Portell-actual

Artículo de D. Rafael Portell Pasamonte, Vicerrector de la Academia Alfonso XIII y que recientemente ha añadido a sus reconocimientos, su ingreso en la REAL ORDEN DE ISABEL LA CATOLICA.

Original  remitido amablemente por su autor, para su publicación en el Blog de la Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria.

Breve biografia de Alfonso VIII

Rafael Portell Pasamonte

 Febrero de 2016

Alfonso VIII

Alfonso VIII

REINO: CASTILLA                                     

NOMBRE: Alfonso VIII

APODO: El Noble                                        

CASA: Borgoña

PADRE: Sancho III de Castilla                                  MADRE: Blanca de Navarra

F. NACIMIENTO: 11-11-1155        

LUGAR  DE NACIMIENTO: Soria

INICIO REINADO: 1158                           

FIN DEL REINADO: 1214

FECHA MUERTE: 6-101214                    

LUGAR DE LA MUERTE: Gutierre Muñoz (Ávila)                                                                                   

ENTERRADO: Monasterio de las Huelgas

  Subió al trono cuando apenas contaba tres años de edad. Según el testamento del monarca fallecido la tutoría del joven rey recaía sobre el conde gallego Gutierre Fernández de Castro, hasta que el joven rey cumpliese la edad de quince años. El conde Gutierre, era en tiempos de Alfonso VII uno de los más influyentes nobles castellanos. Se había distinguido en la conquista de Almería  en el año 1147. A esta tutoría se opuso la familia de los Lara, representada por Manrique, Alvar y Nuño Pérez, hijos del conde Lara, don Pedro González. También Fernando II de León disputó la regencia. A fin de evitar una guerra entre Castros y Laras, el conde gallego, entregó a su vez la tutela del  rey a un personaje neutral: don García Garcés de Haro, hijo de García Ordóñez y Alférez mayor del reino. Sin embargo las presiones recibidas por Don García, hicieron que este se inclinara al bando de los Lara, entregándosela a Manrique en el año 1160.

  Fernando II invadió el reino de Castilla, ocupando Toledo y Burgos en 1162, llegando hasta Soria donde estaba el monarca castellano. Pese a la vigilancia a que era sometido Manrique de Lara, consiguió hacer salir ocultamente a Alfonso de Soria, siendo llevado a San Esteban de Gormaz, después a Atienza, de donde también huyó con ayuda de los arrieros del lugar y por último a Ávila.

  En 1164 en un encuentro entre los Castro y los Lara, ocurrido en Huete, murió Manrique Pérez. Desde entonces la tutela la ejerció su hermano Nuño.

  En este periodo, Sancho VI de Navarra, invadió Castilla apoderándose de Logroño, Briviesca y algunas plazas de Álava.

  A los doce años, el 26 de  Agosto de 1166, entró en Toledo, donde fue aclamado como rey, aunque por disposición de su padre, no alcanzó la mayoría de edad hasta el 11 de Noviembre del año 1169, día en que también fue armado caballero. En las Cortes de Burgos del año 1170 le fue entregado el gobierno del reino y le instaron al matrimonio, proponiéndole a Leonor de Plantagenet. Con este matrimonio fue nombrado duque de Gascuña.

  Hacia 1170 , Alfonso VIII, sitió y tomó el castillo de Zorita, gobernado por Lope de Arenas, como delegado de los Castro. Algo más tarde reunió en Burgos una Curia regia, la primera de su reinado.

  Firmó en 1170 alianza con Alfonso II de Aragón en Sahagún, en la que zanjaron las diferencias territoriales que tenían, y se ratificada el Tratado de Tudellen. También este mismo año firmó alianza con el rey musulmán Lobo, de Murcia. Para sellar tan estrecha amistad, fue acordado que Alfonso VIII se casase con Leonor, hija de Enrique II, y que Alfonso II lo hiciera con Sancha, tía del rey de Castilla.

   En el año 1173, Alfonso VIII, al objeto de poder recuperar las tierras que le habían sido arrebatadas en su infancia por Sancho VI, atacó con un potente ejército al monarca navarro, consiguiendo ocupar Logroño, Briviesca y Navarrete. Sancho VI se refugió en el castillo de Leguín, próximo a Urroz del que consiguió escapar, pero Alfonso VIII le persiguió hasta Pamplona donde el navarro se rindió. Al mismo tiempo Alfonso II de Aragón, también invadió Navarra por Tudela. 

   A fin de evitar un nuevo enfrentamiento armado entre Castilla y Navarra, ambos reyes se sometieron al arbitraje de Enrique II de Inglaterra, quien después de oír a ambas partes, dictaminó que los monarcas debían devolverse las plazas tomadas al contrario. Los dos monarcas aceptaron el fallo, firmando en Fitero la paz por diez años.

  Con la ayuda de Alfonso II de Aragón, se dispuso a  tomar Cuenca, ciudad fuertemente defendida. Tras nueve meses de cerco la ciudad se le rindió el 21 de Septiembre de 1177.

  Durante el cerco a Cuenca, los reyes de Castilla y Aragón firmaron un nuevo acuerdo, y agradecido Alfonso VIII por la ayuda que le estaba prestando el monarca aragonés, le eximió del vasallaje que Aragón tenía con Castilla.

  El 20 de Marzo de 1179, firmó con Alfonso II de Aragón el Tratado de Cazorla, por el que se repartían las zonas de reconquista. Alfonso II se adjudicaba el reino de Valencia y renunciaba al de Murcia en favor de Alfonso VIII.

  En 1182 emprendió una campaña por tierras andaluzas, efectuando diversas conquistas en el valle del Júcar entre los años 1183 a 1185.

  En Junio de 1183, y por el tratado de Fresno-Lavandera, pueblos situados en el camino de Salamanca a Medina del Campo se resolvieron con León, los problemas territoriales que tenían ambas naciones.

  Fernando II de León, falleció en 1188, su hijo y sucesor Alfonso IX, necesitando de la ayuda del monarca castellano, le solicitó una entrevista, que se celebró en Carrión de los Condes, donde Alfonso VIII le nombró caballero y el leonés rindió homenaje al castellano. Estos produjeron en Alfonso IX de León un profundo resentimiento.

