Escudo del marquesado de Casa Real

Escudo del marquesado de Casa Real

   Tenemos el honor de hacernos eco desde este Blog de la Casa Troncal de los Doce Linajes de  Soria, que  Dª Vicenta Márquez de la Plata, marquesa de Casa Real, esposa de D. Luís Valero de Bernabé; acaba de publicar un nuevo libro histórico en la Editorial Stell Maris de Barcelona. Se titula «La Conjura del Profeta» y se refiere a un acontecimiento histórico que tuvo lugar durante el reinado de Felipe II, en que un soldado español tuvo unas visiones proféticas sobre el desastre que acechaba a la dinastía Habsburgo.

   Incluimos una presentación del libro y fotos del mismo libro, adquisicón y lectura del mismo que recomendamos encarecidamente.

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El Soldado Profeta Miguel de Piédrola y Beaumont

 La novela es interesantísima, muy entretenida, tiene mucha acción además de sabiduría. Es un gran espejo no sólo del exterior del mundo sino del interior de las personas. Se lee sin descanso porque nunca se cae de las manos, siempre resulta ágil y casi siempre mantiene al lector maravillado..todo un mundo con todos sus mundos está representado en la novela, (Doña Elisa Fenoy, lectora)

Miguel de Piédrola y Beaumont es un personaje novelesco que realmente existió, leyendo el libro que relata su vida está claro que, como dijo Oscar Wilde, la vida imita al arte mucho más que el arte a la vida.

Nadie, ni con la imaginación más encendida pudo imaginar una vida tan inquieta e increíble, tan llena de aventuras y de extrañas visiones. Afortunadamente para nosotros toda esta historia quedó reflejada, al menos en sus retazos más sobresalientes, en el relato fidedigno y seco que hizo el Tribunal de la Herética Parvedad del juicio contra Miguel de Piédrola acusado de haber inducido a la sedición contra S.M. don Felipe II.

En los fondos de la Biblioteca Nacional, sección de manuscritos, Mss. Número 10470, cualquier estudioso puede consultar los pormenores de lo sucedido, el relato fidedigno, firmado por los Inquisidores y el Secretario del Tribunal.

Es a partir de este documento se ha escrito una novela, LA CONJURA DEL PROFETA en donde la autora nos describe la primera infancia de Miguel de Piédrola, el cual había sido encomendado a los cuidados de un sacerdote ..desde los cinco o seis años se había criado con un clérigo que le enseñó a leer..y por cierta travesura se fue.. También se sabe que huyó de la casa de este religioso …por cierta travesura que no se especifica. Estas son las palabras literales que aparecen en el documento de la Inquisición.

Su infancia debió se haber sido complicada pues careció de padre o en su defecto de educadores, sin embargo su primer tutor, el clérigo al que se encomendó el niño Miguel, sí le había enseñado a leer y escribir y, seguramente, el latín, tan necesario para una vida religiosa. Si Miguel era un niño encomendado a un religioso era seguramente porque se le destinaba a esa vida. Quizás esta primera educación tuvo algo que ver en su conocimiento de las Escrituras y de los Profetas. ¡Quién sabe!

En su primera juventud fue dando tumbos por el mundo, mendigo, aprendiz de ollero, – ..asentó como ollero, y pareciéndole que no le llamaba aquel oficio, se había ido a una aldea..donde el cura por aprovecharle le dio el azeite – vendedor, ratero y otros oficios según sus necesidades.

Pronto empezó a tener visiones y su ángel le indicaba lo que había de hacer o lo que sucedería en un futuro próximo.

Llevado de su sed de aventuras, y seguramente por no tener otra cosa que hacer, se embarcó como ayudante en un navío y en una batalla fue hecho prisionero y conoció la vida de galeras. No se sabe cuanto tiempo estuvo en el remo, ocupación que desgastaba a los hombres hasta la extenuación y que les abocaba a una muerte segura que llegaría no demasiado tarde. La autora aprovecha la acción para darnos una breve descripción de la vida en la galera:Los remeros estaban encadenados a sus bancos, la postiza, con recios grilletes que habían empezado por hacerles llagas en los tobillos y al fin habían creado un grueso callo como una pulsera que les protegía del duro hierro. Hacían sus necesidades en el banco y allí dormían, allí enfermaban y allí morían.

