Artículo de fecha 10-05-2016 de D. José Manuel Huidobro 

Caballero de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén, Miembro de la Real Asociación de Hidalgos de España. Máster en Derecho Nobiliario, Heráldica y Genealogía (UNED). Autor de 55 libros y más de 700 artículos.

 Gutierre de la Peña y Langayo. Unas armas (timbre) muy especiales

Gutierre de la Peña y Langayo fue un Mariscal español, Gobernador y Capitán General de la Provincia de Venezuela entre 1558 y 1559El rey Felipe II le otorgó nuevas armas por la derrota del Tirano Aguirre. 

Nota. A raíz de la consulta realizada por uno de los descendientes de este personaje, sobre el escudo de armas, y de cierta información localizada en Internet, me ha parecido conveniente dedicarla una entrada en el blog a la particularidad del timbre de su escudo.  Gutierre de la Peña y Langayo de Castro nació en Toledo, hacia 1526, hijo de Juan Fernández de la Peña y de Juana de Castro y Langayo; nieto paterno de Gutierre de la Peña y de Catalina Hernández; y materno, de Alonso de Castro y de María de Langayo.

Llego a la actual Venezuela en 1535, en una armada en compañía del gobernador Jorge Espira, con el título de Regidor, otorgado por Carlos I, de las ciudades donde se hallase establecido entonces el Gobierno, y por lo cual desempeñó dicho cargo en Coro (1538, 1541, 1542) y en el Tocuyo (1546). Prestó además otros servicios en la conquista y pacificación de varias; como capitán de Infantería; estuvo en la infructuosa expedición de Jorge de Espira en busca del Dorado (1535-1538); tomó parte en los convenios celebrados entre Felipe de Hutten y Juan de Carvajal en el Tocuyo (29 de abril de 1546), y, en calidad de testigo y Regidor de esa ciudad, firmó la confesión que el segundo de los nombrados hizo al pie de la ceiba en la que sería ahorcado (16 de septiembre de 1546).

En 1551 la Real Audiencia de Santo Domingo lo nombró Gobernador y Capitán General de la isla Margarita y lo comisionó para residenciar a su antecesor, Rodrigo de Navarrete, con el sueldo de dos pesos de oro fino por cada día que emplease en cumplimiento de su comisión. Luego, con el carácter de interino, dicha Audiencia lo designó para sustituir al Gobernador de Venezuela, Alonso Arias de Villasinda, fallecido en 1557, cargo que desempeñó desde junio de 1558 hasta el 2 de agosto de 1559, cuando entregó el mando al nuevo titular, licenciado Pablo Collado, nombrado por Felipe II por Real Cédula del 13 de febrero de 1558. Durante su interinato envió al capitán Diego Romero a sojuzgar a los jirajaras, despachó a Francisco Ruiz a la conquista de los cuicas y dio autorización a Francisco Fajardo para poblar y gobernar la parte oriental de la primitiva Provincia, desde Borburata hasta Maracapana (morro de Barcelona).

Según Luis Alberto Sucre, «Retirado vivía en el Tocuyo Don Gutierre el año de 1561 cuando llegó allí la noticia del desembarco del Tirano Lope de Aguirre (La ira de Dios) en Borburata». El gobernador Collado, atemorizado ante tal peligro, pretextó enfermedad y nombró a Gutierre de la Peña su Teniente General para aquella jornada; éste organizó inmediatamente a su gente y se puso en marcha y el 22 de octubre, ya en Barquisimeto, tuvo noticia de la proximidad de los marañones, por lo cual salió de esa ciudad y se dispuso a esperarlos en el sitio de las Barrancas. Ese mismo día, por la tarde, ocupó Aguirre la abandonada ciudad, pero el capitán Diego García de Paredes, Maestre de Campo de la hueste real, aprovechando un descuido de la retaguardia enemiga, pudo arrebatarles algunos pertrechos.

Transcurrieron varios días entre ardides y escaramuzas; perdió Lope de Aguirre mucha gente que se fue pasando al campo del Rey, hasta que el día 27, viéndose abandonado por casi todos los que creía sus fieles seguidores, decidió retirarse a la costa, lo que no pudo realizar por haberse quedado solo. Puede ser realidad o pura leyenda que, sintiéndose perdido, resolvió entregarse no sin antes quitarle la vida a su propia hija, Elvira, para evitar que ésta sufriera los abusos de los vencedores; pero algunos de sus propios soldados, posiblemente por temor de lo que Aguirre pudiera revelar a Paredes, o para congraciarse con éste, dispararon sus arcabuces sobre él. Uno de aquellos soldados le cercenó la cabeza y fue a llevarla al Gobernador, que en esos momentos hacía su entrada en la ciudad.