  Temeroso Alfonso II de Aragón de la prepotencia que iba adquiriendo el reino castellano, se reunió con Sancho VI de Navarra, en Borja, el 7 de Septiembre de 1190, donde firmaron un pacto de ayuda mutua contra Castilla. Más tarde se sumarían a este pacto León y Portugal. La respuesta de Alfonso VIII a esta alianza fue entrar por Agreda con su ejército en el reino de Aragón, para combatir a Alfonso II, pero este monarca logró que se retirase.

  En 1191 fue atacado a la vez por Aragón, León y Portugal, pero pudo contenerles.

  En vista de la amenaza constante que Castilla ejercía sobre los reinos moros, los almohades al mando de Yacub Ben Yusuf, cruzaron el estrecho de Gibraltar, desembarcando en Andalucía con un potentísimo ejército, llegando hasta Calatrava y amenazando Toledo. Alfonso VIII pidió ayuda a los reinos cristianos, pero por la desconfianza de estos le fue denegada. Alfonso VIII en vista de ello decidió enfrentarse solo a los almohades, presentándoles batalla el 19 de Julio de 1195, en Alarcos, en la provincia de Ciudad Real. La derrota cristiana fue enorme, el número de bajas castellanas innumerable, y hasta el mismo Alfonso VIII, que peleó con bravura, fue herido. Los almohades destruyeron la fortaleza de Alarcos, tomando al asalto Calatrava, Guadalfuerza, Malagón Benavente y Caracuel.

Alfonso VIII

Alfonso VIII

  Aprovechando la derrota de Alarcos y la débil situación en que había quedado Alfonso VIII, en 1196, Alfonso IX de León, entró en Tierra de Campos, saqueando sus pueblos. Sancho VII de Navarra entró en Soria y Almazán. También los almohades penetraron por Extremadura tomando el castillo de Montanchez, el 15 de Abril de 1196, después Santa Cruz y Trujillo, después de ser abandonadas por sus guarniciones. A continuación tomaron Plasencia, dirigiéndose a la comarca de Talavera, desbastando el valle del Tajo.

  Alfonso VIII acantonó sus fuerzas en la Paramera de Ávila. Cuando murió Alfonso II de Aragón, Alfonso VIII, firmó en 1197 una alianza con el nuevo rey aragonés Pedro II. En este mismo año cuando vió que los almohades regresaban a Andalucía, atacó León, con ayuda de fuerzas aragonesas. Avanzando sobre el Bierzo, tomó Castroverde de Campos haciendo prisionero al conde Fernando de Cabrera. A continuación marchó sobre Benavente saqueando la comarca del Órbigo, llegando hasta Astorga. En Puente de Castro instaló una guarnición permanente, después de haber pasado a cuchillo a la población. 

  Alfonso IX lanzó una contraofensiva, y con ayuda de las huestes musulmanas hizo una incursión por el valle del Tajo, desbastando las cercanías de Madrid, y después Alcalá de Henares, Uclés, Cuenca y Huete, logrando recuperar Puente Castro. Por su parte Alfonso VIII y Pedro II contraatacaban el reino de León, conquistando Alba de Liste, desbastando los campos salmantinos, apoderándose de Monreal y Paradinas.

  Para evitar tanta guerra y tanto desgaste continuo, determinaron los monarcas de Castilla y Aragón, el matrimonio de Berenguela, hija de Alfonso VIII, con Alfonso IX de León.

  El 20 de Mayo de 1198, Alfonso VIII se entrevistó en Calatayud con Pedro II, confirmando su alianza, al mismo tiempo que se prometían ayuda mutua contra Navarra, determinando ambos monarcas repartirse el reino de Navarra. El mismo año tropas castellanas y aragonesas entraron en Navarra por distintos lugares  y mientras los castellanos tomaban Miranda de Ebro e Inzura, los aragoneses se adueñaban de Aibar y de Nurgui, en el valle del Roncal. Para hacer frente a estos ataques, Sancho VII de Navarra, solicitó la paz, proponiendo a Pedro II un matrimonio con su hermana Teresa, pero como Pedro II y Teresa eran parientes, el monarca aragonés no se atrevió a ello. 

  Hacia Abril de 1199, Alfonso VIII, volvió a entrar en Navarra por Treviño, tomando Marañón y otros castillos alaveses, poniendo, en otoño, sitio a Vitoria. Dejando el sitio de esta ciudad al mando de don Diego López de Haro, Alfonso VIII, se dirigió a Guipúzcoa, cuya población se entregó al monarca castellano, cediéndole San Sebastián, Fuenterrabía y el castillo de Belascoaga, en Oyarzun.

  Hacia mediados el año 1200, el cerco de  Vitoria se hacía tan insostenible para los sitiados, que decidieron rendirse, pero antes el obispo de Pamplona, don García, pidió autorización a Sancho VII para la rendición. Una vez concedida, Vitoria, se rindió a Alfonso VIII. Con esta capitulación Álava y Guipúzcoa quedaban incorporadas a la corona de Castilla. A continuación el monarca reunió a los nobles de la ciudad prometiéndoles la concesión de los fueron propios de la región. El gobierno de estos territorios se entregó a don Diego López de Haro, señor de Vizcaya.

  En el año 1201, don Diego López de Haro, movido por los celos de la influencia de los Lara en el rey, abandonó sus posesiones, refugiándose en Navarra. Pero en contra de los que esperaba las provincias vascas no se sublevaron. Alfonso VIII confiscó todas las posesiones de don Diego, sitiándole en Estella, en el año 1202. La intervención de la reina Blanca de Navarra, por las vistas de Alfaro en 1203 y del Campillo de Tarazona en 1204, logró la paz entre el monarca y don Diego, que fue a refugiarse al reino de León.

  Alfonso VIII cayó gravemente enfermo en 1204, dictando un testamento con fecha 8 de Diciembre de 1204, por el cual dispuso que se entregaran diversas fortalezas a su nieto Fernando, hijo de Alfonso IX y doña Berenguela.

  Meses después, ya repuesto de su enfermedad, y como acababa de morir Leonor de Aquitania, Alfonso VIII reclamó la herencia del ducado de Gascuña y tropas castellanas invadieron este territorio, en 1205, aprovechando la guerra que se declararon Juan «Sin Tierra» de Inglaterra y Felipe II Augusto de Francia, poniendo sitio a la ciudad de Burdeos, sin conseguir apoderarse de la misma, ni tampoco de Bayona..

