Capítulo de la Orden de San Hermenegildo 2016
Emilio Mora Lorenzo
El pasado martes 14 de junio, se celebró en el real monasterio de El Escorial, la solemnidad de San Hermenegildo, y el capítulo de su Real y Militar Orden. Creada por Fernando VII en 1814, como distinción militar y orden de caballería. Los actos fueron presididos por S.M. el rey Felipe, a quien -a su llegada a la lonja- se rindieron los honores de ordenanza.
El rey saludó a las autoridades civiles y militares acompañado por el gran canciller de la orden. Posteriormente, condecoró con distintos grados de la misma a una representación de Generales, Jefes, Oficiales y Suboficiales de los Ejércitos y la Guardia Civil. Tras el homenaje a los que dieron su vida por España, se celebró un desfile militar a cargo de la Agrupación de Tropas de la Guardia Real.
Finalizado el desfile, los invitados formaron un cortejo que atravesando el Patio de los Reyes, custodiado su pasillo central por dos filas de Alabarderos, se encaminó al interior del templo donde se celebró un breve oficio religioso presidido por su eminencia el arzobispo castrense de España.
Terminado este, se celebró el capítulo de la orden, mientras la Escolanía del real monasterio ofreció a los invitados un concierto de música sacra.
Acabado el mismo, se celebró un acto social en el Patio de Carruajes en el que el rey agradeció la compañía de autoridades civiles, militares, corporaciones nobiliarias y caballerescas, así como tuvo un sentido recuerdo por las víctimas del último atentado acaecido en la ciudad de Orlando.
El rey saludó con mucho afecto a cuantos se acercaron a cumplimentarle. Los halconeros del Real Gremio, fueron honrados por S.M. quien los atendió con mucho afecto y se interesó por sus actividades, departiendo durante unos minutos con el halconero mayor del reino, quien le informó del estado de los halcones propiedad del rey padre, y del propio rey Felipe.
Los caballeros del Cuerpo de la Nobleza de Asturias y otras corporaciones fueron atendidos también con mucha amabilidad por parte del monarca. Quien tras saludar a la gran mayoría de los asistentes, abandonó el real monasterio.