Artículo de D. Francisco Javier Albert Gutiérrez, licenciado en Historia y profesor de Historia de España.

Monarquía y Democracia

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   La Monarquía fue el factor clave para la creación del Estado, la nación y la democracia española y sigue siendo “conditio sine qua non” para la continuidad de España.

   Los reyes de España siempre llevaron a cabo una política matrimonial que buscaba la unión de Hispania (reyes de estirpe goda) y la reunificación de los territorios del REINO DE ESPAÑA, disgregados por la invasión militar del Imperio Omeya y el feudalismo; y la implantación de una ley general que igualara a sus súbditos, inspirada en el DERECHO ROMANO. Para ello tuvieron que luchar continuamente, apoyándose en la burguesía y los judíos, contra la nobleza feudo-territorial y sus privilegios. En esta guerra entre el Rey y la nobleza, los judíos fueron los más perjudicados, al sufrir varias matanzas y finalmente la expulsión en 1492, que, si bien fue firmada por los RRCC, se debió a la presión internacional y de la nobleza clerical y laica.

   Esta política matrimonial fructificó, en gran parte, con los reyes Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, los REYES CATÓLICOS. Y fue culminada, recuperando la UNIDAD del Reino Visigodo, con el rey Felipe II cuando heredó en 1580 el Reino de Portugal, que después se separaría de la Corona Española en 1640.

   Los RRCC consiguieron fundar el primer ESTADO MODERNO de Europa, por eso la Monarquía Hispánica se convirtió en la primera potencia mundial durante los siglos XVI, XVII y XVIII, hasta que fue invadida por el Imperio Napoleónico.

   Los BORBONES, después de ganar la Guerra de Sucesión, terminaron con las reminiscencias medievales de España con los decretos de NUEVA PLANTA. Abolieron los fueros medievales, los privilegios territoriales, que fueron sustituidos por una ley común a todo el Estado, excepto el Reino de Navarra y los señoríos de las provincias Vascongadas, que se mantuvieron fieles a la causa borbónica. Se sentaron las bases para un MERCADO ÚNICO y sin fronteras interiores.

   Los BORBONES introdujeron la ILUSTRACIÓN en el siglo XVIII y pusieron a España a la altura de las monarquías más progresistas de Europa, modernizando la administración, creando ministerios, abriendo puertos al comercio con América, reorganizando el ejército y la Armada, creando sociedades científicas, la Real Academia de la Lengua Española, nuevas universidades, poniendo en cultivo terrenos yermos con colonos europeos, fundando fábricas, cartografiando todo el Imperio, y construyendo nuevos puertos, puentes y caminos.

   Don José MOÑINO, I conde de FLORIDABLANCA, Ministro de Carlos III, fue clave en esta política modernizadora, creando en 1785 la Dirección General de Caminos y la Inspección General de Caminos y Canales. También expulsó a los jesuitas de España en 1773, debido a su carácter elitista, político y reaccionario.

   Los BORBONES, venciendo la resistencia de los absolutistas y realistas, fundaron el ESTADO LIBERAL CONTEMPORÁNEO con la Constitución de 1812, en nombre de Fernando VII. Es célebre su frase de 1830 «Caminemos todos juntos, y Yo el primero, por la senda constitucional». Fueron abolidos los gremios medievales, la Inquisición y los privilegios feudales y se sentaron las bases para una ECONOMÍA DE LIBRE MERCADO.

   A la muerte de Fernando VII se desencadenó una guerra civil entre los carlistas, herederos de los absolutistas y realistas, y los liberales, que terminó finalmente con el triunfo de estos y la implantación definitiva de la MONARQUÍA CONSTITUCIONAL con la reina Isabel II, hija de Fernando VII y María Cristina.

   En 1873 una revolución trajo la I República, que tuvo cuatro presidentes y no llegó a durar ni una año, debido a las guerras cantonales entre los mismos republicanos, por lo que se tuvo que RESTAURAR la MONARQUÍA CONSTITUCIONAL en su legítimo heredero, el rey Alfonso XII, que trajo 50 años de democracia, equiparable a las más progresistas europeas coetáneas, paz y progreso a España.

   En 1931 lo REPUBLICANOS volvieron a la carga revolucionaria con una II República, tan ilegal como la primera, que duró un poco más, seis años, pero que terminó como la del siglo anterior, con cruentas luchas entre facciones republicanas que desencadenó una GUERRA CIVIL de tres años y un régimen militar de 35.

   Finalmente, la DEMOCRACIA más plena llegó a España de la mano de Su Majestad el Rey Don Juan Carlos I, legítimo heredero de la Monarquía Histórica, en 1978, con la Constitución actual y la MONARQUÍA PARLAMENTARIA.

   La mala prensa de los BORBONES es heredera de la ideología de los absolutistas, realistas y carlistas de antaño, recogida por la extrema derecha española; y de la extrema izquierda marxista revolucionaria, heredera ideológica de la Leyenda Negra. Ambos movimientos son antidemocráticos, antieuropeos y antisistema.