  El 27 de Junio de 1209 Alfonso VIII y Alfonso IX, firmaron en Valladolid un pacto por el cual establecían una tregua de cincuenta años al mismo tiempo que juraban ser amigos para toda la vida.

  En la primavera de 1211, y acompañado por su hijo Fernando, se puso al frente de una hueste constituida por las milicias de los concejos de Madrid, Guadalajara, Huete, Cuenca y Uclés, se dirigió hacia Levante, llegando hasta Játiva, regresando a continuación a Castilla sin haber obtenido resultados provechosos.

  En este mismo año de 1211, por medio del obispo de Palencia, Tello de Meneses, Alfonso VIII se dirigió al papa pidiéndole auxilio para la campaña que proyectaba contra los musulmanes, y el envío de un legado pontificio que uniese a todos los reinos cristianos contra los almohades. En Febrero de 1212 llegaba a Castilla una Bula del papa Inocencio III promulgando la cruzada contra el infiel, concediendo indulgencias a todos aquellos que ayudaran a Castilla, pero le anunciaba que de momento no podía enviar a España ningún legado, aunque había ordenado al arzobispo de Toledo y a los obispos de Zamora, Tarragona y Coimbra que castigasen con severas penas eclesiásticas a cualquier príncipe hispano que rompiera sus treguas con Castilla y entorpeciese la acción del monarca castellano contra los almohades.

  El 16 de Julio de 1212, en Las Navas de Tolosa, se libró el combate definitivo, que supuso un triunfo decisivo de las tropas cristianas.

   Al objeto de actuar de mediador en los litigios que enfrentaban a los reyes de León y Portugal, se encaminó, en 1214, por tierras de Ávila hasta Plasencia, acompañado por la reina Leonor, de sus hijos y de don Rodrigo Ximénez de Rada.

  Por el camino, cayó súbitamente enfermo, con una gran fiebre, que le causó la muerte en pocos días, en Gutierre Muñoz, pequeña aldea cercana a Arévalo. A la vista de los datos de que se disponen, cabe pensar, que debió de morir de una embolia pulmonar o de alguna endocarditis causada por una herida de guerra.

  Fue enterrado en el Monasterio de las Huelgas por los obispos Rodrigo de Toledo, Tello de Palencia, Rodrigo de Sigüenza, Mendo de Osma y Giraldo de Segovia y otros religiosos.

  En su tumba no se puso epitafio alguno, grabándose únicamente un león de gules en campo de plata.

 

PERFIL HUMANO.

Alfonso VIII

Alfonso VIII

  En su aspecto físico era de estatura mediana, hermoso rostro, el cabello y la barba negros y la nariz más bien grande.

  Fue un incansable luchador, contribuyendo con su obra militar al desmoronamiento del poder musulmán en España. También fomentó el progreso de las ciencias y las artes.

  Se le conoce por los sobrenombres de: «El Bueno», «El Noble», «El de las Navas», «El Chico» e incluso «ElS Santo».

 

 CONYUGE

 

LEONOR DE INGLATERRA.

 Doña Leonor

Doña Leonor

  Nació en el castillo de Domfront (Normandía) el 13 de Octubre de 1162, siendo apadrinada por Robert de Bretigny, abad de Saint-Michel.

  Hija de Enrique II Plantagenet de Inglaterra y de Leonor, duquesa propietaria de Aquitania, Gascuña y condesa de Poitiers.

  Su educación fue esmerada, sobre todo en el campo de las artes.

  En el año 1169, enviados de la corte de Castilla pidieron la mano de Leonor para  su rey Alfonso, pero dada la poca edad de esta, se decidió esperar un año para el enlace.

   En 1170 el séquito enviado por el rey castellano y compuesto por obispos, condes y ricos hombres de Castilla,

llegaba al palacio de L’Ombriere, en Burdeos, para traer a Castilla la novia.

  En el mes de Julio, Leonor, partió para España, con un rico ajuar, entrando en España por Canfranc, en Septiembre del mismo año. 

  El matrimonio se celebró en Tarazona, en la iglesia de Santa María de la Huerta, en Agosto del año 1170, aportando, Leonor, como dote el ducado de Gascuña. Por su parte Alfonso aportó la ciudad y el castillo de Burgos, Castrojeriz y otros lugares, como, Amaya, Avía, Saldaña, Monzón, Carrión, Dueñas, Tariego, Cabezón, Medina del Campo, Astudillo, Aguilar, Villaescusa.

  En el año 1191 intervino en el matrimonio de su hermano Ricardo Corazón de León con la infanta de Navarra, doña Berenguela. También parece ser que fue la promotora del casamiento de su hija Berenguela con Alfonso IX de León.

  En el año 1204 es nombrada en el testamento de Alfonso VIII, regente del reino en caso de fallecimiento del monarca.

  Murió el 31 de Octubre de 1214, a los veinticinco días de la muerte de su esposo, posiblemente a causa de una gran depresión, en el Monasterio de las Huelgas.

  Está enterrada en el Monasterio de la Huelgas (Burgos).

  Fue una reina culta, discreta, amada por el pueblo y elogiada por todos cuantos la conocieron.

 

 HIJOS

 

FERNANDO.

   Hijo de Leonor de Plantagenet.

  Nació hacia el año 1173.

  Fue jurado como heredero al poco de nacer.

  Murió siendo un niño hacia el año 1180.

 

BERENGUELA.

  Hija de Leonor de Plantagenet.

  Nació en Segovia en Agosto de 1181.

  Fue jurada heredera en la Curia de Carrión en el año 1188, siendo, por tanto, la heredera al trono hasta el nacimiento de su hermano Enrique.

  Contrajo matrimonio con Alfonso IX de León en 1197.

  Murió en Burgos en 1246.

  Fue sepultada en el monasterio de las Huelgas.

 

SANCHO.

  Hijo de Leonor de Plantagenet.

  Nació en Burgos el 2 de Abril de 1180.

  Muerto en la infancia, en el año 1181.

  Fue sepultado en el monasterio de las Huelgas de Burgos.

 

SANCHO.

  Otro Sancho distinto al anterior.

  Hijo de Leonor de Plantagenet.

  Muerto siendo bebé o en la infancia.

 

FERNANDO.