Lo que parece ser cierto en el caso es que el Capitán General Gutierre de la Peña fue quien condujo y organizó las tropas al servicio del rey y la prueba está en todos los honores y mercedes que el Rey Felipe II le otorgaría.

Armas otorgadas a de la Peña

Armas otorgadas a de la Peña

 Después de estos sucesos viajó La Peña a España en compañía de Paredes, con el fin de solicitar mercedes y recompensas por sus servicios, En 1563 premió el Rey Felipe II a Gutierre, por sus «leales y dilatados servicios», con el título de Mariscal de Campo de la Provincia de Venezuela y dos mil escudos, otorgándole, además, para él y sus descendientes para que quedase perpetua memoria y fueran más honrados…(Real Cédula, fechada en Aranjuez, el 6 de junio de 1563) nuevas armas: escudo cortado; arriba, en campo de gules, una bandera de sable con dos espadas de oro ensangrentadas (la enseña del Tirano*); partido de oro, con un león rampante, de gules; abajo, de plata, con tres peñascos de su color natural, y en el del medio, un árbol de sinople con un escudete de gules con un sol de oro, colocado al lado siniestro del árbol. Detrás de los peñascos, dos ondas de azur y plataComo timbre, lleva en la parte superior un casco o yelmo del cual sale una bandera pequeña con el escudo de la Casa Real rodeado del Toisón de Oro. Esto último es lo particular ya que no es algo habitual en la heráldica hispana. Las peñas son, probablemente, armas parlantes y la bandera de sable boca abajo puede significar la derrota del tirano Aguirre. Garcia de Paredes pidió para su escudo las banderas del tirano derrotado pero no se las otorgaron a él, sino a La Peña.

Esta bandera parece que le fue arrebatada al Tirano por un tal capitán Pedro García de Gaviria (1531-1601), hidalgo natural de Mondragón, pero Diego García de Paredes, por la fuerza le quitó la bandera a Gaviria para reclamar sus honras.

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«Una vez en el sitio del Tirano, a Gaviria le tocó el trabajo de centinela del fuerte, junto con otros compañeros que venían de Mérida entre los que se encontraba el mismo Hernando Cerrada. Pasada la noche y en el momento de la batalla, se arrojó Gaviria al campo del Tirano, entrando al fuerte y ganándole la bandera. Acto heroico que en la época llenaba de gloria a un guerrero. Pero su valentía fue disminuida por la egoísta acción de Diego García de Paredes, quien por la fuerza le quitó la bandera a Gaviria para reclamar sus honras».

Para saber más: Genealogía de Pedro García de Gaviria

Durante su estancia en España, de la Peña contrajo nupcias con Doña Catalina López de Mendoza, dama del Palacio y de la Casa del Duque del Infantado, que apadrinó las bodas. Mas tarde, casaría con Catalina María Rengel de Mendoza.

Firma de Gutierre de la Peña, contra el Tirano Lope de Aguirre

Firma de Gutierre de la Peña, contra el Tirano Lope de Aguirre

En unión de Hernando de Langayo, Diego de Castro, Alonso de Quirós, una media hermana (Francisca Hernández, hija de su padre y una Margarita Hernández) y García de Paredes regresó a Venezuela. Enterado de que el gobernador Bernáldez, en atención a requerimientos de la Real Audiencia, planeaba la conquista de Caracas, «… en un arranque de entusiasmo, pidiole encarecidamente lo encargara de la jornada… «, para lo cual se hallaba dispuesto a gastar todo lo que fuera necesario, a reclutar soldados y proveerlos de caballos, armas, bastimentos y ganados. Bernáldez se puso a la cabeza de la expedición, que salió en 1564, pero la empresa resultó un fracaso, que el Gobernador atribuyó a ineptitud de La Peña. Fue ésta la última campaña del Mariscal, que se retiró al Tocuyo, donde murió hacia 1571.

 

 Publicado en el blog «Hidalgos en la Historia» cuyo blogmaster es D. J. Manuel Huidobro

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