vinuesa, capellán del rey y párroco de Tamajón.

 El 4 de febrero, día de carnaval, (A) una multitud de madrileños reaccionaron contra los absolutistas saliendo a la calle lanzando gritos contra Fernando VII. En el confuso tropel se llegaron a ver trabucos, cuchillos y puñales. En el Palacio Real, en denominada la puerta del “Príncipe” arrojaron bellotas, tronchos de coles, verduras y sobretodo piedras, mientras cantaban el “trágala”. Al día siguiente se volvieron a repetir los incidentes del día anterior e incluso impidieron un intento de salida del Rey de Palacio lanzando piedras, alguna de las cuales llegaron a impactar contra los coches de la comitiva.

 Los Guardias de Corps respondieron sacando sus sables golpeando con ellos a los alborotadores, que se dispersaron con gritos de “mueran los Guardias de Corps” o “que quiten a los Guardias”. El Palacio estuvo cercado durante 3 días exigiendo que fuera disuelta la Guardia de Corps. Tan fuertes eran las protestas que Fernando VII no tuvo más remedio que disolverla. (Real orden de 7 de Febrero de 1821). El Rey se sintió humillado al tener que traicionar a los únicos que habían salido en su defensa.

 La Gaceta de Madrid del 7 de Diciembre de 1824 publicó un Real decreto en el que se incluía en nuevo Reglamento del Cuerpo de Guardias de la Real Persona, por el que reorganizaba y aumentaban los efectivos ya que se habían visto reducido a tan solo una compañía. Entre otras disposiciones decretaba: El Rey seguiría siendo el Coronel; Los capitanes serian elegidos directamente por el Rey; se suprimía el nombre de compañía siendo sustituido por el de escuadrones; Igualmente se suprimían los empleos de sargento mayor y de primer y segundo teniente y el de alférez; cada escuadrón constaría de dos brigadas de caballería; el cuerpo se compondría de cuatro escuadrones españoles y dos extranjeros, además de plana mayor general

 Un Real decreto de 1836 dispuso que todo el personal procedente de la extinción del Real Cuerpo de Guardias de la Real Persona verificada en el año de 1821, que no hubieran sido destinados á otras carreras ó armas, quedaban incorporados y dependientes de la de caballería,

(Gaceta de Madrid de 27 de Febrero de 1836)

El 3 de Agosto de 1841 fue extinguido definitivamente.    

“Comenzando por la Guardia Real, al mismo que contribuye al brillo y esplendor del trono, se la puede considerar como un cuerpo escogido  que sirve de ejemplo, de premio y recompensa a los otros del ejercito

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Un cuerpo formado todo de oficiales que hacen el oficio de soldados, no está arreglado ni a la razón ni a la conveniencia pública, ni a las bases de la verdadera disciplina. Pagados estos oficiales según su clase y graduación y teniendo que presentarse con la decencia y brillo correspondiente en equipo, armas y caballos resulta un cuerpo costosísimo

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(Gaceta de Madrid del 3 de Agosto de 1841)

 

Estandarte Cia. Española

Estandarte Cia. Española

A.- Para mayor información de dichos acontecimientos se puede consultar el relato en

“Exposición sencilla de los sentimientos y conducta del Cuerpo de Guardias de la persona del Rey, con motivo de los sucesos de los días 4,5,6,7 y siguientes del mes de Febrero de 1821”,