  Hijo de Leonor de Plantagenet.

  Nació en 1182.

  Heredero de la corona desde su nacimiento.

  En el año 1210 se hizo cruzado para combatir a los almohades, apoyado por el Papa Inocencio III, en donde se distinguió especialmente. Este mismo año fue armado caballero.

  Durante la primavera del año 1211 acompañó a su padre en una expedición que llegó hasta Játiva. Seguidamente, en el mes de Agosto, realizó otra campaña por Trujillo y Montanchez.

  Murió, en Madrid, el 14 de Octubre de 1211, presumiblemente envenenado, según unas versiones y de fiebres malignas según otras.

  Fue enterrado en el Monasterio de las Huelgas (Burgos), presidiendo las honras fúnebres el arzobispo de Toledo, don Rodrigo Jiménez de Rada, y la hermana del difunto, Berenguela, que costeó los gastos del sepelio, por no encontrarse sus padres en Burgos por estas fechas. 

 

ENRIQUE.

  Hijo de Leonor de Plantagenet.

  Nació el 14 de Abril de 1204.

  Futuro rey de Castilla.

  Murió en Palencia en 1217.

 

CONSTANZA.

  Nació hacia el año 1203.

  Hija de Leonor de Plantagenet.

  Ingresó en 1217 en el monasterio de las Huelgas (Burgos).

  Fue Abadesa de dicho monasterio, donde se la conocía como «La Santa».

  Murió el 2 de Enero de 1243, en el monasterio de Las Huelgas, siendo enterrada en el citado monasterio.

 

LEONOR.

  Hija de Leonor de Plantagenet.

  Nació en el año 1208.

  Contrajo matrimonio en Ágreda, con Jaime I de Aragón el 6 de Febrero del año 1221.

  El concilio del Lérida el año 1229, reunido a instancias del rey aragonés, y presidido por el legado pontificio Cardenal de Santa Sabina, declaro nulo el matrimonio aduciendo parentesco próximo, aunque su hijo Alfonso fue declarado legitimo.

  Se retiró a vivir al Monasterio de las Huelgas (Burgos), donde murió en 1244, estando enterrada en este mismo Monasterio.

 

LEONOR.

  Otra Leonor distinta a la anterior.

  Hija de Leonor de Plantagenet.

  Fue sepultada en el monasterio de las Huelgas.

 

BLANCA.

  Hija de Leonor de Plantagenet.

  Nació en Palencia el 4 de Marzo de 1188.

  Era muy bella y de tez muy blanca.

  Se concertó su matrimonio con Felipe Augusto, hijo del rey de Francia, y futuro Luis VIII, “El León”. Las negociaciones fueron llevadas a cabo por doña Leonor de Guyena, abuela de Blanca, constituyendo prenda de paz entre Felipe Augusto de Francia y Juan «Sin Tierra» de Inglaterra, tras la guerra de los Cien Años.

  Contrajo matrimonio con Luis VIII de Francia el 25 de Mayo del año 1200.

  Muerto el rey de Francia en el año 1223, ascendió al trono el esposo de Blanca, siendo ambos coronados con extraordinaria pompa el 8 de Agosto del mismo  año en la catedral de Reims.

  Durante una campaña de su marido contra Inglaterra, quedó investida de poderes pata gobernar el reino, no dudando en organizar ella misma una escuadra en Caláis para socorrer a su esposo.

  A la muerte de su esposo en 1226, ocupó la regencia, en nombre de su hijo Luis, por designación directa de este, demostrando saber hacer frente a las constantes intrigas y oposición de los nobles, que incluso la llegaron a calumniar aduciendo que mantenía adulteras relaciones con el conde de Champagne, Tibaldo.

  Por el legado pontificio Román Frangipani consiguió la benevolencia del papa Gregorio IX.

  Logró la sumisión en 1229, de Raimundo VII, conde de Tolosa y que renunciara a varios territorios, con lo que formó las senescalías de Carcasona y Beucaire, al mimo tiempo que jurase fidelidad a la iglesia y al rey. Este mismo año logró también el sometimiento del conde de Foix.

  El 25 de Abril su 1236, el mismo día en que su hijo Luis cumplía veintiún años y era declarado mayor de edad, dejó la regencia entregando el trono a su hijo. Este pidió a su madre que le siguiera aconsejando en los asuntos de estado, con lo que continuo con gran ascendencia en el ánimo del nuevo rey.

  En 1249 se hizo cargo del gobierno, nuevamente, al partir su hijo a la séptima cruzada (1240-1252) a Tierra Santa.

  Durante este segundo periodo tuvo que afrontar la resolución de graves problemas, como el causado por la muerte de Raimundo VII, conde de Tolosa, cuyos estados recayeron en Alfonso, conde de Poitiers, yerno de aquel, y que se encontraba en Tierra Santa. Blanca procedió a la toma de estos territorios evitando disputas con el conde Anjou, que hubiera podido alegar derechos sobre los mismos.

  Tomó el hábito de la Orden del Cister en el año 1252, en la abadía de Haubisson, que había sido fundada por orden suya.

  Murió en este convento el 30 de Noviembre de 1253, siendo enterrada en la citada abadía, el 13 de Marzo de 1253. Su corazón fue llevado a Notre Dame du Lys.

  Fue poco simpática a los franceses por ser extranjera.

 

  CÓNYUGE:

              LUIS VIII.

              Luis VIII. Rey de Francia.

              Apodado “El León”.

              Su nombre era Felipe Augusto.

              Nació en Paris el 5 de Septiembre de 1187.

         Hijo de Felipe II de Francia y de Isabel de Hainault.

      Las negociaciones matrimoniales fueron llevadas a cabo por doña Leonor de Guyena, abuela de Blanca, constituyendo prenda de paz entre Felipe Augusto de Francia y Juan «Sin Tierra» de Inglaterra, tras la guerra de los Cien Años.

      El matrimonio se celebró el 25 de Mayo del año 1200, en la localidad normanda de Purnor.

      Falleció en Auvergne (Francia) el 8 de Noviembre de 1226.

     Fue enterrado en la Iglesia de San Denis (Francia).

 

URRACA.

  Nació en 1186.

  Hija de Leonor de Plantagenet.

  Murió en Coimbra el 3 de Noviembre de  1220.

  Fue sepultada en el monasterio de las Huelgas.

