Artículo de fecha 13-02-2015 de D. José Manuel Huidobro

Caballero de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén, Miembro de la Real Asociación de Hidalgos de España. Máster en Derecho Nobiliario, Heráldica y Genealogía (UNED). Autor de 55 libros y más de 700 artículos.

El que fuera Gobernador de Luisiana, el hijo de hidalgos, oriundo de la pequeña Macharaviaya, en la costa malacitana, se ha convertido, 229 años después de su muerte, en un ilustre del Capitolio de Estados Unidos. Mientras en España su figura había caído en el olvido, un retrato suyo se ha colgado en la histórica sala del Comité para las Relaciones Exteriores, junto a Dwight Eisenhower.

Retrato de Bernardo de Gálvez. Congreso EEUU. Obra del pintor malagueño Carlos Monserrate

Retrato de Bernardo de Gálvez. Congreso EEUU. Obra del pintor malagueño Carlos Monserrate

   El Congreso de EEUU repara el olvido cometido en 1783, cuando los congresistas del incipiente país que se independizaban de los ingleses le concedieron el honor de “Ciudadano Honorario” por su destacada participación en la Batalla de Pensacola (1781) en La Florida, junto a Washington. Mientras los colonos asediaban sin éxito los cuatro fuertes ingleses que protegían la bahía, el buque insignia español, el San Ramón intentó entrar pero encalló en la arena y fue entonces cuando el intrépido Bernardo acudió en su ayuda entrando en el canal a bordo del bergantín Galveztown, con otras tres naves a su mando, sin apenas sufrir daños por los disparos de los inglesas, aunque tardaran 50 días más en rendir las fortificaciones. 

 

   Por esta victoria, Carlos III le ascendió a teniente general, además de otorgarle el blasón de su escudo de armas, que lucía el lema de «Yo Solo», pues así, a bordo de su único bergantín fue como logró su hazaña. También Fue nombrado Conde de GálvezVizconde de Galvestón y Caballero de la Orden de Carlos III y recompensado con la encomienda de Bolaños, de la Orden de Calatrava.

Escudo de armas

Escudo de armas

Mercedes concedidas por Carlos III

Mercedes concedidas por Carlos III

   Bernardo (Vicente Apolinar) de Gálvez y Gallardo de Madrid nació en Macharaviaya, Málaga, en julio de 1746 y falleció en Tacubaya, México, en noviembre de 1786. Fue un militar y político español, héroe de Pensacola, ciudadano honorario de los Estados Unidos. Su padre fue el general Matías de Gálvez y Gallardo y su madre Josefa de Madrid. Los Gálvez, aunque de origen vasco, estaban asentados en Cabra como hidalgos desde hace tiempo; una rama de Santaella (Córdoba) pasó a Macharaviaya a finales del siglo XV, que es la del linaje de nuestro héroe.

   Bernardo emprendió su legendaria carrera con 16 años, tras alistarse y combatir en Portugal y Francia. Seguía los pasos de su padre Matías procedente de un nombre de buen linaje, Gálvez y Gallardo, pero lejos de la opulencia de la nobleza, emprendieron la aventura de las Américas, que les llevaría a recibir honores del rey Carlos III y altos puestos del aún imperio español en Norteamérica.

   A causa de la guerra de los siete años (1756-1763) entre Inglaterra, por un lado, y España y Francia por otro, España tuvo que ceder la parte sur de La Florida,.pero dos años más tarde Gálvez recuperaría de nuevo la provincia de La gran Florida, cuando Inglaterra derrotada tuvo a bien firmar el segundo tratado de Paris.

   Bernardo batallaba en el ejército, formándose como oficial. Cuando alcanzó el grado de teniente fue destinado, en 1769, a Chihuahua. Tras ascender por méritos propios a capitán, le fue encomendado un regimiento que había de proteger y engrandecer las posesiones de Nueva Vizcaya, desde donde adquirió la experiencia de campaña contra los indios. En 1772 regresa a España con destino en Sevilla y participa en la desastrosa expedición de O’Reilly a Argel, a pesar de lo cual cumplió la operación que se le habían encomendado, obtiene un nuevo ascenso (teniente coronel) y el nombramiento como profesor en la Academia de Ávila.  

   Es destinado otra vez a América en 1776 como coronel del Regimiento Fijo de la Luisiana y posteriormente se le concede el cargo de Gobernador de la Luisiana, del cual toma posesión el 1 de enero de 1777. Inmediatamente se apresta a tomar medidas para atajar la amenaza británica a la par que favorece la causa de la Guerra de Independencia de las colonias norteamericanas. En ese mismo año se casó en secreto, de manera ilegal por no disponer el permiso real, con una criolla de Nueva Orleans, Felicitas de Saint Maxent, viuda de Jean Baptiste Honoré d´Estrehan, antiguo tesorero del rey de Francia.

Durante 1778, refuerza la presencia española en la provincia fundando colonias (como por ejemplo la ciudad de Galveston, llamada así en su honor, al sureste de la actual Texas) y continúa con la ayuda a los norteamericanos. 

España, al igual que hizo Francia, apoyó económica y militarmente, desde el principio, laguerra de Independencia de los Estados Unidos mediante Bernardo de Gálvez, quien negoció directamente con Thomas Jefferson. En 1779 la guerra con Gran Bretaña se prevé inminente y a través de unos informes secretos conoce que los ingleses se aprestan a invadir la provincia y pasa rápidamente a la acción: refuerza sus defensas y al tener noticia del estallido de la guerra (la declaración formal fue 21 de junio), toma por sorpresa los puestos ingleses del Mississippi (los fuertes de Manchac y de Baton Rouge), liberando la cuenca baja del río Mississipi de fuerzas inglesas que pudieran hostigar su capital Nueva Orleans.

Sitio de Pensacola en 1781

Sitio de Pensacola en 1781

   Por estos méritos es ascendido a mariscal de campo con tan solo 33 años. Su siguiente misión será tomar Mobila y Pensacola, capital ésta última de Florida, consiguiendo el primer objetivo el 13 de marzo de ese año. Realizó dos expediciones a Pensacola sin éxito; la tercera salió de La Habana el 28 de febrero de 1781 y culminó con la victoria el 8 de mayo.

Mapa de Norteamérica en 1792

Mapa de Norteamérica en 1792

   Fue en esta acción de la toma de Pensacola donde Gálvez cobró mayor fama, al forzar con su bergantin “Galveztown” la entrada de la bahía y demostrar a los oficiales marinos de la expedición que aquello era posible. El jefe de la Escuadra española se había negado a dirigir sus barcos a la ciudad por lo peligroso de la misión. Fue entonces cuando Bernardo de Gálvez izó la bandera de almirante en su bergantín y entró solo en la bahía para dar ejemplo a los demás barcos. El mensaje que envió al capitán Calvo de Irazábal fue éste:

   “Una bala de a treinta y dos recogida en el campamento, que conduzco y presento, es de las que reparte el Fuerte de la entrada. El que tenga honor y valor que me siga. Yo voy por delante con el Galveztown para quitarle el miedo.”

    Resulta excepcional que un hidalgo de los rangos inferiores de la oficialidad hubiera alcanzado cotas tan insignes. No es de extrañar que cuando escribiera la Instrucción para la defensa contra los indios como Virrey de Nueva España (cargo que tomó posesión el 17 de junio de 1785, en sustitución de su fallecido padre) lo hiciera con la prosa de quien conoce de primera mano las acciones sobre el terreno. No había nacido noble ni rico pero su valor e inteligencia le habían hecho valedor de los títulos más preciados.