D. Alfredo López Ares, colaborador habitual del Blog, nos remite estos verdadero tesoro documental y familiar, acerca de su tío-abuelo D. José Espinosa de Orive, Caballero Laureado; que con mucho gusto publicamos en el Blog de la Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria.
Don José Espinosa de Orive, nace en Bilbao en el año 1900, y forma parte de la XXVII Promoción del Arma de Infantería.
Su primer destino fue en el Regimiento de Infantería Garellano 63, pero pronto, sintió que aquello se le quedaba pequeño, solicitando ser agregado al Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Melilla 2, haciendo su presentación el 14 de agosto de 1924, donde permanecerá entrando en combate, hasta el 23.05.1925 en que se le concede el destino al Tercio por Orden Circular de 22 del mismo mes.
El 10.08.1925, pasa a prestar servicios en la Segunda Cía. de la VI Bandera a las órdenes del Coronel Don Francisco Franco. El 8 de septiembre desembarca con su Compañía en la playa de la Cebadilla, quedando en servicio de fortificación bajo el fuego enemigo, saliendo el día 23 a la toma y ocupación del Monte Malmusi (Alhucemas) al mando de la vanguardia de la vigésima cuarta Compañía de la Sexta Bandera del Tercio.
Según la Real Orden de 21 de julio de 1929 (D.O. 158), dice lo siguiente:
“Visto el expediente del juicio contradictorio instruido en la plaza de Ceuta para conocer si el Teniente de Infantería (fallecido) D. José Espinosa de Orive se hizo acreedor a ingresa en la Real y Militar Orden de San Fernando por su comportamiento en el combate librado el día 23 de septiembre de 1925, en Alhucemas, al que asistió mandando la vanguardia de la 24 compañía de la Sexta Bandera del Tercio, cuyo objetivo era la ocupación del Monte Malmusi. Viendo que el enemigo, parapetado en trincheras, cuevas y barranco, oponía tenaz resistencia al avance, el Teniente Espinosa, dando notable ejemplo de decisión y energía, hizo reaccionar a algunas fuerzas de la vanguardia que vacilaban ante el eficaz fuego, se lanzó, a la cabeza de su Sección, al asalto de la primera trinchera ocupada por el enemigo, muy superior en número, y en lucha cuerpo a cuerpo dio muerte a algunos de ellos, siendo herido gravemente en el vientre por arma de fuego. No obstante continuó avanzando animando a su Tropa, poniendo el primero pie en la segunda trinchera, que desalojó y ocupó, y aunque fue herido nuevamente, no decayó su acometividad, y en un tercer asalto, al coronar otra trinchera, recibió nueva herida gravísima. Arengando a su Tropa mientras se le separaba del lugar de la acción, falleció momentos después en el campo de batalla. El Rey (q.D.g.), de acuerdo con el Consejo Supremo del Ejército y Marina, ha tenido a bien conceder, por resolución fecha de ayer, la Cruz Laureada de la Real y Militar Orden de San Fernando…”