 

SANCHA.

  Nació en el año 1182.

  Hija de Leonor de Plantagenet.

  Murió hacia el año 1184.

  Fue sepultada en el monasterio de las Huelgas.

 

MAFALDA.

  Hija de Leonor de Plantagenet.

  Murió soltera en Salamanca en el año 1204.

  Fue sepultada, según algunos historiadores, en el monasterio de las Huelgas (Burgos) y según otros en la capilla mayor de la catedral vieja de Salamanca, donde hay una sepultura con un epitafio que dice:

«Aqui yace doña Mafalda, hija de Alfonso VIII y de la reina doña Leonor y hermana de doña Berenguela, que finó en Salamanca por casar, en 1204″.

Sepulcros

MISCELANEA

 

ALMOHADES, Los

  Eran miembros de la dinastía que constituyó un imperio bereber norteafricano que dominó la España musulmana en las últimas décadas del siglo XII y la primera mitad del siglo XIII.

  Los almohades surgieron como un movimiento religioso reformista que aglutinó a diversas tribus montañesas del Atlas. Su dirigente, Ibn Tudmar (1089-1128), se opuso radicalmente a los almorávides y emprendió una reforma que suponía una reelaboración del dogma islámico. Sus seguidores recibieron el nombre de al-muwahhidun, “los partidarios de la unicidad”.
  Bajo la dirección de Abd al Mumin (1130-1163), conquistaron los principales enclaves almorávides en el norte de África y en la península Ibérica.

  En el año 1147 tomaron Marrakech, que se convertiría en la nueva capital del Imperio almohade. Al tiempo que extendían su imperio por las tierras del Magreb, los almohades llevaron a cabo la conquista de al-Andalus, fragmentada de nuevo en reinos de taifas.

  El dominio de la Península se inició en 1147 con la ocupación de Sevilla, pero no culminó hasta 1172. En esta fecha, el segundo califa almohade Yusuf I (1163-1184) incorporó el reino de Valencia y Murcia, que se había mantenido independiente bajo la soberanía de Ibn Mardanis, conocido como ‘el Rey Lobo’.

  Sevilla se convirtió en la capital andalusí del Imperio almohade.
  Consolidada la unificación de al-Andalus, los almohades intensificaron su ofensiva contra los reinos cristianos.

  El gran ataque se produjo en 1195. El califa Yusuf II (1184-1199) aplastó al ejército castellano dirigido por Alfonso VIII en la batalla de Alarcos.

  En los años siguientes, los almohades dirigieron campañas devastadoras contra las fronteras de León y de Castilla, defendidas por las órdenes militares. La gravedad de la situación obligó a los reyes cristianos a relegar sus diferencias internas para hacer un frente común contra los almohades.

  En el año 1212 las tropas cristianas destrozaron al ejército almohade en la batalla de las Navas de Tolosa. Con esta derrota el poder de los almohades en la Península quedó prácticamente aniquilado.
  El régimen almohade fue ante todo una dictadura militar. Sus dirigentes, que ejercían un poder absoluto, ostentaron el título de califas, pero no contaron en ningún momento con el apoyo popular. Pese a todo, durante la dominación almohade al-Andalus vivió una época de indudable progreso desde el punto de vista económico. La cultura y las artes tomaron un nuevo impulso. Los estudios filosóficos resurgieron en al-Andalus de la mano de Averroes y de Abentofail. 

   La obra más conocida del arte almohade es la Giralda de Sevilla.

 

FUEROS.

  FUERO DE CUENCA.

  Fuero municipal otorgado por el rey Alfonso VIII, en 1177, a la ciudad de Cuenca a raíz de ser reconquistada.

  Contiene el derecho local y los privilegios y exenciones de que gozaron los habitantes de aquella localidad.

  Fue escrito en latín y en el siglo XIII se tradujo al romance castellano.

  En su prologo queda bien claro que constituye:

   «la carta que hace al concejo de Madrid para honra de nuestro señor rey Alfonso y del concejo de Madrid, para que los ricos y los pobres vivan en paz y con salud. Y esto que está escrito en esta carta dure hasta que plazca al rey y al consejo. Y cuando al rey y al consejo no plazca, vivan por su fuero….»,

  Se utilizó como modelo para la aprobación de otros fueros como el de Bejar. Moya, Consuegra, Alcázar de San Juan. Haro, Huete. Alarcón y otros.

  FUERO DE MADRID.

  Fue aprobado por Alfonso VIII en el año 1202.

  Se compone de una serie de usos, costumbres y privilegios que formaron la primera redacción del fuero de esta pequeña localidad, en aquella época. Recopila y junta más de 140 leyes, que ya estaban en vigor en un periodo que abarca desde 1145 al año 1202.

  Fue redactado, en parte en latín y en parte en castellano popular, por el consejo del rey entregado al mismo para su aprobación.

  FUERO DE UCLÉS.

  Fue concedido a la villa de Uclés en Marzo del año 1179, por el fundador de la Orden de Santiago y primer maestre.

  Este fuero es uno de los más antiguos y muy semejante a los de Sepúlveda y Cuenca.

  Fue confirmado por Alfonso VIII y doña Leonor.

  Está escrito en pergamino con letra del siglo XIII y se guardó en el Ayuntamiento de la villa, hasta que después pasó al Archivo Histórico Nacional.

BATALLAS.

 

  BATALLA DE ALARCOS.

  En vista de la amenaza constante que Castilla ejercía sobre los reinos moros, y en concreto una expedición a tierra de moros, dirigida por el arzobispo de Toledo, Martín López, que llegó hasta la región de Sevilla, hizo que los almohades al mando de Yacub Ben Yusuf, cruzaron el estrecho de Gibraltar, desembarcando en Andalucía con un potentísimo ejército, donde en Sevilla lo organizó.