Al fin, sin que se nos diga como, terminó en Constantinopla, Estambul para los sarracenos, y allí gracias a su ingenio terminó con un negocio de transporte de barcas de lado a lado del Mar de Mármara. – Y estuvo en Constantinopla… siendo barquero y passando con una barca que tenía desde Constantinopla a Gálata, y a otras partes hacia el Mar Negro..Hizo fortuna en tierra enemiga pero entonces su ángel le ordenó volver a tierra de cristianos llevando consigo a otras dos personas, según anota el secretario de la Inquisición de la declaración del acusado: .. La misma voz antecedente le dixo huiese y trajesse a unos captivos en su Compañía y tomase una guía; y assí vino con ellos…

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Tras este regreso Miguel de Piédrola ingresó en el ejército y se hizo famoso por sus visiones y profecías. Vaticinó la muerte de Gregorio XIII y auguró, o profetizó, según él, que su sucesor sería Sixto V, y quien sabe porqué, acertó. Su fama se extendió por el mundo, de modo que reyes, príncipes y papas desearon conocerle. Seguramente conoció personalmente a don Felipe, pues en el manuscrito del Tribunal de la Herética Parvedad figura explícitamente que este le concedió una pensión o estipendio regular ..y habiendo hecho muchos servicios en la guerra, y dado muchos avisos de importancia, vino a España, donde S.M. se le gratificó con cierta renta que le asignó.. Quizás fue con esta ocasión cuando le comunicó al rey que su hijo, el príncipe Carlos, jamás reinaría, cosa que se cumplió y que por ello mismo le granjeó para siempre la antipatía del rey y al tiempo hizo que le temiese. 

   Desde 1547 se inicia un tiempo de decadencia con la primera bancarrota. Por fuera brillaba un imperio en donde no se ponía el sol, pero por dentro las guerras habían arruinado a la gente del común. Las continuadas levas despoblaban los campos de la necesaria mano de obra y el descontento crecía de día en día. Se murmuraba en los mesones y en las esquinas, y la gloria no era suficiente para llenar los estómagos vacíos. Se degradaba la moneda mezclándola con cobre y la iglesia determinó que este proceso era robar a los pobres en sus mismos bolsillos. Tres bancarrotas sucesivas llevaron al Estado al borde del desastre y a los habitantes a la miseria.

  Es entonces cuando surgen personajes que auguran toda suerte de desventuras, de enemigos que surgirán de los cuatro puntos cardinales, de desgracias, de hambrunas y de  pestes.

   Una joven, de nombre Lucrecia, se hacía famosa con sus visiones oníricas en las que empezó a predecir la caída de la Casa de Austria. Un sacerdote, fray Alonso de Orozco, conocido por sus dotes proféticas, auguró la derrota de la Grande y Felicísima Armada, no es de extrañar que en ese mismo tiempo el profeta que anidaba en Miguel de Piédrola la hablase de la caída de la Casa de Austria achacándola a los grandes pecados del mismísimo rey.

  Naturalmente esto no agradó al soberano pues aumentaba la desconfianza en su gobernación y agrandaba al tiempo el descontento del pueblo, sobre todo porque Miguel de Piédrola era muy conocido y habiéndose retirado de las armas vivía como un anacoreta en unas cuevas en las afueras de Madrid dedicándose a predicar en las plazas y calles tomado a la Palabra de Dios por testigo: ..y abierto el texto (de la Biblia) que decía que Dios quería que diesse voces a los Príncipes, y que dando cuenta desto a cierta persona, passó de su propio motivo toda la dicha Biblia..

   Un grupo de simpatizantes le seguía a todas partes o al menos seguía sus palabras, algunos eran personas importantes y entre estos se hallaban Alonso de Mendoza y el conocido Abad Allende, Fray Luis de León y otros no menos ilustres.

  Mientras tanto el profeta Miguel de Piédrola, con permiso del mismo don Felipe II, había hecho averiguaciones en cuanto a su posible origen y…  Le dieron aviso, como era descendiente del fuerte Cavallero de Piédrola en el quarto grado y por razón de la otra descendencia (…) alcanzó sentencia a su favor [2] En último término era pariente de la Casa Real de Navarra. Todo ello no hacía si no aumentar su prestigio y el desdoro que sufría Felipe II por sus continuos ataques. Decidió entonces hacerlo desaparecer pero, quizás temeroso de que fuese un verdadero profeta, pidió al Inquisidor General don Gaspar de Quiroga que lo hiciese desaparecer, no que lo sacrificase en el fuego por hereje, que lo hiciese desaparecer sin hacerle daño alguno. No se sabe cuanto más vivió el Profeta tras haber sido juzgado y condenado; su extraña vida, a no ser por las anotaciones del Santo Oficio, habría sido olvidada.

[1] Texto del Proceso inquisitorial de Miguel de Piédrola.

[2] Anotado por el Inquisidor en la declaración hecha por Miguel de Piédrola, ante el Tribunal de la Inquisición. Documento Mss. 10470 en la Biblioteca Nacional, Madrid.