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El Instituto de Estudios Históricos Bances y Valdés, en colaboración con el Lextransport Grupo, presentaron el libro titulado «Vida y Muerte de Fernándo Ignacio de Arango Queipo».

Ante un numeroso público que llenó la sala el pasado día 10 de enero, el Club de Prensa de La Nueva España fue el marco elegido para la presentación de una nueva obra del Instituto de Estudios Históricos Bances y Valdés bajo el título Vida y muerte de Fernando Ignacio de Arango Queipo, obispo que fue de Tuy allá por la primera mitad del siglo XVIII. Sus autores Manuel Luis Ruiz de Bucesta y Álvarez, y Juan José Escudero y Martínez, Presidente y Vicepresidente, respectivamente, del citado Instituto.

De izquierda a derecha: Juan José Escudero Martínez, Javier Nestor Val Fernández, y Manuel Luis Ruiz de Bucesta y Álvarez

De izquierda a derecha: Juan José Escudero Martínez, Javier Nestor Val Fernández, y Manuel Luis Ruiz de Bucesta y Álvarez

 La presentación corrió a cargo de Javier Nestor Val Fernández, socio Director de Lextransport Grupo, que en una muy brillante intervención, subrayó la importancia del personaje praviano, acercándonos a través de la vida de éste célebre personaje a la importancia del transporte a lo largo de la historia, y que tanto influiría en el crecimiento de España en su comunicación con Indias. Trazó también unas líneas sobre los distintos ordenamientos jurídicos, bien distintos, en los que habría lidiado el personaje pasando desde la legislación antigua, de tinte romano, por el ordenamiento civil de la época, pero también dejó abierta la puerta para un estudio en profundidad sobre los transportes en épocas pasadas. Con su relato invitó a todos a viajar y ver cómo eran los viajes de ultramar que movían cientos de viajeros, a saber de sus dificultades, a conocer sobre el transporte de mercancías por los difíciles y escabrosos caminos, habló de las vías de la plata o de la Mesa, en suma, recreó un acercamiento a las dificultades propias de la época en un análisis sereno.

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 A continuación tomó la palabra Manuel Luis Ruiz de Bucesta y Álvarez, a la sazón Académico C. de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía, quien antes de comenzar agradeció a Lextransport Grupo su labor de mecenazgo en estos pequeños asuntos culturales. Compartió con todos los presentes las dificultades que existen para investigar o publicar cualquier trabajo de temática histórica, en donde los poderes públicos no se dejan ver y en cuanto a las empresas que eligen las grandes obras por razón de promoción económica. Ha dado las gracias a su socio Director  Javier Nestor Val, por el acuerdo de colaboración al que han llegado y por el apoyo que está dando para lograr que pequeñas obras de nuestro pasado no caigan en el olvido.

 Continuó con unas palabras de agradecimiento al prologuista de la obra, Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila, vizconde de Ayala y marqués de la Floresta, quien por compromisos anteriores no pudo estar presente, y partiendo de una reseña de aquel en que refería que el libro tiene dos perspectivas perfectamente definidas, una sociológica y otra legal, trasladó a los presentes sobre el personaje, la relevancia de los Arangos, sobre la villa de Pravia y su cerca, su familia, sobre la vivienda en el siglo XVII, las órdenes militares y un largo etcétera, aclarando además sobre otros aspectos peculiares del Palacio de Arango y de la Colegiata de Santa María la Mayor.

 Por su parte, Juan José Escudero y Martínez, codirector de la revista “El Sol de Pravia” y autor también del libro, como especialista del derecho explicó los aspectos legales de mayor relevancia del biografiado Fernando de Arango, hablamos de los mayorazgos, de los testamentos y las obras pías. Aprovechó también para cerrar un capítulo que desde hace más de un siglo sobrevuela la figura del obispo Arango, en que se le acusaba de “haber torcido la voluntad de su tío, arzobispo de Charcas” y haber utilizado el dinero en obras distintas a las que había expresado. Realizó un análisis profundo, explicando la documentación existente en que perfectamente puede verse que, en verdad, Fernando de Arango cumpliría con aquel  mandato.

 En suma, un acto muy grato donde pudo verse entre muchos otros, al director del Archivo Histórico Diocesano, al Secretario de la Academia Asturiana de Heráldica y Genealogía, catedráticos de la Universidad de Oviedo, investigadores, historiadores, empresarios, interesados y amigos.

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