  El 27 de Mayo de 1195, se puso en marcha; después de detenerse algún tiempo en la ciudad de Córdoba, cruzó la Sierra Morena, llegando hasta Calatrava y amenazando Toledo. Alfonso VIII pidió ayuda a los reinos cristianos, pero por la desconfianza de estos le fue denegada. Alfonso VIII en vista de ello decidió enfrentarse solo a los almohades, presentándoles batalla el 19 de Julio de 1195, en Alarcos, en la provincia de Ciudad Real. La lucha se prolongó desde el alba hasta el mediodía, en la que los moros entraron en el campamento cristiano. La derrota cristiana fue enorme, el número de bajas castellanas innumerable debido las flechas de los arqueros moros, y hasta el mismo Alfonso VIII, que peleó con bravura, fue herido, teniendo que retirarse a Toledo, acompañado tan solo de veinte jinetes, mientras que don Diego López de Haro, señor de Vizcaya, contenía a los musulmanes y era cercado por ellos en el castillo de Alarcos y de donde pudo salir, tras una rendición honrosa.

  Según la versión musulmana en esta batalla murieron por lo menos 30.000 cristianos y solamente unos 500 musulmanes. A continuación los almohades destruyeron la fortaleza de Alarcos, tomando al asalto Calatrava, Guadalfuerza, Malagón Benavente y Caracuel.

 

  BATALLA DE LAS NAVAS DE TOLOSA.

Pendon Batalla Navas de Tolosa

Pendon Batalla Navas de Tolosa

  En Febrero de 1212 llegaba a Castilla la Bula del papa Inocencio III promulgando la cruzada contra el infiel, concediendo indulgencias a todos aquellos que ayudaran a Castilla. En la primavera del año 1212 se fueron reuniendo las tropas en Toledo y en las riberas del Tajo. A la llamada de Alfonso VIII acudieron caballeros y peones franceses, provenzales, italianos y de otros países en un número alrededor de unos 70.000 hombres. Entre los nobles se encontraban el conde Centulo de Astarac, el vizconde Ramón de Turena y Teobaldo de Blazon.

  El rey de Aragón, Pedro II, se presentó también a Toledo con un potente ejército de catalanes y aragoneses, acompañándole Berenguer, Obispo de Barcelona y García, Obispo de Tarazona, Guillermo de Cardona, conde de Ampurias; Guillermo de Cervera, García Romero, Jimeno Cornel y otros más. El ejército castellano se componía de unos 60.000 hombres, además de los caballeros de las Ordenes de Calatrava, de Santiago, del Hospital y del Temple.

  Hacia el mes de Junio las huestes cristianas se pusieron en marcha. Iban divididos en tres grupos: el de los cruzados de ultramontes, al mando de Diego López de Haro; el de los catalano-aragoneses al mando de su rey Pedro II, y por último las huestes que mandaba Alfonso VIII, que marchaba en la retaguardia. Acompañando al monarca castellano iban, entre otros, el arzobispo de Toledo, los obispos de Palencia, Sigüenza, Osma, Ávila y Plasencia, así como los Maestres de Calatrava y Santiago y los priores de las Ordenes del Hospital y del Temple. 

  Tras acampar sucesivamente junto a los arroyos de Guadalajaraz, Guadecelete y Algodor, los ultramonteses se adelantaron al resto de las tropas, haciendo un alto en Guadalerza (en la divisoria entre las actuales provincias de Toledo y Ciudad Real), llegando a continuación a Malagón el 24 de Junio, donde se alzaba una fortaleza avanzada de los musulmanes, que fue tomada y su guarnición pasada a cuchillo.

Poco después llegó también a Malagón el rey Pedro II a quien los ultramonteses se quejaron de la falta de víveres y queriendo abandonar la empresa, aunque fueron convencidos por el rey de Aragón para continuar en la misma.

  Unos días después, los ejércitos cristianos asediaron la plaza de Calatrava, que pronto capituló. El día 1 de Julio, Alfonso VIII permitió a sus defensores que salieran de la misma con la garantía de que sus vidas serían respetadas.  A causa de esta conquista, y como no se les permitiese el saqueo, los ultramonteses abandonaron la empresa, quedando solamente de ellos el arzobispo de Narbona y Teobaldo de Blazón. Durante el camino de regreso, los ultramonteses, no dejaron de cometer en Castilla algunas tropelías, y aún quisieron tomar, aunque sin éxito, de Toledo.

  Retirados los ultramonteses, Alfonso VIII con su ejército salió en dirección de Alarcos y Salvatierra, mientras Pedro II se quedaba en Calatrava en espera de Sancho VII de Navarra y de sus huestes.

   Entre el 5 y el 10 de Julio, las tropas castellanas conquistaron las fortalezas de Alarcos, Piedrabuena, Benavente y Caracuel, a la par que llegaba a Calatrava el rey de Navarra.

   El 11 de Julio se reunieron en Salvatierra los tres reyes dirigiéndose, con sus ejércitos a puerto de Muradal (Despeñaperros), en donde pudieron ver ya las avanzadas de los almohades, que les cortaban el paso por la Losa. El ejército musulmán, que se componía de unos 250.000 hombres iba al mando de Miramamolín. 

  López Díaz de Haro, acompañado por dos nietos suyos, se adelantó hasta el llano de la Losa, por el que podía pasarse a la planicie llamada de las Navas de Tolosa, comprobando que por este lugar resultaba imposible el paso, debido a las fuerzas musulmanas.

  Reunidos los tres monarcas cristianos, decidieron no hacer frente a los musulmanes y pasar por el desfiladero que hoy en día se llama Puerto del Rey, que los almohades se olvidaron de cerrar por desconocer su existencia.

  Durante los día que siguieron, un sábado y un domingo, los cristianos no atacaron, produciendo únicamente algunas pequeñas escaramuzas. Al ver que los cristianos no atacaban y parecía que se retiraban, cundió la sorpresa entre los musulmanes, que les siguieron, acampando frente a aquellos.

  En la noche del día 15 los soldados cristianos se pusieron en marcha, disponiéndose en tres cuerpos: en el centro iba Alfonso VIII, que llevaba en vanguardia a don Diego López de Haro, seguido por los caballeros de las Ordenes y en la retaguardia, el mismo rey acompañado por el arzobispo de Toledo. En el ala izquierda, Pedro II, a cuya vanguardia marchaba el caballero García Romero, en tanto que el monarca iba en la retaguardia, y por último en el ala derecha Sancho VII. Repartidas entre ellas iban las milicias concejiles de Segovia, Ávila y Medina. Por su parte los musulmanes colocaron en vanguardia las tropas ligeras, en lo alto de un cerro, a los arqueros y la élite almohade, y a ambos lados el resto de las tropas musulmanas.

