LOS REYES MAGOS EN LA HISPANIDAD

FUENTE: lasemana.es

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   Parece que al ser una fiesta religiosa, la tradición de regalar cosas el día de Reyes es algo universal, pero sin embargo es una tradición que se celebra en España y Portugal y la mayoría de naciones de hispanoamérica. La distinción de rituales dentro de países católicos se entiende desde la distinción entre la fiesta de los Reyes Magos y la celebración de la Epifanía.

   La exclusivamente religiosa es la fiesta de la Epifanía que se celebra el primer domingo de la semana del mes de enero de cada año. Tiene su origen en un fragmento bíblico: el de los tres sabios de oriente, los tres magos que, según la tradición llamados: Gaspar, Melchor y Baltasar aparecen del oriente para adorar la primera manifestación de Jesús como niño ofreciendo tres regalos simbólicos: oro, incienso y mirra.

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  En realidad en el texto de la Biblia no habla del número de los magos, o sabios, ni tampoco de sus nombres. Ha sido la tradición posterior la que ha identificado su número, haciéndolo coincidir con el número de regalos que llevaban, y nombres. La fiesta de la Epifanía se celebra en absolutamente todos los países cristianos, puesto que es una fiesta cristiana, desde Filipinas hasta Italia, pero no deja de ser un fiesta religiosa entre tantas.
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La fiesta de los Reyes Magos

La Fiesta de los Tres Reyes Magos es especialmente importante en España y está concentrada en la mañana del 6 de enero, porque es el día en el que los Reyes Magos de Oriente traen regalos para los niños que se han portado bien. Esta situación provoca una división en España entre los que celebran la entrega de regalos el 25 de diciembre, con la llegada de Papa Noel, y los que la celebran el 6 de enero, siendo quizás más extendida esta última. 

La llegada de los Reyes Magos incluye todo un ritual como el el envío por parte de los niños de una carta a los reyes magos y también de la colocación del zapato. 

En España además es tradicional comer un roscón de Reyes. Este es un tipo de bollo que solo se encuentra en las panaderías a principios de año y dentro del cual hay un haba, que quién lo recibe se encarga de comprar el roscón el año que viene, y una figura pequeña, símbolo de bienes para el año que acaba de comenzar.

En el resto de países cristianos la entrega de regalos va a cargo de otros personajes. Por ejemplo en Alemania es San Nicolás el encargado de repartir los juguetes o en Itala una bruja es la responsable de distribuir los regalos, en estos lugares a veces la entrega se hace incluso antes del 25 de diciembre. Generalmente en iberoamérica, en países como Argentina, pesa cada vez más la tradición norteamericana, pero hay algunos casos en los que aún queda algún rastro de la vieja tradición española. 

El de Perú es un caso similar al de España, en la noche anterior al 6 de enero los pequeños ponen una carta para los tres Reyes Magos dentro de sus zapatos debajo del árbol de Navidad antes de irse a dormir, y de esta forma hacen saber a los Reyes Magos cuantos niños viven en esa casa. En Puerto Rico en la Víspera de Reyes los niños cortan grama fresca y la ponen en una caja de zapatos junto a sus camas para que los camellos de los Tres Reyes Magos se la coman. A la mañana siguiente, los niños encuentran la caja de grama vacía, ya que los camellos se comieron la comieron, y junto a la cama encuentran sus regalos.

En México, la familia comparte una rosca – pan hecho con Flor de Naranja y mantequilla, al estilo del roscón español – decorado con frutas cristalizadas. Dentro de la rosca se encuentra una pequeña figura que representa al niño Jesús. La persona que encuentre el muñeco en su trozo de rosca tiene que preparar una fiesta el 2 de febrero, día de la Candelaria, ofreciendo tamales y atole.

Los adoración de los Reyes, por David Fernandes

Los adoración de los Reyes, por David Fernandes

¡Santos Reyes!

«Los reyes magos de oriente van delante. Inauguraron el camino de los pueblos para Cristo. (…) ¿Qué clase de hombres eran los reyes magos? Los expertos nos dicen que pertenecían a la gran tradición astronómica que se fuera desarrollando en Mesopotamia en el transcurso de los siglos, y era entonces floreciente. Pero esta información, por sí solo no es suficiente. Probablemente habría muchos astrónomos en la antigua Babilonia, pero pocos, sólo estos magos, se pusieron en camino y siguieron la estrella que habían reconocido como la estrella de la promesa, o sea, la que indicaba el camino para el verdadero rey y salvador. Podemos decir que eran hombres de ciencia, pero no sólo en el sentido de querer saber muchas cosas; ellos querían algo más. Querían entender lo que es lo que cuenta en el hecho de ser hombres. Probablemente han oído hablar de la profecía de Balaam un profeta pagano: «una estrella sale de Jacob, y un cetro se levanta de Israel» (NM 24, 17). Ellos profundizaron esta promesa. Eran gente de corazón inquieto, que no se cumplían con apariencias o con la rutina de la vida. Eran hombres en busca de la promesa, en busca de Dios. Eran hombres vigilantes, capaces de discernir los signos de Dios, su lenguaje sutil e insistente. Pero también eran hombres valientes, y al mismo tiempo, humildes: Podemos imaginar las burlas que tuvieron que soportar cuando se pusieron en camino para ir con el rey de los judíos, enfrentando la privación sin número. Pero, no consideraban decisivo lo que se pensaba o decía de ellos, incluso por las personas influyentes e inteligentes. Para ellos lo que contaba era la propia realidad, no la opinión de los hombres. Por eso, se enfrentaron a las privaciones y el cansancio de un camino largo e incierto. Fue su coraje humilde que les permitió postra ante un niño hijo de gente pobre y reconocer en  él el rey prometido, cuya búsqueda y reconocimiento fuera el objetivo de su camino exterior e interior.»

Benedicto XVI (2012)