Viaducto de Soria

  La Société Anonyme du Chemin de Fer de Soria fue constituida en Bruselas el 14 de Abril de 1893 ante el notario Mr. De Doncker, estando el domicilio social en la misma capital. El capital de la compañía estaba representado por 6.100 acciones privilegiadas de 500 francos y 5.000 acciones ordinarias, también de 500 francos, lo que suponía un total de 5.550.000 francos belgas. Todas las acciones estaban totalmente liberadas.

 Tenía como objetivo social poner en explotación la línea de ferrocarril de 93 kilómetros que enlazaría la capital soriana con el pueblo de Torralba del Moral. Se había elegido este municipio para, en un futuro, poder enlazar con la línea general de Madrid a Zaragoza explotada por la Compañía de Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante

 Previamente a la creación de la sociedad, el empresario Edouard Otlet había recibido del Estado, la concesión para la citada explotación el 7 de noviembre de 1887 (Gaceta de Madrid de 21 de Noviembre de 1887) y cuya fianza definitiva ya había sido ingresada en la Caja General de Depósitos al presentar el proyecto definitivo, que fue aprobado en la Real Orden de 30 de Marzo de 1869.

Acción Chemin de Fer de Soria (1)

 Edouard Bartolomé Lucien José Otlet, era un ingeniero, financiero y empresario belga, nacido en 1842 y fallecido en 1907, dedicado a la construcción y explotación de vías férreas y de tranvías urbanos. Entre sus logros estaba la construcción del ferrocarril del norte de Francia, pero en 1875 reorientó su actividad en la creación y explotación de tranvías por toda Europa, por lo que se le llamó “El rey del tranvía”.

 Los promotores del Ferrocarril de Soria a Torralba fueron un grupo de empresarios belgas capitaneados por el citado Otlet, así como numerosas instituciones y políticos locales, como Ramón Benito Aceña, (encargado de presentar al Congreso de los Diputados, la correspondiente proposición de Ley). El Estado aportó como subvención 9.990.000 pesetas, a las que se sumó otro millón y medio reunido por la Diputación provincial y los municipios atravesados por la vía.

Acción Chemin de Fer de Soria (2)

 El 20 de diciembre de 1890, Otlet se unió al Marques de Guadalmina y formó la compañía ferroviaria denominada “Compañía de Ferrocarriles del Gran Central Español” para la construcción de la línea, cuya puesta en servicio estaba prevista en el plazo de un par de años. Las instalaciones del ferrocarril se establecieron de manera muy modesta, ciñéndose mucho al terreno.

 El 1 de julio de 1892 fue inaugurado el ferrocarril, si bien la ceremonia de mayor magnitud fue la celebrada el 17 del mismo mes para recibir al Sr. Aceña, procedente de Madrid a bordo de un tren especial.

 La línea constaba de 11 estaciones, que eran: Torralba, Miño de Medinaceli, Radona, Adradas, Coscurita, Almazán Villa, Matamala de Almazán, Tardelcuende, Quintana Redonda, Navalcaballo y Soria San Francisco.

Los primeros años de la vida del ferrocarril transcurrieron sin especiales complicaciones, con un tren mixto-correo entre Alcuneza y Soria, compuesto por coches de ejes al que a menudo se incorporaba un coche de MZA, para continuar hasta Madrid sin transbordos. El mixto-correo se ganó pronto el apelativo de tren-lobo, pues durante largas temporadas sólo circulaba de noche.

En 1915, el domicilio de la compañía se trasladó a España, fijándose en Pamplona.

 El 12 de Octubre de 1918, Raoul Otlet, hijo de Eduard, vendió sus acciones a los duques de Infantado y de Villamejor. Estos crearon una nueva compañía, según escritura otorgada en San Sebastián el día 3 del mismo mes y año,

“Sociedad Anónima de Ferrocarriles Soria-Navarra”, con un capital de 4.000.000 de pesetas, que se haría cargo de los bienes, derechos y obligaciones de la antigua compañía (Gaceta de Madrid del 1 de Julio de 1920).

La línea de Torralba a Soria aún se halla en la actualidad en funcionamiento, aunque con un tráfico muy limitado.