  El 16 de Julio de 1212, en Las Navas de Tolosa, se libró el combate definitivo, que en un principio pareció favorecer a las tropas musulmanas, pero Alfonso VIII se adelantó y los reyes de Aragón y de Navarra hicieron un movimiento convergente. En su entusiasta empuje, los cristianos llegaron hasta el cerco de cadenas que guardaba el acceso a las tiendas del Califa, que permanecía en su tienda leyendo el Corán. Sancho VII fue el primero en romperlo, y los musulmanes empezaron a retroceder, primero ordenadamente, pero al poco se convirtió en una verdadera huida. Miramamolín huyó a Baeza y desde allí a Jaén, donde se refugió aquella misma noche.

  La victoria cristiana fue decisiva, los muertos musulmanes fueron innumerables y el botín enorme. Terminada la batalla el Arzobispo de Toledo cantó un «Te Deum» sobre el mismo campo de batalla.

 Tres días después Alfonso VIII, dió la orden de continuar avanzando y se tomaron los castillos de Vilches, Baños, Ferral y Tolosa, y las ciudades de Baeza y Úbeda y Baeza.

  El rey castellano, al mismo tiempo, pactó una tregua con los almohades.

 

OBRAS DE CARÁCTER RELIGIOSO.

 

  MONASTERIO DE SANTA MARÍA DE HUERTA.

  Está situado en la provincia de Soria.

  Fue fundado en el año 1162, por monjes cirtencienses franceses procedentes de la abadía de Veduns, en la Gascuña.

  Alfonso VIII puso la primera piedra del nuevo edificio en 20 de Marzo del año 1179.

  Las obras bajo la dirección (se supone) del constructor de la catedral de Sigüenza, avanzaron rápidamente y en pocos años se terminó el plan inicial.  

  Bajo la protección de don Rodrigo Jiménez de Rada se elevó al rango de monasterio.

  La iglesia es de tres naves, cubiertas con sencillas bóvedas, con crucero, cinco capillas absidiales y ábside semicircular. El refectorio iniciado en 1215, está cubierto por cuatro bóvedas sexpartitas  y sus muros están calados por una serie de ventanales góticos abocinados.

  MONASTERIO DE SANTA MARÍA LA REAL DE LAS HUELGAS (Burgos).

  Fue fundado por iniciativa de Alfonso VIII y de la reina doña Leonor, hacia el año 1180. Su objeto principal fue para el retiro de las personal reales, y, a la vez, para  panteón real de las dinastías castellanas.

  La primera noticia que se tiene sobre su construcción es un documento real fechado el 15 de Noviembre del año 1185, por el que el rey Alfonso VIII habla expresamente del «monasterio quod fabricatur nostris largitionibus et sumptibus iuxta Burgensem civitatem».

  El 2 de Enero de 1187 el papa Clemente III concedió la bula de aprobación de la casa dedicada a Santa María.

  El 1 de Junio de 1187 el rey hizo donación del monasterio a la orden del Cister.

  La voluntad de Alfonso VIII y doña Leonor, manifestada explícitamente en 1199, era hacer del Monasterio  panteón real. En las naves del templo, ocupadas por el coro de las religiosas, están los sepulcros reales de los monarcas fundadores y de sus inmediatos sucesores

  Desde su primera abadesa, doña Sol, que procedía de Tulebras, gozó su jerarquía de privilegios extraordinarios: en lo espiritual llegó a ejercer jurisdicción eclesiástica «cuasi episcopal«, y en lo civil tuvo su señorío, de gran extensión, organismo y funcionarios nombrados por ella. 

  En el año 1189 se reunieron por primera vez en el llamado «Capitulo General de Las Huelgas«. Las abadesas asistentes fueron: María, de Perales; María, de Torquemada; Mencía, de San Andrés del Arroyo; María, de Carriz; María, de Gradefes; Toda, de Cañas y Urraca, de Fuencaliente.

  El exterior del monasterio estuvo protegido por una alta muralla. La planta general del monasterio obedece a lar normas de la Orden del Cister, con las dependencias situadas en lugares marcados por las mismas.

  El templo tiene el estilo característico del Cister con una cabecera en capillas alineadas,  con filas de dos ventanas superpuestas, tres naves y la parte de la cubierta es de bóveda de ojiva nervada. El presbiterio tiene una bóveda sexpartita y el crucero una cupuliforme de ocho nervios, con óculos en el arranque.

  En el primer edificio, destacan el claustro románico y la Capilla de la Asunción, obra del más puro arte almohade.

  Ya bien entrada la primera mitad del siglo XIII se emprendió la segunda construcción, la gran obra del templo actual, claustro y dependencias anejas – sala capitular, refectorio y cilla edificadas ya durante el reinado de Fernando III.

 

  MONASTERIO DE SAN ANDRÉS DEL ARROYO (Palencia).

  Fue fundado por la condesa doña Mencía de Lara con la ayuda del rey Alfonso VIII.

  La primera noticia documental que se tiene sobre su fundación es un privilegio del monarca castellano, del 23 de Abril del año 1181, por el que compensaba a la condesa doña Mencía, que ya era abadesa de este monasterio, de los 2.000 áureos que le debía, concediéndole la iglesia de San Millán, cerca de Villasandino.

  La planta de la iglesia es una imitación reducida de Las Huelgas, tanto en su pórtico como por su cabecera.

  Está constituida por un ábside poligonal precedido de un tramo recto, y dos capillas laterales de planta cuadrada.

  El hemiciclo del presbiterio se cubre con una bóveda de ocho nervios que concurren en una clave común; el tramo recto y las capillas con bóvedas de crucera simple.

  Los soportes de la cabecera son de tipo hispano-languedociano.

  El trasepto, no acusado en planta, daba paso a tres naves de las que sólo se construyó la central, para coro de las monjas y un tramo de la norte.

 

  SINAGOGA DE SANTA MARÍA LA BLANCA (Toledo).

  Seguramente fue mandada construir por Ibrahim Alfajer, hacia el año 1200.

  Consta de cinco naves paralelas formadas por arcos de herradura sobre pilares ochavados con zócalo de azulejos y que se encuentran inspirados en las mezquitas de tipo almorávide y almohade.

  Los pilares tiene capiteles muy ricos decorados con piñas, pero, sobre todo, en los discos de las enjutas y sobre los arcos encontramos las composiciones de lacería ya plenamente formada más antigua de España.

   La cubierta del edificio es de madera.

 

OBRAS DE CARÁCTER CULTURAL.

 

  ESTUDIO GENERAL DE PALENCIA.

  Creada en el año 1209 a instancias del rey  y con la ayuda del obispo Tello Téllez de Meneses. Fue el primer centro de enseñanza superior en la península Ibérica.

  Estuvo muy bien dotada, tanto en recursos materiales, como en la elección de sus profesores, puesto que se hicieron venir maestros de Italia y Francia, lo que le hizo conferir un corte europeo. 

  Constaba de cuatro cátedras: Teología, derecho canónico, lógica y artes.

  El pontífice Urbano VI la otorgó en 1263 los mismos privilegios que la de París.

  Por algunos cronistas la han considerado como la primera Universidad de la península Ibérica, pero no tuvo tal carácter, ni tal fue el pensamiento del rey al fundarla. ya que quiso hacer un instituto real de enseñanza y no un centro independiente separado del poder real

  La muerte del rey supuso un duro golpe para la institución, ya que la privó de las donaciones reales.

  Fue el germen de la futura Universidad de Salamanca.

 

OBRAS DE CARÁCTER SOCIAL. 

 

  HOSPITAL DEL REY (Burgos).

  Fue fundado el año 1195 por el Rey Alfonso VIII, en pleno Camino de Santiago, a orillas del Arlanzón.

  Desde su creación hasta el pasado siglo ha estado bajo la jurisdicción y gobierno de la Abadesa de las Huelgas, si bien existía una Orden de Caballeros, llamados freires, presididos por un Comendador con facultades delegadas de la Abadesa del Monasterio de las Huelgas.

  El Hospital del Rey fue una institución de gran importancia asistencial dedicada al cuidado de peregrinos y enfermos pobres.

  El acceso al mismo se realizaba, época más moderna, a través de la Puerta de Romeros, construida el año 1526 por el artista Juan de Salas.

  Conforma un amplio arco, flan queado por las regias columnas de Hércules. Está formada por dos cuerpos, cuya parte inferior consta de un arco de tres planos y la superior de un atrio con una simbólica concha, a la vez que en la hornacina aparece la estatua de Santiago.

  Encima, un tímpano adornado con nueve conchas, la figura de Alfonso VIII y coronando el conjunto, la imagen de San Miguel Arcángel. A los lados aparecen blasones de Castilla y León.

 

ORDENES MILITARES Y CORPORATIVAS.

 

  ORDEN DE LOS HERMANOS HOSPITALARIOS DE BURGOS

  Fue fundada en 1212 por Alfonso VIII, con el objeto de escoltar y de cuidar a los peregrinos que en romería iban a visitar el sepulcro del Apóstol Santiago.

  Su insignia consistía en una cruz de esmalte gules, (parecida a la de Calatrava), con un castillo de esmalte azul en el centro. 

 

PACTOS Y TRATADOS.

 

  TRATADO DE CAZORLA.

  Fue firmado el 20 de Marzo del año 1179, por Alfonso VIII y Alfonso II de Aragón.

  Este Tratado forma parte de una serie destinada a conformar el estatuto de las tierras musulmanas que los monarcas cristianos pensaban reconquistar.

  Por este Tratado los aragoneses se vieron libres de prestar homenaje al rey de Castilla.

  Se señalaban como zona de influencia aragonesa el reino de Valencia y Castellón, así como las costas de Alicante, renunciando a favor del rey castellano al reino de Murcia.

  La realidad de este acuerdo es que Aragón salió perjudicado del mismo, tan solo ganando la no obligación de prestar homenaje a Castilla. No obstante, la importancia de este acuerdo radica en que confieren a la Corona de Aragón unos límites que serán los que históricamente prevalezcan en un futuro.

 

  TRATADO DE TORDEHUMOS.

  Fue firmado el 20 de Abril de 1194, en la villa de Tordehumos entre Alfonso VII y Alfonso IX de León, contanto con la mediación del legado pontificio, cardenal Gregorio.

  Por este Tratado el monarca castellano se comprometía devolver las fortalezas leonesas que había conquistado, entre ellas Alba, Luna y Portilla.

  Se estipulaba, así mismo, que León se uniría a Castilla en el caso de que el monarca leonés muriera sin descendencia.

 

  PAZ DE CABREROS.

  Fue firmada el 26 de Marzo de 1206 entre Alfonso VIII y Alfonso IX de León.

  Por ellas ambos reyes daban a su nieto e hijo respectivamente, el que había de ser Fernando III, determinados castillos y lugares, recibiendo tambiénla reina doña Berenguela ciertas compensaciones económicas.

 

MONARCAS Y GOBERNANTES CONTEMPORÁNEOS.

 

          CALIFAS  ALMOHADES

1147-1163  –  Abd el Mumem

1163-1178  –  Yusuf abu Yacub

1168-1199  –  Yacub ben Yusuf

1199-1213  –  Mahomed ben Yacub Al Nasir (Miramamolin).

1213-1223  –  Abu Yacub

 

          ARAGÓN

1137-1162  –  Petronila

1162-1196  –  Alfonso II

1196-1213  –  Pedro II

1213-1276  –  Jaime I 

 

          CONDADO DE BARCELONA

1131-1162  –  Ramón Berenguer IV

 

          FRANCIA

Casa de los Capetos

1137-1180  –  Luis VII «El Joven»

1180-1223  –  Felipe II 

 

          INGLATERRA.

Casa de Anjou-Plantagenet

1154-1189  –  Enrique II

1189-1199  –  Ricardo I «Corazón de León»

1199-1216  –  Juan «Sin Tierra»

 

          LEÓN

1157-1188  –  Fernando II

1188-1230  –  Alfonso IX

          NAVARRA

1150-1194  –  Sancho VI

1194-1234  –  Sancho VII

 

          PAPADO

1154-1159  –  Adriano IV

1159-1181  –  Alejandro III

1181-1185  –  Lucio III

1185-1187  –  Urbano III

1187-1191  –  Clemente III

1191-1198  –  Celestino III

1198-1216  –  Inocencio III

          PORTUGAL

  Casa de Borgoña

1128-1185  –  Alfonso I

1185-1211  –  Sancho I

1211-1223  –  Alfonso II